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leer & liar lectura y familia Michele Petit PDE LECTURASSOBRELECTURAS/16 Leer & liar* Antes que nada, quisiera agradecer muy afectuosamente alas personas que me han dado la oportunidad de en- contrarme hoy aqui entre ustedes. Mi gusto es aun mayor pues el titulo de este seminario es practicamente el mismo del de uno de los libros que publiqué en este Pais gracias a Daniel Goldin, y ustedes comprenderén cuén honrada e intimidada me siento Por ese “guifio de ojo” que me dirigieron, sobre todo Porque el titulo de esta primera jor- nada también hace eco a mis investigaciones, pues desde hace algunos meses trabajo en “Ia lectura en espacios en crisis”, y es de lo que voy a hablarles ahora. Por supuesto, se trata de un tema muy vasto, consi- derando que en estos tiempos de globalizacién liberal Podriamos decir que el mundo entero es un “espacio €n crisis”. En efecto, una crisis surge cuando los modos de regulacién, sociales Y psiquicos, que hasta entonces funcionaban, se vuelven inoperantes a causa de cam- ; ional de *Ponencia presentada en el Seminario iniemacaely ra lo intimo alo publico”, celebrado durante ie Say pipes del Libro Infantil y Juvenil en la Ciudad de de 2004, ie, incluye algunos pasajes is rie, incluy Traducida al espafiol por Nee na Soinferencia’dictaria'en 5 f , extra\ . : sedi essary por Ee ee Infantil y Juvenil, que organizado el primer Cong: E Brnorial Luis Vives, tuvo lugar en Santander, Espafia, Por el grupo edit en octubre de 2004. 23 ‘~~ 508 materiales Y si bien os Gen Psticos y afective es apne eF0 GU cl “malestar en In Hine ee cesosSegrrsene PRE, y que en todas pans tas eabrsativaserecients marginan sa repionesanfemente el hecho de vivir en cores yo" Combine ¢ battios expone masa esas violonene es rutales. Cuando el ligar ene nies 9. 0508 e70 en que tno Powbilidades de escaparse ~aungueesole givaciGn— son muy limitadas: todose veblns sm Posible, excepto el exiio, * oqweado, sin Puedenestims| uedenestimulrlacentvdady cs tar contribuvendow i laborers otros eguloee * Vease Sigmun« wi igmund Freud, Malaise dans le cvitstion, py : x jquismo, como dijo René Kats, una de muerte y fuer- ennuestro PS : ‘tiempo fuerzas sera al mis! ee SE cat ta lectura en una época de des- cut Ev Puede sostener esas fuerzas de vida? Qué concierto err realmente de a lecura, sn wana. podem epaciosen os que la crisis es particularmente Jee ora que estenafectados por Buet#98 0 violen- inte Yas, por desplazamientos forzados de pobla- cias Pvp degradaciones econsmicas répidas? ““E[ay LIBROS QUE SALVAN LA VIDA” [Antes de intentar aportar algunos elementos de respuesta esta cuestiOn, quisiera recordar que la idea de que los libros pueden hacer el “bien” es muy antigua, tanto, sin duda, como la creencia de que pueden ser peligrosos 0 perjudiciales. Los poderes reparadores de la lectura han sido observados frecuentemente, basta con que pense- ‘mos, en el siglo Xxx, en el papel que jugaron la poesia y la literatura para tantos deportados en los campos nazis —recordemos, por ejemplo, a Primo Levi recitando a Dante a su compaitero Pikolo, en Auschwitz—’ en Ia relegacidn estaliniana 0 en las cérceles argentinas.* 2 René Kaisct al, Crise, rpture ct dépassement, Parts, Duned, 200%, pz "Primo Lev Sis me, Pais ula 1987 cree Mant tment! br extaordnare de Robert Antelme ee ieeene pane Catiman, 19570 Varlam Chama Let ee i Oo at Parfeent International des Ee Mee fp apa Prva conte ls de 220 amt, Ladnana, Nok et Ble 197 2 Conf “N Mas alla de esas situaciones e de la lectur Atremas, la contribucig amor de gat Seno mismo despa tera rae tmorde un duelo,de unacntermeas tera —toda pérdida 'Y Brave anorexia que posteri amenaz6su vida, Elhabria “devorado, mastica Iido y egurgitadoa Pinocho" unlibroventag Teparador en el que encontré “al mismo tiempo su cri- mony la sakudable rebetiGn que dio a fuera te Tachar srasras t 880biante sentimiento de culpabitided que la verb ny Teal de su padre, amenazaba con hace tee Tinley fatal”® Como vemos, algunas veces on libro alimenta literalmente la vida. itarétambién, por ejemplo, las palabras dedos petio- {lista que encontré al redactar esta conferncne por un lado, Laure Adler, directora de ne Bran estacién de Radio cultural, quien al referirse a la muerte dee hijo, SrUIss: "Si no me suicide, fue porque por casein Dane Una barrera contra et Pacifico We Marguerite Duras. En realidad, creo que hay libres que salvan la Wan Por el otro, Philippe Lefait, quien Comentee Us Aa, hice incluso un ‘botiquin de prmerce auxilios’, en pom hatin de farmacia verdadero, en el que use los Pocos libros que me salvaron la vida lormente do, engu- leramente [Ciao por Rémy Payuelo en Hes deenface igures dea sure, Paris EF, 1998, p. 66, “Entrevista en Ele, 3 de septiembre de 2001, 26 - . —— embargo de personas que probablemente Se tata oe tierna edad vivieron entre libros y pagaron gesde are objetos volviéndose grandes mediado- su deuda a es0r 8 experiencia de Mare Soriano o la de ca pace extenderse a otras categories sod ee Ne esa ln eiverdin eto privet lew eee lavarde para Ouray paveee Gel nishdo er la rane catuto del pr, aunque tariblen del relat de Sloen det silencio, no Son los mistnon? Para ener pa ba ea ene vtemePoniare ‘compartir con ustedes directamente e ’ tres experiencias. [EXPERIENCTAS DESCONOCIDAS riera sceloen}os fos potent a segunda (ges mmundial en tados Unidos en donde aes Mira Rothenberg, un dia se vio obligada a dard i n grupo de nies judiosorginares de Europe ae Sidivctteny fechas hban nacido en campos de concentra isi sig skenvomacis pore paces dire leper Fes darls una oportunidad de escapade ps es visieron come pudieron, hublends sido meogh es campesinos oreligiosas. Despus, l teria la guere a petcion de organizacions o de sus propa amis fueron transferidos a Estados Unidos Son nfs ot ‘a mirada de pied, que constryeron foals FE Brotegerse de los horrores pore que ssn Ser, Aesllados vivos aterrrizados, vclnos 9 TS Confianza en nade, yi rasa repte ey, en otra, que quieren volver, encontr Cito a Mira Rothenberg: a —_— tora actress ee aceptables a los rovechands ay a bia civilizatlos, ha Unidos. Era un chi Luego,un dia, apy arranques de od COnté cémo esos Negado a ser ref habian despojado. Encon gue hablaban de la tierra oue con que vvieron, desu fuerte dene ce Suorgullo. Y de sulibertad. 05 nis reaccionay Losin debian expen ne Por Amética amos senton por cen ‘Todos nos conver 5 a Pertenece Su ae su propo tetoiaa "6 un libro depose shaban cual os de indiog 10s animales Suamor, de su odio y de ido en ellos To que ellos “timos en indios. Quitamos los muches tamano natural en Aquivemosaue, incluso losmsgopeados u Cin, una metéfora postica pueden shes oa eae propia situacién, bajo una forma traspuesta Sas loque pasa enlasrenioncennen tae Y esto puede abrir un espacio, evitar que unoenloauenn de dolor, suscitar un Movimiento psiquico ee eres cs soon ane alo rer Jos indios en que ellos mismos sc heban hone ee aprender a tejer o hacer cerémica, leer otros as indice ycomparelascon las dewopee ence eos un eco de ‘uno mismo. Mira Rothenberg, Des enfants au regard de pier, a on Pierre, Paris, 28 Seuil, ; ye en busca de las antiguas qtr par visi Pej iempo en grutasy aprender ea ios Pr su ubicacion, y Matematica Para medi las distance audiovisual ha con- Hoy, a So er posible todavia iE ir Rothenberg? Al parecer, sf Cin- B SE de ‘lla, en el oeste de Francia, otra yo imaginario es particularmente pobre, a causa d Te difeultades, tanto sociales cofho psiquicas, de quie- te iariaron, No pudieron disfrutar de una psicotera~ pia porgue sus padres se mostraban reacios y 10 dinico True podian considerar era una “reeducacién”. Durante alee de cuentos, esos padres se eneuentran presentes, al igual que una psicoterapeuta, Anne-Marie Gomane, Quien interviene de vez en cuando. Después de narrado elcuento, los nifos pueden salir a jugar, dibujar y pintar con toda libertad en la pieza de junto, mientras los padres hablanconiaterapeuta Ella relata la experiencia, Observa auela vor dela narradora y sus entonaciones construyen ¢l espacio, acompasan el tiempo, y que su mirada ee Seen eee ‘hevalier (ie), Les contest a psychanalyse, Par i aoe i Parts, In Press Editions, ma » Y narra el taller: * Blinvierno es nud lola apm la nieve cubre os ca pep obre leBador parte al bosque aPOsy as rias, ue fueron sucediendo-en et. Pat de ety en su pafs, las pasadas faenas, con gran emocidn, Después Contard, con un tono inusitadamente alegre, las veladve a lado della chimenea durante las cual peal felas cuales su abuelolescontaba tentos [] Desde neg, las condiciones de vide cle ‘ston due sus padres emigrarana Franc peo la pie roca plore dew infanciayhace desuhisona pron = fe muchos puntos de vista, una historia que Puede contar a su hija ya nosotros. De manera progresiv, vva relajandose y su actitud hipercontroladora y desvalori zante hacia su hija Sabrina va cambiondo para volverse mas tolerante y més alentadora, Sabrina, quien, segin su madre, no tiene memoria, o- ienza a recordar los cuentos. Observamos con lanarradora ue su mirada, vaga y ensombrecida, se vuelve luminosa y chispeante. Sabrina comienza a tomar la palabra, pronto empieza a leer y a interesarse por la escuela, lo que notan sus ma tros. Por supuesto, no es por arte de magia, se necesita tiempoy la fuerza de Tos cuentos y el arte de la narrado- ra, alternandose con el de la psicoterapeuta. Pero, como Esta dice, “se ha consteuido, un espacio para pensar, un 30 ede madre a hijo". Un lugar en el que fe see ate se ‘jel fondo de uno mismo van en ombia “pests Rabledo mya tulado “Escoo la palabra", desaro, dean Pe Carll ycoordinad por Marina Valencia Mago Por el confit armadonjue aravies spi Inmer®eralla 0 fos paramlitaes, esos adolescentes con vir asus allegas, omataron a Sus enemigos, ‘eto mp an combates cuerpo a cuerpo: Lego fueron Aarkis prisioneros se rindiezon, 0 fueron abanconados pees rupos armados porque estaban enfermos. En la roe sencia pioto en que se encuentran, educadores, psi ‘Slosos teabsjadores sociales y artistas intentan hacer- to Beuperar su infancia perdida para que puedan, @ proyectarse en un futuro, Cito a Beatriz: en donde Beatriz Helena continuacién, Extdbamos contando mitos y leyendas ante un mapa de Co- Jombia que ubicaba a los diferentes grupos indigenas que pucblan nuestro pais. Nunca hubiéramos imaginado que un ‘mapa pudiera signifcar tanto. Verlo, tenerlo alli presente mientras escuchaban los cuentos las leyendas les permitié claborar sus propias historias, pero también su propia Reo- ‘grafia, A medista que lefamos y sefalabamos la procedencia del mito ode la leyenda, ellos iban recordando lugares, F108, y puebtos por los que habian pasado. 'De pronto, como un “abracadabra”, al hablar de la Llo- ‘ona, la Madremonte, el Mohsin, la palabra de esos jovenes, reprimida hacia tantos afos por la guerra, reemplazada por ads pli, Digit io fy ven devine 1m del conics armado en Colombia", Cento Regional para e ‘Fomento del Libro en América Latina y el Caribe, “s aah 31 (NN i Beatriz Robledo comenta: seare sxtbreencambio pir agus gue orcas lavidehansidodespoade desusdench unde eae 18 condiciones humanas, un li oa Puerta que puede permitiriesatravesarel ene Ine pr earner an Julio, uno de los acd rst aie ee 'y hablo como no lo habia hecheen ake ¥ después a contar su propia historia, a encontrar un Fabra aortas eta \umanitarios, psicélogos, artistas, escritores...), er tose omnes etalon biblioteca pblcay blot excler, Memories del Quinte Conrene eee teas Cuan ee 308-312. 32 recurren a fa lectura, ‘otras actividades cultu- Tos adolescentes Y 2108 Os Preconstruirse y también, ag" ‘os de adquisicion de la 2 PY es probable que varios de wicho que enseftamnos al respect fen efecto, esas experiencias, circulan mal y perma- tarios, js, para ra cost adeyeces, para apoyat PTOCES fectura y de 1a ¢* ustedes tengan mi Ta mayoria de las veces em faracion es muy variable, ce goed egconocidas, no solo en Europa (en nec et presuncion etmocenttica prohibe pensar de 2° sna al aprender lo que estd intenténdose en OTe al mundo), sino a veces tambien a unas cuantas pari ede Kilémetros de os lugares en que se llevan & sae bien algunas de ellas fueron pensadas con base gh una conceptualizacién erudita, otras fueron inicia- {das a parti de un conocimiento mas intuitive —lo que ho quiere decir que su eficacia sea menor, sino que los discursos pronunciados por sus protagonistas no siemn- pre dan cuenta de la complejidad de los procesos que se estén realizando."" suet mim slvoencepionsseninstitvcones como eas pial lca endndetantoserieos pico como asoiaciones ‘Paczta ec oto en Franca eno spits Sau ncn ins reenter" {cur ons csi pr pil mate con emundoextero metas que nel in iariose pone enlos aspects f ea nc porcnin cern de rag pn reinsrn profesional En certs pases in ‘conjunto de précticas sin duda se vale de una “bibli on totertn absent est resting a cuadros lnigos pecs. inne ea de espn pcm are ‘mitos, cuentas, leyendas, etettera, se utiliza algunas . ae 4 aolescentes en difcltadesexclares (wease of babaje de Saree el taj de Serge 33 er es posible explicitar esos procesos " Ta lecturaa fin de aclarar los benefcies que node rarse de ella, al igual que los limites Wate oP eventual parte delusion o de iesge que event 0 de riesgo 05, a iniciativas? {Es posible precisar | oe esas cias para su puesta en practic: los mediadores, su miee fa Pa bapa se ciones que supone el “éxito” de tales pro; ae aportar elementos de respuesta a esas repartee, oo reuniendo actualmente materiales sobre cxperienties coe tipo, vividas en diferentes partes del mando peo principalmente en América Latina. ne ‘Apenas estoy iniciando esta investigacién, perono soy totalmente inexperta pues ello se inscribe en la proton gacién de mi trabajo anterior y, particularmente, de los estudios que he realizado en espacios rurales 0 en barios turbanos relegados. Al emprenderlos, me impresion6 el hecho de que las personas que encontraba mencionaban, de manera esponténea y detallada, 1a importancia que habia tenido la lectura en la construccién de si mismos, €n darle sentido a las cosas —incluso si sélo lefan de vez ‘en cuando.” Al basarme en el andlisis de sus experien- cias particulares, intenté desprender algunas hipstesis 0 Iineas de investigaci6n relativas a la contribucion de la Jectura en espacios en crisis Boimare), con autstas, o en enfoques clinics intercultural #2 Heron centiiea existe, perosigue siendo disper y poco conocis tdsallé de los crculos especalzados. tease Miche Pett Nuevos acercamlntosa os jenes yet Moston cb (Espaciospaa Ia Lectura), 199, (rad) Rata Segovia y Diana Luz Sinchez Diane ambien "Per 2y qué busean nuestosnisen susie”, er cnartsobrelelua/2 México, Drecién General de Publica ctl Conaculs, 2002, pp. 942, Diana Luz Sincher (ra), 34 ido, de cierta “Ley es el segundo aspecto a an lugar lejano y a tiem truir un pais interior efio que permiten cons a me atic, iysostener un Proce) dleautonom stitucion de una posicion del sujeto. Pe ‘sign elaborar un relato interno, Y que desarrollaré: leer permite ay tender puer macuent#08 Pers , esata. A pati de ahi pe tars 1 lectures dan fetes el teres elemento gue Oo rrativ desencadenar una actividad 1) aente [os eslabones de una historia Y algunas veces, sersos culturales diferentes; mas 20% cuando pia, sino una metafora en la que el cuerpo es tocado- * ee elementos que s6lo distingo Por as necesidades del andlisis, pero que de hecho estan. entrelazados para gerandna cola y tinica experiencia, que testimoni™ les chicos y las chicas de origenes sociales y culturales diferentes que practicaron la lectura de manera indivi- ddual o que se refieren a lecturas en grupo. Una mism? experiencia que sin embargo supone una condicién: due ¢l texto leido haya pasado por una verdadera apropia~ tif, que no haya sido percibido como algo impuesto y sobre el cual se tendré que rendir cuentas. aise sgt ina mis gradu ae ho iferenias entre nas ynifos que en el campo de la leckura, hat Cas rae han 35° am “EL SIEMPRE SaBta TO) DO, SABIA ME GUSTARIAN” SOR ben Todo comienza por encuentros yo. Escuchemos a Zohra barrio marginal: Personalizad los, una joven que encontey tré en un Xoestaba muy unida aos profesores de maneraingi ‘esdecir que adoraba ala maestra, le {ue nunca le enviaba, Bstuve muy unida al mace ci inida al maesteo porgu tram cosas estaba al, er alguien smsto ee aque razonsba, que compendia mints ee ‘Ro comprendian. . pes vidual, escribia tarjetas postales Eran adultos diferentes alos que me rodeaban, Me dieron na fuerza, Después de todo habta algo mas que los padres, la vida tradicional en familia. Me ayudaban a abrirme hacia elexterior, al igual que las bibliotecarias, Eran otros adultos ue no me consideraban una bebé o una niflita que debe hacer los quehaceres. Escuchemos a esta otra joven: ‘Saber que hay alguien ahi que me escucha [.] El hecho de tener un sitioen la biblioteca, Te dan los bueros dis, te a= man por tu nombre, “Todo esté bien?”, “Tado esté bien”. ‘Con eso es suficiente [...] se nos reconoce. Tenemos un lugar. Estamos como en casa Eneleaso denifios estigmatizados ya sea porque son pobres 0 relugisdos a porney fae 2 Tega aaa tne Pat rman algunas de as personas que ctdabande igh comers demos la importancia de esta hospitalidad, de quel coon reconocidos en su singularidad, de que sean, Mamados Por diferentes razones, 36 a ¢)\ Caen Imente cuando lo quees parte del irada, como re, escuchados. Y especial ” into de sus semejantesy in ‘fo con otra mul hace ala y considera al mundo Y o. Escuchemos a Samir fa Zohsa. decia Zohee onsejaba en su Pew tambien hablar de una infancia: rm hay oto asun ibhotecaria que 10 ac trafa algo, pero fa mis gustos. Al principio me at pero sconce mis Sv gst principal, y admis yore Io Seay mee Tibros. Yo me dije: “Eso no tien ce acanags Oo iS one tene sae Ye sor yo qua peoaepome stabs vada vez me daba algo diferente, y siempre me gustaba... ‘Malika hace casi la misma observacin: ‘Mi mejor recuerdo era Philippe, el bibliotecario. Tengo la mpresién de que realmente éramos amigos. Siempre sabia todo, sabia qué libros me gustarian. “Yo ya lei ése, til po- Arias lerlo”. Sabfa qué tipo de libro le gustaria a tal o cual persona, Malika, como Samit, se sintié acogida por alguien que parecia disponer de un conocimiento sobre ella que ella atin no poseia, Pues esos élbumes que el bibliotecario, compartia con ella, esas pequefas historias que le leia 0 aconsejabe, le concemfan por completo. Esos libros sabian. mucho sobre ella, sobre sus deseos, sobre sus miedos, sabian de zonas de ella misma que no habia explorado osabido expresar. alrededor, y mas aun, lo que de manera indecible. Necesitamen 1 7°tos nuestras propias fotogratias, por tog Pama Proust quien, en Le Temps retrouné (ana 4 ite evoca esos “inumerables clisés que tiempo reo Se porque la inteligencia no los ha revel tg Los primeros balones que se devuch, * fundamentales, pues su desarrollo va. yt ellos en gran medida. Todos los especial, pom ee cia reconocen el papel determinante de locn tt atte. precoces que la madre (0 la persona que Inn Pron a pebe pars repulse en Gste. La importancia de esos momentos, en los gach entrega con 41a un uso lidico, gratuito, poetics de gue al cantare una ancioncitao al contarleanarer tito, sin otro objetivo que el placer compart dene instantes en los que el bebé extiende el dedo paras lar un ave y en los que el adulto le dice: “Si, vst sr tun precioso pajaro blanco por el cielo”, antcipando bs procesos de relacién del pensamiento y del lengusje qe todavia no estén més que bosquejadosen el nfo. eunt manera cercana, los libros anticipan, devuelven un & en forma articulada y estética de lo atin inefable. "Alo largo de la vida, cantamos en eco sélolasmelois escuchadas, pensamos sélo en respuesta a algo que Cee os otros, mds aun cuando suponemos quest igo, un eecreto al que no tenemos acceso. S60 hay sujeto. Dicho de otra manera, €! ipatti del intercambio, de la relacién, som Ia base ri cultura, Constituyen el inicio que noes un pozo en el que nos se constituye en un intervalo, a pa hacia el otro. La base misma de Iai 38 que se crea sunscreen mr impuled Mr pign, a veces Feroz, cuando queremes Una envidia (igo del otro, al0 ‘no tenemos. ee imerosas rivalidades Y racismos. apropin causa de Rt a en le descubrimientos ci to robamos donde pode og Gen te © MPO Fees at re To gue nos enemas a poe tin reo pp ese en fos donde vivimos que Som Jos mitos, los cuentos, gids dee erat as ences igen trates dea ober ie kee, 0 jalan deo mas profendo dee select, gsmpolvande oom ener Sr ugar esencial ae RG aquello de 104 manos ig owtrano lo ing Teandensusttuye a To.que eet nossentios relaciona resgescubrimos que compart reas desconciertos. Todo ser Bul Ulunanera vita, disponer de hugares en seiner de mediaciones ictiias y simbélicas, prestadoe” en terminode Fethi Benslauna.! es gequeda de sentido, Enla bitos en los boll jue nos apropiamos, transfor- tante, en habitable; un poco laparece como cadtico. Y al {dos con los otros, de quie~ ‘n Jas mismas emociones, mano necesita, los que pueda “hogares Citado por Alice Cherki en “Lidentité, oyaume de Yillusion”, Ligne 6, 2001, p, 231, 39 HOGARes prestapos Es algo parecido al haz aquelto, enun mundo. encuentro. No me sino me mostraron al Me abrieronuna puerta altemativa entre miles tal ve are forosamentelaquehay que seyuit ou la mia, eeeeby una posibilidad na era de ve que seguis, que noes Per ae forrest que noes forzosamenie tal vez ottas puertas [-] Para ny cn eit Porque habri un universo, i, un libro es un euadro, un espacio en el que se elute puede entarunlverces ene ne abre y se ve algo, 30, es una puerta quese En efecto, se trata 8 trata dela construccinde que se puede evoucionar” coms ramen teen Estamos muy ceradelo quedeute Witenes como el espacio tansicioal’ nan prtatment fama py gion de ts Fe a den a par sis a fin de que iamos er a jorlanaturalezay la importanchs de eacenrne te puede introducir la lecture, cuando nos ekieparc a ella sin demasiadas obligaciones. Pero tambien ewisiers Fidei on hoe habla de eon “expecks doaara soles Donald W. Winnicot, Jeu ef elite. Lspace potenti, Pais, Go imard, 1975, oN a f jco,esnrayela, donde se cons” odo lo nuevo" ‘ransicional designa un rea ee el nif y su madre, si el cove Baga Se forma en esos momen conta de objetos que Te ProPO> nye, por ejemplo, Tepite 12 ‘cantilena que su rile canta o el cuentito que ie cuenta, ese algo que madi jel interior dela madig, que es levado por su vO2, vie dlr oconsidera tambien como un Dien PVE Petjerdose de las slabas 0 la melodia incorporada que Valid, ino se lana, algo Yo emul, do 1 cuerpo. Vay viene, elabora Su capacidad de estar solo, ceretruye el espacio de Jo secreto, de un pensamiento {ndependiente, La cantilena, la rima o la historia resta- indepen pepecie de continuidad y permiten superar Taangusia dela separacién. De esa forma, el nifio pasa fel ectado de unin con su madze al estado en que se aeeiona con ella, en el que puede aceptar la separacién incluso beneficiarse de ella. A partir de ese momento, Sigose evade las manos alos adultos, con esas prime- a eas de una inerioridad, de una subjetividad, de {ina capacidad para simbolizar y entrar en relacién con Jos otfos, mas allé de la unién primera, mas alld de los brazos maternos. Enel lugar mismo en que se lleva a cabo la separacion, se abre el campo de la simbolizaci6n, del juego, después delartey en particular, dela literatura. Gracias al espacio transicional, la actividad psfquica y el juego, y después Ia actividad psiquica y la cultura, el arte, el humor, van a sostenerse y a fecundarse reciprocamente. A lo largo de Graciela Montes, La fonterainddmite, México, 1a Lectura), 198. (éxico, FE (Espacios para Sy: de una u otra manera, extblecer vinculos ta rior; recuper ie ee a facultad para jugar, simbo. sicoanali: ie oe —_ eee Y psicélogos observat a eee ‘del juego, del ens: acho losticnine de intercambios gratuites To imaginary dsinaen aa eai mae Por el exterior, oe Ge fomiiaconvirten I criss en Tortalera, Otte en cambio lohan vvido comocatistofes indie noha Fis, oben oe ten hablar gratuitament ei robin ni aime ea prevaee oer ae aa que haya relacidn liidica con los. in embar, en embargo, un tercero, una persona Gettas condiciones, proponerajeor cla rapes oan margn dean Narraiones, poemas, 3 un mediador, contados por und Pane reacin down drat ransicional sa concn nna a Seba mecetre e Sis phe ea pore at tert mec eared oid O nave ces de abrir un espacio ora S01 2 Vere AEN te ha faltad sto fi tas que trabajan en de ersueh©, yo os psicoterapen se eerie raat jee vecisamente apoyat 12 ‘elaboracién a.m ansiionalidad. Pero 1a eacin o recreacion de dela io no pertenece 261 3 Fimbito de las familias 1) SEs psicslogos. FL trabajo de Joe ‘mediadores cul- 0 reed aportar mucho —es0 Pom conocerlo, tues ip intutiva 0 sabia, Mira Rothen °° © Beatriz de tesa las que ya mencioné, cuando leer ‘poemas 0 qjendas a adolescentes que han pasado Por horrores. yendavia de cualquier edad, por tales mediaCon la ‘et HAS pouible la apertura de un espacio en ¢} ee lesan hace Posr coma aplacadas graces la presencia yal ure de objetos culturales; la apertura de lugar Brel que cada uno se relaciona con otrOs por un mul- plldad de lazos, pero en el que desarrolla un sver propio elabora un espacio intimo, Secreto, @ Pant del Pel pveda delimitarse, percbirse como separed, dif rente a Jo que le rodea, capaz de un ‘pensamiento inde Tauionte’ Por esa via se esboza un despliegue de 10° posibles. PASTE omnes ends) que un coca oR Sa coe menace de manera un tanto despectiva, como s {Yer ser hanna abandonarse enteramente al dolor. Es Hoe Nerdedera apertura a un espacio Ian eM €) cual se por consiguiente, el hacen posibles la ensonacion ¥. ponsaniento, el recuerdo, la imaginacién de Wn futuro. Pensa og siolentos, parte de uno mismo Ya no Seré Bn contre ye oe eocapard de Ia ley del lugar o 2 10s ‘Como sucedié con Alice, que se confictos cotidianos. conflict tar leyenda historias de aviadores AN. on com ido buscan PI 43 col; ibro escrito, barrio, renee ee aya Pasaje de eso li ia laira de los jefe 8 "ABUantay” ap oe tO cual leencargeran tees oo ls i S°Portar todo el 38 peores: 180 pena de que * Louis Calaerte ere, Requiem ds inmocens, Par, “4 ular, 194 Or sacima del zool6gico, con spalda o con Ja bomba de sé por qué proceso engrnsado 7 ‘a metamorfizado, sin tener nada en on toda esa apatia manteni- ca ja El que provisiolmente estuviera mezelado daripara mi no era més que wn acccente fortuito [1 Si Jbl tanto de ls libros es Porque propiciaron en mi una topside sistema de autodefensa respecto ami condicién. Miicbrstaen una fébrica, ese futuro nome prometia nada .do |...] La lectura contribuia aquevalira la pena y sentia mics templar en el fondo de mi esa ansiedad, por la que sufet tanto tiempo, de no ser més que un fracasado.” ron toda esa miseria, Los libros le permitieron —contintia— “bailar a otro ritmo” Los libros me dieron confianza. Sentimiento bastante inde- finible. Representaban una fuerza segura, un auxilio perma- nente;Un libro, siempre receptivo! Ala primera lectura, se dejo una marca en tal o cual pgina; la esquina doblada era €l pasaje que respondfa a una preocupacién, a una duda. El dilogo es ininterrumpido, Tan vasto que uno le agrega todo lo que quiera2? Alice devoraba biograffas de aviadores, Calaferte “batia las alas” o “bailaba a otro ritmo”: metaforas como ésas, que hablan de un despegue o de un movimiento ascen- dente euforico, son frecuentes cuando los lectores que han vivido en contextos violentos evocan sus recuerdos.” AL © Louis Calaferte, Sepentrion, Parts, Flio, 1995, pp. 29-90. "ibid, p27 encontramos con profusion en los mitos y Tema del vuelo que los uentom de fearo a Peter Pan o Nils Holgersson.. 45° -o escucharlos, se entiende que el del despegu eee POS tocade: “Pegue se asocia al de una fuerza que eng ot depositada en el libro y de la queel lector puede shaman ¥ es que en el texto los lectores encuentran la hace cel trabajo psiquico y literario realizado por un esers, S€ mantuvo lo més cerca posible de su propio cuerporde Sus pulsiones, de las experiencias sensibles que recupers y de su placer de haber podido darles una forma sib. lizada. En eco —un eco diftactado—, el texto suscitarg, en algunos lectores, no s6lo pensamientos, sino incluso emociones, potencialidades de accién, una comunicaciin més libre entre cuerpo y espiritu. Y la energia asiliberada, recuperada, apropiada, dard en ocasiones la fuerza para Pasar a otra cosa, para sacar al lector de la inmovilidad. En lo que dice Calaferte entendemos también hasta qué punto la imagen de uno mismo, de Ia propia inte- rioridad, puede modificarse, desprenderse del entomo, de sus componentes mortiferos. De manera més amplia, aquilatamos el valor de una lectura en situaciones en las que nos sentimos muy deteriorados, en las que se des- piertan angustias y fantasmas arcaicos, como por ejem- plo un hospital.” veces nos llega la idea de que si la historia que leemos, o la imagen que contemplamos esbella, quiz tambien el interior de nosotros mismos es bello Los libros estén ahi como tantas miradas benévo- las que a veces evocan, de manera inconsciente, los r05- tros de aquellos que en otro tiempo se inclinaban sobre elnino para protegerlo. Y ademas, como dicen Calaferte © Alice, es0s libros son “siempre receptivos" estén siem- ® Véase “La lectura reparadora”, en Michéle Petit, Lectures: dl speco timo al espacio publica, FC (Espacio paca la Lectura), México, 2001, Miguel y Malou Paleo y Diana Luz Sanchez (tad) Véase los trabajos de Daniel Meltzer, 46 éroes ya RO PUES s 2 fe ne oe 0 F te ayuda a manten’ yosible ay ae te ome 150 Poe’ propia continuid A ' Ea cia ea ntimiento de 12 PI a Ss con el mund 02 PTY do establecet 1az08 qa capacid ; sen [UNIVERSO’ czas ¥ LO8 PEDAZOS DEL ee didlog? . ropiciar ademds ese “Qo se textos fides 908 & PROP te el 9" quemendojeseaba desarrollas: Van ‘ido, a poner en forma i — a ie ra ot aor na espe de Tete riencia y en Piva un papel esencial en cerucion interior gas ge uno mismo. Un reato Ja reconstrucck oner. ue retornat, recompo a va os das las sociedades existon ™HOS) A ajo oaths, poesias, eteéter®, ¥ personas CY TY, ve eoenan construir sentido de forma coneers tS tetetica, manteniéndose Un eco at eras funen sucesos jos, narracione’s, ia cultura exes relat an continuidad en raid an cc ta ry pee Ry rd Bary decia que los ibros “cosen las plez2 Y ane pt aac Cumdoyocseuchab ee me ven la cabeza sus descubrimientos em os vinculos, que habian imagen de un teido Pro yada de una historia, de ido confeccionand 0 extrafdas de un libro 0 de una tun cuento, de dos ies cosidos, estas unidades de sen- cancién. Estos mt ‘mal de manera coherente, los masbien que tido, puestas: eierumpit aye ol eet sna fa contri sent mitos, cuentos, tear 2 pahreneit $51 habjan ayudado ae refeccién. Me deren cant pda Nerior en perpetua tados por macho cTon comprender ques estamos at, equienas historias, es ma sar la propia historia, emplazarla ets el lugar propio en es; ezarla en un conjunto y pensar wheter cians nna dane faturo. Por ejemplo, mas que de una erdida de "tah ciones”, una parte de los hijos de migrantes 3 traba sufrian d esr ieee fan de un pasado violento imposible deexpre- sar con palabras, imposible de socializat, de compart, porque contenia capftulos censuirados. Pienso aqut, por ejemplo, en una joven que durante cierto tiempo habia estado atormentada, cautivada por episodios marcados de crucldad, de misterio, que habia vivido su padre durante la guerra de Argelia. Al encontrar respuestas a sus preguntas, gracias a un libro de historia, un test monio, una novela, ella habia podido pensar la vida de sus padres en una historia més larga, distanciarse de ese pasado doloroso y tomar parte més activamente en la historia del pais en el que ahora vivia, comprometién- dose en actividades asociativas, en la militancia politica. Y habia conjugado en ella universos culturales que a!0 Targo de los sigios habian estado en guerra, Fo pias a menudo insdlitas, leer a veces permitia 2 quienes encontraba desenredar en ellos mismos fo que quienes Guba anudado y feunir ls frogmentos de una Be enc ropatrule puentes entre episodios; dar un poco : constr Me coherencia a un recorido; insei- em eontin Ilevando a cabo saltos, muta- pedéfi desécolesaccucillantlesentants f ceolarisation des eves immi- eal 23 de ayo de 2003. 48 va jan vivido sus antepasados; nes respecto a lo que habian vivi : sores saree de los lagares prescritos, dels asignaciones dis, comunitarias, familiares, territoriales, ya fin de socigs asirae de una culturad prioriextranjera—Ia dela Shaded o del pais de llegada—, mas que representarsela fomo un dominio arrogante y hostil. "Aun cuando se practique de vez en cuando, la lec~ tura pone en movimiento al pensamiento, reanima una actividad de simbolizacién, de construccién de sentidos; pues un texto lefdo ofrece la oportunidad de recompo- fer las representaciones que uno tiene de su historia, de su mundo interior, de su vinculo con el mundo exterior. Lo podemos comprobar en las experiencias que he men- cionado al inicio de mi exposiciOn: pensemos en aque- Ila mujer que, después de haber escuchado un cuento, recuerda a su abuela con “su carga de lefia en la espalda y unio en cada mano";al recuperar un lazo con las gene- raciones anteriores, en el mismo movimiento, ella ve a su. hija de otra manera. pensemos en aquel joven colom- biano que sale del silencio, que recuerda los mitos de su regién de origen y hace el bosquejo de su propia vida. ‘Muchos investigadores en diferentes disciplinas, oescri- tores, han observado que la necesidad de vincular suce- 0 en un relato, la necesidad de historias quizé const tufa nuestra especificidad humana. Viadimir Propp decia, {que el relato representaba una tentativa de enfrentar todo lo que es inesperado o desgraciado en la existen- cia humana, Jéréme Brunner, uno de los pioneros de las Gencias cognitivas, hacta notar que: “Al parecer, desde el principio de la vida tenemos una especie de predic Posicign al relato”.* Y Pascal Quignard: “Somos una 2 Jerome Brunner, Pourquoi nous recontons- ous des histo Retz, 2002, p. 32 ies, Pans, “ 2 eg sSPecie sujeta al relato[.,] ¢scrupulosamente atada a facion lingtiistica de su ex € contextos de crisis, han analizado los fa sentido de una reconstruccién de si dos elementos esenciales: el vincu Posibilidad de ha: darle un sentido, una coherencia, de expresar de ota ‘manera sus emociones y compartitlas;* de hilvanar una RarraciGn a partir de experiencias deshilvanadas. Como dice Alejandro Rojas Urrego, psicoanalista colombianc: “Por supuesto, siempre habra vivencias que se quedarin, sin traduccién posible, pero el intento de ponerias en elato, de hacer de ellas no una serie de ruinas sino un testimonio capaz de otorgarle un sentido, seguramente 5, en tales condiciones, la tinica alternativa posible, la ‘nica apertura hacia la vida’.* Sin embargo, si muchos ponen énfasis en la contribu cién del relato cuando hay crisis, se cuestionan menos los dispositivos y condiciones propicias para su sursi- miento o su desigual eficacia. Ahora bien, una narracion de sf mismo no siempre tiene los beneficios esperados: individual o colee ctores que van en el 3 mismo encontraron lo com los demas y la ier un relato a partir de su historia, de 8 tern se ero ak niga nim 94 maar de 58 Se yt rma dts Pa ile Jacob, 2003. _ vs eae Alejandro Rojas-Urtego, “Liadolescen sae Fate te”, Paris, L’Autre, vol 4 ns, 3, 2003, p. 390. 50 oN i si ible; después de un 41, ni siquiera posible; n a ee evita aMcluso negar 10 que Se eas dolores Gide toda elaberacién de un relato. Y lana veces pana actividad narrativa, algunos psi fuonadenarne a pare deena eyeen,precisment aun caento 08 UN Crepes Prone peat, lacontribucién dela lecturaymdsamplo rete delapcticas clturales ase relato de sf mismo Bere endo poco explora, No obstante, en tes lugares, algunos mediadores culturales dicen haber podido reanimar una palabra ahi donde los psiclogos no lo habjan logrado, gracias a unas lecturas. Pero el rmediador esté allen una posicién muy delicada: ghasta ddénde puede 61, hasta dénde puede ella (pues son muje- res, generalmente) hacerse depositario de las palabras delis ote, delasemosionesyde les pensarnientos que unalecravaadeseneadnay dels expecativas, de los tama relataden? Un mediador cultural no puede sus: tua un profesional del surimiento pique. Y st sus funciones estén muy delimitadas en algunos programas, 2 otros es menos evidente. A veces algunos parecen, ‘ebasados por lo que se ha desencadenado, al nocentiree con los medios para hacerle frente. ¥ es probablemente ahi donde requlren reeves, colaboraciones Por otra parte claroesta que no se trata de serintrusi- vos de presionar para que fe exprese quan fe eee quien no puede hacerlo; de transformar grupos de lee tura en psicodramas oen sesiones de confesiones publ, Cassino de eear un cima de atencion benévola yg Tesla, peroen donde sana oe FesPetando clertas rela, peo en donde ademss el ddiogo sea sober Dah que sempre es outldelinit, Brupo cultural’s — 51 en cada cis contexto, tenemos que estar etre alas ree sentaciones de lo esc: lo escrito, del libro,

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