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Síntomas de intestino

irritable – Como
saber si tengo colon
irritable

Si crees tener problemas de colon y síntomas de intestino irritable ¿Cómo saber si


realmente lo padeces?

Esa es la pregunta que se hacen muchas personas con molestias digestivas del tipo
dolor en el vientre y alteración en el hábito de ir al baño.

Muchas veces tu amiga, vecina, o incluso tu médico de cabecera casi te lo diagnostica:

“Eso puede ser un Colon Irritable”

Pero más allá del “puede ser” o “parece ser”, ¿en que se basa realmente un
diagnóstico preciso de Colon Irritable?

Si tu tienes desde hace tiempo estas molestias y aún no has acudido al médico, esto te
interesa.

¿Qué es y porqué aparecen los síntomas de intestino irritable?


El Colon Irritable, o Síndrome de Intestino Irritable (SII) que es el término médico
exacto, es probablemente la enfermedad digestiva más frecuente de tipo funcional.

¿Qué significa funcional? Se les llama así a una enfermedad cuando no se ha


encontrado ninguna alteración o anormalidad en las pruebas que se le hacen al
paciente, ya sea analíticas, endoscopia altas o bajas, pruebas de imagen, etcétera.

Por ponerlo más simple, el aparato o sistema al que afecta la enfermedad (el digestivo
en el caso del colon irritable) no funciona bien, a pesar de que todas las pruebas que se
hacen salen normales.

Visto de otra manera, en estos casos la medicina no ha encontrado aún la causa exacta
de dicha enfermedad, ya que cuando se encuentra la causa se suelen desarrollar
métodos para diagnosticarla.

Y este es el caso del Colon Irritable.

Aunque hace muchos años se pensaba que el origen del colon irritable era psicológico
(y muchas personas o incluso médicos aún lo piensan), no se conocen con precisión las
causas del colon irritable.

Hay muchas teorías al respecto, pero nada definitivo.

Por ejemplo se piensa que una sensibilidad aumentada de los nervios intestinales,
alteraciones en los músculos de las paredes intestinales e inflamación intestinal juega
un papel importante.

También se ha visto que el colon irritable es mucho más frecuente después de haber
tenido alguna infección intestinal con fiebre y diarrea severa, estimándose que entre el
10 a 20% de estas personas pueden desarrollar posteriormente un colon irritable.

Es por eso que las teorías más recientes apuntan a una alteración de la flora intestinal.

En los test de de hidrógeno en aire espirado, que son pruebas en las que te hacen
soplar a través de una boquilla en un globo y luego analizan el aire que espiras, se ha
demostrado que entre el 4% y el 78% de las personas con colon irritable tienen un
sobrecrecimiento de bacterias en el intestino (conocido como SIBO: Small bowell
bacterial overgrowth), en comparación con sólo entre un 1% a un 40% el resto
de personas (1).

Además, varios estudios han comprobado que los tratamientos antibióticos pueden
mejorar los síntomas en el colon irritable tipo diarrea.

Todos estos hallazgos respaldan esta teoría de la alteración en la flora material


intestinal como causa de colon irritable.
Se ha visto también que los familiares de primer grado de personas con colon irritable
tienen mayor riesgo de desarrollar la enfermedad, aunque no está claro que esto
pueda ser por factores genéticos o psicosociales del entorno.

Y otros factores que son posibles desencadenantes de los síntomas son el estrés
psicológico, los hábitos de alimentación y las intolerancias a ciertos alimentos.

El problema con toda esta gama de factores implicados, es que no está claro si son la
causa o el resultado del intestino irritable, o en qué medida pueden contribuir a los
síntomas.

Pero al igual que a una persona con una reacción alérgica severa pueden tratarla
inyectando corticoides o adrenalina sin saber exactamente la sustancia que causó el
problema, que no se sepa la causa de una enfermedad no significa que no pueda
hacerse nada al respecto.

Que no se sepan las causas exactas de intestino irritable no significa que no se hayan
hecho estudios sobre qué tratamientos, con medicamentos o sin ellos, pueden ayudar a
mejorar y aliviar los síntomas.

Y las molestias del colon irritable se pueden tratar y aliviar en gran medida, pero
para eso hay que estar seguro que realmente es un intestino irritable.

Importancia de diagnosticar bien el Síndrome de Intestino Irritable y descartar otras


enfermedades

Hay varias razones importantes para intentar establecer un diagnóstico exacto y


preciso del síndrome de intestino irritable.

En primer lugar, porque el saber que uno tiene esta enfermedad funcional y no otra
cosa más seria alivia y tranquiliza mucho a una persona.

En segundo lugar, porque teniendo un diagnóstico preciso se pueden evitar efectos


adversos de medicamentos o tratamientos innecesarios, ahorrar técnicas de
diagnóstico o cirugías innecesarias, e incluso preservar los recursos sanitarios públicos
o privados.
Y por último la razón más importante: dar con un diagnóstico preciso es
imprescindible para iniciar el tratamiento más adecuado.

No en vano el término médico de la enfermedad es síndrome de Intestino Irritable.

En medicina, un síndrome es un conjunto de síntomas y signos característicos de


algún mal funcionamiento de algún sistema o aparato del cuerpo, pero qué puede
deberse a diferentes enfermedades.

Las típicas características de dolor abdominal, diarrea, estreñimiento o hinchazón del


abdomen del colon irritable podrían deberse a múltiples enfermedades, entre ellas la
enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa o incluso el cáncer de colon.

Evolución del diagnóstico del Colon Irritable

En las últimas décadas se han hecho grandes esfuerzos para tratar de diagnosticar el
colon irritable simplemente basándose en los síntomas y sin hacer ninguna prueba
invasiva adicional, como por ejemplo una endoscopia baja o colonoscopia.

Para esto se han reunido periódicamente expertos de varios países del


mundo, elaborando guías que establecen criterios para intentar diagnosticar el colon
irritable de la forma más precisa posible.

Las reuniones más importantes de expertos en este tema han dado lugar a la aparición
de los criterios llamados de Roma, que es dónde se reúnen los expertos para
desarrollar y redactar las actualizaciones.

Desde los primeros criterios diagnósticos para el Colon Irritable creados por Manning
en 1978 con tan sólo datos de 32 pacientes con SII y 33 pacientes con enfermedad
orgánica (no funcional), se han ido modificando a través de los años los criterios para
tratar de tener mayor exactitud a la hora de diagnosticarlo sin tener que recurrir a
pruebas complementarias.
Así se ha pasado por los criterios de Kruis (1984), Roma I (1992), Roma II (1999),
Roma III (2006) y finalmente en 2016 se publicaron los criterios de Roma IV, los
actualmente vigentes.

Adaptado de Síndrome Del Intestino Irritable 2016. Capítulo 8.Diagnóstico del


síndrome del intestino irritable:criterios clínicos y biomarcadores (2).

Cómo te darás cuenta, a pesar de los avances de la medicina, han tenido que seguir
modificando y cambiando estos criterios a través de los años, y aún hasta el día de hoy
ninguno de estos ha demostrado ser el método ideal para diagnosticar el síndrome de
intestino irritable con exactitud sin recurrir a otras pruebas.

El diagnóstico del síndrome de intestino irritable sigue siendo muy difícil ya que los
síntomas son muy diversos y pueden ser remedados por otras enfermedades.

Además, el colon irritable no tiene marcadores biológicos que se puedan detectar en


las analíticas de sangre u orina, lo cual añade más dificultad al diagnóstico.

Otra cosa que hay que tener en cuenta es que a veces resulta difícil para las personas o
incluso para los médicos aceptar la incertidumbre del diagnóstico de una enfermedad
basándose solamente en síntomas y criterios diagnósticos.

También hay que reconocer que con frecuencia algunos médicos desconocen las guías
médicas publicadas o ignoran conscientemente estos criterios diagnósticos.

Incluso la mayoría de médicos clínicos sigue creyendo que el Síndrome de intestino


irritable es un diagnóstico de exclusión.

Clásicamente se han hecho pruebas adicionales como analítica de sangre, pruebas de


imagen y/o colonoscopia para descartar que los síntomas no se deben a ninguna otra
enfermedad.

Pero si se tratara de excluir todo tipo de enfermedades, la lista es casi interminable.

Por ello se debe hacer un diagnóstico positivo activo, basado en una evaluación
médica del paciente, teniendo en cuenta los criterios diagnósticos publicados como los
de Roma IV y la ausencia de características de alarma, y realizar si es necesario las
pruebas diagnósticas necesarias para descartar la presencia de alguna otra
enfermedad relevante.
IMPORTANTE
A continuación te detallo el proceso diagnóstico médico ideal que se debería seguir para
establecer el diagnóstico del Síndrome de Intestino Irritable. Si eres médico o sanitario,
te servirá de guía o recuerdo para afianzar tus conocimientos. Pero si no lo eres, no
intentes auto diagnosticarte o establecer el diagnóstico de otra persona. Leerte un
artículo de 3265 palabras no puede reemplazar a varios años de carrera de medicina.
Síntomas de intestino irritable y diagnóstico del SII en 3 pasos

El primer paso sería la evaluación médica inicial.

En ella se debe preguntar cuidadosamente por los síntomas, la frecuencia, intensidad


y duración, para ver si se reúnen los criterios diagnósticos actuales establecidos en
Roma IV. También se debe explorar físicamente para descartar que no haya ningún
tipo de masa abdominal, rectal o alguna otra alteración física que pueda sugerir
alguna enfermedad específica.

Por último, también hay que preguntar por la presencia o ausencia de síntomas de
alarma y valorar la presencia de otros síntomas digestivos o extradigestivos que
puedan reforzar la probabilidad de un colon irritable.

En todos los casos se debería seguir con el paso 2, que es realizar algunas pruebas
diagnósticas adicionales.

Si hay alteraciones inespecíficas en estas pruebas, hay alguna alteración en la


exploración física, los síntomas del paciente no encajan adecuadamente con los
criterios diagnósticos de un colon irritable, presenta síntomas o signos de alarma o
algún antecedente de riesgo familiar, se debería pasar al paso 3 y realizar una
colonoscopia.

En la siguiente imagen puedes ver el flujo ideal para diagnosticar el Colon Irritable en
3 pasos desde el punto de vista médico, con los criterios de Roma IV incluídos en la
evaluación médica inicial.
Paso 1 – Evaluación Médica Inicial y criterios diagnósticos

La evaluación médica inicial con una buena historia clínica y exploración física son la
base fundamental para el diagnóstico de cualquier enfermedad.

Pero el colon irritable requiere además sentido común y un seguimiento minucioso.

La decisión de solicitar pruebas diagnósticas depende de varios factores, como por


ejemplo si hay síntomas de alarma, presencia de otras enfermedades, no responde al
tratamiento previo pautado, el coste de las pruebas o incluso la cobertura del seguro.

Por eso el objetivo de los criterios diagnósticos de Colon Irritable es aportar un marco
general que pueda aplicarse con facilidad, teniendo en cuenta que ninguna prueba ni
definición individual es perfecta.

En general y para la mayoría de las personas, cuando se cumplen los criterios


diagnósticos de colon irritable y no hay características de alarma, la necesidad de
pruebas diagnósticas debería ser mínima.

Se deberían programar consultas de seguimiento en las cuales solicitar los estudios


diagnósticos pertinentes a las personas con síntomas persistentes.

El comité de expertos que creó los criterios de Roma IV ha aconsejado establecer el


diagnóstico de Síndrome de Intestino Irritable de forma positiva basándose en los
síntomas y remarca que el Colon Irritable no es un diagnóstico de exclusión. Como
dato curioso, una encuesta de 2010 mostró que el 72% de los profesionales de la
comunidad europea creía aún que el SII era un diagnóstico de exclusión (3).

Es por eso que en una encuesta se encontró que, de los profesionales que diagnostican
SII sólo con una evaluación médica inicial, menos de la mitad estaban dispuestos a
darle a su paciente el diagnóstico de Colon Irritable hasta realizar más pruebas.

“El diagnóstico de colon irritable lo piensa con frecuencia el médico, a veces se cuenta
al paciente y rara vez se pone por escrito en una receta”
Otros síntomas que refuerzan el diagnóstico de Colon Irritable

Hay que tener en cuenta 3 consideraciones en cuanto a los síntomas y que no están
incluídos en los criterios de Roma IV:

1. Primero, que es mucho más probable que las enfermedades orgánicas se


confundan o remeden el colon irritable tipo diarrea que a los otros tipo de colon
irritable (estreñimiento o tipo mixto).
2. El patrón intestinal impredecible (más de 3 tipos diferentes de heces a la
semana) refuerza el diagnóstico de SII tipo diarrea.
3. Y por último, que hay otros síntomas digestivos y extradigestivos que, aunque
no forman parte de los criterios diagnósticos de Roma, son bastante frecuentes
en el colon irritable y el hecho de que estén presentes hace mucho más probable
el diagnóstico.

Entre éstos síntomas digestivos frecuentes tenemos:

 Una frecuencia anormal del hábito intestinal (hacer deposiciones más de 3 veces
al día y menos de 3 veces por semana)
 La forma anormal de las heces, tipos 1-2 o 6-7 de la escala de Bristol que ves
debajo
 Tener que hacer esfuerzo excesivo para defecar (al ir al baño)
 Urgencia para ir al baño
 Tener la sensación de no haber evacuado o echado todo lo que se quería, y por
último
 Encontrar moco sobre las deposiciones
Sobre los síntomas de alarma:

La presencia de cualquiera de los siguientes síntomas de alarma hace sospechar que


los síntomas pueden deberse a alguna otra enfermedad, por lo que en estos casos es
aconsejable la realización de una colonoscopia:

 Pérdida de peso involuntaria (más del 10% en 3 meses)


 Sangre en las heces no causada por hemorroides o fisura anal (confirmado con la
exploración)
 Diarrea nocturna
 Fiebre
 Antecedentes familiares de cáncer de colon o pólipos colónicos, enfermedad
inflamatoria intestinal o enfermedad celíaca

Si lo más probable es que se trate de un SII, en la evaluación médica se deberían


obtener ciertos datos adicionales de cara a las opciones de tratamiento.

Datos como una historia dietética, con la ayuda de un diario en caso necesario, y
prestar especial atención a la ingesta frecuente de alimentos desencadenantes comunes
de los síntomas del colon irritable, entre ellos ciertos tipos de carbohidratos de difícil
digestión llamados FODMAPs.

Idealmente también debería hacerse una revisión psicosocial breve, para ver el grado
de estrés y las probabilidades de somatización de la persona.

Pero los criterios diagnósticos del colon irritable no son infalibles.

Para establecer el diagnóstico de Colon Irritable es necesario, aunque no suficiente,


cumplir los criterios diagnósticos que te he contado, que actualmente son los de Roma
IV.

El problema es que algunas enfermedades orgánicas como la enfermedad inflamatoria


intestinal, la celiaquía, intolerancia a la lactosa o la colitis microscópica también
pueden cumplir esos criterios, y por eso pueden ser necesarias ciertas pruebas para
diferenciar con precisión estos trastornos.

Sólo como ejemplo, en un estudio publicado en 2014 se encontró que de los más de
4.000 pacientes con síntomas digestivos atendidos en centros ambulatorios, 559
cumplían los criterios de Roma III para SII, y 136 de estos (24,3%) tenían una
enfermedad digestiva orgánica, con más frecuencia la enfermedad de Crohn (3).

Pero hay que tener en cuenta que a pesar de todas sus posibles deficiencias, los
criterios de Roma son actualmente los únicos aceptados por las agencias reguladoras
(FDA incluida), las compañías farmacéuticas y la mayoría de los investigadores
académicos.
Por eso, prácticamente todos los pacientes deberían ir al Paso 2: la realización de
pruebas adicionales mínimas.

Paso 2 – Pruebas Adicionales Mínimas

En prácticamente todos los casos de dolor abdominal y anomalías del hábito intestinal
se recomienda hacer una analítica con un hemograma (para ver signos de anemia y/o
infección) y PCR (proteína C reactiva, que es un marcador inespecífico de
inflamación).

Son baratos, seguros y pueden tranquilizar al paciente y médico.

Además, hay estudios (revisión sistemática y metaanálisis) que han demostrado que la
determinación de la PCR es útil para diferenciar entre SII y enfermedad inflamatoria
intestinal

También es recomendable un perfil de tiroides y serología para enfermedad celíaca,


esta última sobre todo para el SII tipo diarrea.

El análisis de las heces (bacterias, parásitos y huevos) puede ser útil si la diarrea es el
síntoma principal, especialmente en países en vías de desarrollo en los que hay con
mucha frecuencia diarreas infecciosas.

Existen algunos otros marcadores en heces que de salir elevados pueden indicar
alguna enfermedad orgánica distinta al colon irritable, como la lactoferrina fecal y
calprotectina fecal.

Incluso las directrices del Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia Clínica de
Gran Bretaña (NICE- National Institute for Health and Clinical Excellence)
publicadas en 2013 recomiendan la determinación de la Calprotectina fecal en las
heces como una opción para ayudar a los médicos a evaluar a los pacientes con
síntomas digestivos bajos de inicio reciente (4).

En el caso que que haya alguna alteración inespecífica en estas pruebas, es decir que
no explique los síntomas, se debería indicar una colonoscopia.

Por ejemplo si se encuentra alteración en los niveles de la hormona tiroidea o


anticuerpos para enfermedad celíaca, estos son resultados específicos que apuntan a
otra enfermedad diferente al colon irritable que puede justificar los síntomas, por lo
que si no hay criterios de importancia (ver más abajo), no sería necesaria una
colonoscopia inicialmente.

Y por supuesto si hay algo anormal en la exploración física, síntomas de alarma o


algún antecedente de riesgo familiar, se debe proceder al tercer paso, la colonoscopia.

Paso 3 – Colonoscopia

Debería considerarse la endoscopia baja en los siguientes casos:

 La presencia de uno o varios síntomas de alarma (los mencionados antes)


 Cuando los síntomas empiezan a los 50 años o más (45 años en afroamericanos)
 Si hay antecedentes familiares de cáncer de colon
 Si hay diarrea líquida intensa, con 6-10 deposiciones al día o más
 Si hay diarrea persistente a pesar de algún tratamiento médico inicial, para
descartar colitis microscópica sobre todo en mujeres mayores de 50 años
 Anormalidad inespecífica en alguna de las pruebas diagnósticas iniciales (que no
explique los síntomas)
Conclusión

Si tienes las molestias y síntomas que hemos descrito en los criterios de Roma IV
desde hace un tiempo, es probable que tengas un Síndrome de Intestino Irritable.

Y aunque es cierto que a nadie le gusta ir al médico y menos aún que le hagan
pruebas, es fundamental que él evalúe la frecuencia, duración e intensidad de
síntomas.

Las evaluaciones basadas en pruebas diagnósticas adicionales y colonoscopia deben


complementar al diagnóstico fundado en los síntomas, pero no sustituirlo.

Pero si por cualquier motivo no puedes (o no quieres) acudir al médico en persona,


podemos tener una “charla virtual”.

En ella, te haré las mismas preguntas que les hago a mis pacientes, para que no
adivines de acuerdo a los síntomas de otros y pensar que tienes lo mismo.

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