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TA omni.276 HISTORIA CONTEMPORANEA DE EUROPA, 17491989
primarios mundiales y el consiguiente aumento del proteccionismo; el mante-
himiento a toda costa del patron oro (Gran Bretaia fue la primera potencia
en abandonarlo en 1931, mientras que Francia se mantuvo firme hasta 1936);
el fracaso de los politicos a la hora de promover iniciativas internacionales,
por oposicién a las nacionales, para la recuperacién econdmica. Incluso en 1929,
icos fueron incapaces de darse realmente cuenta de hasta qué punto
1d nacional dependia de la de sus vecinos europeos y de los Esta-
ddos Unidos. Mientras las tinieblas de la depresion se cernian sobre Europa, cada
nacién estaba decidida a velar por sus propios intereses.
‘Antes de 1929, los eréditos de los Estados Unidos habian ayudado a disi-
smular algunos de los problemas de Ia economia europea, que ahora resultaban
que més dependia de los créditos del plan Dawes nostea-
timulaba el crecimiento econémico de Alemania, sino
‘no por culpa de la dé
teamericana, Entre 1924 y 1928
1930 bajaria hasta 363 millones). En un vano esfuerzo por retener la inversién
extranjera, Italia, Alemania y Gran Bretafta aumentaron sus tipos de interés,
pero eso hizo que a las po les (igual que a los em-
ciente prosperidad
limites se rele}6 en una expansién sin precedentes del mercado de valores. El
set el eandidato presidenci
bre de millones de estadounidenses al afi
veremos el dia en que la pobreza habri
‘Hoover habria hecho bien si hubiese
pués de haber pronunciado este discurso, habia seflales visibles de que la pro-
pia economia norteamericana no iba bien, y el crash de la bolsa de Wall Street
. ‘CARONES ¥ MANTEQUILLA, 1291999 27
ahicos la confianza de los norteamericanos, El «Jueves Negro» casi 13
105 a precios reducidisimas. Lo
id reunida frente a la bolsa en
lo de un suicida balanceéndose
La Depnesion EN Bunora, 1929-1936
La economia de varios paises eusopeos tocé fondo en distintos momentos
en los cuatro afios si . El primer error lo cometieron en los Estados Uni-
ddemanda y la inversi6n cayeron
John Maynard Keynes, cuyas ideas darfain una nueva f
‘de 1945, no le cabla duda: «la cafda de la inversion
‘an genero de duda ni reservas— que exp
en el momento preciso en que Gran Bretafa era absol
26 al limite en mayo de
el mayor banco mereantil de Austria, el Creditanstale, quebrd,y, a cor
tinuacién, se desaté una
sector prima
, Ia carne, el carbon y el aero), En los afios
ibfan caido entre un 20 y un $0 por 100, A
ia se mantuvo y se aceler6. Con mas del 67 por 100 de la poblacién
activa mundial que se dedicaba
las proteccio-
histas que ya se aplicaban en los afios veinte. Esta ver, los estados intentaron78 ISTORIA CONTEMPORANEA DE EUROPA, 17891589
‘con barreras proteccionistas de aran
de un 50 por 100, y en 1932 los franceses tenfan cuotas de importacién para,
is de 3.000 productos, y Rumania habia impuesto cuotas al 80 por 100 de
importaciones.
EE giro proteceionista mis espectacular lo protagonizé Gran Bretafla. Des-
ppués de la retirada de muchos de los liberales del recién formado gobierno de
uunidad nacional (National Government) en octubre de 1931, éste decidié aban-