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PRESENTACION

El presente trabajo está desarrollado con la finalidad de brindar al estudiante la información


más eficiente y centrada, así como la de facilitar la información adecuada para un mejor
entendimiento de un tema trascendental como es el acto jurídico.

Al término del tema desarrollado el estudiante estará en la capacidad de conocer y tener una
clara diferencia acerca de todo lo que refiere el acto jurídico y lo más primordial tener una
idea clara sobre el tema de confirmación del acto jurídico en el ámbito nacional. Las
exigencias que el mundo moderno exige al abogado son la capacidad de discernir y estar al
tanto de las nuevas incorporaciones que se hacen en el mundo jurídico sobre el tema del
acto jurídico y más aun de la confirmación del acto jurídico que ha tomado gran
importancia en la aplicación de los actos de nulidad y anulabilidad.

La confirmación del acto jurídico es la única modalidad de convalidación de los contratos


regulada en el código vigente, opera mediante una declaración de voluntad de quien podía
invocar la causa de invalidez, que son aplicables solo a los contratos anulables regulados
por nuestro ordenamiento jurídico civil.
El código distingue la confirmación expresa y la tacita que son sin duda las más frecuentes.
Es un agrado para nosotros presentar y poner a disposición suya el presente trabajo, fruto de
la esmerada dedicación puesta en el curso.
Atentamente: los alumnos
INTRODUCCIÓN
Para conocer más profundamente la confirmación del acto jurídico comenzaremos por
desarrollar el concepto de anulabilidad que se fundamenta en la protección del interés
privado1 del legitimado para accionar, de ahí que frente al acto anulable, la parte afectada
puede optar, si tiene necesidad en la protección, por demandar judicialmente para que se
declare su nulidad, o , si ya no tiene necesidad de protección, puede convalidarlo mediante
confirmación o puede dejar que transcurra el plazo de prescripción para ejercer la acción
de anulación (prescripción extintiva o liberatoria o sanatoria), o renunciar a la acción una
vez que ha cesado la causal de anulabilidad.
Una vez vislumbrado el concepto de anulabilidad podemos entender mejor que es la
confirmación. Que se define como una forma de convalidación de un acto anulable, por
medio de la cual el titular de la acción de anulabilidad manifiesta expresa o tácitamente su
deseo de querer la validez y eficacia definitiva del acto anulable. La confirmación
encuentra su fundamento en el principio de conservación del acto jurídico.
La confirmación implica la renuncia a la acción de anulabilidad (acto negativo), pero es
algo más que una simple renuncia, es una manifestación de la voluntad expresa o tácita de
que se quiere mantener el acto libre de toda amenaza de destrucción (acto positivo).
El acto anulable es eficaz desde su celebración, produce los efectos que le son propios
como si se tratara de un acto sano sin defectos o vicios que afecte su validez, aunque está
amenazado de anulabilidad, la confirmación suprime la amenaza de anulación y asegura la
validez y eficacia definitiva del acto que ya no podrá ser impugnado de anulabilidad; la
extinción de la amenaza de destrucción del acto no significa que la confirmación tiene
efectos retroactivos, sino que simplemente el acto y sus efectos ya producidos dejan de
estar amenazados de ser destruidos mediante anulación.2

1
OSORIO Manuel, Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales pág. 509 (La conveniencia individual de una
persona frente a otra. El bien de los particulares contrapuesto al de la colectividad, al social, del Estado como persona de
Derecho Público.)
2 TORRES VAZQUEZ Aníbal Acto Jurídico Capitulo XV Confirmación del Acto Jurídico Págs. 815 - 816
CAPITULO III

CLASES DE CONFIRMACIÓN DEL ACTO JURIDICO


En la confirmación del acto jurídico, encontramos dos clases, las cuales son la
confirmación expresa y la confirmación tacita

CONFIRMACION EXPRESA

Art. 230. Salvo el derecho de tercero, el acto anulable puede ser confirmado por la
parte a quien corresponda la acción de anulación, mediante instrumento que
contenga la mención del acto que se quiere confirmar, la causal de anulabilidad y
la manifestación expresa de con firmarlo

CONFIRMACIÓN EXPRESA
En el caso de la confirmación expresa de que trata el artículo 230 del Código Civil, se deja
constancia de que solo al titular de la acción de anulabilidad le corresponde la facultad de
decidir u optar por la confirmación, lo cual por razones obvias es aplicable a toda clase de
confirmación, pues de ningún modo podría tener tal facultad la persona que se beneficia
con el vicio del acto.
De otro lado, se agrega que la confirmación debe constar instrumentalmente, lo cual supone
que el artículo 230 se refiere al uso de cualquiera de los medios directos a que se alude en
los artículos 141 y 141-A del Código (con excepción obviamente del medio oral), siempre
que la manifestación pueda concretarse materialmente; en tal sentido se pueden usar medios
manuales, mecánicos, electrónicos, ópticos u otros análogos, que permitan obtener
versiones impresas de la declaración confirmatoria. No obstante lo indicado, la forma del
acto confirmatorio que impone el artículo 230 se entiende como una formalidad ad
probationem, en armonía con lo establecido por el artículo 144, pues no se contempla la
sanción de nulidad.
El instrumento a que se refiere el párrafo precedente debe contener esencialmente tres
cosas para que proceda la confirmación: la mención o identificación precisa del acto que
se quiere confirmar, la causal o causal es de anulabilidad que lo afectan y la manifestación
expresa de confirmarlo para cuyo efecto se declara la subsanación del vicio (artículo 230 in
fine).
Se ha sostenido, por otro lado, que la confirmación expresa también puede efectuarse,
mediante manifestación de voluntad que no conste instrumentalmente, utilizándose para tal
efecto la expresión oral3 ( quien la denomina confirmación expresa no formal y afirma que
está legislada en el artículo 231 del Código); empero nos permitimos discrepar de esta
opinión, pues a nuestro entender la posibilidad de que la confirmación se produzca
oralmente no está contemplada en dicha norma, pues ésta regula la confirmación tácita (que

3 VIDAL RAMIREZ, Fernando. El acto jurídico, Ed. Gaceta Jurídica S.A. Lima, 2002
se explica al comentar el artículo 231), y mucho menos en el artículo 230 que exige
instrumentalización de la declaración confirmatoria.
Como último punto relacionado con el artículo 230 del Código Civil, cabe mencionar los
alcances o efectos de la confirmación con relación a terceros, toda vez que el texto de la
norma se inicia precisamente aludiéndolos. En efecto, el artículo 230 señalar que "salvo el
derecho de tercero, el acto anulable puede ser confirmado...". En buena cuenta la norma en
cuestión prevé la oponibilidad al acto confirmatorio, esto es, la posibilidad de que un
tercero que ha adquirido algún derecho de quien confirma un acto anulable (derecho
adquirido obviamente antes de la confirmación y conectado necesariamente con el objeto
del acto viciado), puede oponerse para que no le afecten o alcancen los efectos propios del
acto confirmatorio.
El maestro TORRES VASQUEZ, ANIBAL (2013), nos da un ejemplo, El art. 230 dispone
que la confirmación deja a ``salvo el derecho del tercero´´. Veamos esto con unos ejemplos:
A, incapaz relativo, vende un bien a B, capaz; a su vez, B vende el bien a C. las dos ventas
son eficaces, pero están amenazadas de destrucción, pues hay la posibilidad de que A inste
la acción de anulabilidad. Pero si A en vez de optar por la nulidad confirma al acto, a partir
de ese instante el derecho a C queda consolidado a perpetuidad, porque la confirmación
produce la imposibilidad definitiva de impugnar el acto por anulabilidad; la confirmación
en este caso beneficia al tercero adquirente C .En el caso inverso de que A sea capaz y B
incapaz, la venta hecha por B (una vez cesada su incapacidad) a C constituye una renuncia
a la acción de anulabilidad, lo que equivale a una confirmación a los terceros acreedores,
estos tiene a su favor la acción pauliana para que se declare ineficaz respecto de ellos el
acto de disposición realizado por su deudor y también la acción oblicua o subrogatoria para
que se anule dicho acto. La confirmación no beneficia ni perjudica a los terceros acreedores
más de lo que les perjudicaría o beneficia que su deudor se abstenga de impugnar el acto
por anulabilidad; que sea anulable o que este confirmado no altera en absoluto la situación
del acto respecto a los terceros acreedores, porque en uno u otro caso pueden hacer uso de
la acción pauliana o de la acción oblicua. Todo indica que la protección que dispensa al art.
230 a los terceros carece de sentido.4
LEÓN BRANDIARAN, JOSÉ (1997) menciona, como ejemplo de confirmación que
perjudica a terceros, el siguiente caso consignado por Foignet: Un menor ha vendido un
inmueble a Primus. Llegado a su mayoría vende ese mismo inmueble a Secundus; después,
confirma la primera venta. Esta confirmación no puede perjudicar a Secundus, quien ha
adquirido un derecho irrevocable a prevalerse de la nulidad de la primera venta. Sin
embargo, en casos como este hay que tener presente, de un lado, que la segunda venta
hecha a Secundus constituye un hecho inequívoco de renuncia a la facultad de confirmar la
venta hecha a Primus, y, de otro lado, la segunda venta versa sobre un bien ajeno, puesto
que el acto anulable produce sus efectos en tanto no se haya declarado nulo, por la que el
bien pertenece en propiedad a Primus .Por tanto, la segunda venta es rescindible a solicitud
del comprador Secundus (art. 1539), y nula a instancia de Primus, quien no ha manifestado

4
TORRES VASQUEZ, ANIBAL. Acto Jurídico. Editorial Egemsa. Lima 2013.pag 896
su voluntad de vender (art. 219.1). Si el bien no hubiese sido entregado y lo reclamaran
tanto Primus como Secundus, será de aplicación el art. 1135.5 (pág. 415)
El art.230 del C.C ha recogido los preceptos del código de 1936 , al disponer : salvo el
derecho de tercero, el acto anulable puede ser confirmado por la parte a quien corresponda
la acción de anulación mediante instrumento que contenga la mención del acto que se
requiere confirmar , la causal de anulabilidad y la manifestación expresa de confirmarlo.
La protección vía oponibilidad a favor de los terceros que plantea el artículo 230, al parecer
funcionaría en hipótesis verdaderamente muy remotas, pues el tercero habría de haber
adquirido el derecho en forma tan precaria y sin ningún elemento de seguridad jurídica, que
luego tenga que verse afectado por una eventual confirmación al punto que no tenga más
defensa que únicamente la oponibilidad antes referida.
Según Abelenda: señalaba que la confirmación es expresa, cuando el acto jurídico de
confirmación se refleja en un instrumento público y privado, que debe contener , bajo pena
de nulidad:
a) La sustancia del acto que se quiere confirmar
b) El vicio de que adolecía
c) La manifestación de la intención de repararlo
De acuerdo a lo normado en el art. 230 del C.C, numeral que regula la confirmación
expresa del acto jurídico, salvo el derecho de tercero, el acto anulable puede ser confirmado
´por la parte a quien corresponda la acción de anulación , mediante instrumento que
contenga lo siguiente:
- La mención del acto jurídico que se quiere confirmar
- La causal de anulabilidad del acto jurídico que se pretende confirmar
- La manifestación expresa de querer confirmar el acto jurídico
Puntualizamos que, conforme a lo dispuesto en el artículo 232 del C.C, la forma del
instrumento de confirmación del acto jurídico debe tener iguales solemnidades a las
establecidas para la validez del acto jurídico que se confirma.6

CONFIRMACIÓN TÁCITA
Art. 231. El acto queda también confirmado si la parte a quien correspondía la
acción de anulación, conociendo la causal, lo hubiese ejecutado en forma total o
parcial, o si existen hechos que inequívocamente pongan de manifiesto la intención
de renunciar a la acción de anulabilidad.
La confirmación tacita resulta de la ejecución voluntaria del acto anulable o de la existencia
de hechos que, que medios con un criterio practico, pongan inequívocamente de manifiesto

5
LEÓN BARANDIARAN, JOSE. Acto Jurídico. Editorial universidad san marco. Lima. 1997. Pág. 415
6
ABELENDA, CÉSAR AUGUSTO, Derecho Civil, Parte General, Editorial Astrea, Buenos Aires, 1980. Pág. 512
la intención de renunciar a la acción de anulabilidad y habiendo esta cesado. La ejecución
puede ser total o parcial; es suficiente el comienzo de ejecución que revele la voluntad de
confirmación. Son hechos que revelan la intención de renunciar a la acción de anulabilidad,
por ejemplo, si el titular de la acción se allana a cumplir, una vez requerido para hacerlo; o
en vez de hacer uso de la acción de anulación exige a la otra parte el cumplimiento; el
legitimado para impugnar el acto jurídico ejerce en juicio las acciones creadas a su favor en
virtud de dicho acto; el ofrecimiento de pago, la consignación, la dación de pago; la
realización de actos de disposición (venta, donación, etc.). o de administración
(arrendamiento, comodato) o la realización de mejoras en bienes recibidos en virtud de
actos anulables.
A diferencia de la confirmación expresa, en la confirmación tacita es más exigente la
prueba de la existencia del vicio y del derecho a anular el acto, por ser los elementos que
van a dar sentido confirmatorio al acto de ejecución o a los hechos que pongan de
manifiesto la intención de renunciar a la acción de anulabilidad. no se puede decir que el
agente tuvo la voluntad de confirmar si desconocía la causa de la anulación; no puede
querer algo que desconoce. si el agente desconoce que de la existencia del vicio nace para
él el derecho a instar la anulación, desconocimiento que lo lleva a realizar el acto de
ejecución, su voluntad confirmatoria esta vaciada por error de derecho
Queda establecido que el acto confirmatorio puede contener la voluntad de saneamiento
declarada en forma expresa o manifestada en forma tácita. De esta última se ocupa el
presente artículo, empero también se incluye en esta norma una mención a la
"confirmación" vía intención de renuncia (pudiendo inclusive presentarse una renuncia
propiamente dicha) a la acción de anulabilidad, lo cual es un tema aparte.
Que la confirmación sea tácita, o mejor dicho, que la manifestación de voluntad en el acto
confirmatorio sea tácita, supone aplicar lo que sobre el particular establece el artículo 141
del Código Civil, según el cual la manifestación es tácita cuando la voluntad se infiere
indubitablemente de una actitud o de circunstancias de comportamiento que revelan su
existencia.7
Si bien la manifestación de voluntad tácita es un tema de ardua discusión por la diversidad
de sus variables y por la cercanía que tiene con la frontera de la manifestación expresa y
con el silencio en algunos supuestos específicos, por lo menos la doctrina coincide que las
actitudes o comportamientos propios de una actuación tácita son los que la doctrina
denomina facta concludentia o hechos concluyentes e inequívocos que revelan con
certidumbre una voluntad determinada. Aplicado esto al ámbito de la confirmación, puede
afirmarse que en este caso la actitud o comportamiento tácito tiene que ver con la ejecución
total o parcial del acto anulable (viciado) por parte de quien es titular de la acción de
anulabilidad, en armonía con lo que indica el artículo 231.
Por otra parte, si el acto es ejecutado, en lo que le corresponde, solo por la contraparte y no
por el titular de la acción anulatoria, no podrá desde luego hablarse de confirmación tácita,
debido a que habría sido ejecutado por quien no tiene facultad de optar por la confirmación
o por el ejercicio de la acción de anulabilidad.

7
ALBALADEJO, Manuel. El negocio jurídico. Ed. Bosch. Barcelona, 1958
Cabe señalar que la ejecución no siempre supondrá un hecho positivo y material del
confirmante, sino eventualmente y dependiendo del caso concreto, podrá significar también
una abstención. En otras palabras, el titular de la acción anulatoria puede confirmar el acto
afectado por causal de anulabilidad con un hecho positivo, es decir entregando o haciendo
algo (prestación de dar o de hacer) como no haciendo nada (prestación de no hacer); esto
último no se ha de confundir con la renuncia a la acción de anulabilidad.
Un caso particular de confirmación tácita es el contemplado en el artículo 1286, segundo
párrafo, del Código Civil, según el cual si la obligación primitiva fuera anulable, la
novación tiene validez si el deudor, conociendo el vicio, asume la nueva obligación. 8 En
este supuesto, si bien el acto que generó la obligación original se extingue por efecto de la
novación, dicha extinción se produce respecto de un acto subsanado, ya que las partes no
asumirían la nueva obligación si aún existiera la posibilidad de impugnar el primer acto.
De otro lado, y en referencia a lo estipulado en el artículo 231 del Código, cabe señalar que
dicha norma exige como requisito que el confirmante (titular de la acción) conozca la
causal de anulabilidad en el momento que ejecuta las prestaciones que le corresponden y
que forman el objeto de las obligaciones a que ha dado lugar el acto jurídico viciado.
De suyo, tratándose de una confirmación tácita, aparece como altamente subjetivo el hecho
que deba conocerse la causal que vicia el acto, pero es necesario e inexorable que así sea
puesto que, en caso contrario, la sola ejecución con prescindencia del conocimiento de la
causal supondría confirmar un acto que el titular de la acción de anulabilidad no deseaba
confirmar. En otras palabras, quien celebra un acto anulable y lo ejecuta sin conocer la
causal que lo afecta no está en rigor confirmando el acto, sino solo procediendo como si el
acto fuera válido, de modo que siempre tiene expedita la acción de anulabilidad que podrá
ejercer o no, según su conveniencia, en el momento que conozca la causal de anulabilidad.
En suma, el conocimiento o no de la causal es el dato determinante que permite al
interesado o afectado por el acto viciado, optar por confirmarlo (expresamente conforme al
artículo 230 o tácitamente, vía ejecución, según el artículo 231) o, si así lo decide, solicitar
la nulidad invocando la causal de anulabilidad, en cuyo caso esta elección suprime
automáticamente la posibilidad de confirmar el acto viciado.
Asimismo, el artículo 231, como se dijo antes, hace también referencia a la confirmación
por vía de intención de renuncia (pudiéndose producir en efecto la renuncia), es decir a que
el acto viciado queda también confirmado si quien tiene la posibilidad de invocar la acción
de anulabilidad (el titular de la acción) decide no hacerlo, o existen hechos que
inequívocamente ponen de manifiesto la intención de renunciar a la acción. Hay discusión
en la doctrina acerca de que esta circunstancia suponga un verdadero acto de confirmación,
debido a que ésta supone la declaración de voluntad expresa o tácita de otorgar valor
jurídico, cosa que no ocurre con la presunción de renuncia o con la renuncia propiamente
dicha.
En efecto, se ha sostenido que la confirmación tiene como propósito hacer patente una
voluntad relacionada con el mantenimiento del acto anulable, lo que implica una actitud
positiva de continuar vinculado jurídicamente pese a la existencia de la causal de

8
Art. 1286 Código Civil
anulabilidad.
La renuncia no tiene esta connotación que solo es propia de una auténtica confirmación,
pues con aquélla (con la renuncia) no se busca convalidar el acto en el sentido de mantener
vigentes y continuar con las obligaciones asumidas o con los derechos que se adquieren, y
menos de dotar al acto viciado de un valor jurídico que no tenía o que, mejor dicho, no
estaba consolidado. La renuncia es simplemente una actitud del sujeto de no querer hacer
valer el derecho de impugnación.9 Otros autores, en contra de la posición antes referida,
manifiestan que la confirmación o es una renuncia o supone una renuncia a la acción
anulatoria.10
Con mayor razón, está más lejos de la confirmación la simple presunción de renuncia, que
es a la que expresamente se refiere el artículo 231. En este caso ni siquiera hay voluntad
manifestada de renunciar a la acción de anulabilidad, sino solo se infiere ésta de una actitud
de quien podía haber accionado, y esto de ningún modo puede ser calificado como
confirmación. Merece aquí, por consiguiente, implementarse un cambio normativo para
excluir a la presunción de renuncia -y desde luego extensible a la renuncia- del ámbito de la
confirmación, pues se trata de una circunstancia ajena a este concepto, como ocurre
también con otras figuras como, por ejemplo, la prescripción de la acción de anulabilidad,
que si bien puede dar lugar a hacer firme el acto viciado, no por ello es un supuesto de
confirmación.
En efecto, si quien es titular de la acción para impugnar un acto anulable deja transcurrir el
plazo de prescripción de dicha acción, no está confirmando el acto, solo ha operado un
mecanismo que por otros fundamentos consolida la validez del mismo. En resumen, la
presunción de renuncia, la renuncia y el simple transcurso del plazo prescriptorio o de
caducidad no constituyen confirmación, aun cuando no se puede negar que en cierto modo
tengan un efecto convalidante, por lo que no cabe duda de que se trata de otras modalidades
de convalidación cuyo efecto es, al igual que la confirmación, la conservación de las
relaciones jurídicas.
La confirmación tacita es inferida de actos o conductas que con arreglo a un criterio
practico demuestran con claridad la intención de confirmar. Como expresa Alarcao, nos
encontramos ante la confirmación tacita siempre que la persona a quien corresponde la
facultad de confirmar un negocio anulable, no habiendo manifestado la voluntad
confirmatoria de un modo directo inmediato, haya, sin embargo, adoptado un
comportamiento del cual se infiera, con toda probabilidad el propósito de optar por la
convalidación del negocio. La aptitud de determinados actos para revelar la ``voluntas
confirmandi´´ se debe medir no por un criterio lógico y apriorístico, sino practico: no se
trata de obtener una conclusión absolutamente irrefutable, sino una conclusión altamente
probable.
Mediante esta confirmación, la parte que podría impugnar el acto procede deliberadamente
a ejecutar total o parcialmente la obligación que ha contraído. Así por ejemplo, si A
adquiere B una casa con una apariencia de material noble cuando es de adobe ; y a pesar de

9
LOHMANN LUCA DE TENA, Juan Guillermo. El negocio jurídico. Ed. Grijley. Lima, 1994
10
VIDAL RAMIREZ, Fernando. El acto jurídico, Ed. Gaceta Jurídica S.A. Lima, 2002
conocer el vicio que invalida el acto , antes de impugnar la compra inicia los trabajos de
reconstrucción , en este caso tácitamente está confirmado el acto anulable.
Según Valencia Zea: Anota sobre el tema que el negocio de confirmación puede ser tácito,
lo cual acaece cuando una de las partes se da cuenta del vicio que hace anulable un negocio
y, no obstante, ejecuta sus respectivas obligaciones.
La confirmación tacita del acto jurídico se encuentra contemplada en el art. 231 del C.C,
según el cual el acto queda también confirmado en los siguientes casos:
- Si la parte a quien correspondía la acción de anulación, conociendo la causal, lo
hubiese ejecutado en forma total o parcial.
- Si existen hechos que inequívocamente pongan de manifiesto la intención de
renunciar a la acción de anulabilidad11

11
VALENCIA ZEA, ARTURO. Derecho Civil. Ed. Temis, Bogotá, 1979. Pág. 512
CAPITULO V
FIGURAS AFINES A LA CONFIRMACIÓN
La diferencias entre confirmación y ratificación son estas en resumen y más adelante
desarrollaremos las diferencias con otras más de las figuras que se asemejan a la
confirmación de acto jurídico
- Se confirma un acto inválido por anulable. Se ratifica un acto valido, pero ineficaz
frente al dominus, como el celebrado por el falsus procuratore.
- Se confirma un acto propio, o sea en el cual se ha sido parte. Se ratifica un acto
ajeno, en el cual no se ha participado ni por si ni mediante representante.
- La confirmación supone un acto eficaz amenazado de ineficacia y la ratificación
supone un acto ineficaz para el dominus.
- Por la confirmación se suprime la amenaza de ineficacia definitiva. Por la
ratificación, el ratificante adquiere los efectos de un acto ajeno, o sea en el cual no
ha sido parte.
Al trazar la delimitación conceptual de la confirmación (supra n° 248) y luego al
detenernos en las características del acto confirmatorio (supra n° 251), reservamos la
consideración de las figuras afines. Al ocuparnos ahora de ellas hacemos la
advertencia de que solo nos detenemos en las tienen la característica de ex voluntate
y excluimos la conversión, por habernos ya ocupado de ella del acto nulo (supra n°
233).

256.1. La ratificación
La ratificación es una figura, afina la confirmación. En nuestro ordenamiento civil se
presenta en los casos siguientes:
El falso representado puede ratificar unilateralmente al acto jurídico celebrado por el falso
representante, observando la forma prescrita para el acto que se ratifica (art.162)
- Cuando una persona careciendo de facultades de representación y sin estar obligado
gestiona o administra los bienes o negocios de otro que lo ignora, este puede
ratificar los actos del gestor (arts. 1950 y 1952)
Tanto el acto confirmatorio como la ratificación son actos jurídicos unilaterales recepticios.
Por la ratificación son actos jurídicos unilaterales recepticios. Por la ratificación el falso
representado, en el caso de defecto de poder, o el dueño de los bienes o negocios o
administrativos por un tercero, hace propios los efectos de los actos realizados por el falso
representante o el gestor de negocios. Por la confirmación, el titular de la acción de
anulabilidad convalida el acto, librándolo de toda amenaza de ineficacia definitiva.
Tanto con la ratificación como con la confirmación se persigue que el acto jurídico,
ratificado o confirmado, surta sus efectos de manera plena y definitiva.
El jurista VIDAL RAMIREZ, FERNANDO (2013) señala que, la ratificación, es un acto
jurídico que unilateralmente otorga el representado para aceptar o aprobar el acto
celebrado por su representante en exceso o violación de las facultades de las que lo
había investido o, del acto que se celebro quien se arrogó su representación sin
tenerla. También la ratificación se presenta en la gestión de negocios , cuando quien
careciendo de facultades de representación y sin estar obligado , asume
concientemente la gestión de los negocios o la administración de los bienes de otro
, que lo ignora (artículo 1950), correspondiendo al dueño del negocio ratificar o no
la gestión (artículo 1952).(pag. 588) 12
WALDO FRANCISCO NÚÑEZ MOLINA (2002) Esta figura jurídica sólo es
inherente a la representación directa sin poder , donde el representante excede los
límites de la representación , viola el contenido o se atribuye una representación que no
la tiene, donde frente a los actos jurídicos celebrados por dicho representante , que son
ineficaces, el representado tiene la facultad de ratificarlos , es decir, convalidar , reafirmar ,
aprobar , revalidar en todos sus efectos. En esencia, esa es la finalidad de la
ratificación.(pág. 615)13
VIDAL RAMIREZ, FERNANDO (2013) La confirmación , como venimos viendo es un
acto que se celebra con la finalidad de subsanar los vicios o defectos de un acto
anulable , mientras que la ratificación es un acto jurídico que se celebra con la
finalidad de convalidar la actuación de quien ejerció la representación excediendo
las facultades que le había conferidas o de quien se arrogo una representación que
no le había sido conferida , o de quien asumió la función de gestor sin conocimiento
del dueño del negocio. (pág. 588)14
Por el acto ratificatorio se subsana la falta del consentimiento que previamente
debió prestarse y se aceptan los efectos de los actos jurídicos celebrados de manera
anómala o irregular , liberándose de responsabilidad al representante que excedió o
violo facultades , al falso representante , o al gestor , según los casos . Como anota
Cossío, en la ratificación se trata de un acto jurídico que no pudo nacer como
verdaderamente vinculante hasta que la persona , en cuyo nombre o beneficio se
celebró , preste su consentimiento , es decir , ratifique el acto .

Tanto el acto confirmatorio como el acto ratificatorio son unilaterales y recepticios ,


pues en el primero la manifestación de voluntad se dirige a la otra parte del acto
anulable y , en el segundo , la manifestación de voluntad se dirige al
seudorepresentante y al tercero con el que contrato, asi como al gestor y los terceros
frente a los cuales realizo la gestión . Pero ambos se diferencian en que la
ratificacion se trata de un acto celebrado por una persona distinta del ratificante ,
que no ha sido parte y que lo pasa a ser por efecto de la ratificacion , mientras que
en la confirmación se trata de acto celebrado por quien sido parte en el acto
anulable

Características:

12
VIDAL RAMÍREZ, FERNANDO (2013).El acto jurídico. EDITORIAL: Gaceta jurídica. Lima, 2013
13
WALDO FRANCISCO NÚÑEZ MOLINA. Acto jurídico. Editorial bruño. Lima, 2002
14
VIDAL RAMÍREZ, FERNANDO (2013).El acto jurídico. EDITORIAL: Gaceta jurídica. Lima, 2013
 Retroactivo
 No personalísima (poder / apoderado)
 Formal (adopta la forma que la ley exija)
 Unilateral
 No condicional
 Adyacente (no autónomo ni accesorio – no crea nuevas relaciones jurídicas)
No perjudica el derecho del tercero:
El tercero , quien celebro el acto anulable con el supuesto apoderado , si antes de la
ratificación celebra otro acto jurídico, sus derechos están protegidos.
El tercero de buena fe , celebra el acto con e l falso representante , en caso de no
ratificación , el tercero tiene capacidad para demandar daños y perjuicios al supuesto
apoderado que debe responder por los mismos.
En el acto jurídico no ratificado por el titular , son partes el tercero y el supuesto
apoderado . E l titular no puede demandar o convenir la resolución por que no es parte
de ese negocio jurídico.

Clases de ratificación:
1. Expresa (probatoria o solemne)
2. Tácita (actitudes o conductas que demuestran indubitablemente la decisión
ratificadora)
Procedencia de la ratificación:
 Ratificación expresa en actos de disposiciones o responsabilidad
(obligaciones)
 Ratificación tácita en actos liberatorios de vínculos jurídicos (mutuos)

Validez de la ratificación:
 Ejercida por e l titular del derecho (personalmente o apoderado)
 Observando la forma prevista por la ley:
 Por escrito
 Por escritura pública
 con otra solemnidad (inscripción)
Naturaleza jurídica de la ratificación
Es un acto unilateral y accesorio. Es unilateral porque sólo compete y es atribución
única de la voluntad de representado que convalida en sus efectos el acto jurídico celebrado
por el representante sin poder y un tercero.
Es accesorio, en razón de que el acto ratificatorio se circunscribe al contexto del
acto jurídico celebrado por el representante sin poder y un tercero , que vendría a
ser el acto jurídico principal.
Destinatarios de la ratificación
La persona que recibe la ratificación del acto jurídico celebrado por el representante
sin poder , vendrá a ser el tercero contratante , mas no el mencionado representante.
Ello tiene fundamento en que la ratificación propicia de que los efectos de aquel
acto jurídico , en forma válida ingrese al esfera jurídica de representado y , por tanto
surge una relación jurídica entre éste y el tercero contratante. Sería iluso creer que
la ratificación sea dirigida hacia el representante sin poder ya que éste solamente ha
servido como un nexo o enlace para vincular al tercero contratante como representado
, aún cuando este último inicialmente no autorizó ello. Otro sector de la doctrina señala
que los destinatarios serían ambos, pero este razonamiento (según nuestro parecer) queda
enervado por cuanto el interés legítimo y la relación jurídica que se está
convalidando es con el tercero contratante mas no como representante sin poder.

Forma de la ratificación
La forma a seguir del acto ratificatorio es aquella que corresponde al acto jurídico
que se ratifica . Así tenemos , por ejemplo , si el acto jurídico celebrado por el
representante sin poder y un tercero se ha realizado mediante escritura pública , es
correcto que la ratificación se realice también mediante esta forma , es decir , por
escritura pública.

Transmisibilidad de la ratificación
Según nuestro Código Civil se prevé que la facultad de ratificar el acto jurídico
celebrado por el representante sin poder es transmisible a los herederos del
representado , de manera , si éste fallece , es perfectamente posible que sus herederos
puedan realizar la ratificación.

Eficacia Jurídica de la ratificación


La ratificación tiene efecto retroactivo , es decir , lo que en la doctrina se llama el
efecto ex-tunc , propio de los actos declarativos . Así tenemos , que el acto jurídico
celebrado entre representante sin poder y el tercero contratante , genera sus efectos
desde el momento en que fue celebrado y , no desde el momento en que es
ratificado , quedado a salvo el derecho de tercero. Esto último significa que se existe
un tercero que pueda perjudicarse con la ratificación , esta figura ya no opera
retroactivamente , por cuanto se busca proteger los intereses de este último.
Así por ejemplo , si Pedro vende unos caballos de carrera a Juan con fecha 10 de enero
del 2008, actuando como representante sin poder de Antonio y, luego Pedro celebra otra
transferencia (venta) de los mismos caballos con la persona de José con fecha 10 de febrero
del 2008, y posteriormente retorna del extranjero Antonio, y viendo su conveniencia ratifica
el acto jurídico celebrado entre Pedro y Juan (a pesar de que este último no estaba
autorizado para ello) con fecha 10 de marzo del 2008. En el caso propuesto, el dueño de los
caballos será José, por cuanto si bien es cierto que la ratificación tiene efecto retroactivo y,
al haberse ratificado el acto con fecha 10 de marzo del 2008 sus efectos deberían remitirse
al 10 de enero del 2008, sin embargo al existir un tercero (José) dicha retroactividad no
funciona como tal.
La representación directa sin poder está contenida en el artículo 161º del C.C., que señala
en forma expresa lo siguiente: "El acto jurídico celebrado por el representante excediendo
los límites de las facultades que se le hubiere conferido, o violándolas, es ineficaz con
relación al representado, sin perjuicio de las responsabilidades que resulten frente a éste y a
terceros. También es ineficaz ante el supuesto representado el acto jurídico celebrado por
persona que no tiene la representación que se atribuye".

256.2. El Reconocimiento
El reconocimiento es un acto jurídico mediante el cual se admite la existencia de
una obligación nacida de un acto válido porque si no lo fuera , por causa de nulidad
relativa , seria una confirmación . En ello radica la diferencia y , de este modo , en el
reconocimiento la obligación que se reconoce emerge de un acto válido , mientras
que en la confirmación se está frente a un acto anulable que se convalida ,
precisamente , con el acto confirmatorio .
El código civil se ocupa del reconocimiento en el artículo 1205 que precisa que :
“el reconocimiento puede efectuarse por testamento o por acto entre vivos . En este
último caso , si para constituir la obligación primitiva se hubiera prescrito alguna
forma determinada , el reconocimiento deberá practicarse en la misma forma” .

256.3. La Transacción
La transacción es un acto jurídico mediante el cual , las partes , haciéndose
concesiones recíprocas , deciden sobre algún aspecto dudoso o litigioso emergido , a
su vez , de un acto jurídico que a dado lugar al entablamiento de un vínculo
obligacional o contractual , a fin de evitar un pleito que podría promoverse o
ponerle fin a uno ya promovido.
La transacción viene a ser asi , un acto abdicativo de derechos para las partes que lo
celebran , mientras que la confirmación es abdicativo solo para quien esta en la
posibilidad de ejercitar la accion anulatoria por causal que lo legitima y sin
estipular nada , pues su finalidad no es otro que la de permitir la eficacia ab initio y
definitiva del acto jurídico anulable anteriormente celebrado.
El código civil se ocupa de la transacción en el artículo 1302 . “por la transacción las
partes , haciéndose concesiones recíprocas , que deciden sobre algún asunto dudoso o
litigioso , evitando el pleito que podría promoverse o finalizando el que está iniciado .
Con las concesiones reciprocas , también se pueden crear , regular , modificar o extinguir
relaciones diversas de aquellas que han constituido objeto de controversia entre las
partes . La transacción tiene valor de cosa juzgada “. Y , según el artículo 1303: “ la
transacción debe contener la renuncia de las partes a cualquier accion que tenga una
contra otra sobre el objeto de dicha transacción “.
Como puede apreciarse la transacción es , pues , un acto jurídico que difiere
sustancialmente del acto confirmatorio . Al extremo que ella misma puede ser
confirmable , pues según el artículo 1308 , in fine , si la obligación dudosa o litigiosa
fuera anulable y las partes , conociendo el vicio , la celebran , tiene validez la
transacción . Es más , el artículo 1309 permite también transigir : “Si la cuestión
dudosa o litigiosa versara sobre la nulidad o anulabilidad de la obligación , y las
partes así lo manifestaran expresamente , la transacción será válida “, aunque en
relación con esta norma debemos precisar que si se trata de una obligación nula lo
que se configura no es una confirmación sino una conversión (supra n°233) .

CARACTERÍSTICAS
La transacción, como acto jurídico que es, debe reunir condiciones legales, algunas de las
cuales son comunes a cualquier acto jurídico, pero otras como la relación jurídica y las
concesiones mutuas le son específicas.
Respecto a estas dos características particulares de la transacción, debemos destacar que
constituyen el eje sustancial (y no meramente formal) de la figura.
La esencia de la transacción reside en una relación jurídica incierta y controvertida,
susceptible de derivar en litigio o ya latente en el terreno judicial, la misma que las partes
deciden llevar a término en forma definitiva; de esta manera, encausan su voluntad a esa
finalidad a través de concesiones recíprocas. Esta última característica, a saber, la voluntad
de prevenir o terminar un litigio judicial, traducida en concesiones recíprocas, distingue a la
transacción, no solamente de los demás modos de extinción de oblotras formas de
conclusión de una controversia, como son, por ejemplo, la sentencia judicial, el
allanamiento, el desistimiento de la demanda, el reconocimiento de títulos y hasta el
advenimiento o conciliación indagaciones, sino de los otros contratos, aparte de todas las
otras formas de conclusión de una controversia, como son, por ejemplo, la sentencia
judicial, el allanamiento, el desistimiento de la demanda, el reconocimiento de títulos y
hasta el advenimiento o conciliación.

Asunto dudoso o litigioso


En realidad, la definición de un asunto dudoso es sencilla. Un asunto resulta dudoso cuando
es susceptible de más de una interpretación que lleve a soluciones jurídicas distintas y por
lo cual podría suscitarse una controversia judicial o extrajudicial. Por tanto, el que un
asunto sea dudoso no es obstáculo para que sea litigioso, ya que puede revestir ambas
características.
Basta, en consecuencia, que el asunto sea dudoso, sin que sea necesariamente litigioso. De
mantenerse la duda, no es difícil que devengue en un asunto litigioso. En efecto, puesto que
la transacción puede recaer sobre derechos y obligaciones meramente dudosos, no hace
falta que haya pleito pendiente, sino que se dé el elemento de incertidumbre en la relación
jurídica entre las partes. Entonces las partes, si así libremente lo desean, pueden prevenir el
eventual litigio por medio de la transacción.

CONCESIONES RECÍPROCAS
La segunda de las características esenciales de la transacción —la cual también se
encuentra establecida en el artículo 1302—, es la presencia de concesiones recíprocas. Esta
situación significa que necesariamente las partes que la celebran deben ceder en algo
respecto de sus posiciones de origen, para finalmente llegar a un acuerdo por el que ellas, si
bien no satisficieron sus expectativas originales, sí lograron un convenio cercano a dichas
posiciones.
La valoración de las concesiones es realizada por las propias partes. Por otro lado, la ley no
exige que las concesiones mutuas sean de igual valor; la exigencia en una transacción es
que haya concesiones recíprocas, no siendo relevante el que una de las partes transija (o
ceda) más o menos que la otra. Basta que cada una lo haga voluntaria y espontáneamente,
con la finalidad de dar por terminado el conflicto y evitar el litigio que podría promoverse o
terminar el ya iniciado.
Por ello, la transacción no implica únicamente la extinción de obligaciones; es mucho más
que eso, pues puede dar lugar al nacimiento de otras obligaciones, incluso a la celebración
de una serie de contratos, siempre y cuando, utilizándolos, se dé solución al asunto dudoso
o litigioso.
CONCLUCIONES
La confirmación del acto jurídico es la única modalidad de convalidación de los contratos
regulada en el código vigente, opera mediante una declaración de voluntad de quien podía
invocar la causa de invalidez, que son aplicables solo a los contratos anulables regulados
por nuestro ordenamiento jurídico civil. El código distingue la confirmación expresa y la
tacita que son sin duda las más frecuentes. Es un agrado para nosotros presentar y poner a
disposición suya el presente trabajo, fruto de la esmerada dedicación puesta en el curso.
La confirmación del acto jurídico o convalidación, es el acto por el cual se da validez a
otro, que el deudor puede atacar por acción de anulabilidad. Difiere de la transacción, pues
ésta supone de las partes un abandono recíproco de derechos o pretensiones, en tanto que la
confirmación emana de una sola de las partes, que renuncia a su derecho a atacar la
convención, sin estipular nada en su provecho.
La confirmación es una forma de convalidación de un acto anulable, por medio de la cual el
titular de la acción de anulabilidad manifiesta expresa o tácitamente su deseo de querer la
validez y eficacia definitiva del acto anulable. La confirmación encuentra su fundamento en
el principio de conservación del acto jurídico.
La confirmación implica la renuncia a la acción de anulabilidad (acto negativo), pero es
algo más que una simple renuncia, es una manifestación de voluntad expresa o tácitamente
su deseo de querer la validez y eficacia definitiva del acto anulable.

BIBLIOGRAFÍA

 TORRES VAZQUEZ Aníbal Acto Jurídico Capitulo XV Confirmación del Acto


Jurídico Págs. 815 - 816
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Española, Ed. Espasa Calpe Madrid 1992 pág. 792
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 GARIBOTTO, Juan Carlos. Actos jurídicos, invalidez y convalidación. Ed. Carozzo.
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 LEON BARANDIARÁN, José. Acto jurídico, Ed. Gaceta Jurídica Editores S.R.L.,
Lima, 1999;
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