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Las relaciones entre la Moral y el Derecho constituyen una de las cuestiones más
importantes y complejas de la Filosofía del Derecho, sobre todo si se tiene en cuenta que
afectan al concepto del Derecho, a su aplicación, a las relaciones entre legalidad y justicia o
al espinoso tema de la obediencia al Derecho. La Moral y el Derecho hacen referencia a
una parte importante del comportamiento humano y se expresan, en gran medida, con los
mismos términos (deber, obligación, culpa, responsabilidad). Se puede decir que el
contenido del Derecho tiene una clara dependencia de la moral social vigente, de la misma
forma que toda moral social pretende contar con el refuerzo coactivo del Derecho para así
lograr eficacia social.
A lo largo de la historia del pensamiento se han propuesto sobre todo cuatro criterios
básicos de distinción entre el Derecho y la Moral, que en realidad responden a un mismo
hilo conductor.
1. En primer lugar, Thomasius –filósofo del Derecho del siglo XVll, perteneciente a la escuela
del iusnaturalismo racionalista– observó que la Moral se ocupa de los actos humanos
internos y el Derecho de los actos externos. Esta tesis debe ser matizada. En realidad, no
existen actos puramente externos, pues todos los actos humanos tienen también un
componente interno, en la medida en que emanan de la inteligencia y de la voluntad del
hombre; sí existen, en cambio, actos humanos puramente internos, que permanecen en el
interior del hombre sin manifestarse externamente. Por lo tanto, se puede afirmar –
reformulando la tesis de Thomasius– que la Moral se ocupa de todos los comportamientos
humanos –puesto que todos presentan una dimensión interior–, mientras que el Derecho se
ocupa tan sólo de los comportamientos humanos que se manifiestan al exterior. En
consecuencia, para el Derecho no son relevantes los actos puramente internos, de acuerdo
con lo definido, es decir, aquellos que no tienen ningún tipo de manifestación externa, y si
el Derecho quisiese ordenar la esfera de los actos puramente internos se estaría excediendo
de sus límites. Aquí encontramos ya una primera distinción entre el Derecho y la Moral:
una distinción de objeto, en virtud de la cual el objeto del Derecho es más reducido que el
de la Moral. Pero más allá de esta diferencia de objeto, poco significativa –sólo nos dice
que determinados comportamientos humanos, los puramente internos, no están sujetos a la
regulación jurídica– lo que interesa sobre todo subrayar es que el Derecho enfoca los actos
humanos precisamente desde la óptica externa. El punto de partida de la regulación jurídica
es la dimensión externa de la conducta, mientras que, por el contrario, el punto de partida
de la regulación moral es su dimensión interna.
Una consecuencia de esta diferencia de perspectivas entre el Derecho y la Moral es la que
subraya Kant: mientras que el Derecho exige tan sólo la obediencia material o externa, esto
es, la realización del acto mandado o la omisión del acto prohibido, sin importarle el
motivo de dicha obediencia, la Moral exige en cambio la obediencia formal o interna: exige
una adhesión interna a la norma, que no es relevante en cambio para el Derecho.
2. Precisamente, porque al Derecho sólo le interesa el cumplimiento externo de las normas,
puede recurrir a la coacción para obtener ese cumplimiento, lo que en cambio no tiene
sentido en el ámbito Moral, en el que lo relevante es el cumplimiento de los preceptos
éticos por una adhesión interior. Éste es otro rasgo diferencial entre el Derecho y la Moral,
la coercibilidad, que consiste en que el Derecho puede recurrir a la coacción para garantizar
el cumplimiento de sus preceptos.
3. Existe un tercer rasgo del Derecho, que de alguna manera es la razón que subyace a las dos
diferencias anteriores: mientras que la Moral contempla a la persona humana como tal, y la
contempla en su totalidad, el objeto de la consideración jurídica es tan sólo el conjunto de
las posiciones o funciones típicas que la persona despeña en el ámbito del Derecho –
comprador, vendedor, acusado, demandante, etc.–, lo que equivale a decir las posiciones o
funciones típicas que esta desempeña en relación con los demás, puesto que es esa relación
el objeto propio de la regulación jurídica, que no se ocupa de las conductas humanas que
permanecen estrictamente confinadas a la esfera individual.
4. Precisamente, porque el centro de atención del Derecho es, como hemos señalado, la
conducta humana relacional, una última diferencia con respecto a la Moral radica en la
estructura de las normas; concretamente, las normas jurídicas tienen una estructura
imperativo-atributiva, es decir, están presididas por la reciprocidad entre derechos y
deberes, de tal suerte que, en el ámbito jurídico, siempre hay frente a mi derecho un deber
de otro y frente a mi deber un derecho de otro; reciprocidad que está ausente en las normas
morales, que tienen una estructura puramente imperativa. Las obligaciones son comunes a
la Moral y el Derecho. Por el contrario, los derechos son características específicas del
Derecho.
Desde Kant se suelen establecer una serie de criterios sistematizados que se estudian a
continuación:
Naturalmente, que el Derecho y la Moral sean diferentes no significa que entre ambos
órdenes exista una separación absoluta, como pretenden algunas concepciones positivistas:
por el contrario, el Derecho y la Moral están íntimamente conectados, y la pista para esa
conexión nos la da precisamente algo que hemos dicho antes: la Moral es el orden de la
persona, y el Derecho el orden de la sociedad. Que la Moral sea el orden de la persona y el
Derecho el orden de la sociedad nos muestra que la Moral y el Derecho son distintos, pero a
la vez nos muestra que están íntimamente relacionados, pues la dimensión social es
precisamente una dimensión esencial de la persona humana, y la armonía social es uno de
los fines existenciales del hombre en función de los que valorar la corrección moral de
nuestros comportamientos.
CONCEPTO DE NORMA.
1. Cuando hablamos de norma en sentido amplio, nos referimos a la misma como “cualquier regla
de comportamiento” y puede ser entonces, una norma religiosa (ej. No matarás y todos los
mandamientos), una norma moral (ej. Obedecer a los padres siendo menor de edad), un uso social
(ej. La moda o los actos de cortesía), cualquier norma que regule nuestro comportamiento.
Todas funcionan como reglas de nuestra comportamiento y por lo tanto lo regulan.
2. Cuando hablamos de norma en sentido estricto (sentido que nosotros le vamos a dar) nos
referimos a “una regla de conducta obligatoria, dirigida a los hombres que son libres de cumplir con
ella o no y en este último caso son objeto de sanción”. Por ejemplo, las normas jurídicas; si robo,
mato o cometo cualquier delito, voy preso.
Vemos que la diferencia entre un sentido y otro, además de que uno es mas amplio que el otro,
está en que en el primero no existe la obligatoriedad del cumplimiento de la regla y en el segundo
si. Por ejemplo, si yo no soy católico no voy a tener la obligación de cumplir con los mandamientos;
mientras que por el hecho de vivir en una sociedad, ser un ser humano, vivir en un Estado
regulado por el Derecho, voy a tener que cumplir con determinadas normas obligatoriamente.
Claro que está en uno cumplir con las mismas o no, pero si no lo hacemos, como dijimos
anteriormente, va a recaer sobre nosotros una sanción:
Mato - voy preso
No pago una deuda - voy al clearing, no puedo sacar créditos, etc.
No voto - no puedo realizar determinados trámites
Violo una regla de tránsito- me ponen una multa
Por último debemos tener en cuenta que todas las normas, ya sean religiosas, morales, jurídicas,
etc. son normas éticas: ética viene de una palabra griega “ethos” que quiere decir “costumbre” y es
el conjunto de normas y principios a los que debe ajustarse la conducta humana.
LA NORMA MORAL.
Hablamos de norma moral cuando nos referimos a ciertos principios que suponemos son los
correctos para guiar nuestro comportamiento en nuestra vida misma.
A veces se confunde con el Derecho (con las normas que él impone, las jurídicas), por ejemplo, es
una norma moral que los padres cuiden de la vida de sus hijos, pero también es una norma jurídica
porque en la Constitución se establece como un deber de los padres el cuidado y educación de sus
hijos.
La diferencia está en que la norma moral son ciertos principios que nosotros interiorizamos que
surgen de la forma en que se nos educó, de la formación que recibimos, etc. y que creemos son
los correctos para dirigir nuestra vida. Mientras que las otras, no surgen de nuestra formación, de
nuestra vida interior, de lo que creemos que está bien o mal, sino, del Derecho que nos las impone
y es quien nos dice que está bien y que está mal. Otro ejemplo es el de dar ayuda a los pobres,
participar de una ONG, etc..
Norma moral – yo dispongo lo que está bien y lo que está mal.
Norma jurídica – el derecho impone lo que está bien y lo que está mal.
LA NORMA RELIGIOSA.
También al igual que la norma moral, supone la adhesión a un principio, en este caso, ese principio
supone la creencia en la Divinidad, en Dios.
Si creo en alguna religión voy a actuar de determinada forma siguiendo los principios que la misma
impone.
LA NORMA JURÍDICA.
Dijimos que era la norma que se nos era impuesta a través del Derecho, del Estado y se desarrollá
en la Unidad 2.
SUS COINCIDENCIAS.
Las diferencias entre Normas Jurídicas y Normas Morales es todavía tema clásico (...). En realidad
nadie confundiria una regla moral con una regla jurídica (...).
La relación entre Derecho y Moral es evidente: el derecho recoge casi todos los mandatos morales.
Por ejemplo, no mates, no robes, paga lo que debes, son normas morales que el Derecho también
ordena, o establece sanciones para quienes los violan: el castigo del homicídio, de la violación, del
hurto y la rapiña (en el Código Penal) o las reglas para que los deudores paguen a sus acreedores
(en el Código Civil) son mas o menos los mismos objetivos que los de las reglas morales pero
convertidos en normas jurídicas. En el mundo moderno, el respeto a los Derechos Humanos, cierto
nivel de ayuda al prójimo, etc., son “principios morales” que tienen diferentes formas de
manifestarse. Y también el Derecho por abundantes normas asegura o procura asegurar los
Derechos Humanos. En síntesis, queremos afirmar que en alta medida, las “reglas morales”
buscan objetivos más o menos similares a los del Derecho.
SUS DIFERENCIAS.