¿Cuáles son las características de la educación en Singapur?
Singapur ha pasado de ser un país en desarrollo a convertirse en una economía
industrial moderna en apenas 40 años. En este mismo contexto de crecimiento y evolución, su sistema educativo lleva una década situándose como uno de los mejores del mundo en las clasificaciones internacionales: obtuvo el segundo puesto en PISA 2012 y el informe Pearson lo sitúa en el tercer puesto mundial. Desde 1997, además, ha desarrollado el programa “Thinking Schools, Learning Nation” (Escuelas que piensan, Nación que aprende), basado en personalizar la educación adaptándola a las necesidades y capacidades de cada alumno. Te explicamos las claves que pueden estar tras el éxito de la educación en este pequeño país asiático.
10 características de la educación en Singapur
1. La educación se ve como un pilar esencial en el desarrollo del país. Desde que
la antigua colonia británica adquirió la independencia en 1945, Singapur ha afrontado la educación y la inversión en este sector como un impulso imprescindible para la mejora económica y social. Ni siquiera en los últimos años, con la crisis económica mundial, se ha recortado en esta área. Además, es una filosofía que sostienen Gobierno, sociedad y empresa, con lo que el compromiso es fuerte y compartido. 2. El sistema educativo se basa en la meritocracia y la competitividad. Se busca la máxima cualificación de los alumnos para que en un futuro sean trabajadores muy preparados y se conviertan en la principal fuerza económica de un país que no cuenta con recursos materiales. Es por ello un sistema exigente y muy competitivo que prima la eficiencia frente a la equidad, organiza a los alumnos según su desempeño académico y promociona a aquellos que logran mejores resultados. Son habituales las clasificaciones de alumnos por clases, una práctica que tiene como objetivo informar a los estudiantes de su posición para que puedan mejorar, pero que puede presionar duramente a aquellos que se sitúan en los últimos puestos. A esto se une la presión de la propia sociedad y de la familia, que exige los mejores resultados a sus hijos. 3. El objetivo es que los alumnos aprendan, no memoricen. El currículo y el enfoque del sistema de enseñanza-aprendizaje tienen como objetivo que los estudiantes se hagan preguntas y busquen sus propias respuestas, opten por nuevos caminos y piensen de maneras diferentes, de forma que estén preparados para resolver los retos que se les plantearán en el futuro y convertirlos en oportunidades. Es probable que esto explique el primer puesto obtenido por los alumnos de Singapur en el área de resolución de problemas de PISA 2012. 4. Se apuesta por un aprendizaje flexible y diverso. El sistema educativo está en pleno proceso de evolución. El objetivo es ofrecer a los estudiantes diversas opciones para que puedan elegir las que más se ajustan a sus intereses y a su forma de aprender. Las escuelas pueden adoptar diferentes programas u ofrecer distintas asignaturas de libre elección, y existen centros independientes especializados en áreas concretas, como matemáticas o ciencia y la tecnología, arte o deportes. Además, los estudiantes pueden avanzar niveles o cambiar de curso según su ritmo y sus cualidades. Se busca así que el aprendizaje sea integral, los estudiantes se impliquen en el proceso, descubran sus talentos y desarrollen sus habilidades al máximo, tanto en el ámbito estrictamente académico como en el artístico o el deportivo. 5. Las escuelas tienen mucha independencia. El currículo es común, pero el Gobierno ha descentralizado la educación de manera progresiva para dar mayor libertad y autonomía a los centros escolares, que se organizan de forma geográfica. La antigua inspección educativa se ha sustituido por un modelo de excelencia escolar en el que cada centro establece sus metas y objetivos y evalúa sus avances anualmente. Cada seis años se realiza una evaluación externa. 6. Las evaluaciones oficiales definen el camino educativo de cada alumno. Al terminar la educación Primaria, los alumnos realizan un examen oficial que decide la modalidad (exprés, normal-académica y normal-técnica) y el tipo de educación Secundaria que realizarán, dependiendo de sus capacidades. Y al culminar la Secundaria, hacen frente a un segundo examen oficial que les deriva a estudios universitarios o vocacionales. Los alumnos con mejores calificaciones en estos exámenes acceden a las mejores escuelas, universidades y centros de formación profesional. 7. Los profesores son muy valorados y están muy preparados. La docencia es una profesión con gran prestigio social, se busca a los mejores para la carrera docente y los salarios que cobran son altos. En los centros educativos los maestros cuentan con todos los recursos necesarios y se fomenta su colaboración y reflexión continua sobre la labor del profesorado. 8. Se evalúa e incentiva a los docentes. A los profesores se les exige tanto como se les valora. El Sistema de Gestión del Rendimiento Mejorado (EPMS, en su sigla en inglés) trata de sacar el máximo partido de las capacidades y aspiraciones de los docentes. Un proceso de evaluación anual señala objetivos, mide el rendimiento del profesorado según las competencias establecidas y ayuda a los docentes a identificar sus áreas de crecimiento y desarrollo. Según los resultados, se incentiva económica y profesionalmente a los docentes que han evolucionado de manera positiva y se da formación a aquellos que lo necesitan. En consecuencia, los docentes avanzan por méritos en su carrera ya sea en un itinerario educativo (dentro del propio sistema escolar), de liderazgo (puestos de gestión y dirección) o de especialista sénior (docentes que se especializan en ciertas áreas que abren nuevos caminos en la educación). 9. El bilingüismo es obligatorio. Una de las primeras medidas que puso en marcha el Gobierno de Singapur tras la independencia fue la inclusión del inglés desde Primaria como idioma obligatorio en la educación junto a la lengua materna (chino, malayo o tamil). Con ello se busca una mejor competitividad de los futuros trabajadores en un mundo global donde el inglés es esencial. 10. La formación profesional es muy importante. Cerca del 70 % de los estudiantes accede a la formación técnica o vocacional frente a la universitaria. Este tipo de formación se realiza tanto en el Instituto de Educación Técnica (ITE) como en centros politécnicos y se cuida especialmente, ya que permite preparar a buenos trabajadores en los distintos campos y áreas del sector servicios que necesita el país.
¿Cómo es el sistema de evaluación en Singapur?
Evaluación del alumnado: Los alumnos del sistema educativo de Singapur están en constante evaluación. Como ya hemos visto en entradas anteriores, los alumnos se someten a un riguroso examen nacional al finalizar la primaria. Mediante este examen las escuelas identifican las capacidades de los estudiantes, los cuales son ubicados en diferentes programas académicos. Al finalizar la primera etapa de secundaria, los estudiantes se someten a otro examen, con el resultado del cual pueden encauzar con mayor precisión el camino hacia la universidad o escuelas técnicas o vocacionales. Los estudiantes de este país desarrollan la interdisciplinaridad basada en 5 competencias, no solo en las básicas, que es matemática, compresión lectora y ciencias, sino que también las competencias de (afectivas, laborales, ciudadanas y tecnológicas). Y además la evaluación es 3 veces cada año, supervisando las metas y objetivos deseados. Evaluación del sistema - Búsqueda de la calidad: Es indudable que el sistema educativo de Singapur es de alta calidad. Para lograrlo, el Ministerio de Educación ha creado un sistema estándar de evaluación de la calidad que se aplica en instituciones públicas y privadas (Singapur Quality Class – SQC). El SQC evalúa el reclutamiento de estudiantes, los recursos de aprendizaje que posee el centro, sus programas educativos, la plantilla docente, la ayuda al alumno, las políticas de pago y transferencia, los procedimientos de queja y la evaluación estudiantil. Profesorado: Un pilar fundamental de la educación en Singapur son los docentes los cuales están orgullosos de serlo, ya que en Singapur está considerada una profesión de máximo orgullo. En este pequeño país sólo los estudiantes más cualificados y con mejores resultados académicos pueden ser docentes. El proceso es selectivo y los salarios son altos, ya que están equiparados con los de profesiones de alto prestigio. De hecho, para ser profesor en Singapur se requiere pasar por cuatro etapas dentro de un proceso de reclutamiento. La primera etapa, lo que consideraríamos el reclutamiento de los futuros profesores en Singapur se conoce por ser un proceso riguroso y centralizado; el cual no solo considera cualidades académicas sino personales. El objetivo final de este proceso es poder seleccionar a los mejores alumnos para obtener profesores de calidad, así 1 de cada 10 candidatos finalmente ingresa a estudiar pedagogía. La segunda etapa consiste en una entrevista con el propio Ministerio de Educación o con un director de escuela, ya que todos los profesores de primaria y secundaria de las escuelas a cargo del Ministerio, son considerados como funcionarios públicos a cargo de éste. La tercera etapa, considera una inserción del futuro profesor en una escuela para observar si éste está realmente motivado y si la docencia es lo que quiere hacer a lo largo de su vida profesional. Cuando entran al programa de formación docente en el National Institute of Education (etapa 4) deben firmar un contrato, ya que son 100% becados en sus estudios, por lo tanto se comprometen a terminar la carrera. Si esto no sucede, deben pagar los años cursados de sus estudios. El National Institute of Education (Instituto Nacional de Educación - INE) es la única escuela de educación que forma a los profesores en Singapur. Esta institución está directamente relacionada con el Ministerio de Educación, ya que pertenece a una universidad pública, la Nanyang Technological University (NTU). Actualmente Singapur cuenta con 30.800 profesores de primaria y secundaria. La clave de la formación de los docentes es el seguimiento y la formación continua, ya que consideran que es la única manera de lograr competitividad. Dentro de lo que ellos consideran como el desarrollo profesional y la cultura docente, los profesores tienen el derecho (pero no la obligación) de asistir a 100 horas de perfeccionamiento, a través de diversos cursos según sus propios requerimientos, durante el año. La escuela, donde esté trabajando, debe estar al tanto y acomodar al profesor los horarios y el financiamiento adecuado para el desarrollo del perfeccionamiento profesional de éste. Está considerada una profesión prestigiosa con un salario similar al de un ingeniero, sueldo que se complementa con bonificaciones y beneficios en función del ranking que consiga la escuela, de los resultados de los alumnos y de la antigüedad.