Вы находитесь на странице: 1из 5

NEUROCIENCIA Y CONDUCTA

Protocolo Nº 2 del capítulo 35 “Aprendizaje y Memoria”

Participantes: Lady Johanna Durán V. y Alexandra Patiño Z. (Expositoras). Andrés Robledo A. y


Lina Marcela Lasso (Colofones). Andrea Rodríguez Mancera (Profesora), Luisa Fernanda Velasco
y Natalia Beltrán Clavijo (Protocolantes), y el resto de la clase.

UNIVERSIDAD ICESI, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Departamento de Estudios


Políticos

Martes 9 de Febrero de 2010

INTRODUCCIÓN

Este protocolo recoge la discusión de la sesión del 2 de Febrero de 2010, acerca de los conceptos
de aprendizaje y memoria del científico Erik Richard Kandel, los cuales fueron desarrollados en el
libro Neurociencia y Conducta en el capítulo 35 del libro. El presente documento acopia tres
momentos de la sesión: el primero, sinapsis y presentación de algunas escenas claves de la
película Memento que guardan relación con el tema planteado, por parte de Mateo Sanín G. El
segundo, formulación de preguntas acerca de la exposición y el tercero, resolución de las mismas
a partir de lo aportado por cada estudiante.

Luego de la lectura y revisión del protocolo de la sesión anterior, se dio paso a la presentación de
algunas escenas de la película Memento y posteriormente a la exposición de los conceptos de
aprendizaje y memoria por parte de los estudiantes Lady Johanna Durán y Alexandra Patiño. Las
exposiciones se ocuparon del capítulo 35 “Aprendizaje y Memoria” principalmente.

Las preguntas que surgieron acerca del tema y que propiciaron la discusión fueron:

PREGUNTAS QUE SE PLANTEAN LUEGO DE LA EXPOSICIÓN:

1. ¿Los estudios con pacientes enfermos se aplican para personas sanas?


2. ¿Los estímulos son solamente sensoriales?
3. ¿Es suficiente la modificación de la conducta solo a nivel físico o es necesario modificar o
tener en cuenta la parte cognitiva (pensamiento, emoción, etc.)? ¿Por qué?
4. ¿Cuál es la verdadera función del hipocampo, como estación intermedia o facilitador del
proceso de almacenamiento?
5. ¿Cuál podría ser la relación ente los estímulos y las fobias?
6. ¿Cuán exacta es la memoria explicita?
DESARROLLO DE LA SESIÓN DE CLASE.

Antes de comenzar con la exposición, Mateo Sanín muestra a la clase algunas escenas de la
película Memento. Le cuenta al grupo, que la película se desarrolla en un tiempo que no es lineal,
sino que avanza hacia atrás, saltándose a distintos tiempos, y mostrando las causas de lo
sucedido en vez de las consecuencias. Luego señala que se trata de la historia de Leonard, un
sujeto que padece de amnesia a causa de un golpe que le propinó el criminal que violó y mató a su
esposa. Esta enfermedad le impide guardar nuevos recuerdos permaneciendo intactos los
recuerdos que tenía antes de dicho suceso, sin embargo no pierde la memoria implícita, aquella
que le permite aprender por medio de los sentidos y las repeticiones. Leonard olvida cada 15
minutos lo que ha vivido y por esta razón usa fotografías instantáneas con notas que le ayudan a
conocer los acontecimientos de los últimos 15 minutos. Además de ello se tatúa en todo el cuerpo
con mensajes que le permiten entender la misión que quiere llevar a cabo, y la razón de su existir.
Esta misión consiste en matar al asesino de su esposa e intenta recoger pistas que lo conducen a
él por medio de las fotografías con mensajes y sus tatuajes en la piel. Este ejercicio que hace
cada 15 minutos para evitar perder su objetivo, le ha permitido saber rápidamente lo que está
pasando cada vez que su memoria se borra. Esto se debe a que en algún lugar de su cerebro
todas estas repeticiones han ido desarrollando poco a poco su memoria explicita que con ayuda de
los estímulos externos (fotografías, tatuajes, etc) puede asimilar lo que sucede y lo que debe
hacer.

Luego de la película, se da paso a la exposición de “Memoria y Aprendizaje”, la discusión es


guiada por la profesora y por las expositoras, ésta inicia con la recopilación de preguntas
propuestas por los estudiantes que surgen a partir del tema tratado en la exposición al cual se
introduce así: En gran medida el sinnúmero de experimentos realizados a través de la historia con
pacientes que presentan anomalías en el funcionamiento cerebral se deben a que a partir del
estudio de las lesiones del mismo se entiende su normal funcionamiento, teniendo en cuenta que
con grandes experimentos se obtiene un pequeño conocimiento. De acuerdo a lo anterior, casos
como los de H.M nos arrojan resultados bastante interesantes de la memoria y las formas de
aprendizaje, primero, este caso corrobora la conclusión de que los daños del lóbulo temporal no
afectan todos los tipos de memoria pues subsiste el aprendizaje de habilidades motoras, segundo,
existen dos tipos de aprendizaje, en palabras de Kandel “…aprendemos acerca de qué es el
mundo (adquiriendo conocimiento sobre personas, lugares y acontecimientos, que están
disponibles a la conciencia) utilizando una forma de memoria que por lo general se llama explicita.
O aprendemos cómo hacer las cosas (adquiriendo habilidades motoras o perceptivas, que no
están disponibles a la conciencia), utilizando una memoria implícita.”(Neurociencia y Conducta.
Cap 35, Pág 701).

Como vimos la memoria explicita almacena recuerdos autobiográficos que se forman por medio de
evaluación, inferencia y comparación, además los datos en ella incluidos se recuerdan por medio
de la evocación espontanea, la cual, vale decir que no es exacta pues se expresa como una
interpretación de los recuerdos al ser dicha memoria de tipo sintético y constructivo unido a la
percepción; respecto a la memoria implícita tenemos que se forma a través de la repetición de
distintas actividades de carácter automático o reflejo sin que intervengan los procesos
cognoscitivos anteriormente mencionados; este último tipo de aprendizaje puede darse en dos
formas, una forma no asociativa, que involucra la exposición del agente (en el texto de Kandel se
hace referencia a un animal) a un solo tipo de estímulo una o varias veces, y que puede resultar en
una subclasificación dependiendo de la respuesta, que son la habituación y la sensibilización, la
primera es una familiarización al estimulo moderado y repetitivo que tiene como resultado una
disminución en la respuesta, el segundo fenómeno constituye un aumento de la respuesta ante un
numero variado de estímulos seguidos de uno nocivo o adverso. Por otro lado, existe el
aprendizaje implícito de carácter asociativo donde entran a jugar el conocimiento clásico y el
condicionamiento operante como modelos experimentales ampliamente estudiados. El primero de
estos modelos supone el aprendizaje a partir de la aparición o aplicación de dos estímulos, uno
condicionado y otro incondicionado, de acuerdo a estos postulados la tasa de aprendizaje o
posibilidad de predicción depende o va unido al grado de sorpresa del estimulo incondicionado,
pues si así se logra evitando empatarlo con un estimulo condicionado, la tasa será la máxima;
entonces si el estimulo incondicionado se vuelve predecible por su emparejamiento con el estimulo
condicionado, la tasa de aprendizaje será nula.

Por su lado, el condicionamiento operante implica la relación entre la conducta propia (un estímulo)
y una reacción, es decir, se proporciona una determinada circunstancia en la cual el animal o
agente debe realizar una determinada conducta que es el estimulo y posterior a esto habrá una
reacción que de ser favorable tenderá a repetirse, y de ser adversa sin que necesariamente
implique que sea dolorosa, no volverá a darse.

Es importante resaltar que dependiendo del agente el estímulo, ya sea en el condicionamiento


clásico como en el operante, tendrá la eficacia respectiva pues de acuerdo a estudios que se
llevaron a cabo se concluyó que por ejemplo los animales, responden a estímulos que tienen que
ver con su supervivencia, es decir, en palabras de Kandel que tenga un verdadero significado
biológico. Por añadidura vale decir que estas teorías del condicionamiento han sido ampliamente
aplicadas en técnicas terapéuticas lo que nos indica que están íntimamente relacionadas con la
conducta humana, y que diversas circunstancias de aprendizaje pueden implicar tanto un
aprendizaje implícito como explicito. Es también pertinente aclarar que cuando se habla de
estímulos implica que su naturaleza misma es sensorial, pues se perciben a través de los sentidos
y no se forman a través de procesos cognoscitivos, a propósito, es así como las fobias y los
estímulos mantienen un vinculo muy estrecho pues las primeras se adquieren a través de un
estimulo, o sea, que es éste el generador de la fobia a determinado elemento o circunstancia

Según nos lo advierte Kandel, existen tres grandes postulados en torno a la memoria a partir de la
realización de diversos estudios, uno de ellos es “la memoria tiene fases”, lo que nos indica que el
almacenamiento de la memoria se realiza en diversos estadios, uno de ellos constituye la entrada
de la información, a través del encéfalo, donde se procesa en un depósito de memoria de corto
plazo, luego pasa a un depósito de largo plazo previa transformación de la información para que
ello sea posible y se tiene un sistema de “búsqueda y recuperación”, como así lo llama el autor,
gracias al cual se puede disponer de la información en cualquier momento. En estas fases
expuestas por el autor, encontramos el hipocampo, entendido como un área del cerebro que tiene
dos funciones de acuerdo a las diferentes concepciones, una de estación intermedia para el
almacenamiento temporal de la memoria a largo plazo y, otra como facilitador del almacenamiento
de la información. Otro de los grandes postulados en torno a la memoria es “la memoria a largo
plazo está representada en múltiples regiones en todo el sistema nervioso”, que nos lleva a
dilucidar que la memoria no es un proceso que se lleve a cabo en una sola parte del cerebro, sino
que involucra al sistema nervioso en su totalidad constituyéndose así como todo un proceso.
Como último postulado tenemos “la memoria implícita y la explicita pueden implicar a diferentes
circuitos neuronales”, lo que nos dirige hacia la estrecha relación de estas formas de memoria con
áreas especificas como el lóbulo temporal (memoria explicita), el cerebelo y la amígdala (memoria
implícita).

CONCLUSIONES

Para concluir teniendo en cuenta las preguntas formuladas luego de la exposición, los estudios con
pacientes enfermos sí se pueden aplicar para personas sanas, dado que los daños que tienen los
pacientes enfermos permiten entender el normal funcionamiento de un cerebro sin traumas.

En cuanto a la pregunta de si los estímulos se dan netamente a nivel sensorial, la respuesta es sí


desde la perspectiva de Kandel, ya que todo tipo de estímulos están relacionados con los sentidos
que a su vez dependen del sistema nervioso. Un ejemplo de ello es la sed que produce el sonido
de la Coca-cola y el hielo en una publicidad de la radio. El sentido del oído transmite esa
sensación por medio del sistema nervioso al cerebro.

En cuanto a la pregunta de la verdadera función del hipocampo, concluimos que este se ocupa de
varias funciones, y que una de ellas era el almacenamiento de la memoria, sin embargo no es la
única área del cerebro que se ocupa de esta función. Asimismo el hipocampo coordina el lenguaje
y la capacidad para aprender nuevos idiomas.

Otra pregunta fue: ¿Cuál podría ser la relación ente los estímulos y las fobias?, la respuesta
concluyente fue que los estímulos y las fobias están relacionados, ya que las fobias son traumas
por estímulos pasados, como puede ser el caso del temor a las arañas. Dicho temor surge por
estímulos visuales y auditivos de los programas de televisión que a determinada persona le
pueden impactar y a partir de eso crear un miedo a la picadura de estas arácnidas.

Finalmente, con relación a la pregunta ¿Cuán exacta es la memoria explícita? Concluimos que no
es realmente exacta ya que depende de interpretaciones de la misma persona, de asociaciones y
deducciones que hace con el uso de su razonamiento. Los recuerdos son difusos, y por otra parte
no siempre se expresan con exactitud, por lo cual la memoria explicita tampoco es exacta.

BIBLIOGRAFÍA

KANDEL, E. R.; Schwartz, J. H. & Jessell, T. M. (2003). Aprendizaje y Memoria. En: J. Stumpf
(Ed). Neurociencia y Conducta (pp. 695-713). España: Prentice Hall.

Вам также может понравиться