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INTI RAYMI, la fiesta del Sol

En la época de los incas, esta ceremonia se realizaba en la plaza Huacaypata, con la


asistencia de toda población de la ciudad. El solsticio de invierno en el hemisferio sur es
el día más corto y la noche más larga del año.

Durante el periodo incaico este día era fundamental pues era el punto de partida del
nuevo año, que se asociaba con los orígenes de los incas. Garcilaso de la Vega escribió
que el Inti Raymi era una festividad con alto contenido político porque legitimaba la
sujeción de los pueblos cometidos al imperio inca. Los líderes de los pueblos
conquistados repetían todos los años su lealtad al soberano inca yendo a la festividad
del Inti Raymi.

La preparación de la festividad era estricta, pues en los previos tres días no se comía
sino un poco de maíz blanco, crudo y unas pocas de yerbas que llamadas chúcam y
“agua pura” (¿aguacolla?). En todo este tiempo no encendían fuego en toda la ciudad y
se abstenían de dormir con las mujeres. El mismo día del Inti Raymi el rey inca y sus
parientes esperaban descalzos la salida del sol en la plaza. Puestos en cuclillas, con los
brazos abiertos, dando besos al aire y cantando recibían al sol. La nobleza del imperio
estaba presente pero nunca se mezclaban los orejones o con los señores provincianos.

Los curacas, líderes sometidos, entregaban las ofrendas que habían traído de sus tierras
y luego el cortejo volvía a la plaza, donde se realizaba el masivo sacrificio del ganado
ante el fuego nuevo que se encendía utilizando como espejo el brazalete de oro del
sumo sacerdote. La carne de los animales era repartida entre todos los presentes, así
como gran cantidad de chicha.

Sería digno de verse el colorido de los vestidos, atuendos y plumajes que lucían gentes
de tantas naciones, pues cerca de 300 fueron las que integraron el Imperio de los incas.
Sobresalían los trajes guerreros, refulgentes de oro, plata y a veces de turquesas y
esmeraldas.

La versión de Garcilaso incide en la importancia que tenían los sacrificios del primer día
para los agüeros.
El detalle curioso es que los animales eran colocados en los altares mirando hacia el
oriente, como para que el sol observase los sacrificios. El soberano inca vestía de negro
y se empezaba el baile, llamado cayo, en donde el pueblo bailaba tatuados de rojo
oscuro. La chicha que bebían era fermentada en grandes tinajones de oro. Otro de los
ritos en el Inti Raymi era la procesión de la Moroy Urco,huasca o cadena de oro
de longitud extraordinaria. También se sacaba en procesión durante el Inti Raymi a las
momias de los reyes incas (Stanic, 2013).
El último Inti Raymi con la presencia de último soberano inca Atahualpa fue el 21 de
junio del año 1533.

En 1572 el virrey Francisco Álvarez de Toledo prohibió el Inti Raymi por considerarla
una ceremonia pagana y contraria a la fe cristiana. Pero se siguió realizando
clandestinamente por todo el antiguo imperio inca.
Hay referencias en las crónicas castellanas que pervivió hasta entrado el siglo XVII y
que en algunas zonas andinas fue sustituida por otras ceremonias como el
Corpus Cristi o la fiesta de Juan Bautista. En 1559 Juan Polo de Ondegardo
observó la supervivencia de los cultos y ritos del Inti Raymi, manifiestos
ocultamente en el Corpus Christi impuesto por los cristianos. Desde mediados
del siglo XVII hasta mediados del siglo XVIII perdemos pista del recuerdo por el
Inti Raymi.

En 1944, se optó por cambiar la fecha original (solsticio del 21 de junio) por el
24 del mismo mes.

El Inti Raymi incaico


El Inti Raymi se llamaba Wawa Inti Raymi (fiesta del sol Niño), era una ceremonia inca
y andina celebrada en honor de Inti (el dios sol), que se realizaba cada solsticio de
invierno, el 24 de junio, en el hemisferio sur. En el periodo inca el Inti Raymi fue
establecido por Pachacútec hacia 1430 para legitimar el control inca sobre los pueblos
sometidos.

El Inti Raymi fue uno de los dos mayores festivales celebrados en honor al sol en Cusco
(Perú). El otro festival era el Kapac Raymi o fiesta del gran sol celebrado por los incas
en el solsticio de verano en el hemisferio sur que es el 21 de diciembre. Según relató el
inca Garcilaso de la Vega (1539-1616), el Inti Raymi significaba que el dios sol renacía
para dar inicio a un nuevo ciclo anual. Debemos entender que el tiempo es circular para
los incas y no lineal como lo entendemos los occidentales. Los incas sostenían que ellos
habían sido enviados a la tierra por su padre el sol. La celebración del Inti Raymi duraba
15 días, en los cuales había danzas, culto a los ancestros, consumo de bebidas,
ceremonias y sacrificios (Eeckhout, 2004).

Inti Raymi. La fiesta del Sol (PDF Download Available). Available from:
https://www.researchgate.net/publication/303749480_Inti_Raymi_La_fiesta_del_Sol
[accessed Jun 03 2018].

LA FIESTA DEL ROSARIO Y LA MARA T'AQA (O AÑO NUEVO


AYMARA) EN LA MARKA JESUS DE MACHAQA

Publicado por la revista Antropolis, La Paz, abril – mayo del 2001.

Esteban Ticona Alejo


UMSA- Bolivia
Introducción

El siguiente trabajo, intenta aproximar al tema de la cosmovisión aymara a partir de la


práctica ritual de los comunarios de la Marka (1) Jesús de Machaqa de la provincia
Ingavi del departamento de La Paz. La primera parte trata el simbolismo de la siembra y
la segunda la celebración del año nuevo andino. Los doce ayllus simbólicos (2): La
fiesta del Rosario ó el inicio del rito de la siembra
Cada primer domingo de octubre, se realiza la fiesta del Rosario, la principal fiesta
agrícola de los doce ayllus, en el pueblo central de su marka. En esta fiesta los "vecinos"
(3) del pueblo no participan de ninguna forma.

La fiesta, a partir de la cosmovisión aymara, tiene un profundo significado ritual, donde


no sólo se expresa lo estrictamente espiritual, económico sino también lo político-
ideológico, incluyendo cierto simulacro de ch'axwa, como ritualización de los
permanentes conflictos y alianzas interayllus.

Algunos comunarios opinan que esta fiesta, tan impregnada de matices machaqueños,
tiene sus orígenes en la época de los Inca. En la colonia y la república, se pudo
mantener mejor la celebración al hacerla coincidir con el aniversario de la virgen del
Rosario. Pese a que en algunas ocasiones hubo presión del corregidor y del cura del
pueblo para que no se llevara a efecto, esta fiesta sigue siendo -con o sin misa cristiana-
la principal celebración del inicio de la siembra de los ayllus en el corazón de la Marka
machaqueña.

Antiguamente, al igual que en otras fiestas, esta celebración contaba con prestes de los
ayllus, cuya principal misión era la de preparar la misa en honor a la Virgen. Sin
embargo, en los últimos años desaparecieron los prestes y su misa en honor a la
"mamita". Pero no así la fiesta, que sigue denominándose "del Rosario".

Los doce ayllus de Jesús de Machaqa, participan en la celebración, organizados según


los criterios andinos como el
de araxa/manqha (arriba/abajo), ch'iqa/kupi (izqierda/derecha.), entre otros. La plaza
principal del pueblo queda transformada en tayka marka (pueblo madre), o territorio
simbólico de los doce ayllus tradicionales. Dentro de ella, cada ayllu tiene su
demarcación o espacio específico, mantenido año tras año, llamado sayaña (solar
familiar) Es decir, cada uno de los doce ayllus aparece como una familia de la gran
comunidad machaqueña.

Además, la tayka marka constituye un espacio neutral, donde en torno al origen de los
doce ayllus vuelven a unirse todos los ayllus del presente. Pareciera relucir nuevamente,
en el inconsciente colectivo de los comunarios, la idea del kuti(retorno a lo que fueron
sus raíces) y la reafirmación dela unidad simbólica de los doce ayllus, en medio de su
multiplicación en muchos más ayllus y comunidades

Generalmente la fiesta se inicia en la víspera con la llegada de cada ayllu, presidido por
su Jilir mallku y mama mallku (la principal autoridad originaria y su esposa) Primero se
han reunido en la casa y canchón -llamadas también sayaña- que cada ayllu tiene en
alguna parte del pueblo. De allí en la tarde van ingresando a la plaza, en parejas, por una
de las tres esquinas. Dan unas cuantas vueltas y retornan a su casa sayaña. El día
siguiente a media mañana, todos retornan para ocupar masiva y conjuntamente la plaza.
Los de Parcial Arriba se instalan en el lado derecho de la plaza (mirando a la iglesia),
los de Parcial Abajo en el izquierdo y, dentro de su parcial, cada ayllu en el espacio que
tiene asignado desde tiempo inmemorial, de acuerdo a su rango, llamado
también sayaña. El conjunto refleja en la plaza, a grandes rasgos, el mapa de todo
Machaqa. Las comunidades p'iqi o cabeza de cada parcialidad -Jilatiti y Qhunqhu- se
ubican contiguamente en el centro de la plaza. Las comunidades kayu (pie)
o chana (hermano menor) -incluido el ayllu marka- ocupan un lugar periférico, cerca de
las esquinas.

Dentro de su sayaña cada ayllu forma su rueda y va bailando qina qina: los músicos,
todos hombres, con su qhawa de piel de tigre; los mallkus y mama mallkus lucen sus
mejores galas: ellos con su poncho, su q'ipi (bulto), sus "rosarios", su pequeña vara de
mando y -muy notoriamente- su chicote de mando; ellas con su manta de awayu,
su q'ipi y la montera. Todos van dando vueltas en círculo. Todos van girando de derecha
a izquierda, repitiendo el lema de sara, sara... (vamos, vamos...)

Los p'iqis (cabezas), acompañantes de los jilaqatas y/o mallkus, son los animadores de
esta fiesta. En frase de Layme (s/f): "en total había doce conjuntos grandes de qena
qena, cada ayllu completo hacía una rueda inmensa en su puesto siempre de costumbre
sin pasar a otro límite u otro conjunto bajo pena de ser azotado."

El conjunto de los doce ayllus, dentro de esta plaza casi cuadrada, forma, como un gran
círculo o, más exactamente, como dos medias lunas -que son las dos parcialidades- que
van girando lentamente sin acabar de salir de su propio espacio. Parece una
simbolización del juego de alianzas entre ayllus y entre las dos parcialidades (Triguero,
1989: 5) Los doce ayllus participan en la fiesta, todos ellos danzando la qina qina, que
constituye el baile ritual de la siembra y la ch'axwa o conflicto.

Hacia el mediodía, hay un momento en que se representa una pelea simbólica: los
mallkus empiezan a enarbolar sus chicotes y a corretear a su gente, como si estuvieran
arreando a su ganado. Las ruedas empiezan a girar a un ritmo mucho más rápido y se ve
un gran movimiento giratorio en todo el conjunto de la plaza. En principio, se trata sólo
de un acto expresivo. Pero, a veces, si hay algunos problemas latentes, este momento
puede evolucionar hacia golpes más reales. Por ejemplo, un año alguien del ayllu x
había provocado a los del ayllu z, y éstos, aprovecharon este momento para propinarle
una buena golpiza. Los mallkus del ayllu cabeza, Qhunqhu, intentaron intervenir pero
empezó la repartija de chicotazos entre todos: se generó una ch'axwa (pelea)

El Concepto de ch'axwa casi siempre se ha traducido como guerra, sin embargo, tal
apreciación parece no ser exacta; significa más bien, 'lío, riña o conflicto'. En la fiesta
del Rosario la ch'axwa no se incorpora simbólicamente como un elemento ritual
esencial que enfrente a dos ayllus o mitades, a la manera que ocurre en otras partes de
los Andes, como en el tinku del Norte de Potosí o el ch'iyar jaqui en las alturas del
Cusco. Sin embargo, cierto lenguaje de agresión o competencia está siempre presente y
se expresa sobre todo en la abundancia de chicotes, de varios tipos y nombres, en todo
el ambiente de la fiesta.

El chicote juega aquí dos roles: no sólo es distintivo del mallku-"pastor"; puede ser
también una alusión y estímulo para la ch'awa. La misma qhawa, que viene a ser como
una coraza de piel de tigre, puede transmitir en este contexto cierto mensaje agresivo.
La canalización de ciertos márgenes de violencia en la fiesta, no se descarta, como un
mecanismo para reencontrar el equilibrio: la ch'axwa en la fiesta puede permitir que la
tensión colectiva termine en la distensión, el secreto terapéutico.

Esto supuesto, no es de extrañar el temor de los vecinos del pueblo con motivo de esta
fiesta del Rosario en 1920, el año anterior a la sublevación. Alarmados, escribían al
prefecto diciendo que seis mil indios, bailarines y espectadores de los doce ayllus, se
preparaban "para atacar el pueblo y el vecindario" (4).

En definitiva, con o sin ch'axwa, la fiesta del Rosario constituye el inicio de la siembra
agrícola y la ritualización de la unidad de los doce ayllus y una referencia permanente a
las raíces de la gran marka machaqueña: el reencuentro del pasado en el presente
(Ticona, 1990 y Triguero, 1989)

La Celebración del Mara T'aqa

Desde 1990 han surgido otras tradiciones nuevas, como a celebración del Mara T'aqa -o
Año Nuevo Aymara- cada 21 de junio en las ruinas de Wanqani del ayllu Qhunqhu.
Esta tradición fue introducida primero en Tiwanaku y, de ahí, se ha expandido a otros
lugares, más allá del altiplano incluso en ciudades como La Paz, El Alto, Oruro o
Cochabamba. La idea para llevar adelante esta tradición en Jesús de Machaqa tiene
otros matices, se inició en los talleres de recopilación histórica, llevado en el ayllu
Qhunqhu Liki Liki, donde los (y las) comunarios rememoraron la participación de los
comunarios de Qhunqhu en la sublevación del 12 de marzo de 1921, la experiencia de la
escuela indígena clandestina, dirigida por Francisco Choque, y la historia del ayllu en
torno a su religiosidad.

En estos talleres de historia de los ayllus, se mencionaba insistentemente de la


importancia en el otrora de espacios sagrados como la Wak'a Tata qala, que según los
comunarios y comunarias, se constituyó en el único defensor de sus hijos e hijas en
momentos difíciles, como la masacre en 1921 y la Guerra del Chaco (1932-1935) -
Contienda bélica librada por Bolivia y el Paraguay-. Aquí surgió la pregunta, ¿si Tata
qala nos ha protegido tanto en momentos difíciles, por qué nosotros nos hemos apartado
de ella? Una respuesta a este interrogante, fue la idea de iniciar la celebración de
la Mara T'aqa, precisamente al Tata qala. Aquí fue decisivo la convicción del mallku
Feliciano Calle, su mama mallku y los cuatro mallkus del ayllu, quienes asumieron la
organización del año nuevo aymara, invitando a todos los mallkus de la jurisdicción de
Jesús de Machaqa. La celebración tiene una profunda convicción en la religiosidad
andina, que se fue masificando, hasta que el cabildo de Ayllus de la Marka, asumió la
organización del año nuevo andino. La Mara T'aqa tiene que ver con el nombre
de Pacha kuti (Ticona, comp. 1991), que en este caso puede interpretarse como el giro
del tiempo.

El sitio elegido para su realización son las sagradas ruinas de Wanqani (lit. piedra
larga), específicamente en la Wak'a llamada Tata qala (lit. Padre piedra), que tiene una
longitud de 5.10m. por 0.95 de ancho. Que se encuentra ubicada, a 25 kms al sur de
Tiwanaku. Que según el arqueólogo Máx. Portugal, tiene parentesco con el periodo de
expansión del arte y la cultura de Tiwanaku.

Según la tradición oral machaqueña, Wanqani constituye la génesis de la Marka


Machaqa. Su origen se remonta al Ch'amak Pacha (tiempo de la oscuridad), donde
habitaban los Chullpas, los primeros pobladores andinos. Que -según cuentan- con la
aparición de los rayos del Sol, muchos de ellos quedaron petrificados.

Chica Aruma: La primera ch'alla (5)


La primera ch'alla del Mara T'aqa se realiza a medianoche o Chica Aruma del 21 de
junio. Es el primer contacto con la Pachamama y los Achachilas en el centro geográfico
imaginario de Jesús de Machaqa, llamada marka.

En la religiosidad aymara la noche es muy importante, porque es él pacha o tiempo


propicio para comunicarse con las divinidades. El diálogo con los Uywiris o protectores
empieza con el akhulliku y termina con los buenos deseos para todos los habitantes del
país.

La Waxt'a a la Pachamama, a los Achachilas y al Tata Willka

La Waxt'a se efectúan antes que repunte el Sol y ante la Wak'a sagrada Tata Qala. Este
es el acto central de la ceremonia religiosa del Mara T'aqa. Este rito es presidido por
dos yatiris del ayllu y acompañados de las autoridades comunales.

El nombramiento de nuevas autoridades originarias

Finalmente, la celebración del Mara T'aqa, ha adquirido un profundo significado,


puesto que el nuevo jilir jach'a mallku awki y su mama mallku del Cabildo de Jesús de
Machaqa, que debe tomar posesión el primero de enero del año siguiente, queda
formalmente nombrado machaq jilir jach'a mallku awki en el curso de la celebración de
ese Año Nuevo Aymara, a mitad del año cristiano, de modo que en los meses venideros
ya acompaña el jilir jach'a mallku awki, en ejercicio, los principales actos y asambleas,
para interiorizarse en sus futuras tareas.

Conclusión

La celebración de la fiesta del Rosario tiene un sentido simbólico del inicio del rito de
siembra agrícola. En cambio, la celebración del Mara T'aqa o año nuevo, es una
"invención" de la tradición andina contemporánea. Ambas fiestas rituales están
estrechamente relacionadas con una forma de cosmovisión y de relacionamiento con la
naturaleza, como la Pachamama o el Tata Inti. Si bien la fiesta del Rosario tiene larga
data, con el tiempo ha sufrido una serie de modificaciones, como parte de la dinámica
de los ayllus; pero sin perder el sentido de la celebración. En cambio, la Mara T'aqa o
año nuevo está marcada por un eje espiritual andino, que es una de las reivindicaciones
contemporáneas de los pueblos indígenas andinos.

Chuqiyapu Marka, Jallu pacha de 2001

BIBLIOGRAFÍA

CHOQUE Canqui , Roberto. 1979. "Sublevación y Masacre de los comunarios de


Jesús de Machaqa" Antropología (La Paz) 1: 1-27.
CHOQUE Canqui, Roberto. 1986. La Masacre de Jesús de Machaca. La Paz:
Chitakolla.
CHOQUE Canqui, Roberto y Esteban Ticona Alejo. 1996. Jesús de Machaqa la
Marka Rebelde. 2. Sublevación y masacre de 1921. La Paz: CIPCA y CEDOIN.
LAYME P., Felix. (s/f). "Tradiciones históricas de Jesús de Machaca". La Paz.
(Ms)
TICONA Alejo, Esteban y Xavier Albó. 1997. La Lucha por el Poder Comunal,
Vol. 3, Serie Jesús de Machaqa: La Marka Rebelde. CEDOIN/CIPCA. La Paz
TICONA Alejo, Esteban. 1990. "Unidad y Ch'axwa comunal en la fiesta del Rosario
de Jesús de Machaqa, Jesús de Machaqa" La Paz. (MS)
TICONA Alejo, Esteban (compilador). 1990, "historia oral de los aymaras de
Qhunqhu San Salvador de Jesús de Machaqa. Testimonios aymara/castellano". La Paz:
CIPCA, Documentos Internos.
TICONA Alejo, Esteban (compilador). 1991. "Jiwasanakan Sartawisa, Nuestra
Historia. Jesús de Machaqa y Ayo Ayo", La Paz: CIPCA, Documentos Internos.
(Parcialmente reproducido en el Anexo 2)
TRIGUERO C., Abraham. 1989."Fiesta del Rosario de las Comunidades de Jesús de
Machaqa" Qurpa. (Ms)

DEFINICIÓN DE SOLSTICIO
Del latín solstitium, el término solsticio es un concepto astronómicoque se refiere a la
época en que el Sol se encuentra en uno de los trópicos. El solsticio de invierno es
conocido como solsticio hiemal y supone el día más corto y la noche más larga del año
en el hemisferio boreal (en el austral, ocurre exactamente lo contrario).

El solsticio de verano o solsticio vernal produce el día más largo y la noche más corta
del año en el hemisferio boreal (sucediendo lo contrario en el hemisferio austral).
Para el trópico de Cáncer, el solsticio ocurre del 21 al 22 de junio, mientras que, para
el trópico de Capricornio, el solsticio tiene lugar del 21 al 22 de diciembre.
Los solsticios ocurren por la inclinación axial del eje terrestre. Esto permite que el Sol
alcance, en cierto momento del año, su máxima declinación norte respecto al ecuador
celeste (+23º 27′) y su máxima declinación sur (-23º 27′). En otras palabras, los
solsticios son los momentos anuales en los que el Sol alcanza su posición extrema, ya
sea boreal o meridional.
Desde la antigüedad, la llegada de los solsticios ha sido acompañada de diversos
festejos y rituales. El solsticio de junio se celebra en la costa de España con
las Hogueras de San Juan, un rito donde, al encender una hoguera, se trata de dar más
fuerza al Sol, que comienza a hacerse más débil en el hemisferio norte a partir de ese
momento.
De igual forma, el solsticio de diciembre se festeja en el hemisferio norte como el
regreso del Sol, ya que, a partir de ese momento, los días comienzan a alargarse. Existe
un simbolismo donde se asocia el Sol con el renacimiento y la esperanza.
Por eso, hay quienes dicen que los cristianos fijaron la natividad de Jesucristo en
diciembre, la Navidad intentaría opacar las festividades paganas que existían desde
hacía ya mucho tiempo.
Pero no todos los festejos que se realizan durante los solsticios han sido oficializados;
estos dos momentos del año están relacionados con un sinfín de creencias, que los
convierten en choques entre la realidad y la magia. Por otro lado, estos puntos en los
cuales la duración del día y la noche se ven afectadas, también han captado la atención
de la ciencia. Veamos a continuación algunas curiosidades:
* mucha gente cree fervientemente que mientras tiene lugar el solsticio de verano se
abre un portal que permite a seres propios de la mitología, como son los espíritus y las
hadas, ingresen en nuestro mundo;
* la geología ha investigado extensamente los solsticios y ha llegado a concluído en que
estos fenómenos se dan en nuestro planeta desde hace más de cuatro mil
cuatrocientos millones de años;
* entre las ceremonias que se realizan durante el solsticio, existen algunas que tienen
como objetivo invocar a fuerzas sobrenaturales para que concedan ciertos deseos y
eliminen la negatividad del mundo;

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