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CARACTERISTICAS DE LA FAMILIA DISFUNCIONAL

1. Padres deficientes

En algunos casos, los padres sufren algún tipo de enfermedad mental que puede limitar su capacidad. Los
niños tienden a asumir responsabilidades de adultos desde edades muy tempranas.

2. Las necesidades emocionales de los adultos son primero

Aquí, a los niños se les “roba” su infancia, y aprenden a ignorar sus propias necesidades y sentimientos.

3. Padres asfixiantes

Contrario a lo anterior, los padres controles no permiten que su hijo asuma ningún tipo de responsabilidad y
por consiguiente la consecuencia de sus actos. Este tipo de padre suele sentir un temor de que sus hijos
dejen de necesitarlo.

4. Adicción

Las familias alcohólicas tienden a ser caóticas e impredecibles. Los padres pueden ser estrictos en ocasiones
e indiferentes a los demás. Además la expresión emocional está prohibida.
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5. Abusos

Puede ser verbal, físico y sexual; en el primero se encuentran las críticas y menosprecios; el físico se
reconoce por golpes (moretones, rasguños, puñetazos), y el sexual es aquel contacto entre un adulto y menor
que debe mantenerse en secreto.

6. No hay cuidados

Uno o ambos padres explotan a sus hijos y los tratan como posesione cuyo objetivo principal es dar
respuesta a las necesidades físicas y emocionales del adulto.

7. Son parte de la crisis

Los hijos son obligados a tomar partido en los conflictos entre los padres.
APGAR FAMILIAR
¿Qué es el APGAR familiar?
El APGAR familiar es un cuestionario de cinco preguntas, que buscan evidenciar el estado funcional de la
familia, funcionando como una escala en la cual el entrevistado coloca su opinión al respecto del
funcionamiento de la familia para algunos temas clave considerados marcadores de las principales funciones
de la familia.
Este es un instrumento de origen reciente, habiendo sido diseñado en 1978 por el doctor Gabriel Smilkstein
(Universidad de Washington, quien basándose en su experiencia como Médico de Familia propuso la
aplicación de este test como un instrumento para los equipos de Atención Primaria, en su aproximación al
análisis de la función familiar. Este test se basa en la premisa de que los miembros de la familia perciben el
funcionamiento de la familia y pueden manifestar el grado de satisfacción con el cumplimiento de sus
parámetros básicos.

Este test fue denominado «APGAR familiar» por ser una palabra fácil de recordar a nivel de los médicos,
dada su familiaridad con el test de uso casi universal en la evaluación de recién nacidos propuesto por la
doctora Virginia Apgar, y por qué denota una evaluación rápida y de fácil aplicación.
DESVENTAJAS DE JOVENES EN LA FAMILIA DISFUNCIONAL:

Las desventajas de los jóvenes provenientes de familias disfuncionales se agudizan en el mercado laboral
actual, donde además de experiencia y conocimientos se requiere profesionales con confianza en sí mismos,
iniciativa, respeto hacia los demás y lealtad manifiesta, advirtió hoy el Instituto del Matrimonio Familia.
Elena Alvarado, investigadora principal de esa institución, recordó que el Banco Mundial efectuó entre el 2007
y el 2008 una encuesta en la que se demostró que los empleadores demandan a sus trabajadores habilidades
cognitivas y socioemocionales tanto como habilidades técnicas o profesionales.

Tras esa encuesta, se estableció que el 40% de los empleadores tenían problemas para encontrar
profesionales que tuvieran el perfil requerido.
“Debemos entender que como padres tenemos la obligación de atender todas las necesidades de amor de
nuestros hijos, pues estamos formando el capital humano de la sociedad del futuro”, puntualizó Alvarado.

Imagen paternal

A través de un estudio realizado por Familia, se ha logrado determinar que la percepción que tienen los hijos
sobre el rol del padre está estrechamente ligada a la calidad del vínculo conyugal que guarde éste con la
madre, sean casados o convivientes.

Se concluyó que, contrariamente a lo que se pensaba, la influencia del amor del padre en el desarrollo de sus
hijos es tan crucial como la de la madre. El padre es clave para forjar identidades; crear hábitos de disciplina;
manejar el sentido del límite; proveer materialmente; entre otros.

Por el contrario, la ausencia de la figura paterna puede afectar negativamente el rendimiento académico,
incentivar la aparición de complejos de inferioridad y deseos de aislamiento, señala Alvarado.
Esta organización encuestó a dos mil escolares secundarios de 11 a 16 años de edad, entre varones y
mujeres de Lima Metropolitana. Resultó que el 77% eran hijos de padres casados o convivientes y el 23%
eran hijos de padres separados o divorciados.
Mientras que el 91% de hijos de padres casados o convivientes dijeron querer imitar el modelo conyugal de
su padre cuando sean adultos, solo el 9% de los hijos de padres divorciados o separados dijeron querer imitar
el modelo conyugal de sus padres.
Según explica Elena Alvarado, esto significa que “los niños no pierden de vista la relación de sus padres,
todo lo contrario, siempre están pendientes del comportamiento de sus padres y se forman una opinión base
de lo que será su vida”
La encuesta demostró además que la calidad de la relación de la pareja es proporcional a la capacidad de los
hijos de sentirse amados y protegidos. El 87% de menores cuyos padres están casados expresaron sentirse
más amados por el padre. Solo el 2% de los niños de ese segmento percibía que sus padres no los amaban.
En cambio, el 69% de los hijos de los padres divorciados o separados de la madre dijeron sentirse amados. El
13% afirmaba sentir que no eran amados por el padre.
En otro momento, la encuesta reveló que el 34% de los hijos de padres separados de la madre dijeron discutir
bastante con sus progenitores. De manera casi similar, el 33% de los hijos de padres unidos a la madre
dijeron discutir con sus progenitores.
En lo que se refiere al papel del padre a enseñar a su hijo (a), los límites relacionados al empleo del internet,
se revela que el padre separado o divorciado de la madre ejerce menor control al acceso de sus hijos a la
web que el padre casado o conviviente.
El juego con los niños

Según la investigación, se determinó que solo el 23% de los padres que no viven con la madre juegan
frecuentemente con sus hijos; y que el 50% juegan poco con sus hijos. La situación es distinta en el caso
del padre que vive o está casado con la madre: el 50% juega con su hijo y solo el 28% juega poco con su
hijo.
“El juego compartido con el padre le procura al hijo mejores habilidades sociales, un mejor entendimiento de
los sentimientos de los demás, capacidad de concentración y atención”, enfatiza Elena Alvarado.

Efectos negativos de una familia disfuncional

El ambiente familiar en que el niño nace tiene un efecto profundo y largo en las relaciones que ese niño llega a
formar cuando adulto. Criarse dentro de una familia disfuncional (una familia donde el alcoholismo o la
drogadicción, el maltrato sexual o la negligencia están presentes), donde muchas de las necesidades básicas
del niño no se cumplen, crea definitivamente una diferencia si lleva una vida productiva y satisfactoria.
Una familia disfuncional no es capaz de proporcionar un ambiente de seguridad y de cariño donde se
experimenta la confianza básica. Los niños que se crían en familias disfuncionales tienen dificultad para
desarrollarse emocionalmente y socialmente. Tres
Reglas, frecuentemente tácitas, que dominan a las familias donde el alcoholismo esta presente son:

1. No confíe.

2. No sienta.

3. No hable.

Los niños con padres de familia con alcoholismo aprenden en una edad temprana que su supervivencia
emocional, y algunas veces física, depende en aprender y seguir estas reglas. No confían en los demás, no
reconocen que estas reglas no son necesarias ni saludables fuera de la familia con alcoholismo. No confían en
otras personas, ya que han aprendido que no pueden contar con los demás.

Pocas veces expresan sus verdaderos pensamientos, pero en su lugar ellos dicen lo que creen que los demás
quieren escuchar. Y de esta manera ellos mantienen ciegamente una estrecha rienda para sus sentimientos, si
es que conocen cuales son sus sentimientos.

Las reglas de la supervivencia infantil se convierten en una soga que exprime la vida de los hijos adultos de
alcohólicos (H.A.A.), durante su vida adulta―a menos que puedan vencer el poder amenazador de su familia
disfuncional.
FAMILIA DISFUNCIONAL Y ADOLESCENCIA

El entorno familiar del adolescente es de mucha importancia. Como resultado de un sinfín de causas-efectos
surgieron familias disfuncionales, cuyos integrantes no sólo viven un trastrocamiento de valores, sino tienen
dificultad de asumir la autocrítica. En este tipo de familias, es muy difícil asumir los roles, es más, muchas
veces ellos se invierten. La familia carece de un perfil propio frente al medio social y termina mimetizándose
con él. Un adolescente incluido en una familia con estas características puede tener sentimientos de culpa y
preocupaciones frente a sí mismo y hacia los demás.
Estas estructuras familiares vulnerables tienen efectos graves en los primeros años de edad, pero son más
evidentes en la adolescencia, ya que es el segmento de la vida donde seguramente se ha de formar la
personalidad de un individuo. No es de extrañar que en una personalidad pre-adictiva un adolescente busque
“huir” de este estado de crisis familiar apelando al efímero placer que puede dar una droga.
A esto hay que sumarle las características propias del adolescente: en muchos casos puede existir una
desidealización del padre y de la madre, a partir de la cual los hijos dejan de sentir esa protección que
representaban sus padres en los primeros años de edad.

Impacto de las familias disfuncionales en la sociedad

En el Perú podemos apreciar que día a día hay violencia, abusos y vicios que degeneran la sociedad y
consiguen que sea más vulnerable a problemas mayores o sólo a defenderse de ellos. Todo esto proviene de
esta falta de apoyo familiar, pero si es tan importante, ¿Por qué no hay un estudio sobre familias
disfuncionales? Podemos ver cifras de hogares sin internet, sin acceso a telefonía fija, pero no hay muchos
estudios (si es que los hay) de hogares disfuncionales. La sociedad está concentrada en otros aspectos, que
si bien importan para extender la educación y aumento de posibilidades para salir de la pobreza,
no le dan la importancia debida a la familia, los valores que esta brinda y lo que significa ésta en la sociedad.

Empezaremos por definir que entendemos por familias disfuncionales; si una familia funcional es aquella que
está compuesta por padre, madre e hijos que se desarrollan en un ambiente de completa armonía, la familia
disfuncional es aquella en la que se presenta la ausencia de alguno de los padres, no se vive en un ambiente
de armonía, existe mucha violencia, los hijos viven con otros familiares, no hay comunicación, entre otros.
Para el padre Alberto Clavell, profesor del colegio Alpamayo, los niños pertenecientes a familias
disfuncionales suelen ser tímidos, carecen de confianza, son angustiosos y hasta en algunas oportunidades
guardan mucho rencor; estas reacciones son internas, pero también vemos que a medida que crecen se van
exteriorizando y se pueden llegar a refugiar en los videojuegos, la violencia, el alcohol, las drogas y el sexo.

Generalmente el impacto negativo que surge en estos niños y adolescentes se debe, en la mayoría de los
casos, a la falta de participación activa de los padres dentro de la familia;
ya que estos básicamente no han desarrollado una actitud responsable frente a ella. Hoy en día es muy
común que los padres se refugien en el trabajo, lo cual se ha vuelto un factor muy importante en este aspecto,
ya que los padres cada vez tienen menos tiempo para dedicarle a sus hijos y hacer vida familiar. Además, el
Estado no apoya la unión de la familia, pues las leyes de trabajo son incumplidas por las empresas y el
Estado no hace nada para detenerlas. Asimismo, crea leyes que apoyan el divorcio, el aborto, la unión entre
homosexuales, entre otros.
Para solucionar el problema de la sociedad, es necesario primero, solucionar los problemas que surgen en
las familias; como todos sabemos, la familia es el núcleo de la sociedad por lo tanto, si ella se estropea, toda
la sociedad queda corrompida. Los padres son los gestores principales y más importantes de la formación en
la familia, es por eso que tiene la gran responsabilidad de educar adecuadamente a sus hijos, quienes serán
los jefes de las futuras familias que integren la sociedad.
En coordinación con el padre Alberto Clavell consideramos que las alternativas para solucionar el problema
de las familias disfuncionales y el impacto de estas en la sociedad peruana deberían ser las siguientes:

Promover el amor a la vida es el punto de partida, si los padres no saben valorar la importancia de la vida
humana, nunca podrán enseñarles a sus hijos a hacerlo; esto suele
degenerarse a lo largo del tiempo, por lo que hoy lo vemos con mayor frecuencia en temas de aborto,
suicidios, etc.

Asimismo, es indispensable desarrollar medidas que promuevan la vida familiar, para ello es necesario tomar
acciones concretas con respecto a los horarios de trabajo, hobbies de los padres entre otros aspectos que
impiden la unión familiar. Resulta urgente ser conscientes que cuando formamos una familia, ésta debe
convertirse en nuestra prioridad, por lo tanto debemos dejar en un segundo plano nuestros objetivos
personales pues ahora tenemos a cargo a una persona que ocupa el lugar primordial de nuestra vida, por lo
cual debemos centrar nuestros esfuerzos en ella y dejar de lado el egoísmo.

De igual manera, es de vital importancia que los padres prediquen con el ejemplo, ya que no pueden exigir
valores y cualidades a sus hijos que ellos no poseen. Por lo tanto, los padres deben vigilar sus propios actos
pues de esta forma, están construyendo la base moral de sus hijos.

Prevención
La educación escolar es un complemento de la formación que deben dar los padres en la familia. Por
ello, deben elegir aquellos colegios que continúen con los valores y virtudes que ellos inculcan en sus hijos.
Es por eso que el colegio es la continuación de la educación recibida en casa y debe ir en una misma línea de
formación.

La coherencia en la familia es fundamental para evitar una formación confusa. Los padres deben ponerse de
acuerdo en cómo lo harán, y darle a sus hijos un mensaje coordinado y
coherente. Por otro lado, también se debe propiciar un ambiente coherente, es decir, inculcar en los hijos, los
valores morales y costumbres que los padres siguen.

Crear un ambiente familiar de comunicación, donde se respeten las opiniones y los hijos tengan participación
en las decisiones; evitar criticar en exceso, inclinarse más hacia la guía. Para ello, el padre o los padres
deben enseñar y empezar por ellos mismos a comunicar sus emociones, brindar un espacio de confianza
donde los hijos puedan hablar sobre sus dudas y problemas.
Para lograr un ambiente como tal, es necesario tener confianza en la manera en que se ha criado a los hijos y
darles la libertad necesaria para ir tomando decisiones personales, lo que no quiere decir dejarlos hacer lo
que quieran, siempre debe a haber un control y guía. Esto los ayudará a desenvolverse adecuadamente en
una sociedad cargada de tentaciones y a tener responsabilidad sobre sus actos.

Las actividades familiares facilitan la comunicación y ayudan a mejorar la convivencia. Por eso, los padres
deben darse el tiempo para realizarlas, estas van desde las comidas del día hasta paseos familiares
constantes. Asimismo, los quehaceres en el hogar fomentan la participación en la familia y la responsabilidad
que se tiene con ella.
Familias disfuncionales, ¿cómo afectan al desarrollo psicológico de los niños?

Un buen desarrollo psicológico es fundamental para que se forme una personalidad que permita tener una
vida plena y en cualquier etapa, y la familia influye mucho en poder lograrlo.

Los primeros años en la vida de una persona son decisivos en su desarrollo personal, en la formación de su
personalidad. Los niños atraviesan diversas crisis, especialmente hasta los 6 años, y la familia juega un papel
fundamental para que puedan superarlas con éxito y convertirse en adultos con una vida emocional plena y
equilibrada.
Si el niño está creciendo en una familia disfuncional, corre el riesgo de que esto condicione su vida y su
personalidad, no solo en la infancia sino también en su etapa adulta. Este tipo de familia es aquella en la que
continuamente se producen conflictos, malas conductas e, incluso, abusos de diversa índole. Esto puede
hacer que los pequeños de la familia se adapten a esas conductas, creciendo con ello y viéndolo como algo
normal, cuando realmente no lo es.
¿Realmente afecta al desarrollo?
El entorno familiar puede hacer que el desarrollo psicológico y emocional del niño sea mejor o peor, facilitarlo
o dificultarlo. Es evidente que la familia influye en el crecimiento del niño, favoreciéndolo cuando el entorno
es agradable y poniéndolo más difícil cuando no lo es, como en el caso de las familias disfuncionales.
Como consecuencia, estos niños que han crecido en ambientes poco saludables suelen convertirse en
jóvenes inseguros, tímidos y con una baja autoestima. Estas características pueden desembocar, a su vez,
en problemas como la drogadicción, las huidas, las relaciones sexuales tempranas o las malas relaciones con
los demás. Tanto buscar un refugio en las adicciones como presentar carácteres poco sociables puede
condicionar la calidad de vida de estos niños en su etapa adulta
Conclusiones
Después de leer los comentarios de los distintos grupos, todos coincidimos que las familias disfuncionales
están presentes en todos los niveles socioeconómicos y que éstas afectan la convivencia en la sociedad. La
familia, como núcleo de la sociedad, tiene una gran responsabilidad y un importante compromiso con los hijos
y la sociedad.

El rol del padre y de la madre es fundamental para la educación de los hijos, ya que ellos representan el
modelo de comportamiento a seguir para vivir de manera coherente. La falta de uno, o el mal ejemplo de
alguno de los padres, será un modelo de comportamiento que en el futuro imitarán y verán como normal;
pues está comprobado que la crianza que reciben los hijos en un futuro es la que darán a sus propios hijos, y
se convertirá en un ciclo sin fin.

En una familia puede haber distintas opiniones, pueden ser opuestas o iguales; la comunicación es la manera
de confrontarlas para llegar a la verdad y a lo correcto. Sin una buena comunicación estas diferencias hacen
que en una familia los conflictos no se puedan solucionar a tiempo y de la manera más apropiada.

Asimismo, es necesario fomentar un ambiente familiar que permita dicha comunicación. La tecnología y los
medios de comunicación influyen en la convivencia familiar ya que, muchos hijos lo toman como sustitutos
ante la ausencia de la madre o el padre, o como manera de alejarse de la realidad. Y lamentablemente,
muchas veces lo que exponen y nos presentan los medios de comunicación no es del todo bueno y correcto.

Como conclusión final, la familia es un ente educador que permite la convivencia en la sociedad. Las
herramientas que debe utilizar para formar a mejores personas son el ejemplo y la comunicación, ya que los
hijos aprenden de los padres mediante el ejemplo, y son los padres quienes deben orientar a sus hijos en la
toma de decisiones asertivas. Es importante que trabajen en conjunto, tanto el padre como la madre, los dos
unidos para el mejor desarrollo de la familia y de los hijos.

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