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Estas relaciones son leyes físicas dentro de los rangos de presión y

temperatura encontrados en el análisis de perfiles de pozos y aplican


igualmente tanto a la resistividad como a la conductividad de las formaciones.
Debido a que la gran mayoría de los minerales que constituyen las rocas
sedimentarias son pobres conductores de electricidad, se ha demostrado
experimentalmente que la mayor parte de la corriente fluye a través del agua
contenida en los poros.

El agua pura es de por sí un buen conductor de electricidad. Más aún, si


se añade sal al agua la solución se hace más conductora. La corriente es
conducida a través del agua por los iones formados por la sal en solución en el
agua. Mientras más iones estén presentes en la solución, más conductora será
la solución. Debido a que las aguas de formación contienen diferentes tipos de
sales, ellas son generalmente conductoras.

Para entender más fácilmente cómo la corriente eléctrica fluye en las


rocas imaginemos un cubo de un metro cúbico lleno totalmente de agua de
una cierta salinidad (Figura 2.3). La resistencia del agua es medida por un
resistómetro y es expresada en ohms. Debido a que tenemos un volumen de un
metro cúbico de agua, podemos decir que la resistividad del agua es equis
ohms por unidad de volumen, y la llamamos Rw, en unidades de ohms-
m^2/m. La resistencia del cubo será pues igual a:

r = RwL/A (9)
donde la longitud L es un metro y el área A es un metro cuadrado.
Resolviendo la ecuación tenemos que:

r = Rw 1/11 = Rw (10)

En este caso la resistividad del agua en ohms-m es numéricamente


igual a su resistencia en ohms. Indudablemente que lo mismo es verdad para
cualquier otro material analizado de manera similar.

Vertamos ahora arena en el cubo. Es obvio que lo primero que


observaremos es que parte del agua se derrama. Asumamos que 600
centímetros cúbicos del agua originalmente en el cubo se derramó al llenarlo
de arena. Lógicamente, quedaron 400 centímetros de agua en el cubo lleno
ahora de agua y arena, lo que indica que ahora el cubo asemeja a una arenisca
con 40% de porosidad y 100% saturada de agua. Cuando el cubo estaba
completamente lleno de agua era fácil de imaginar que un ion podía viajar de

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un extremo al otro del cubo en una línea recta, es decir la distancia de un
metro. Ahora que hemos añadido la arena al cubo, el ion debe viajar
tortuosamente alrededor de los granos de un extremo al otro del cubo si
consideramos que los granos de cuarzo, por ser pobres conductores, no
contribuyen significativamente al flujo de corriente. De igual manera el área
también fue alterada por la arena, y en vez de área ocupada solamente por
agua tenemos agua ocupando el espacio poroso, así que la porosidad es área.
Por analogía, la resistividad total del cubo, Ro, será igual a:

Ro = RwL´/ (11)

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Figura 2.3.- Flujo de corriente en un cubo lleno de agua, con arena y agua
y con arena, agua y petróleo.

Nosotros podemos medir Rw y la porosidad PHI, lo que deja a L´, la


trayectoria del ion, para ser determinada. Si complicamos un poco más el

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experimento y sustituimos parte del agua en los poros por hidrocarburo, la
nueva resistividad del cubo, Rt, será expresada de la siguiente forma:

Rt = RwL¨/ Sw (12)

donde de nuevo la variable a estimar es L¨, la trayectoria del flujo del ion a
través del medio poroso; en este caso mucho más tortuosa, ya que parte del
agua ha sido reemplazada por un fluido no conductor, el hidrocarburo, y
PHI*Sw, la fracción del espacio poroso ocupada por agua, será el área
efectivamente conductora de electricidad.

II.5- LEY DE ARCHIE

En su trabajo pionero de la interpretación cuantitativa de perfiles Archie


(1942) encontró que, para diferentes tipos de arenas saturadas con aguas de
diferentes salinidades, la resistividad medida de la arena 100% saturada de
agua, Ro, incrementaba linealmente con la resistividad del agua, Rw. Él
llamó a la constante de proporcionalidad el factor de resistividad de la
formación F, o más simplemente, el factor de formación:

Ro = FRw (13)

De igual manera, al plotear el factor de formación versus la porosidad y


la permeabilidad en papel log-log encontró otras correlaciones de tendencia
lineal, como se muestra en la figura 2.4.

La tendencia lineal entre la porosidad y el factor de formación lo llevó a


proponer la siguiente relación:

F = -m (14)

donde m es un factor que depende del tipo de roca y el cual variaba entre 1.8 y
2.0, para rocas mal y bien consolidadas respectivamente. Archie corroboró
esta expresión en un rango muy variable de litologías, con el valor de m
siempre variando alrededor de 2. La correlación de F versus la permeabilidad
mostraba relaciones más inconsistentes. Archie atribuyó esto a la
interconectividad de los poros, conjeturando que ella influencia a la
permeabilidad pero no a la resistividad.

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Figura 2.4.- Correlación realizada por Archie del factor de formación, F,
versus porosidad y permeabilidad de areniscas del Golfo de México y
Luisiana.

Seguidamente él pasó a considerar rocas parcialmente saturadas con


hidrocarburos, proponiendo un segundo factor, más tarde llamado índice de
resistividad, I, que justificaba el incremento de la resistividad de la roca:

I = Ro/Rt (15)

Este factor dependía de la fracción de la roca conteniendo agua de


formación y del tipo de roca, expresado por un exponente, n, el cual él
encontró que variaba entre 1.9 para rocas consolidadas y 2.0 para no
consolidadas, por la siguiente relación:

I = Sw-n (16)

Combinando los dos factores se obtiene la ley empírica de Archie:

Rt = Rw/mSwn (17)

Esta ecuación es muy parecida a la ecuación (11) de nuestro cubo


modelo cuando saturado parcialmente con hidrocarburos, salvo la

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introducción de dos factores, m y n, que ayudan a expresar variaciones en la
configuración del sistema poroso y del tipo de roca.

Desde 1942, expertos en petrofísica y evaluación de formaciones han


medido la resistividad eléctrica de cualquier tipo de roca concebible
(incluyendo ígneas y metamórficas), y han encontrado que la ley de Archie, o
algo muy parecido a ella, describe satisfactoriamente sus resultados
experimentales. Indudablemente que desde sus inicios diferentes autores han
tratado de demostrar su invalidez, debido precisamente a su simplicidad y a su
carácter empírico, pero la ley ha resistido estos intentos con muy ligeras
variaciones (Edmundson, 1988).

En investigaciones realizadas por petrofísicos de la Humble Oil and


Refining Company (Winsauer et al., 1952) en numerosas muestras de
areniscas, se demostró que la relación adelantada por Archie entre la
porosidad y el factor de formación, podía ser mejorada utilizando la siguiente
relación:

F=0.62/2.15 (18)
Esta expresión es conocida como la fórmula de Humble y tuvo bastante
aceptación en la evaluación cuantitativa de perfiles en los años cincuenta.
Debido a la complejidad de resolver el exponencial con las calculadoras de
bolsillo existentes para la época, esta fórmula fue reemplazada por la
expresión:

F==.81/2 (19)

la cual daba resultados muy similares a la de Humble para areniscas. Para


carbonatos se utiliza :

F = 1/2

Al inicio de los sesenta se le hizo aparente a los petrofísicos que los


intentos de demostrar la invalidez de la fórmula de Archie con teorías sobre
tortuosidad, la forma del grano y redes de configuración de los poros, nunca
suplantarían el buen empiricismo de su fórmula, así que se adoptó una
generalización de la misma de la siguiente forma:

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Swn = aRw/mRt (20)
donde a expresa el factor de tortuosidad de la porosidad, m es el factor de
cementación de la roca y n es el exponente de saturación, el cual depende de
la humectabilidad de la roca. Los valores de a y m pueden ser estimados
ploteando la porosidad de una arena limpia acuífera versus la resistividad en
papel log-log (Pickett, 1966). La pendiente de la recta de la relación lineal da
el valor de m, y la extrapolación de la resistividad hasta el valor de 100% de
saturación de agua da el producto aRw (Figura 2.5). Conociendo Rw se
estima el valor de a para la formación en cuestión. El valor de n se deriva de
análisis de núcleos.

Figura 2.5.- Gráfico de correlación de Pickett.

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REFERENCIAS

- Archie, G. E., 1942, "Electrical Resistivity Log as an Aid in Determining


some Reservoir Characteristics", Transactions AIME, v. 146, pp 54-67.

- Crain, E. R., 1987, "The Log Analysis Handbook, Volume 1: Quantitative


Log Analysis", PenWell Books, pp 1-19.

- Edmunson, H. N., 1988a, "Archie's Law - Electrical Conduction in Clean


Water-Bearing Rock", The Technical Review, v. 36, n. 3, pp 4-13.

- Pickett, G. R., 1966, "A Comparison of Current Techniques for


Determination of Water Saturation from Logs", JPT, v.18, n. 1, p 1425.

- Winsauer, W. O.; Shearin, H. M., Jr; Masson, P. H., and Williams M., 1952,
"Resistivity of Brine Saturated Sands in Relation to Pore Geometry", AAPG
Bulletin, v. 36, n. 2 , pp 253-277.

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