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APOCALIPSIS DE ABRAHAN

Apocalipsis de Abrahán: Abrahán es recibido por Dios, que le habla


de la caída del hombre, de la idolatría presente en sus descendientes y
del juicio venidero. El eón actual está a punto de terminar, el qe§ es
inmediato. Los paganos serán castigados o destruidos. El Elegido. de
Dios, tras el sonar de la trompeta, reunirá a su pueblo. Los enemigos
se consumirán en el fuego.

1. Notas introductorias
El libro se ha conservado en lengua eslava, traducción de una versión griega. La lengua original
debió de ser hebreo o arameo, según dejan ver numerosos semitismos o juegos de palabras1
1. Es obra de círculos esenios apocalípticos2
2. No mucho después del 70 d. c., que nace entre el dolor del desastre del pueblo elegido
y la esperanza de un mundo nuevo; es el mismo contexto de 4 Esd, ApBar(sir),
ApBar(gr) y ParJr.
Una primera parte (caps. 1-8) cuenta la leyenda de Téraj y su hijo Abrahán, originada en Gn 11,31-
12,3 y 15,7: Téraj era fabricante de ídolos y su hijo Abrahán se convirtió al Dios único porque
advirtió la ridiculez de aquéllos; Abrahán escapó de Ur a tiempo de librarse del fuego que abrasó a
Téraj y a toda su casa 3.
La segunda parte es un midrás de Gn 15: Dios ordena a Abrahán ofrecer un sacrificio en el monte
santo; Abrahán cae a tierra desmayado (<<mi alma escapó de mí», 1O,3 ), y Dios envía al ángel
Yaoel para que le fortalezca y acompañe al Horeb, donde sacrificará la ternera, la cabra y el
carnero, no así la tórtola y la paloma.
Azazel intenta sin éxito impedir el sacrificio y el viaje celeste de Abrahán; sobre las alas de una
paloma, Yaoel y Abrahán vuelan hasta el séptimo cielo, donde contemplan el trono de Dios y
asisten a una representación de la historia del mundo: el pecado de Adán y Eva, el crimen de Caín,
el culto del templo, la idolatría, los pecados de los gentiles y de Israel, la opresión de los gentiles
sobre Israel, las diez plagas que han de venir sobre el mundo, la aparición del elegido de Dios y la
victoria final de Israel.

2. Contenido teológico
Dios.
El viaje de Abrahán es una experiencia mística 4 que le lleva hasta el trono de Dios y la merkabá: se
trata de la experiencia de plenitud o pleroma en el que se contienen todas las formas de la creación
5. Arrebatado por la liturgia angélica, Abrahán pronuncia con Yaoe110s títulos divinos: eterno,
poderoso, santo, único, nacido de sí mismo, incorruptible, sin mancha, no engendrado,
inmaculado, inmortal, perfecto en sí mismo, iluminado por sí mismo, sin madre, sin padre, amigo
de los hombres, generoso, misericordioso, lleno de fuego, longánime, bondadosísimo, mi Dios
(17,8-10) 6. Tales títulos expresan que Dios está más allá de toda comprensión humana y, al mismo
tiempo, reflejan la profunda y osada experiencia de los místicos apocalípticos, muy lejanos de la
sobriedad de los rabinos ante el Inefable.
Angelología.
Angeles y demonios, aquí representados por Yaoel y Azazel, intervienen en la vida de los hombres.
Yaoel, que en sí lleva el nombre Inefable (10,8) 7, preside el mundo angélico, hace de árbitro en los
conflictos de los querubines, inicia la liturgia celestial, es mensajero divino ante los hombres y
ejecutor de las sentencias divinas, tiene poder sobre Leviatán, es protector y defensor de Abrahán y
su guía hasta los altos cielos.
Por su parte, Azazel (cf. Lv 16,8.10.26; PsJon. Gn 6,4; 4Q EnGiganta 7,6) es el tentador y acusador
de Abrahán, identificado con el ave rapaz de Gn 15,11 que venía a estorbar el sacrificio del
patriarca; es el mismo personaje con la misma función que Sammael en los tárgumes y PRE, Y que
Mastema en el libro de los Jubileos 8. Dualismo ético y origen del mal.
El dualismo en el mundo angélico tiene su reflejo inmediato en el mundo de los humanos. El poder
de Azazelllega a todos los impíos, los terrestres, «los nacidos de las estrellas y las nubes» (14,4),
pero no llega a Abrahán, que es del cielo (13,7-12). Los impíos pertenecen a Azaze1 y de él y por él
viven. Parece como si este apocalipsis identificara a impíos con gentiles {d. 20,4) y a todos los
colocara bajo el dominio de Azazel, oponiéndolos al pueblo elegido, los arrebatados por Dios al
poder de Azazel (d. 22,5-6; 27,lss). No obstante, esta radical simplificación queda matizada por dos
datos:

a) En la representación de la historia humana que se ofrece a Abrahán, a la izquierda están


las naciones (= los gentiles), unas destinadas a la venganza y destrucción, otras al «juicio y
restablecimiento» (22,5); lo que parece indicar que algunas naciones serán salvadas. Por
otra parte, también entre los que están a la derecha del cuadro, los israelitas, Abrahán ve
no pocos pecados y pecadores, empezando por Adán y Eva (24,25).

b) b) La raíz última del pecado y de la fidelidad no está en una predeterminación a través


de Azazel o Yaoel, sino en la libertad y voluntad de cada individuo. Tal es la respuesta de
Dios a la pregunta de Abrahán sobre el porqué del pecado de Adán y Eva (23,9-11) y de
Téraj
{26,1-4) 9.

Mesianismo.
El esquema escatológico de ApAbr es como sigue: los impíos dominarán sobre el pueblo elegido
doce horas de la historia del mundo (29,1-2), al final de las cuales Dios enviará diez plagas terribles
(30,3-5)
y, por fin, a su elegido para salvar al pueblo de Israel, mientras los impíos serán entregados al
castigo del mundo futuro (31,1-3). ApAbr no usa la palabra Mesías, pero se reconoce el clásico
esquema de «opresióntribulaciones de la época mesiánica-elegido de Dios (= Mesías)-retribución ».
Tal esquema 10 vio también la exégesis rabínica en Gn 15: PRE lee ahí la lucha de los cuatro reinos
de los gentiles contra Israel, la tribulación final, la aparición del Mesías y la victoria última del
pueblo de Dios 10.

La ley y el culto.
El motivo del culto es central en este apocalipsis. Sin duda, la liturgia angélica, en la que Abrahán
participa, se present~ co~o modelo (17-19). Pero además, el altar, el templo y el sacerdOCIO
eXIsten como arquetipos en el cielo, donde Abrahán los contempla en contraste con la idolatría
reinante en la tierra.
Sorprende que no se diga ni una palabra sobre la l~y, ~ que ~sta se.a objeto de la visión en los
cielos ni aparezca comO ct1ter~o de discernimiento entre impíos y piadosos. Ello confirma que el
ambIente de donde surge este apocalipsis no es fariseo; también que flO siempre. t~vo la ley en el
judaísmo la decisiva importancia que le otorgó el rabInIsmo.
I Cf. A. Rubinstein, Hebraisms in the Slavonic Apocalypse 01 Abraham: J]S 5 (1954) 108-115; B. Philonenko-Sayar y
M. Philonenko, L'Apocalypse d'Abraham.
Introduction, texte slave el notes (París 1981) espec. 23-24 (= Semítica XXXI).
2 Los Philonenko subrayan la pujanza literaria del esenismo último, que, a punto de desaparecer como tal
secta, plasmó toda su esperanza de un mundo nuevo en visiones y revelaciones como las que se recogen en el
libro 4 de Esdras, el Apocalipsis siríaco de Baruc y en este Apocalipsis de Abrahán (op. cit., 35).
3 Cf. ]ub 11-12; AntBibl 6; Gn. R. 18,13; PRE 26,1; etc.
4, Sobre las ascensiones al cielo, d. el estudio comparativo de ]. Schwartz, Le voyage au ciel dans la littérature
apocalyptique, en L'Apocalyptique (París 1977) 91·106.
5 Cf. G. Scholem, Les grandes courantes de la mystique iuive (París 1950) 57.
6 Según los Philonenko (op. cit., 73), ApAbr 17,8-10 traduce manifiestamente un original griego, pues la
mayoría de los epítetos divinos son adjetivos griegos con alfa privativa.
7 Yaoel es nombre dos veces teóforo: Yah y 'El.

8 M. Pérez Fernández, Tradiciones mesiánicas..., 47-53.


9 Estas dos puntualizaciones no suponen necesariamente dos estadios en la redacción. Reflejan que el realismo
y objetividad con que el autor contempla la historia (hay también buenos paganos y malos judíos) choca contra
las tipificaciones estereotipadas y simplistas en uso.
10 Una alusión a los cuatro reinos puede verse en las cuatro entradas a través de las cuales los gentiles atacan a
Israel: ApAbr 27,2; 28,2. A~viértase que PRE lee el Mesías como interpretación del ave rapaz de Gn 15,11,
lll1entras que ApAbr ve en este pájaro a Azazel; pero ello confirma la constancia ~e la interpretación,mesiánica
de la visión de Abrahán en Gn 15, con independencIa del recurso exegetlco empleado.

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