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HEGEMONÍA HOLANDESA/ PROVINCIAS UNIDAS

Finales del siglo XVI hasta finales del siglo XVIII.

La hegemonía Holandesa se basó en la expansión comercial de ultramar respaldada por el poder naval y la
formación de compañías estatutarias por acciones; fue una formación efímera que se deshizo tan pronto
como se había conformado.

Compañías estatutarias por acciones; organizaciones empresariales a las que los gobiernos otorgaban
privilegios comerciales exclusivos en determinadas áreas geográficas, así como el derecho a emprender las
actividades de organización de la guerra y de construcción del aparato estatal necesarias para ejercer esos
privilegios. Ejemplo: VOC creada en 1602, fue una organización colosal comparable a una de las grandes
firmas multinacionales, teniendo en cuenta las diferencias de tiempo, espacio y demografía.

CRISIS HEGEMÓNICA: los principales beneficiaros del nuevo sistema de dominio (libertad de libre
comercio) fueron FRANCIA e INGLATERRA; desde el estallido de las Guerras Anglo-Holandesas en 1652
(4 años tras el tratado de Westfalia) hasta el fin de las guerras napoleónicas en 1815 el sistema interestatal se
halló dominado por la lucha entre estas dos grandes potencias para conseguir la supremacía mundial.

Este conflicto atravesó tres grandes fases:

1. Intento realizado por los gobernantes territorialistas de incorporar el Estado capitalista líder
(Holanda) a sus dominios. A finales del siglo 17 Inglaterra y Francia intentaron incluir en sus propios
dominios las redes comerciales y de poder de las Provincias Unidas.
A pesar del esfuerzo conjunto, Francia e Inglaterra no lograron sojuzgar a los holandeses.

2. Los dos rivales se concentraron en la incorporación de las fuentes de riqueza y poder del Estado
capitalista y no en el propio Estado Capitalista.
Para atrapar y desplazar a estas potencias, Francia e Inglaterra tuvieron que restaurar la geografía
política del comercio mundial, mediante una síntesis ente capitalismo y territorialismo. Los
componentes esenciales para la reorganización del espacio político-económico mundial fueron: el
colonialismo de colonos, la esclavitud capitalista y el nacionalismo económico.

El colonialismo de colonos y la esclavitud capitalista fueron condiciones necesarias pero no suficientes para
el éxito, el ingrediente clave fue el nacionalismo económico basado en la acumulación interminable de
excedentes monetarios procedentes del comercio colonial e interestatal y en la construcción de una
economía nacional, doméstica; economía que perfeccionó a gran escala la práctica de hacer que las guerras
se pagaran a sí mismas convirtiendo los costes de protección en ingresos.

Los gobernantes británicos obtuvieron una ventaja decisiva sobre el resto de sus competidores; tanto en el
comercio ultramarino como en el poderío naval GB ganó supremacía debido a su situación insular y la
nueva función que asumió de intermediaria entre los dos mundos.

3. La última fase, luego de la derrota de Francia y el triunfo inglés en la Guerra de los siete años (1756-
1763) la lucha librada por la supremacía mundial culmina, pero al mismo tiempo el conflicto entra en
una tercera fase caracterizada por el CAOS SISTÉMICO, iniciado por la intrusión del conflicto
social en las luchas que los gobernantes libraban por el poder.

1776-1848 gran ola de rebeliones (76 independencia norteamericana, revolución francesa 89) que
transforman las relaciones gobernante-súbditos en América y parte de Europa y que propician el
establecimiento de un tipo nuevo de hegemonía mundial – EL IMPERIALISMO DE LIBRE COMERCIO
(sentó el principio de que las leyes que operaban en el interior de los estados y que regían las relaciones
entre los mismos se hallaban sometidas a la autoridad superior de una nueva identidad, un mercado mundial

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gobernado por sus propias leyes.) un sistema mundial de dominio que ampliaba y reemplazaba al Sistema de
Westfalia (no había autoridad por encima del sistema interestatal).

HEGEMONÍA BRITÁNICA Y EL IMPERIALISMO DE LIBRE COMERCIO


Segunda mitad del siglo XVIII hasta los primeros años del siglo XX

- GB logró hacerse hegemónica dirigiendo una alianza de fuerzas básicamente dinásticas en la lucha contra
estas infracciones de sus derechos absolutos de gobierno y a favor de la restauración del sistema de
Westfalia, restauración llevada a cabo con éxito con el Tratado de Viena 1815.

- Centralización sin precedentes del poder mundial en manos de un único Estado, el Reino Unido; a fin de
administrar de modo más eficaz el equilibrio global de poder se crea el Concierto de Europa, que desde un
principio constituyó un instrumento del gobierno británico para administrar el equilibrio de poder
continental, principal instrumento de regulación de las relaciones interestatales en Europa.

- Fue la más beneficiada en la conquista territorial, poseía un dominio imperial a una escala que el mundo
jamás había conocido, este es el principal factor para designar la hegemonía británica mundial del siglo 19.

Imperialismo de libre comercio = administración británica del sistema mundo mediante la práctica y la
ideología del libre comercio, cimientos imperiales del régimen británico de dominio y acumulación a escala
mundial organizado mediante el libre comercio.

GB extrajo en un período de tiempo reducido amplios recursos en forma de tributo; parte de ese tributo se
utilizó para reforzar y expandir el aparato coercitivo mediante el cual se añadieron al imperio territorial cada
vez más súbditos no occidentales; otra parte importante se bombeó a Londres para reciclarse en los circuitos
financieros mediante los que se reprodujo y expandió continuamente el poder británico en el mundo
occidental.

LAS LÓGICAS DE PODER TERRITORIALISTAS (TDT´) Y CAPITALISTAS (DTD´) SE


FERTILIZARON Y SOSTUVIERON RECIPROCAMENTE.

- Su aparato coercitivo, su armada y sus ejércitos coloniales, y su insularidad la dotaban de una ventaja
comparativa decisiva frente a todos sus rivales en la lucha por el poder europeo y por el poder global.
- Tuvo la capacidad de enunciar con credibilidad que la expansión de poder de RU no atendía sólo al interés
nacional de este país sino que era también un interés “universal”.

- Los logros de la potencia mundial británica a lo largo del siglo 19 no tenía precedentes, su imperialismo de
libre comercio fusionaba en una síntesis armoniosa dos sendas de desarrollo aparentemente divergentes, y lo
que era novedoso era la combinación de las mismas.

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