La comunión en Cristo se hace posible sólo si somos capaces de
olvidar nuestras existencias Individuales. No hay en realidad existencia individual a no ser la de nuestra propia ignorancia. El propósito de la vida es encontrar la Existencia Una, a la cual se le llama de muchas maneras diferentes según los diversos lugares del planeta y según las lenguas; pero la única Existencia que debemos experimentar es la del Alma Universal, que en Oriente es conocida como Vishnu y en Occidente como la Conciencia Crística. Desgraciadamente estamos rodeados por nuestra propia ignorancia bajo la forma de una manera circular de vida en la que hemos cerrado todo en torno a nosotros; pero la sabiduría nos dice que si dibujamos, por ejemplo, cinco círculos en la pizarra, estos cinco círculos no son cosas separadas, sino que existen para que podamos tener una mayor experiencia. Podemos hacer gran cantidad de círculos y a cada uno de ellos le podemos dar un nombre diferente, como por ejemplo, indio, alemán, español o danés, de manera que podemos intentar encontrar tantos nombres como queramos dar; pero basta con acordarnos que antes de que se hicieran estos círculos, había una existencia como fondo de todos ellos. Antes de haber dibujado estos círculos en la pizarra, ¿qué era lo que ya existía previamente? Había ya una existencia de la Consclencla que llamamos el Trasfondo, en este caso la pizarra, y sobre ella me pongo a dibujar círculos, sistemas solares, animales, plantas, etc., y tantas cosas como desee; hasta que al final acabo por llenarla de dibujos, y una vez que está llena de formas diferentes solemos olvidarnos de que antes de haber dibujado todas estas cosas sobre ella, la pizarra estaba ya presente. Así es que de lo que se trata mediante cualquier práctica espiritual que llevemos a cabo, es de que siempre nos acordemos que hay una Existencia Eterna sobre la cual se produce la existencia periódica de muchas formas. Dichosos aquellos que pueden acordarse siempre de la Existencia Eterna. Dichosos aquellos que pueden ver continuamente al Uno en la multiplicidad de formas. Por costumbre solemos ver cada círculo como diferente del otro. Sin duda hay alguna diferencia entre círculo y círculo; no creo que ninguno de ellos sea exactamente Igual que el otro, y cada uno tiene su forma, pero sin embargo todos se han manifestado sobre el mismo fondo y el material por el cual se han manifestado ha sido el mismo para todos: el mismo trozo de tiza ha hecho todas las formas. Parece que son diferentes, pero en verdad no lo son; la diferencia que hay entre ellos es sólo para que pueda haber variedad. Si somos capaces de entender que la diferencia que hay entre ellos es para que pueda haber variedad, seremos entonces capaces de entender que todas las formas que vemos son una variedad sobre la Existencia Una llamada Consciencia de Fondo.