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orgánica y agroecológica?
La producción orgánica y la agroecológica son sistemas alternativos a la agricultura
tradicional o hegemónica.
27 · septiembre · 2017
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Ambas buscan promover una agricultura sustentable, con un mayor equilibrio ambiental y
cuidado de la tierra. Sin embargo, técnicamente no son lo mismo.
Los requisitos para la producción orgánica son diversos y están relacionados con el período
de transición de la finca (es decir: el tiempo mínimo, que suele ser de 2 a 3 años, en que la
quinta debe limpiarse para empezar a considerarse orgánica); la selección de semillas y
materiales vegetales; el método de mejoramiento de las plantas; el mantenimiento de la
fertilidad del suelo empleado y el reciclaje de las materias orgánicas; la conservación del
agua y los métodos para el control de plagas, enfermedades y malezas.
Además, se han establecido criterios sobre el uso de fertilizantes orgánicos e insumos para
el control de plagas y enfermedades. Con respecto a la producción de animales,
normalmente hay requisitos sobre la sanidad de los animales, su alimentación,
reproducción, condiciones de vida, transporte y procedimientos para sacrificarlos.
Ante esta realidad y, en teoría, podríamos suponer que los alimentos agroecológicos son
orgánicos y al revés. Pero esto no es siempre es así.
Actualmente, son muchos los espacios de producción agroecológica que están trabajando
para generar instancias de certificación o garantías que brinden más confianza a los
consumidores. Pero en el mercado también es factible encontrar todo lo contrario:
productores, comerciantes y afines que usan indistintamente los términos “orgánico” o
“agroecólogico” solo como método publicitario para cierto target de clientes, pero que
ofrecen productos tradicionales y disfrazados o -con suerte- productos de elaboración
casera que tampoco tienen nada de orgánicos o agroecológicos.
Aunque pueda parecer una diferencia menor, lo cierto es que en los espacios de producción
no lo es. Para muchos, los procesos de certificación son sinónimos de garantías y
responsabilidad social y para otros, solo un sistema costoso de exclusión de los pequeños
productores. En el medio, como siempre, una paleta amplia de colores.
De todas formas, tomar nota de todo esto como consumidores nos vuelve más activos y
responsables. Es fundamental tener herramientas para poder distinguir qué elegimos cuando
elegimos y así ser un poco más soberanos, al menos en nuestra casa