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PRESENTACIÓN

Estimados estudiantes

Permítanme presentar a ustedes éste material que es una recopilación de información


basado en la moral, los valores y virtudes que debe poseer un profesional de la
Administración, recordemos que en un mundo cambiante la necesidad de actualizarnos es
de vital importancia, así mismo adjuntamos la normatividad que debe tener en cuenta el
futuro profesional de la Administración en el ejercicio profesional, como es su código de
ética, y las demás normas del Colegio de Licenciados en Administración.

El ejercicio profesional de un Licenciado en Administración se ve opacado en muchas


oportunidades por el desconocimiento y la no aplicación de nuestra normatividad, lo que se
busca con éste material es en contribuir informando y disminuyendo las críticas que puede
tener el profesional en administración en el ejercicio profesional, no podemos seguir siendo
juzgados, más por el contrario, busquemos ser los innovadores de un nuevo sistema en la
que prime la transparencia en todos nuestros actos.

Esperemos que nuestros estudiantes apliquen su código de ética que es fundamental en su


vida profesional, será una de nuestras características que nos diferenciará del resto de las
profesiones.

Att.

Mg Adm. Héctor Rivera Prieto

Docente Titular
DEONTOLOGIA PROFESIONAL

1. Definición Etimológica

Proviene del griego DEON-TOS, que significa “DEBER”, (lo que es necesario,
preciso o debido, obligación) y LOGOS= TRATADO, estudio, razonamiento o
ciencia, que fue introducido a inicios del Siglo XIX por el filósofo Ingles
JEREMY BENTHAM, quien escribe el libro “Deontología Ciencia de la Moral”,
(publicado en Paris en 1832 y en Londres en 1834) que constituye el tratado de lo
conveniente o necesario, un tratado o ciencia del Deber; con el fin de referirse a la
Ética cuyo objeto del estudio son los fundamentos del deber y normas morales.
También se conoce con el nombre de “Teoría del Deber”. Junto con la Axiología, es
una de las dos ramas principales de la Ética Normativa. Asimismo, que según el
diccionario de la lengua española, indica que deontología es el “tratado o ciencia
de los deberes y principios éticos”1, por lo tanto, estamos refiriéndonos a los
ciudadanos en condición de profesionales en el cumplimiento o desempeño
de sus funciones.

El objeto de estudio de la deontología son los fundamentos del deber y las normas
morales. Dicho propiamente, la deontología profesional se refiere al conjunto de
deberes reconocidos dentro de una profesión, es decir; las normas a seguir de un
medio profesional. Estas normas determinan los deberes mínimamente exigibles a
los profesionales en el desempeño de su actividad.

1.2. La Deontología Profesional

Es la ciencia que estudia los deberes y el comportamiento de los profesionales,


según la posición que ocupe en la vida, y que están dados por el grado de
compromiso y conciencia moral que se tenga con respeto a la profesión. La
indagación y el acatamiento de los principios deontológicos significan dirigirse por
el camino de la perfección personal, profesional y colectiva.

Es preciso hacer resaltar que la Deontología Profesional, siendo un tratado o ciencia


de los deberes profesionales en el cumplimiento de sus funciones en diferentes
circunstancias y niveles de su vida profesional que deben cumplir los
profesionales de las ciencias contables en las empresas o entidades públicas o
privadas, naturales o jurídicas.

En otros términos, diríamos que Deontología es un conjunto ordenado de


Deberes y Obligaciones morales que tienen los profesionales de una
determinada materia. Esto
supone una de las intenciones es la redacción de los códigos deontológicos, que debe
estar especificada la dimensión estrictamente moral de una profesión, aquellos
comportamientos exigibles a los profesionales, aunque no estén delimitados
jurídicamente.

1.3 Funciones de los Códigos Deontológicos

Conocidos también como “Código de Ética Profesional”, que trata precisamente la


conducta de los profesionales y que actualmente se estudia como una rama de la Ética.
En nuestro país los códigos de Ética Profesional, son formulados por los Colegios
Profesionales respecto a cada profesión, amparados y reconocidos por el Estado, es
decir, mediante leyes, con personalidad jurídica propia y plena capacidad para el fiel
cumplimiento de sus fines. Por lo que es importante indicar que la función profesional se
realiza en diferentes lugares, actividades y circunstancias, así como también de acuerdo
a las categorías, niveles y posiciones jerárquicos, referida a una actividad empresarial
privado o público.

1.4. EL PERFIL DEL PROFESIONAL DE ADMINISTRACIÓN, PUEDE COMPRENDER LAS


SIGUIENTES ÁREAS:

A) EN LO PROFESIONAL

Se desempeña como A d m i n i s t r a d o r en el sector público y privado,


desarrollando sus actividades en las siguientes:

a. Gerencial. Planifica, organiza, ejecuta, controla y evalúa las actividades de la


empresa.

b. Financiera: Respalda las transacciones económicas y financieras de la empresa,

e informe para la toma de decisiones.

c. Tributación: Asesorando y determinando la carga tributaria empresarial.

d. Costos: Calculando valores de bienes y servicio necesarios para las operaciones


de la empresa.

e. Auditoría Administrativa: I n t e r n a y externa para verificar todos los


p r o c e s o s q u e e x i s t a n de la empresa pública y/o privada.

f. Peritaje: A c t u a n d o como perito judicial, solucionando problemas y


conflictos del ámbito contable y legal.

B) EN LO CIENTIFICO:

a. Investigativo: De carácter permanente, por la velocidad de generación de nuevos


conocimientos científicos y del avance tecnológico el que se convierte en obsoleto cada vez
en menor tiempo, por lo que requiere de profesionales investigadores.
b. Docente: Para impartir sus conocimientos adquiridos y su experiencia acumulada
acorde con los avaneces tecnológicos, conocimientos y científicos.

c. Integrado a la sociedad: A fin de fomentar el desarrollo local, regional y nacional


mediante su labor en las unidades productivas (sociedades, instituciones, tanto
públicas como privadas.).

d. Analítico: Crítico, está en la capacidad de analizar su entorno socioeconómico y


cultural y propone alternativas de solución a lo problemas existentes para
transformar su realidad.

e. Manejo de nuevos sistemas: Por la renovación constante de las ciencias


administrativas y nuevas propuestas que mejoren la organización.

C) EN LO SOCIAL Y HUMANO

a. Solvencia Moral y Ética: Desarrolla valores, generando cambios en la cultura


empresarial, con eficiencia, equidad y responsabilidad.

b. Creativo: Para adaptarse a los cambios del entorno y aportar soluciones para el
desarrollo profesional y socioeconómico del país.

c. Visionario: Para proyectarse hacia el futuro producir cambios y anticiparse a los


hechos, utilizando los elementos del avance científico y tecnológico.

d. Disciplinado: Para cumplir con los objetivos, tendientes a lograr la eficiencia y


eficacia. Así como su capacidad moral solvente.

e. Competitivo: Para plantear estrategias, con capacidad de llevar a la empresa


hacia la competitividad dentro del actual mundo globalizado.

f. Relación con la empresa, funcionarios y trabajadores identificándose con la


problemática de gestión empresarial y laboral y el estado.

1.5. DEBERES Y DERECHOS SEGÚN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL


PERU.-

Nuestra Constitución Política del Perú, aprobada en un referéndum del 31 de


octubre de 1993, está considerada como la Ley de Leyes, documento que
contiene una gama de normas relacionadas a su estructura, organización y
funciones que el estado peruano necesita para su ordenamiento jurídico,
económico y su institucionalidad democrática, dotando de normas para el
comportamiento de las personas dentro de una sociedad justa, equitativa, libre y
soberano; como se observa la Carta Magna, sobre todo proporciona principios
sobre los deberes y derechos de la persona humana.:

a) En cuanto a los deberes:


Artículo 6.- La política nacional de población tiene como objetivo difundir y promover
la paternidad y maternidad responsables. Reconoce el derecho de las familias y de
las personas a decidir. En tal sentido, el Estado asegura los programas de educación
y la información adecuada y el acceso a los medios, que no afecten la vida o la salud.

Es deber y derecho de los padres alimentar, educar y dar seguridad a sus hijos.

Los hijos tienen el deber de respetar y asistir a sus padres

Artículo 13.- La educación tiene como finalidad el desarrollo integral de la persona


humana. El Estado reconoce y garantiza la libertad de enseñanza. Los padres de
familia tienen el deber de educar a sus hijos y el derecho de escoger los centros de
educación y de participar en el proceso educativo.

Todos los hijos tienen iguales derechos y deberes. Está prohibida toda mención
sobre el estado civil de los padres y sobre la naturaleza de la filiación en los registros
civiles y en cualquier otro documento de identidad.

Artículo 22.- El trabajo es un deber y un derecho. Es base del bienestar social y un


medio de realización de la persona.

Artículo 38.- Todos los peruanos tienen el deber de honrar al Perú y de proteger los
intereses nacionales, así como de respetar, cumplir y defender la Constitución y el
ordenamiento jurídico de la Nación.

Artículo 40.- La ley regula el ingreso a la carrera administrativa, y los


derechos, deberes y responsabilidades de los servidores públicos. No están
comprendidos en dicha carrera los funcionarios que desempeñan cargos políticos o
de confianza. Ningún funcionario o servidor público puede desempeñar más de un
empleo o cargo público remunerado, con excepción de uno más por función docente.

b) En cuanto a los derechos:


Artículo 2.- Toda persona tiene derecho:

1. A la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física y a su libre


desarrollo y bienestar. El concebido es sujeto de derecho en todo cuanto le favorece.

2. A la igualdad ante la ley. Nadie debe ser discriminado por motivo de origen, raza,
sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de cualquiera otra índole.

3. A la libertad de conciencia y de religión, en forma individual o asociada. No hay


persecución por razón de ideas o creencias. No hay delito de opinión. El ejercicio
público de todas las confesiones es libre, siempre que no ofenda la moral ni altere el
orden público.

4. A las libertades de información, opinión, expresión y difusión del pensamiento


mediante la palabra oral o escrita o la imagen, por cualquier medio de comunicación
social, sin previa autorización ni censura ni impedimento algunos, bajo las
responsabilidades de ley
a. Los delitos cometidos por medio del libro, la prensa y demás medios de
comunicación social se tipifican en el Código Penal y se juzgan en el fuero
común.

b. Es delito toda acción que suspende o clausura algún órgano de expresión o le


impide circular libremente. Los derechos de informar y opinar comprenden los
de fundar medios de comunicación.

5. A solicitar sin expresión de causa la información que requiera y a recibirla de


cualquier entidad pública, en el plazo legal, con el costo que suponga el pedido. Se
exceptúan las informaciones que afectan la intimidad personal y las que
expresamente se excluyan por ley o por razones de seguridad nacional.

6. El secreto bancario y la reserva tributaria pueden levantarse a pedido del Juez, del
Fiscal de la Nación, o de una comisión investigadora del Congreso con arreglo a ley
y siempre que se refieran al caso investigado.

7. A que los servicios informáticos, computarizados o no, públicos o privados, no


suministren informaciones que afecten la intimidad personal y familiar.

8. Al honor y a la buena reputación, a la intimidad personal y familiar así como a la voz


y a la imagen propias.

9. T oda persona afectada por afirmaciones inexactas o agraviadas en cualquier medio


de comunicación social tiene derecho a que éste se rectifique en forma gratuita,
inmediata y proporcional, sin perjuicio de las responsabilidades de ley.

10. A la libertad de creación intelectual, artística, técnica y científica, así como a la


propiedad sobre dichas creaciones y a su producto. El Estado propicia el acceso a la
cultura y fomenta su desarrollo y difusión.

11. A la inviolabilidad del domicilio. Nadie puede ingresar en él ni efectuar


investigaciones o registros sin autorización de la persona que lo habita o sin
mandato judicial, salvo flagrante delito o muy grave peligro de su perpetración.

12. Las excepciones por motivos de sanidad o de grave riesgo son reguladas por la ley.

13. Al secreto y a la inviolabilidad de sus comunicaciones y documentos privados.

14. Las comunicaciones, telecomunicaciones o sus instrumentos sólo pueden ser


abiertos, incautados, interceptados o intervenidos por mandamiento motivado del
juez, con las garantías previstas en la ley. Se guarda secreto de los asuntos ajenos
al hecho que motiva su examen.

15. Los documentos privados obtenidos con violación de este precepto no tienen efecto
legal.

16. Los libros, comprobantes y documentos contables y administrativos están sujetos a


inspección o fiscalización de la autoridad competente, de conformidad con la ley. Las
acciones que al respecto se tomen no pueden incluir su sustracción o incautación,
salvo por orden judicial.

INTRODUCCIÓN A LA ÉTICA

2.1.1Nociones
preliminares

Al estudiar la temática de la moral, pronto descubrimos la existencia de un tipo particular


de valores, denominados valores morales. Los cuales poseen inmensa importancia,
pues su aparición implica una diferencia radical entre el actuar del hombre y el de los
demás seres animados.

Es posible establecer que la conciencia moral, la libertad y la responsabilidad se


transforman en el fundamento básico y necesario de la vida humana. Todo ello, por
supuesto en un ambiente social, que es el único propicio para la realización del hombre.
Es decir, se pone en evidencia que los valores son esenciales para el hombre y su vida,
la cual desarrolla junto a otras libertades. Se hace imprescindible entonces conocer y
comprender los fundamentos de la vinculación que surge entre vida humana, valores y
sociedad. Esa ardua tarea, y de problemática creciente, es asumida por una disciplina
filosófica, denominada Ética.

La Ética busca descubrir, clarificar y comprender las relaciones que se establecen entre
el actuar humano, los valores y las normas morales que se gestan y desarrollan en
la vida social.

La Ética nos ilustra acerca del porqué de la conducta moral. Los problemas que la Ética
estudia son aquellos que se suscitan todos los días, en la vida cotidiana, en la vida
escolar, en la actividad profesional. Problemas como: ¿qué comportamiento es bueno
y Cuál es malo?, ¿se es libre para realizar tal o cual acción?, ¿quién nos obliga
a realizar esta acción?, entre estas dos acciones, ¿cuál se debe elegir?

En resumen para nuestra sesión, definiremos que la Ética es la teoría o ciencia del
comportamiento moral de los hombres en la sociedad, la Ética es la ciencia de la moral
que regula la conducta humana. La Ética es una ciencia práctica y normativa que
estudia el comportamiento de los hombres, que conviven socialmente bajo una serie de
normas que le permiten ordenar sus actuaciones y que el mismo grupo social ha
establecido.

La Ética estudia los actos voluntarios, que el hombre controla consciente y


deliberadamente y de los que es fundamentalmente responsable y los actos
involuntarios, son los que obviamente ejecuta inconsciente e involuntariamente y no
poseen significado ético alguno.

Es necesario indicar que no hay una diferencia clara entre la moral personal y la ética
profesional. La ética abarca las normas que permite la convivencia de personas
y grupos. Y la moral abarca la conciencia individual que se considera subjetiva

2.1.2 Definición Etimológica de la Ética

1.- La palabra Ética procede del vocablo ethos que posee algunos significados
fundamentales:

El más antiguo de ellos fue “residencia”, “morada”, o “lugar donde se habita”. Se usó
primariamente en poesía, y hacía referencia a los lugares donde viven o crían los
animales, a los lugares habituales o propios de ellos, sus madrigueras y sectores de
alimentación.

Posteriormente, este concepto adquirió otro matiz: mantuvo el sentido de “lugar”, pero

esta vez no exterior o físico (tal como 'país en el que se vive'), sino interior,
entendiéndose esto como una 'actitud interior', que sería el suelo firme, el fundamento
del actuar, la raíz de la que brotan todos los actos humanos. Esta segunda acepción
cambia el enfoque desde 'lugar o morada' (carácter geográfico) a una 'disposición' o

'actitud' (carácter psicológico-moral) que estaría en el hombre, en su interior, desde


donde emergería hacia fuera (sociedad) en forma de conductas o comportamientos
morales.

En términos generales, se debe entender la Ética en los términos señalados en el


párrafo anterior, pues ese es el modo que ha servido de base para todos los enfoques
posteriores.

2.- Así pues, el Ethos, el carácter que se va adquiriendo, gestando, madurando y


ejercitando desde la infancia, es el resultado de los hábitos, de una repetición
sistemática y permanente de actos semejantes (de una misma o parecida calidad
moral). El ethos entonces es lo creado, lo configurado en y por el hombre, y constituiría
su segunda naturaleza. Al mismo tiempo sería la instancia que facilitaría la gestación de
nuevos actos que, realizados y reforzados, constituirían nuevos hábitos que
enriquecerían el ethos o carácter.

Una característica del ethos, entendido como conjunto de hábitos y maneras de ser del
hombre, es su sentido no natural. En efecto, el ethos, según la tradición griega, implica
una serie de costumbres adquiridas por hábito y no innatas; el ethos significa una
conquista del hombre a lo largo de su vida. En este sentido, se dice que el ethos
constituye una segunda naturaleza; se trata de un conjunto de hábitos de los cuales el
hombre se apropia, modificando su naturaleza. Comenta Aristóteles, refiriéndose a las
virtudes éticas o morales: las virtudes no nacen en nosotros ni por naturaleza ni
contrariamente a la naturaleza, sino que, siendo nosotros naturalmente capaces de
recibirlas, las perfeccionamos en nosotros por la costumbre.

2.1.3 Definición de la Ética por su objeto

La definición de la Ética por su objeto consiste en el estudio particular y reconocimiento


de carácter científico por lo que su objeto de estudio ya lo hemos mencionado al afirmar
la importancia de los valores morales, los cuales están circunscritos a la Moral. Es
entonces, la Moral el objeto o tema de estudio de la Ética. Pero como la Moral tiene un
carácter humano y social, puede ampliarse esta definición. Así tenemos que: La Ética es
la disciplina filosófica que estudia el comportamiento moral del hombre en sociedad. La
Ética necesita de la Moral para sacar sus conclusiones, para explicarla, para
elaborar sus hipótesis y teorías, pero ello no significa que la tarea de la Ética consista
en inventar o crear la Moral.

La Moral entonces, es consustancial al ser del hombre en la medida en que éste es


un

ser activo, que despliega su voluntad en la realidad natural y social, en forma


consciente, libre y, por lo tanto, responsable. De aquí se sigue que sólo el hombre es un
ser moral, dado que en la realidad infrahumana sólo existe la necesidad y el
determinismo de las conductas instintivas. Ahora bien, la Ética se interesa por
este actuar humano desde un punto de vista exclusivo y esencial: la conducta
humana en tanto es regida, orientada e inspirada por valores, en tanto actúa según los
ejes justo/injusto, debido/indebido, otros.

Como se puede apreciar, la acción humana en tanto es compleja. El


determinismo vigente para la realidad natural, plantea un desafío para el hombre en su
vida personal y social. Al descubrir que nada está escrito en cuanto al destino, a su
destino particular, y que es portador de una conciencia que le hace reconocer su propia
libertad, surge el desconcierto, la duda, el temor, la angustia; y ante el error, la culpa y
el remordimiento. Se pregunta entonces, ¿qué es lo que debo hacer?, ¿qué no debo
hacer?, ¿por qué?. Aquí se hace presente el Conflicto, en donde se trasluce el
carácter moral y humano que interesa a la Ética.

2.2 OBJETO MORAL DE LA ÉTICA, ACTOS HUMANOS, ACTO MORAL Y CONCIENCIA MORAL

2.2.1 Actos Humanos

El hombre es un ser activo, realiza múltiples acciones: camina, juega, trabaja e inventa
cosas. Todas estas acciones que el hombre realiza en la vida diaria se llaman actos
humanos los cuales están inmersos en la ética; y, en virtud de los cuales serán juzgados
como buenos o malos: por ejemplo: Esta mañana José ha robado un libro en la tienda
(acto humano) No se debe robar (norma establecida por la ética).
2.2.2 Acto moral

¿Cuándo un acto es moral? Un acto es moral si ha sido pensado. Es producto de una


deliberación y va acompañado de una voluntad y responsabilidad para actuar bien. El
acto normalmente bueno se llama deber, éste expresa una exigencia necesaria para su
cumplimiento con lo que es bueno o malo para el ser humano.

¿Cuál es la guía para actuar moralmente bien?

La guía se encuentra en los principios morales y en los diez (10) mandamientos.

Los principios morales no son normas arbitrariamente impuestas, sino, normas prácticas
que hacen posible la convivencia pacífica entre los hombres.

Los principios morales o el acto moral tiene dos condiciones; lo que “se hace” y
“porque se hace”. No basta una de ellas para que el acto sea moralmente bueno; es
decir, no basta la intención para que la acción sea buena. En ética “el fin no justifica los
medios”. Realizar una acción mala, siempre será mala moralmente condenable,
aunque la intención no haya sido causar daño.

2.2.3Conciencia moral

Desde la conciencia moral se lleva a cabo una valoración y un enjuiciamiento de


nuestra conducta conforme a las normas morales que ella conoce y reconoce como
obligatorias. La conciencia moral es como una especie de juez interior que
aprueba y condena nuestros actos independientemente del juicio de los demás. A
todos nos ha ocurrido que cuando hemos realizado algo censurable nos sentimos
culpables aunque nadie lo sepa y por lo tanto no puede condenar. Esta “auto
condena” se debe a la conciencia moral que cada hombre lleva en sí.

Todos nosotros hemos experimentado estos hechos internos, secretos; todos hemos
experimentado en nuestro interior este veredicto.

Si el individuo ha actuado de acuerdo con la “voz de la conciencia y ha efectuado el


acto justo, experimenta una onda satisfacción; es el estado de buena conciencia; en
caso contrario experimenta malestar y remordimiento que implica un
sentimiento de culpabilidad y con el arrepentimiento el sujeto propone no volver
a realizar la falta cometida con anterioridad.

2.3 Características de la Ética :

La Ética es una ciencia práctica de carácter filosófico. Veamos por separado


el significado de estas características.

Toda ciencia es un conjunto ordenado de verdades ciertas y universales, que


se demuestran y fundamentan en base al conocimiento de sus causas.
La ética expone y fundamenta científicamente, principios universales sobre la moralidad
de los actos humanos; todo asesinato es malo, los impulsos sensibles deben
moderarse según la recta razón. Se trata de criterios válidos para cualquier tiempo,
lugar y circunstancias.

La Ética, en cuanto es un saber ordenado y basado en el conocimiento de las


causas, se distingue del conocimiento moral espontáneo que tiene cualquier
hombre sin necesidad de razonamiento o pruebas científicas. Esa diferencia subsiste
a pesar de que ambos tienen por objeto la única verdad, porque la alcanzan y explican
de diversa manera. Algo similar ocurre en muchos otros terrenos; el campesino y el
especialista en meteorología conocen de muy distinta forma las lluvias y los demás
factores climáticos. Pero, por ordenarse a la verdad, la distinción entre estos tipos
de saber sólo se convertirá en oposición cuando en uno de ellos o en los dos se
introduzca el error; y, en ese caso, uno podrá ser corregido en base al otro.

2.4. Es práctica:

“La Ética es una ciencia práctica, porque no se detiene en la contemplación de la


verdad, sino que aplica ese saber a las acciones humanas”. Mientras las ciencias
especulativas se limitan a conocer realidades que no dependen de la voluntad humana,
la Ética se ocupa de la conducta libre del hombre, proporcionándole las normas
necesarias para obrar bien. Es por ello una ciencia normativa, que impera y
prohíbe ciertos actos, puesto que su fin es el recto actuar de la persona humana.

Aristóteles afirma que no estudiamos Ética “para saber qué es la virtud, sino para
aprender a hacernos virtuosos y buenos; de otra manera, sería un estudio
completamente inútil”. Por eso, la voluntad no está dispuesta a aceptarlo. Quien
no quiere vivir rectamente no puede llegar al fin de esta ciencia y, por eso mismo, no
conseguirá entenderla bien. La influencia de la voluntad es aún más decisiva en
el conocimiento moral particular (conciencia y prudencia).

2.5 Es de carácter filosófico:

La Ética es una ciencia filosófica, por lo que recibe también el nombre de


Filosofía Moral. Para estudiar su objeto utiliza verdades ya encontradas por otras
disciplinas filosóficas, especialmente la Metafísica y la Teología Natural.

La Ética no podría determinar el orden moral que el hombre debe cumplir con sus actos
libres, sin atender a lo que el resto de la filosofía enseña sobre Dios, la creación, el bien
y el fin, la naturaleza humana, entre otros. Además, la Ética sigue un método a fin al de
la naturaleza humana. Además, la Ética sigue un método a fin al de la Metafísica, que,

partiendo de la experiencia sensible, llega al conocimiento del ser en cuanto tal,


mientras que la Ética se ocupa principalmente de los deberes del hombre; por eso al
contrario de lo que Hegel pensaba no pueden identificarse. Pero los juicios sobre
el deber ser se basan en el conocimiento el ser, por ejemplo: los cónyuges no deben
divorciarse porque el matrimonio es indisoluble; el hombre debe cumplir las promesas
porque mantener la palabra dada es lo natural para él, lo correspondiente a su
naturaleza social y al fin natural del lenguaje.

Los juicios éticos presuponen el conocimiento del ser del hombre, de su naturaleza y de

sus exigencias.

Algunos filósofos, como Kant y Max Scheler sólo admiten el conocimiento de la realidad
que las ciencias positivas proporcionan sobre los fenómenos contingentes y variables
(positivismo). De ahí que para ellos, solamente mediante el recurso al apriorismo
se salve la objetividad y el valor absoluto de las leyes morales. Esto significa que
los valores morales habrían de fundamentarse previa e independientemente
del conocimiento del ser: una cosa es el ser, y otra muy distinta, el debe ser; este último
dependería de las leyes de la razón pura o de los valores ideales alcanzados por la
intencionalidad de los sentimientos humanos. La difusión de este punto de vista
ha hecho que la fundamentación metafísica de la Ética sea actualmente uno de
los mayores problemas de nuestra ciencia.

2.6División de la Ética

La ética es una sola ciencia, porque estudia todos los ámbitos donde interviene la
libertad humana, bajo unos mismos principios fundamentales. Los criterios morales
generales son válidos para los distintos aspectos de la vida humana: personal, familiar,
social y otros.

A efectos prácticos, la Ética suele dividirse en varias partes. Los antiguos, siguiendo a
Aristóteles, hablaban de ética mohastica o personal, económica o familiar, y política o
social. A partir de Grocio, Thomasius y Kant, comenzó la costumbre de separar la Moral
del Derecho, con la intención de señalar que la moralidad interior y la justicia exterior se
rigen por principios completamente heterogéneos.

Esta división no parece aceptable, porque lesiona la unidad de la Ética aunque la Moral

y el Derecho no se identifican ni sus ámbitos coinciden perfectamente, el Derecho y el


orden de la justicia tienen una esencia moral.

Nosotros distinguiremos una ética general y otra especial o


social:

a) La Ética General.- Estudia los principios básicos que determina la moralidad de los
actos humanos; el fin último, la ley moral, la conciencia, las virtudes y otros.

b) La Ética Especial o Social.- Aplica esos principios a la vida del hombre en


sociedad. Sus temas principales son: la familia, el bien común de la sociedad, la autoridad y
el gobierno, las leyes civiles, la ordenación moral de la economía, entre otros.

Estos dos aspectos son inseparables, pues el hombre es social por naturaleza y se
dirige al fin último personal en unión con los demás hombres.
La ética especial se subdivide en:

Ética Individual: Es la que considera los deberes del hombre aisladamente.

Ética Social: Considera al hombre formando parte de la sociedad con deberes y


derechos; derecho a la familia, a la vida, a la propiedad. La ética del Contador
Público materia de nuestro curso pertenece a este grupo.

2.7 IMPORTANCIA DEL ESTUDIO DE LA ÉTICA

La ética es la más importante de las ciencias prácticas, porque trata acerca del
fin último, en el que el hombre encuentra la felicidad. Todo hombre sabe de algún
modo que ha de hacer para ser feliz y tiene cierta idea del bien, del mal y de la virtud.
Sin embargo, el estudio científico de estas cuestiones añade profundidad y solidez a
los principios morales, y es de gran utilidad a la hora de dirigir la conducta humana.
Sin este saber científico, es más fácil dejarse llevar por los obstáculos que el hombre
encuentra en el ambiente, en sus pasiones, en las doctrinas erróneas, entre otros.

Por otra parte, la importancia de la ética se puede considerar en el orden


especulativo y en el orden práctico.

a) En el Orden Especulativo, analiza los principios fundamentales de la


moral, individual y social. Define con claridad la naturaleza de la profesión y las
distintas relaciones con todos los recursos humanos que sufren su influencia.

b) En el Orden Práctico, está determinado por las conveniencias y


consecuencias que estrictamente rigen las relaciones entre profesionales y clientes.

En suma, el estudio de la Ética resulta imprescindible para comprender las exigencias


éticas que obligan a toda persona humana, y no sólo a los creyentes; así, por ejemplo:
si un gobernante no católico promulgase una ley que privase a los trabajadores de sus
legítimos derechos, no cumpliría su deber moral en el orden natural.
LA MORAL

SIGNIFICADO ACADÉMICO

La palabra moral o moralidad es polisémica, tanto en el uso popular como intelectual.


Una primera significación es entenderla como el campo de todas las acciones humanas que
pueden ser valoradas como buenas o malas, justas o injustas, orientan acerca de lo bueno o
lo malo. Este uso de la palabra solamente describe un campo de acciones humanas. Una
madre dice a su niño “no debes ser malo con tu hermanito”, un hombre vende drogas a los
jóvenes, el político no cumple sus promesas electorales, una madre se sacrifica por sus
hijos, una joven dedica su vida a cuidar enfermos, entre otros; todos estos actos pueden ser
calificados moralmente.

DEFINICION DE LA MORAL

La Moral es la ciencia que trata de la bondad o malicia de las acciones humanas.


Conjunto de costumbres, creencias, valores y normas de un individuo o grupo social
determinado que ofician de guía para el obrar, vale decir, que orientan acerca de lo
bueno o malo, correcto o incorrecto de una acción.

En términos prácticos podemos definir a la Moral como el código de buena conducta

dictado por la experiencia de la raza para servir como patrón uniforme de la conducta de los
individuos y los grupos.

Pero dicho juicio se produce porque existe en la sociedad un conjunto de elementos que nos
permiten tal valoración. Los elementos de la vida moral son:

a) Normas morales: “debemos ayudar a nuestro prójimo”, “debemos respetar nuestras


promesas”, “no debemos matar”.

b) Valores morales: bien, justicia, felicidad, solidaridad, respeto.

c) Sentimientos morales: obligación, amor, simpatía, compasión.

d) Juicios morales acerca de las personas y sus acciones: “Juan es justo”, “Juan no
debió mentir a sus padres”, “Juan es irresponsable”.

e) Acciones morales: robar, ayudar al prójimo, matar, mentir, no cumplir sus promesas.

f) Personas con conciencia de sus acciones y normas, quedando excluidos los niños y

dementes.

g) Sanciones o consecuencias de las acciones internas y externas. Si hacemos un


acto que la sociedad considera bueno y yo he internalizado dicha norma, entonces me
sentiré bien conmigo mismo, sentiré satisfacción. Externamente habrá una habrá una
desaprobación, que tampoco necesita expresarse en palabras sino en algún gesto o
mirada.

Estos elementos los heredamos y los internalizamos, por eso la moral es social, es realización
de generaciones pasadas y presentes. Nacemos dentro de una moralidad, ante la cual casi
siempre aceptamos o reaccionamos, aunque generalmente no tomamos una actitud crítica.

La Moral tiene un sentido social, es decir, todo pueblo la tiene. Por ejemplo, la moral judía de los
diez mandamientos, la moral de los pueblos budistas basadas en cinco preceptos. La moral de una
sociedad le permite evaluar las acciones humanas y orientar su vida de un determinado modo. La
moral de un pueblo ha sido formada por múltiples factores, pero sin duda la religión es el principal.

Sin embargo ¿estos elementos se presentan de manera desorganizada en la vida moral de un


pueblo? No necesariamente. Lo que sucede es que nuestra vivencia moderna ha pretendido
organizarlas en base al sujeto y al final las ha desarticulado. Dentro del tejido social, los pueblos
establecen normas que procuran articularlas en un estilo de vida peculiar, pero ambos orientados por
un sentido integrador. Es esa integración la que se da en la vida ética.

Este significado académico se vuelve más complejo cuando entran en escena palabras como inmoral
y amoral, que en el mundo popular no es claro, pero tampoco en el mundo académico. Veamos una
posible interpretación:

Moral, todos los actos que pueden ser calificados como buenos o malos, justos o injustos.
Este significado sólo describe, no valora.

Amoral, todos los actos que pueden ser valorados con otros criterios, como estéticos,

religiosos, intelectuales.

Moral: se refiere a la valoración de las acciones como buenas y justas. Éste es el uso más
frecuente.

Inmoral: Se refiere a las acciones malas e injustas. También es de uso frecuente.

ETIMOLOGÍA DE MORAL

La moral proviene del latín “Mos”, “Mores”, que significa costumbre o modo de
comportarse.

Según esta etimología, se entiende que la moral son aquellas acciones humanas que pueden ser
valoradas como buenas o malas, justas o injustas, permitiendo un juicio que existe en la
sociedad un conjunto de elementos que nos permiten tal valoración.
LA MORAL

LA ÉTICA ES
NATURALEZA
DEL DEBER

LA MORAL
TOCA A TODOS

ACTUAR, SEGÚN
LA MORAL

PAZ

CLASES DE NORMAS MORALES

Las mismas normas morales tienen diversas formas. Una posible clasificación es la
siguiente:

A) Por su ámbito:

a) Normas morales generales

Prescriben normas para toda la humanidad, se aplican a todo agente moral sin
restricciones, por ejemplo: “debemos respetar la vida de los demás”, “No
debemos matar”, “Debemos decir la verdad”, “No debemos ser injustos”.

b) Normas morales particulares

Prescriben normas morales para grupos de personas, como son las normas
morales de los médicos o las normas morales de los abogados.

B) Por su calidad:

a) Normas morales positivas “Debemos


respetar la vida del prójimo”. b) Normas
morales negativas

Prescriben omisiones o prohibiciones, por ejemplo: “no debemos matar”, “No


debemos decir mentiras”.

C) Por su naturaleza
a) Normas morales reales

Son las que prescriben acciones u omisiones que podemos realizar voluntariamente,
el “deber” implica “poder” realizarlo, por ejemplo: “debemos decir la verdad “,
“no debemos causar daño al prójimo”, son normas que dependen de nuestra
voluntad realizarlas o no.

b) Normas morales ideales

Son las que prescriben acciones u omisiones pero que no dependen de nuestra
voluntad, pero que sería deseable que se realice, por ejemplo “debemos tener
buenos pensamientos”, “no debemos codiciar los bienes ajenos”. Amar, no
desear, no codiciar, tener buenos pensamientos no dependen de nuestra
voluntad.

INTERIORIZACIÓN DE LAS NORMAS

Son pocos los seres humanos que crean nuevas pautas para vivir, la mayoría vive a
partir de normas ya establecidas. La educación hace que la gente vaya interiorizando las
normas a través de su vida. En cada experiencia de juzgar acciones y dirigir nuestras
acciones conforme a las normas morales sociales, vamos interiorizando dichas normas.
Aranguren lo expresa de esta manera:

“Las normas o modelos de comportamiento y de existencia, conforme a las cuales


decidimos “hacer” nuestra vida, han de ser libremente aceptadas por cada uno de
nosotros para que el acto y la vida sean morales. Para ello deben pasar, previamente, por
el tribunal de nuestra conciencia moral, que las calificará como “deberes”. Sólo cuando,
de ese modo, las hacemos nuestras e incluso nos las incorporamos por vía del hábito, puede
decirse en rigor, que nos hacemos responsable de ellas.

Pero ¿cómo saber si una norma es buena? ¿Será buena simplemente porque es una norma?
¿Será buena porque la tradición lo afirma? ¿Será buena porque tiene su origen en Dios?
Considero que una respuesta más coherente todavía sigue siendo la que se inspira en
Aristóteles: una acción y una norma serán buenas en la medida que permite la realización
o perfección del ser humano. Es decir, la finalidad última de la vida humana, que
tiene que ver con su realización y plenitud, es la que da sentido a las normas morales.
Sin tal sentido, las normas pasan a ser sentidas como una obligación externa que limita
nuestros proyectos personales.
TITULO : LOS VALORES

DEFINICIÓN

Los Valores son principios y cualidades positivas de origen social, además de ser
ideales son eternos, inmutables y a históricos; es decir que los valores no cambian, lo
que cambia es la percepción de ellos a través de la historia, que orientan el comportamiento
humano hacia la transformación social y la realización de la persona humana.

Los valores son guías que dan determinada orientación a la conducta y a la vida de
cada individuo y grupo social. Así como existen valores también podemos identificar
contravalores: las que se oponen a un valor concreto, como la maldad a bondad,
injusticia a justicia; los contravalores llamados también antivalores o valores negativos,
impiden o van en contra del desarrollo pleno de la persona y de una convivencia
fraterna, libre e igualitaria.

CLASIFICACIÓN JERÁRQUICA DE LOS VALORES

Según Max Scheler, filósofo alemán, plasma el espíritu moderno en los valores,
utilizando cinco criterios, construye una jerarquía de valores, que va desde los valores
inferiores a superiores:

a) Valores de lo agradable y desagradable: Que corresponde a la naturaleza


sensible: goce y sufrimiento, placer y dolor.

b) Valores vitales: como son: lo noble y lo vulgar, salud y enfermedad, alegría y


aflicción, fuerte y débil.

c) Valores espirituales, estos valores se subclasifican de la siguiente manera:

- Valores estéticos, como lo bello y lo feo

- Valores éticos, como justo y lo injusto

- Valores teóricos , la verdad y la falsedad

- Valores útiles, la riqueza y la pobreza

d) Valores religiosos: lo santo y lo profano, la fe y la incredulidad.

Los criterios para la jerarquía de valores, son:

a) Durabilidad o duración: es la medida en que un valor persiste durante más tiempo.


De ese modo, un valor es superior a otro en la medida que sea más duradero.

b) Extensión y divisibilidad: Este valor incluye al otro valor en cuanto más profunda es la
satisfacción ligada con su percepción sentimental.

c) Fundamentación o fundamentados: Si un valor tiene más bases humanitarias, sobre las


cuales apoya su importancia, es más sólido y preferible.

d) Relatividad o profundidad: si el valor genera más satisfacciones, ataca la raíz de los


problemas, sobre las cuales apoya su importancia, esenciales para el “preferir” y
“recibir” sentimental.

e) Relatividad o profundidad.- si el valor genera más satisfacciones, ataca la raíz de los


problemas, sobre las cuales apoya su importancia esenciales para el “preferir” y “recibir”
sentimental.

De ese modo, un valor es superior a otro en la medida que sea más duradero.

VALORES MORALES

1) LA AMISTAD: Es un valor universal, que consiste en relacionar una, dos o más


personas que se garantizan por el respeto y la frecuencia entre ellos mismos.

La amistad es una relación recíproca de afecto o simpatía entre personas del mismo

 distinto sexo sin implicaciones sexuales. La amistad está fundamentada en el


aprecio del otro, en la compatibilidad del carácter o en intereses comunes.

2) AUTODOMINIO: Es el valor que nos ayuda a controlar los impulsos de nuestro


carácter y la tendencia a la comodidad mediante la voluntad. Nos estimula a afrontar con
serenidad los contratiempos y a tolerar o tener paciencia y comprensión en las relaciones
personales.

3) BONDAD: Natural inclinación en hacer el bien, sin mirar a quien, es la profunda


actitud de amor hacia los hombres, Historia, los pueblos, la naturaleza, solamente por
connatural capacidad de comprender afectivamente, que da el amor se podrá
conocer y discernir la verdad de las cosas y sentirse solidario con toda criatura.

4) CARIDAD: Es una cualidad emocional que nos inclina a amparar y ayudar a nuestros
semejantes.

5) COMPASIÓN: Compadecerse es una forma de compartir y participar de tropiezos


materiales, personales y espirituales que aquejan a los demás.

6) DECENCIA: Es el valor que nos hace conscientes de la propia dignidad humana. Ser
recatado, modesto.

7) GENEROSIDAD: Es pensar y actuar hacia los demás, es invertir mi tiempo en bien de


los demás. Ser empáticos.
8) GRATITUD: Es aquella actitud que nace del corazón en aprecio a lo que alguien más ha
hecho por nosotros.

9) HONESTIDAD: Compostura y moderación en la persona, acciones y palabras.

10) HUMILDAD: Significa ser sencillo en el trato con las personas, por encima de su
condición o importancia.

11) IDENTIDAD: Que el educando sea efectivamente una persona que dice ser que sus
caracteres o circunstancias que hacen que alguien o algo sea reconocido, sin posibilidad
de confusión con otro.

12) LABORIOSIDAD: Significa hacer con cuidado y esmero las tareas, labores y deberes que
son propios de nuestras circunstancias.

13) LEALTAD: Es una llave que nos permite tener auténtico éxito; interiorizando las
actitudes de franqueza, sinceridad, honradez, nobleza y fidelidad a sus principios.

14) RESPETO: Respetar es el trato adecuado a la dignidad de los demás, es interesarse por
ellos, ayudando a mejorar y corregir sus errores, el respeto es una de las bases sobre la
cual se sustenta la Ética y la Moral en cualquier campo y en cualquier época. Hay que
aprender a respetar y aceptar la forma de ser y pensar de los demás.

15) BENEVOLENCIA: Es la actitud hacia los demás y a nosotros mismos. El desarrollo de


la persona tiene un marcado carácter moral, no es un desarrollo aislado, sino que influye
sobre la totalidad de la realidad. El hombre no solo se perfecciona a sí mismo, sino que
también se convierte en un perfeccionador de la naturaleza, con la benevolencia
respetamos y reconocemos el valor de lo real en sí mismo y no solo para nosotros.

16) FE: Es la primera de las 3 virtudes teologales que nos permite creer aún sin
comprenderlas, las verdades que nos enseña la iglesia. Podemos tener fe en la
confianza, palabra o promesa, seguridad, fidelidad, religión, buena fe o mala fe.

17) ARMONIA: Es una fuente de vida de alta calidad, que consiste en el desarrollo
fundamental de cooperación en todos los aspectos de la vida con la constante búsqueda
de amor, voluntad, comprensión y paz; debe existir la armonía con la naturaleza,
la familia, la pareja, a la sociedad y el hogar.

18) NOBLEZA: Es la cualidad de sentimientos, razón y sabiduría, desde el punto de vista de


nobleza ética, es calidad de persona preclara el ilustre principal en cualquier línea. La
nobleza que es una persona agradable, tanto en su interior como en su exterior. El buen
aspecto de la nobleza es sobre la personalidad humana que conlleva dentro de uno
mismo.

19) LIBERTAD Y DEMOCRACIA: Es pensar y actuar con libertad, respetando los


derechos de los demás.
20) OBEDIENCIA: Es un acto consciente, producto del razonamiento, discriminando todo
sentimiento opuesto hacia las personas o actividades; es respetar y cumplir las reglas o
normas sin rechazar cualquier forma de autoridad.

21) OPTIMISMO: Es el valor que nos ayuda a enfrentar las dificultades con buen ánimo y
perseverancia, descubriendo lo positivo que tienen las personas y las circunstancias.

22) ORDEN: Es poner todas las cosas de nuestra vida en su lugar; se relaciona con la
formalidad, eficacia, pulcritud y cuidado.

23) PACIENCIA: Es el valor que hace a las personas tolerar, comprender, padecer y
soportar los contratiempos y las adversidades con fortaleza, sin lamentarse.

24) PAZ: Significa convivir en armonía y comprensión.

25) PERSEVERANCIA: Es fuerza y constancia para alcanzar los propósitos y metas


trazadas.

26) PUNTUALIDAD: Significa exactitud en la ejecución de las cosas, formalidad. Este


valor es absolutamente necesario como muestra de respeto al tiempo de los demás y a
la voluntad de hacer bien las cosas.

27) RESPONSABILIDAD: Es la obligación que tiene el que ejecuta un acto al aceptar las
consecuencias que de él se derivan.

28) SINCERIDAD: Declaración espontánea de la verdad.

29) SOLIDARIDAD: Identificación personal con alguien o con una causa, ya sea
compartir sus aspiraciones o por lamentar como propia la adversidad ajena o
colectiva.

30) VERACIDAD: Disposición habitual de una persona a decir la verdad. Una persona es
veraz cuando hay adecuación intencional (verdad moral) entre lo que dice y lo que
piensa, independientemente de que la hay entre su pensamiento y la realidad (verdad
lógica).

31) VOLUNTAD: Es la facultad psíquica que tiene el individuo para elegir entre realizar o no
un determinado acto. Depende directamente del deseo y la intención de realizar un
acto en concreto.

32) TRABAJO: Es un deber profesional y deber social el hombre realiza mediante el esfuerzo
aplicado en las diferentes actividades para producir riqueza y se puede dividir en trabajo
físico e intelectual. El trabajo físico es el esfuerzo que el hombre realiza, utilizando también el
esfuerzo intelectual pero en menor proporción ya que su trabajo se concentra en el esfuerzo que
efectúa. Trabajo intelectual, es el esfuerzo que se realiza para conseguir o lograr un derecho,
utilizando también el esfuerzo físico en menor proporción. El trabajo también es un fundamento
que dignifica al ser humano, nos da la vida familiar, la cual es un derecho natural y vocación del
hombre, el trabajo siempre será un medio de vida y a la vez el proceso de educación en la familia.
33) DISCIPLINA: Es la doctrina o enseñanza que se da para la capacitación de una
persona, especialmente un ser decente, honesto con valores suficientes para
realizarse como persona, con el objeto de participar activamente en la vida en
sociedad, asumiendo con responsabilidad compromisos personales y de grupo.

34) AMOR: Es un aspecto sentimiento variado, por el cual el mismo busca el bien
verdadero o imaginado, un sentimiento de atracción y dependencia hacia otra
persona. El amor anhela siempre lo bueno y lo bello es un espíritu de
bienaventuranza en la cual el universo ha sido creado.

35) LA LIBERTAD: Se define como la propiedad y el poder de la voluntad por la que el


hombre es dueño de elegir sus acciones con responsabilidad. Libertad con
responsabilidad moral, ante nosotros mismos y Libertad con comportamiento ético,
ante los demás y la necesidad basadas en la libertad de opción que tiene todo ser
humano; libertad de los creyentes ante Dios.

“En nombre de la libertad se han cometido y se cometen toda suerte de abusos y se cae en
los peores vicios que dañan a los demás y a la sociedad” (Millán Puelles). Sabemos que la
libertad se enfrenta a una serie de obstáculos y limitaciones que tenemos como seres
humanos, entonces debemos realizar elecciones correctas. Resolver sopesando bien los valores
de lo que se elige y de lo que se rechaza.

También existen limitaciones externas injustas a la libertad, las cuales se presentan por la
convivencia en la sociedad de pobres, oprimidos, dominados y ricos o adinerados, debido que
los pobres no tienen las mismas opciones que los ricos, por falta de algunas cosas como:
información, educación, empleo, por lo que no pueden elegir y a valorar lo que nunca han
escuchado o aprendido a valorar por falta de oportunidades.
LAS VIRTUDES

Definición

La virtud puede definirse como el hábito operativo bueno, esto quiere decir
que las virtudes son cualidades estables y por eso son hábitos y no meras
disposiciones o cualidades transeúntes. Las virtudes perfeccionan las
potencias operativas. Disponiéndolas a las obras que están de acuerdo con
la naturaleza del sujeto, las acercan más a su obrar propio, confiriendo a la
facultad operativa una mayor perfección. Los vicios, por el contrario, dan a la
potencia una disposición hacia las malas obras.

La virtud es el dominio de la parte racional del alma sobre la parte apetitiva


(tendencia a lograr un fin sensible) y sobre la parte irascible (tendencia a evitar un
daño sensible).

Puesto que se trata de una disposición o capacidad adquirida, por el


ejercicio y el aprendizaje, de hacer lo que es moralmente bueno, la virtud
es una cualidad de la voluntad que supone un bien para uno mismo o para
los demás. Y en esto se distingue una virtud de cualquier otra disposición
habitual, como por ejemplo la salud, la fuerza física o la inteligencia: en que
"en un hombre virtuoso la voluntad es la que es buena", fuerza, vigor o valor,
poder o potestad de obrar, integridad de ánimo y bondad de vida, hábito y
disposición del alma para las acciones conformes a la ley moral.

Definición etimológica

La palabra virtud proviene del latín virtus, al igual que su equivalente


griego, areté, significa "cualidad excelente", "disposición habitual a obrar bien en
sentido moral".

La vida es moralmente virtuosa si se tiene el hábito de la virtud, "por el cual el


hombre se hace bueno y por el cual ejecuta bien su función propia"; la
práctica habitual de las virtudes éticas, que consisten en un justo medio entre
dos excesos, hace al hombre moral y lo dispone a la felicidad.

Necesidad de la virtud

Para que se de un acto humano bueno no basta la buena voluntad; es necesaria


también la rectitud de las tendencias sensibles y el uso recto de las potencias
exteriores. Los apetitos sensibles, por tener un movimiento instintivo propio,
pueden rebelarse frente a las potencias superiores y necesitan ser
perfeccionados por las virtudes morales. Estas dan a las tendencias sensibles la
disposición estable para seguir dócilmente el imperio de la razón.
Se advierte también la necesidad de la virtud al reparar en la deficiencia de la
libertad humana. Se ha visto ya que, como secuela de su imperfección, existe un
cierto grado de indeterminación en la voluntad y en la inteligencia con
respecto al bien. Por ello, las virtudes son necesarias para perfeccionar la
libertad, porque quiebran en buena parte esa cierta indiferencia de la voluntad,
que se ve además solicitada por los bienes aparentes que le presentan las
pasiones desordenadas. Aunque la libertad esencialmente no puede perderse
nunca, disminuye por el pecado y se acrecienta por la virtud.

Clasificación de las virtudes.

Las Virtudes se clasifican de la siguiente manera:

A). INFUSAS Y ADQUIRIDAS:

a. Infusas o sobrenaturales; aquellas infundidas por Dios al conferirnos


la gracia santificante.

b. Adquiridas o naturales; las que se obtienen con las solas fuerzas


naturales mediante repetición de actos humanos.

B). INTELECTUALES, MORALES Y APETITIVAS:

Perfeccionan la razón para conocer la verdad o robustezcan la voluntad


para obedecer a la razón, y así, practicar el bien. Todas las virtudes
intelectuales y morales se reducen a las cuatro cardinales:

 Prudencia
 Justicia
 Fortaleza
 Templanza
C). TEOLÓGICAS Y MORALES:

Las primeras versan inmediatamente sobre Dios o atributos divinos, tales


como la fe que nos indica fuerza indomable para cumplir las operaciones
divinas; las otras tienen por objeto inmediato la bondad de las cosas
creadas, como la justicia.

La fe, la esperanza, la caridad, quienes vivifican e informan todas las


virtudes morales, cuyo objeto inmediato es Dios.

D). COMUNES Y HEROICAS:


Aquellas se ejercitan según el modo ordinario y general de actuar de las
personas, y estas, en forma que exceden en dificultad ese nivel ordinario.

Virtudes Morales y
Sociales.

1) ARIDAD: Es una cualidad emocional que nos inclina a proteger y ayudar a


nuestros semejantes.

2) DIGNIDAD: Decoro de las personas en la manera de comportarse, en todos


los actos en el profesional, social, en su vida pública o privada.

3) GRATITUD: El agradecimiento no es pagar una deuda, es reconocer la


generosidad ajena.

4) HONOR: Es la sublime cualidad moral que nos impulsa a cumplir con altura y
dignidad los deberes para con nosotros mismos y para con los demás.

5) HONRADEZ: Proceder recto, propio del hombre probo, inteligente, sabio.

6) FORTALEZA: Es la virtud que nos hace vencer los obstáculos y resistir a los
peligros.

7) MAGNANIMIDAD: Es la grandeza y elevación de ánimo o bien una gran


generosidad o liberalidad. Es una virtud natural en el hombre que tiende a la
realización de cosas grandes prescindiendo de su dificultad y es perfección en
general de todas las otras virtudes en cuanto es disposición del ánimo a
propósito para los actos más culminantes conforme a la recta razón. Es
el mejor apoyo de la esperanza y la resistencia más eficaz contra la
desesperación.

8) ORDEN: Se basa fundamentalmente en un principio de oro: un lugar para cada


cosa y cada cosa en su lugar; por eso decimos que el orden es bienestar y
progreso; ya que solo el orden puede hacer que la capacidad humana de
ver, entender, decidir y trabajar se multiplique.

9) PATRIOTISMO: Es una virtud que procura cultivar el respeto y amor que


debemos tener por nuestra patria: el Perú; mediante nuestro trabajo honesto
y la contribución personal al bienestar común.

10) PERDÓN: Es la virtud de los hombres que los hace más dignos y ricos de
corazón porque le da la capacidad de amar. Perdonar a quienes nos han
ofendido, como un acto voluntario de disculpar interiormente las faltas que han
cometido otros.
11) PRUDENCIA: Es la virtud que dispone la razón práctica a discernir
en toda circunstancia nuestro verdadero bien y a elegir los medios rectos para
realizarlos.
12) RESPETO: Es una de las bases sobre la cual se sustenta la ética y la
moral en cualquier campo y en cualquier época. Hay que aprender a
respetar y aceptar la forma de ser y pensar de los demás.

13) TEMPLANZA: Es una virtud moral que modera la atracción de los placeres y
procura el equilibrio en el uso de los bienes creados.
14) VALENTÍA: Es una virtud que nos enseña a defender aquello que vale la
pena, a dominar nuestros medios y a sobreponernos en la adversidad.

15) CAMARADERÍA: Cordialidad, aspecto recíproca que se profesan los


miembros de una misma institución.
16) CORTESÍA: Demostración o acto con que se manifiesta la atención, respeto o
afecto que tiene una persona a otra.

17) ABNEGACIÓN: Dominio de las pasiones de los impulsos y de las


atracciones materiales al servicio de un ideal o en bien del prójimo.

18) DECORO: Honor, honestidad, respeto, consideración, reverencia con las


personas por su dignidad.

19) DISCRECIÓN: Sensatez para formar juicio y tacto para hablar u obrar.

20) TRABAJO: Es un deber profesional y es un deber social de todos los hombres.

21) BELLEZA: Se define como la perfección y la armonía en cuanto existen en


el alma, la complacencia, deleite y admiración; se da esta definición como un
concepto plenamente objetivo.

22) VERDAD: Es la conformidad de lo que se dice en lo que existe, es una


propiedad que tiene las cosas de seguir siendo lo que es.

23) JUSTICIA: Virtud moral según la cual se da a cada uno lo que le


corresponde o lo que le pertenece, es decir, en su fórmula clásica “Dar a
cada uno lo suyo”. Si lo suyo de alguien es su derecho, se tiene que éste es el
objeto de la justicia, por lo que se requiere la existencia previa del derecho
para realizar la acción de justicia. Es así como se afirma que la justicia sigue
al derecho.

3.10. APRECIACIONES DE LAS VIRTUDES

Hasta ahora hemos estudiado bajo diversos aspectos los actos humanos,
consideramos ahora los hábitos morales que son la huella que la operación
libre deja en el hombre, y que le hacen progresivamente bueno o malo, virtuoso
o vicioso.

3.11. LAS VIRTUDES INTELECTUALES


Las virtudes humanas pueden ser intelectuales o morales. Las virtudes
intelectuales inhieren y perfeccionan a la inteligencia especulativa o práctica, las
morales perfeccionan a la voluntad y a las tendencias sensibles.

Las virtudes de la inteligencia especulativa son: el hábito de los primeros


principios

teóricos (intellectus) y morales (sinderesi), el hábito de considerar las cosas


desde la causa última de cada género de cosas, y el hábito de estudiar las
causas últimas de cada género de cosas descendiendo desde ellas a las
conclusiones (ciencias).

Son hábitos intelectuales que dan la capacidad de obrar bien, pero no aseguran
el recto uso de esa facultad; alguien puede utilizar la ciencia o la técnica para
hacer el mal. Por eso estos hábitos no cumplen plenamente la razón de virtud,
que ha de ser una cualidad que hace moralmente bueno al que la tiene. Se
exceptúa la virtud de la prudencia, pues, aunque ser intelectual por su sujeto (la
inteligencia, es moral por su objeto y por tener la rectitud de la voluntad como
requisito esencial. La misión de la prudencia no es el recto conocer, sino dirigir el
recto obrar; su acto principal no es el juicio sobre lo que se ha de hacer, es el
imperio, por el que guía a los demás potencias según la ley moral. La
prudencia no puede cumplir su tarea si el hombre no quiere comportarse bien.

3.12. LAS VIRTUDES MORALES

Aristóteles define la virtud moral como un hábito electivo que consiste en un


término medio relativo a nosotros, y que está regulado por la recta razón en la
forma que lo regularía el hombre verdaderamente prudente.

Con el término "electivo", Aristóteles quiere poner de manifiesto que el acto


principal de las virtudes morales es la elección recta, la decisión de hacer
lo que aquí y ahora es preciso para comportarse bien; con justicia,
templanza, fortaleza.

Como el bien humano adquiere en el ámbito de las acciones concretas, una


multiforme variedad, según las circunstancias, la obra virtuosa requiere el
discernimiento y la elección de lo indicado por la prudencia.

El término "electivo" significa dos cosas más. Por una parte, que la obra buena ha
de ser querida y elegida como tal; no basta que la acción tenga una conformidad
meramente externa con la ley moral, porque esa adecuación podría tener su
causa también en el miedo, la casualidad o el interés egoísta. Por otra, que el
acto de las virtudes morales es de índole apetitiva, una elección, y no un
conocimiento o la producción de un artefacto, como sucede en las virtudes
morales; son propias de las potencias apetitivas; la voluntad (justicia) el apetito
concupiscible (templanza) y la tendencia irascible (fortaleza).
Hemos visto, al estudiar la moralidad de los actos humanos, que no es posible
una recta elección sino va acompañada de una recta intención; no es lícito hacer
algo en sí mismo bueno, en orden a un fin malo. Por eso, Santo Tomás de Aquino
afirma que las virtudes morales también hacen recta la intención, determinando
las potencias apetitivas hacia los fines de las virtudes. La justicia, por ejemplo,
hace que el hombre que la posee tenga las demás. A partir de esa intención, la
prudencia determina qué exige la justicia en esta ocasión o en aquella otra, y
la virtud actúa nuevamente, facilitando la elección de lo señalado por la
prudencia, aunque aquí y ahora exija sacrificios o renuncias.

La corrupción en el Estado, la economía y la sociedad

Introducción

Abordar en una lección académica el tema de la corrupción es definitivamente una tarea


nada sencilla. Se trata de un término con un componente emocional tan cargado que deja
poco margen para la reflexión objetiva, a la vez que forma parte de aquella clase de
conceptos que todos usamos permanentemente, pero que muy pocos pueden definir de
manera precisa. A lo anterior hay que agregar que la palabra “corrupción” se encuentra
políticamente tan manoseada, que prácticamente todas las deficiencias de la gestión estatal
se reconducen a ella. Así las cosas, la corrupción termina siendo algo que se percibe como
muy negativo, aunque no se sabe muy bien lo que es y, lo que es peor, frente a lo que no se
puede plantear un programa de lucha mínimamente eficaz.

En esta lección inaugural no pretendo recurrir al fácil camino de exaltar aún más los
sentimientos de rechazo hacia la corrupción, pues discursos de esta índole resultan, en el
fondo, poco útiles. A lo que apunto, más bien, es a definir claramente lo que caracteriza a
aquellos comportamientos que catalogamos de corruptos, así como a establecer su real
alcance, de manera tal que resulte posible plantear una estrategia de lucha que tenga visos
de alcanzar ciertos niveles de éxito. No se trata de seguir diciendo ¡qué mala que es la
corrupción!, sino de proponer mecanismos claros para poder hacerle de manera solvente.

Definición

¿Qué es corrupción? Aristóteles oponía la corrupción a la generación, señalando que “hay


generación cuando el cambio culmina en materia perceptible, y que hay corrupción cuando
culmina en materia imperceptible”. La corrupción es absoluta –continúa el estagirita–
“cuando algo llega a lo imperceptible, al no-ente”. Aun cuando las afirmaciones de
Aristóteles se hicieran en el marco de la biología natural, no hay duda que su planteamiento
conceptual resulta sumamente útil para ir develando el sentido de la corrupción. La idea
central es que la corrupción niega la esencia a las cosas, es decir, las desnaturaliza. En
consecuencia, y para usar un ejemplo proveniente del ámbito más sensible a la corrupción,
un político corrupto no sería un mal político, sino, más bien, un no-político.

Sin negarle validez a la definición de corrupción que se acaba de hacer, está claro que
quedarnos en esta primera aproximación conceptual nos daría un panorama aún muy
difuso, pues toda falta de correspondencia con lo esencialmente debido devendría en
corrupción. Por esta razón, resulta necesario acotar aún más el objeto de análisis, para lo
cual resulta pertinente precisar que no se trata aquí de abordar la corrupción de cualquier
ente, sino la de las personas. En este sentido, lo que hay que determinar es cómo tiene
lugar la negación de la esencia de las personas que permite calificarlas de corruptas.

Para poder evaluar si una persona niega su esencia a través de su actuación, resulta
necesario contar con parámetros que definan cuál es la actuación debida en cada contexto
situacional. Desde esta perspectiva, tiene pleno sentido la afirmación hecha por Garzón
Valdez de que el concepto de corrupción está lógicamente vinculado al de sistema
normativo, es decir, a un conjunto de reglas que precisan cómo una persona debe de
actuar. Sin embargo, quedarse en esta idea, significaría aceptar que en todos los ámbitos
deontológicos es posible hablar de corrupción, lo que resultaría de recibo si lo que se
pretendiese en esta lección, es explicar la “corrupción moral”, esto es, la pérdida de vigencia
de los valores que deben orientar el comportamiento personal.

Pero la corrupción no se va a abordar aquí como la negación individual de los valores de la


acción, sino en tanto defraudación de un compromiso adquirido frente a terceros. He de
advertir, sin embargo, que esta distinción conceptual no significa que se esté ante dos
formas distintas de corrupción, sino que se trata de dos perspectivas diferentes en relación
con un mismo suceso. Para expresarlo de manera más exacta: No es la incidencia
estrictamente personal de la corrupción la que va a ser objeto de las siguientes reflexiones,
sino su expresión con un hecho socialmente perturbador.

La corrupción en la sociedad presupone, en primer lugar, una autoridad o un decisor, es


decir, alguien que voluntariamente asume la posición de tomar decisiones que repercuten
en otros. Esta corrupción, por lo tanto, no es una situación predicable de cualquier persona,
sino solamente de aquellas que han asumido la posición especial antes referida y que se
comprometen a decidir siguiendo los criterios que ordenan el sector social que le ha sido
confiado. Por graficar lo dicho con un ejemplo: Cae en corrupción el juez que deja de tomar
sus decisiones en los procesos judiciales en función de los criterios de justicia expresados
en las leyes, para condicionarlas al otorgamiento de algún beneficio personal.

Debe quedar claro que la correspondencia de las decisiones con las reglas que ordenan el
sector social correspondiente, no debe tener un carácter meramente externo, sino que debe
darse también en el plano de la motivación interna, es decir, de los motivos que le han
llevado al decisor a tomar la decisión. Por esta razón, no pocos autores destacan, como
elemento esencial de la corrupción, la deslealtad del decisor, ya que lo que ha motivado
finalmente su decisión no es el compromiso asumido de decidir en función de las
necesidades o criterios orientadores del ámbito social confiado, sino un factor externo.
Desde esta perspectiva corrupto no es solamente el funcionario público que recibe dinero
para actuar en contra de sus funciones, sino también el que lo hace para actuar conforme a
las mismas. Si bien su comportamiento en este último caso se ha ajustado objetivamente a
los parámetros de su actuación funcionarial, su motivación no ha estado en el compromiso
asumido al tomar posesión del cargo, sino, más bien, en un factor externo.
Precisamente es la naturaleza de ese factor externo lo que termina de perfilar el significado
de la corrupción en la sociedad. ¿Cuál es el estímulo externo que motiva la actuación
corrupta del decisor? Se habla de corrupción cuando las decisiones se toman por la
obtención, o por la promesa de obtención, de un beneficio, convirtiéndose así el ejercicio del
poder de decisión en una fuente de enriquecimiento privado. Este elemento subjetivo de la
actuación corrupta se ha flexibilizado a lo largo del tiempo, de forma tal que hoy se incluyen
no sólo los beneficios de carácter patrimonial, sino cualquier otro tipo de ventaja. En este
orden de ideas, por ejemplo, puede hablarse igualmente de corrupción si el funcionario
público compromete su actuación funcionarial a cambio de favores sexuales o incluso de
distinciones honoríficas.

La caracterización que se acaba de hacer de la corrupción en la sociedad, pone de


manifiesto que el desvalor que la identifica no está en lo que produce, sino en la forma como
lo produce. Cada sector social se orienta normativamente a una finalidad determinada, cuya
consecución debe ser lo que motive a los agentes de decisión a tomar sus decisiones. Por
ejemplo, el sector estatal apunta al bien común, la administración de una empresa a la
optimización de los beneficios, la prestación educativa a la ampliación del conocimiento. Si
el funcionario público municipal cobra una coima para otorgar una licencia de construcción,
si el administrador de una empresa decide adquirir los insumos de un proveedor no porque
sean los mejores en calidad y precio, sino porque recibe obsequios personales, o si el
profesor aprueba al alumno porque éste le ha hecho llegar un regalo especial, entonces la
corrupción habrá frustrado la forma en la que la ordenación de cada de uno de estos
sectores sociales debe alcanzar sus objetivos. La corrupción no tiene, por lo tanto, una
lesividad homogénea, esto es, no lesiona siempre lo mismo, sino que afecta intereses
diversos de una misma manera.

Los ámbitos sociales sensibles a la corrupción

Teniendo claro lo que debe entenderse propiamente por corrupción en la sociedad, estamos
en capacidad de poder determinar, de manera más precisa, su real alcance en los distintos
sectores sociales.

El Estado

No hay duda que el ámbito social en el que nuestra cabeza piensa cuando se menciona la
palabra “corrupción” es la función pública. Y no me equivocaría al decir que muchos
ciudadanos piensan que la corrupción es patrimonio exclusivo de los funcionarios públicos.
Sin embargo, los que se han dedicado al estudio de la corrupción concluyen de manera
unánime que la corrupción se presenta en la esfera privada con la misma incidencia y
lesividad que en la esfera estatal, por lo que un programa de lucha contra la corrupción no
puede centrarse únicamente en la corrupción pública.

Pese a lo dicho y sin quitarle un ápice de desvalor a la corrupción entre los privados, es
fácilmente perceptible que la corrupción pública es acreedora de un mayor reproche social.
Si esta especial reprochabilidad se debe a que se conoce más la corrupción pública que la
privada, o a que los deberes éticos son más intensos en quienes ejercen la función pública,
es algo que no pretendo resolver aquí, sino solamente partir del hecho constatable de que la
corrupción se asocia esencialmente con los representantes del Estado.

Lo que sí me gustaría, por el contrario, abordar, aunque brevemente, es la cuestión de si la


corrupción pública está vinculada a una forma especial de gobierno. El punto de partida es
que hay corrupción tanto en regímenes democráticos como en regímenes totalitarios, por lo
que la actuación corrupta no está conceptualmente vinculada a uno u otro régimen. Sin
embargo, a veces se deja entrever la idea de que los regímenes totalitarios tienen la
capacidad de erradicar de manera fulminante el problema y, por eso, gozan de cierto
consenso popular: “A problemas extremos, medidas extremas”, reza el dicho. Con
independencia de discutir en el plano empírico si ha habido en la historia del Perú más
corrupción en los gobiernos de facto que en los democráticos, la pregunta que hay que
hacerse es si los rasgos propios de cada una de estas formas de gobierno favorecen más la
corrupción o no. Si bien resulta indiscutible que ni la democracia ni el totalitarismo pueden
asegurar la erradicación total de la corrupción pública, estas formas de gobierno pueden
ofrecer mayores o menores condiciones para su surgimiento y expansión.

Siguiendo la ecuación básica de la corrupción de Robert Klitgaard, “corrupción es igual a


monopolio de la decisión pública más discrecionalidad de la decisión menos responsabilidad
por la decisión. Por lo tanto, un régimen de gobierno fomentará más la corrupción estatal
mientras otorgue mayor monopolio y concentración de la decisión pública, mientras exista
menos control a través de los llamados contrapesos políticos, y mientras menos obligación
tengan los funcionarios de dar cuenta de su gestión. No hay que ser muy suspicaces para
concluir que estos factores se identifican más con una dictadura que con una democracia.
En este sentido, si bien la democracia no garantiza la eliminación de la corrupción, la
dictadura no debe ser considerada la solución más viable, sino que, por el contrario, acentúa
las condiciones para un ejercicio corrupto de la función pública.

La economía

Como lo he señalado precedentemente, la corrupción no es un problema circunscrito a la


actividad pública, sino que tiene lugar también en el ámbito privado, aunque evidentemente
con una menor reprobación social y escasas estrategias de lucha. Esto último no es, sin
embargo, razonable, pues un análisis objetivo de la corrupción privada lleva obligadamente
a la conclusión de que no hay justificación alguna para dejarla al margen del interés público.
En lo que sigue, intentaré demostrar lo que acabo de decir de la mano del análisis de las
actuaciones corruptas que tienen lugar en el ámbito de la economía.

En la actualidad, nadie discute el carácter esencial de la economía en el desarrollo de las


personas, tan es así que resulta casi imposible imaginar a un sujeto que pueda vivir en
sociedad sin ser parte de relaciones económicas. Si los agentes económicos que toman
decisiones en dicho sector social no lo hacen en función de los compromisos adquiridos al
asumir la posición de decisión, sino procurando un beneficio personal, entonces se
presentará la misma estructura que el acto de corrupción de un funcionario público. Fresca
está aún en la memoria colectiva, por ejemplo, la noticia propalada por los medios de
comunicación sobre el pago de comisiones de casas editoriales a directivos de colegios
particulares por la decisión de utilizar sus textos pedagógicos en la enseñanza escolar.

Se podría alegar que la corrupción privada en la economía no es igual a la corrupción


pública, en la medida que no está en juego el dinero de todos los peruanos, sino de algunos
particulares. Esta afirmación es, sin embargo, relativa, pues la lesividad de la corrupción
privada no se limita a un interés particular, sino que puede afectar condiciones esenciales
del mercado. Por ejemplo, si el administrador de una empresa decide comprar los insumos
que necesita en su proceso productivo a un proveedor que no tiene el mejor producto, sino
que le da un beneficio personal (por ejemplo, un viaje a Miami todo pagado), entonces la
elección del proveedor no se hará en función del mejor producto o servicio, sino en atención
a un beneficio personal, lo que constituye un acto de competencia desleal que trastoca las
reglas esenciales del mercado. Debe hacerse, sin embargo, la salvedad que no entran
dentro de estas consideraciones los casos en los que se pactan otros beneficios para la
propia empresa o existe identificación entre los intereses de la empresa y el administrador
(por ejemplo, si se trata del dueño del negocio), pues en estos casos faltará el componente
de la deslealtad al que se hizo referencia al definir de manera general la corrupción.

Lo acabado de decir no es una simple opinión personal. En Alemania, por ejemplo, el


parágrafo 299 del Código Penal actualmente vigente tipifica como delito sancionable con
una pena privativa de libertad de hasta 3 años los actos de corrupción en las relaciones
negociales. En la reciente reforma penal española, que ha entrado en vigencia en diciembre
del año pasado, se ha incorporado al Código Penal el artículo 286Bis que tipifica el delito de
corrupción entre particulares, sancionándolo con una pena de prisión de hasta 4 años.

Todas estas reformas se corresponden, por lo demás, con la Decisión Marco 2003/568/JAI
del Consejo de la Unión Europea relativa a la lucha contra la corrupción en el sector privado,
en donde la idea fuerza es que la garantía de una competencia justa y honesta pasa por la
represión de los actos encaminados a corromper a los administradores de entidades
privadas de forma similar a lo que se hace a través del delito de cohecho. Estos
comportamientos rompen indudablemente las reglas de buen funcionamiento del mercado,
lo que justificaría su relevancia penal.

La sociedad (especialmente medios de comunicación, educación deporte)

Pese a que la mirada sobre la corrupción en el ámbito privado se ha centrado


fundamentalmente en la economía, es innegable que hay otros sectores sociales
especialmente vulnerables a las prácticas corruptas. Todos se acordarán de la noticia sobre
la investigación hecha a ciertos árbitros de fútbol profesional por supuestos pagos que se
habrían realizado con la finalidad de favorecer a determinados equipos. Tampoco nos
sonará extraña la denuncia que hace muchos años hizo un jugador de fútbol profesional por
el intento de soborno realizado por un polémico directivo de un conocido equipo de fútbol
nacional. A la corrupción en el deporte podría sumarse la corrupción en la educación, la cual
tiene lugar, por ejemplo, cuando los profesores condicionan la aprobación de una asignatura
al pago o entrega de alguna ventaja por parte del alumno. Parece que nadie podría
razonablemente poner en tela de juicio el carácter corrupto de estas formas de proceder.

Pero quizá el ámbito privado en el que la corrupción presenta una mayor lesividad social, y
sobre el que poco se ha trabajado en aras a determinar su real incidencia y los mecanismos
de reacción, es el caso de la corrupción en los medios de comunicación. Todavía nos
resultan cercanas las imágenes de propietarios o directivos de canales de televisión y
prensa escrita que pasaban por la salita del SIN a cobrar las grandes sumas de dinero que
se pagaban por condicionar su línea editorial, así como tampoco resultan descabelladas las
denuncias públicas sobre el favoritismo comprado de ciertos medios de comunicación a la
actividad de algunas empresas en sectores sensibles como la minería. Si es que se
acreditase que los directivos de un medio de comunicación venden su línea editorial,
entonces se presentarán todas las condiciones para afirmar la existencia de un acto de
corrupción. El medio de comunicación no expresaría ya su línea de pensamiento (que todo
medio de comunicación debe tener), sino que respondería a intereses particulares a cambio
del pago de alguna prebenda o ventaja. En nada cambiaría la compatibilidad de la línea
editorial propia del medio de comunicación con los intereses del particular que le hace el
pago correspondiente, pues, de lo contrario, nada podríamos reprocharle al funcionario
público que pide coimas para actuar en cumplimiento de sus funciones.

Mecanismos de lucha contra la corrupción

De lo hasta ahora expuesto se puede sacar dos conclusiones generales. En primer lugar,
que nuestra sociedad solamente ve una parte de la corrupción (esto es, la corrupción
pública), dejando absolutamente de lado la corrupción en el sector privado. En segundo
lugar, que la erradicación o control de la corrupción pública está llena de intentos fallidos, lo
que se debe fundamentalmente a que no se tiene claro cuáles son los aspectos que la
definen y, por lo tanto, que la estimulan. Así las cosas, la lucha contra la corrupción es
equiparable al intento de atinarle un golpe a alguien con las luces apagadas, por lo que cabe
preguntarnos: … ¿Cómo podemos prender la luz?

Mecanismos preventivos

En primer lugar, a la corrupción hay que hacerle frente con medidas preventivas, es decir,
con mecanismos que apuntan a impedir que se den las condiciones para su surgimiento o
generalización. Estas medidas de carácter preventivo resultan especialmente idóneas en el
ámbito de la corrupción pública.

La creación de una escuela de funcionarios públicos

Se ha dicho, por ejemplo, que la causa última de la corrupción es la conducta deshonesta


del decisor. Sea cual sea su entorno, la corrupción tiene lugar porque un individuo toma la
decisión de realizar una acción corrupta. Por lo tanto, la prevención de la corrupción debe ir
en la línea de formar un conjunto de valores internos en los agentes de decisión que
orienten su actuación práctica.

En el ámbito de los funcionarios públicos, esta labor se llevaría a cabo de manera óptima
mediante un proceso de formación con un componente deontológico muy marcado en una
escuela de funcionarios públicos. Esta escuela de funcionarios públicos no sólo proveería
una capacitación especializada, sino también la interiorización de códigos de conductas y de
motivaciones más allá de las meramente extrínsecas. Está claro que no es un mecanismo
fácil de implementar, pero a la larga resulta siendo más eficaz en la prevención de la
corrupción que la implementación de programas cortoplacistas.

La eliminación de la interinidad en la función pública

Otro de los mecanismos preventivos para evitar la corrupción es la eliminación de la


interinidad en la función pública. Es evidente que el compromiso asumido interinamente
resulta de menor carácter vinculante y el saber que el cargo durará poco tiempo puede
convertirse en el mayor estímulo para rentabilizarlo al máximo con el pago de coimas y
prebendas. Es un dato por todos conocidos, por ejemplo, que las decisiones judiciales más
sospechosas se toman por jueces suplentes que están por breve tiempo en el cargo, lo que
no quiere decir que haya que dudar de todo juez suplente (yo personalmente lo he sido),
sino que un juez suplemente es más vulnerable a caer en un acto de corrupción por el
escaso compromiso asumido al tomar el cargo.

La transparencia de la información en la función pública


Caldo de cultivo para la corrupción es, sin duda, el secretismo en la toma de decisiones.
Mientras menos se de cuenta de las razones de una decisión, mayor será la tentación de
vincularla a la obtención de algún beneficio personal. Por esta razón, un mecanismo
preventivo especialmente útil para evitar la corrupción es la transparencia de la información.
Así lo ha dicho de forma clara Alejandro Navas, para quien “(l)a transparencia en todos los
pasos del proceso deliberativo y ejecutivo es la mejor medida para prevenir la corrupción”.
En el Perú se ha iniciado desde hace algunos años un proceso de transparencia de la
información pública. Sin embargo, para que sea realmente eficaz en la lucha contra la
corrupción debe ser más dinámica e incluir además la explicitación de las razones por las
que las autoridades toman las decisiones más relevantes.

La simplificación de los órganos de control administrativos

Otra de las circunstancias que inciden negativamente en el enfrentamiento con la corrupción


es la innecesaria complejidad de los órganos de control. Se tiene la idea de que la lucha
contra la corrupción va a ser más eficaz si es que se tienen más órganos de control interno y
externo de la función pública. Esta situación afecta, en primer lugar, la eficiencia de la
actuación funcionarial, en tanto el funcionario público se dedica más a dar cuenta de sus
actos a las distintas instancias de control que a realizar bien su trabajo, o, lo que es peor,
cae en un conservadurismo en sus decisiones para evitar cualquier tipo de cuestionamiento
de las distintas instancias de vigilancia.

Pero esta pluralidad de controles duplica además innecesariamente los esfuerzos de


supervisión preventiva y termina haciendo que ninguno haga realmente una profunda labor
de control. Por lo tanto, es urgente que se proceda a una simplificación de los órganos de
supervisión, en el que exista posiblemente una sola unidad de control que consolide toda la
información y que cuente con amplias facultades de fiscalización. No se trata de luchar
contra la corrupción dándole varios manotazos inofensivos, sino de propinarle, como se dice
en el lenguaje coloquial, un solo golpe bien dado.

El pago de remuneraciones dignas para los funcionarios públicos

Mucho se ha discutido sobre si la falta de sueldos dignos es realmente un factor que


favorece la corrupción. Se ha dicho que si un funcionario público es corrupto, lo será con
independencia del monto que percibe como sueldo. Esta afirmación es completamente
cierta, pues la corrupción no es un mal que aqueje únicamente a los funcionarios públicos
mal pagados. Pero debe reconocerse también que el pago de salarios insuficientes para la
subsistencia básica de una familia, aunado a la falta de una formación deontológica, explica
–aunque no justifica–, que el funcionario público acuda a pagos externos para compensar la
insuficiencia del salario legal. Si bien el pago de salarios dignos no asegura la erradicación
de la corrupción, evita que ciertos funcionarios públicos con sueldos escasos puedan
encontrar en la corrupción una forma de equilibrar sus ingresos mensuales.

Mecanismos represivos

Junto a las medidas preventivas acabadas de reseñar brevemente, que buscan eliminar las
condiciones para el surgimiento de casos de corrupción, resulta necesario implementar
también diversas medidas de carácter represivo que pongan socialmente de manifiesto el
rechazo expreso a toda forma de corrupción en la sociedad.

Sanciones administrativas
En primer lugar, existe la posibilidad de imponer sanciones administrativas a los funcionarios
públicos a través del llamado Derecho disciplinario. Si bien queda claro que estas sanciones
no se aplican a casos de corrupción comprobados (pues en dicho supuesto la sanción a
imponer es de carácter penal), resulta útil para hacer frente a los casos en los que no hay
una base probatoria suficiente para acreditar la corrupción, pero existen manifiestas
irregularidades administrativas que permiten asumir, por la actuación precedente del
funcionario público, que hay un trasfondo de corrupción. En estos casos, no hay duda que la
separación del cargo podría ser una medida administrativa sumamente útil para erradicar la
corrupción. Sin embargo, no debe abusarse de esta forma indirecta de hacer frente a la
corrupción no demostrada, pues puede ser que se termine sancionando
desproporcionadamente a un funcionario público descuidado bajo la sospecha de que es un
corrupto. Por esta razón, la determinación de la responsabilidad disciplinaria y la aplicación
de las sanciones administrativas no pueden hacerse pensando que es la mejor forma de
acabar con la corrupción, sino que deben tenerse siempre como sucedáneos en casos
realmente excepcionales.

De alguna forma, la idea precedente ha inspirado el otorgamiento de facultades


sancionatorias a la Contraloría General de la República, lo que, a mi parecer, podría ser
finalmente contraproducente. Por un lado, porque es posible que, como se acaba de decir,
se termine legitimando sanciones desproporcionadas al funcionario público por la sola
sospecha de que es un corrupto al que no se le ha llegado a probar el acto de corrupción. Y,
por otro lado, porque el funcionario público corrupto podría librarse de la responsabilidad
penal, alegando que ya fue sancionado por un órgano administrativo respecto del mismo
hecho. Sin un manejo adecuado del fundamento del castigo en el ámbito administrativo de
control se podría caer en el terreno del principio de que nadie puede ser sancionado dos
veces por lo mismo (ne bis in idem), lo que impediría finalmente un procesamiento penal por
corrupción.

Sancion de los colegios profesionales

El control deontológico de los colegios profesionales por medio de sanciones gremiales


debe ser también reforzado sustancialmente en un programa global de lucha contra la
corrupción. Por ejemplo, en los colegios de abogados las sanciones de suspensión en el
ejercicio de la profesión no se imponen por parte de los tribunales de ética con la frecuencia
debida. Cuando se ha dado un caso judicial sonado en el que la actuación del magistrado
ha sido más que discutible, pocas veces se pregunta por quiénes son los abogados que han
estado patrocinando los intereses favorecidos en dicho caso judicial. Muchas veces se
procede a apartar al magistrado cuestionado del cargo, pero la raíz del problema se
mantiene intacta, pues no se investiga en lo absoluto la actuación de los abogados
implicados. Lo mismo tendría que suceder, por ejemplo, con el control deontológico de los
colegios de ingenieros si es que un agremiado obtuvo la buena pro de una licitación pública
en colusión con los funcionarios públicos intervinientes en dicha licitación.

Sanciones penales

No hay duda que la represión de la corrupción se piensa siempre en términos penales. Y no


hay ningún cuestionamiento a la legitimidad de recurrir al Derecho penal para sancionar la
actuación corrupta. Sin embargo, la forma como se ha configurado la represión penal
presenta ciertos vacíos o defectos que deben ser prontamente corregidos de cara a hacer
más eficaz la lucha contra la corrupción.
En primer lugar, debe redefinirse el ámbito de aplicación de los delitos de corrupción. No
hay duda que el núcleo de la corrupción está en el cohecho de los funcionarios públicos,
pero, tal como se ha visto, no se trata de un problema que se presenta exclusivamente en la
función pública. Por lo tanto, la represión penal debe ampliarse a las esferas privadas, tal
como se ha hecho en otras legislaciones penales. Especialmente deberían criminalizarse los
casos de corrupción en la economía por el daño que produce a la competencia como
estructura esencial del mercado, así como la corrupción en los medios de comunicación por
la manipulación que se hace a la opinión pública. En este último caso no podría alegarse el
ejercicio irrestricto de la libertad de expresión para oponerse a tal criminalización, pues no
se trata de castigar el ejercicio de dicha libertad, sino la venta de la línea editorial de un
medio de comunicación.

En segundo lugar, resulta imprescindible la incorporación de una cláusula de inmunidad


para los particulares que denuncian los hechos de corrupción de funcionarios públicos. En el
Código Penal español, por ejemplo, el artículo 427 establece que quedará exento de pena
por el delito de cohecho el particular que haya accedido ocasionalmente a la solicitud de
dádiva realizada por un funcionario público y que denunciare inmediatamente el hecho a la
autoridad. Esta disposición tiene un sentido político-criminal muy claro: Se trata de favorecer
la denuncia de particulares sobre casos en los que se han visto prácticamente constreñidos
por un funcionario público a acceder al pago de una coima. Hace unos años un particular
grabó la reunión con un funcionario público municipal, en la que le entregó la coima
solicitada por éste para el otorgamiento de una licencia municipal. Cuando el particular puso
en conocimiento del Ministerio Público el hecho, fue incluido en el proceso penal por el delito
de corrupción activa de funcionario público, en tanto había pagado la coima solicitada. Está
claro que estas situaciones no deben presentarse, pues si un particular está dispuesto a
destapar las prácticas corruptas de la función pública, debe encontrar todas las condiciones
para hacerlo y no estar expuesto a ser también denunciado penalmente.

Otro de los aspectos de la legislación penal que se ha discutido de cara a optimizar la


represión de los actos de corrupción es la incorporación de la responsabilidad penal de las
personas jurídicas que corrompan a funcionarios públicos. Sin embargo, en el sistema penal
peruano la responsabilidad penal se ha limitado a las personas naturales, negándose la
posibilidad teórica de una responsabilidad penal de las personas jurídicas. Se dice que el
sujeto en el Derecho penal es una persona con cuerpo y alma, y las personas jurídicas no
tiene cuerpo que patear ni alma que condenar (no body to kick no soul to damn). Sin
embargo, esta percepción ha ido cambiando en los últimos tiempos, tanto así que muchos
países han incorporado sanciones penales para las personas jurídicas. En países como
Francia, Suiza, Portugal, Austria, y más recientemente España se reconoce ya la posibilidad
de imponer sanciones penales a las personas jurídicas. En nuestro entorno cultural, Chile ha
admitido desde diciembre del 2009 la responsabilidad penal de las personas jurídicas,
precisamente para delitos de corrupción. De esta manera, el Derecho Penal no sólo
castigaría al funcionario público y al particular que lo corrompe, sino también a la
organización que tenga como cultura corporativa el pago de coimas a funcionarios públicos
para facilitar su actividad empresarial.

La lucha contra la corrupción se ha querido también reforzar poniendo en inmediata vigencia


el nuevo proceso penal para los delitos cometidos por funcionarios públicos. El discurso
político manejado señala que el nuevo proceso penal permite un procesamiento más célere,
lo que haría que los funcionarios corruptos reciban una pronta condena. Esta afirmación
debe tomarse, sin embargo, con ciertas reservas, pues el nuevo sistema procesal no
incorpora solamente un proceso más rápido y dinámico, sino también mayores garantías
para los procesados, especialmente en cuanto a la necesidad de que la prueba actuada en
juicio lleve al juez a la certeza moral de que el hecho enjuiciado fue realizado efectivamente
por el imputado. Estos estándares probatorios más estrictos pueden producir, por lo tanto, el
efecto contrario al querido con la puesta en vigencia inmediata del Código Procesal Penal
para delitos de funcionarios públicos, ya que podría llevar a mayores absoluciones si es que
el Ministerio Público no hace una buena labor de investigación y de sustentación de su
acusación en juicio. Y no es que a los representantes del Ministerio Público les falte
compromiso o capacidad, sino que muchas veces por razones de carga procesal o de
carencia de medios e infraestructura les resulta difícil poder realizar un trabajo óptimo en
cada uno de los casos encargados. De nada sirve la puesta en vigencia del nuevo Código
Procesal Penal para los delitos de funcionarios públicos si el Ministerio Público no cuenta
con los recursos suficientes para desplegar una actuación óptima en juicio, de manera tal
que el juez penal tenga los presupuestos suficientes para poder emitir una sentencia
condenatoria.

Conclusión

De lo expuesto puede concluirse que cualquier intento de hacer frente a la corrupción,


requiere tener claro lo que es. Resulta necesario erradicar la tendencia expansiva a creer
que todo en el Estado es corrupción si es que resulta irregular. La corrupción en la sociedad
consiste concretamente en la actuación desleal de un agente de decisión que deja de lado
el compromiso adquirido al asumir el cargo a cambio de recibir algún tipo de beneficio de
origen externo. Esta definición pone de manifiesto que la corrupción no se limita a los
funcionarios públicos, sino que tiene lugar igualmente en el sector privado. Por lo tanto, una
estrategia de lucha contra la corrupción no puede centrarse exclusivamente en las
conductas corruptas que se presentan en la esfera estatal.

Por otra parte, las medidas a tomar contra la corrupción no deben quedarse en el plano de
reacciones represivas de carácter penal y administrativo, sino que resulta imprescindible,
aunque sea más costoso y de largo plazo, implementar medidas de prevención. Una
respuesta puramente represiva no garantiza la eliminación o reducción sustancial de la
corrupción si es que las condiciones para su surgimiento no se eliminan. A su vez, los
mecanismos represivos deben ser igualmente reformulados de cara a hacer que la reacción
penal no solamente sea simbólica, sino real. La formulación de tipos penales de corrupción
privada, la incorporación de una responsabilidad penal de las personas jurídicas para delitos
de corrupción, la regulación de una cláusula de inmunidad para los particulares que
denuncien los actos de corrupción de funcionarios públicos, el fortalecimiento del Ministerio
Público para una adecuada actuación en el proceso penal por delito de funcionarios
públicos, son algunos de los aspectos que requieren inmediata atención. Es hora de dejar
de hablar de la corrupción en tono de queja y comenzar a plantear mecanismos de solución
idóneos para erradicarla de la sociedad.

Referencias Bibliográficas

1. Garcia, P (2016), La corrupción en el Estado, la economía y la sociedad

2. Extraido el 01.04.2016 de, http://udep.edu.pe/apertura/2011/la-corrupcion-en-


el-estado-la-economia-y-la-sociedad/
Las 40 medidas para combatir la corrupción

El Consejo de Ministros ha aprobado el informe del Plan de regeneración democrática, que


incluye 40 medidas para luchar contra la corrupción y avanzar en la transparencia de las
administraciones públicas. Estas son las 40 medidas:

CONTROL DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS

1. Responsabilidad en las cuentas. Regulación de la figura del responsable de la gestión


económico-financiera de los partidos.

2. Rendición de cuentas. Comparecencia anual obligatoria en el Parlamento del responsable


de la gestión económica-financiera de los partidos políticos.

3. Obligatoriedad de presentación de cuentas. Obligación de todos los partidos políticos de


presentar sus cuentas al Tribunal de Cuentas, independientemente de si reciben o no
subvenciones.

4. Transparencia en las cuentas. Obligación de reflejar en la cuenta de ingresos de los


partidos políticos todas las subvenciones, así como las donaciones que superen la
cuantía que se establecerá en la ley.

5. Regulación de la aprobación de cuentas. Regulación obligatoria, en los estatutos de cada


partido, del procedimiento de aprobación de sus cuentas.

6. Regulación de las contrataciones. Obligación de aprobar directrices de contratación por


parte de los partidos políticos.

7. Registro de fundaciones y asociaciones vinculadas. Inscripción obligatoria en el Registro


de Partidos, de forma que cada partido político declare qué entidades se encuentran
vinculadas a ellos.

8. Control de las fundaciones y asociaciones vinculadas. Refuerzo de los mecanismos de


control sobre su actividad económica y financiera.

9. Definición de las fundaciones y asociaciones vinculadas. Determinación explícita de los


criterios que determinan la vinculación a un partido político.

10. Colaboración pública en la fiscalización de las cuentas. Refuerzo de la fiscalización


mediante fórmulas de colaboración entre el Tribunal de Cuentas y organismos públicos
como la Agencia Tributaria, las Entidades Gestoras de la Seguridad Social y la Oficina de
Conflictos de Intereses.

11. Colaboración privada en la fiscalización de las cuentas. Refuerzo de la fiscalización


mediante la colaboración obligatoria de las entidades de crédito con el Tribunal de
Cuentas.
12. Ampliación del régimen de infracciones. Se amplían las infracciones aplicables a los
partidos políticos, incluyendo -además de las muy graves- las infracciones graves y leves,
con sus correspondientes plazos de prescripción.

13. Ampliación del régimen de sanciones. Se prevén sanciones para las nuevas infracciones
graves y leves.

14. Refuerzo del cobro de las sanciones. Posibilidad de cobro de las sanciones en periodo
ejecutivo por parte la Agencia Tributaria.

15. Mejora del procedimiento sancionador. Clarificación del procedimiento sancionador,


subsanando deficiencias en la normativa.

16. Retención de las subvenciones. Retención del pago de subvenciones a los partidos
políticos que no presenten sus cuentas, previa comunicación del Tribunal de Cuentas.

17. Control de las subvenciones. Se da rango legal a la obligación de los partidos políticos
de cumplir los mismos requisitos que cualquier otra entidad privada para concurrir a las
convocatorias de subvenciones.

18. Creación de partidos. Se elimina el requisito de nacionalidad española para para crear
partidos políticos, en coherencia con la normativa comunitaria.

REGULACIÓN DEL EJERCICIO DE CARGO PÚBLICO DE LA ADMINISTRACIÓN


GENERAL DEL ESTADO

19. Codificación de obligaciones y derechos del cargo público. Establecimiento, en una


norma con rango legal, de las obligaciones y derechos de los cargos públicos de la
Administración General del Estado, corrigiendo la actual dispersión normativa.

20. Concreción del ámbito de aplicación. Definición explícita del concepto de cargo público
de la Administración General del Estado.

21. Transparencia. Mayor publicidad de las declaraciones de bienes y derechos


patrimoniales.

22. Concreción presupuestaria de las retribuciones. Las retribuciones de los cargos públicos
deberán figurar en las normas presupuestarias de forma clara y homogénea.

23. Homologación total del régimen de protección social. Los altos cargos contribuirán al
régimen de protección social en las mismas condiciones que el resto de trabajadores
públicos y, por lo tanto, con los mismos derechos en el régimen de pensiones públicas.

24. Concreción de los gastos de representación. Delimitación de los usos a los que pueden
ser destinados los gastos de representación. Los límites fijados en la Ley de
Presupuestos Generales del Estado en ningún caso podrán ser ampliados.

25. Prohibición de tarjetas de crédito. Justificación estricta de los gastos reembolsables,


acreditando su necesidad para las funciones inherentes al cargo.
26. Refuerzo de la oficina de conflicto de intereses. Ampliará sus funciones y reforzará sus
medios.

27. Fiscalización. Fiscalización ex post del patrimonio de los cargos públicos por parte de la
Oficina de Conflicto de Intereses, una vez abandonen su puesto, para detectar las
situaciones de enriquecimiento injustificado.

28. Colaboración. Colaboración de la Oficina de Conflicto de Intereses con organismos


como la Agencia Tributaria.

29. Control. Modificación de la Ley de prevención del blanqueo de capitales y de la


financiación del terrorismo para ampliar el elenco de "personas con responsabilidad
pública".

RESPUESTA PENAL CONTRA LA CORRUPCIÓN

30. Nuevo régimen de sanción penal para los partidos políticos. Se crearán nuevos delitos
relacionados con la financiación de partidos, recogiendo por primera vez de forma
explícita el delito de financiación ilegal de partidos políticos.

- Refuerzo del marco penal aplicable en los principales delitos asociados a la corrupción:

31. Prevaricación.

32. Cohecho.

33. Tráfico de influencias.

34. Fraudes y exacciones legales.

35. Prohibición de contratar con las administraciones. Modificación de la Ley de Contratos


del Sector Público para prohibirá a los condenados por prevaricación, falsedad en las
cuentas de los partidos políticos o financiación ilegal, entre otros, contratar con la
Administración Pública.

36. Nueva pena accesoria. Inhabilitación especial en los delitos de tráfico de influencias, y
fraude y exacciones ilegales para prohibir a los condenados -además de contratar con
la Administración Pública- recibir subvenciones o ayudas públicas, o recibir beneficios o
incentivos fiscales y de la Seguridad Social.

-- Mejoras procesales

37. Agilización del procedimiento. El juez podrá decidir la no acumulación de procedimientos


para agilizar la instrucción y el enjuiciamiento.

38. Separación de responsabilidades. Se podrá separar la determinación de la


responsabilidad civil de la penal, para no entorpecer el desarrollo de ninguno de los dos
procedimientos.
39. Racionalización del régimen de recursos. Se racionalizará la regulación de los recursos
para evitar su uso con efectos dilatorios del proceso en la fase de investigación.

40. Recuperación de activos procedentes de los delitos de corrupción. Se refuerzan las


garantías en el proceso penal para evitar que los condenados se lucren con los efectos
del delito.

Referencia bibliográfica

Gil, I,(2013),Las 40 medidas contra la corrupción

Extraído el 01.04.2016 de, http://www.abc.es/espana/20130921/abci-plan-corrupcion-


gobierno-201309202012.html

Ley del Código de Ética de la Función Pública

LEY Nº 27815

EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA POR CUANTO:

La Comisión Permanente del Congreso de la República ha dado la Ley siguiente:

LA COMISIÓN PERMANENTE DEL CONGRESO DE LA REPÚBLICA;

Ha dado la Ley siguiente:

LEY DEL CÓDIGO DE ÉTICA DE LA FUNCIÓN

PÚBLICA CAPÍTULO I

DE LA FUNCIÓN PÚBLICA

Artículo 1.- Ámbito de aplicación

Los Principios, Deberes y Prohibiciones éticos que se establecen en el presente


Código de Ética de la Función Pública rigen para los servidores públicos de las entidades
de la Administración Pública, de acuerdo a lo establecido en el artículo 4 del presente
Código.
Para los fines de la presente Ley se entenderá por entidad o entidades de la
Administración Pública a las indicadas en el artículo 1 de la Ley Nº 27444, Ley del
Procedimiento Administrativo General, incluyendo a las empresas públicas.

CONCORDANCIAS: D.S. N° 033-2005-PCM, Reglamento, Art. 2

Artículo 2.- Función Pública

A los efectos del presente Código, se entiende por función pública toda actividad
temporal o permanente, remunerada u honoraria, realizada por una persona en nombre o
al servicio de las entidades de la Administración Pública, en cualquiera de sus niveles
jerárquicos.

Artículo 3.- Fines de la Función Pública

Los fines de la función pública son el Servicio a la Nación, de conformidad con lo


dispuesto en la Constitución Política, y la obtención de mayores niveles de eficiencia del
aparato estatal, de manera que se logre una mejor atención a la ciudadanía, priorizando y
optimizando el uso de los recursos públicos, conforme a lo dispuesto por la Ley Marco de
Modernización de la Gestión del Estado.

Artículo 4.- Servidor Público

4.1 A los efectos del presente Código se considera como servidor público a todo
funcionario, servidor o empleado de las entidades de la Administración Pública, en
cualquiera de los niveles jerárquicos sea éste nombrado, contratado, designado, de
confianza o electo que desempeñe actividades o funciones en nombre o al servicio del
Estado. (*)

(*) Numeral modificado por el Artículo Único de la Ley N° 28496, publicada el 16 Abril
2005, cuyo texto es el siguiente:

"4.1 Para los efectos del presente Código se considera como empleado público a todo
funcionario o servidor de las entidades de la Administración Pública en cualquiera de los
niveles jerárquicos sea éste nombrado, contratado, designado, de confianza o electo que
desempeñe actividades o funciones en nombre del servicio del Estado."

4.2 Para tal efecto, no importa el régimen jurídico de la entidad en la que se preste
servicios ni el régimen laboral o de contratación al que esté sujeto.

4.3 El ingreso a la función pública implica tomar conocimiento del presente Código y
asumir el compromiso de su debido cumplimiento.

CONCORDANCIAS: D.S. N° 033-2005-PCM, Reglamento, Art. 2

Artículo 5.- Interpretación y consultas


5.1 La Presidencia del Consejo de Ministros es la entidad encargada de dictar las
normas interpretativas y aclaratorias del presente Código.
5.2 En caso de duda con relación a una cuestión concreta de naturaleza ética, la
entidad correspondiente deberá consultar a la Presidencia del Consejo de Ministros.

CAPÍTULO II

PRINCIPIOS Y DEBERES ÉTICOS DEL SERVIDOR PÚBLICO

CONCORDANCIAS: D.S. N° 033-2005-PCM, Reglamento, Art. 5

Artículo 6.- Principios de la Función Pública

El servidor público actúa de acuerdo a los siguientes principios:

1. Respeto

Adecua su conducta hacia el respeto de la Constitución y las Leyes, garantizando que


en todas las fases del proceso de toma de decisiones o en el cumplimiento de los
procedimientos administrativos, se respeten los derechos a la defensa y al debido
procedimiento.

2. Probidad

Actúa con rectitud, honradez y honestidad, procurando satisfacer el interés general y


desechando todo provecho o ventaja personal, obtenido por sí o por interpósita persona.

3. Eficiencia

Brinda calidad en cada una de las funciones a su cargo, procurando obtener una
capacitación sólida y permanente.

4. Idoneidad

Entendida como aptitud técnica, legal y moral, es condición esencial para el acceso y
ejercicio de la función pública. El servidor público debe propender a una formación sólida
acorde a la realidad, capacitándose permanentemente para el debido cumplimiento de sus
funciones.

5. Veracidad

Se expresa con autenticidad en las relaciones funcionales con todos los miembros de
su institución y con la ciudadanía, y contribuye al esclarecimiento de los hechos.

6. Lealtad y Obediencia

Actúa con fidelidad y solidaridad hacia todos los miembros de su institución,


cumpliendo las órdenes que le imparta el superior jerárquico competente, en la
medida que reúnan las formalidades del caso y tengan por objeto la realización de
actos de servicio que se vinculen con las funciones a su cargo, salvo los supuestos de
arbitrariedad o ilegalidad manifiestas, las que deberá poner en conocimiento del superior
jerárquico de su institución.

7. Justicia y Equidad

Tiene permanente disposición para el cumplimiento de sus funciones, otorgando a


cada uno lo que le es debido, actuando con equidad en sus relaciones con el Estado, con
el administrado, con sus superiores, con sus subordinados y con la ciudadanía en general.

8. Lealtad al Estado de Derecho

El funcionario de confianza debe lealtad a la Constitución y al Estado de Derecho.


Ocupar cargos de confianza en regímenes de facto, es causal de cese automático e
inmediato de la función pública.

CONCORDANCIAS: D.S. N° 033-2005-PCM, Reglamento, Art. 6

Artículo 7.- Deberes de la Función Pública

El servidor público tiene los siguientes deberes:

1. Neutralidad

Debe actuar con absoluta imparcialidad política, económica o de cualquier otra índole
en el desempeño de sus funciones demostrando independencia a sus vinculaciones
con personas, partidos políticos o instituciones.
CONCORDANCIAS: R. de Alcaldía N° 061-2006-MPL (Aprueban Directiva sobre la
neutralidad y transparencia de los servidores públicos de la Municipalidad durante
procesos electorales del año 2006) R.M. N° 0806-2006-IN-0301 (Aprueban Directiva
"Normas para asegurar y garantizar la neutralidad de los empleados públicos civiles del
Ministerio del Interior y del personal de la Policía Nacional del Perú durante el
ProcesoElectoral General del Año 2006")

2. Transparencia

Debe ejecutar los actos del servicio de manera transparente, ello implica que dichos
actos tienen en principio carácter público y son accesibles al conocimiento de toda
persona natural o jurídica. El servidor público debe de brindar y facilitar información
fidedigna, completa y oportuna.

3. Discreción

Debe guardar reserva respecto de hechos o informaciones de los que tenga


conocimiento con motivo o en ocasión del ejercicio de sus funciones, sin perjuicio de los
deberes y las responsabilidades que le correspondan en virtud de las normas que regulan
el acceso y la transparencia de la información pública.

4. Ejercicio Adecuado del Cargo

Con motivo o en ocasión del ejercicio de sus funciones el servidor público no debe
adoptar represalia de ningún tipo o ejercer coacción alguna contra otros servidores
públicos u otras personas.

5. Uso Adecuado de los Bienes del Estado

Debe proteger y conservar los bienes del Estado, debiendo utilizar los que le fueran
asignados para el desempeño de sus funciones de manera racional, evitando su abuso,
derroche o desaprovechamiento, sin emplear o permitir que otros empleen los bienes del
Estado para fines particulares o propósitos que no sean aquellos para los cuales hubieran
sido específicamente destinados.

6. ResponsabilidadTodo servidor público debe desarrollar sus funciones a


cabalidad y en forma integral, asumiendo con pleno respeto su función pública.

Ante situaciones extraordinarias, el servidor público puede realizar aquellas tareas que
por su naturaleza o modalidad no sean las estrictamente inherentes a su cargo,
siempre que ellas resulten necesarias para mitigar, neutralizar o superar las dificultades
que se enfrenten.

Todo servidor público debe respetar los derechos de los administrados establecidos en
el artículo 55 de la Ley Nº 27444, Ley del Procedimiento Administrativo General.

CONCORDANCIAS: R. N° 437-2002-
SUNARP-SN D.S. N° 033-2005-PCM,
Reglamento, Art. 6

CAPÍTULO III

PROHIBICIONES ÉTICAS DEL SERVIDOR PÚBLICO

Artículo 8.- Prohibiciones Éticas de la Función Pública

El servidor público está prohibido de:

1. Mantener Intereses de Conflicto

Mantener relaciones o de aceptar situaciones en cuyo contexto sus intereses


personales, laborales, económicos o financieros pudieran estar en conflicto con el
cumplimento de los deberes y funciones a su cargo.

2. Obtener Ventajas Indebidas

Obtener o procurar beneficios o ventajas indebidas, para sí o para otros, mediante el


uso de su cargo, autoridad, influencia o apariencia de influencia.

3. Realizar Actividades de Proselitismo Político

Realizar actividades de proselitismo político a través de la utilización de sus funciones


o por medio de la utilización de infraestructura, bienes o recursos públicos, ya sea a favor
o en contra de partidos u organizaciones políticas o candidatos.

CONCORDANCIAS: R.M. N° 0806-2006-IN-0301 (Aprueban Directiva "Normas para


asegurar y garantizar la neutralidad de los empleados públicos civiles del Ministerio del
Interior y del personal de la Policía Nacional del Perú durante el Proceso

Electoral General del Año 2006")


4. Hacer Mal Uso de Información Privilegiada

Participar en transacciones u operaciones financieras utilizando información


privilegiada de la entidad a la que pertenece o que pudiera tener acceso a ella por su
condición o ejercicio del cargo que desempeña, ni debe permitir el uso impropio de dicha
información para el beneficio de algún interés.

5. Presionar, Amenazar y/o Acosar

Ejercer presiones, amenazas o acoso sexual contra otros servidores públicos o


subordinados que puedan afectar la dignidad de la persona o inducir a la realización de
acciones dolosas.

CONCORDANCIAS: D.S. N° 033-2005-PCM, Reglamento, Art. 6 R.M. N° 028-2006-


PRODUCE, Prohibiciones

CAPÍTULO IV

INCENTIVOS, SANCIONES Y PROCEDIMIENTO

Artículo 9.- Órgano de la Alta Dirección

9.1 El Órgano de la Alta Dirección de cada entidad pública ejecuta, en la institución de


su competencia, las medidas para promover la cultura de probidad, transparencia, justicia
y servicio público establecida en el presente Código.

9.2 El Órgano de la Alta Dirección establece los mecanismos e incentivos que


permitan una actuación correcta, transparente y leal de los servidores públicos. En ese
sentido, dicho órgano está encargado de:

a) Difundir el Código de Ética de la Función Pública.

b) Diseñar, establecer, aplicar y difundir los incentivos y estímulos a los servidores


públicos que cumplan con los principios, deberes y obligaciones del presente Código y
respeten sus prohibiciones.

c) Desarrollar campañas educativas sobre las sanciones para los servidores públicos
que tengan prácticas contrarias a los principios establecidos en el presente Código.

CONCORDANCIAS: D.S. N° 033-2005-PCM, Reglamento, Art. 21 y 22

R.M. N° 550-2007-MTC-01
Artículo 10.- Sanciones

10.1 La transgresión de los principios y deberes establecidos en el Capítulo II y de las


prohibiciones señaladas en el Capítulo III, de la presente Ley, se considera infracción al
presente Código, generándose responsabilidad pasible de sanción.

10.2 El Reglamento de la presente Ley establece las correspondientes sanciones.


Para su graduación, se tendrá presente las normas sobre carrera administrativa y el
régimen laboral aplicable en virtud del cargo o función desempeñada.

10.3 Las sanciones aplicables por la transgresión del presente Código no exime de las
responsabilidades administrativas, civiles y penales establecidas en la normatividad.

Artículo 11.- Obligación de comunicar transgresión del Código

Todo servidor público que tenga conocimiento de cualquier acto contrario a lo normado
por el presente Código tiene la obligación de informar a la Comisión Permanente de
Procesos Administrativos disciplinarios de la entidad afectada, o al órgano que haga sus
veces, para la conducción del respectivo proceso, bajo responsabilidad. (*)

(*) Artículo modificado por el Artículo Único de la Ley N° 28496, publicada el 16 Abril
2005, cuyo texto es el siguiente:

"Artículo 11.- Obligación de comunicar o denunciar los actos contrarios al Código

Todo empleado público, bajo responsabilidad, tiene el deber de comunicar, así


como la persona natural o jurídica tiene el derecho de denunciar, los actos contrarios a lo
normado en el presente Código, ante la Comisión Permanente de Procesos
Administrativos Disciplinarios de la entidad afectada o al órgano que haga sus veces.”

Artículo 12.- Procedimiento

Las entidades públicas aplicarán, contando con opinión jurídica previa, la


correspondiente sanción de acuerdo al reglamento de la presente Ley, al Decreto
Legislativo Nº 276 y su Reglamento, cuando corresponda, y a sus normas internas.Artículo
13.- Registro de Sanciones

13.1 Amplíese el contenido del Registro Nacional de Sanciones de Destitución y


Despido, establecido en el artículo 242 de la Ley del Procedimiento Administrativo
General, Ley Nº 27444, y anótese en él las sanciones producidas por la transgresión del
presente Código.

13.2 El Registro deberá contener los datos personales del servidor, la sanción
impuesta, el tiempo de duración y la causa de la misma.
13.3 La inscripción en el Registro tiene una duración de un año contado desde la
culminación de la sanción.
DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS Y FINALES Primera.- Integración de
Procedimientos Especiales

El Código de Ética de la Función Pública es supletorio a las leyes, reglamentos y otras


normas de procedimiento existentes en cuanto no lo contradigan o se opongan, en
cuyo caso prevalecen las disposiciones especiales.

Segunda.- Reglamentación

El Poder Ejecutivo, a través de la Presidencia del Consejo de Ministros, reglamenta la


presente. Ley en un plazo máximo de 90 días a partir de su vigencia.Comuníquese al
señor Presidente de la República para su promulgación. En Lima, a los veintidós días
del mes de julio de dos mil dos.

CARLOS FERRERO

Presidente del Congreso de la República

HENRY PEASE GARCÍA

Primer Vicepresidente del


Congreso de la República

AL SEÑOR PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA

REPÚBLICA POR TANTO:

Mando se publique y cumpla.

Dado en la Casa de Gobierno, en Lima, a los doce días del mes de agosto del año dos

mil dos. ALEJANDRO TOLEDO

Presidente Constitucional de la República


LUIS SOLARI DE LA FUENTE Presidente del Consejo de Ministros Aprueban Reglamento
de la Ley del Código de Ética de la Función Pública

DECRETO SUPREMO Nº 033-2005-PCM

EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA CONSIDERANDO:

Que, mediante la Ley Nº 27815 se aprueba el Código de Ética de la Función


Pública, cuya Segunda Disposición Complementaria y Final dispone que el Poder
Ejecutivo, a través de la Presidencia del Consejo de Ministros la reglamente;

Que, la aplicación y observancia de las disposiciones del Código de Ética de la


Función Pública contribuyen a fortalecer la confianza en la Administración Pública y la
buena imagen de aquellos que la integran;

Que, resulta de fundamental interés para el Estado Peruano contar con el


Reglamento de la Ley del Código de Ética de la Función Pública que permita su
aplicación, toda vez que dicho Reglamento coadyuvará a la transparencia en el
ejercicio de la función pública así como a la mejora de la gestión y de la relación con
los usuarios de los servicios;

Que, por consiguiente, resulta pertinente aprobar el Reglamento de la Ley Nº


27815 - Ley del Código de Ética de la Función Pública;
De conformidad con lo dispuesto en el inciso 8) del artículo 118 de la Constitución
Política y la Ley Nº 27815 Ley del Código de Ética de la Función Pública, modificado por la
Ley Nº 28496;

DECRETA:

Artículo 1.- Aprobación del Reglamento

Apruébese el Reglamento de la Ley Nº 27815 - Ley del Código de Ética de la


Función Pública, modificado por la Ley Nº 28496 que consta de seis (6) títulos,
veintitrés (23) artículos y una disposición transitoria.

Artículo 2.- Refrendo

El presente Decreto Supremo será refrendado por el Presidente del Consejo de


Ministros.

Dado en la Casa de Gobierno en Lima, a los dieciocho días del mes de abril del
año dos mil cinco.

ALEJANDRO TOLEDO

Presidente Constitucional de la República

CARLOS FERRERO

Presidente del Consejo de Ministros


REGLAMENTO DEL CÓDIGO DE ÉTICA DE LA FUNCIÓN PÚBLICA
ÍNDICE
Título I

Disposiciones Generales

Título II

Principios y deberes éticos de los empleados públicos

Título III

Prohibiciones e infracciones éticas de los empleados públicos

Título IV

Sanciones y procedimiento

Capítulo I

De las sanciones

Capítulo II

Del procedimiento sancionador

Título V

Incentivos y estímulos

Título Vl

Difusión del Código de Ética y campañas educativas

Disposición transitoria.
TÍTULO I DISPOSICIONES
GENERALES

Artículo 1.- Objeto

El presente Reglamento desarrolla las disposiciones contenidas en la Ley Nº


27815 - Ley del Código de Ética de la Función Pública, y la Ley Nº 28496 para lograr que
los empleados públicos, conforme a la Ley, actúen con probidad durante el desempeño de
su función.

Artículo 2.- Ámbito de aplicación

El ámbito de aplicación del presente reglamento comprende a los empleados


públicos que desempeñen sus funciones en las Entidades de la Administración Pública a
los que se refiere los artículos 1 y 4 de la Ley Nº 27815 - Ley del Código de Ética de la
Función Pública.

Artículo 3.- Definiciones

Para los efectos de la aplicación de las disposiciones de la Ley Nº 27815 - Ley del
Código de Ética de la Función Pública y del presente reglamento, se tomarán en cuenta
las siguientes definiciones:

Bienes del Estado

Cualquier bien o recurso que forma parte del patrimonio de las entidades de la
Administración Pública o que se encuentra bajo su administración, destinado para el
cumplimiento de sus funciones. Esta disposición también deberá observarse respecto de
los bienes de terceros que se encuentren bajo su uso o custodia.

Ética Pública

Desempeño de los empleados públicos basado en la observancia de valores,


principios y deberes que garantizan el profesionalismo y la eficacia en el ejercicio de la
función pública.

Información Privilegiada

Información a la que los empleados públicos acceden en el ejercicio de sus


funciones y que por tener carácter secreta, reservada o confidencial conforme a ley, o
careciendo de dicho carácter, resulte privilegiada por su contenido relevante, y que por
tanto sea susceptible de emplearse en beneficio propio o de terceros, directa o
indirectamente.

Intereses en Conflicto

Situación en la que los intereses personales del empleado público colisionan con el
interés público y el ejercicio de sus funciones, entendiéndose que cualquier actuación que
realiza dicho empleado público debe estar dirigida a asegurar el interés público y no a
favorecer intereses personales o de terceros.

Ley : Es la referencia a la Ley Nº 27815, Ley del Código de Ética de la Función


Pública.

Proselitismo Político

Cualquier actividad realizada por los empleados públicos, en el ejercicio de su


función, o por medio de la utilización de los bienes de las entidades públicas, destinada a
favorecer o perjudicar los intereses particulares de organizaciones políticas de
cualquier índole o de sus representantes, se encuentren inscritas o no.

Reincidencia

Circunstancia agravante de responsabilidad que consiste en haber sido sancionado


antes por una infracción análoga a la que se le imputa al empleado público.

Reiterancia

Circunstancia agravante de responsabilidad derivada de anteriores sanciones


administrativas por infracciones de diversa índole cometidas por el empleado público.

Ventaja indebida

Cualquier liberalidad o beneficio no reconocido por la Ley, de cualquier naturaleza,


que propicien para si o para terceros los empleados públicos, sea directa o
indirectamente, por el cumplimiento, incumplimiento u omisión de su función; así como
hacer valer su influencia o apariencia de ésta, prometiendo una actuación u omisión propia
o ajena.

Artículo 4.- De la interpretación y consultas


La Presidencia del Consejo de Ministros tiene la función de aprobar las normas
interpretativas y aclaratorias de la Ley respecto a la aplicación o interpretación de los
alcances de la Ley y del presente Reglamento, previo informe técnico favorable del
Consejo Superior del Empleo Público (COSEP).

Las consultas sobre interpretación y aclaración de la norma deben ser dirigidas por la
entidad pública señalando en forma precisa y clara el aspecto normativo sujeto a
interpretación o aclaración.

TÍTULO II

PRINCIPIOS, DEBERES Y PROHIBICIONES ÉTICAS DE LOS EMPLEADOS


PÚBLICOS

Artículo 5.- De los principios, deberes y prohibiciones que rigen la conducta ética de los
empleados públicos

Los principios, deberes y prohibiciones éticas establecidas en la Ley y en el presente

Reglamento, son el conjunto de preceptos que sirven para generar la confianza y


credibilidad de la comunidad en la función pública y en quienes lo ejercen. Los empleados
públicos están obligados a observar los principios, deberes y prohibiciones que se señalan
en el capítulo II de la Ley.

TÍTULO III

INFRACCIONES ÉTICAS DE LOS EMPLEADOS PÚBLICOS

Artículo 6.- De las infracciones éticas en el ejercicio de la Función Pública

Se considera infracción a la Ley y al presente Reglamento, la trasgresión de los principios,


deberes, obligaciones y prohibiciones establecidos en los artículos 6, 7 y 8 de la Ley,
generándose responsabilidad pasible de sanción conforme lo dispone el inciso 1 del
artículo 10 de la misma.

Artículo 7.- De la calificación de las infracciones

La calificación de la gravedad de la infracción es atribución de la Comisión de


Procedimientos Administrativos Disciplinarios de la entidad de la Administración
Pública que corresponda.

TÍTULO IV

SANCIONES Y PROCEDIMIENTO

CAPÍTULO I

DE LAS SANCIONES

Artículo 8.- De la aplicación de las Sanciones

Las sanciones se aplicarán según las disposiciones del presente capítulo.

Artículo 9.- De la clasificación de las Sanciones

Las sanciones pueden ser:

a) Amonestación b)
Suspensión

c) Multa de hasta 12 Unidades Impositivas Tributarias - UIT. d)


Resolución contractual

e) Destitución o despido.
Las sanciones antes mencionadas se aplicarán atendiendo a la gravedad de las
infracciones como sigue:

Infracciones leves: Amonestación, suspensión y/o multa.

Infracciones Graves: Resolución contractual, destitución, despido y/o multa.

Artículo 10.- De los criterios para la aplicación de sanciones

La aplicación de las sanciones se realizará teniendo en consideración los


siguientes criterios:

10.1. El perjuicio ocasionado a los administrados o a la administración pública.

10.2. Afectación a los procedimientos.

10.3. Naturaleza de las funciones desempeñadas así como el cargo y


jerarquía del infractor.
10.4. El beneficio obtenido por el infractor.

10.5. La reincidencia o reiterancia.

CONCORDANCIAS: R.M. N° 028-2006-PRODUCE, Numeral V

Artículo 11.- De las sanciones aplicables a los empleados públicos

La aplicación de las sanciones se efectuarán de acuerdo al vínculo contractual que


los empleados públicos mantengan con las entidades de la Administración Pública, de
conformidad con lo siguiente:

11.1. Las sanciones aplicables a aquellas personas que mantienen vínculo laboral:

a) Amonestación.

b) Suspensión temporal en el ejercicio de sus funciones, sin goce de


remuneraciones, hasta por un año.

c) Destitución o Despido.

11.2. Las sanciones aplicables a aquellas personas que desempeñan Función


Pública y que no se encuentran en el supuesto del inciso anterior:

a) Multa.

b) Resolución contractual.

CONCORDANCIAS: R.M. N° 028-2006-PRODUCE, Numeral V

Artículo 12.- De las sanciones aplicables a personas que ya no desempeñan Función


Pública.

Si al momento de determinarse la sanción aplicable, la persona responsable de la comisión


de la infracción ya no estuviese desempeñando Función Pública, la sanción consistirá
en una multa.

Artículo 13.- Del Registro de sanciones

Las sanciones impuestas serán anotadas en el Registro Nacional de


Sanciones, Destitución y Despido, referido en el artículo 13 de la Ley.

Artículo 14.- Del plazo para el registro de Sanciones


Las sanciones a las que se hace mención en el artículo precedente deberán ser
comunicadas al Registro en un plazo no mayor de quince (15) días contados desde la
fecha en que quedó firme y consentida la resolución respectiva.

CAPITULO II

DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO


DISCIPLINARIO

Artículo 15.- De la formalidad de las denuncias

Los empleados públicos deberán denunciar cualquier infracción que se


contempla en la Ley y en el presente Reglamento, ante la Comisión Permanente o
Especial de Procedimientos Administrativos Disciplinarios de la Entidad.

Cualquier persona puede denunciar ante la misma Comisión las infracciones que
se comentan a la Ley y al presente Reglamento.

Artículo 16.- Del Procedimiento

El empleado público que incurra en infracciones establecidas en la Ley y el


presente Reglamento será sometido al procedimiento administrativo disciplinario,
conforme a lo previsto en el Decreto Legislativo Nº 276 - Ley de Bases de la Carrera
Administrativa y de Remuneraciones del

Sector Público, su Reglamento aprobado por Decreto Supremo Nº 005-90-


PCM y sus modificatorias.

CONCORDANCIAS: R.M. N° 028-2006-PRODUCE,


Numeral V Artículo 17.- Del plazo de Prescripción

El plazo de prescripción de la acción para el inicio del procedimiento


administrativo

disciplinario es de tres (3) años contados desde la fecha en que la Comisión


Permanente o Especial de Procesos Administrativos Disciplinarios toma conocimiento de
la comisión de la infracción, salvo que se trate de infracciones continuadas, en cuyo caso
el plazo de prescripción se contabilizará a partir de la fecha en que se cometió la última
infracción, sin perjuicio del proceso civil o penal a que hubiere lugar.

Artículo 18.- De la persona que no se encuentra en ejercicio de la función pública

La persona que no se encuentre en ejercicio de función pública podrá ser sometido


al procedimiento administrativo disciplinario indicado en el presente Reglamento.

TÍTULO V

DE LOS INCENTIVOS Y ESTÍMULOS

Artículo 19.- Órgano de la Alta Dirección para diseñar, establecer, aplicar y difundir
incentivos y estímulos Corresponde a la Secretaría General de cada Entidad, o quien
haga de sus veces, diseñar, establecer, aplicar y difundir los incentivos y estímulos, así
como los mecanismos de protección, a favor de los Empleados públicos que denuncien el
incumplimiento de las disposiciones de la Ley y el presente Reglamento.

Artículo 20.- Del establecimiento de los estímulos e incentivos

Los estímulos e incentivos a los que se refieren la Ley y el presente Reglamento se


establecerán de acuerdo a los criterios que establezca el Titular de la Entidad de la
Administración Pública a propuesta de la Secretaría General, o quien haga sus veces.

Artículo 21.- De la responsabilidad y plazo para diseñar y establecer los


mecanismos a que se refiere la Ley

Los mecanismos de protección, así como los incentivos y estímulos a los que se
refiere el artículo 9 de la Ley serán establecidos por la Secretaría General, o quien haga
sus veces, en un plazo de treinta (30) días contados a partir de la vigencia del
presente Reglamento, bajo responsabilidad.

Los mecanismos e incentivos se aprueban por Resolución Ministerial tratándose de


Ministerios, Resolución Regional para el caso de los Gobiernos Regionales, Resolución de
Alcaldía para el caso de los Gobiernos Locales y por Resolución del Titular del Pliego
tratándose de las demás entidades de la administración pública.
1. LEY DE CREACION DEL COLEGIO DE LICENCIADOS EN ADMINISTRACION

DECRETO LEY N° 22087 (14.02.1978)

Art. 1° Créase el Colegio de Licenciados en Administración como entidad


autónoma y representativa de la profesión en todo el territorio de la República,
con personería jurídica propia y con sede en la Ciudad de Lima.

Art. 2° La colegiación es requisito indispensable para que los Licenciados en


Administración puedan actuar profesionalmente.

Art. 3° Para la colegiación es condición esencial poseer el título de Licenciado


en Administración, otorgado en nombre de la Nación por una Universidad del
País, o título reconocido o revalidado, de acuerdo a las disposiciones legales
vigentes, cuando sea otorgado por una Universidad extranjera.

2. Art. 4° Son fines y objetivos del Colegio:

Ejercer la representación oficial de la profesión;


Velar para que el ejercicio profesional se desarrolle de acuerdo a los principios
de la ciencia Administrativa y observando el Código de Etica Profesional;

Difundir los conocimientos en el campo profesional e incentivar la


investigación, dando especial preferencia al estudio de la realidad y problemas
nacionales;
Propender para que la profesión desempeñe en el País, la función socio -
económica que le compete, contribuyendo en la promoción de su desarrollo;

Velar por el prestigio, progreso y prerrogativas de la profesión, y gestionar


ante los Poderes Públicos, las disposiciones legales que amparan su
desarrollo y afianzamiento.
Colaborar con el Sistema Educativo Nacional; Instituciones Científicas y
Técnicas procurando la mejor formación profesional; Promover el
perfeccionamiento profesional.Mantener vinculación con entidades análogas del
País y del extranjero; Promover el espíritu de solidaridad entre sus miembros y
prestarles apoyo en el ejercicio de la profesión.

Fomentar la ayuda mutua entre sus asociados y procurar el régimen de


seguridad y previsión social para sus miembros; y
Regular la práctica profesional.Art. 5° El Colegio de Licenciados en
Administración, estará impedido de ejercer actividades distintas a las
enumeradas en el Artículo anterior y de adoptar formas de acción propias de
la actividad sindical.
Art. 6° El Colegio de Licenciados de Administración, está integrado por
Colegios Regionales, cuyo número, jurisdicción y sede, será establecido en
el Estado.
Art. 7° Los Colegios Regionales son filiales del Colegio de Licenciados en
Administración que agrupan a profesionales universitarios en Administración
de su respectiva jurisdicción territorial, con la representación y atribuciones
que el Estatuto del Colegio les otorga.

Art. 8° Son Organos Directivos:

El Consejo Directivo Nacional, como Organo Supremo del Colegio de


Licenciados en Administración con jurisdicción en todo el País y con sede en
la capital de la República; y,
Los Consejos Directivos Regionales, como Organo máximo de cada
Colegio Regional;

Art. 9° Son funciones del Concejo Directivo Nacional: Representar al Colegio


de Licenciados en Administración;
Programar, organizar, dirigir y controlar la vida institucional, de acuerdo a los
fines de la Institución;Establecer las normas que regirán el desarrollo de las
actividades profesionales y culturales de la Institución;Absolver las consultas
que le sean formuladas sobre aspectos relacionados con la profesión;
Aprobar el Código de Etica Profesional;
Aprobar su Reglamento y el de los Consejos Directivos Regionales; Coordinar
acciones con los Consejos Directivos Regionales;
Denunciar ante la autoridad competente el ejercicio ilegal de la profesión;
Pronunciarse en última instancia en los casos que precise el Estatuto; Aplicar
las sanciones que fuesen de su competencia; Administrar sus bienes y rentas;
y Otras que le sean asignadas en el Estatuto del Colegio.

Art. 10° El Consejo Directivo Nacional tendrá la siguiente composición:


Decano; Primer Vice - Decano; Segundo Vice - Decano;
Directores, cuyo número y denominación de sus cargos se especificará en el
Estatuto del Colegio y Un Delegado de cada uno de los Colegios Regionales.

Art. 11° Son funciones de los Consejos Directivos Regionales: Representar la


profesión dentro de la jurisdicción territorial del respectivo Colegio Regional;
Programar, organizar, dirigir y controlar el desarrollo de la vida institucional del
respectivo Colegio Regional;
Absolver las consultas que le sean formuladas;
Controlar el ejercicio profesional para que se desarrolle dentro del Código de
Etica.
Administrar los Bienes y rentas del Colegio Regional; y
Cumplir y hacer cumplir las normas generales señaladas por el Consejo
Directivo Nacional, así como por las disposiciones establecidas en el Estatuto
del Colegio.
Art. 12° Los Consejos Directivos Regionales tendrán la siguiente composición:
Decano.
Vice - Decano; y
Directores, cuyo número y denominación de sus cargos se especificarán en los
Estatutos del Colegio.

Art. 13° La duración de los cargos del Consejo Directivo Nacional y de los
Consejos Directivos Regionales será de dos (02) años, y sus miembros no
podrán ser reelegidos para el período inmediato.
Art. 14° La elección para los cargos del Consejo Directivo Nacional y de los
Consejos Directivos Regionales, será por votación secreta, directa y obligatoria.

Art. 15° Los miembros del Consejo Directivo Nacional serán elegidos por todos
los profesionales colegiados de la República; y de los Consejos Directivos
Regionales, por los inscritos en los respectivos Colegios Regionales.

Art. 16° El Consejo Directivo Nacional y los Consejos Directivos Regionales


podrán contar con Organos de Asesoramiento y Comités de Trabajo, cuyo
número y conformación se determinará en el Estatuto del Colegio.

Art. 17° Constituyen bienes y rentas del Colegio de Licenciados en


Administración:

Los aportes, de los Colegios Regionales, cuya forma de acordar su monto


señalará en el Estatuto;
Las donaciones y legados a su favor;
Los intereses y rentas que produzcan sus bienes y;
Los que adquieran por cualquier otro título, conforme a Ley.
Art. 18° Son bienes y rentas de los Colegios Regionales: Las cuotas de sus
miembros;
Los derechos de inscripción que abonen los profesionales que ingresan al
Colegio;
El monto de las multas que se apliquen por sanciones disciplinarias; Las
donaciones y legados a su favor;
Los intereses y rentas que produzcan sus bienes; y
Los que adquieran por cualquier otro título, conforme a Ley.

3. DISPOSICIONES FINAL Y TRANSITORIA

Primera.- Son igualmente títulos profesionales que justifican la inscripción en


el Colegio los que hasta la promulgación del presente Decreto Ley han sido
otorgados a nombre de la Nación por las Universidades del país, con las
denominaciones de Licenciados en Administración de Empresas, Licenciados en
Administración Pública, Licenciados en Administración Cooperativa, Licenciados
en Administración de la Educación, o bien Administradores de Empresas,
Administradores Públicos, Administradores Cooperativos o Administradores de
la Educación; o los Títulos correspondientes revalidados o reconocidos, cuando
han sido otorgados por una Universidad extranjera.

Segunda.- El Estatuto del Colegio de Licenciados en Administración, será


aprobado por Decreto Supremo en el término de treinta (30) días calendario, a
partir de la fecha del presente Decreto Ley.

Tercera.- El Estatuto establecerá una Comisión encargada de organizar y


presidir el proceso electoral de los primeros Consejos Nacional y Regionales y
de instalar a los elegidos.

Cuarta.- Después de elegidos e instalado el Consejo Directivo Nacional del


Colegio de Licenciados en Administración, la Asociación Peruana de
Administradores Profesionales Universitarios Liberales - APAPUL -, procederá a
su disolución y liquidación debiendo su patrimonio pasar al Colegio, bajo
inventario.

Quinta.- El Primer Consejo Nacional electo elaborará y aprobará el Reglamento


Interno y el Código de Etica Profesional del Colegio de Licenciados en
Administración, en el plazo de sesenta (60) días calendarios, a partir de la
instalación.

1. Dado en la Casa de Gobierno en Lima, a los catorce días del mes de


Febrero de mil novecientos setentiocho.

General de la División EP. FRANCISCO MORALES BERMUDEZ CERRUTTI,


Presidente de la República.
General de División EP. OSCAR MOLINA PALLOCCHIA, Presidente del Consejo
de Ministros y Ministro de Guerra.
Vicealmirante AP. JORGE ARODI GALEIANI, Ministerio de Marina.
Teniente General AP.JORGE TAMAYO DE LA FLOR, Ministro de Aeronáutica.
General de División, Ministro de Industria, Comercio, Turismo e Integración.
General de División EP., JUAN SANCHEZ GONZALES, Ministro de Energía y
Minas.
Embajador, JOSE DE LA PUENTE RADBILL, Ministro de Relaciones Exteriores.
General de División EP. OTTO ELESPURU REVOREDO, Ministro de Educación.
General de División EP., ALCIBIADES SAENZ BARSALLO, Ministro de Economía
y Finanzas.
General de División EP., OLIVIO VANNINI CHUMPITAZ, Ministro de Transportes
y Comunicaciones.
Vicealmirante; FRANCISCO MARIATEGUI ANGULO, Ministro de Pesquería.
General de División EP., LUIS CISNEROS VIZQUERRA, Ministro del Interior.
Teniente General FAP., JOSE GARCIA CALDERON KOECHLIN, Ministro de
Trabajo.
General de Brigada EP. LUIS ARBULU IBAÑEZ, Ministro de Agricultura y
Alimentación.
Mayor General FAP., OSCAR DAVILA ZUMAETA, Ministro de Salud.
Contralmirante AP., GERONIMO CAFFERATA MARAZZI, Ministro de Vivienda y
Construcción.,

4. POR TATO:
Mando se publique y cumpla.

1. Lima, 14 de Febrero de 1978.


General de División EP. FRANCISCO MORALES BERMUDEZ CERRUTTI.
General de División EP., OSCAR MOLINA PALLOCCHIA.
Vicealmirante AP., JORGE PARODI GALLIANI.
Teniente General FAP, JORGE TAMAYO DE LA FLOR.
General de División EP. OTTO ELESPURU REVOREDO.
1. BREVE RESEÑA HISTORICA DEL COLEGIO DE
LICENCIADOS EN ADMINISTRACION DEL PERU

En el Perú los estudios a nivel de facultad, se inicia en el año de 1960, en la


que fue filial de la universidad comunal del centro, hoy Universidad Nacional
Federico Villarreal, cuyo Rector era el sabio peruano Javier Pulgar Vidal, y el
primer Decano de facultad fue el ing. Luís Heysen Inchaustegui.

Dos años después, se crea la escuela de administración en la facultad de


ciencias económicas y comerciales de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos, siendo su Decano el Dr. Emilio Romero, a partir de entonces,
continuo la creación de facultades de administración en las distintas
universidades del país, tan es así, que según datos estadísticos
proporcionados por la Asamblea Nacional de Rectores la profesión de
administración es la que mas se enseña en las universidades del país, luego
sigue la profesión contable.

En 1965, el proyecto paso a la honorable ex Cámara de Diputados, siendo


derivado a las respectiva comisión, los estudiantes de las diferentes
universidades bajo la iniciativa del entonces estudiante José Ahumada
Vásquez, secretario general del centro federado de ciencias administrativas y
sociales de la Universidad Nacional Federico Villarreal, realizaron en el mes de
diciembre de dicho año, el primer congreso nacional de estudiantes de
ciencias administrativas, con la presencia del entonces presidente de la
Cámara de Diputados Dr. Enrique Rivero Vélez.

Cuando ya había sido aprobado por la respectiva comisión y estaba en agenda


para su aprobación del pleno de la Cámara de Diputados, se interrumpió la
democracia en el Perú, de manera que se tuvo que iniciar con el nuevo
gobierno, los tramites de aprobación, existiendo ya la asociación peruana de
administradores profesionales universitarios liberales (APAPUL), con su
presidente el Lic. Adm. Teofilo Lagos Rodríguez (QEPD) se reiniciaron las
gestiones, la misma que continuo durante la gestión del Lic. Adm. Antonio
Paucar Carbajal, quien realizo en 1973 un primer congreso nacional, ya de
profesionales Licenciados en Administración, para exigir al gobierno de turno
la dacion de la ley de colegiación. Al Licenciado Antonio Paucar le sucedió el
Licenciado en Administración Edmundo Fleming Campos, sin embargo es bajo
la presidencia de APAPUL- la asociación peruana de administradores
profesionales universitarios liberales, que se consiguió la dacion del Decreto
Ley Nº 22087 el 14 de febrero de 1978…….el santo de los románticos premió
así el idealismo de los Licenciados en Administración, de ahí que ese día
también se celebra el “DIA DE LOS LICENCIADOS EN ADMINISTRACION”
Colegio de Licenciados en
Administración del Perú
Código de Ética Profesional

2. Preámbulo
Son propósitos de este Código, enunciar los principios que deben
guiar la actitud y la conducta del Licenciado en Administración para el
logro de elevados fines morales, científicos y técnicos, dando al
cuerpo profesional un conjunto de normas éticas para evitar que se
pueda comprometer el honor y la probidad del profesional, así como
la imagen de la Orden. Estas normas éticas no excluyen otras no
enunciadas expresamente, pero que surgen del digno y correcto
ejercicio profesional. No debe interpretarse que este Código permite
lo que no prohíbe expresamente.

3. Postulados - Alcance del Código

Postulado I. Aplicación universal del código. Este código de Ética


Profesional es aplicable a todo Licenciado en Administración por el
hecho de serlo, sin importar la índole de la actividad o especialidad
que cultive tanto en el ejercicio independiente o cuando actúe como
funcionario o empleado en instituciones públicas o privadas. Abarca
también a los Licenciados en Administración que además de ésta
ejerzan otras profesiones.

4. Responsabilidad hacia la Sociedad

Postulado II. Independencia de criterio. Al expresar cualquier juicio


profesional el Licenciado en Administración acepta la obligación de
sostener un criterio libre e imparcial.

Postulado III. Calidad profesional. En la prestación de cualquier


servicio se espera del Licenciado en Administración una verdadera
labor profesional, por lo que siempre tendrá presentes las
disposiciones normativas de la profesión que sean aplicables al
trabajo específico que está desempeñando. Actuará, así mismo, con
la intención, el cuidado y la diligencia de una persona responsable.

Postulado IV. Preparación Profesional. Como requisito para que el


Licenciado en Administración acepte prestar sus servicios, deberá
tener el entrenamiento técnico y la capacidad necesaria para realizar
las actividades profesionales satisfactoriamente.

Postulado V. Responsabilidad personal. El Licenciado en


Administración siempre aceptará una responsabilidad personal por los
trabajos llevados a cabo por él o realizados bajo su dirección.

5. Responsabilidad hacia quien Patrocina los Servicios

Postulado VI. Secreto Profesional. El Licenciado en Administración


tiene la obligación de guardar el secreto profesional y de no revelar o
divulgar por ningún motivo los resultados de los estudios, hechos,
datos o circunstancias de que tenga conocimiento en el ejercicio de
su profesión, a menos que lo autoricen los interesados, excepto los
informes que establezcan las leyes respectivas.

Postulado VII. Obligación de rechazar tareas que no cumplen con la


moral. Faltará al honor y dignidad profesional todo Licenciado en
Administración que directa o indirectamente intervenga en arreglos o
asuntos reñidos con la moral y la ética profesional.

Postulado VIII. Lealtad hacia el patrocinador de los servicios. El


Licenciado en Administración se abstendrá de aprovecharse de
situaciones que puedan perjudicar a quien haya contratado sus
servicios.

Postulado IX. Retribución económica. Al acordar la compensación


económica que habrá de recibir, el Licenciado en Administración
siempre deberá tener presente que la retribución por sus servicios no
constituye el único objetivo ni la razón de ser del ejercicio de su
profesión.

6. Responsabilidad hacia la Profesión

Postulado X. Respeto a los colegas y a la profesión. Todo Licenciado


en Administración cuidará sus relaciones con sus colaboradores, con
sus colegas y con las instituciones que los agrupan, buscando que
nunca se menoscabe la dignidad de la profesión sino que se
enaltezca, actuando siempre con espíritu de grupo.

Postulado XI. Dignificación de la imagen profesional. Para hacer llegar


a quien patrocina sus servicios y a la sociedad en general una imagen
positiva y de prestigio el Licenciado en Administración se valdrá
únicamente de su calidad profesional y personal, así como de la
promoción institucional.

Postulado XII. Difusión y enseñanza de conocimientos técnico-


científicos. Todo Licenciado en Administración que de alguna manera
transmita sus conocimientos, tendrá como objetivo mantener las más
altas normas profesionales y de conducta y de contribuir al desarrollo
y difusión de los conocimientos propios de la profesión.
7. Capítulo I

1. Normas Generales

Art. 1.- Los Licenciados en Administración tienen la ineludible


obligación de regir su conducta de acuerdo a las normas contenidas
en este código, las cuales deberán considerarse mínimas pues se
reconoce la existencia de otras normas de carácter legal y moral cuyo
espíritu amplía el de las presentes.

Art. 2.- Este código rige la conducta del Licenciado en Administración


en sus relaciones con el público en general, con quien patrocina sus
servicios (clientes o patrón) y sus colegas de profesión, y le será
aplicable, cualquiera que sea la forma que revista su actividad,
especialidad que cultive o la naturaleza de la retribución que perciba
por sus servicios.

Art. 3.- Los Licenciados en Administración que además ejerzan otra


profesión, deberán acatar estas reglas de conducta,
independientemente de las que señale la otra profesión para sus
miembros.

Art. 4.- Ningún convenio que celebre un Licenciado en Administración


tendrá el efecto de enervar los alcances de este código o de excusar
obligaciones y responsabilidades profesionales, aunque los clientes o
patrocinadores hubieren dejado expresa constancia de su renuncia al
derecho de exigir su cumplimiento.

Art. 5.- Los casos en que exista duda acerca de la interpretación de


este código, deberán someterse al Tribunal de Honor del Consejo
Regional a que pertenezca el colegiado en su caso.

Art. 6.- El ejercicio profesional del Licenciado en Administración debe


ser consciente y digno, y la expresión de la verdad, norma
permanente de conducta y sustento de su actuación. No debe
utilizarse la técnica para distorsionar la realidad. No debe usar sus
conocimientos profesionales en tareas reñidas con la moral.

Art. 7.- El Licenciado en Administración no debe aconsejar ni


intervenir cuando su actuación profesional permita, ampare o facilite
actos incorrectos o punibles; pueda utilizarse para confundir o
sorprender la buena fe de terceros; usarse en forma contraria al
interés público, a los intereses de la profesión o para burlar la ley.

Art. 8.- El Licenciado en Administración no debe permitir que sus


servicios profesionales o su nombre faciliten o hagan posible el
ejercicio de la profesión por quienes no están autorizados para ello, o
asociar su nombre en propaganda o actividades con personas o
entidades que aparezcan indebidamente como profesionales.

Art. 9.- Tan pronto como le sea posible, el Licenciado en


Administración deberá interrumpir sus relaciones con cualquier otra
persona u organización cuyos representantes, hallándose o no bajo su
dependencia directa, no estén dispuestos a conducirse y a velar por
los intereses institucionales del Colegio y el espíritu de que trata este
Código de Ética.

8. Capítulo II

1. De las Relaciones con la Sociedad

Art. 10.- Toda opinión, informe, certificación o dictamen verbal o


escrito que emita el Licenciado en Administración, deberá contener la
expresión de su juicio fundado en elementos objetivos, sin ocultar o
desvirtuar los hechos, para no inducir a error, sustentándose en las
declaraciones oficiales del Colegio de Licenciados en Administración.

Art. 11.- El Licenciado en Administración no debe utilizar en su


actuación profesional los títulos o designaciones de cargos del
Consejo Directivo Nacional o Regional o de entidades representativas
de la profesión, salvo en actos realizados en nombre de ellas.

Art. 12.- El Licenciado en Administración deberá abstenerse de


formular comentarios, críticas o controversias sobre materias
relacionadas con la política pública, que estén inspirados o sostenidos
económicamente por intereses privados, a menos que indique en
nombre de quién lo hace.

Art. 13.- El Licenciado en Administración deberá advertir


profesionalmente sobre las condiciones que puedan hacer peligrar el
fortalecimiento y el mantenimiento del sistema democrático del país,
así como de los actos que atenten contra la Constitución Política del
Perú.

9. Capítulo III

1. Comportamiento Profesional

Relaciones con los Colegas

Art. 14.- Son actos contrarios a la ética profesional e incompatibles


con el comportamiento digno y honorable de los miembros del
Colegio de Licenciados en Administración, los siguientes:

1. Atribuirse o adjudicarse ideas o documentos técnicos de los que no se es autor.


2. Injuriar o hacer comentarios directa o indirectamente de otro colega, cuando
dichos actos perjudiquen su reputación, su clientela futura, sus intereses o el
prestigio de la profesión.
3. Nombrar o intervenir para que se nombre en cargos técnicos o para el control o
supervigilancia de la labor técnico-profesional propias del ámbito específico que
trata este código, a personas carentes de Título de Licenciado en
Administración.
4. Recibir, ofrecer o dar beneficios de cualquier especie para gestionar, obtener o
acordar designaciones o el encargo de trabajos profesionales.
5. El intento de sustituir a cualquier Licenciado en Administración a sabiendas de
que ya se han adoptado medidas para su nombramiento o contratación.
6. Tratar de reemplazar en el cargo a otro Licenciado en Administración hasta tanto
este último no haya terminado la prestación de sus servicios. Es indispensable
cuando reemplace a otro Licenciado en la prestación de servicios profesionales,
se dirija a él para informárselo.
7. Tratar de sustituir a un colega mientras esté desempeñando un cargo público o
privado. La falta será más grave si para ello se utilizan procedimientos político-
partidaristas o cualquier otra forma segregacionista.
8. Valerse de la ventaja del desempeño de un cargo para competir deslealmente con
otros colegas; o para impedir la publicación y difusión de investigaciones o de
las actividades individuales o institucionales de los Licenciados en
Administración.
9. Fijar e influir en las asignaciones de los honorarios por servicios profesionales
de los Licenciados en Administración, cuando tales honorarios representan una
compensación inadecuada.
10. Revisar el trabajo técnico hecho por otro colega, sin previo conocimiento de
éste, excepto en los casos en que dicho profesional hubiera dejado de tener
conexión o relación con el trabajo en referencia.
11. Permitir, cometer o contribuir a que se cometan injusticias contra otros
Licenciados en Administración.
12. Propiciar o emprender actividades contra el Colegio de Licenciados en
Administración o contra los directivos, excepto cuando éstas se canalicen a
través del Tribunal de Honor de cada Colegio Regional.

2. Relación con los Patrocinadores o Clientes

Art. 15.- El Licenciado en Administración deberá abstenerse de


entablar competencia con otro colega, reduciendo sus honorarios o
tratando de ofrecer sus servicios por una cantidad inferior, después
de tener conocimiento de los honorarios fijados por su competidor.

Art. 16.- El Licenciado en Administración no deberá suscribir


documentos técnicos, en general, que no hayan sido meticulosamente
estudiados, ejecutados o revisados personalmente o formulados por
algún colaborador, bajo su supervisión.

Art. 17.- Cuando se desvinculen profesionales que hayan colaborado


mutuamente y alguno de ellos mantenga vinculación con ex-clientes
comunes, los restantes profesionales deben abstenerse de promover
la atracción para sí de dichos clientes.

Art. 18.- Sin el consentimiento de todas las partes interesadas, el


Licenciado en Administración no debe aceptar compensaciones
económicas o de otra índole, que provengan de más de una de las
partes interesadas, por razón del mismo servicio prestado o por
servicios relacionados con el mismo trabajo.

Art. 19.- El Licenciado en Administración no podrá aceptar para sí


mismo, comisiones o gratificaciones que provengan de las partes
contratantes o de otras partes interesadas que mantengan relaciones
con su cliente en cuanto al trabajo del que es responsable.

Art. 20.- El Licenciado en Administración está obligado a informar a


sus clientes de sus relaciones comerciales, intereses u otras
circunstancias que puedan influir en su criterio o en la calidad de los
servicios que preste.

Art. 21.- El Licenciado en Administración deberá abstenerse de hacer


uso de la información, de los descubrimientos o de los resultados que
se deriven de los mismos, que conozca en tanto se halle al servicio de
un cliente o patrocinador, en cualquier forma que pueda resultar
perjudicial a los intereses de este último.

Art. 22.- El Licenciado en Administración que actúe en forma


dependiente, al expresar un juicio profesional, emitir un informe
técnico, deberá tener en cuenta la responsabilidad que tiene con la
sociedad, de sostener un criterio imparcial, considerando que quienes
pueden ser afectados esperan siempre de él una actitud profesional.

Art. 23.- El Licenciado en Administración reconoce el derecho que


tiene el usuario, de solicitar la prestación de los servicios que
respondan más a sus intereses o necesidades.

Por lo tanto, el Licenciado en Administración podrá presentar en


concurso una propuesta de sus servicios profesionales, siempre y
cuando se le solicite y no recurra a procedimientos que vayan en
contra de la profesión o de alguno de los postulados establecidos en
este Código.

Art. 24.- El Licenciado en Administración deberá puntualizar en qué


consistirán sus servicios y cuáles serán sus limitaciones. Cuando en el
desempeño de su trabajo se encuentre con alguna circunstancia que
no le permita seguir desarrollándolo en la forma originalmente
propuesta, deberá comunicar esa circunstancia de inmediato a sus
usuarios o clientes.

Art. 25.- El Licenciado en Administración podrá asociarse con otros


colegas o inclusive con miembros de otras profesiones a fin de estar
en posibilidades de prestar mejor servicio a quienes lo soliciten. Esta
asociación sólo podrá formarse si el Licenciado en Administración
ostenta su responsabilidad personal e ilimitada. Cuando por la
naturaleza del trabajo, el Licenciado en Administración debe recurrir a
la asistencia de un especialista y la participación de éste en el trabajo
sea fundamental para alcanzar los resultados previstos, el Licenciado
en Administración asumirá la responsabilidad respecto a la capacidad
y competencia del especialista y deberá informar claramente a su
cliente las peculiaridades de esta situación.

Art. 26.- La asociación profesional deberá darse a conocer con el


nombre de uno o más socios que sean Licenciados en Administración
y sólo podrá ostentarse como firma de Licenciados en Administración
cuando tenga como finalidad ejercer su acción en el ámbito
profesional, y más del 50 por ciento de sus socios sean Licenciados
en Administración. En este caso deberán exigir a sus miembros no
Licenciados en Administración el respeto a las normas contenidas en
este código de ética, en todo aquello que les sea aplicable. Los socios
fallecidos podrán continuar apareciendo en la razón social de la firma
a la que hayan pertenecido.

3. Secreto Profesional

Art. 27.- La relación entre el Licenciado en Administración y el cliente


o usuario debe desarrollarse dentro de la más absoluta reserva y
confianza. El Licenciado en Administración no debe divulgar asunto
alguno sin la autorización expresa de su cliente, ni utilizar en su favor
o de terceros el conocimiento íntimo de los negocios adquiridos del
cliente, como resultado de su labor profesional al servicio de aquél.

Art. 28.- El Licenciado en Administración podrá consultar o cambiar


impresiones con otros colegas en cuestiones de criterio o de doctrina,
pero nunca deberá proporcionar datos que identifiquen a las personas
o negocios de que se trate, a menos que sea con el consentimiento
de los contratantes.

Art. 29.- El Licenciado en Administración no debe revelar o permitir


que se revele, información confidencial relativa a los intereses de sus
clientes o de los usuarios.

Art. 30.- El Licenciado en Administración no podrá revelar datos


reservados de carácter técnico, confiados a su estudio por clientes y,
en general, deberá guardar el secreto profesional, salvo los casos de
interés de la Nación o de la Humanidad.

Art. 31.- El Licenciado en Administración está relevado de su


obligación de guardar secreto profesional cuando
imprescindiblemente deba revelar lo que conoce para su defensa
personal, en la medida en que la información que proporcione sea
insustituible.

4. Promoción y Publicidad

Art. 32.- Ningún Licenciado en Administración podrá anunciarse o


hacer declaraciones públicas o editar publicaciones sobre su
experiencia personal, competencia profesional, o éxitos alcanzados,
utilizando un lenguaje o formas que puedan inducir a error por
autoelogiosas o demagógicas.

Art. 33.- El Licenciado en Administración deberá cimentar su


reputación en la honradez, laboriosidad y capacidad profesional,
observando las reglas de ética más elevadas en sus actos y evitando
toda publicidad con fines de lucro o autoelogio. No deberá anunciarse
o solicitar trabajo por conducto de medios masivos de comunicación
o de otros que menoscaben la dignidad del Licenciado en
Administración o de la profesión en general.

Art. 34.- El Licenciado en Administración deberá analizar


cuidadosamente las verdaderas necesidades que puedan tenerse de
sus servicios, para proponer aquellos que más convengan dentro de
las circunstancias. Este consejo deberá darse en forma desinteresada
y estará basado en los conocimientos y la experiencia profesional.

Art. 35.- Ningún Licenciado en Administración podrá obtener ventajas


económicas directas o indirectas por la venta al patrocinador de su
trabajo, de productos o servicios que él haya sugerido en el ejercicio
de su profesión, excepto de aquellas que le sean propias de su
actividad como Licenciado en Administración.

Art. 36.- No se consideran como publicidad los trabajos técnicos que


elaboran los Licenciados en Administración ni los folletos o boletines
que con una presentación sobria y sencilla circulen, exclusivamente
entre su personal, clientes y personas que expresamente los soliciten.

5. Honorarios

Art. 37.- El monto de la retribución económica que perciba el


Licenciado en Administración ha de estar de acuerdo con la
importancia de las labores a realizar, el tiempo que a esa labor se
destine, el grado de especialización requerido; en todo caso tiene la
obligación de convenir como mínimo los honorarios que fije el arancel
del Colegio.

Art. 38.- El Licenciado en Administración no debe aceptar


participaciones ni comisiones por asuntos que, en el ejercicio de la
actividad profesional, se encomiende a otro colega, salvo las que
correspondan a la ejecución conjunta de una labor o surjan de la
participación en asociaciones de profesionales.

Art. 39.- El Licenciado en Administración cuando actúe por delegación


de otro colega debe abstenerse de recibir honorarios o cualquier otra
retribución, sin autorización de quien le encomendó la tarea.
Art. 40.- El Licenciado en Administración en ningún caso podrá
conceder comisiones o corretajes por la obtención de un puesto o
trabajo profesional. Sólo podrá conceder participación en los honorarios
o utilidades derivadas de su trabajo a personas o asociaciones con
quienes comparta el ejercicio profesional.

6. Incompatibilidades

Art. 41.- El Licenciado en Administración no debe aceptar ni acumular


cargos, funciones, tareas o asuntos que le resulten materialmente
imposible atender personalmente.

Art. 42.- El Licenciado en Administración no deberá aceptar tareas para


las que no está capacitado.

Art. 43.- El Licenciado en Administración no deberá aceptar tareas en


las que se requiera su independencia, si ésta se encuentra limitada.

Art. 44.- El Licenciado en Administración en el ejercicio independiente


de la profesión se abstendrá de ofrecer sus servicios a clientes de otro
colega. Sin embargo, tiene el derecho de atender a quienes acudan en
demanda de sus servicios o consejos.

Art. 45.- El Licenciado en Administración no debe intervenir


profesionalmente en empresas similares a aquellas en las que tenga o
pueda tener interés como empresario, sin dar a conocer dicha situación
previamente al interesado.

Art. 46.- El Licenciado en Administración cuando en el ejercicio de


actividades públicas o privadas hubiese intervenido en un determinado
asunto, no debe luego asesorar, directa o indirectamente, a la
contraparte, en el mismo asunto. En caso de insistencia deberá
inhibirse por escrito.

10. Capítulo IV

1. Relaciones con el Personal

Art. 47.- Todo Licenciado en Administración está obligado a cuidar del


personal a su cargo, en todos los aspectos de la seguridad social de
dicho personal, velando por el cumplimiento de las obligaciones que el
Estado, la Sociedad o la Empresa tiene para con cada uno de ellos.

Art. 48.- Está obligado a considerar a todos sus subordinados en igual


plano, respecto a condiciones de trabajo, relaciones humanas, igualdad
de oportunidades, sin discriminaciones por razón de política, raza,
doctrina, credo, etc.

Art. 49.- El Licenciado en Administración deberá dar a sus


colaboradores el trato que les corresponde como profesionales y
vigilará su adecuado entrenamiento, superación y justa retribución.

Art. 50.- El Licenciado en Administración no deberá ofrecer trabajo


directa o indirectamente a funcionarios, empleados o socios de otros
colegas o clientes, si no es con previo consentimiento de éstos, pero
podrá contratar libremente a aquellas personas que por su iniciativa o
en respuesta a un anuncio le soliciten el empleo.

Art. 51.- No permitirá que un empleado o subalterno suyo preste


servicios o ejecute actos que al propio Licenciado en Administración no
le están permitidos, en los términos de este Código.

Art. 52.- El Licenciado en Administración no deberá aceptar o tolerar


que el personal a su cargo acepte cualquier comisión comercial,
descuento u otro tipo de retribución, en relación al suministro de
productos o servicios a sus clientes o patrocinados.

11. Capítulo V

1. Deberes para con el Colegio

Art. 53.- Es deber del Licenciado en Administración prestar su concurso


personal para el mejor éxito de los fines colectivos del Colegio. Los
encargos o comisiones que se le confíen deben ser acatados en su
fondo y en su forma, salvo causa debidamente justificada.

Art. 54.- Todo Licenciado en Administración que tenga pruebas de que


cualquier miembro de la orden ha infringido el Código de Ética
Profesional, está obligado a plantear la cuestión en el Tribunal de
Honor, así como a denunciar de inmediato el ejercicio ilegal de la
profesión.

12. Capítulo VI

1. Del Ejercicio Docente

Art. 55.- El Licenciado en Administración que desempeñe un cargo


docente en alguna institución o que de alguna manera imparta
enseñanza de la Ciencia Administrativa, deberá instruir en forma
técnica y útil, y orientar a quien se enseña, para que en su futuro
ejercicio profesional actúe con estricto apego a las reglas de ética
profesional.
Art. 56.- El Licenciado en Administración no debe actuar en
instituciones de enseñanza que desarrollen sus actividades mediante
propaganda o procedimientos incorrectos, o que otorguen diplomas o
certificados que induzcan a confusión con el título profesional obtenido
y expedido por las Universidades del País.
Art. 57.- El Licenciado en Administración no deberá suscribir, expedir,
propiciar o contribuir a que se otorguen títulos, diplomas, licencias o
certificados de idoneidad profesional a personas que no llenen los
requisitos indispensables para ejercer la profesión, de conformidad con
las leyes y reglamentos vigentes o mediante procedimientos incorrectos
que comprometan el honor, la probidad profesional, así como la imagen
de la Orden.
Art. 58.- El Licenciado en Administración no debe permitir o contribuir a
que el ejercicio docente sobre materias de ámbito específico de la
profesión, sean desarrolladaspor personas con título profesional distinto
del que trata este código de ética o por quienes no están legalmente
autorizados para ello.

13. Capítulo VII


1. Calificación de Faltas y Aplicación de Sanciones

Art. 59.- El Licenciado en Administración que viole este código, se hará


acreedor a las sanciones que le imponga el Colegio Regional al que
pertenezca o el Consejo Directivo Nacional, quien intervendrá tanto en
el caso de que no lo haga la Regional, como por las instancias que
señalan sus Estatutos y el Reglamento del Tribunal de Honor.

Art. 60.- Cada Colegio Regional nombrará con carácter de permanente,


un Tribunal de Honor, que fiscalizará el cumplimiento del presente
Código. El Tribunal de Honor actuará de oficio ante el conocimiento del
caso, elevando sus dictámenes oportunamente al Consejo Directivo
Nacional.
Art. 61.- Para la imposición de sanciones se tomará en cuenta la
gravedad de la violación cometida evaluando dicha gravedad de
acuerdo con la trascendencia que la falta tenga para el prestigio y
estabilidad de la profesión del Licenciado en Administración y la
responsabilidad que pueda corresponderle.
Art. 62.- Según la gravedad de la falta, la sanción podrá consistir en:
1. Amonestación privada.
2. Amonestación pública.
3. Suspensión temporal de sus derechos como colegiado.
4. Expulsión.
5. Denuncia judicial, u otras, ante las autoridades competentes por las violaciones a la
Constitución Política y a las normas legales que rigen el ejercicio profesional.

Art. 63.- El procedimiento para la imposición de sanciones será el que


se establece en el Reglamento Interno del Colegio de Licenciados en
Administración del Perú.

14. Capítulo VIII

1. Prescripción
Art. 64.- La prescripción de las acciones derivadas de violaciones al
Código de Ética será efectiva a los tres años de producido el hecho que
les dió origen, si no hubieren sido denunciadas en ese lapso.

Art. 65.- La prescripción se interrumpe por los actos procesales


tendientes a la dilucidación y esclarecimiento del hecho violatorio o por
la comisión de otra violación al presente código.
Los Parlamentarios que suscriben multipartidariamente, a propuesta del Congresista
JOHNNY CÁRDENAS CERRÓN, en ejercicio de la facultad establecida en el Artículo 107° de
la Constitución Política del Estado Peruano, en concordancia con el Artículo 22° literal “c” y
Artículo 76° del Reglamento del Congreso de la República, proponen el siguiente

PROYECTO DE LEY
LEY DEL EJERCICIO PROFESIONAL DEL LICENCIADO EN ADMINISTRACIÓN
ARTICULO PRIMERO.- OBJETO DE LA LEY

La presente Ley tiene por objeto normar el ejercicio legal de la profesión del Licenciado en
Administración, señalado en su Ley de creación, Decreto Ley N° 22087 y su Estatuto
aprobado por Decreto Supremo N° 020-2006-ED, Capítulo III Art. 6° del ámbito profesional,
los mismos que deben ser formulados y suscritos por Licenciados en Administración
debidamente Colegiados y Habilitados.

ARTÍCULO SEGUNDO.- AMBITO DE APLICACIÓN

La presente Ley es de aplicación a los profesionales Licenciados en Administración


egresados de la Universidades reconocidas por el órgano competente a nivel nacional y de
los titulados en Universidades extranjeras, evaluados y convalidados por el órgano
competente, creado por Ley para tal fin.
ARTÍCULO TERCERO.- GARANTÍA PARA EL EJERCICIO LEGAL DE LA PROFESIÓN DEL
LICENCIADO EN ADMINISTRACIÓN

El Colegio de Licenciados en Administración como entidad autónoma y representativa de la


profesión en todo el territorio de la República y sus Consejo Directivos Regionales, con
personería jurídica garantizan con la Colegiación, habilidad, certificación y recertificación
profesional, el ejercicio legal y competente de la profesión al servicio de la sociedad y de
personas naturales y jurídicas constituidas en organizaciones de diverso género.

ARTÍCULO CUARTO.- EJERCICIO PROFESIONAL

A mérito de la formación académica de los profesionales en Administración, las plazas


administrativas de su competencia, serán desempeñadas por Licenciados en
Administración, los mismos que suscribirán los documentos de gestión administrativa
institucional, que formulen.

Asimismo elaborarán y suscribirán la documentación relativa a la estructura organizacional


y manuales administrativos correspondientes a las diversas entidades y organizaciones del
país.

ARTÍCULO QUINTO.- LINEA DE CARRERA

El estado garantiza y promueve el desarrollo del Licenciado en Administración a través de la


línea de carrera, conforme a las normas del régimen laboral que le corresponda.

DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS Y AFINES

PRIMERA.- ESPECIALIDADES

La Administración por su carácter de Ciencia Administrativa, se constituye en un solo gran


ámbito disciplinario é integrador. El desarrollo de esta noble profesión y el amplio ámbito
de su gestión, genera diversas especialidades, las que en tal contexto, originan diversas
menciones y/o denominaciones como parte del contexto de la Administración. En tal
sentido, el Colegio de Licenciados en Administración tiene la obligación de crear tantos
Capítulos como especialidades existan (Menciones y/o denominaciones) a fin de que los
profesionales de Administración en sus diversas especialidades, se registren en sus
correspondientes Capítulos y puedan ejercer legalmente la profesión.

SEGUNDA.- DERECHOS Y OBLIGACIONES EN OTRAS LEYES

Lo dispuesto en la presente Ley, no limita los derechos y las obligaciones del Licenciado en
Administración contemplados en otras normas legales.

Lima, 12 de Enero del 2014


FLUJOGRAMA

Referencia Bibliográfica:

1) Colegio de Licenciados en Administración: Ley 222087, Código de Ética Profesional, estatuto y


Reglamentos. San Marcos, (2000)

2) Meléndez, J. : Ética y Deontología Profesional, Editorial ULADECH, Chimbote, 2015

3) Sovero, F. : Ética Urbanidad y Valores. I Edición, Editorial San Marcos, Lima , 2003

Biblioteca Digital

 Deontología Profesional: http://erp.uladech.edu.pe/catalogobiblioteca/?ejemplar=00000021090

 Delitos tributarios: http://erp.uladech.edu.pe/catalogobiblioteca/?ejemplar=00000008007

- Ética http://www.cervantesvirtual.com/obra/tica-y-modelo-de-los-principios-0/

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