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INTRODUCCIÓN

El constitucionalismo peruano es el estudio de la constitución política -la vigente


y las anteriores, sus principios fundamentales, ideales, implicancias e
imperfecciones. La historia del constitucionalismo peruano se remonta a la
primera constitución española y llega hasta la actualidad.
Las Constituciones que ha tenido la República Peruana, desde su
establecimiento, han sido más de doce textos constitucionales (doce, si no se
toman en cuenta estatutos ni reglamentos provisorios, ni las constituciones de
los Estados Nor y Sur Peruanos).
Además, es necesario considerar otras cuatro constituciones que fueron
aplicadas, nominal o efectivamente, en el territorio peruano, dos antes de su
independencia: la constitución de Bayona (que es considerada como un estatuto,
al haber sido impuesta por las fuerzas napoleónicas ocupantes) y la española de
1812 (llamada popularmente la "Pepa"), y dos durante el breve lapso de su
escisión en las repúblicas Nor-Peruana y Sud-Peruana y la ley fundamental para
la Confederación Perú-Boliviana.
La historia del constitucionalismo en el Perú está vinculada con el nacimiento de
la República, en 1821, luego de que José de San Martín decretara la
independencia del Perú.
En esas circunstancias surgió la necesidad de elaborar y aprobar, al igual que
se había dado ya en otras naciones, una constitución que estableciera la forma
de organización de Estado que se iba a dar al Perú. Es en este episodio donde
se llevó a cabo el primer debate del recién convocado Congreso Constituyente.

La posición de San Martín y de algunos precursores como Hipólito Unanue era


establecer en el país una monarquía constitucional. Por otro lado, también la
facción republicana tenía muchos adeptos, siendo ésta posición la que
finalmente se impuso en el Congreso.
Desde entonces, el Perú ha sido regido por varios textos constitucionales de
distintas orientaciones, cada una de ellas graficó la tendencia política
predominante en ese preciso momento histórico.
FUNDAMENTO TEÓRICO
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL PERÚ
La Constitución Política del Perú o también llamada "Carta Magna" es la ley
fundamental sobre la que se asientan el Derecho, la justicia y las normas de la
República del Perú y sobre la base de la que se organiza el Estado del Perú.

La Constitución Política del Perú también es la norma suprema de nuestro país,


que es un estado soberano u organización, la cual está establecida o aceptada
para regirlo.

Asimismo, determina los límites y define las relaciones entre los poderes del
Estado (poder legislativo, ejecutivo y judicial) y de estos con sus ciudadanos,
estableciendo así las bases para su gobierno y para la organización de las
instituciones en que tales poderes se asientan.

Este documento busca garantizar al pueblo sus derechos y libertades, así como
la regulación de estos, mediante las sanciones respectivas en caso de abusar
de las libertades y cometer delitos.

Hay dos puntos de vista respecto a la constitución política, y que se deben


tomar en cuenta:

 Desde el punto de vista material, la Constitución es el conjunto de reglas


fundamentales que se aplican al ejercicio del poder estatal.

 Desde el punto de vista formal, Constitución se define a partir de los


órganos y procedimientos que intervienen en su adopción, de ahí genera
una de sus características principales: su supremacía sobre cualquier
otra norma del ordenamiento jurídico.

El término constitución, en el sentido jurídico, hace referencia al conjunto de


normas jurídicas, escritas y no escritas, que determinan el ordenamiento
jurídico de un estado, especialmente, la organización de los poderes públicos y
sus competencias, los fundamentos de la vida económica y social, los deberes
y derechos de los ciudadanos.
El Perú tuvo a través de su historia 17 constituciones políticas, las cuales son
las siguientes:

 1812 - Constitución Política de la Monarquía Española (Virreinato del


Perú).
 1823 - Constitución Política de la República Peruana.
 1826 - Constitución Política del Perú.
 1828 - Constitución Política de la República Peruana.
 1834 - Constitución Política de la República Peruana.
 1836 - Constitución Política de la Confederación Perú Boliviana:
Constitución del Estado Sud-Peruano.
 1836 - Constitución Política de la Confederación Perú-Boliviana:
Constitución del Estado Nor-Peruano.
 1836 - Constitución Política de la Confederación Perú-Boliviana: Decreto
del 28 de octubre de 1836 (Establecimiento de la Confederación Perú-
Boliviana).
 1837 - Constitución Política de la Confederación Perú-Boliviana: Ley
Fundamental de la Confederación Perú-Boliviana.
 1839 - Constitución Política del Perú.
 1856 - Constitución de la República Peruana.
 1860 - Constitución Política del Perú.
 1867 - Constitución Política del Perú.
 1920 - Constitución para la República del Perú.
 1933 - Constitución Política del Perú.
 1979 - Constitución Política del Perú.
 1993 - Constitución Política del Perú (vigente actualmente).
ANALISIS DE LOS DERECHOS DE LA PERSONA # 9 - 10
- 11 - 12 DEL ARTICULO N° 2
TITULO 1
DE LA PERSONA Y LA SOCIEDAD
CAPITULO 1
DERECHOS FUNDAMENTALES DE LA PERSONA
Derechos de la persona
Artículo 2°.- derechos de la persona

9. A la inviolabilidad del domicilio. Nadie puede ingresar en él ni efectuar


investigaciones o registros sin autorización de la persona que lo habita o
sin mandato judicial, salvo flagrante delito o muy grave peligro de su
perpetración. Las excepciones por motivos de sanidad o de grave riesgo
son reguladas por la ley.

ANÁLISIS:
“la inviolabilidad de domicilio encuentra su asentamiento preferente, no
exclusivo, en la vida de las personas, no se refiere pues, a la protección de la
propiedad, posesión u otros derecho reales, sino a la necesidad de preservar el
carácter privado e íntimo”

STC 07455-2005-HC, FJ 4, 5

EL domicilio es entendido como la “morada destinada a la habitación y al


desenvolvimiento de la libertad personal en lo que concierne a la vida privada,
ya sea cerrada o abierta o parcialmente, móvil o inmóvil, de uso permanente o
transitoria”. Es decir la institución del domicilio en términos constitucionales debe
ser entendida de manera amplia; por ejemplo, la habitación de un hotel
constituye domicilio, la oficina particular donde una persona ejerce su profesión
debe ser entendida como domicilio.
EXP. N° 04085-2008-PHC/TC

El derecho a la inviolabilidad de domicilio garantiza a toda persona a no ser


objeto de intervenciones, ilegales y arbitrarias, por parte de particulares o por el
Estado, Estado dentro de su domicilio. El domicilio es el espacio físico donde las
personas desarrollan su vida privada. Como ha expuesto el Tribunal Europeo de
Derechos Humano en el caso Moreno Gómez c/. España.

El domicilio es normalmente el lugar, el espacio físicamente determinado donde


se desarrolla la vida privada y familiar. El individuo tiene derecho al respeto de
su domicilio, lo cual significa no solo el derecho al espacio físico, sino también al
disfrute pacifico de dicho espacio. Sentencia de 16 de Noviembre de 2004,
párrafo 53. Tal como señala dicha Norma Fundamental, existe la posibilidad de
controlar el ingreso a un domicilio, sin embargo ello no significa la vulneración
del derecho sino una formula constitucional que limita el ámbito de la
inviolabilidad de domicilio, pues no es un derecho absoluto, como no lo es
ninguno de los derechos fundamentales, pudiendo ceder ante los supuestos
descritos en la misma ley, siempre que el recorte que aquel haya de
experimentar sea justificada en una resolución judicial debidamente motivada o,
necesario para lograr un fin constitucionalmente legítimo.
10. Al secreto y a la inviolabilidad de sus comunicaciones y documentos
privados.

Las comunicaciones, telecomunicaciones o sus instrumentos sólo pueden


ser abiertos, incautados, interceptados o intervenidos por mandamiento
motivado del juez, con las garantías previstas en la ley. Se guarda secreto
de los asuntos ajenos al hecho que motiva su examen.

Los documentos privados obtenidos con violación de este precepto no


tienen efecto legal.

Los libros, comprobantes y documentos contables y administrativos están


sujetos a inspección o fiscalización de la autoridad competente, de
conformidad con la ley. Las acciones que al respecto se tomen no pueden
incluir su sustracción o incautación, salvo por orden judicial.

ANALISIS:

“La protección que se da es del secreto y la inviolabilidad. Por secreto se debe


entender que el contenido de las comunicaciones o de los papeles privados de
una persona sólo puede ser conocido por ella y aquella o aquellas otras con las
cuales deseo comunicarse. Hay que notar que el secreto de una comunicación
de dos personas pertenece a las dos y exclusivamente a ellas. En otras palabras:
las dos tienen derecho a saber el contenido de la comunicación, y sólo pueden
transmitirlo a terceros con mutuo acuerdo. Si sólo uno de ellos hiciera de
conocimiento de otros el contenido de la comunicación, en realidad estaría
violando el secreto de su contraparte”

“las comunicaciones o sus instrumentos solo pueden ser abiertos, incautados,


interceptados o intervenidos por mandamiento motivado del juez, con las
garantías previstas en la ley. Se guarda secreto de los asuntos ajenos al hecho
que motiva su examen.
En tal sentido, resulta necesario, de una parte, tomar las precauciones que
garanticen la confidencialidad de las entrevistas con criterios técnicos o
específicos (realización de barridos electrónicos, infraestructura penitenciaria,
entre otros) y de otra, que la aplicación de locutorios – como toda medida
restrictiva de derechos- se dictada por el órgano jurisdiccional expuestos en los
fundamentos precedentes.

Es decir, que esta aseveración no impide que la emplazada opte por realizar,
adicionalmente un control razonable de los documentos de naturaleza legal que
portan las visitas en el momento de su ingreso y egreso al establecimiento penal.
Sin embargo, no se ha mostrado fehacientemente que haya vulnerado este
derecho en el caso concreto. Por la razón, este Colegiado declara que este
extremo de la demanda también debe ser declarado improcedente.
11. A elegir su lugar de residencia, a transitar por el territorio nacional y a
salir de él y entrar en él, salvo limitaciones por razones de sanidad o por
mandato judicial o por aplicación de la ley de extranjería.

Análisis:

La Constitución en su artículo 2, inciso 11 (también el artículo 25, inciso 6 del


Código Procesal Constitucional) reconoce el derecho de todas las personas a
transitar por el territorio nacional y a salir de el y entrar en el salvo limitaciones
por razones de sanidad o por mandato judicial o por aplicación de la ley de
extranjería. Esta disposición constitucional procura reconocer que todo nacional
o extranjero con residencia establecida puede circular libremente o sin
restricciones por el ámbito de nuestro territorio patrio, habida cuenta de que, en
tanto sujetos con capacidad de autodeterminación, tiene la libre opción de
disponer cómo o por dónde desplazare, sea que dicho desplazamiento suponga
facultad de ingreso hacia el territorio del Estado, circulación o transito dentro del
mismo, o sea que suponga simplemente salida o egreso del país.

El derecho a la libertad de tránsito también se manifiesta en la facultad de toda


persona para desplazarse sin impedimentos, en las vías públicas. No obstante,
como ha establecido este Colegiado (Exp. N° 4453-2004 HC/TC), si bien la
libertad de tránsito suele manifestarse en el desplazamiento de la persona a
través de autopistas, avenidas, calles, veredas, plazas o vías con similar
características, ello no significa que dentro de espacios semiabiertos e, incluso,
ámbitos de carácter particular, no puedan darse manifestaciones vinculadas al
ejercicio de este derecho.

EXP. N° 5970-2005-PHC/TC

Como premisa debe considerarse que las personas jurídicas pueden ser titulares
de derechos fundamentales; sin embargo ello no significa que dicha titularidad
pueda predicarse de manera general respecto a todos los derechos, ya que ello
estará condicionado a que así lo permita la naturaleza del bien protegido por el
derecho en cuestión. En efecto, la titularidad de derechos como el de propiedad,
defensa, debido proceso, tutela jurisdiccional, libertad de contrato, libertad de
trabajo, de empresa, igualdad, entre otros, resulta indiscutible en atención a la
naturaleza del bien protegido por estos derechos. Sin embargo, en el caso de la
libertad de tránsito no pude predicarse tal titularidad.

Se premunida la libertad del ciudadano de elección de su lugar de residencia, lo


que significa que nadie puede obligar a nadie su estadía, o tomar como
residencia un lugar, del cual no está interesado, la excepción se da por mandato
judicial por cuanto ante una pandemia, nos encontraríamos en Estado de
Emergencia, por lo que estos derechos se ven restringidos en estas
circunstancias.

12. A reunirse pacíficamente sin armas. Las reuniones en locales privados


o abiertos al público no requieren aviso previo. Las que se convocan en
plazas y vías públicas exigen anuncio anticipado a la autoridad, la que
puede prohibirlas solamente por motivos probados de seguridad o de
sanidad públicas.
ANALISIS:

El derecho de reunión puede ser definido como la facultad de toda persona de


congregarse junto a otras, en un lugar determinado, temporal y pacíficamente, y
sin necesidad de autorización previa, con el propósito compartido de exponer y/o
intercambiar libremente ideas u opiniones, defender sus intereses o acordar
acciones comunes.

En tal sentido, aunque (como luego podrá observarse con nitidez) los elementos
que configuran el derecho de reunión, determinan, sin lugar a dudas, que la
libertad de expresión y la libertad de reunión, strictu sensu, gocen de un
contenido constitucionalmente distinto, la estrecha relación reunión-
manifestación genera una singular vinculación entre ambos, al extremo de que
el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), ha destacado una
instrumentalidad mutua, por así decirlo, “de ida y vuelta”. En efecto, en el caso
Rekvényi, el referido Tribunal sostuvo que.

“la libertad de expresión constituye uno de los medos principales que permite
asegurar el disfrute efectivo del derecho a la libertad de reunión y de asociación”.

EXP. N° 4677-2004-PA/TC

Aunque no existe una aproximación conceptual precisa en cuanto a lo que para


la Constitución representa la seguridad ciudadana, sino, básicamente, un
conjunto de características o elementos que permiten integrar lo que sería su
contenido, esta puede ser catalogada como un estado de protección que brinda
el Estado y en cuya consolidación colabora la sociedad, a fin de que
determinados derechos pertenecientes a los ciudadanos puedan ser
preservados frente a situaciones de peligro o amenaza reparados en caso de
vulneración o desconocimiento. Derechos como la vida, la integridad, la
tranquilidad, la propiedad o la libertad personal suelen ser los principales
referentes que integran el contenido de la seguridad ciudadana en atención a lo
que el Estado y la colectividad se espera, siendo evidente que, por sus alcances,
se trata fundamentalmente de un bien jurídico de relevancia antes que de un
atributo o libertad subjetivo.

CONCLUSIONES:

 Por ley se establece que nadie puede ingresar, efectuar investigaciones


a un domicilio no correspondiente y que es considerado como un delito
acotado como la “inviolabilidad del domicilio “salvo en situaciones de
sanidad o de grave riesgo.

Linkografia:

 http://jaimemati.blogspot.com/2015/09/derechos-fundamentales-articulo-
2.html

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