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Tupac Katari

Julián Apaza Nina, más conocido como Túpac Katari nacido en Ayo Ayo, provincia
de Sica Sica, Virreinato del Perú, 1750 – La Paz, hasta el 15 de noviembre de 1781
fue un Caudillo, Inca Rey de los Aymaras y Virrey del Inca , hijo de un minero que
murió como mitayo en las minas de Potosí.

Luego de quedar huérfano en su adolescencia comenzó a servir como ayudante de


cura, convirtiéndose en campanero gracias a su tío Manuel, curaca de una comunidad
vecina a Ayo Ayo, llegando a ser campanero oficial de la iglesia del poblado.
Posteriormente trabajó dos años como peón en la mina de San Cristóbal, de Oruro,
al principio como barretero y luego acarreando trozos de mineral. Allí conoció el
sufrimiento de otros indígenas y comenzó a proclamar la necesidad de revelarse.

Se trasladó a Sica Sica donde trabajó como panadero y donde vio un hermoso
aguayo (telar tejido a mano) hecho con la habilidad de los antiguos y
cuando preguntó1 quien lo había hecho le mostraron a una joven muy bella
llamada Bartolina Sisa a la cual amaría toda su vida y con la cual se casó. En 1772,
ya casados, tuvieron el primero de sus cuatro hijos (tres varones y una niña). Más
tarde fue comerciante trajinante minorista hasta La Paz, estudiando la forma de
pensar de los indígenas, mestizos y cholos, observando especialmente su
descontento creciente ante la explotación colonial.
Julián Apaza alias Túpac Catari, como caudillo rebelde de las tropas de la
etnia aymara, se alió parcialmente e hizo frente a la supremacía quechua. Su
autoridad se hacía explícita en su nombre (amaru: serpiente en quechua; catari:
serpiente en aymara). Su rebelión tuvo características muy particulares y diferencias
notables con la de Túpac Amaru II. A pesar de encontrar cierta resistencia, la
facción quechua tuvo desde el principio control sobre la facción aymara, liderada por
Túpac Catari. Diego Cristóbal Túpac Amaru se había disgustado frente a las
pretensiones de éste de actuar como virrey de Túpac Amaru II, aunque finalmente fue
aceptado como gobernador, particularmente por sus conocimientos del territorio, sus
contactos personales y su ascendiente sobre la masa indígena.

Su movimiento buscaba la liberación de los indígenas frente al yugo impuesto por las
fuerzas coloniales españolas.

Como parte del levantamiento, Túpac Katari formó un ejército de cuarenta mil
hombres y cercó dos veces por un tiempo en 1781 la ciudad española de La Paz,
pero los dos intentos terminaron en fracaso por maniobras políticas y militares de los
españoles, así como alianzas con líderes indígenas contrarios a Túpac Katari.
Finalmente todos los cabecillas de la rebelión fueron apresados y ejecutados, incluida
su esposa, Bartolina Sisa, y su hermana, Gregoria Apaza.

Este levantamiento indígena de finales del siglo XVIII fue el más extenso
geográficamente y con mayor apoyo. Los virreinatos afectados necesitaron dos años
para sofocarlo.

Los rebeldes asediaron la ciudad de La Paz desde el 13 de marzo de 1781 durante


ciento nueve días sin éxito, debido a la resistencia y al apoyo de tropas mandadas
desde Buenos Aires. En ese contexto el virrey Agustín de Jáuregui aprovechó la baja
moral de los rebeldes para ofrecer amnistía a los que se rindieran, lo cual dio muchos
frutos, incluyendo algunos líderes del movimiento. Túpac Katari, que no había
aceptado la amnistía y se dirigió a Achacachi para reorganizar sus fuerzas dispersas,
fue traicionado por algunos de sus seguidores y apresado por los españoles en la
noche del 9 de noviembre de 1781.

Durante el segundo cerco se unió a los rebeldes túpackataristas, Andrés Túpac


Amaru, sobrino de Túpac Amaru II y vinculado sentimentalmente a Gregoria Apaza,
hermana menor de Túpac Katari.

Como recompensa moral de los esfuerzos y sacrificios que tuvieron que soportar los
españoles de la ciudad de La Paz, por cédula real del 20 de mayo de 1784, a la ciudad
de La Paz le fue otorgada el título de "noble, valerosa y fiel".

En el Alto Perú, un traidor entregó a los españoles en Chayanta al cacique sublevado


Tomás Katari, pero cuando lo conducían a La Plata para ser juzgado5 lo arrojaron por
un barranco y lo mataron. Como venganza por el asesinato de su cacique, la
sublevación se extendió aún más ese mismo mes de diciembre y otro miembro de la
familia, Dámaso Katari, llevó a cabo una matanza de mineros y españoles en la zona,
y se dirigió con miles de aymaras a sitiar de nuevo la ciudad de La Plata, donde
Ignacio Flores, Paula Sanz, también compañero de la expedición, y otros militares
españoles y las milicias de la ciudad, intentaban seguir resistiendo.

Francisco Tadeo Diez de Medina, el juez quien lo condenó a morir descuartizado, en


su sentencia dijo:

"Ni al rey ni al estado conviene, quede semilla, o raza de éste o de todo Tupaj Amaru
y Tupaj Katari por el mucho ruido e impresión que este maldito nombre ha hecho en
los naturales... Porque de lo contrario, quedaría un fermento perpetuo..."

Se le atribuye a Tupac Katari, antes de morir ejecutado, haber mencionado las frases
célebres:

" A mí solo me matarán..., pero mañana volveré y seré millones"

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