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Leyenda Peruana de Terror de la Runa Mula

Hay quienes dicen que la Runa Mula es desde un punto de vista


simbólico, la encarnación de todo aquel mal que un hombre puede
llegar a hacer, hasta que llega el momento en el que es castigado
por los espíritus.

La Runa Mula en algún momento fue una mujer de carne y hueso, a


quien el diablo le impuso la penitencia de transformarse en una
criatura mitad hembra/mitad mula.

Esta criatura recorre los verdes prados a todo galope, buscando a


hombres que han salido a beber dejando a sus esposas solas en
casa o a aquellos sujetos que han cometido algún acto deshonesto.

De vez en cuando, la Runa Mula echa fuego por la boca, del mismo
modo como si se tratara de un dragón. Además, en aquellos casos
en los que Lucifer no quiere dejar escapar un alma, no duda en
montar a su creación, para así atraparla el mismo.

Dice la leyenda que los días en donde se le ve con mayor frecuencia son los jueves y los
viernes (o sea, prácticamente durante los fines de semana), pues es en este tiempo en el
que la mayoría de los trabajadores aprovechan para tomarse más de una copa con sus
amigos.

En otra versión de esta leyenda peruana, se asegura que la pobre mujer que fue
transformada en mula, de vez en cuando regresa a su forma original. Sin embargo, es
incapaz de recordar nada de lo sucedido, pues su mente permaneció desconectada
durante el trance en el que se fusionó con la mula.

También se cuenta que prácticamente es incapaz de ponerse en pie, pues tiene muchos
dolores no solamente en las piernas, sino también en la espalda.

Así que ya lo sabes, si visitas Perú y por algún motivo comienzas a escuchar un fuerte
galope, lo primero que debes hacer es alejarte lo más rápido posible de ese sitio, ya que
quizás puedas toparte con la Runa Mula.
Leyenda Peruana de Terror del
Chullachaqui
Concluimos este apartado de los mitos y leyendas
peruanas con la historia del Chullachaqui.

De nueva cuenta, nos encontramos con un ser endemoniado a


quien le encanta vivir en la selva. Su nombre en español quiere
decir “criatura de pies desiguales”.

Entre los muchos poderes que ostenta, tiene la capacidad de


imitar la forma de cualquier allegado a sus víctimas. Dicho de otra manera, puede
aparentar ser un pariente de un explorador que se encuentra en lo profundo de la selva.

El engaño resulta tan convincente, que la víctima es incapaz de recordar que dicha
persona quizás ya ha fallecido o se encuentra lejos de ahí. Mientras ambos caminan, el
Chullachaqui aprovecha para conversar y de esa manera lograr que el desdichado se
interné más y más en el bosque.

Por último, la criatura los abandona literalmente “en medio de la nada”, a fin de disfrutar de
la muerte lenta y dolorosa de esas pobres personas.

Los ancianos de las regiones selváticas del Perú describen al Chullachaqui como un
veterano enano que tiene el rostro cubierto de arrugas. Mientras camina, va marcando en
el suelo dos huellas completamente distintas.

La del pie derecho es completamente humana. Sin embargo, la que corresponde al pie
izquierdo, es igual a la de un animal. Su nariz es extremadamente larga al igual que sus
orejas.

Sus ojos están más juntos que los de una persona normal y su iris es de color rojo, tal y
como si se tratara de las llamas del mismísimo infierno.

Otras personas aseveran que al Chullachaqui le gusta robarle el dinero a los campesinos
con los que se topa por el camino, aunque muchas veces eso es solamente una travesura
pasajera, pues luego les devuelve las monedas y billetes, sólo que se los pone en otro
pantalón.

De igual forma, se lleva a los niños que no son atendidos por sus padres a jugar al bosque.
Ojo, en ningún momento queremos decir que esta criatura rapta a los pequeños, ya que al
igual que lo hace con el salario de los trabajadores del campo, también regresa a los
pequeños a sus casas cuando el sol se oculta.
Leyenda Peruana del Tunche

El Tunche es un personaje de leyenda que, de acuerdo a lo referido


por varias personas, es un ánima que transita en la oscuridad de la
selva peruana. Su misión principal es la de llevarse las almas de las
personas que se internen demasiado en la espesura del bosque.

Hay otros individuos que afirman que, con tan sólo verlo, se te
detendría el corazón en un instante. Por si esto fuera poco, hay
quienes afirman que El Tunche es bastante sigiloso y escurridizo, por
lo que nadie puede oír sus pasos.

Sin embargo, una vez que ya está lo suficientemente cerca de su


víctima, empieza a chiflar, para anunciar la llegada de la muerte. De
nada te servirá correr, pues, aunque tus piernas y pies se muevan lo
más rápido posible, una vez que has escuchado el silbido, su
tonalidad se hará más y más fuerte hasta que sucumbas ante la
presencia del Tunche.

Hay algunas leyendas relacionadas con este personaje, en donde se


dice que sus víctimas han logrado escabullirse. No obstante, una cosa
que no se debe olvidar es que la gente que ha conseguido huir, desgraciadamente ha
perdido la razón.

De igual forma, existen individuos que aseguran que el Tunche posee la capacidad de
transformarse en cualquier animal o cosa a excepción de sus pies, los cuales han sido
descritos como patas de cabra.

En lo personal, jamás he tenido la mala fortuna de encontrarme con una presencia extraña
en el bosque. A pesar de eso, en mi próximo viaje a Perú, les aseguro que seré más
precavido de lo normal.
Leyenda Peruana del Árbol de la Lupuna

Esta es otra de las leyendas


peruanas más afamadas. Para quienes
aún no lo sepan, el árbol de la Lupuna es
de un tamaño gigantesco y su principal
característica es que posee una forma muy
similar a la de un hongo.

Conjuntamente, en la parte baja del tronco


se puede apreciar un extraño
abultamiento. Según tribus antiguas
del Perú, dentro de este árbol habita un
espíritu (Vale la pena señalar que, en
algunos relatos, dicho ente es vinculado
directamente con una bruja malvada).

Son varios los testimonios en donde se dice que el árbol cobra la vida de las mujeres que
no han sabido “respetar” a la Lupuna. Es decir, que han utilizado su madera, para
calentarse o para hacer muebles.

Por si esto fuera poco, se tiene la noción de que de vez en cuando, la parte inferior del
tronco de ese árbol revienta. Éste hecho provoca un intenso sonido a lo largo y ancho de
la selva peruana, el cual dura un par de minutos. Sin embargo, transcurrido este lapso, el
tronco se cicatrice y vuelve a hincharse paulatinamente, hasta que de nueva cuenta se
repite el proceso.

En la actualidad, son muy pocos los árboles de este tipo que se pueden ver en las
regiones pobladas que se encuentran cercanas a la selva, pues los moradores han
decidido preservar esta clase de arboledas en su hábitat natural. También te pueden
interesar más leyendas cortas.
Leyendas Peruanas para Niños

Las leyendas peruanas para niños comprenden una serie de relatos escritos que tienen
como función principal el ser leídos por los infantes, aunque bien pueden ser disfrutados
por cualquier miembro de la familia, gracias a que justamente se trata de un compendio de
historias muy entretenidas.

Leyenda peruana para niños de la Yacumama


La Yacumama es una
serpiente que vive en la
región selvática del Perú.
Obviamente, los primeros
hombres en encontrarse de
frente con esta criatura,
fueron quienes vivían en
las zonas boscosas.

Fue gracias a ellos que hoy


en día podemos disfrutar
de esta
interesantísima leyenda.
Por lo que he podido
investigar, el nombre de
Yacumama, podría
traducirse al castellano como “Madre del agua“. Es por ese motivo que los lugareños
piensan que el lugar en donde esta serpiente nació fue nada más y nada menos que la
gigantesca laguna de Yarinacocha, ubicada en Ucayali.

Sin embargo, el lugar en donde prefiere nadar esta mítica serpiente es en la región que
lleva a la desembocadura del río Amazonas. Por cierto, los moradores de aquella zona,
argumentan que la Yacumama es un espíritu bondadoso que los cuida y los protege.

Algunos individuos la comparan con la anaconda, debido a su gran tamaño. Sin embargo,
se cree que esta culebra es mucho más grande, pues se piensa que su cabeza puede
sobrepasar los dos metros de ancho.

También la Yacumama es completamente ciega, por lo que no teme pasearse por aguas
turbulentas. En su boca almacena gran cantidad de agua, misma que es capaz de
expulsar con gran fuerza, como si se tratara de un potente chorro.

Con ello es capaz de derribar los árboles y plantas que se encuentran a su paso, para así
seguir su camino sin ser molestada.

Cuando tiene hambre, oculta su enorme cuerpo en el agua y sólo deja descubierta su
cabeza. Enseguida abre sus ojos y estos hipnotizan a sus presas, de tal modo que no
tienen manera de defenderse.

Luego los atrapa utilizando sus fuertes mandíbulas y los traga para luego devorarlos
lentamente. Una vez que termina de comer, la Yacumama puede permanecer quieta por
varias horas (incluso días).

La época del año en la que se le puede escuchar con mayor claridad, es cuando
comienzan las lluvias. Desgraciadamente, con el cambio climático que estamos viviendo
en la época actual, cada vez es más difícil escuchar el sonido que según los ancestros
peruanos producía la Yacumama.

Leyenda peruana para niños El Muqui

El Muqui es un gnomo o duende peruano que acostumbra


vivir en las minas que se encuentran en la sierra. El vocablo Muqui tiene su origen en la
voz antigua quechua murik que significa “quien se dedica a asfixiar”.

Otra traducción más reciente, nos indica que Muqui también podría ser entendido como
algo que “ahorca”. Llegados a este punto, no podemos dejar de señalar el hecho que las
primeras apariciones de este espectro o visión, se dieron en las minas de silicio. Por si no
lo sabes, este elemento químico es tóxico y al respirarlo periódicamente puede causar la
muerte.

Ahora bien, volvamos a lo que nos dice la leyenda. De acuerdo con esa historia, sabemos
que los mineros que lo han visto, lo describen como un ser de pequeña estatura, que tiene
algunas dificultades para caminar.

Tiene la peculiaridad de no poseer cuello. Es decir, su cabeza se encuentra unida


directamente al tronco. Su cara se encuentra cubierta por una espesa barba y su cabello
es de color dorado. Contrario a lo que pudieras pensar, su voz es tan grave como la de un
hombre corpulento.

Su vestimenta es prácticamente idéntica a la de un minero de épocas pasadas. Es decir,


sus botas son de cuero y en la parte superior lleva unponcho confeccionado en lana.

De vez en cuando, se dedica a hacer travesuras. Por ejemplo, les esconde a los
trabajadores sus utensilios de trabajo o provoca algunos ruidos, para que éstos se
espanten y salgan corriendo despavoridos.

Por último, se cuenta que quien consiga atrapar al Muqui, se convertirá en uno de los
hombres más ricos sobre la faz de la tierra, ya que, desde ese momento, el duendecillo se
convertirá en su esclavo y trabajará día y noche en la mina, hasta que su amo piense en
libertarlo.
Cuenta la leyen
fabulas, la liebre y la tortuga, fabulas largas

Había una vez una liebre muy veloz que, consciente de su capacidad, se burlaba
constantemente de los demás animales porque se creía superior a ellos.

El blanco preferido de sus ataques era una lenta tortuga, a la cual no dejaba de decirle
cosas hirientes.

-¡Pero vaya que eres lenta tortuga! Ten cuidado no seas muy vieja ya para cuando
llegues a tu destino de hoy. No vayas tan deprisa que te harás daño –decía
continuamente de forma burlona e irónica la liebre.

Al inicio muchos animales les rían sus gracias, pero al no disminuir estas y ser tan
constantes, muchos se sentían ya cansados de la liebre, a la que creían altanera,
prepotente y realmente pesada.

Cansada también de tanta burla, la tortuga un día se atrevió y le dijo a la liebre:

-Sabes, estoy segura que con toda mi lentitud podría ganarte una carrera.

-¿Cómo? –preguntó la liebre. –Qué puedes ganarme en una carrera, eso lo dudo.

-Pues mira –ripostó la tortuga-, hagamos una apuesta con el resto de los animales como
testigos y veamos quién se lleva el premio.

Segura de su velocidad y la lentitud del rival, la liebre aceptó el reto, aunque más que
eso lo consideraba un pan comido.

Pactaron iniciar la carrera enseguida y llamaron a la línea de partida al resto de los


animales del bosque.
Cuando se hizo la señal de arrancada la liebre se mantuvo alardeando con los demás en
la salida y dejó que la tortuga, con paso lento, tomase distancia.

Pasado un rato la liebre emprendió su carrera y ciertamente era veloz. En poco tiempo
rebasó a la tortuga, no sin antes proferirle insultos y tildarla de loca.

Cuando tomaba relativa ventaja, la liebre se echaba a un lado del camino a descansar o
hacer otras cosas y dejaba que la tortuga, que no se detenía nunca, le pasase con su
andar lento.

Esta operación la repitió muchas veces, confiada en que acabaría ganando la carrera en
un impulso final, sin importar cuanta ventaja sacase la tortuga.

Sin embargo, cuando le hubo sacado a esta mucha distancia en uno de los adelantos, vio
un frondoso árbol que proyectaba una rica sombra en la que descansar unos minutos.
Así lo hizo y tan bien y confiada se sentía, que terminó por dormirse.

Al despertar, la liebre se percató que la tortuga estaba casi llegando a la meta, razón por
la que echó a correr con suma velocidad.

No obstante, la velocidad en este punto ya no le era suficiente y la tortuga terminó


ganando la carrera, convirtiendo a la liebre en objeto de risa del resto de los animales,
que alababan a la primera por su perseverancia.

Desde ese día, la liebre aprendió a respetar a los demás tal y como son, y a no ser tan
orgullosa ni confiada.

El gato y su sardina, fabulas largas


Había una vez un gato amante de las sardinas, cuya torpeza le imposibilitaba obtener a
gusto su preciado alimento.

Un día, al no poder ingerir sardinas en casa decidió ir a la feria de la plaza, donde había
varios vendedores que ofertaban el sabroso pescado. Calculador, el gato se agazapó tras
un muro y esperó a que un vendedor se descuidase para saltar sobre una de las cestas y
robar tantas sardinas como pudiera.

Llegado el momento el felino saltó, pero su torpeza hizo que el hombre se percatase
enseguida y lo azorase con un palo, permitiéndole coger solo una pequeña sardina.

Frustrado, pero no del todo, el gato fue hasta un lago a calmar su sed. Tanto había
corrido para huir de los golpes, que antes de degustar el pescadillo sintió la necesidad de
beber del preciado líquido.

Cuando se disponía a hacerlo vio la imagen de otro gato en el agua con una sardina más
grande que la suya, lo cual le disgustó mucho y lo hizo lanzarse para atrapar aquella.

Sin embargo, tras mucho pelear comprendió que solo había visto su reflejo
distorsionado y agrandado, y que por la codicia había perdido hasta su sardina pequeña.
Otro día que pasaría sin degustar su alimento favorito.

El lobo hambriento, fabulas cortas


Esta historia ocurrió una mañana cuando el labrador había terminado de trabajar en sus
campos y llevo a los bueyes a que se refrescaran en el estanque. Después de beber agua
se dispusieron a descansar un poco pues estaban muy agotados por el peso de los arados
cuando de repente apareció un hambriento lobo en busca de alimento.

Este se fue acercando poco a poco al arado, y una vez allí empezó a saborear los bordes
del yugo para sentir al menos el gusto del sudor de los bueyes y así engañar a su
estómago. Comenzó suavemente pero era tanta el hambre que tenía que no se percató
que su iba metiendo su cabeza dentro del yugo. El hambriento lobo al percatarse de que
había quedado atrapado por el yugo comenzó a desesperarse porque no podía salir así
que empezó a correr en todas las direcciones. Mientras corría arrastraba el arado por
todo el surco que habían hecho los bueyes.

Un rato más tarde llego el labrador acompañado de sus bueyes y al ver lo que estaba
ocurriendo le gritó al lobo:

– ¡Maldito lobo! Que distinto sería todo si no tuvieses esas malas ideas de acosar a los
animales que nos ayudan en el campo a trabajar. Yo sería un hombre muy dichoso si
araras mis campos con la misma fuerza y rapidez con la que corres ahora desesperado
para liberarte de ese yugo tan pesado.

Moraleja: Cuando eres malo y tus intenciones no son buenas, aunque parezca que
actúas bien al final tu naturaleza te pone al descubierto.

Los sueños de una lechera, fabulas cortas


Había una vez una joven, hija de un granjero que iba al pueblo a vender leche, y
mientras trasladaba la vasija llena de leche, planificaba su futuro.

– Cuando termine de vender toda la leche, invertiré el dinero en trescientos huevos. De


estos una parte no va a nacer, pero de seguro que al menos 200 pollo tendré. Cada pollo
podrá ser vendido a precios altos ya que para la época para la que estén listos los precios
en el mercado habrán subido. Si logro esto tendré el dinero necesario para comprarme
un vestido de fiesta muy bello con el que podré asistir causando sensación. Al asistir a
los bailes tan hermosa lograré que todos los jóvenes me pretendan, pudiendo yo valorar
a cada uno de los presentes.

De repente tropezó con una piedra y cayó al suelo junto con el recipiente de leche el
cual se derramó completamente, destruyéndose también cada uno de los planes que
había hecho.

Moraleja: No debes desear tener una fortuna mayor pues nada de lo que tengas te
parecerá suficiente. No pienses en el futuro sin antes haber asegurado tu presente pues
solo así tu futuro tendrá resultados.

El lirón tacaño, fabulas cortas


Había una vez una familia topo que vivía muy próximo a la guarida de un lirón. Un día
el menor de los topos se acercó a la puerta del lirón y le dijo:

– Muy buenos días tenga usted Don lirón, mi mamá me ha mandado porque quiere que
usted le preste medio kilo de harina para hacer una pastel. A pesar de que don lirón era
muy tacaño le dio de muy mala gana la harina porque la señora topo en varias ocasiones
lo había ayudado.

Unos minutos más tarde volvió el pequeño topo a la puerta de don lirón para pedirle
medio kilo de azúcar. Esta vez don lirón no quiso acceder pero para no negarse en vez
de darle azúcar le dio sal.

Al llegar la noche don lirón volvió a sentir unos toques a la puerta, y cuando abrió vio a
la familia de topos completa y traían una torta y todos juntos dijeron

– ¡Muchas felicidades! Aquí le traemos este pastel que hemos preparado con mucho
amor para usted por su cumpleaños.

Don lirón se quedo muy asombrado al ver tal gesto y para demostrar su agradecimiento
accedió a comérsela después sin decir que la torta en vez de azúcar tenía sal.

Moraleja: Si eres de esos que les gusta engañar a los demás, en algún momento tu vas
hacer engañado.

Fabula de la amistad
Los dos enemigos

Dos enemigos viajaban en un mismo barco. Se odiaban profundamente, por lo que uno
iba en la popa mientras el otro estaba en la proa.

De repente y contra todo pronóstico se formó una fuerte tormenta que


irremediablemente haría sucumbir la nave. Consternado, el hombre que iba en la popa
preguntó al capitán: -¿Sabe usted que parte se hundirá primero?

A lo que el aludido respondió: Suele hundirse siempre primero la proa y luego el resto
del barco.

-Entonces moriré feliz, pues veré a mi enemigo sucumbir antes que yo –ripostó el
hombre de popa.

Esto molestó mucho al capitán, que no podía comprender cómo existen hombres
mezquinos, que prefieren disfrutar del sufrimiento de otros, aunque los odien, antes que
preocuparse por su propia estabilidad.

Dos ratonnes de clases diferentes, fabula de animales


Había una vez un ratón campesino cuyo amigo era otro miembro de la corte al que en
una ocasión invitó a comer a la campiña. Este solo lo podía ofrecer trigos y yerbajos por
lo que su amigo el cortesano le dijo:

– Esta vida que llevas es como la de una hormiga, mientras que tengo muchísimos
bienes. ¿Por qué no vienes conmigo y tomas todo lo que quieras?

Los dos ratones fueron camino a la corte y al llegar el cortesano le mostró miles de
delicias a su amigo, higos, trigo, legumbres, queso, miel y frutas.

El ratón campesino al ver tanta comida bendecía una y otra vez a su amigo y maldecía
su pobre vida. Cuando ya estaban preparados para comer, entró un hombre y los dos
ratones muy asustados corrieron sin parar hacia el agujero para esconderse.

Pasado un rato regresaron en busca de higos secos y nuevamente otra persona llegó al
lugar provocando gran temor en los pequeños roedores que volvieron a la rendija con
mucho temor. Después de esto el ratón campesino le dijo a su amigo suspirando y
dejando a un lado su hambre:

– Me marcho, adiós amigo mío, es verdad que tienes mucha comida y muy deliciosa;
pero son tantos los peligros que tienes que afrontar para poder comerla. Sin embargo, yo
podré vivir como una hormiga y solo comer cebada y trigo pero sin temor alguno.

Una fabula de amor,fabulas de amor


Dios estaba inmerso en una gran faena en su taller y un grupo de ángeles, curiosos por
lo que estaría haciendo el Señor, se acercó a él a interrogarle al respecto.

– ¿Qué estás haciendo padre?

-Mi mayor creación –respondió Dios.

-Sí. ¿Qué es exactamente? –preguntaron a coro los ángeles.

-Bueno –dijo Dios-, es un ser que dispondrá de cuatro pares de ojos y seis brazos.

Los ángeles no dieron crédito a esto y con extrema sorpresa preguntaron:

-¿Pero para que querrá ese ser ocho ojos? ¿Acaso no son muchos?

Con su paciencia característica, sin molestarse por tantas preguntas, el Señor explicó:

-Con un par de ojos será más capaz que cualquier otro ser de apreciar lo bello del
mundo que le rodea. Otro le permitirá entender todo lo que suceda a su alrededor, es
decir, las acciones de todo lo creado por mí. Mediante el tercero será capaz de leer los
pensamientos, eso que no se dice con palabras y sale de lo hondo del corazón, y con el
cuarto par podrá descubrir mi presencia en los grandes detalles de la vida, como la paz
que desbordan los niños mientras duermen.

-Está bien, suena maravilloso –dijeron los ángeles. Pero con su curiosidad aún en alza
volvieron a preguntar: -¿Y los seis brazos para qué?

Imperturbable igualmente, Dios volvió a explicar:

-Dos brazos serán para servir en todas las tareas hermosas de la vida, las simples y las
complejas. Otro par le permitirá acunar a todos mis hijos, acariciarlos en todo momento
que estos lo requieran y dar amor, cariño y ternura. Los restantes dos son los que le
servirán para levantar a los hijos cada vez que caigan, así como para combatir frente a lo
injusto.

Cada vez que Dios explicaba los ángeles se mostraban más asombrados. Ciertamente,
parecía que esta sería la mejor obra del creador supremo.
-¿Será inteligente este ser padre? –preguntaron de conjunto.

-Sí –respondió Dios. Será capaz de entender todos los temas complicados y apreciar la
belleza de la poesía, así como de hallar siempre la luz aunque parezca que la oscuridad
reinará irremediablemente.

-¿Pero para qué en específico lo concibes? ¿Qué funciones le darás? –volvieron a la


carga los ángeles y una vez más fueron respondidos.

-Esta creación estará bendecida por mí para calmar el llanto de los niños, alentar a los
emprendedores, perdonar a los que se equivocan, y acompañar en todo momento incluso
cuando no esté ya físicamente o en vida.

Los ángeles no comprendieron lo que quería decir con exactitud el Señor en todas las
descripciones que había hecho. Su obra se veía magnífica, pero parecía muy débil y
poco contundente para todos los atributos y funciones mencionados.

En tal sentido manifestaron sus inquitudes a Dios, quien les dijo:

-Mi creación luce frágil, pero tiene una fortaleza envidiable para cualquier otra de las
que he hecho antes. Puede aguantar la mayor parte de las calamidades de la vida y
nunca permitirá que sus hijos y seres queridos que le rodeen se vean envueltos en
abrumadoras vicisitudes.

Aún intrigados, y seguros de que aquello que presenciaban era la mayor obra de su
padre, los ángeles finalmente preguntaron:

-Padre, ¿qué es exactamente? ¿Cómo la llamarás?

A lo que Dios rápidamente y henchido de orgullo por su creción respondió:

-Su nombre prevalecerá por siempre en la historia de los hombre. Por ello tendrá el
mejor nombre posible. Se llamará Madre y será lo más grande en la humanidad.

El conejo perico, fabula para niños


Había una vez un conejo muy astuto y travieso llamado Perico, que tenía un espléndido
pelaje color blanco y una bella y arreglada casita, en la que era muy feliz.

Perico tenía por costumbre ir cada tarde a un profundo pozo en el que se tiraba a
descansar mientras tomaba el sol y bebía rica agua cada vez que la sed asomaba a su
cuerpo.

Sin embargo, un día esta costumbre de Perico le trajo una mala pasada. Resulta que
cerca de allí pasó el malvado lobo, que con su escopeta y fiereza tenía asustados a todos
los animales de la comarca, a los que robaba sus pertenencias.

Aquel que se resistiese a las amenazas del malvado animal podía pagar con su vida o, en
el mejor de los casos, llevarse una fea herida producto del perdigonazo que el lobo les
lanzaba con su arma.

Tan cerca estaba el lobo de Perico ese día, que este no vio cómo evitar al fiero animal y
entendió que lo mejor era pensar un buen plan y rápido.

Así, cuando el lobo llegó al pozo ya el conejo lo tenía todo ideado.

-Dame todas tus pertenencias sin chistar o pagarás con tu vida –dijo con fiereza el
temido animal.

Pero Perico hizo como si no lo hubiese escuchado y fingió estar llorando y


lamentándose por algo mayor que el resto de sus pertenencias.

-¿Por qué precisamente hoy tenía que pasarme esto a mí? –gemía Perico.- Venir a
perder exactamente hoy mi gran medalla de oro.

Al escuchar hablar de oro el lobo se desentendió de todo lo demás.


-¿Cómo que oro? ¿Qué medalla? ¿Dónde? –preguntaba incoherentemente a Perico.

Astutamente este le dijo:

-Una medalla de oro muy grande que mi familia siempre ha poseído y que tontamente
se me ha escabullido de las manos, para ir directo al fondo del pozo. Tendré que
sumergirme y buscarla.

-Alto ahí orejón –ordenó el lobo. –La buscaré yo pues será para mí esa medalla, así que
quieto, no te muevas y explícame sin chistar dónde exactamente se cayó.

Sin pensarlo el lobo se desprendió de su ropa y escopeta, y descendió al fondo del pozo.

Buscó y buscó, pero no hallaba nada, solo escuchaba la bulliciosa risa de Perico, que lo
había engañado fácilmente.

-¿De qué ríes? –preguntó a Perico.

-Pues vea usted, me río de que vino a robarme y ahora será usted el dañado. Me llevaré
sus ropas y su escopeta, y más nunca asustará ni robará a ningún otro animal –explicó el
conejo, que dicho y hecho, dejó desnudo y desarmado en el fondo del pozo al tonto
lobo.

Cuando este pudo salir del pozo fue motivo de burla por andar desnudo. Más nunca
estafaría ni haría temer a nadie más, y todo gracias a la astucia del conejo Perico.

Leyendas piuranas

EL CABALLO DEL DIABLO (LEYENDA)


Cuenta la gente más anciana del poblado de Ixcapuzalco, Guerrero, que hace muchos
años, cuando las calles eran de tierra algunas y otras empedradas, a las doce de la noche
en punto salía un jinete vestido de negro montando un caballo del mismo color, el cual
echaba fuego por los ojos y sacaba humo de sus fauces cuando resoplaba.

Este jinete misterioso salía por el rumbo de la antigua escuela primaria del pueblo, que
ahora está convertida en colegio de bachilleres. De ahí se encaminaba por la calle
Constitución, que es una de las principales de Ixcapuzalco y que va a dar directamente
al zócalo. Llegando a ese lugar, el jinete de negro hacía bailar a su caballo durante
varios minutos, y sólo se escuchaba el ruido que sus cascos hacían al chocar contra las
piedras y el relinchido salvaje que emitía el caballo de vez en cuando, el cual hacía
temblar de terror a los vecinos que lo escuchaban.

Ya nadie quería salir por las noches, por temor a encontrarse con ese jinete. Pero la
gente le tenía más miedo al caballo que al jinete pues, dicen, en varias ocasiones el
caballo cabalgaba solo, sin jinete, trotando por las calles del pueblo y causando el terror
de los habitantes, quienes en muchas ocasiones llegaban a ver al caballo negro pero,
otras veces, sólo oían el ruido de los cascos del equino, pero no veían al animal, pues
éste se volvía invisible, lo cual daba más miedo aún a los pobladores.

La gente empezó a murmurar que era el caballo del diablo aquel que se aparecía por
esas calles para aterrorizar a los habitantes, ya que el lugar por donde salía y se
ocultaba, dicen, era un antiguo panteón, donde muchos revolucionarios que lucharon al
lado del general Pedro Ascencio Alquisiras en la época de la lucha por la
independencia, fueron enterrados en ese sitio. Y es por ese motivo que el caballo del
diablo cuidaba a esas almas, para que no se las fueran a quitar, pues él creía que le
pertenecían por haber muerto sin confesarse y por haber sido enterrados sin la bendición
de un sacerdote.
Así que un día las personas más ancianas se reunieron y pidieron ayuda al cura del
pueblo, para que fuera a bendecir ese lugar y para que rezara por las almas de los
difuntos enterrados ahí. Así lo hizo el cura durante varios días; rezó por el descanso de
las almas de los difuntos y bendijo el lugar con agua bendita. Poco a poco empezaron a
cesar las apariciones del caballo maldito, hasta que un día desapareció para siempre, con
lo cual volvió la tranquilidad al pueblo de Ixcapuzalco.

Leyenda el médano Blanco

En el distrito de Sechura, en el desierto, a unos veinte kilómetros de la población, se


encuentra un inmenso médano, que por la blancura de sus arenas le llaman médano
Blanco.

Este es muy alto, nadie puede subirlo, porque dicen que está encantado.

Está rodeado de forraje y cuentan los pastores que habitan por allí, que siempre oían
tocar un tamborcito pero que nunca llegó a ser descubierto quién lo tocaba. En el centro
del médano hay corales y cosas de oro, por eso la gente quería subir; y apenas habrían
subido cinco a seis metros, comenzaban a hundirse; y como tenían miedo, no
continuaban.

Cuenta la leyenda el médano Blanco que dos señores, yendo por esos lugares se
perdieron del camino. Cuando se dieron cuenta que estaban perdidos ya habían
caminado bastante; tenían sed y no encontraron dónde tomar agua.

Caminaron más y más, buscando cómo orientarse. De pronto, vieron un río, se alegraron
y se dirigieron a él. Cuando llegaron hicieron beber a sus caballos. Ellos llevaban dos
depósitos y también los llenaron de agua. Creían que era el río de Batán, que pasa cerca
de Sechura; pero como estaban cansados, se quedaron a descansar y se durmieron.
Cuando despertaron, cuál sería su sorpresa al ver que el río era un médano; los
depósitos que llenaron de agua estaban llenos de arena. Estaban encantados; este
médano era el famoso médano Blanco, y no sabían cómo llegaron a él.

Dicen que en época de Semana Santa aparecen varios de esos llamados “encantos”,
junto al médano; también dicen que aparece un patito; y creen que este fue una persona
que por curiosa subió al médano y se quedó encantada. Algunas veces el patito aparece
en los ríos, transformado en patito de oro, y cuando encuentra alguna persona buena,
sale a hablarle, diciéndole que en tal o cual lugar hay un tesoro reservado para él.

La viuda negra

Esta leyenda viene del sur específicamente Chile y Argentina,


en la cual hablan de un espectro al cual llaman la viuda o la viuda negra, la descripción del
relato de quienes se han cruzado con este ser suele variar en algunos detalles sin embargo
tienen similitud en su apariencia básica.

Los relatos la describen como una presencia femenina, alta y delgada siempre vestida de
negro o con un velo negro que casi la cubre en su totalidad, quienes vieron su rostro la
describen en un estado de descomposición muy avanzado con una mirada perdida que parece
estar recluida en sus pensamientos ensimismada o dirigiendo su atención a algo a la lejanía,
presentándose muy entrada la noche parada a un lado del camino o a la mitad de la cuadra en
caso sea un pueblo o localidad.

Se le aparece siempre a los hombres de los cuales aparentemente se quiere vengar pero nunca
a las mujeres ya que se dice que las detesta, a pesar que su presencia suele llevar a la muerte a
aquel que este espectro haya elegido, haciéndole caer en profundos barrancos u cosas
parecidas, también ha habido el caso donde encontró a su víctima por un tramo del camino
obligándolo con una fuerza sobrehumana a tener relaciones con ella desgarrando sus
vestiduras, arañando todo el cuerpo y haciéndole entrar en un estado de desorientación como
si estuviera ebrio y una vez satisfecha lo dejaba irse desapareciendo en la oscuridad de la
noche.

Al parecer y según los relatos más antiguos sobre este espectro es que sería un alma en pena
de la que antes fue una mujer o una bruja, quien estuvo casada así como muy enamorada pero
al morir su pareja enloqueció en la tristeza, su corazón se llenó de pena y rabia por haber
creído en el amor eterno es por esto que decide vengarse de los hombres. Haciendo un pacto
con las fuerzas oscuras su venganza llego a niveles insospechados pues continuo incluso más
allá de su muerte, es por eso que antiguas historias la ubican en con jinetes que tuvieron que
cabalgar durante la noche encontrándose para mal con este espectro. El caballo caía ante una
especie de embrujo encabritándose y negándose a obedecer a su jinete, entonces ella subía
junto a él y conduciendo el caballo hacia que este se accidentara o cayera en un precipicio en
la oscuridad.

Un relato del sur de Argentina nos lo narra Carlos Vega Delgado:

Esa noche el viento soplaba huracanado en “Porvenir”. Pedro Mansilla caminaba tambaleante
enfrentando tal clima adverso y por las copas de más que había bebido en el bar del pueblo.

En su estado etílico caminaba hacia su hogar pensando que explicaciones daría a su mujer que
la mitad de su paga de la esquila había quedado sobre la mesa del bar por solo aceptar una
partida de cartas, que de a poco se fue haciendo cada vez más extensa tratando de recuperar
lo perdido y a la par de más copas. Mientras caminaba escuchaba ruidos que se confundían
con los ruidos habituales de ramas y hojas que se mecían producto del clima tormentoso que
se estaba viviendo. La nieve y las ramas formaban sombras fantasmales, pero en un momento
sintió un lamento y grito de desesperación de un niño. Tal fue el miedo que sintió que se
estremeció hasta los tuétanos, tal fue el miedo que decidió bajar a la calzada, para tener más
oportunidad de escapar por si algo se le presentase. Al llegar a la esquina levanto la cabeza y
vio una mujer gigantesca cubierta por una túnica negra, de pronto este espectro se abalanzo
sobre él y al abrazarlo grito: – Ayy! Lo mataron. Hace muchos años. Y me dejo Sola.

Al verse atrapado por tal figura fantasmal intento separase de ella con todas sus fuerzas y ella
abrazándolo grito de nuevo: – Solo besos lo salvaran y yo podré descansar en paz-, decía
intentando besarlo con su boca putrefacta.

La viuda negra tenía su nariz con las cuencas vacías y de pronto Pedro vomito por el asco
interminable que sentía, al fin cuando pudo desprenderse salió gritando y corriendo hacia su
casa. A la vez rompió la quietud que hasta ese momento se vivía en el pueblo.

Al día siguiente todo el pueblo no hablaba de otra cosa sino de la que le había sucedió a Pedro,
de ahora en más hasta los más incrédulos pensaban dos veces quedarse en la calle hasta la
noche por medio de enfrentarse con la muerta que rondaba de noche.
El Espíritu del Cerro Aypate
Una vez llegó al cerro de Aypate una comitiva de gente. Así el cerro escogió en la comitiva
a una jovencita de 18 años. Allí encontró una mano de batán. De oro puro. La muchacha
regresó sin decir nada. Pero pocos días después se volvió loca y se fue al cerro. Se fueron a
buscarla los parientes, pero no dieron con ella. La encontraron, en fin, que estaba casi
desnuda, como fiera. Y así debía de ser porque el Cerro la había escogido. Llamaron a un
“maestro” para que hablara con Aypate y le hiciera devolver la razón a aquella pobrecita .
Era un maestro muy conocido el que vino con Aypate, y el cerro le dijo que para devolver la
sombre a la muchacha era preciso pagar con un cuy de siete colores. Con ese cuy que le
pagaron al Cerro se pudo deshacer el encanto y devolver la razón a la joven. Para que el
Cerro hable hay que hacer mesada con un maestro buenazo que sepa preparar San Pedro de
siete hilos que es el mejor. Hay que extraer la mesa y que haya hombres machos que tomen
San Pedro. Y es preciso que sean fuertes porque de repente se encuentran con el “Cholo
Viejo” (El Inca o el poder personificado del Cerro) que ataca y entonces hay que agarrarlo.
Si uno no está fuerte y lo atacan se vuelve loco y puede morirse pues el cholo le saca la
sombra.
Médano Blanco
Las leyendas relatan que la gente en Viernes Santo suele encontrar algunas cosas en esta
zona, que se ubica al Este de la ciudad de Sechura, y que difícilmente hallarían en otros días
del año. Detallan también que a las 03:00 p.m. si usted se encuentra sobre la cima de la
loma se escucha un fuerte estruendo y se debe salir rápidamente del lugar.
Afirman que a esa hora se abre la tierra y se produce el encanto, que son apariciones que sin
razón aparente atraen a las personas en contra de su voluntad para luego desaparecer o
perder la noción de lo que se ha hecho.
Recuerdan que en la época que estaban buscando petróleo, los norteamericanos llegaron con
maquinaria pesada para afirmar el lugar; sin embargo, al retomar las labores al día siguiente
nuevamente se hallaban las lomas de tierra como si no se hubieran realizado trabajos
anteriores.

Zona de Reventazón

En este sector refieren que antiguamente los barcos se encallaban sin razón aparente a pesar
que la tripulación tenía un rumbo marcado. Según los relatos de los mismos moradores, un
señor conocido como Carmen Namuche Zapata era quien solía auxiliar a las personas que
se quedaban varadas hasta que alguien llegara en su auxilio.
Refieren que en la zona existe un encantó pues las grandes embarcaciones eran atraídas por
una especie de imán y no se volvía a saber de la embarcación, sin explicarse el por qué de
esto.

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