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“ECONOMÍA DE COMUNIÓN”

IECO 045: Economía y sociedad.


Profesor: Christian Eduardo Henríquez Zúñiga.

Alumnos: Felipe Klenner Reyes.


Felipe Oyarzún Marín.
Damary Subiabre Antilaf.

Valdivia, Noviembre 2017


1. INTRODUCCIÓN
La economía es una de las ciencias más longevas de nuestra sociedad y que ha
perdurado tras sus usos en diferentes sociedades del planeta, todo esto gracias a su manera
de poder contabilizar y crear bienes y servicios para la comunidad, como fundamental
razón de existir. Al igual que muchas de las otras ciencias existentes, esta tiene muchos
grupos dentro de ella, como por ejemplo la economía de libre mercado, neoliberal,
capitalista, etc.

Estas distintas “ramificaciones” tienen variadas maneras de lograr el objetivo


principal como economías, algunas más ecológicas, más sociales o de uso desmedido de los
recursos, aunque todas con la finalidad de la entrega de servicios y bienes a la sociedad.
Aunque algunas de estas dejan de lado a algunos ciudadanos por no ser útiles dentro del
mercado, a los cuales no se les termina entregando ningún bien o servicio.

Seguir luchando en contra de los males del capitalismo y del socialismo


colectivista y ofrecer algunas modestas ofertas que nos lleven hacia un
auténtico intercambio de bienes. Ante la pluralidad de formas y en
búsqueda de una alternativa a los sistemas ya tradicionales encontramos
algunos caminos abiertos. (Galindo, 2003, p. 2)
En esa búsqueda por mejores opciones ante los modelos más dominantes de los 90’,
en Brasil la señora Chiara Lubich con un pensamiento religioso, en 1991 crearía la
economía que lleva el nombre de comunión por la misma visión cristiana.

Esta sub-rama de la economía capitalista pone a toda una sociedad como flujo del
crecimiento económico sin dejar a nadie afuera; este método utiliza a cada persona adulta y
con el potencial de trabajar, siendo de mayor o menor recursos, una fuente de ingresos a
través del trabajo en establecimientos donde se usa este método.

En este informe se hablará sobre los temas más importantes del modelo económico
de comunión y cuales han sido sus impactos desde su creación en Brasil hasta la actualidad,
prestando atención desde su uso al redor de américa y el mundo. También en reconocer los
resultados que ha tenido en diferentes empresas.
El objetivo final del desarrollo de esta investigación es describir las características
de un modelo económico que se diferencia al resto porque, además de representar valores
religiosos en un contexto económico, sino que también un nuevo ambiente de crecimiento.

2.1. HISTORIA DE LA ECONOMÍA DE COMUNIÓN


La economía de comunión fue fundada por Chiara Lubich en Sao Paulo en el año
1991 luego de notar la diferencia social que existía en aquella ciudad. Según la página
oficial www.edc-online.org, había quedado impresionada al ver las conocidas “favelas”
junto a grandes rascacielos.

Así es como junto al “Movimiento de los Focolares” y una ciudadela llamada


“Mariápolis Araceli”, cercana a Sao Paulo buscaron ayudar a los brasileños en situaciones
precarias, pero aun faltaba más. En base a la búsqueda de una mejor calidad de vida para
los pobladores cercanos y guiada por quien fuese el papa Juan Pablo II, lanzó la Economía
de Comunión.

Aquí tendrían que surgir industrias, empresas cuyas utilidades se pusieran


libremente en común con la misma finalidad de la comunidad cristiana:
antes que nada, para ayudar a los que padecen necesidades, ofrecerles
trabajo, en fin, hacer de tal modo que no haya ninguno en la
indigencia.Luego, las ganancias servirán también para desarrollar la
empresa y las estructuras de la ciudadela, para que pueda formar hombres
nuevos: ¡sin hombres nuevos no se hace una sociedad nueva. (Lubich citada
en la página www.edc-online.org)
2.2. CHIARA LUBICH
Silvia, nombre de bautizo de Chiara, nace el 22 de enero de 1920 en Trento, Italia.
Sus padres fueron adversarios del totalitarismo de Mussolini. A los 18 años obtiene el
diploma de maestra de primaria. En 1943 se “casa con Dios” luego de varias visitas a
Loreto, entre ellas, un congreso de estudiantes católicos. Cambia su nombre a Chiara en
honor a la santa de Asís.

En 1944, junto a sus compañeras, abren el primer focolar y en 1947 es aprobado por
Carlos Ferrari. En 1954 Chiara funda la rama de los sacerdotes docesianos, y dos años más
tarde se funda el primer número de la revista “Ciudad Nueva”. Así por muchos años se
dedica a recorrer el mundo, impartiendo su doctrina junto al movimiento de los focolares.
Es en 1988 premiada por la paz augustuna en Augsburg, Alemania. En 1991
comienza con el proyecto de la economía de comunión. Tres años después es nombrada
presidente honoraria de la WCRP (WorldConferenceonReligion and Peace – Conferencia
Mundial de las Religiones por la Paz) y dos años más tarde da vida al movimiento político
por la unidad. En 2001 recibe el premio como defensora de la paz en India y tres años
después recibe la insignia de Cavaliere di Gran Croce por el presidente de la República
Italiana.

El 13 de marzo de 2008, luego de una larga enfermedad muere a los 88 años. En su


muerte es homenajeada por múltiples personas, incluido el papa Benedicto XVI.

2.3 MOVIMIENTO FOCOLARES


Se funda por Chiara Lubich, luego de que esta tuviera una “experiencia mística” en
la segunda guerra mundial. Ella se quedó en Trento, a pesar de los bombardeos que estas
sufrían. Así animó a otras jóvenes como ella a habitar un focolare (hogar).

Su difusión por Europa comenzó en 1956 y dos años después en Latinoamérica. En


1961 siguió en América del Norte, a Asia llegó en 1963 y en 1967 a Australia. En 1962 el
movimiento recibió su primera aprobación papal. Sin embargo, esta llegó definitivamente
en 1990.

Sus ideales son la “caridad” comunitaria y la unidad. El objetivo del movimiento es


llegar a una "fraternidad universal". Esta organización promueve el diálogo entre religiones
y laicos involucrados en diferentes “realidades humanas”.

Según la página oficial del movimiento, esta se encuentra en 182 países: cuenta con
alrededor de dos millones de adherentes y simpatizantes, en su mayoría católicos. Forman
parte, en distintos modos, miles de cristianos de 350 Iglesias y comunidades eclesiales:
muchos fieles de varias religiones, entre los cuales hebreos, musulmanes, budistas, hindúes,
sikhy personas de convicciones no religiosas
3. ¿EN QUÉ CONSISTE LA ECONOMÍA DE COMUNIÓN?

Fue creada como imitación a la primera comunidad de Jerusalén. “Se mantenía


constantes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las
oraciones. […] Todos los creyentes estaban de acuerdo y tenía todo en común; vendían sus
posesiones y sus vienes y lo repartían entre todos, según la necesidad de cada uno.”
(Hechos 2: 42 y 44-45). Su finalidad es reunir a “empresas fraternales” que deseen
erradicar la pobreza e injusticia social, contribuyendo a un sistema económico y una
sociedad humana mas equitativa y donde las personas no sean juzgadas por sus ingresos y
realizar a través de su impacto en las empresas y cambio social.

4. ECONOMÍA DE COMUNIÓN Y VISIÓN CRISITIANA

La opción de la Economía de Comunión (EdC) surge de una visión sobre el


cristianismo de la sociedad e intenta imitar, económica y “filosóficamente”, la primera
comunidad cristiana de Jerusalén. Chiara Lubich se basó en la frase bíblica del Evangelio
de Lucas, “den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida llena, apretada,
sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes”
(Lucas 6:38), para crear su economía.

De esta visión se desprende un concepto fundamental para la EdC: la cultura del


dar. En el sitio web de la Economía de Comunión, consideran el “dar” con un sentido
antropológico que viene del “darse”, por consecuencia del “ser”, por esto descartan la
visión Individualista y Colectivista de la palabra, y la ponen en relación al sentido de
Comunión.

En el sitio web de la EdC definen el “dar” como:

“Dar” se abre al otro en el respeto de su dignidad y suscita también a nivel


de gestión de las empresas la experiencia del “den y se les dará” evangélico.
Se manifiesta en ocasiones como un ingreso económico inesperado, por
ejemplo, o como una idea genial para una solución técnica innovadora, o
bien como la idea de un nuevo producto exitoso. (Sitio Web “Economía de
Comunión”, La inspiración cultural)
La cultura del dar está relacionada con un sentido estrictamente evangélico, el
concepto es una de las bases que proponen los economistas de comunión para su modelo
económico y social.

Autores como el Padre Luis Eduardo Rubiano hacen más estrecha la relación entre
“EdC” y Religión, este autor plantea que “la espiritualidad de comunión debe llegar a ser el
alma de nuestro ser y de nuestro hacer; y nos debe ayudar a evitar toda posible dicotomía”
(2011, p. 174), este autor no solo pretende un cambio económico, sino también uno
“espiritual”, que evitará dicotomías.

5. RELACIÓN ENTRE EMPRESA Y ECONOMÍA DE COMUNIÓN

La economía de comunión propone que la empresa tenga un componente social


potente, plantea mantener las empresas privadas, sin embargo, pretende difundir “nuevos
ámbitos de responsabilidad social en la empresa” (Galindo, 2003, p.3).

Lo que diferencia a la “Economía de Comunión” de otras economías que pretenden


mantener las empresas privadas, pero con “enfoques” sociales, es que esta economía busca
realizar un cambio social y de mentalidad a través de valores cristianos. Chiara Lubich
busca fomentar la solidaridad en la empresa privada a través de la ética, quiere que esta se
convierte en un pilar fundamental de la empresa, quiere dar vuelta la filosofía empresarial
liberal, que según Galindo se enfoca en un “individualismo inherente” (2003, p.15.).

Esta economía plantea a la empresa no solo como un productor de bienes y servicios


sino también como un productor de “Bienes Relacionales” (Buchara, 2012, p. 18). Los
bienes relacionales son el enriquecimiento de la vida en comunidad y de las interacciones
interpersonales en el trabajo. Francisco Buchara señala que los bienes relacionales “además
de generar un gran valor social, da sentido, sustancia y orientación a tales empresas para
vivir la comunión. Por lo tanto, en la vida diaria de ellas se ve a todas las interacciones
entre las personas como un proceso productivo” (2012, p.19).
6. ECONOMÍA DE COMUNIÓN: ¿LA TERCERA OPCIÓN?
El autor Ángel Galindo plantea la siguiente disyuntiva:

Desde un punto de vista teológico, los cristianos pueden optar por una
organización socialista marxista de la actividad económica o por una
economía de mercado. Actualmente es objetivamente preferible el intento
de mejorar la economía de mercado libre que el intento hacer una
alternativa socialista. Aunque si se trata de un determinado país
subdesarrollado bajo un régimen de represión y explotación "cabe la
posibilidad de optar por la implantación revolucionaria del socialismo",
aunque hay que evitar la ilusión de que la buena voluntad es suficiente para
implantar un socialismo democrático. (2003, p.9).
Esto quiere decir, en otras palabras, que la EdC se verá enfrentada a inclinaciones
de tipo económica. Con la frase “actualmente es objetivamente preferible el intento de
mejorar la economía de mercado libre que el intento hacer una alternativa socialista”, deja
en entredicho si esta será la tercera opción ya que no plantea un cambio radical a los
sistemas económicos que dominaron en las sociedades “occidentales” durante el siglo XX.

A este modelo económico se le ha cuestionado su ambigüedad, ya que, si bien está


en contra de los modelos imperantes del siglo XX, no pretende generar grandes cambios en
la concepción de economía. Las empresas privadas se mantienen, y la gestión de esta
dependerá completamente del “jefe”. Además se basa en la buena voluntad de los
empresarios. Pese a que quiere cambiar la concepción filosófica de la sociedad como señala
Francisco Buchara, mantiene las estructuras del pensamiento moderno como: la razón
instrumental.
7. CONCLUSIÓN
El modelo de comunión es un sistema económico bastante peculiar pues nace con
bases netamente cristianas. Su fundadora fue una reconocida religiosa destacada hasta por
los papas de cada época.

Su economía se ha desplegado mundialmente, llegando a casi 200 países y a


millones de personas. Su objetivo era desarrollar una economía que ayudara a la gente
imitando la primera comunidad de Jerusalén pero esta se puede ver afectada por la
necesidad de tomar una inclinación en torno al ámbito internacional.

Si bien se trata de presentar como una tercera opción, se ha visto que es


simplemente la adaptación de los modelos económicos imperantes del siglo XX, aunque
con un enfoque más bíblico y comunitario.

El modelo económico está planteado de manera muy solidaria. Si bien ha recibido


todo el apoyo de la Iglesia sería considerable que esta institución siguiera el ejemplo de la
economía que tanto dice destacar. Podría significar un gran porte al Movimiento Focolares
y su desarrollo mundial.
8. BIBLIOGRAFÍA

- Argandoña, A. (2011). Un libro reciente sobre la economía de comunión. Occasional


Paper - IESE Business School – Universidad de Navarra, 184, 1 - 3.

- Asociación por una Economía de Comunión (2015). Líneas para dirigir una empresa de
comunión. Recuperado de:
http://www.economiadecomunion.org/images/PDFs/Lineas_dirigir_empresa_AEDC
.pdf

- Buchara, F. (2012). ¿Cómo trasmitir los principios de la economía de comunión en la


Empresa? (Tesis de Licenciatura). Universidad Austral (Argentina), Rosario.
Recuperado de http://www.ecodicom.net/tesi/Tesi13/131119FB.pdf

- Galindo, A. (2003). Nuevos ámbitos de responsabilidad social de la Empresa. Desde el


“tercer sector” a la economía de comunión. Papeles de Ética, Economía y
Dirección, 8, 1 - 19.

- Rubiano, L. (2011). Economía y comunión de bienes: Historia de algunas ideas a la luz de


las Órdenes Franciscanas. Revista de la Facultad de Ciencias Económicas y
Administrativa-Universidad de Nariño, XII (2), 155 - 180.

9. LINKOGRAFÍA

-Asociación por una Economía de Comunión ESPAÑA:


http://www.economiadecomunion.org/index.php

-EdC: http://www.edc-online.org

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