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Freud Menciona que la deformación que impide la comprensión de un sueño es la censura

que se ejerce en la actividad sobre deseos inaceptables de manera inconsciente. Así mismo
no identifica como único factor, sino también las lagunas que se presentan sobre la técnica
usada para la interpretación. A la relación entre el elemento de un sueño y su traducción lo
llamo relación simbólica, ya que el elemento por sí mismo pasa a ser un símbolo de la
constitución onírica del material inconsciente. La interpretación de cierta manera puede
facilitarse si se conocen los símbolos oníricos mas usuales en el paciente, incluyendo la
personalidad de este, circunstancias en las que vive y bajo que factores ha salido el material
inconsciente hacía el sueño. Freud reconoce que uno de los iniciadores para el
descubrimiento del simbolismo onírico es K. A. Scherner en 1861. Así mismo destaca que
no todo aquello que aparece en el sueño se puede comparar con un objeto o como un símbolo
y, además está lejos de representar por este mismo estado lo que a ello se presta y solo lo
hace bajo ciertos elementos latentes. Finalmente advierte que los símbolos no son delimitados
y pueden confundirse. Desde este punto se llega a proponer en el enfoque psicoanalítico que
los sueños tienen ciertos simbolismos que pueden ser interpretados, pero en base a una
historia clínica y de aquellos elementos oníricos que se presentan frecuentemente. Por
mencionar algunos ejemplos, dice que la casa representa la totalidad de una persona o él
cuerpo y es el único elemento de forma típica. Las ventanas y puertas se convierten en
representaciones de accesos hacia las actividades corporales. Los muros lisos se interpretan
bajo el sexo de hombres y los salientes o balcones en las cuales se puede sostener, representan
a la mujer. Los padres regularmente se asocian a emperador y emperatriz, rey o reina, ya
que, para las personas, estos figuran un elemento al cual se le tiene respeto y solemnidad.
Esto es muy común verlo en cuentos infantiles con frases como “Esto era una vez un rey y
una reina” Cuando se sueña con animales o parásitos son figuraciones de los hijos,
hermanos, ya que, según Freud, se califican a los pequeños como gusanillos, en un modo de
broma, mientras que a los niños del príncipes y primogénitos como herederos. El agua pasa
a tomar el regreso a ser paridos y este puede ser simbolizado por elementos o escenas en las
que, por ejemplo; nos arrojamos al agua, salir de ella, salvar a alguien de morir ahogado o a
nosotros mismos, lo que puede llegar a entenderse como la existencia de una relación madre-
hijo en el sujeto. Para el psicoanálisis Freudiano, los mamíferos y humanos descendemos de
los animales acuáticos, además de provenir de un mundo en el que se habita de agua, lo que
es el líquido placentario. Este mismo símbolo se trae de las historias contadas sobre de donde
vienen los niños, ya que, en comentarios de Freud, las cigüeñas los encuentran en los ríos o
pozos. Sí en algún sueño somos capaces de salvar a una persona del agua, hacemos
simbolización de ser madre de esa persona o simplemente el rol materno. La muerte se deja
vislumbrar a través de una partida o por un viaje en ferrocarril. Desde este punto, se hace
mención que al intentar explicar a un niño la muerte de alguna persona cercana, se le dice
que esa persona ha emprendido un viaje. Mientras que, de un sentido poético, se dice del
“más allá” como un lugar inexplorado del cual nadie ha podido regresar (se toma la palabra
viajero para hacer alusión a esa metáfora). Así mismo la desnudez se presenta en un sueño
bajo trajes y uniformes. Freud menciona que la mayoría de los símbolos oníricos son de base
sexual, aunque menciona que existe una cierta cantidad que no lo es y esto lo dice a través
de los contenidos y símbolos, ya que cada objeto tiende a ser expresado por muchos otros
casi con el mismo valor llevando a hacer interpretaciones monótonas. Para el psicoanálisis
no existe motivo alguno que los lleve a censurar o encubrir temas importantes y llamarlos
por su nombre, ya que considera que es la mejor manera de preservarse contra pensamientos
perturbadores. Así, Freud menciona que los genitales masculinos en los sueños se suelen
representar bajo el número 3, al poseer un valor sagrado como los tréboles de tres hojas (ha
sido un emblema heráldico), lo que permite consagrar a todo amuleto como símbolo
masculino (a excepción de la herradura, que simula ser a través de su contorno el orificio
genital de la mujer). Tales adopciones se deben a como Freud postula al hombre como ser
superior por la posesión de un falo. En otros objetos que asemejen su forma como: bastones,
paraguas, postes, arboles y en objetos que pueden llegar a representar el poder de penetrar
en el cuero como: armas puntiagudas, cuchillos, puñales, sables, sables, armas de fuego o
el revólver. Las mujeres que llegan a tener sueños con este tipo de símbolos o persecuciones
por hombre armados no representan dificultad en las interpretaciones. Así mismo el órgano
viril puede verse asociado por objetos que pueden emanar agua: grifos, jarros o por objetos
a alargarse: lamparas, lápices, entre otros. La capacidad de este, para poder ir en contra de
la gravedad (erección) puede asociarse con aviones, globos o zeppelin, de otra forma más
expresiva se encuentra la capacidad de volar en el sueño. Las mujeres que llegan a tener el
sueño de volar tienden a ser interpretación de los deseos inconscientes de ser un hombre.
Respecto a los sueños en lo que se representa simbólicamente el aparato genital femenino se
haya a través de aquellos que representan alguna cavidad como: cavernas, minas, botellas,
cofres, fosas, etc. En cuanto a los armarios estufas y habitaciones figuran un útero. Otras
formas serían a través de animales como las conchas y los caracoles. La boca puede
representar un orificio genital. Los senos se hayan representados en frutas. El bello púbico
como un bosque o matorral, y al ser tan complicad la estructura genital femenina se tiende a
simbolizar bajo paisajes con rocas, bosques y aguas. Esta interpretación viene desde las
mitologías hacía el valor de la madre tierra y los cultos en la agricultura. Otra forma de
representación genital es a través de joyas y tesoros como calificativos hacia la persona que
se ama. Las golosinas simbolizan el goce sexual, mientras que, los juegos o tocar piano
puede figurar como una satisfacción sexual. El resbalarse, descenso brusco o el arrancar
una rama se refieren al onanismo. La caída o extracción de una muela simbolizan la
castración como un castigo por las prácticas en solitario. En ciertas tribus la circuncisión
marca el inicio de la pubertad, mientras que en otras sociedades cercanas, ésta práctica es
cambiada por la extracción de una muela. En canto a las relaciones sexuales, se puede atribuir
a actividades como la danza, el baile, equitación y ascensión o accidentes vehiculares como
ser atropellado. También se consideran las rampas y las escaleras (acto de subir por ellas)
como representación del ritmo de la sexualidad y el incremento de la excitación. Es común
que los animales busquen o consigan el coito montándose sobre la hembra, lo que se asociaría
con lo ya mencionado sobre el ritmo y la ascensión.

El sombrero u otros objetos que cubran la cabeza tienen representaciones tanto masculinas
como femeninas. La corbata de nudo manifiesta un símbolo masculino. La ropa blanca y el
lienzo son símbolos femeninos. El zapato y las flores representan los órganos genitales
femeninos, estas ultimas como signo de virginidad. Otro simbolismo que Freud explica es el
de la preparación del fuego, donde la llama representa el órgano genital masculino y la fogata
el genital femenino.

Para Freud el sujeto o paciente disponía de una forma de expresión y esta era de manera
simbólica, sin embargo, la misma persona no tenía ni la mínima idea en su estado consciente
y aún así tampoco le es posible reconocerla sí es dicha por otro sujeto. Lo que si podía afirmar
Freud era que “el conocimiento que del simbolismo posee el sujeto es inconsciente” (Freud,
1915-1917).

La censura onírica y la representación simbólica son elementos importantes para la


interpretación de sueños. La histeria fue uno de los principales fenómenos de estudio. Ya que
abocaba de lo psíquico hacía lo somático permitiendo caracterizar de signos de otras
enfermedades neuróticas. Las personas que padecían de neurosis obsesiva por lo general
experimentaban impulsos extraños en su personalidad, necesidad de realizar actos sin placer
alguno y no pueden abstenerse de ellos, por lo cual su pensamiento esta fijado en ideas que
son ajenas a su interés, lo que las lleva a ser obsesivas, aun cuando la persona reconoce el
sentido de razón de estas o las percibe como absurdas. Además de esto, menciona que los
neuróticos solían ser personas enérgicas, tenaces y con un nivel intelectual superior a el
normal. En algunos casos la disciplina moral puede ser llevada hasta lo mas minucioso y con
una extrema corrección. Los síntomas neuróticos poseen un enlace estrecho ante la vida
intima de las personas.

Las neurosis traumáticas tienen una fijación en el suceso o evento traumático, lo cual los
lleva a reproducir regularmente en sus sueños esta vivencia, lo que les imposibilita de poder
suprimir o asimilar de manera normal lo acontecido haciendo que las perturbaciones roben
energía. Desde este punto se entrelazan los sueños hacia los eventos cotidianos y como estos
pueden reflejar en el estado onírico vivencias personales. De esta forma se determina que el
sentido de una acción viene predispuesto por una fijación de un acontecimiento, lo que la
lleva a realizar conductas sin tener un conocimiento consciente de por qué lo hace, logrando
que el acto compulsivo sea un producto por procesos psíquicos inconscientes. Claramente
estos materiales han estado de forma inconsciente, pero han podido penetrar la barrera que
los aloja para no causar daño y los han llevado hacía la consciencia como síntoma para
simbolizar sus conflictos internos. De esta forma los síntomas son inconscientes que
subyacen bajo un sentido que le da reciprocidad a esta instancia, por lo tanto, es necesario
que sea inconsciente para que se produzca dicho acto. Cuando se hace consciencia del sentido
del acto, los síntomas desaparecen. En palabras de Freud (1915-1917) “El síntoma se forma
como sustitución que no ha conseguido manifestarse. Ciertos procesos psíquicos... han visto
interrumpido o perturbado su curso por una causa cualquiera, y obligados a permanecer
inconscientes, han dado en cambio origen al síntoma”. Por lo tanto, la neurosis es la
consecuencia de aquellos procesos que debían ser conocidos por el sujeto, pero por otras
causas no ha podido desarrollarse normalmente.

El trabajo psicoanalítico busca llenar las lagunas o amnesias de los enfermos que han sido
suprimidas y han producido los síntomas de la neurosis. En ciertos casos debido al poco
conocimiento que posee el caso, es necesario buscar la información con la familia, ya que
ellos debían de estar conscientes de la vida del mismo y podrían indicar datos valiosos que
proporcionen un motivo de la neurosis.

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