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1 Historia
o 1.1Esfigmomanómetros
2 Características
3 Funcionamiento
4 Fuentes
Historia
Karl von Vierordt planteó en 1855 que se podía calcular la presión necesaria para
obstruir una arteria. Un año antes había creado el esfigmógrafo que transmitía el
movimiento del pulso desde una palanca a muy larga distancia hasta un
quimógrafo con papel ahumado. Si bien no tuvo éxito con su equipo, logró dejar la
idea del registro no invasivo calculando la presión necesaria para obliterar la
arteria, que fue la base de todos los aparataos que hoy empleamos para medir
la presión arterial.
Vierodt ideó un método exacto para contar glóbulos rojos y también inventó un
hemotacómetro que media la velocidad de la sangre.
Usando como medio de registro el quimógrafo de Ludwig en Francia, Etiene Jules
Marey (1830-1904), inventor de la cámara de cine, registró el pulso y la presión
sistólica con un ingenioso aparato basado en un tamborcito o cilindro hueco
cubierto en un extremo por una delgada membrana de hule. El pequeño tambor
tenía una entrada por la cual pasaba aire o líquido a presión y hacía oscilar la
membrana. El equipo recibió el nombre de esfigmómetro de Marey y fue empleado
durante años por los investigadores de la época.
Valiéndose de la observación clínica detallada y del hallazgo
del microscopio, Richard Bright (1789-1858), describió una enfermedad renal
crónica: la pilonefritis crónica, enfermedad que lleva su nombre, capaz de causar
hipertrofia cardiaca.
En las décadas de 60 y 70 del siglo XIX empleando el esfigmómetro de
Marey, Ludwig Traube (1818-1856) y antes que él, William Sembouse
Kirkes (1822-1864), describieron la relación entre el riñón, el corazón y
la apoplejía, esta últimas la atribuyeron a la ruptura de pequeños vasos
cerebrales. Kirkes se hacía las siguientes preguntas:
“¿Qué relación guardan las enfermedades del riñón, del corazón y de las arterias
entre sí? ¿Qué comparten, que causa la apoplejía?”
Y se respondía “ […], Creo que la afección de los riñones es la causa primaria ,
ellas tienen entre sus más frecuentes y permanentes acompañantes a la
hipertrofia del ventrículo izquierdo[…], de las varias explicaciones de este hecho
patológico, la más probable quizás es aquella que se refiere a la sangre alterada
en su constitución […], la manera de moverse con menos facilidad por los
capilares sistémicos y por tanto requerir una mayor presión y, consecutivamente,
un incremento del crecimiento del ventrículo izquierdo para efectuar su
transmisión”.
Unos años después, Akbhbar Mahomed (1849-1884) y Cliford Albutt (1816-1890)
en Inglaterra le llamaron a esa “mayor presión “mencionada por Kirkes;
hiperpiesia. Finalmente en 1889, Huchard introdujo el término Hipertensión.
Esfigmomanómetros
El médico austriaco Samuel Siegfried Karl Ritter von Basch (1837-1905) nacido
en Praga, pero que estudió y vivió en Austria, diseñó el primer esfigmomanómetro
de mercurio para la medida no invasiva de la presión arterial. Diseñó tres modelos
de esfigmomanómetros, aunque el más útil fue el que tenía una columna de
mercurio y consistía a una bolsa de agua conectada a un manómetro, el
manómetro servía para medir la presión necesaria para obliterar el pulso arterial.
La palpación del pulso radial permitía establecer cuando dejaba de pasar
la sangre y así se medía por palpación del pulso la presión sistólica. Los médicos
de la época consideraron ineficiente e inexacto el aparato de von Bash y su uso no
trascendió, pero sin dudas fue el precursor inmediato del que diseñó Rivas Rocci
en Italia en 1896 y que, en definitiva sigue siendo el más exacto de los
esfigmomanómetros externos.
A von Bash se le atribuye haber ideado un esfigmomanómetro de resorte que fue
el precursor del actual equipo aneroide.
Características
Constan de un manguito con una bolsa de goma, de forma rectangular, que se
puede inflar y que está forrada por un género grueso, de mayor longitud, de modo
que sea posible rodear el perímetro del brazo. Con un sistema de fijación se evita
que el género se distienda al aumentar la presión dentro de la bolsa de goma, y de
esa forma el brazo se comprime. Las presiones se registran en una escala, que
puede ser de mercurio, un reloj, o una pantalla, según el sistema usado.
Funcionamiento
Al aplicar la manguita en el brazo, ésta debe quedar en el tercio medio, y el borde
inferior, 2 a 3 cm por encima del pliegue antecubital. No debe quedar suelta, sino
que ajustada y segura. La mitad de la bolsa de goma debe ubicarse por donde
está pasando la arterial braquial (humeral). El brazo debe estar desnudo, sin ropa
que comprima o dificulte la colocación de la manguita.
Se prefiere tomar la presión arterial en el brazo, estando el paciente sentado, y
teniendo el brazo apoyado sobre una mesa. La manguita debe quedar a la altura
del corazón, ni más alto, ni más bajo, ya que esto influye en la medición. Conviene
que el paciente esté cómodo, con su musculatura relajada. Las contracciones
musculares interfieren con la medición. La manguita debe ser proporcional al
tamaño de la extremidad. En personas obesas (y cuando se toma la presión en el
muslo), se deben usar manguitas más grandes. Si esto no se cumple, se tienden a
registrar presiones más elevadas.
La presión conviene medirla por lo menos unas dos veces, separadas entre ellas
por 30 o más segundos. La presión que se registra en posición sentado puede ser
un poco más alta que en decúbito supino. Las mediciones que se efectúen en
controles posteriores conviene hacerlas en la misma posición para facilitar la
comparación.
La presión sistólica normal oscila entre 100 y 140 mm de Hg y la distólica entre 60
y 90 mm de Hg. La diferencia entre ambas se llama presión de pulso y
habitualmente es de 30 a 40 mm de Hg. Se considera que un paciente está
comenzando a ser hipertenso cuando su registro es igual o mayor que 140/90 mm
de Hg. Las preocupaciones y la agitación con la que un paciente llega a su control
pueden determinar que la presión se le eleve. Para evitar esto, es conveniente
hacer la medición hacia el final del examen físico y tratar de ganar la confianza del
paciente. Cuando existe una arritmia acentuada, como ocurre en paciente en
fibrilación auricular, la determinación de la presión arterial es más difícil.
Fuentes
Vázquez Vigoa, Alfredo et al. Percepción de la hipertensión arterial como factor
de riesgo: Aporte del día mundial de lucha contra la hipertensión arterial. Rev
cubana med,
Categoría:
Salud