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PARTE GENERAL

DOCTRINA Y JURISPRUDENCIA

JAIME COUSO SALAS


HÉCTOR HERNÁNDEZ BASUALTO
(DI RECTORES)

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CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ
ART. }o

desvalor no sería un elemento de que implicaría considerar de modo


aparentemente unánime se le acuer- haber sido la postura de COUSIÑO,
base de aquéllos indispensables para tan relevante el desvalor de resulta-
da impunidad (NOVOA, 1, 540; ET- H, 137 ss.; expone las posibles solu-
la aplicación de la llamada eximente do, en circunstancias en que las cau-
CHEBERRY, H, 68; GARRIDO, H, 382 ciones pero no se pronuncia NÁQUI-
incompleta. De este modo, CURYen- sas de justificación representan tipos
s.; POLlTOFF / MATUS / RAMfREZ, PG, RA, 216 ss.; tampoco lo hace VARGAS, tiende resolver tres problemas de su de resultado cortado "al revés", para
378; tácitamente, LABATUT, 1, 131, 112 s.), si bien quienes se han pro-
postura anterior: el ya mencionado los cuales la efectiva evitación del
190); en e! segundo grupo (error al nunciado explícitamente entre noso- problema de la "tentativa inidónea", mal contra e! que se dirige la causa
revés indirecto por desconocimiento tros desde esta posición consideran
la inaplicabilidad de la solución tra- de justificación es secundaria, de-
o errónea interpretación de una cau- que la ejecución ha sido imperfecta,
tándose de conductas (objetiva pero biendo regir lo mismo para los casos
sa de justificación), si bien no parece esto es, que sólo ha habido tentativa
)10 subjetivamente justificadas) de en que falta el elemento subjetivo de
haber pronunciamientos al respecto, o delito frustrado, porque si bien se
~arácter culposo y la incongruencia la causa de justificación,
la misma solución debería concitar da e! desvalor de acción, el desvalor
acuerdo, al menos cuando e! sujeto de resultado ha decaído al estar au-
actúa subjetivamente "en el sentido" torizada objetivamente la afectación
de la causa de justificación (e! sujeto del bien jurídico (CURY, 367; GARRI- ~t~c~lo 2°. Las acciones u omisiones que cometidas con dolo
quiere detener al delincuente preci- Do,H, 153; MAÑALICH 2003, 163). ,() mahcla Importarían un delito, constituyen cuasidelito si sólo hay
samente porque ha delinquido); en Al' respecto, se ha objetado que, en culpa en el que las comete.
e! tercer grupo (yen los casos de! se- la medida en que parecería tratarse
Bmu~GRAFiA: .BUSTOS, Juan: c.uIP? y fin~li,dadJ Edit~rialJurídica de Chile, Santiago 1967; BUSTOS,
gundo en que e! sujero no actóa sub- siempre de una "tentativa inidónea" Ju~. E!. dellto cul,?oso, Ec1!tonal ¿undlca de Chile, Santiago 1995; BUSTOS, Juan / CABAllERO,
jetivamente en el sentido de la causa (lo niega en todo caso GARRIDO, H, f~pe: Comel!~arlo al ~~culo 2 ",en POUTOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 60-62; CAMPOS, Jaime:
de justificación), la solución depen- 153), la solución terminaría siendo !La r~sp~nsabIlldad medica de caracter culposo en la legislación y jurisprudencia", Revista
de CIenCIas Penales T. xxxvn (1978-1981).107-129; CtIRY, Enrique: "Contribución al estu-
derá de la función que se le asigne la misma que rige para e! error de ~o_ de la responsabilidad médica por hechos culposos (cuasidelitos)", Revista de Oencias
al factor subjetivo en las causas de tipo al revés (POLlTOFF 1996, 100 s.; Pellales T" xxxvn (1978-1981),97-105; FERNÁNDEZ, José Ángel: "El delito imprudente: la de-
justificación: para quienes sosten- POLlTOFF, 276 s.; MAÑALICH 2003, terrnmaClOn de la diligenCIa debIda en el seno de las organizaciones", Revista de Derecho
Vol. XIII (2002), 1.01-121; HERNÁNDEZ, Héctor: "Apuntes sobre la responsabilidad pe-
gan un punto de vista estrictamen- 163). Un óltimo impulso a la discu- d~ losduectlv?s ~e em~resa". Revista Estudios de la Justicia N° 10 (2008),
te objetivo habrá un hecho impune sión lo ha dado recientemente CURY ~',S .. De los cuasIdelltos, librotec, Concepción 1966; HORVITZ, María hIés: "Au_

en razón de la justificación (NOVOA, 2011,662 ss., quien abandonando la


en el delito imprudente", Revista Estudios de la Justicia N° la (2008)
14j-155: KÜNSEMOllER, Carlos: "Responsabilidad penal del acto médico", Revista Chilena d~
1,317 ss., 331 s. [no es efectivo, en posición que había mantenido hasta uer'echo, Vol. 1~ ~o 2 ~986), 259-269; KONSEIIoIÜLLER, Carlos: "Las hipóteSiS preterintenciona-
consecuencia, que- no se pronuncia- ahora propone castigar a título de , Gaceta Jundica N 204 (1997), 7-14; MMAUCH, Juan Pablo: "Condiciones generales de
punibilidad", Revista de Derecho (UAl) N° 2 (2005), 387-481; ORTIZ QmROGA, Luis: Teoría
ra, como le reprochaba COUSIÑO, H, delito consumado pero con una ate- l~s h'p'0tes.¡S preten.ntencionales, Universitaria, Santiago 1959; RODRíGUEZ DEVESA, José
138]; ETCHEBERRY, 1, 236 s.; implí- nuación significativa de pena a través ",¡;::;;;:~,.Cuasldehtos y delitos culposos en el Código penal chileno", en RIvACOBA, Manuel de
citamente, por su crítica general a la de la aplicación delArt. 11 N° 1, en- Act?s. de las Jorn~das Internacionales de Derecho penal en celebración del Cente-
del Codlgo penal chIleno, Edeval, Valparaíso 1975, pp. 127-139; ROSAS, Juan Ignacio:
exigencia de elementos subjetivos de tendiendo que el déficit de desvalor . del debe~ de CUldado en la imputación de responsabilidad penal por im-
la justificación, POLlTOFF 1996, 69 de resultado no es suficiente como Doctrma y Jurisprudencia Penal N° 5 (2011), 3-34; SAEz, Jnlio: "Algunos
ss.; y POLlTOFF, 261 ss.); para los que para eximir de responsabilidad penal
que presentan los delitos culposos", Revista de Derecho (U. de
75-89; VAN WEEZEL, Alex: "Parámetros para el enjuiciamiento de
sostienen una tesis subjetiva debería pero sí para una importante atenua,. de c.uidado en los delitos imprudentes", Revista Chilena de Derecho,
haber un hecho plenamente punible ción, y afirmando (explícitamente ~2~-336; VAR~~, Ta.tiana: "La imprudencia médica. Algunos problemas
illJustO penal, ReVIsta de Derecbo (DCN), Año 17 N° 2 (2010), 99-132,
(aunque no se pronuncia, tal debería contra NÁQUlRA, 217), que dicho
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CODlGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ AKC2°
ART.2°

COMENTARiO y cuasidelito y de definir este tipo dato del Art. 10 N° 13, la Ley pre-
específico de supuestos para los que vea de modo expreso la punibilidad
Héctor Herndndez se consideraban penas (Actas, 215 a título de culpa (lo que para algu-
s.), razones ciertamente impertinen- nos ya no será un asunto de tipi-
El Art. 2° es el resultado tanto marzo, con el acuerdo adicional y tes respecto de la objeción, pero que cidad sino de culpabilidad) y que,
de los afanes definitorios de la Comi- capital de que la definición aclarara bastaron para mantener la decisión por último, se dé específicamente la
sión Redactora como, especialmen- "que no todo delito convertido en inicial. La redacción final se debe a precisa forma de culpa (impruden-
te, del acuerdo en su seno en torno cuasi-delito por haber en él culpa i la propuesta presentada por el pro- cia temeraria, negligencia culpable,
a establecer en el derecho chileno, a no dolo, deba siempre llevar pena, pio Renjifo en la sesión siguiente, de negligencia inexcusable, etc.) que
diferencia de lo que regía en el Có- sino solamente aquellos que de un 24 de marzo, y en la que destaca la para ese caso prevé la ley. A lo an-
digo español, un sistema de numerus modo espreso castigue la lei", razón supresión del inciso segundo, cuyo terior deben agregarse los restantes
clausus en materia de cuasidelitos. por la cual, junto con aprobarse presupuestos reconocidos de la res-
contenido, sin embargo, queda obli-
Ya en la temprana sesión 3', de 30 como inciso primero el texto que ponsabilidad en materia de antijuri-
cuamente recogido en el Art. 4° de
de abril de 1870, luego de aprobarse llegaría a ser ley, se consideró un in-
la misma propuesta y especialmen- dicidad y de culpabilidad, que rigen
la definición de delito, se consignó ciso segundo del siguiente tenor: "El
te en el que llegaría a ser el Art. 10 tanto para los delitos como para los
a indicación del comisionado Fabres cuasi-delito solo se pena en los casos
N° 13, introducido, una vez más, a cuasidelitos. Para las cuestiones que
que "no obstante esta definición, si espresamente determinados por la
indicación del comisionado Fabres, conciernen a la ausencia de conduc-
después se creía necesario definir el lei" (Actas, 212 s.). Como se recor-
ambos aprobados en la misma se- ta, a la omisión, a la causalidad y a
cuasi delito en materia criminal, se dará (véase Comentario al Art. 1°),
sión (Actas, 217). la imputación objetiva en los cua-
procederá a ello" (Actas, 5). Bien en la sesión 120, de 21 de marzo,
sidelitos se remite en lo pertinen-
avanzada la elaboración del pro- el comisionado Renjifo objetó la
El concepto legal de cuasideli- te al Comentario al Art. 10. En lo
yecto, en su "Revisación", el propio decisión, tanto porque a su juicio
to es fundamentalmente negativo, concerniente a la antijuridicidad se
Fabres propuso en la sesión 116, de la definición de delito del Art. 1° sí
en cuanto lo primero que exige es remite a los comentarios al Art. 10
14 de marzo de 1873, que en otro contenía al cuasidelito, pero tam-
que no medie dolo. Sólo bajo ese N° 4, N° 5 y N° 6 (legítima defen-
inciso del Art. 1° o en disposición bién y especialmente por considerar
supuesto se pasa a considerar la sa), alArt. 10 N° 7 (estado de nece-
aparte se definiera el cuasidelito inconveniente el sistema de numerus
exigencia positiva consistente en sidad justificante) yalArt. 10 N° 10
que, a su juicio, no' estaba incluido clausus (a su juicio, por ejemplo, esto
que en vez de dolo concurra "sólo" (ejercicio legítimo de un derecho y
en el concepto de delito del Art. 1° haría impracticable el castigo de la
culpa. Desde luego, la presencia de cumplimiento de un deber), en tan-
porque en vez de voluntad o malicia mayoría de las faltas), en razón de
culpa no basta por sí sola para que to que en materia de culpabilidad a
el cuasidelito exigía imprudencia o lo cual propuso eliminar la defini-
culpa, "i como en el presente Códi- ción acordada y sustituirla por una haya cuasidelito. Ya en el plano de los comentarios al Art. 10 N° 1 Y
go se designan castigos para algunos regla general en virtud de la cual la tipicidad se requiere que la con- N° 2 (inimpurabilidad), al Art. 10
actos u omisiones de esta naturale- la ausencia de dolo operara "como ducta externamente considerada sea N° 9 (fuerza irresistible y miedo in-
za, es indispensable comprenderlo circunstancia que atenúa o exime la subsumible en algún tipo penal, por superable) y al Art. 10 N° 11 (esta-
en las enumeraciones de las materias responsabilidad, salvo cuando la lei regla generalísima en algún tipo de do de necesidad exculpante). Para la
que van a estar sometidas a la acción pena espresamente la culpa", lo que resultado (disposiciones como la del antijuridicidad y la culpabilidad en
de la lei penal", lo que fue aproba- fue rechazado por la necesidad de Art. 494 N° 10 son totalmente ex- casos de omisión culposa, se remi-
do en la sesión siguiente, de 17 de mantener la distinción entre delito cepcionales), que además, por man- te al comentario al Art. 10 N° 12.
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CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR I-IERNÁNDEZ
ART.2°

Por último, la división de los cuasi- cuestión de las capacidades persona- ción del curso causal hacia el daño, rescencias, semillas u otras partes
delitos en atención a su gravedad se les del sujeto) y antes quienes, aun- no puede desconocer que la llamada activas ... "), entre otros. Si bien. el
trata en el Comentario al Art. 4°, el que sin consecuencias sistemáticas, "finalidad potencial" sólo obtiene primer y el tercer ejemplo podrían
caso fortuito como limite inferior de identificaban como momento sub- SU contenido y relevancia a la luz de admitir una lectura que los presen-
los cuasidelitos en los comentarios a jetivo propio de la culpa la imprevi- un deber de cuidado (332 s.), que se tara como delitos dolosos de peligro
los Arts. 10 N° 8 Y 71, Y la revisión sión de lo previsible o el rechazo de construye fundamentalmente, tam- (dolosos respecto de la conducta
específica del numerus clausus que lo previsto,· pero que luego debían bién para CURY, a partir de la previ- concreta, "1 eu posos"'1so o respecto
rige en Chile en materia de cuaside- reconocer que esa formulación sólo sibilidad del daño (336 ss.). de un posible resultado que, sin em-
litos se aborda en el Comentario al tiene sentido bajo la aceptación im- bargo, no exige la ley), el segundo
Art. 10 N° 13. plicita de la existencia de un cierto Por regla generalísima, el cua- demuestra que la culpa no necesita
deber de previsión y de comporta- sidelito requiere, además de una estar referida a un resultado, sino en
Al margen de las disputas siste- miento conforme a la misma, lo que conducta culposa o imprudente, la rigor sólo a la realización del tipo,
máticas, existe amplio acuerdo en la explícita o implícitamente viene a producción de un resultado típico, sea éste de resultado o de mera acti-
actualidad en cuanto a que lo cons- ser lo mismo que un cierto deber de al. punto que para muchos esta úl- vidad. Es lo que ocurriría también,
titurivo de la culpa como nota de cuidado (UBATUT, 1, 124; NovoA, tima exigencia parece ser un presu- por ejemplo, si en el contexto de la
la conducta es la infracción de un 1, 494, 496, 501, 504; ETCHEBE- puesto conceptual del mismo (cfr. violación impropia del Art. 362 el
deber de cuidado. Es lo que sostiene RRY, 1, 314, todos con referencias a NOVOA,I, 502; liERRERA, 166, 169; legislador no quisiera tolerar la falta
un sector relevante de la literatura una mixtura entre lo psicológico y CAMPOS, 109). Sin embargo, esto de cuidado al comprobar la edad de
que sitúa la culpa en la tipicidad y le lo normativo que sería lo propio de no es así, desde luego porque ya el la pareja sexual. Las razones contra
atribuye un carácter exclusiva o pre- una concepción normativa de la cul- derecho vigente conoce delitos im- la proliferación de cuasidelitos de
dominantemente objetivo (COUSI- pabilidad aplicada a la culpa; de al- prudentes de mera actividad, como mera actividad son exclusivamente
ÑO, 1, 815 ss.; GARRIDO, U, 208 s., gún modo se emparientan con ellos lafalta del Art. 494 No 10 ("El mé- de carácter político-criminal.
214.; BUSTOS, 1995,24 s.; NAQUIRA, FERNANDEZ, 2002, 109; y VARGAS, dico, cirujano, farmacéutico, den-
160, 166, 174 s.; FERNÁNDEZ, 2002, 77 s. 88 s.; también VARGAS, 2010, tista o matrona que incurriere en Con estos elementos, se aborda
105; ROSAS, 5 s.; y, sin perjuicio de 105, 124, quienes luego de definir descuido culpable en el desempeño ahora el análisis de la conducta cul-
lo que se dice luego, CURY, 1978- la culpa como inobservancia del cui- de su profesión, sin causar daño a posa, tanto en su vertiente objetiva
1981, 98 s.: "es el modo de realiza- dado debido la califican de elemen- las personas") o los simples delitos como subjetiva, y del resultado típi-
ción de la tal acción"; en principio to subjetivo). Por último, lo acepta del Art. 224 N° 1 ("Cuando por co en los cuasidelitos:
también MAÑALICH, 406 ss.), pero tácitamente también CuRY, 331 ss., negligencia o ignorancia inexcusa-
también quienes, situando la culpa quien, si bien se empeña en ofrecer bles dictaren sentencia manifiesta- La conducta debe realizar las
en la culpabilidad, asumen que la un concepto ontológico y subjetivo mente injusta en causa criminal") exigencias objetivas de la descrip-
infracción del deber de cuidado in- de culpa en la linea del primer fina- o .del inciso segundo del Art. 10 de ción conductual de un tipo penal
herente a la culpa pertenece en rigor lismo (sobre ello con detalle BUSTOS, la Ley N° 20.000 ("Si, por impru- que admite realización culposa o
a la antijuridicidad (POLITOFF, 379 1967,35 ss.), conforme al cual obra dencia o negligencia culpable, aban- imprudente, por ejemplo, las que
s.; POLITOFF / MATUS / RAMíREZ, con culpa quien omite imprimir a donare [en los supuestos del inciso impone el delito de homicidio. Adi-
PG, 282 ss., quedando como par- su acción la dirección final de que primero1 en lugares de fácil acceso cionalmente, como se ha dicho, se
te del juicio de culpabilidad sólo la era capaz, permitiendo así la desvia- al público plantas, sus rastrojos, flo- ~ 1

requiere que se haga con infracción L

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CODlGO PENAL COMENTADO 1::!ÉCTOR HERNÁNDEZ ART.2°

subjetivo y deber objetivo de cuida- el título "elemento objetivo-norma- obligatorias para quien, con infrac-
de un deber de cuidado. Si dicha in-
do, que aquí se elude por las confu- tivo conductual"; NÁQUlRA, 177 s.; ción del deber interno, no advirtió
fracción del deber de cuidado es un
siones conceptuales que anuncia): FERNÁNDEZ, 2002, 112; VARGAS, 85; un riesgo previsible. No otra cosa es
elemento adicional común del tipo
ROSAS, 9; aparentemente también la llamada culpa sin representación
objetivo de todos los cuasidelitos o
El primero es el deber de prever CURY, 339, bajo el rótulo "cuidado o inconsciente. No es exacto, en
sólo un presupuesto para la impu-
la posible ptoducción del daño. Exis- exigido", si bien tematiza básica- consecuencia, que el deber externo
tación de responsabilidad en casos
te acuerdo, en todo caso, en cuanto mente los límites de la adecuación consista en comportarse a la altura
de realización objetiva del tipo peto
a que este deber rige sólo respecto social o riesgo permitido), el deber del riesgo previsto, porque dicho
con ausencia de dolo (MAÑALlCH,
de lo que se puede prever, esto es, de informarse y prepararse especial- deber rige aun cuando no se haya
406) es una cuestión discutible,
respecto de lo que es objetivamente mente antes de empezar a realizar previsto riesgo alguno. Esta relativa
que, en todo caso, se verifica mayo-
previsible (WATUT, 1, 123 s.; No- cierto tipo de conductas que no se independencia de ambos deberes se
ritariamente en el plano objetivo y
VOA, 1, 496,504 s.; ETCHEBERRY, 1, han realizado antes (GARRIDO, n, ve confirmada por el hecho de que
no subjetivo (al margen de si se hace
314 s.; COUSIÑO, 1, 794 s.; CURY, 220; NÁQUIRA, 177; ROSAS, 8) y, en se puede ser prudente en situacio-
con arreglo a un criterio generaliza-
1978-1981, 101; CURY, 336 s., bajo algunos casos, simplemente el deber nes de riesgo sin siquiera sospechar-
dor o individualizador, infra).
el título "atención exigida" como de abstenerse de la actividad peli- lo (así, por ejemplo, VARGAS, 2010,
Existe cierto acuerdo en cuanto "criterio auxiliar"; GARRIDO, n, 219; grosa que no se está en condiciones 125).
BUSTOS, 1995, 43 ss., bajo el título de realizar en forma segura (CURY,
a que el cteber de cuidado fluye del
"elemento objetivo-normativo in- 1978-1981, 105, aludiendo, para Para la concreción de los de-
conjunto del ordenamiento jurídi-
telectuaf'; NÁQUIRA, 175 s.; ROSAS, el ámbito médico, a la indispensa- beres de cuidado externo resultan
co como un medio de salvaguarda
8; VARGAS, 85, y antes 78, si bien ble ponderación entre riesgo y ne- fundamentales, al menos como
de bienes jurídicos y contrapartic
con ejemplos que aluden a lo que se cesidad; GARRIDO, n, 219; BUSTOS, orientación inicial, las prescripcio-
da de la libertad de que gozan los
conoce como deber de cuidado ex- 1995,46; NÁQUlRA, 177; ROSAS, 8; nes estatales que pudieran regular
individuos (NOVOA, 1,495 s., 506
terno; también VARGAS, 2010, 124 aparentemente ya NOVOA, 1, 494). la actividad desde el punto de vista
s.; CURY, 332 s.; COUSIÑO, 1, 817).
Usando una terminología que, aun- s.), lo que se determina en primera de la prevención de posibles daños
línea en base a la experiencia común La relación entre ambas mani- (NOVOA, 1, 511; ETCHEBERRY, 1, 316;
que no compartida unánimemente,
(NOVOA, 1,505; ETCHEBERRY, 1, 315; festaciones del deber de cuidado ha BUSTOS, 1995,47; NÁQUIRA, 177 s.;
ha hecho cierta fortuna en nuestra
BUSTOS, 1995,44 s., con expresa re- dado lugar a ciertos equívocos que FERNÁNDEZ, 2002, 111), así como
literatura (GARRIDO, n, 219 s.; NÁ-
QUlRA, 175 ss.; VARGAS, 85; ROSAS, ferencia a la aplicación de la "teoría es necesario precisar. Se ha dicho fuentes normativas no estatales y
de la adecuación"). que el deber externo tiene como descentralizadas, como las prescrip-
7 s.) y, en todo caso, sirve bien para
presupuesto el deber interno (Ro- ciones de la llamada lex artis o, en
sistematizar conclusiones que sí
parecen concitar consenso, se pue- El segundo es el deber de adop- SAs, 8), lo que es sin duda cierto general, reglas técnicas o incluso éti-
den distinguir dos dimensiones en tar medidas y resguardos adecuados en el sentido de que no se pueden cas tendientes a la reducción o con-
y exigibles en atención a la naturale- exigir medidas de control del ries- trol de riesgos (ETcHEBERRY, 1, 316;
el deber de cuidado, a partir de las
cuales se puede hablar de un deber za y circunstancias de la actividad en go a quien no lo ha previsto por ser BUSTOS, 1995, 47 ss., quien incluye
sencillamente imprevisible, pero no expresamente normas pertinentes
de cuidado interno y de un deber cuestión para conjurar el riesgo de
parece serlo, en cambio, en el senti- contenidas en contratos y convenios
de cuidado externo (se emplea en daño (ETcHEBERRY, 1, 315; GARRIDO,
do de que dichas medidas no sean colectivos de distinto tipo; NÁQUI-
el mismo sentido el binomio deber n,219 s.; BUSTOS, 1995,46 ss., bajo
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C6DIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. 2"

RA, 177 s.; FERNÁNDEZ, 2002, 111; referencia expresa a la llamada lex aun cuando sea (sólo) teóricamen- 10 que incluye también, entre otros
VARGAS, 86; VARGAS, 2010, 113 s.; artis ad hoc). Más problemática es, te previsible la producción de un elementos, la posesión o ausencia de
por su parte, CURY, 337 menciona sin embargo, la afirmación inversa, resultado lesivo, de modo que, por conocimientos especiales por par-
la lex artis entre los elementos que en cuanto a que el cumplimiento ejemplo, no actúa con infracción te del sujeto (ETCHEBERRY, l, 315;
sirven de apoyo al deber de previ- escrupuloso de las reglamentaciones del deber de cuidado quien no re- CURY, 331, 334 s.: hombre medio
sión, pero de un modo que sugie- . o de la lex artis no excluya necesa- duce la velocidad al llegar a un cruce "empírico", no ideal; GARRIDO, Il,
re ,aplicación más bien respecto del riamente la infracción del deber de en el que tiene paso preferente, no 216; NÁQUIRA, 175 s., 181: hombre
deber de comportarse conforme a la cuidado (NOVOA, l, 511; ETCHEBE- obstante que es sabido que los otros meclio, razonable y prudente, en el
previsión; una buena revisión de los RRY, l, 316, con referencia a normas conductores no siempre respetan ámbito determinado de riesgo; FER-
deberes propios de la lex artis médi- de la legislación del tránsito que es- las reglas (en contra ETCHEBERRY, l, NÁNDEZ, 2002, 11 O s.; Vargas, 86;
ca en ROSAS, 15 ss.). tablecen deberes residuales de actua- 317, si bien a propósito del princi- VARGAS, 2010, 115 ss.), de modo
ción prudente; CURY, 342), 10 que pio de confianza). que indudablemente no se le exige
A propósito de las regulacio- pareciera comptometer el sentido
10 mismo a un lego que a un profe-
La cuestión más debatida en sional, entre profesionales no se les
nes de las actividades peligrosas se útil del llamado "riesgo permiti- 0
torno al deber de cuidado y su in- exige 10 mismo a los que sólo tienen
ha planteado que éstas son, aunque do" (véase Comentario al Art. 1 ) ,
fracción es el del parámetro que formación general que a los especia-
importantes, sólo una orientación consistente, precisamente, en la po-
debe emplearse para su enjuicia- listas, como tampoco se le exige 10
inicial, pues siempre el deber de sibilidad de descansar de un modo
miento, en concreto si debe estarse mismo al bisoño que al experimen-
cuidado debe establecerse sobre la legitimo en el cumplimiento de los
a lo previsible y exigible conforme tado; se trata en consecuencia de la
base de las circunstancias del caso estándares generales de cuidado para
a un criterio generalizador, aplica- imagen de un sujeto perteneciente
concreto no previstas necesariamen- apartar de si una posible responsabi-
ble a cualquiera que se encuentre al mismo circulo del agente, con sus
te por la norma. Esto es 10 que ex- lidad penal (abiertamente en contra
en la misma situación del sujeto o mismas condiciones objetivas. Con
plica que, por ejemplo, la infracción de esta limitación del riesgo permi-
si, por el contrario, deben ser deci- esto, la diferencia con los partida-
de las reglamentaciones del tránsito tido MAÑALICH, 412 s.). Probable-
sivas las posibilidades concretas del rios de un criterio individualizador
no implique per se infracción del de- mente se pueda llegar a un punto
agente. Al respecto cabría precisar, (LABATUT, l, 125; BUSTOS, 1995, 40
ber de cuidado respecto de un riesgo razonable de equilibrio entendien-
sin embargo, que salvo la opción s.; VAN WEEZEL, 328 ss. y passim;
determinado (NOVOA, 1, 512; CURY, do que el cumplimiento del están-
sin matices de NOVOA, l, 505, 507 POLITOFF, 377; POLITOFF / MATUS
342; BUSTOS, 1995, 54; NÁQUlRA, dar general de cuidado no libera de
por un juicio objetivo respecto de 10 / RAMÍREZ, PG, 288; ROSAS, 10 s.,
178; MAÑAllCH, 412, 416), 10 que, responsabilidad cuando en el hecho
que seria previsible para un "sujeto 14) se reduce fundamentalmente a
por 10 demás, viene confirmado por se dan actualmente circunstancias
imputable común" (sin perjuicio de la pregunta de si deben considerarse
el Art. 492 que distingue entre la objetivas bajo las cuales su acata-
la posibilidad de una consideración las características o capacidades in-
"infracción de los reglamentos" y miento aumenta el riesgo que está
del caso concreto a la luz del juicio natas del sujeto (CURY, 335 se refie-
la "mera imprudencia y negligen- llamado a reducir, como seda, por
de exigibilidad), en general los auto- re a las dotes naturales y, en general,
cia", tal como tampoco 10 implica ejemplo, la presencia ostensible de
res que favorecen un criterio obje- a todo 10 que no se ha adquirido
sin más apartarse puntualmente de peatones en la calzada (como en el
tivo asumen que éste debe aplicarse voluntariamente; NÁQUIRA, 182 ha-
la lex artis (CURY, 1978-1981, 104; ejemplo propuesto por CURY, 342),
teniendo en consideración las cir- bla de capacidades no transferibles;
NÁQUIRA, 178; VARGAS, 2010,114; manteniendo en cambio su amplio
cunstancias de la situación concreta, GARRIDO, II, 216 excluye las des-
y ROSAS, 14, los dos últimos con efecto liberador en los demás casos,
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trezas sin distinción, aunque pro- por lo segundo (CURY, 1978-1981, LlTOFF, 379 s.; POLITOFF / MATUS / pa "leve". La discusión ha girado en
bablemente se está refiriendo a las 102 s., además con razones prácti- RAMíREZ, PG, 283 s.). torno al grupo al que remiten los
destrezas naturales, no a las apren- cas: vaguedad de los atributos ex- adjetivos que emplea la ley, a saber
didas). Más aún, es opinión mayo- cepcionales y principio de tipicidad; Al tipificar los cuasidelitos la "temerario") "mero", "culpable" e
ritaria, incluyendo partidarios de un GARRIDO, n, 216; NÁQUlRA, 181 s.; Ley no ha empleado siempre los "inexcusable". Respecto del primer
criterio individualizador, en cuanto y tácitamente los demás partidarios mismos términos, lo que sugiere grupo parece existir pleno acuerdo
a que los defecros individuales no del criterio generalizador), sin per- que detrás de ellos subyacen dife- en cuanto a que lo integran los casos
obstan a considerar la infracción del juicio de que la tesis contraria haya rentes clases de culpa y, consecuen- de imprudencia "temeraria" a que se
deber de cuidado por parte de quien ido ganando fuerza en los últimos temente, diferentes exigencias rí- refiere el Art. 490 (ETCHEBERRY, IV,
los padece, quien, por lo mismo, en años (desde BusTos, 1995, 41 con picas. Si bien la doctrina ha solido 344; CURY, 345; GARRIDO, n, 224;
rigor está obligado a abstenerse o a nota al pie N° 26, donde trae a cola- distinguir conceptualmente entre NÁQUlRA, 167; POLITOFF, 384; POLl-
adoptar medidas especiales (Bus- ción el ejemplo del campeón de na- imprudencia como culpa activa y TOFF / MATUS / RAMfREZ, PG, 293;
TOS, 1995,40 s.; FERNÁNDEZ, 2002, tación que trabaja como salvavidas y negligencia, descuido o abandono BUSTOS, 1995,50; MAÑALICH, 416),
110; ROSAS, 11; POLITOFF, 377; en que puede nadar mucho más rápido como culpa pasiva, además de la a lo que algunos autores agregan los
tanto que en POLITOFF / MATus / que sus colegas, y a pesar de adop- impericia o ignorancia como im- casos en que la Ley exige negligen-
RAMíREZ, PG, 288 sugestivamente tar, como se dijo, el criterio gene- prudencia o negligencia en el ámbi- cia, ignorancia o abandono "inexcu-
se lee: "Si hubiéramos de juzgar los ralizador respecto de quienes están toprofesional (cfr. UBATUT, l, 126; sable", como ocurre en los Arts. 224
hechos culposos a la luz de lo que por debajo del estándar general; más NOVOA, l, 508 ss.; ETCHEBERRY, l, N° 1,225,228 inciso segundo, 229,
afirman quienes incurren en ellos, amplia y detalladamente VAN WEE- 319 s.), todo indica que tales distin- 234 Y 289 inciso segundo (BUSTOS,
deberíamos forzosamente concluir, ZEL, 328 ss. y passim, quien, a partir ciones, aunque con cierto reflejo en 1995, 55; POLITOFF / MATUS / RA-
en la mayor parte de los casos, que del momento omisivo inherente a la la ley, no condicionan en realidad MfREZ, PG, 293). Respecto del se-
el resultado no les fue posible prever imprudencia en los casos en que se su ámbito de aplicación, de suerte gundo grupo, en cambio, sólo existe
o, previéndolo, no les fue posible ha emprendido una actividad peli- que puede asumirse que con ellas se consenso en cuanto a que abarca la
evitarlo, de donde se seguiría la im- grosa, propone aplicar el criterio de designa siempre, indistintamente, ((mera" imprudencia o negligencia
punidad absoluta de esta clase de de- la capacidad [individual] de acción el mismo objeto genérico, esto es, del Art~ 492 (ETcHEBERRY, IV, 345
litos"; en contra VAN WEEZEL, 327, propio de la omisión para enjuiciar la infracción del deber de cuidado s.; CURY, 345; GARRIDO, n, 224 s.;
329 s., 335; adhiere ROSAS, 11), de la infracción del deber de cuidado, (CURY, 345; COUSIÑO, l, 553 s.; GA- BUSTOS, 1995, 51; POLITOFF, 384;
modo que la pregunta es fundamen- tanto en favor como, eventualmen- RRIDO, n, 226; BUSTOS, 1995, 49; POLITOFF / MAros / RAMfREZ, PG,
talmente si al sujeto excepcional en te, en contra el sujeto [330 a 332, VARGAS, 83). Las diferencias rele- 293; MAÑALICH, 416; aparentemen-
razón de sus dotes innatas debe exi- 334 s.]; también ROSAS, 10 s., 14). vantes corresponden más bien a la te NÁQUIRA, 169). Más allá de este
gírsele un cuidado acorde a esa ex- En todo caso, las capacidades del intensidad de la culpa o, en térmi- acuerdo se discute el alcance de ex-
cepcionalidad o si, por el contrario, sujeto que en definitiva no se con- nos inversos, al grado de cuidado presiones tales como negligencia,
le basta para eximirse de responsa- sideren para los efectos de la deter- exigido en cada caso. En general, descuido, imprudencia o ignorancia
bilidad con el rendimiento exigible minación del deber de cuidado y su se acepta la existencia de dos gran- "culpable" (Arts. 302, 337 inciso se-
a cualquiera de su grupo de perte- infracción recibirían consideración des grupos de culpa relevante para gundo, 49.1,494 N° 10,495 N 21,
nencia en circunstancias análogas. en sede de culpabilidad (N OVOA, l, el derecho penal: por una parte una 329). Mientras algunos autores con-
La opinión dominante parece estar 507; CURY, 340; NÁQUIRA, 182; Po- cu1pa "grave" y1por a otra una cu1- sideran que se trata de hipótesis de
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C6DIGO PENAL COMENTADO
HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.2°
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mismo artículo donde se regula (y a la falta de aceptación de la realiza-


culpa leve (respecto del Art. 491, al riesgo penal, pueden ser sin duda con términos equivalentes) ni más ción del tipo (WATUT, 1, 126; No-
poniendo énfasis en el especial cui- atendibles desde la perspectiva de ni menos que la situación del due- VOA, 1, 507 s.; ETCHEBERRY, 1, 317
dado que exige la posición y activi- la elaboración de una buena "polí- ño de animales feroces, respecto de s.; CURY, 336 s.; DEL VILLAR, 182 s.;
dad del sujeto, CURY, 345; GARRIDO, tica pública' sobre negligencia mé- quien, por cierto, nadie querría es- GARRIDO, n, 226; BUSTOS, 1995, 58
n, 224 s.; aparentemente NAQill- dica, que asuma con realismo que tablecer un régimen más benigno. ss.; NAQillRA, 166 s.; POLITOFF, 385;
RA, 169; críticamente FERNANDEZ, tal vez sea socialmente preferible Más bien al contrario, la coinciden- POLITOFF / MATUS / RAMfREz , PG,
2002, 112 s.), otros mantienen que una mayor tolerancia al respecto, cia parece confirmar la idea de que 287; VARGAS, 83 s.). Véase, además,
el calificativo precisamente indi- pero valorativamente no se aprecia ambas situaciones encierran riesgos Comentario al Art. lo.
caría una diferencia respecto de la cómo podrían justificar un régimen especiales que requieren cuidados
"mera" imprudencia, de modo que más benigno ni menos un régimen especiales (que es lo mismo que pasa En lo que concierne ahora a lo
configUrarían hipótesis del primer privilegiado en comparación con con las actividades especialmen- "subjetivo" de la conducta culposa
grupo (WATUT, 1, 125; POLITOFF, otras actividades a las que es inhe- te reguladas por reglamentos), de o imprudente, este aspecto pare-
385; POLITOFF / MATUS / RAMfREZ, rente un cierto riesgo para la vida, modo que quienes se encuentran en ce quedar reducido básicamente al
PG, 293, en el primer caso con ar- la integridad corporal o la salud de la situación descrita por la Ley de- conocimiento y voluntad de realiza-
gumentos político-criminales con- las personas, las que, por lo mismo, ben responder por la culpa "leve". ción de la conducta en cuanto tal,
tra un régimen muy severo de res- suelen estar sujetas a "reglamentos" Por último, se acepta ampliamente pero sin representarse o, en caso de
ponsabilidad profesional; BUSTOS, en los términos del Art. 492, ámbi- que por debajo de la culpa "leve" no representación, sin aceptar la realiza-
1995, 55 s.; y en cuanto adhiere a to en el cual, en caso de infracción habría culpa relevante para el dere- ción del tipo penal, esto es, en otras
él, MAÑALICH, 416) y otros, en fin, de los mismos, basta la culpa "leve" cho penal (LABATuT, 1, 125; BUSTOS, palabras, con "error de tipo" o sin
que se trata de un grado intermedio para fundar responsabilidad penal 1995,51; POLITOFF, 382; POLITOFF dolo (NOVOA, 1, 503 s.; ETCHEBE-
entre la imprudencia temeraria y (nótese, por lo demás, que a la lex / MATus / RAMfREZ, PG, 289; FER- RRY, 1, 317; GARRIDO, n, 214, 217;
la mera imprudencia o negligencia artis se le han atribuido básicamente NÁNDEZ, 2002, 111; sólo tenden- NAQUIRA, 171 s.; FERNANDEZ, 2002,
(respecto del Art. 491 ETCHEBERRY, las mismas funciones que a las re- cialmente NOVOA, 1, 510). 109). Puntualmente se ha exigido,
IV, 345). Si bien no es posible pro- glamentaciones estatales en materia además del conocimiento de la con-
nunciarse aquí sobre todos los ca- de imprudencia). Desde un punto Doctrinariamente, la distinción ducta, conocimiento de "los riesgos
sos, al menos respecto del Art. 491 de vista estrictamente dogmático, más relevante es la que se hace entre que ella implica' (BUSTOS, 1995,41
puede hacerse presente que quienes tiene poco sentido que la Ley haya culpa con representación (o cons- s.; similar NAQUlRA, 171), lo que,
quieren reducir el deber de cuidado establecido una regulación especial ciente) y culpa sin representación (o sin embargo, a primera vista parece
de los profesionales de la salud no para 1a cu1pa "grave"de estos pro- inconsciente), no porque conlleve incompatible con el unánime reco-
pueden negar que el específico y de- fesionales en el mismo Tírulo X, en un distinto trato (a pesar de que ha nocimiento (también, por cierto, de
licado objeto de la actividad de éstos circunstancias que bastaba la im- existido alguna discusión al respec- parte de estos autores) de una culpa
justifica más bien un deber de cui- prudencia temeraria del Art. 490, to no se ha impuesto un trato di- sin representación y amenaza con
dado mayor que el que se le impone que rige para cualquiera. Se podrá ferenciado), sino porque la primera convertir el delito culposo en un
a otros profesionales, no uno menor. decir que con esto se quería despe- plantea la delicada cuestión de deli- delito doloso de peligro. Si en este
Las razones político-criminales. en jar cualquier duda al respecto, pero mitación con el dolo eventual, que contexto la finalidad concreta del
contra, basadas en último término es poco plausible que, si tal era el se resuelve en general con apelación agente es jurídicamente irrelevante
en la mayor exposición estadística caso, la Ley lo hubiera hecho en el
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CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ

(en ese sentido GARRIDO, JI, 209; BERRY, 1, 322 con nota al pie N° 3; La conexión que debe darse darse a los casos en que una sola
NOVOA, 1, 504), es una cuestión COUSIÑO, 1, 841 ss.; GARRIDO, JI, entre conducta culposa y resul- conducta culposa ocasiona más de
meramente semántica, pues quienes 221; BUSTOS, 1995,78 s.; NAQUIRA, tado típico en los cuasidelitos no un resultado típico, por ejemplo,
defienden la importancia de la fina- 188 s.; POLITOFF, 376), en general se presenta diferencias con lo ya di- cuando una conducción impruden-
lidad concreta en rigor se limitan a reconoce en los cuasidelitos un claro cho respecto de los delitos dolosos te provoca un accidente de tránsito
predominio del desvalor de acción (véase Comentario al Art. 1°). La donde mueren o sufren lesiones
exigir que la conducta que se mide
y no son pocos los que le atribuyen afirmación habitual en la litera- dos o más personas. Tratándose de
con la Vara del deber de cuidado
tenga una finalidad (cfr. BusTos, una importancia mínima al desvalor rura relativa a los cuasidelitos en bienes jurídicos personalísimos, si
1967, 43 s., 64; BusTos, 1995, 38; de resultado (muy claro COUSIÑO, 1, cuanto a que sólo se puede hablar mediara dolo probablemente na-
840, 844; y al hacerse cargo de los de culpa si el resultado es evitable die dudaría de la concurrencia de
NAQUIRA 171).
cuasidelitos con resultado múltiple (GARRIDO, Il, 218; POLITOFF, 478; tantos delitos corno víctimas, los
ETCHEBERRY, 1, 322 s.; Y GARRIDO, POLITOFF / MATUS / RAMÍREZ, PG, que en principio deberían tratarse
Analizados los presupuestos de
Il, 228, al respecto infra), aunque sin 284) no es más que una manera como un concurso ideal homogé-
la conducta culposa, debe abordarse
llegar a plantear derechamente que diferente de referirse a los criterios neo (véase Comentario al Art. 75).
brevemente la situación del resulta-
el resultado sea de una condición de la imputación objetiva del resul- En materia de cuasidelitos, sin
do típico en los cuasidelitos, no en
objetiva de punibilidad (corno sólo tado, criterios que según opinión embargo, la cuestión ha sido muy
cuanto tal, porque en rigor no pre-
hace CURY, 346 s.). Una perspectiva pacífica en la actualidad reciben discutida. A partir del predominio
senta en esta materia ninguna dife-
distinta se abre, por cierto, si se sigue plena aplicación en el ámbito de casi absoluto que le asignan al des-
rencia apreciable en comparación
el planteamiento conforme al cual la los delitos culposos (FERNANDEZ, valor de resultado, un sector rele-
con lo dicho a propósito del delito
infracción del deber de cuidado no 2002, 107; VARGAS, 2010, 122). vante de la literatura sostiene que
doloso, sino por su significación
es propiamente la conducta típica, Más aún, no es casual que histó- en estos casos se ha cometido un
para la estructura de los cuasidelitos.
sino sólo la razón de la imputación ricamente esos criterios se hayan único cuasidelito con pluralidad de
Por regla generalísima los cuasideli-
del delito de resultado en ausencia desarrollado antes precisamente en resultados, precisamente porque se
tos requieren de un resultado, con-
cretamente un resultado lesivo. En de dolo (MAÑALICH, 406). En todo el campo de los cuasidelitos, don- ha infringido una única vez el deber
caso y sin menospreciar la impor- de la ausencia de dolo que presida de cuidado (ETcHEBERRY, 1, 322 s.;
la medida, sin embargo, en que se ha
tancia conceptual y de lege ftrenda la conducta (y los cursos causales GARRIDO, Il, 228; CURY, 665). En
definido la culpa corno infracción de
del asunto, en la medida en que que ésta genere) aumenta las posi- cambio, otro sector de la doctrina
un deber de cuidado que se verifica
por ausencia de dolo la distinción bilidades de resultados azarosos, ni hace valer tanto el desvalor de re-
exclusivamente con la conducta y no
no tiene consecuencias en materia que la mayor resistencia contra la sultado expresado en la pluralidad
con el resultado no querido ni, a ve-
de iter criminis (no es posible una teoría de la imputación objetiva se de víctimas y la letra del Art. 75
ces, siquiera previsto, existen dudas
tentativa ni un delito frustrado sin haya dado a propósito de los deli- (BUSTOS, 1995, 114 s.), así como
sobre su verdadero significado dog-
dolo, véase Comentario al Art. 7°) tos dolosos. la circunstancia de que el derecho
mático. Y si bien la inmensa mayoría
de los autores chilenos considera que Y en que nadie discute que el re- chileno no castiga la culpa en sí,
el resultado es un elemento del tipo, sultado concreto debió haber sido La discusión sobre el significa- sino la realización culposa de tipos
al menos previsible (así también do dogmático del resultado en los penales, a lo que se suma que en los
esto es, que los cuasidelitos son ge-
nuinos delitos de resultado (NOVOA, CURY, 346 s.), sus consecuencias cuasidelitos (supra) repercute direc- llamados tipos resultativos la con-
1, 502 con nota al pie N° 58; ETcHE- son muy modestas., tamente en el tratamiento que debe ducta es más bien neutra y se define
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CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. 2"

en rigor por el resultado (NAQUIRA, grave no está abarcado por el dolo bastante' tiempo la jurisprudencia ordinariamente no son aptos para
190 s.), para afirmar la existencia de del agente, simplemente no proce- osciló entre condenar sin más por el provocar la muerte, resolvió la SCA
tantos cuasidelitos como resultados de que se le haga responsable por delito más grave como si fuera dolo- Santiago en Contra Juan Bautista
típicos imputables haya. A pesar de él a título doloso, subsistiendo sólo so, castigar sólo por el delito doloso Castto Orellana (1964) yen Contra
cierta dispersión, este último pare- la posibilidad de una imputación de base, castigar sólo por el delito José Santiago Hidalgo Roa (1965)
ce ser el criterio dominante en la a título de culpa si se reúnen en culposo más grave o, en fin, castigar (todas ellas citadas por ETCHEBERRY,
jurisprudencia (véase Comentario la especie los requisitos preceden- por ambos delitos en concurso, dis- DPJ, 1, 279 ss.). La sentencia de la
temente indicados. En caso afir- persión que en parte se aprecia aún Corte Marcial en Contra Juan Ulloa
al Art. 75).
mativo, se verificaría un concurso en ETCHEBERRY, DPJ, IV, 92 ss. En Bao (1959), condena al carabine-
Por último, cabe referirse si- ideal heterogéneo entre un delito la actualidad, sin embargo, parece ro que queriendo herir al prófugo
quiera brevemente al llamado "de- doloso y un cuasidelito, concurso asentada la última solución, y en para poder capturarlo lo mata de
lito preterintencional", un asunto que debe ser tratado en principio particular, que el delito más grave un balazo (citada por ETCHEBERRY,
que concitó durante mucho tiem- conforme a lo previsto en el Art. 75 sólo se puede castigar a título dolo- DPJ, 1, 279). Por su parte, la Cor-
(véase Comentario al Art. 75); en so cuando efectivamente (discusi6n te Suprema empieza a pronunciarse
po gran interés en nuestra literatu-
caso contrario sólo cabe sancio- sobre la prueba del dolo median- en ese sentido a propósito de casos
ra a pesar de que, en rigor, al no
nar por el delito doloso. Ésta es la te) se puede afirmar siquiera dolo de aborto seguido de la muerte de
existir en el Código chileno una
opinión ampliamente dominan- eventual en la especie (sobre esto la embarazada. La SCS en Contra
regulación especial al respecto, su
te entre nosotros (aparentemente, último, a modo ejemplar, véanse Teresa Riveros y otras (1955) re-
tratamiento debe quedar simple-
aunque confuso, LABATUT, 1, 128: las sentencias citadas por ETCHEBE- suelve que existe concurso entre
mente entregado al juego de las
"esta teoría, que peca de acientífica, RRY, DPJ, 1, 269 ss. con comentario aborto doloso y cuasidelito de ho-
reglas generales. Por delito preter-
pero que nosotros debemos aceptar de síntesis en 272; y ETCHEBERRY, micidio porque las imputadas sólo
intencional se entiende una situa-
a falta de Ley que solucione el pro- DPJ, IV, 93 ss.). En la SCA San- perseguían provocar el primero y
ción en la que el agente con dolo
blema"; tendencialmente NovoA, 1, tiago en Contra Raúl Bontá Pén- que apenas advirtieron un riesgo de
de cometer un delito determinado,
520; ORTIZ QUIROGA, 96; ETCHE- dola (1953) se aprecia un concurso muerte hicieron todo a su alcance
termina cometiendo uno más grave
BERRY 1,326; CURY, 350; GARRIDO, entre lesiones graves y cuasidelito por evitarlo, muy similar a la SCS
no abarcado por su dolo, esto es,
Il, 230; DEL VlIlAR, 184; NAQUIRA, de parricidio en un caso en que el de 21 de abril de 1960 en Contra
"más allá de su intención" (praeter
211; POLITOFF / GRISOLfA / BUSTOS, marido, en un arrebato frente a una Emma Guerra Ibarra (RCP T. XIX
intentionem). Pues bien, la solu-
76 s.; POLITOFF, 335 s.; POLITOFF / "insolencia" de ésta, le da un fuer- [1960], 81), en donde se declara:
ción se desprende precisamente del
MATus / RAMfREZ, PG, 273; KÜN- te golpe en el abdomen a su mujer "No puede desconocerse pues, que
Art. 2°, que aclara que el derecho
SEMÜLLER, 1997, 9 ss.; BUSTOS / que termina muriendo, resultando en nuestro derecho tiene cabida el
chileno sólo conoce delitos y cua-
CABALLERO, Comentario, 61 s.). claro a juicio de los sentenciadores delito preterintencional, que no es
sidelitos, esto es, hechos punibles
que lo hizo sin dolo homicida, pues otra cosa, como ya se dijo, que un
cometidos o bien con dolo o bien,
Más allá de las vacilaciones del s610 quería "castigarla" y no previó concurso entre dolo y culpa; dolo
en los casos expresamente seña-
lados por la Ley (Art. 10 N° 13), pasado, ésta sería la soluci6n que (aunque debía haberlo hecho por la con respecto al resultado que se
hoy acoge mayoritariamente la ju- zona delicada en que la golpeó) las quiso causar, culpa en lo referente
con culpa: tertium non datur (Bus-
TOS / CABALLERO, Comentario, 60). risprudencia. Como muestra ET- consecuencias. En sentido similar, a las consecuencias no queridas"
Consecuentemente, si el hecho más CHEBERRY, DPJ, 1, 268 ss., durante en casos de golpes con objetos que (ambas citadas por ETCHEBERRY,
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ART.2 o CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ
ART. 30

D PJ, 1, 281 ss.). Más reciente- pierna a otro, que luego muere a conducta se produjera un daño fí- puntapié a otro en el pecho, a con-
mente, la SCA Santiago de 23 de consecuencia de la misma. La Cor- sico generador de un riesgo vital... secuencia de lo cual éste cae sobre el
septiembre de 1993 (Cita Westlaw te considera que de las circunstan- por lo cual no puede atribuirse al pavimento de la calzada, golpeán-
Chile: CLlJUR/142/1993) aprecia cias del hecho no se deduce dolo de encausado responsabilidad en su dose mortalmente la cabeza. De
un concurso entre lesiones graves y matar, sino sólo de lesionar, sin per- muerte ni siquiera a título de culpa, este modo, la Corte se desentiende
cuasidelito de homicidio en el caso juicio de considerar previsible este ya que nadie puede razonablemente completamente de la conducta do-
de los sujetos que, ebrios, golpea- último resultado. Como comenta- prever que al dar a Otro un simple losa del sujeto.
ron con pies y manos a otro ebrio rio crítico puede apuntarse que la empujón se causará su deceso". En
que luego murió a causa de una as- fundamentación de estas sentencias este contexto es excepcional la SCA La casuística de los cuasidelitos
fixia por aspiración de vómito. De suele agotarse en la demostración Santiago de 18 de octubre de 1999 por áreas de actividad (tráfico roda-
la circunstancia de que los sujetos de la ausencia de dolo, aportando (Gaceta Jurídica N° 232 [1999), do, negligencia médica, accidentes
no hubieran hecho uso de ningún apenas argumentos que sostengan 167), que aprecia sólo un cuaside- laborales, etc.) se abordará a propó-
arma ni le hubieran provocado he- la afirmación de un grado relevante lito de homicidio en el caso de un sito de los tipos culposos particula-
ridas mortales la Corte deduce que de culpa, lo que permite sospechar sujeto que en medio de una riña en res, especialmente a propósito del
sólo tenían dolo de lesionar y no de una cierta identificación automá- la vía pública le propina un fuerte análisis del Título X del Libro n.
matar. La SCA Temuco, de 25 de tica entre resultado lesivo y culpa,
julio de 2006 (Cita Westlaw Chile: sólo explicable en virtud del hecho
CLlJUR/2006), que simplemente doloso de base. Excepción a la ten-
confirma sentencia dictada en pro- dencia percibida es la SCS de 27 Articulo 3°. Los delitos, atendida su gravedad, se dividen en
cedimiento abreviado, declara, no de enero de 1998 (Gaceta Jurídica crímenes, simples delitos y faltas y se califican de tales según la
obstante, que la solución del delito No 211 [1998), 229), que califica pena que les está asignada en la escala general del artículo 21.
preterintencional en la Ley chilena los hechos exclusivamente como le- BIBLIOGRAF~: BUSTOS, Juan / CABAllERO, Felipe: "Comentario al artículo 30", en POLITOFF / ORllZ,
se encuentra en el Art. 75. La Corte siones graves, por considerar que la ComentarlO, pp. 64-66; GUZMÁN DALBORA, José Luis: "Comentario al artículo 94" en Pou-
estima que es del todo improbable muerte de la víctima era del todo TOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 465-469; GUZMÁN DALBORA, José Luis: "Comentario ai artículo
:-05:', en P~UTOFF / ORTI,:' Comentario, pp. 483-487; MATUS, Jean Pierre / VAN WEEZEL, Alex:
que el interviniente en una rifia se imprevisible. Se trataba de un ebrio Comentano al Art. 70 , en POUTOFF / ORTIZ Comentario pp 375-378' YUSEFF Gonzalo' La
hubiera representado el desenlace que se encontraba en la vía pública prescripción penal, 30 edición, Editorial Ju;ídica de Chil~, S~tiago 2005.' .
mortal, lo que excluye el dolo ho- y que aparentemente habría insul-
micida, sin perjuicio de conside- tado a un grupo de personas, razón
rar temerariamente imprudente su por la cual recibió un empujón. Al COMENTARIO
conducta. Por último, la SCS de caer al suelo se le produce un TEC
17 de agosto de 2005 (Cita West- complicado que le provoca la muer- Héctor Herndndez
law Chile: CLlJUR/267612005), te un par de días después. Sefiala la
aprecia un concurso entre lesiones Corte que de estos hechos "no es El Art. 3° corresponde a una a la gravedad de la infracción ha-
graves y cuasidelito de homicidio, posible deducir que el autor se haya redacción propuesta por el comi- bía sido acordada con bastante
a resolver conforme al Art. 75, en representado y, por consiguiente, sionado Renjifo (sesión 121, de anterioridad, a propuesta del co-
el caso de un sujeto que con arma querido o siquiera aceptado en su 24 de marzo de 1873, Actas, 217). misionado Fabres, en la sesión 5",
blanca le infiere una herida en la voluntad que a consecuencia de su La división tripartita en atención de 7 de mayo de 1870 (Actas, 8),
122 123
ART.lONo7 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART. 10 N° 8

como consecuencia de un error sobre entre la justificación a efectos penales aquella redistribución, extrema la so- guno de los reqUiSItos listados en
los presupuestos fiicticos de la concu- ya efectos civiles (la primera respon- lidaridad al punto de convertirla en numeral 7 0 del Art. 10 conduce a
rrencia de la justificante de estado de a que un hecho no necesita o no una total injusticia. una atenuante de eximente incom-
de necesidad, sometido a la misma merece ser prevenido por medio de pleta, delArt. 11, N° 1, en relación
discusión y las mismas soluciones la utilización de la herramienta pe- ]UST[FICANTE INCOMPLETA con el Art. 73 (POLlTOFF, 300). Así
ya analizadas (supra, Art. 10, N° 4 0 ) nal, lo que ciertamente no dice nada también lo ha entendido, en la ju-
para la legítima defensa putativa. sobre la ptocedencia de reparar civil- Como destaca POLlTOFF, a risprudencia, una decisión de cor-
mente el daño: de allí que pueda ha- condición de que concutra el "re- te de apelaciones (sentencia de la
EFECTOS CIVILES DEL ESTADO DE blarse -como ocurre en cierta doctri- quisito esencial" de esta justifi- Corte de Apelaciones de Copiapó,
NECESIDAD na española y alemana- de causas de cante, consistente en ((la situación Rol N° 73139, 27 de julio de 2000
exclusión de la antijutidicidad penal) de necesidad, esto es, el mal que se (recurso de apelación), N° ID Le-
Frente a la concepción que in- aun si la acción se justifica a efectos trata de evitar", la ausencia de al- galPublishing: 19534).
voca la unidad del ordenamiento ju- penales, por ser racionalmente nece-
rídico para rechazar la posibilidad de sario el sacrificio de un bien ajeno de
considerar un ilícito civil, que dé lu- menor valor, para salvar uno propio
de mayor valor, la responsabilidad
Artículo 10. Están exentos de responsabilidad criminal:
gar a indemnización de perjuicios, lo
[ ... ] .
que ante la Ley penal está justificado civil puede mantenerse, no realmen-
-en este caso, la producción de un te por solidaridad con el titular del 8. El que con ocasión de ejecutar un acto lícito, con la debida
mal necesario conforme al Art. 10, bien sacrificado, sino porque de lo diligencia, causa un mal por mero accidente.
N° 7 0 - (ETCHEBERRY, l, 269, admi- contrario se le estaría imponiendo BmuoGRAFíA: BUSTOs,luan: El delito culposo, Editoriallurídica de Chile, Santiago 1995; COL-
injustificadamente la carga de so- VIN,Alberto: "Algunas eximentes de responsabilidad en el Código penal chileno", Revista
tiendo sólo una excepción, contem- de Derecho (U. Concepción) N° 162 (1974), 7-23; LABATIrr, Gustavo: Derecho penal. Parte
plada por los principios y reglas del portar unos costos que el acaso puso general, Editoriallurídica de Chile, 3a edición, Santiago 1958; MATUS, lean Pierre / VAN
Derecho civil, cuando ha habido en- sobre los hombros de otro y que, sin WEEZEL, Alex: "Comentario al artículo 71", en POurOFF / ORTIZ, Comentario, pp. 378 Y ss.;
MERA, Jorge: Derechos Humanos en el derecho penal chileno, ConoSur. Santiago 1998;
riquecimiento sin causa: en el mismo fundamento, se estarían reasignando NÁQUIRA,laime: "Comentario al artículo 10 N° 8", en POLITOFF / ORllZ, Comentario, pp. 145-
sentido, CURY, 381), otra posición completamente en perjuicio suyo: si 147; RIVACOBA, Manuel de: "El principio de culpabilidad en,el Código penal chileno", en
RIvACOBA, Manuel de (editor): Actas de las Jornadas Internacionales de Derecho penal en
sostiene que, por equidad (NOVOA, la justificación penal del sacrificio de celebración del Centenario del Código penal chileno, Edeval, Valparaíso 1975, pp. 49-126;
l, 363-364) o sobre la base de la res- su bien ya refleja un cierto nivel de SOLARI, Tito: "Versari in re illicita", Revista de Derecho (UCV) N° 1 (1977), 245-265.
ponsabilidad objetiva del causante del solidaridad con aquél en quien reca-
riesgo (POLlTOFF, 296, invocando yeron los costos (pues, si se respectó
también la equidad y el principio de la exigencia de que el mal produci- COMENTARIO
solidaridad humana) sí corresponde- do fuese menor; aquellos costos se
ría indemnizar al tercero inocente (lo vieron reducidos, al punto de que al Héctor Herndndez
que ya se apreciaría en ciertos ámbitos afectado la indemnización de perjui-
como en materia de navegación aérea cios, en principio, de todos modos, El N° 8 está tomado literalmen- culpa ni intención de causarlo". Fue
y de seguridad nuclear: v. POLITOFF, le resulta menos costosa que haber te del N° 8 del Art. 8 0 del Código aprobado inicialmente sin esa supre-
296 y n. 162). En mi opinión, no soportado el mal), liberar al afecta- español de 1850, si bien en Chile se sión y sin ninguna discusión en la
siendo indispensable la coincidencia do por completo de ellos, operando suprimió la frase final "sin la menor sesión 6a de la Comisión Redactora,
238 239
ART.lON° 8 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCfOR HERNÁNDEZ ART. tON° 8

de 10 de mayo de 1870 (Actas, 10). (o del Art. 2°, para aquellos autores se produjo con ocasión de un acto base del caso fortuito debía impo-
La supresión se acordó en la sesión que domicilian la exigencia gene~ lícito (ETCHEBERRY, DP], 1, 285; So- nerse la pena correspondiente al de-
121, de 24 de marzo de 1873, "por ral de dolo en este último artículo, LARl, 263; NÁQUlRA, 204; NÁQuIRA, lito doloso (tácitamente DEL Rfo, n,
considerarse [las palabras en cues- véase Comentario al Art. 1°), en Comentario, 146). En la medida, 184, pues si bien sostenía en general
tión] redundantes e incluidas en las tanro que la atipicidad por ausencia sin embargo, en que, como se verá, el castigo a título culposo por man-
que preceden" (Actas, 218). de culpa es una consecuencia tanto se termina negando la procedencia dato, que él veía incondicionado, del
del sistema de numerus clausus que de los únicos posibles efectos del Art. 71, esto regía "salvo [si falta] el
El precepto quiere regular el al respecto conoce el derecho chi- precepto que se apartarían de lo que primero, que no puede faltar", de
llamado "caso fortuito", esto es, la leno (véase Comentario al Art. 10 resulta de la simple aplicación de las donde se colige que para estos ca-
situación en que se ocasiona un mal N° 13), corno de las exigencias ex- reglas generales sobre dolo y culpa, sos preveía el castigo a título dolo-
no imputable ni a dolo ni a culpa presas de imprudencia o negligencia simplemente se confirma su inutili- so; recién en DEL Rfo, Elementos,
del sujeto. La exclusión del dolo era que imponen los casos especialmente dad e inconveniencia. 151; y DEL Rfo, Manual, 173viene
más clara en el modelo español (que tipificados de conducta culposa rele- a sostener una versión atenuada del
exigía que no hubiese habido "inten- vante. Corno ha dicho ETcHEBERRY, Porque, en efecto, el N° 8 ha versari al afirmar la aplicación sin
ción de causarlo"), pero se despren- DP], 1, 284 s.: "La verdad es que el sido un factor perturbador para la restricciones del Art. 71; y al menos
de en todo caso de la circunstancia caso fortuito no es una situación ex- interpretación del derecho penal hasta su 3° edición, LABATUT, 1958,
de haberse causado el mal "por mero cepcional y que exija la concutrencia chileno, no desde luego en lo que 172, quien luego de sostener que
accidente". La exclusión de la culpa positiva de determinados requisiros concierne a sus notas negativas im- si el acto inicial era ilícito se estaba
fluye, además, de la circunstancia para eximir de responsabilidad, sino plícitas (ausencia de dolo y culpa), en presencia de un cielito, agregaba
de provenir el mal de una conducta que, por el contrario, es un evento que no generan ninguna dificultad que para aplicar la regla del Art. 71
realizada "con la debida diligencia". de carácter puramente' negativo en y respecto de las cuales reina una debía darse el requisito de la licitud,
cuanto a su naturaleza frente al dolo interpretación pacífica, sino por la "que por ser el alma de la eximente
El caso fortuito es una cau- y la culpa. Esto es, establecida la re- exigencia positiva de que el acto con nunca puede faltar"). En la medida,
sade atipicida.d (o de ausencia de lación de causalidad entre la acción ocasión del cual se causa un mal por sin embargo, en que las tipificacio-
culpabilidad, según las preferencias yel evento más grave, si no hay dolo mero accidente deba ser un "acto nes particulares de los cuasidelitos
sistemáticas) de la conducta por au- ni culpa se tratará sin más de un caso lícito". De esta exigencia se puede exigen expresamente la concurrencia
sencia de dolo y culpa. Por lo mis- fortuito, sin que sea necesario deter- desprender, contrario sensu, que el de cierta forma de culpa, la atipici-
mo, su consideración especial en el minar si concurren otros requisitos que ejecuta un acto ilícito responde dad de la conducta en relación con el
Art. 10 corno causa eximente de res- positivos señalados por la ley. Corno penalmente por todos los males que resultado vendrá dada simplemente
ponsabilidad es totalmente super- la punibilidad supone dolo o culpa, ocasione con ocasión del mismo, de la ausencia de requisitos típicos,
flua (abiertamente ya FUENSALIDA, la ausencia de éstos determina la im- aunque haya actuado con la debida por mucho que, efectivamente, no
1, 60; en la actualidad BUSTOS, 65), punibilidad a título de caso fortuito". diligencia y el mal se produzca por concurra el "caso fortuito" del N° 8.
porque la atipicidad (o ausencia de Esta constatación lleva a algunos au- mero accidente, es decir, una consa- Se trata, en realidad, de dos momen-
culpabilidad) de la conducta por fal- tores a aclarar que el N° 8 no se hace gración del versari in re illicita. Es así tos vinculados pero distintos: por un
ta de dolo corno exigencia subjetiva cargo de todas las hipótesis de caso corno, en efecto, se llegó a afirmar lado, una conducta ilícita (con o sin
general se desprende directamente fortuito, sino sólo de una, de aqué- entre nosotros que cuando no se relevancia penal) y, por el otro, la
de la definición de delito del Art. 1° lla en que el resultado imprevisible daba el requisito de acto lícito corno producción de un resultado típico,
240 241
ART. 10 N° 8 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ ART.lONo9

cada uno con sus propias exigencias concurra (DEL Río, Elementos, 151; estrecho espacio del N° 8 Y man-
VlN, 21), tesis que, sin embargo, no
en cuanto a dolo o culpa, de modo DEL Río, Manual, 173: "se conside- tiene un concepto amplio de caso
se puede compartir porque sigue en
que es perfectamente posible que la rará el hecho como perpetrado con fortuito que lo trasciende y que se
pie que la ilicitud del hecho inicial
conducta sea incluso delictiva y que, imprudencia temeraria, y se castiga- identifica con la ausencia de culpa.
nada dice sobre el requisito legal de
sin embargo, la producción del re- rá como cuasideliro, si afecta a las Particularmente relevante es la SCS
culpa respecto del mal que se causa.
sultado sea atípica por falta de dolo personas"; lo sugiere también DEL en Contra Juan Pastene Guerrero
El N° 8 no aporta fundamento legal
o culpa (NovoA, l, 411, 502 s.; So- VILLAR, 244). La opinión amplia- (1%3), un caso en e! que imputa-
para hacer responder por males cau-
LARI, 261 ss.; tácitamente también mente dominante entiende, sin em- do y víctima caen abrazados al sue-
sados por mero accidente y sin cul-
MATUS / VAN WEEZEL, Comentario, bargo, que el mandato del Art. 71 pa, por mucho que la conducta en lo, circunstancia en que se dispara
379; se limita a declarar "amplia- es simplemente a que "se observe" cuestión haya sido punible, como el arma que el primero tenía entre
mente superada" la interpretación lo previsto en el Art. 490, es decir, sus ropas, hiriendo a la segunda.
sería el caso de! conductor que aca-
del precepto en la línea del versari a que se verifique si en el caso con- La Corte rechaza explícitamente
ba de robar el vehículo o que trans-
MERA, 161), como lo confirma la crero se dan o no los requisitos del la doctrina del versari in. re i!licita
porta en él drogas o a una persona
existencia del Art. 492, que al exi- cuasidelito, en modo alguno a que secuestrada y que conduciendo de (la califica de anacrónica) y declara
gir "infracción de los reglamentos" se sancione como cuasidelito algo modo atento y cuidadoso ocasiona que la tenencia ilegal del arma no
supone por definición una conduc- que no lo es (ya VERA, 239: "No la muerte del peatón que cruza dees obstáculo para liberar de respon-
ta inicial ilícita y que, no obstante, basta establecer que si no hai escusa modo completamente intempestivo sabilidad al imputado,.pues en un
cuando produce un resultado lesi- del delito, se nos presenta entonces derecho penal basado en e! princi-
la calzada. Por supuesto tendrá que
vo sin dolo pero con culpa, para la de lleno el cuasidelito"; NovoA, l, pio de culpabilidad sólo se pueden
responder por tales delitos, pero no
Ley constituye una hipótesis cua- 515; ETCHEBERRY, l, 329 s.; RrvA_ imputar hechos dolosos o culposos,
por las consecuencias lesivas de su
sidelictiva (NovoA, l, 503; SOLARI, COBA, 77 s.; SOLARI, 260 s.; CURY, conducción que no sean imputablesno siendo imputable lo que va más
264 s.; CURY, 343; GARRIDO, n, 343 s.; GARRIDO, n, 233; NAQUIRA, ni a dolo ni a culpa. allá, esto es, el caso fortuito (cita-
233; POLITOFF, 332). 205 s.; NAQUlRA, Comentario, 146; da por ETCHEBERRY, DPJ, l, 286 s.;
POLITOFF, 332; POLITOFF / MATUS Afortunadamente, la jurispru- véanse las otras sentencias citadas
El Art. 71 introduce una com- / RAMfREZ, PG, 251; MATUS / VAN dencia no se ha encerrado en el por el mismo autor).
plicación al disponer que cuando WEEZEL, Comentario, 379; ahora
no concurran todos los requisitos también LABATUT, l, 130).
del N° 8 "se observará lo dispuesto
en el artículo 490", con lo cual, si Puntualmente, se ha querido Artículo 10. Están exentos de responsabilidad criminal:
bien se confirma legalmente que la rescatar al menos en parte la aplica- [oo .]
producción del resultado nunca po- ción del N° 8, afirmando que por 9. El que obra violentado por una fuerza irresistible o impulsa-
drá ser tratada como dolosa, sugiere "acto lícito" debe entenderse uno do por un miedo insuperable.
al mismo tiempo que el incumpli- no punible, de modo que sólo la BIBUOGRAFÍA: ARIAS, Antonio: El miedo insuperable y la fuerza o violencia moral e irresisti-
miento de los requisitos del N° 8 conducta ilícita constitutiva de de- ble, Ediar-ConoSur, Santiago 1984; COLVIN, Alberto: "Algunas eximentes de responsabili-
conduce siempre y en todo caso a lito sería obstáculo para e! recono- dad en el Código penal chileno", Revista de Derecho (U. Concepción) N° 162 (1974), 7-23;
Couso, Jaime: Fundamentos del derecho penal de culpabilidad, Tirant lo Blanch, Valencia
la responsabilidad por culpa, esto cimiento de! caso fortuito, no así las 2006; FONTECILLA, Rafael: "Los problemas jurídicos de las causas supralegales en materia
es, aun cuando en la especie ésta no contravenciones extrapenales (COL- penal", en AA. W.: Estudiosjurídicos en homenaje al Prof. Luis ]iménez de Asúa, Abeledo-

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--l
,

ART. 10 N° 13 CÓDIGO PENAL COMENTADO HÉCTOR HERNÁNDEZ AKr: 10 N° 13

sin embargo, no parecen oponerse intralegal de inexigibilidad" (COUSI- no dolo, deba siempre llevar pena, mantener el inciso segundo del
a que también sean aplicables a las NO, III, 261). Por último, de acuer- sino solamente aquellos que de un Art. 2° originalmente previsto) la
omisiones las causas de exculpación do con lo que sugiere la sistemáti- modo espreso castigue la lei",.1o que norma más contundente parece ser
por inimpntabilidad (Art. 10 N° 1 ca y en tenor literal de las distintas condujo a la aprobación de un inci- la del N° 13, la doctrina posterior
Y N° 2) o por error de prohibición hipótesis del Art. 10, también se so segundo del Art. 2°, del siguiente suele ver en ella la base de ese sis-
(en este caso: de mandato) invenci- ha sostenido que la segunda parte tenor: "El cuasi-delito solo se pena tema (DEL Río, JI, 43; FERNÁNDEZ,
ble (expresamente CURY, 687; GA- del N° 12 es una fórmula sintética en los casos espresamente determi- 2002, 104). Una disposición expre-
RRIDO JI, 250), en tanto que en lo que recoge y adapta para las omi- nados por la lei" (Actas, 213). Ese sa sobre el cará.cter excepcional de la
referido a los supuestos de inexigi- siones todas las causas de exculpa- inciso segundo no fue considerado punibilidad de las conductas culpo-
bilidad de otra conducta, los autores ción que rigen para las acciones, en la propuesta de redacción de los sas parece necesaria para asegurar la
que niegan que el N° 12 se refiera a esto es, la locnta o demencia, la cuatro primeros artículos presen- vigencia del numerus clausus, pues
esos supuestos o bien hacen aplica- privación total de razón, la fuerza tada por Renjifo en la sesión 121, tal como no es necesario que en la
ble la eximente del N° 9 (GARRIDO, irresistible y el miedo insuperable aunque la idea de fondo aparecie- parte especial se reitere la exigencia
JI, 251) o bien invocan una "causal (PRAMBS, 242 s.). ra oblicuamente en el Art. 4° de la de dolo, sin esta aclaración podría
misma propuesta, al hacer aplicable entenderse lo mismo para la culpa,
la división tripartita de los delitos sin que la ausencia de una regula-
Artículo 10. Están exentos de responsabilidad criminal:
a los cuasidelitos "que se califican ción penológica especial al respecto
[ ... ] fuera un obstáculo insalvable, pues,
y penan en los casos especiales que
13. El que cometiere un cuasidelito, salvo en los casos expresa- determina este Código". Con todo, por ejemplo, podría entenderse que
mente penados por la ley. pareció necesario consagrarlo en tér- para todo cuasidelito para el que no
José Ángel: "El delito imprudente: la determinación de la diligencia
BIBliOGRAFÍA: FERNÁNDEZ, minos más generales. Ambos artícu- se prevea algo distinto rigieran las
debida en el seno de las organizaciones", Revista de Derecho (UACh), Vol. XIII (2002), penas del Art, 490 en virtud de la
los fueron aprohados en la misma
101-121; NÁQUIRA, Jaime: "Comentario al artículo 10 N° 13", enPoLlTOFF / ORTIZ, Comenta- ., remisión general del Art. 71. Por
rio, pp. 164; RODRiGUEZ DEVEsA, José María: "Cuasidelitos y delitos culposos en el Código seSlOn.
penal chileno", en RIVACOBA, Manuel de (editor): Actas de las Jornadas Internacionales de lo mismo, no se puede compartir
Derecho penal en celebración del Centenario del Código penal chileno, Edeval, Valparaíso
1975, pp. 127·139. El precepto es la consagración el juicio de quienes opinan que se
general del sistema de numerus clau- trataría de una norma impertinente
sus que en materia de cuasidelitos o inútil (RODRÍGUEZ DEVESA, 137 s.;
rige en el derecho penal chileno. CURY, 351).
COMENTARlO
Como la misma idea viene ya expre-
Héctor Herndndez sada de algún modo en el Art. 4°, Ocasionalmente se dice que el sis-
los primeros comentaristas del Có- tema acogido por la Ley chilena es, en
La disposición fue introducida marzo, a propósito de la definición digo solían considerarlo superfluo rigor, un sistema mixto o un numerus
a indicación del comisionado Fa- de cuasidelito que se introdujo a so- (VERA, 109; FERNÁNDEZ, 1, 100; clausus "imperfecto" (FERNÁNDEZ,
bres en la sesión 121 de la Comi- licitud del mismo Fabres, se había FUENSALIDA 1, 77; mucho más tarde 2002, 104), atendida la amplitud de
sión Redactora, de 24 de marzo de acordado que la definición aclarara RODRÍGUEZ DEVESA, 137). No obs- los Arts. 490 a 492, que se remiten ge-
1873 (Actas, 217 s.). Con anterio- "que no todo delito convertido en tante, como a pesar de sus defectos néricamente a los "crímenes y simples
ridad, en la sesión 117, de 17 de cuasi-delito por haber en él culpa i (preferible hubiera sido, sin duda, delitos contra las personas". Teniendo
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Aln: 11 N° 1 CÓDIGO PENAL COMENTADO ]ORGEMERA ART. 11 N° 1

en cuenta, sin embargo, que por tales sa debe fluir de la ley, no que ésta deba COMENTARIO
se entienden formalmente s610 los del calificar expresamente el hecho puni-
Jorge Mera
Título VIII del Libro Ir del C6digo, y ble como cuasidelito o delito culpo-
que además se acepta de modo pacífi- so ni que al tipificarlo deba emplear
co que no se incluyen los delitos con- ciertas expresiones sacramentales con Se trata de las llamadas eximen- 211; ETCHEBERRY, Ir, 17; y POLI-
tra el honor previstos en los párrafos tal efecto. Así, por ejemplo, si el delito tes incompletas. Pese a los términos TOFF / MATUS / RAMfREZ, PG, 506,
6, 7 y 8 ni otros incompatibles con la de receptaci6n del Art. 456 bis A, en de esta disposici6n, existen algunas la fuerza física irresistible (incluida,
eximentes, que por su propia natu- en el parecer de estos autores, en el
idea de ejecuci6n culposa, como los cuanto exige que el sujeto actúe co-
raleza o por disposici6n de la pro- N°9 delArt. 10) no sería graduable
relativos al duelo o incluso ciertas for- nociendo "o no pudiendo menos que
pia ley, no pueden transformarse en (es o no es irresistible), por lo que
mas de matar o lesionar que en su va- conocer" el origen ilícito de la cosa,
atenuantes. En este último caso se no podría dar lugar a una eximente
riante dolosa requerirían dolo directo puede considerarse un cuasidelito
encuentra la eximente del N° 8° del incompleta. Este criterio es contro-
(cfr. ETCHEBERRY, 1, 321; CURY, 345; en esta segunda variante dependerá
Art. 10, puesto que, según lo esta- vertido, como lo señala CURY, 447
GARRIDO, Ir, 225, 227; POUfOFF, simplemente de los alcances que en
blecido en el Art. 71, "cuando no (citando a CÓRDOBA RODA Y RODRÍ-
389; POLlTOFF / MArus / RAMfREZ, definitiva se le asignen, sin que a ello
concurran todos los requisitos que GUEZ MOURULLO). ETCHEBERRY, Ir,
PG, 291; NÁQUlRA, Comentario, 164; se oponga el N° 13 (de otra opini6n
se exigen en el caso del número 8° 18, extiende la improcedencia de las
FERNÁNDEZ,2002, 104 con nota al pie GUZMÁN DALBORA, José Luis: "Luces
del artículo 10 para eximir de res- eximentes incompletas a la prevista
N° 10), resulta que dicha amplitud se y sombras en la 'nueva' disciplina de la
ponsabilidad, se observará lo dis- en la segunda parte del N° 12 del
reduce al más bien modesto reconoci- receptaci6n en el C6digo penal chile- puesto en el artículo 490". Art. 10 (omisi6n por causa legíti-
miento del cuasidelito de homicidio y no", Gaceta Jurídica N° 188 [1996], ma), pues a su juicio, "en principio,
del cuasidelito de lesiones. 73 [85 con nota a pie N° 46]). Lo Atendida su naturaleza, exis- o la Ley prohibía o impedía obrar
mismo rige para la inteligencia del ten eximentes que no admiten gra- (eximente), o no lo impedía, y no se
Por último, la exigencia de que Art. 343, que para muchos consagra daci6n ni divisi6n (ni material ni divisa la atenuante", parecer del que
los cuasidelitos estén "expresamente una hip6tesis de aborto culposo (véa- intelectual o moral) y que, por lo participa CURY, 447: "es evidente
penados" por la Ley s610 significa que se al respecto, por todos, POLITOFF / tanto, no pueden dar lugar a una que al respecto no se puede imagi-
la punibilidad de la realizaci6n culpo- GRISOLÍA / BUSTOS, 157 s.). eximente incompleta. Es el caso del nar una situación intermedia).
N° 2° del Art. 10: "El menor de
dieciocho años. La responsabilidad En opini6n de NovoA, II, 21 en
§ 3. De las circunstancias que atenúan la responsabilidad criminal de los menores de dieciocho años y los casos de ebriedad plena culposa o
mayores de catorce se regulará por dolosa (en que concurre el requisito
BmLIOGRAfíA: MAros, Jean Pierre: "Comentario al Art. 11", en POUTOFF / ORTlZ, Comentario, lo dispuesto en la Ley de responsa- de la privaci6n total de raz6n, pero
pp. 165·186. bilidad penal juvenil". En opini6n falta el de que ello se deba a una
de LABATUT, 1, 210; ETCHEBERRY, causa independiente de la voluntad
Artículo 11. Son circunstancias atenuantes: Ir, 17; y POLITOFF / MATUS / RA- del sujeto), no procede la aplicaci6n
1 a. Las expresadas en el Artículo anterior, cuando no concu- MfREZ, PG, 506, la eximente del de la eximente incompleta, porque
rren todos los requisitos necesarios para eximir de responsabilidad N° 13 (cuasidelito) tampoco puede aquí no cabe distinguir entre priva-
en sus respectivos casos. ser incompleta. Según LABATUT, 1, ci6n de raz6n y causa independiente
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