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el señor juez le señale, contrato de promesa de 4. Sustanciadas conjuntamente las dos deman-
venta del apartamento número 401 del edificio das, el juzgado del conocimiento puso fin al
Ambalema ... , sujeto a los requisitos exigi- proceso con su sentencia del 14 de agosto de
dos ... "; 1980, mediante la cual negó las peticiones de la
demanda principal y la primera y segunda prin-
Segunda: que "Elías Acosta & Cía. Ltda." cipales de la recovención; accedió a la primera
debe restituir a Saturia 'Cuéllar de Durán, "den- subsidiaria de ésta para declarar "que la so-
tro de los cinco (5) días siguientes a la ejecu- ciedad 'Elías Acosta y Cía. Ltda.' está obligada
toria de la sentencia o dentro del término que el a celebrar con la señora Saturia Cuéllar de Du-
señor Juez señale, la suma de un millón de pesos rán contrato de promesa de compraventa del
($ 1.000.000.00), moneda corriente, equivalente apartamento 401 del edificio Ambalema y al
al precio entregado por ésta a la sociedad ... que se refiere el documento del 30 de septiem-
doblado,' más los intereses corr-ientes sobre las bre de 1978 presentado con la demanda"; y
sumas entregadas y a partir de las fechas de condenó en costas a la sociedad demandante.
las respectivas entregas".
5. Ambas partes propusieron recurso de ape-
2. Como causa pete ndi, fuera de los hechos lución contra lo así resuelto, para ante el Tri-
narrados en los antecedentes y de los resumidos bunal del Distrito .Tudicial de Ibagué, quien, a
de la demanda principal, se consignaron estos: través de su sentencia del 24 de noviembre del
mismo año, reformó la recurrida en estos térmi-
a) Q~e "Elías Aeosta & Cía. Ltda." se com- nos: a) Confirmó la resolución desestimatoria de
prometió a suscribir una promesa de compra- las peticiones de la demanda principal; b) Se
venta sobre el apartamento 401 del edificio Am- inhibió de fallar las peticiones primera, segunda
balcma, el día 28 de febrero de 1979, "y ese y tercera principales y la primera subsidiaria de
día la señora Saturia Cuéllar de Durán debía la demanda de reconvención, por" indebida acu-
hacer la entrega de la suma de $ 300.000.00 a mulación de acciones"; c) Negó la petición se-
la sociedad, pero como no le cumplieron porque
gunda subsidiaria de la demanda de reconven-
no le hicieron la promesa de compraventa, ella ción, vale decir, la restitución de una suma de
no hizo entrega del dinero", no obstante que,
haciendo ingentes esfuerzos económicos, se ha- dinero, doblada; y, d) No condenó en costas en
ninguna de las instancias.
bía colocado en capacidad de pagar lo pactado;
b) Que el 12 de febrero de 1980, Saturia Cué- III
llar de Durán solicitó a la sociedad" la entrega
de la posesión del inmueble y la firma de la La. sentencia. del T1'ibunal
promesa ... "; acto jurídico a que ésta se negó 1. Después de hacer el planteamiento general
argumentando que no estaba" aprobado el re- de la cuestión en litigio y compendiar la actua-
glamento ele propiedad horizontal del edificio"; ción procesal, resalta el Tribunal en el aeápite
e) Que Saturia Cuéllar de Durán ha hecho de sus consideraciones, que sobre la naturaleza
mejoras en el inmueble, y jurídica del contrato discrepan los contendien-
tes, "puesto que la parte demandante lo entien-
d ) Que aquélla ha sufrido perjuicios eConó- de como una promesa de venta, en tanto que la
micos y morales" dcrioado« de una responsabi- parte demandada lo califica precontrato' '.
lidad precontractiuil, a cargo del convencionista 2. Cumplida esa observación inicial y luego
incumplido' '. de precisar que ese contrato no corresponde "a
uno de los previstos en el Código Civil", el a,d-
3. Elías Acosta & Cia. Ltda., al contestar el queni lo interpreta de acuerdo COn los artículos
libelo de rceonveuuión, aceptó unos hechos, negó 1618 y 1622 del mismo estatuto, para concluir
otros y dijo no constarle los demás. Por lo cual que las partes no entepdieron celebrar un con-
se opuso a las pretensiones incoadas; a las trato de promesa de venta sino "separar" un
dos primeras y a la primera subsidiaria por en- apartamento, yconsíguientemeute, que no puede
contrarlas indebidamente acumuladas, ya que, declarar nula una promesa de venta inexistente.
así lo aseveró, se "E'stá buscando por los trámi-
tes de un proceso 'Ordinario el cumplimiento de " ... no cabe duda de que en realidad la
una ilusoria obligación de ha-cer", y a la. segun- intención de las partes -aseVE'ra el juzgador
da subsidiaria porque constituye un enrique- de instancia-, no fue otra que la de 'separar'
cimiento sin causa. -como lo subraya el contrato- un apartamento
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pongan "las prestaciones a que estaban obliga- el 'I'ribunal respecto dc la apreciación que éste
das las partes' J. haya hecho de ella.
3. De ahí que, tratándose de yerros en la in-
Se considera terpretación de los contratos y de la forma de
acusarlos en casación, donde el recurrente ne-
1. Sábese que la violación directa de la ley cesariamente tiene que desarrollar su actividad
sustancial descarta toda posibilidad de yerro dialéctica en torno a las probanzas de ese con-
alguno de hecho o de derecho 'en la apreciación trato, medido por su contexto, o por las est i-
de las pruebas. La transgresión de la norma pulaciones que contiene, de tiempo atrás ha en-
sustancial por esta vía sólo cabe cuando no actúa señado la Corte que éstos significan un error de
en la sentencia la cabal y verdadera voluntad hecho que conduce 11 la violación de disposicio-
de la ley sustancial, ya porque el juez, aplican- nes sustanciales por aplicación indebida.
do la pertinente, le dé una interpretación opues-
ta a la que ella. misma expresa, ora porque tal "Siempre que se impugne en casación la in-
no gobierne la situación de hecho que refleja terpretación que el sentenciador le haya dado a
e! ,proceso o bien porque deja de aplicar la nor- un contrato -ha dicho la Corporación-, el
ma que le corresponde a ese evento. ' censornecesariamente tendrá que referirse a las
pruebas del mismo, a las estipulaciones que de
El quebranto directo de la lry sustancial su- ella resulten, a su contenido, a los medios que
pone siempre un error [uris in .indicando, el cual establezcan las circunstancias de su celebración,
se produce con prescindencia dE' las conclusiones a los usos o costumbres al respecto, al desarrollo
que el juzgador infiera sobre el aspecto fáctico. práctico que las partes le hayan dado; invocará
Por eso ha dicho la Corte, reiteradamente, que cuando haya lugar a ello, las normas de herrne-
" ... el recurrente no puede separarse ni aun néutica contractual que considere violadas, las
en lo más mínimo de las conclusiones a que en que, se repite, son meramente instrumentales y
la tarea del examen de los hechos haya llegado también ineludiblemente sustanciales. Todo ello
el Tribunal, porque si para demostrar un error para que la censura quede formulada de modo
jurídico, hace incursiones en el campo de los completo, para que resulte viable" (Cas, Civ.
hechos para deducir de allí sucesos diferentes a CXXXIV, pág. ]89).
los transcendentales que en el mismo terreno
haya encontrado el Tribunal, tal circunstancia y también ha expresado: "Es posible, enton-
estará poniendo por sí sola de presente que el ces, que al interpretar el contrato el juzgador se
censor discrepa de la sentencia acusada no sólo equivoque, ya porque supone estipnlacioues que
en la cuestión de derecho sino también en la de no contiene, ora porque ignore las que cierta-
hecho; que la disconformidad sobre lo primero mente expresa, o ya porque sacrifique el ver-
tiene origen en la disconformidad sobre lo se- dadero sentido de sus cláusulas con deducciones
gundo; y que, por ende, no se trata ele violación que contradicen la evidencia que ellas demues-
directa sino de violación indirecta. Situación tran. En todos estos eventos, el yerro del fa-
esta última quc configura un motivo especial de llador lo conduce a la violación de normas de
casación, sujeto a un régimen técnico especial y derecho sustancial por aplicación indebida, pues
distinto en todo caso del que es propio de la vio- dirime el conflicto COn base en preceptos que
lación directa" (Cas. Civ. CXXXII, pág. 193). no regulan la especie litigada, o por falta de
aplicación a ella de las disposiciones pertinentes.
2. El quebranto directo de la ley sustancial "Pero siendo la interpretación de los contra-
representa, pues, COmo quedó dicho, que, el sen- tos. .. cuestión que corresponde a. la discreta
tenciador contemple y vea los medios de prueba autonomía de los juzgadores de instancia, la que
tal como existen en el proceso, sin incurrir en el Tribunal haga no es susceptible de modificar-
error en cuanto a su apreciación, y tomando, por se en casación, sino a través de la demostración
10 mismo, los hechos sometidos a su eonsideraeión del error ele hecho que ponga de manifiesto, pal-
en sus dimensiones objetivas exactas. En ese caso, maria u ostensiblemente, que ella es de tal al-
labor impugnativa del censor se debe circuns- cance que contradice la evidencia" (CXLII, 218
cribir a los textos legales que considere inaplica- y 219).
dos, o indebidamente aplicados o aplicados con
equivocada interpretación; pero sin que descien- 4. El cargo en estudio descansa en el contrato
da un ápice siquiera al campo de las pruebas que, según dice, es una "promesa de compra-
para demostrar, por esa vía, su discrepancia con venta" absolutamente nnla por faltar en ella
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determinados requisitos legales. Y este inequí- Cita luego el recurrente un criterio doctrinal
voeo punto de partida, cuya sustentación y des- sobre el mentado artículo 862 ibidern. y el pacto
arrollo lleva al censor a analizar el documento de preferencia que él consagra; figura jurídica
que acreditay contiene aquel negocio, COn inten- que aquél halla incompatible con la calidad de
ción de ponér en evidencia los errores de inter- propietaria que en el proceso invocó la deman-
pretación del ad queni sobre el mismo, son, a no da. sobre el apartamento 401 dfü edificio Am-
dudarlo, planteamientos propios de violación balema, de la ciudad de Ibagué, materia de la
indirecta de las normas que a juicio de éste no negociación en litigio.
fueron aplicadas. Desde luego que el censor,
frente al texto del, contrato, aprecia sus cláu- 3. Añade el censor que el Tribunal "no apre-
sulas y la intención de las partes en forma ció en su conjunto el texto del documento", ya
diametralmente opuesta al juzgador. que." se limitó a escoger únicamente" su "en-
cabezamiento. .. dejando de lado otras mani-
El desacuerdo entre el Tribunal y el recurren- festaciones que en el mismo hacen los contra-
te acerca de la falta de aplicación de ciertos tantes, tales como la relativa a la de que el
ordenamientos legales -Arts. 1740, 1741, 1746, apartamento queda comprendido en venta, de
1500, 1501, 29 de la Ley 50 de 1936 y 89 de acuerdo con el sistema de propiedad horizontal ".
la Ley .153 de 1887-, empezando como em-
pieza en el terreno fáctico del litigio, implica 4. Termina el easacionista reclamando el
un parangón relativo a la prueba de la relación quiebre de la sentencia del Tribunal y su re-
jurídica sustancial que le dio origen; y, por emplazo" por la que decrete la nulidad del con-
ende, para poder di rimir esas divergentes posi- trato de promesa de compra-venta, disponiendo
ciones de juicio era indispensable que el cargo las prestaciones a que están obligadas las partes
se hubiese planteado en el terreno que las 'Origi- y la condena en costas al demand~ldo".
na, esto es, por violación indirecta y no por vio-
lación directa de la ley sustancial, como se Se considero.
propuso.
1. Insistentemente ha dicho la Corte que la
Se rechaza el cargo. aplicación indebida de la ley sustancial lleva
ínsita, por exigirlo la lógica, que la disposición
Cargo sequmdo legal cuya violación se reclama evidentemente
haya sido aplicada por el juzgador en la senten-
l. Lo formula el recurrente por violación in- cia que desata el conflicto de intereses. Y tal
directa de la ley sustancial, en razón de aplica- supone, como es obvio y natural, que el falJo
ción indebida "del artículo 862 del Código de combatido sea no sólo de mérito, sino, en prin-
Comercio a consecuencia de errores manifiestos cipio, estimatorio de las pretensiones o excep-
de hecho cometidos por el juzgador de segunda ciones que hubiesen formulado las partes, según
instancia en la apreciación de la prueba". fuese el caso, pues que si por el contrario éste es
inhibitorio o desestimatorio de ella, es palmar
2. El casacionista comienza con el desenvolvi- que el sentenciador, por sustracción de materia,
miento del cargo afirmando que el fallo confir- no aplica esa norma al caso que desate.
matorio del ad quem, "en cuanto se niega, a
la Sociedad 'Elías Acosta y Cía. Ltda.' las 2. La sentencia recurrida confirmó la decisión
peticiones de su demanda", "implica sin lugar desestimatoria de las peticiones de la demanda
a dudas" que hizo suyos los argumentos del principal; negó la petición segunda subsidiaria
o;quo relativos a la interpretación y calificación del libelo de reconvención; y se inhibió de fallar
jurídica del contrato en controversia; y para las peticiones primera, segunda y tercera prin-
demostrarlo destaca algunos pasajes de la sen- cipales y la primera subsidiaria de la misma
tencia pronunciada por el último, donde éste demanda de reconvención. Entonces, si el Tri-
ve en dicha negociación un "pacto de preferen- bunal no estimó las súplicas atrás especificadas
cia, o sea aquél por el cual una de las partes y tampoco falló en el fondo las demás, resolucio-
se obliga a preferir a la otra para la conclusión nes éstas con las cuales comprendió todos los
'de un contrato posterior, sobre determinadas co- extremos de la litis, fácilmente se advierte que
sas, por el precio fijo o por el que ofrezca un en el fallo no hubo aplicación de la norma sus-
tercero, en determinadas condiciones o en las tancial señalada por el recurrente, y que, en.
mismas que dicho tercero proponga, será .obliga- consecuencia, es equivocado atacarlo por ese
toria ". motivo.
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justamente cognocitivos, cuyo trámite no es otro afirma -en principio-e- que ella representa
que el previsto en el Libro Tercero, Título XXI, una simple situación precontractual; y el juez
Capítulo II del Códi.go de Procedimiento Civil. de primera instancia la califica como un pacto
El libelo está lejos de deprecar el empleo de la de preferencia, de acuerdo con las voces del
fuerza jurisdiccional para el cumplimiento de artículo 862 del Código de Comercio.
las obligaciones allí señaladas. Luego es palmar
que el Tribunal manifiestamente erró al in- 3, Vista la discrepancia entre las partes, re-
terpretar ese acto de postulación de la con- lativa al alcance y sentido de las cláusulas que
trademandante, cuando entendió que se había forman el acuerdo en comento, éste judieialmen-
propuesto el cumplimiento de "sendas (sic) te ha de interpretarse con apoyo en las normas
obligaciones de hacer" y concluyó que su de hermenéutica consignadas en el Título 13
camino estaba previsto en el proceso ejecutivo del Libro 49 del Código Civil, por disposición
y no en el ordinario. expresa del artículo 822 del Código de Comercio,
pero sin descartar, pese a la disparidad anotada
Ese yerro condujo al ad quem a "inhibiTse y a la ambigüedad del correspondiente texto, la
de fallar las peticiones primera principal y sus intención de las partes manifestada Iiteralmente
subsecuentes, y la primera subsidiaria por su en él. (Arts. 1618 y 1622 eJnsdern).
indebida acumulación de acciones ... " y para-
lelamente a la violación de las normas sustan- 4. Es evidente que las expresiones usadas por
ciales señaladas por el recurrente, las cuales dejó los contratantes en el mentado documento del
de aplicar por ese motivo, par-ticularmente el 30 de septiembre de 1978, carecen de claridad
artículo 861 del Código de Comercio, actualmen- y exactitud, por cuanto en él se usan términos
te en vigor. jurídicos francamente contradictorios, Por eso
8. Como .corolario de lo expuesto, el fallo im- la declaración misma debe integrarse para des-
pugnado tiene que quebrarse y así lo hará la entrañar el verdadero propósito del contrato,
Corte en el acápite resolutivo de esta providen- rectificando sus faltas y consultando los intere-
CIa, para que en su lugar y en sede de' instan- ses de ambas partes, en guarda de 10 justo y
cia, pronunciar el que deba reemplazarlo. equitativo.
4.1 De entrada, aprecia la Corte que tal nego-
v ciación -enunciada en el acápite primero de
S ent encía s1tstdit1:VQ, los antecedentes- resalta la existencia bilateral
.de ciertas obligaciones de hacer. Allí, en efecto,
Del proceso "Elías Acosta & Cía Ltda." y Saturia Cuéllar
de Durán adquirieron indudables compromisos
1. No hay reparo que hacer a los elementos
axiológicos que el proceso requiere para su cabal de "firmar" el 28 de febrero de 1979 una
"promesa de compraventa", y de suscribir des-
composición. La demanda, la competencia, el
pués una escritura de ",compraventa", condi-
trámite y la intervención de las partes son
suficientes para un pronunciamiento de mérito. cionada a aquélla, "por el valor que convenga
al prometiente uen.dedor", cuyo saldo del precio
2. Tampoco observa la Corte irregularidad se cubrirá "con préstamo de la Corporación
que conduzca a la nulidad de lo actuado, de Ahorro y Vivienda. .. para poder correr la
escritura", pues de lo contrario se devolvería
La preteneiá» "el dinero recibido" o se haría la "escritura.
a la persona que la compradora designe",
1. Saturia Cuéllar de Durán, en demanda de
reconvención, pretende que la sociedad "Elías y también ese convenio resalta que el pre-
Acosta & Cía. Ltda." sea condenada a cumplir, .cío de la compra-venta allí determinado
previa la pertinente declaración jurisdiccional, -$ 1.360.000.00- sería" único"; que las espe-
el negocio jurídico que las dos celebraron el 30 cificaciones serían "las indicadas en el regla-
de septiembre de 1978, sobre el apartamento 401 mento de propiedad horizontal", el cual se en-
del edificio Ambalema de la ciudad de Ibagué. tregaría "íntegramente terminado"; que los
gastos de escritura serían "por cuenta del
2. "Elías Acosta & Cía. Ltda., demandante comprador y el valor de las matrículas de luz
principal y contrademandado, sostiene que dicha y agua, por cnenta del vendedor"; y que las
relación jurídica sustancial corresponde a una demás condiciones se establecerían "en la res-
promesa de contratar; Saturia Cuéllar de Durán pectiva promesa de ve.g!~" (subraya li.¡. Corte),
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4.2 La celebración de la "promesa de compra requeridas para la existencia y validez del con-
venta" que se debía cumplir anteladamente a trato de promesa, omisión de la cual se puede
la elaboración de la correspondiente escritura, inferir que el leqisladov mercantil plasmó el
se la explica la Corte no corno una promesa primcipio de la conseneualidad para la promesa
de contratar autónoma e independiente de la comercial de contratar.
que refleja el documento en estudio, sino como
su indudable complemento, en cuanto allí ha- El texto comercial aS'í redactado constituye, en
brían de estipul arse "las demás condiciones" efecto, 1ena aproximación casi total al artículo
del contrato de compra-venta del apartamento 1733 del Proyecto de 1853, elaborado por' Bello j
401 del edificio Ambalema. Por manera que, ordenamieni« que a su turno se conformaba
en la especie de esta litis, puede afirmarse la con el principio fnndamental según el cual las
existencia de una verdadera promesa de cele- obligaciones nacen del solo consentimiento de
bración de un contrato de compra-venta; nego- las partes, o (( en cualquiera manera que uno se
cio jurídico que las partes acordaron adicional' quiso obligar a otro ", conforme lo enseñaban
el 28 de febrero de 1979, para precisar las con- la ley 'ú,nicadel titulo 16 del Ordenamiento de
diciones del contrato de compra-venta, cuyo Alcalá de' Henares de 1348 y posteriormente el
objeto material justamente quedaba "compro- Libro X de la Novísima Recopilación. Dicho
metido en venta de acuerdo al (sic) sistema de articulo era del siguiente tenor: "La promesa
'Propiedad Horizontal' ". de celebrar un contrato, especificándolo en todas
sus partes, es una obligación de hacer, y está
4.3 Del contrato de promesa esencialmente sujeto a lo dispuesto en el articulo precedente j
nacen obligaciones de hacer, ciertamente ca- a menos que el contrato sea de aquellos que se
racterizadas por la convención futura, con la perjeccionoai por' el solo consentimiento de los
cual no se' identifican y se diferencian tanto en coniraiomics, en cuyo caso la promesa equival-
su objeto como en las obligaciones que de ella drá al contrato mismo. La promesa de rm con-
dimanan, de modo que tiene vida propia e in- trato que las leyes declaroai ineiicce, no tendrá
dependiente. Por tanto, siendo así y precisado valor alguno",
como está que el mencionado' documento del 28
de febrero de 1979 recoge una promesa bilateral La anterior opinión no [u.e aceptada por la.
de compraventa, fácilmente se descarta el "pac- comisión redactora, dándose en el Código Civil
to de preferencia", que vio el juzgador de pri- de Chile la redaccum que tiene el artículo 1554
mera instancia; pacto este del que sólo emergen hoy vigente, el cual [u» más o menos reproduci-
obligaciones unilaterales, y que necesariamente do en el 89 de la Ley 153 de 1887, que derogó
exige la presencia de un eventual sujeto con el 1611 de nuestro Código Civil, En ella, dice
quien se establezca la preferencia, para cumplir Luis Claro Solar, ((se admitía la idea de la
un ccntruto posterior determinado con otra, la oalidee, en qeneral; de toda promesa de celebrar'
parte a cuyo favor se- pactó la obligación (Art. rm contr'a.todetm'minado, como obliqaciow . de
862 del Código de Comercio), hacer que quedaba, sometida a las reglas que se
da,ban respecto de los derechos del acreedor en
5. Es bien sabido que la promesa de celebrar orden al aprecio del deudor a, su ejecución, a la
un contrato civil es un acto solemne ad sustan- auiorieacién. del <acreedor para hacerla hacer
tiam actus, puesto que su existencia depende del por otro y a la inde?itnización de los perjuicios
otorgamiento del documento, exigido por el de la contravención" (Explicaciones del Dere-
artículo 89 de la Ley 153 de 1887. Discú.tese, en cho Civil Chileno y coniparado 11, 5 Q, pág. 702),
cambio, si la promesa mercantil de contratar,
en frente del Código de Comercio vigente en el El articulo 861 del Código de Comercio coin-
país desde el afw de 1971, se encuentra sometida cide en lo fnndamental con el anotado del
a, dichas solemnidades. pr-oyecto de Bello, yeso. identificación necesa-
riamente indica que se acogió la idea allí plas-
5.1. Enseña, el articulo 861 de ese estatuto:
'( La promesa de celebrar un negocio producirá mada y que reconoce, por tanto, la conseneuoli-
dad del contrato de promesa, corno regla general,
obligación de hacer. La -celebracióti del contrato
prometido se someterá a las reatas y [ormalida- ya qne es norma especial respecto del 0.1'-
ticulo 89 de la Ley .153 de 1887 j ordenamiento
des del caso".
con el qne es incompatible en el campo comer-
Es preciso anotar, primeramente, que esa cial, l1iene de ahí que cuando la promesa mer-
disposición no reprodr~jo el articulo 89 de la comiil se retiere a contratos reales o solemnes
Ley 153 de 1887, en PMI,to de las solemnidades adquiere S1(, pleno significado jnr'ídico, de ma-.
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?'lera autónoma, y que indefectiblemente emerge la coneeneuolidad un principio cardinal de la,
de ella el deber de celebrarlos imponiendo obli- ley comercial, el cual imdudablemonte traduce
gaciones de hacer', aunque no esté consagrado las necesidades de los comerciantes, quienes
en un escrito, sí, por otra parte, reúme las requieren inst1:tuciones jnrídicas que les per-
condiciones de existencia y validez de todo ne- mitan nna contratación fácil, rápida y expedi-
gocio jur·ídico. ta; y siendo la solemnidad la excepción a la
r-egla, se impone un criterio restrictivo de inter-
5.2. Notase, además, que el artículo 861 pretación en materia de solemnidades, que, por
mismo puntuali,ea sobre las "r-eglas y formali- S1l especificidad, rechaza todo inienio de qene-
dades" que debe r-espetar el contrato prometido, ralización y de analogía.
cuando sea -del. caso, cuesiion. que j1lstamente
pasa por- alto cuando toca el contrato pr-epar-a- 5.5. La opinión que se expresa en esta pro-
torio. Lo cual también es signrficativo de que videncia iqualmenie arnumiza con los artículos
el Cód1:go de Comercio no creyó conveniente 855 a 863 ibidem, los que reaiirmar: el criterio
exigir solemnidades al contrato de promesa que, de la autonomía de la voluntad y de la conse-
entre otros cosas, no liubiera habido necesidad sualidad. cuando dan las reqlas atinentes a la
de tratarlo con él, de modo qeneral, si se man- formación del consentimiento en los actos y
tenía el criterio del articulo 89 de la Ley 153 contratos -s-ojerta o policitación y aceptación-,
de 1887. aspectos sobre los que nuestro Código Civil
quarda silencio, al ig1tal que el francés; en'ume-
5.3. El mencionado criterio se refuerza con lo r'ación legal dentro de la. cual significa.t1·vamente
previsto en el articulo 119 del estatuto comer- se encuentra la. disposición relaiwa o. la promesa
cial, en cuanto ordena que "La promesa de (Art. 861).
contrato de sociedad deberá hacerse por escrito,
con las cláusulas que deban' expresarse en el 6. El contrato de promesa tiene nna razón
contrato, según lo previsto en el artículo 110, económica. singular, cual es la de asegurar la
y con la indicación del término o condición que confección de otro posterior, cuando las partes
fije la fecha en que ha de constituirse la so- no desean o están impedidas para hacerlo de
ciedad. La condición se tendrá por fallida si presente. Por eso no es fin sino instrumento que
tardase más de dos años en cumplir'se" (se sub- permite ?tn negocio jurídico diferente, o, para
raya.). mejor decir, es un contrato preparativo de orden
generaL De consiguiente, siendo aquélla 1tn
Si el Código de Comercio hubiera sequido la omiecedenie indispensable de 1l1W convención
legislación ávil en esta materia, no se vería el futura, esta modalidad le da nn carácter transi-
por qué de las solemnidades exiqida» por esa torio y temporal y se constituye en un factor
norma, particularmente el escrito y la "indica- esencial para S1¿ existencia. Desde luego los con-
ción del término o condición que fija la fecha tratantes no pueden quedar' inmculados por ella
en que ha de constituirse la sociedad", pues que . de ma.ner'a intemporal, porque contradice sus
dichos requerimientos formales significarían efectos j1l'rídicos que no son, de ninguna manera,
1ma repetición snper'flua e inútil; conducta esta indefinidos o perpetuos.
que no se concibe en la elaboración de las leyes.
Lo cual obliga a deducir, por v'ía de doctrina,
5.4. Las conciusiones anteriores se acompasan que no obstante la consensualidtui de la promesa
con el artículo 824 ibídem, que sin duda alquna mercantil, ella. inclubitablemente debe fijar la
consagra el principio de la consensualidtul en época precisa en que ha. de celebrarse la con-
la formación de los contratos mercantiles, al vención prometida, como un elemento constitu-
disponer' que "Los comerciantes podrán expre- tivo del instante o momento que es menester
sar su vol~lntad de contratar u obligarse oerbal- para ello y COmo medio certero para establecer
mente, por escrito o por cualquier modo inequi- el cuámdo del cumplimiento de esa obl'igación de
voco", salvo "cuando 'una norma legal exija hacer, so pena de que no produzca. efecto alquno
determinada solemnidad como requisito esencial (Art. 1501 del Código Civil).
del negocio jurídico".
6.1. Del mismo modo, si la, promesa de cele-
Troiésuioee del contrato de promesa, ya se vio brar 1m contrato se refiere a toda clase de
que el artícnlo 861 ejusdem no exige formali- convenciones en qenerol, no a lIn contrato deter-
dades especiales para su for'mación, como singu- minado; y si es independiente de la r'elación
larmente sí lo hace en r'elación con la promesa j~tr'idica susiamcial. prometicla, de la cual difiere
de contrato de sociedad. De consig1/,iente, siendo de su. objeto y de lq.,~ obliga.ci()ne.~ que de ella,
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emergen, en la promesa debe estar especificado cuencialmente que la Corte debe dar aplicación
completa e inequívocamente el contrato prometi- al artículo 29 de la Ley 50 de 1936, declarán-
do individttalizándolo en todas sus partes, a tra- dolo así y disponiendo las restituciones mutuas
vés de los elementos que lo integran, inclttido su a que haya lugar.
objeto.
8.2. Se revocará, pues, el fallo pronunciado
PO?' su-puesto qtW, de no ser así, se hariam. m~ en primera instancia, y, en su lugar, se declara
qaiorios los derechos que confiere la ley al acree- la nulidad anunciada y se ordenará a "Elías
dor para exigir y asequra« el cabal cumplimiento Acosta & Cía Ltda.", devolver a- Saturia Cué-
de la obligación por parte del deudor (Art. 1610 llar de Durán la suma de quinientos mil pesos
C. c., 501 del C. de P. C.). Y desde luego tam- ($ 500.000.00), entregada por causa y con oca-
bién que este supuesto lógico reclama que el sión del contrato de promesa, más los intereses
contrato prometido no sea de aquellos que las eorrientes comerciales sobre las cantidades en-
leyes declaren ineficaces, - tregadas y a partir de las fechas en que se pro-
dujeron.
6.2. De lo d'icho se concluye que la promesa
de contrato, comercial o civil, se encuentra re- VI
gida por unos mismos principios ontológicos,
salvo, como se desprende de los textos legales Decisión
.que en tmo y, otro campo a ella es aplicable, En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema
que la, promesa comercial de contrato por' regla de Justicia -Sala de Casación Civil-, admi-
general es consensual, mientras que la civil exige nistrando justicia en nombre de la R-epública
el escrito corno condición ad substantiam aetus, de- Colombia y por autoridad de la ley, CASA la
vale decir, como requisito de su propia existen- sentencia del veinticuatro (24) de noviembre
cia. De donde se deduce que las dos legislacio- de 1980, proferida por el Tribunal Superior del
nes, la comercial y 1,0, civil, siendo armonicas Distrito Judicial de Ibagué en este pro-ceso e r-
entre sí, CO'J'!1.O deben serlo, demandan unos mis- dinario de "Elías Aeosta & Cía. Ltda.", contra
mos requisitos de validez, excepción hecha del Saturia Cuéllar de Durán, y actuando como Tri-
escrito, tal cual quedá advertido. bunal de instancia,
7. "Elías Aeosta & Cía. Ltda.", una de las
dos partes intervinientes en el contrato de pro- Resttelve
. mesa en litigio, es comerciante conforme al cer-
tificado expedido por la Cámara de Comercio Primero'. DECLÁRA8E la nulidad del contrato
de la ciudad de Ibagué. Luego ese negocio ju- de promesa de compraventa contenido en el do-
rídico es un acto mercantil (Arts. 13 y 22 cumento suscrito por "Elías Acosta & Cía.
ibidem) . Ltda. " y Saturia Cuél1ar ele Du rán el 30 de
septiembre de -1978, en la ciudad de Ibagué.
8. Tanto la petición primera principal como
la primera subsidiaria de la demanda de recon- Segundo. DISPÓNESE que" Elías Aeosta & Cía.
vención, compendiadas atrás, fundamentalmente Ltda." debe restituir a Saturia Cuéllar de Du-
deprecan el señalamiento de un plazo judicial rán dentro de los diez (10) días siguientes a la
para que, en ese orden y prevalencia, "Elías ejecutoria de esta providencia, la suma de qui-
Acosta & Cía. Ltda.", suscriba a favor de Sa- nientos mil pesos ($ 500.000.00), más sus inte-
tur ia Cuél1ar de Durán "escritura pública" o reses comerciales sobre las cantidades recibidas
"promesa de compraventa.", respecto del" apar- por aquélla a partir de las fechas de las res-
tamento 401 del edificio Ambalema ... ". pectivas entregas, como se precisó en la parte
motiva ele estal?rovidencia.
8 .1. El contrato de compraventa quedó con-
dicionado a la promesa adicional que debía ce- Tercero. Sin costas en las dos instancias.
lebrarse el 28 de febrero de 1979, como un indu-
dable complemento -de la efectuada el 30 de Cuarto. Costas del recurso extraordinario ele
<septiembre anterior. Tal no se llevó a cabo hasta casación a cargo del demandante principal.
el punto que, por esa omisión, dejó de fijarse el Cópiese, notifíquese, publíquese en la Gaceta
día y la notaría en que debía otorgarse la es- Judicial y devuélvase al Tribunal de origen.
critura de compraventa, de los cuales no existe
indicio procesal siquiera. Por tanto, es evidente (Aprobado en Sala del 28 de octubre de
que ese contrato es absolutamente nulo y conse- 1981) .
622 GACETA JUDICIAL Número 2407
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Ricardo Urioe-Holquin, Alfonso Guarín Ari- el fallo del Tribunal con el fundamento de que,
za, Germán Giralda Zuluaga, Hécior Górnez contrariamente a lo que éste dijo, la acumula-
Ur'ibe, Hwrnber'to Murcia Ballén, con salvamento ción de pretensiones hechas en la demanda de
de voto; Alberto Ospina Botero. mutua petición no es indebida, para integrar la
proposición jurídica indispensable el recurrente
Rafael Reyes N egrelli ha debido denunciar también el artículo 82 del
Secretario. Código de Procedimiento Civil, que es el que
consagra el derecho de agregar varias preten-
siones en una sola demanda, a la vez que deter-
mina los requisitos para que dicha acumulación
Bal'varnento de 'voto no resulte indebida. Y es 10 cierto que esa pre-
sunta violación no se denuncia, siendo que en
Por cuanto no comparto las motivaciones. en tal precepto apoyó el ad quem su sentencia.
que se apoya el fallo que antecede, con el res-
peto que debo al cniterio de mis colegas de Sala Permítaseme observar, de otro lado, que el
procedo a exponer brevemente las razones de sentenciador de segundo grado en nada, pero
mi disentimiento. . absolutamente en nada alteró el contenido ob-
jetivo que la demanda de reeonvención presen-
1. Si, como lo pregona con acierto la -sen- ta, como que se limitó en su sentencia a deter-
tencia de la cual me separo, la demostración de minar, con inocultable fidelidad, lo pedido en
un cargo en casación por violación directa de la ella. Dice en efecto que mediante dicho libelo
ley sustancial, implica que el recurrente no Saturia Cuéllar demanda a la sociedad "Elías
puede separarse de las conclusiones a que en la Aeosta Ltda. ", "p'ara que se le obligue a ha-
tarea del examen de los hechos haya llegado el cerle escritura... del inmueble descrito en el
Tribunal, pues tal forma de quebranto implica, contrato ... y a pagarle los perjuicios causados
por contraposición a lo que a su vez constituye y las costas procesales, como petición principal;
el fundamento esencial de la infracción indirec- y, subsidiariamente, que se obligue a la expre-
ta, en la que sí hay reparo que oponer contra sada .soeiedad a celebrar con el reconviniente el
los resultados que en el campo de la cuestión contrato de promesa del mismo inmueble, o, a
fáctica hubiere encontrado el fallador de ins- restituirle la suma de $ 1.000.000.00 equivalente
tancia, por imperativo de la lógica tengo que al precio entregado por ella ... ".
deducir, y así lo asevero, que el cargo primero
de la demanda elel demandante-recurrente, por Si el Tribunal de Ibagué estimó, frente a las
este aspecto, sí se ajusta a la técnica elel recurso obligaciones de hacer que se pretendían hacer
extraordinario. efectivas, que se trata de una acción ejecutiva
y no de conocimiento, ese presunto yerro in [u-
Porque si tanto el juez de primer grado, .como dictuulo; por referirse a la naturaleza y efectos
el del segundo, luego de interpretar el contenido' que le atribuyó a la pretensión deducida y no
del respectivo documento llegaron a la conclu- al contenido objetivo de ella, no podría acu-
sión que en el presente caso no hay contrato de sarse correctamente por violación indirecta, co-
promesa de compra-venta, por cuanto el escrito mo aquí lo hace dicho impugnador.
contentivo del pacto acordado no presenta los
requisitos exigidos legalmente para dicha especie 3. Lo así discurrido me permite pensar, y así
de convención jurídica; y ¡ú este resultado fác- lo creo, que en el presente caso la Corte ha
tico no sólo no se cuestiona o impugna por el desconocido el principio jurídico que proclama
censor, sino que contrariamente y con funda- la igualdad de las partes en el proceso, pues al
mento en él acusa la sentencia por no haberse paso que al demandante se le estudie su deman-
accedido a sn pretensión anulatoria de tal pacto, da de casación con todo el rigor del formulismo,
la acusación por quebranto directo, por no apli- para desecharle sus dos cargos por encontrarse
cación de las normas legales pertinentes, se avie- antitécnicamente formulados; al demandado se
ne rigurosamente a las exigencias dE'1 forma- le analiza su censura con indiscutible tinte de
lismo de la casación y por ccnsiguieute estimo amplitud formal, y así se le acepta como fun-
que dicho cargo ha debido prosperar. dada.
2. En cambio, el cargo de la demanda elel Dicho tratamiento desigual ha traído como
demandado-recurrente que la souteueia encuen- consecuencia, a mi juicio, que la sentencia de la
tra fundado no se ajusta, en mi opin ión, al rigor Sala resulta incoherente y falta de lógica jurí-
de la técnica, porquE' si a través tlp él se acusa dica. Porque no obstante el rechazo que de su
Número 2407 GAeET A J u D I el A L 623
demanda de casación se hace, la Corte, al decla- infirma la del juez de la primera instancia, lo
rar "la nulidad del contrato de promesa de que de por sí constituye un procedimientoanti-
compra-venta .. ", ", y ordenar las prestaciones técnico con posibilidad de engendrar cualquier
mutuas, acoge en su integridad las peticiones efecto procesal; condena en las costas del recurso
deducidas por el demandante principal; y por- extraordinario a la parte que a la postre resultó
que a pesar de que se acoge uno de los cargos victoriosa, pues es verdad incuestionable qué sus
formulados en casación por el demandado y re- peticiones iniciales se han acogido totalmente.
conviniente, sus concretas pretensiones se dese- y esa decisión le infunde a la sentencia sabor
chan sin embargo, de injusticia, cuando menos aparente.
4, Por contera la sentencia de la Corte, a Humberio Murcia, s.au«
más de que en su parte resolutiva no revoca o Bogotá, D. E., noviembre 13 de 1981.