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La categoría de género es una construcción social que jerarquiza las relaciones de poder
entre las personas, siendo un dispositivo que cumple la función de ordenamiento social,
enmarcando los comportamientos de estas, en un sistema binario, masculino-femenino
(Lamas, 1999).
Al mismo tiempo la feminidad es una distinción cultural históricamente determinada y
que contrasta de manera antagónica con las características masculinas. Las características
femeninas son establecidas como naturales, ahistóricas y esenciales de una mujer (Lagarde,
1990). De esta manera Nina Sayers, protagonista de “El cisne negro”, es la “típica” mujer que
cumple con el estereotipo de lo “femenino”. Entre sus características se destaca la delicadeza,
fragilidad e inocencia, de aspecto infantil y asexuado, se muestra sumisa e inestable
emocionalmente.
Creemos que Nina reencarna el estereotipo femenino debido a la explicación que nos
entrega Beavouir (1990) al señalar que las diferencias propias de las mujeres son
consecuencia de las acciones hormonales del soma de las hembras. Es lo más “común” o
normal estadísticamente, que una persona biológicamente mujer, sea pequeña (o más pequeña
en comparación a un hombre), que pese poco, que su esqueleto sea frágil, que debido a su
masa muscular pueda ejercer menos fuerza, que sus órganos sean más pequeños y estén
subordinados a la función de la gestación. Dados los complejos sistemas hormonales y
nerviosos, la emocionalidad de una mujer varía pudiendo provocar “desórdenes”.
Sumado a esto, cabe destacar que las mujeres son estructuradas desde pequeñas como
tales, lo cual expresa Beauvoir (1990) con la frase “la mujer no nace, se hace”. Son
instituciones como la familia, la escuela, la iglesia, y los medios masivos, quienes se
encargan de conformar el género a través de la educación, de la religión y de la síntesis
ideológica primaria que se realiza en la familia, sustancialmente a través de la afectividad.
En este caso la madre de Nina, Erika, ha desempeñado un rol activo en la construcción
de género de esta, siendo la madre custodia de su hija y por ende la encargada de proteger su
pureza, virginidad, inocencia erótica y su castidad (Lagarde, 1990). De esta manera, la madre
en su afán por hacer de Nina la mujer que ella desea, la priva de una serie de actividades y
comportamientos que van en sentido contrario a este estereotipo de feminidad ideal, y la
incentiva a cumplir una función de cuidado del cuerpo, delicadeza y perfección, que debe
ejercitar con ciertos hábitos como el ballet.
En el comienzo de la trama, juntas mantienen ciertos rituales que perpetúan el rol de
madre autoritaria e hija dependiente que no puede valerse por sí misma y que acata órdenes
por temor, reprimiendo y subordinando sus propias preferencias, por satisfacer a su madre.
Una escena en que puede apreciarse esto claramente, es cuando Nina le agradece a su madre
por la torta, pero le dice que no quiere comer porque siente un nudo en el estómago, frente a
esta situación Erika reacciona “mal” amenazando con botar la torta al basurero, por lo que
finalmente Nina decide no contradecir a esta y comer un trozo de pastel.
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Así pues, “los desfases entre el deber ser y la existencia, entre la norma y la vida
realmente vivida, generan procesos complejos, dolorosos y conflictivos, en mayor grado si
son enfrentados con las concepciones dominantes de feminidad” (Lagarde, 1990) (pag.2).
Esta situación se observa en la película cuando Nina, en su intento por hacer un mejor trabajo
del cisne negro y encontrar su lado más “salvaje” y seductor, se revela a ella, aceptando la
invitación de Lily a tener una noche de diversión, probando las drogas, y explorando su
sexualidad, durante la fiesta a la que acudieron así como en su propia casa en el encuentro
sexual alucinatorio que mantuvo con Lily. Sin embargo la protagonista no logra equilibrar
estos dos matices y se enfrenta violentamente con su madre.
más bien el suelo movedizo y concreto sobre el que ese poder se incardina, las condiciones de
posibilidad de su funcionamiento...Para que el Estado funcione como funciona es necesario
que haya del hombre a la mujer o del adulto al niño relaciones de dominación bien
específicas que tienen su configuración propia y su relativa autonomía”.
Las relaciones de poder como señala Foucault (1992) son las condiciones de
posibilidad del funcionamiento del sistema capitalista entendido como “la Economía del
Capital se ve el conjunto de la economía a partir de la lógica del capital y su acumulación, y
el sistema de intereses en la sociedad resulta hegemonizado por los intereses generales o de
determinadas fracciones de los capitalistas” (Coraggio, 2004). Este contexto social
capitalistas también es la contextualización del filme el “Cisne negro” (2010) y la ficción que
en él ocurre.
El sistema patriarcal es definido en función al capitalismo por Hartmann (1981) pues
se le pueda reconocer en las relaciones que los hombres mantienen con las mujeres dentro del
sistema capitalista; relaciones entre hombres y mujeres que no son casos aislados o asuntos
privados de pareja, sino que son relaciones sistémicas (Amorós y De Miguel, 2007) que se
sostienen en la separación entre lo público y lo privado. Se crea la ideología -y la realidad- de
las esferas separadas, los hombres para lo público y las mujeres para lo doméstico y la
crianza de la prole. Es así como el patriarcado establece las características aceptadas para el
comportamiento de los hombres presentándose en la masculinidad hegemónica.
La masculinidad hegemónica puede definirse como la configuración de la práctica de
género que incorpora la respuesta aceptada, en un momento específico, al problema de la
legitimidad del patriarcado, lo que garantiza la posición dominante de los hombres y la
subordinación de las mujeres (Connel, 2003). Este concepto se aplica a la construcción de
estereotipo de género que recae en el director Thomas como dominante y como dominada a
Nina.
La hegemonía sólo se establecerá si existe cierta correspondencia entre el ideal
cultural y el poder institucional, colectivo e individual. Su principal característica es el éxito
a su reclamo de autoridad, más que la violencia directa. “En consecuencia la hegemonía es
una relación histórica móvil; su flujo y reflujo son elementos claves de la descripción de
masculinidad”. (Connel, 2003, p. 118)
inferior jerárquicamente, por lo que le debe sumisión, respeto y admiración. Este ejemplo
estaría obedeciendo a un tipo de violencia de género laboral, entendida como: “toda acción
ejercida en el ámbito del trabajo que manifieste abuso del poder por parte del empleador, del
personal jerárquico, de quien tenga la función de mando, de un tercero vinculado directa o
indirectamente con él o de quien tenga influencias de cualquier tipo sobre la superioridad”.
En este caso la mujer estaría constantemente presionada por el director del ballet, lo cual
afectaría su estabilidad psíquica, física y económica, Quién además, ejercería violencia de
género de índole sexual o acoso sexual la cual se menciona en La Ley N° 20.005 define el
acoso sexual como “la conducta a través de la cual una persona realiza de forma indebida, por
cualquier medio, requerimientos de carácter sexual, no consentidos por quien los recibe y que
amenacen o perjudiquen su situación laboral o sus oportunidades en el empleo ” Fernández,
M. L. (2017), esto se ve de manera explícita al momento en que Thomas sin consentimiento
de Nina incurre en tocaciones de connotación sexual, infringiendo así un ejercicio de poder
coartante de su libertad , ya que si ésta no accede a sus peticiones podría verse excluida de su
papel protagonista en el musical como Swam Queen.
Un último ejemplo de cómo las relaciones de poder se evidencian en las situaciones
de violencia de género es el caso de la violencia psicológica definida por De León (2014)
como “forma encubierta de agresión y coerción, por lo poco observable y comprobable de sus
secuelas, y, por tanto, su difícil detección, es cada vez más utilizada. Su uso refleja, en
muchas ocasiones, las relaciones de poder que jerarquizan y colocan lo masculino como eje
de toda experiencia, incluyendo las que tienen lugar en el ámbito familiar.” Este concepto, se
visualiza de manera compleja en el argumento del musical “El lago de los cisnes” que el
director propone en la película, en donde la protagonista, es sobreexigida y presionada como
mujer, quien debe cumplir con estereotipos tales como los que representa el cisne blanco,
relacionados con la feminidad sumisa, obediente, pura, perfecta y bella. Así como también en
su personaje de cisne negro, donde se le exige el cumplimiento de un estereotipo de mujer
femenina, pero que además cumpla con sensualidad, seducción, sexualidad, naturalidad, y
autenticidad. Entenderemos estereotipo según Mackie (1973), como aquellas creencias
populares sobre los atributos que caracterizan a un grupo social (por ejemplo, los alemanes,
los gitanos, las mujeres)
a cenar con Lily, con quien luego bebe unos tragos, se droga y baila (junto a dos hombres que
conocieron en el bar), además tiene un encuentro sexual con un hombre en el baño.
Este comportamiento puede considerarse como una resistencia ya que es esto
exactamente lo que su madre y su construcción de género le prohíbe hacer a Nina, mientras
se le exige perfección, inocencia, fragilidad, sumisión y dedicación a tiempo completo al
ballet, se le prohíbe disfrutar de la vida de cualquier manera que no se encuadre en lo antes
mencionado, por lo que el placer sexual, los tragos y la bohemia están vedados para ella.
Nina se encuentra entonces en una posición de antagonismo hacia la imagen de niña
inocente que carece de deseos y libidos sexuales, permitiéndose no solo liberarse de aquella
imagen social, sino también permitiéndose expresar sus deseos más reprimidos. De esta
manera, la expresión de placer sexual se vuelve a su vez una forma de emancipación del
control de su madre y de su propia construcción de género. Como ganancia para Nina
destacamos el hecho de que por medio de esta resistencia logra “vivir”, disfrutar la vida,
hacer algo que ella quería hacer, es decir vivir la vida de la forma en que a ella le parezca más
conveniente. Además al otro día de la fiesta, cuando despierta y se da cuenta de que va
atrasada a la academia, le dice a su madre que se marchará de casa, por lo que podemos
suponer que producto de dicha resistencia siente un empoderamiento y el deseo de mayor
independencia y autonomía.
Por otra parte y en cuanto a los costos a Nina le complica tanto romper con su
construcción de género por una meta que ella anhela con toda su pasión, que entra en crisis
luego de los ensayo, alucinaciones de tipo sexual, crisis nerviosas por la llegada del show
final, bloqueos o paralizaciones cuando su profesor la acosa, y paranoias permanentes al
imaginar persecuciones de parte de el cisne negro o la “Nina” que ella no puede ser.
Parte de la fantasía de la película nos permite apreciar que Nina comienza a ver en ella
una serie de síntomas que se manifiestan en su cuerpo; ¿y qué son los síntomas si no
elaboraciones inconscientes intentado escapar de un yo represivo?. Con esto nos referimos
principalmente a la herida que comienza como una pequeña molestia en la espalda de la
protagonista, pero que termina siendo un molesto dolor a raíz de las alas negras que encarnan
el más puro y atrevido cisne negro que Nina guarda en sus pulsiones más profundas.
A vista de los demás, tanto su profesor como sus compañeros/as y el público
espectador, sintieron una profunda admiración del trabajo de Nina, sin embargo su propia
satisfacción significó una lista inmensa de costos, antes mencionados. También su madre fue
perjudicada con las resistencias de su hija, porque en cierto sentido su razón de ser y el objeto
por el cual su vida tomaba sentido, con esta resistencia se perdió.
En síntesis, los costos que pueden observarse en Nina, de cierta manera atraviesan toda
la película, al representar un personaje en constante angustia, un sentimiento que incluso
como espectadores logramos sentir, ya que lo percibimos en su rostro y cuerpo frígido, nos
transmite una impotencia a veces al querer empoderarnos por ella y defenderla de ciertos
abusos que sufre en su condición de sumisa y que a la vez la hace perder toda esa perfección
que logra con tanta disciplina, y que queda más ilustrado cuando finalmente el personaje
colapsa.
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Referencias