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EL PENSAMIENTO CRÍTICO

INTRODUCCIÓN

Alguna vez te has preguntado; qué es lo que hace a que actúes de determinada
manera muy distinta al resto de los demás, que tus opiniones difieren o se acoplan
con la de tus amigos, otro ejemplo podría ser que realizas actividades prácticas en
menor tiempo pero las que implican pensar y analizar más la situación te llevan más
tiempo en resolverlas.
Bueno a continuación, conocerás lo que implica el pensar, pero antes necesitas
saber ¿Qué es pensar? es la actividad y creación de la mente; dícese de todo
aquello que es traído a existencia mediante la actividad del intelecto. El término es
comúnmente utilizado como forma genérica que define todos los productos que la
mente puede generar incluyendo las actividades racionales del intelecto o las
abstracciones de la imaginación; todo aquello que sea de naturaleza mental es
considerado pensamiento, bien sean estos abstractos, racionales, creativos,
artísticos.
El Pensar se presenta como una línea que hay que seguir para poder llegar al lugar
de los cuestionamientos que inician con un cuándo, por qué, quién fue, etc. esta
actividad no tiene barreras es un proceso que se da de forma inmediata que nos
abre nuevos horizontes para descubrir y aprender lo que captamos por medio de
nuestros sentidos. Me atrevo a pensar que la acción del pensar es casi como el
respirar sin ella no existirían profesionistas, obreros, personas con un oficio e incluso
nuestra vida sería monótona y no avanzaríamos en tecnología siguiéramos viviendo
como en la época de las cavernas.
Pero actualmente nuestra sociedad del siglo XXI, necesita ciudadanos autónomos
que decidan y actúen con juicio crítico frente a los valores y las normas sociales y
culturales. Pasando a otro ámbito como la educación esta desea desarrollar las
habilidades de pensamiento por medio de competencias: como la habilidad lectora
que les permita ir más allá de una comprensión literal y rebasen el límite hasta llegar
a la comprensión crítica y creativa, así también, que identifique lo que necesita
saber y aprender, seleccionando, organizando y evaluando el contenido para
apropiarse de la información de manera crítica y utilizarla con sentido ético.
El argumentar ayuda a razonar para analizar situaciones problemáticas o que sean
de nuestro interés y esto implica formular preguntas, emitir juicios para proponer
posible soluciones, de tal manera que se puedan diseñar y aplicar estrategias para
instruir a otras personas.
Porque el pensar, siempre responde a una motivación, que puede estar originada
en el ambiente natural, social o cultural, o en el sujeto pensante, es una resolución
de problemas y una necesidad que exige satisfacción.
Por último se puede concluir que este proceso del pensar lógico siempre sigue una
determinada dirección; esta dirección va en busca de una conclusión o de la
solución de un problema, no sigue propiamente una línea recta sino más bien
zigzagueante con avances, que inician en un hecho particular y llegan a lo más
complejo del asunto, y en otras ocasiones hasta retrocesos ya que influye la
experiencia pasada de la que se obtuvo resultados fructíferos o infructuoso.
A lo largo de la historia psicólogos, pedagogos, sociólogos y filósofos siguen
investigando más acerca del funcionamiento del cerebro y si este ha evolucionado
lo que hace que cada día la tecnología este más avanzada, pero sobre todo se
preguntan cómo evolucionara el cerebro un siglo después.

OBJETIVOS

 Comprender la importancia del pensamiento crítico en el proceso de


enseñanza-aprendizaje.
 Fomentar la actitud de autoevaluación y revisar creencias e ideas sobre
nuestro rol como docentes.
 Observar y analizar las operaciones cognitivas.
 Desarrollar en los estudiantes la capacidad para relacionarse críticamente
con las ideas, prejuicios, estereotipos, argumentos propios y de otros.
MARCO TEÓRICO

Las seis destrezas cognitivas del pensamiento crítico, según Facione.


Interpretación.
Darle significación y jerarquía a la información (de diferentes tipos) que se tiene
respecto a un hecho, problema o pregunta. Este aspecto es, desde mi punto de
vista, fundamental. Si se le relaciona con lo que ha dicho R. Barthes (1968): “Todo
texto es un intertexto, otros textos están presentes en él, en niveles variables, bajo
formas más o menos reconocibles … La intertextualidad, condición de todo texto,
sea el que sea, no se reduce evidentemente a un problema de fuentes o de
influencias; el intertexto es un campo general de fórmulas anónimas, en cuyo origen
raramente se repara, de citas inconscientes o automáticas, dadas sin comillas” [1].
Quien lee –entendiendo el término en su sentido más amplio, quien interpreta-, se
ve influido por todo lo que tiene atrás, sean lecturas o experiencias. Es importante
tratar de detectar estas influencias al interpretar la información.

Análisis.

Establecer relaciones pretendidas y reales entre ideas, argumentos, conceptos,


enfoques y otras fuentes de información que se tienen y pueden estar expresando
puntos de vista, posiciones, razones u opiniones coincidentes o divergentes. La
Real Academia, al definir el término de manera general plantea una base útil para
el contexto del investigador: “Distinción y separación de las partes de un todo hasta
llegar a conocer sus principios o elementos.”
De ésta se pueden desprender conceptos más finos como los de examen y
detección para llegar a un análisis exitoso. Esta fase del pensamiento crítico actúa
como un eslabón crucial entre la interpretación y la evaluación, pues es a través de
ella como el investigador puede descartar influencias inconscientes o indeseables
en la interpretación realizada.
Evaluación

Establecer e inclusive ser capaz de detectar verdad / falsedad / omisión, lógica /


ilógica entre los diferentes elementos de información que se tiene. Significa valorar
los resultados del análisis y, considero, implica el compromiso de regresar a alguna
de las fases anteriores de ser necesario: buscar nuevas y diversas fuentes para
realizar una nueva interpretación, analizar desde puntos de vista no ponderados
anteriormente, re-evaluar aspectos que no se habían supuesto importante.

Inferencia

Es el identificar y poder aislar los elementos que permiten sacar conclusiones,


cuestionar, plantear hipótesis y consecuencias, así como proponer alternativas a
partir de la información –de diferentes tipos y fuentes– que se tiene. Todas las fases
del proceso de pensamiento crítico están imbricadas. Es así que las inferencias son
una consecuencia, hasta cierto punto lógica, de la evaluación. Implica una
“interpretación” (una vez más en un juego dinámico de fases) de lo obtenido en la
etapa previa. Mientras que la evaluación mira hacia el atrás del proceso, la
inferencia mira hacia adelante, con un enfoque prospectivo.

Explicación

El poder verbalizar, argumentar y justificar de manera coherente el razonamiento


que ha llevado a ciertos resultados y conclusiones. Para el investigador no basta
entender, debe poder comunicar a otros el proceso que le ha llevado a cierta
deducción, de lo contrario se arriesga a que sus resultados sean considerados
intuición, o peor aún, fantasía. El hecho de exponer, argumentar y justificar ayuda a
la construcción del conocimiento colectivo, pues la explicación será cuestionada por
otros, quienes podrán detectar fallas u omisiones en las fases anteriores del
pensamiento crítico. La historia de la ciencia es una prueba evidente de esto último:
teorías que son refutadas, nuevos enfoques que rompen paradigmas
Autorregulación

Ser capaz de tomar distancia de uno mismo, sus propios argumentos y conclusiones
para aplicarles las cinco habilidades anteriores de manera objetiva, crítica,
responsable y flexible. De ser necesario, corregir las conclusiones o resultados
previos. Implica el dominio del razonamiento por encima del dogmatismo y la
humildad intelectual por encima de la vanidad curricular. Grandes pensadores e
investigadores se han topado con que esta habilidad es la más difícil de conseguir
y mantener.

El pensamiento crítico y el sentido moral.

Estoy de acuerdo con Facione cuando afirma que “Una persona puede ser buena
para pensar críticamente, en el sentido de que la persona puede tener la disposición
adecuada y ser un perito del proceso cognitivo, y aun así no ser un buen (en el
sentido moral) pensador crítico”, pues una persona puede, de manera consciente,
ignorar cierta parte de las conclusiones a las que la ha llevado el pensamiento crítico
para supeditarlas a intereses personales o grupales contrarios a la ética. Entre los
muchos ejemplos de delincuentes de reconocida inteligencia que, de manera
dolosa, han ocultado información para su beneficio propio se pueden citar a Kenneth
Lay, presidente del consejo de administración de la desacreditada compañía
ENRON. Sus estrategias en el mercado bursátil, la exitosa campaña de difusión y
habilidades tácticas para hacer crecer la empresa y atraer inversionistas, son
prueba innegable de su capacidad de raciocinio: sus facultades para interpretar los
datos del mercado, analizarlos, evaluar oportunidades e inferir proyecciones
económicas y financieras se aprecian por el rápido crecimiento de la compañía.

Actitudes mentales en un pensamiento crítico fuerte.


 Espíndola, quien basa parte de su trabajo en lo expuesto por Richard Paul,
señala que hay por lo menos siete actitudes mentales que se consideran
fuertes:
 Humildad intelectual: el reconocimiento de los límites del propio
conocimiento.
 Valentía intelectual: la disposición a enfrentar ideas, creencias o paradigmas
de otros.
 Empatía intelectual: la capacidad de ponerse en el lugar de puntos de vista
opuestos al propio.
 Integridad intelectual: el aplicar a uno mismo los mismos estándares que le
aplicamos a otros.
 Perseverancia intelectual: el persistir en el trabajo a pesar de su complejidad
y frustración.
 Confianza en la razón: el reconocimiento de que el buen razonamiento ha
probado ser valioso.
 Sentido intelectual de la justicia: la conciencia de que la razón debe servir a
la justicia y ser prudente al postergar, realizar o alterar juicios.

El desarrollo de la competencia de pensamiento crítico en el ámbito


académico.

Considero que el pensamiento crítico es fundamental para el ámbito académico y


quienes participan en él. Tanto el dominio de las habilidades y disposiciones que
señala Facione como las actitudes mentales que recupera Espíndola, son puntos
que cada investigador debe tener presentes en todo momento. Los ejemplos que se
han recuperado en incisos anteriores son claros usos equivocados de inteligencias
privilegiadas. Es particularmente aplicable al caso de Hans Bethe y el Proyecto
Manhattan. Aunque, afortunadamente, no todos los proyectos llegan a tener usos
tan dramáticos como ese, todo el trabajo académico contribuye –o debería
contribuir– al avance del conocimiento humano. En el momento en el que falla la
aplicación del pensamiento crítico, sea en sus habilidades, disposiciones o
actitudes, se pone en riesgo la labor futura de quienes, creyendo en la integridad
intelectual de un investigador, tomen como referencia su trabajo.
Un investigador en formación debe, por fuerza, poner atención especial al desarrollo
de esta competencia, pues su credibilidad se irá construyendo en la medida en la
que el trabajo que presente a la comunidad científica dentro de la que participe se
ajuste a criterios estrictos. La aplicación permanente del pensamiento crítico será
para ello una herramienta indispensable.

El pensamiento crítico en la educación

Es importante destacar que el pensamiento crítico se aplica a todas las áreas de la


vida, no solamente al trabajo académico. Por ello, yo dividiría la formación en esta
competencia en dos partes: la de su aplicación cotidiana y la de su aprendizaje
como concepto. Desde mi punto de vista, el ser humano, de manera nata, tiene ya
una disposición a ponerlo en práctica. Basta recordar a cualquier bebé que tira una
y otra vez su sonaja para comprobar que siempre llega al piso, cómo introduce todo
a su boca para conocerlo, cómo aprende el lenguaje oral por capacidades de
pensamiento que el ser humano ha desarrollado a lo largo de la evolución.
Lamentablemente, en muchas ocasiones esta disposición se ve coartada en el
ambiente escolar.
Cambios en los enfoques de enseñanza como los que introdujo María Montessori,
en donde sus materiales incluyen un “control de error” para que el niño ejerza su
capacidad de razonamiento y detecte por sí mismo cuándo necesita perfeccionar su
trabajo; el enfoque constructivista actual, en donde cada pequeño construye su
conocimiento poco a poco, evitando que le sea “entregado” como cápsula
informativa que debe memorizar. En este sentido, el pensamiento crítico no puede
esperar, los padres de familia deben fomentarlo desde el hogar, sus guías y
profesores de preescolar deben propiciar su desarrollo. El aprendizaje por
competencias que hoy en día está siendo contemplado por muchas instituciones
educativas, debe incluirlo en sus enfoques de enseñanza y políticas educativas,
para todos los niveles de enseñanza: básico, medio y superior.
Como un segundo momento, recomendaría el estudio del pensamiento crítico ya
como concepto, de manera que los estudiantes pudiesen analizar su propia
actividad con un enfoque metacognitivo. ¿En qué momento? Durante la secundaria,
cuando ya los alumnos hayan integrado las habilidades, disposiciones y actitudes
respectivas en su actividad diaria. El trabajo realizado durante la primaria serviría
de base para su estudio y análisis, el contemplar lo que ya han llevado a cabo de
manera práctica. Retomando una vez más el enfoque constructivista, tendrán una
base firme y concreta para la comprensión de los conceptos abstractos del
pensamiento crítico. En este momento, los proyectos planteados por los diferentes
profesores con los que trabajen podrán ser analizados de manera crítica por el
grupo, dentro de las mismas materias, generando así una dinámica de trabajo
académico claro, a su nivel.
Recupero el planteamiento inicial de que el pensamiento crítico aplica para todas
las áreas de la vida cotidiana y lo contextualizo. En nuestro país, lamentablemente
no todos los jóvenes terminan la educación media superior, y mucho menos llegan
a la superior. La introducción del pensamiento crítico en la educación de los alumnos
desde edades tempranas, ayudará a la formación de ciudadanos responsables,
quienes, sin importar los logros académicos que hayan dejado truncos, ejercerán su
razonamiento en todas sus decisiones diarias.

Estrategia para la implementación del pensamiento crítico.

Dentro de mis actividades cotidianas como docente a nivel universitario, el


desarrollar la competencia del pensamiento crítico es fundamental. El área en la
que me desenvuelvo es la del diseño, en donde una actitud propositiva es la base
para cualquier trabajo. A los alumnos les cuesta trabajo tomar distancia de sus
bocetos y tienden a verlos perfectos, más que perfectibles. En este momento, la
asesoría que les doy sirve para que ellos evalúen virtudes y defectos de sus
propuestas y las vayan depurando, pero hace falta un enfoque en donde ellos
mismos sean capaces de ir sopesando las ventajas de cada una de sus opciones.
Las destrezas del pensamiento crítico que apunta Facione bien pueden servir como
metodología de trabajo para un proyecto de diseño. La modalidad de aplicación de
la misma sería la siguiente:
El trabajo de construcción de diseño iniciará durante una sesión de clase, en la que
el alumno comenzará a experimentar con base en una indicación mínima. Antes de
terminar la clase se tendrá una fase plenaria en la que todos presenten sus ensayos
y se reflexionará al respecto: cuáles funcionan y porqué, qué es lo que hace que
algunos no funcionen y cómo se pueden corregir.
Para la siguiente clase, el alumno deberá llevar sus bocetos corregidos
acompañados de una cédula de presentación en la que incluya un breve escrito que
detalle su razonamiento respecto a las siguientes destrezas del pensamiento crítico:
Interpretación. En donde plantee la información inicial que se le dio y los
conocimientos previos que puso en práctica para comenzar a realizar el ejercicio.
 Análisis. Aquí expresará las suposiciones que puso en práctica de acuerdo a
los conocimientos previos que detectó en la fase de interpretación.
 Evaluación. En este punto recuperará las reflexiones individual y grupal, así
como las conclusiones que sacó con respecto a su primer boceto de la clase
anterior.
 Inferencia. Expresará su razonamiento sobre las expectativas que se
generaron respecto a su boceto inicial y que lo llevaron a la corrección que
presenta en ese momento así como el resultado que esperaba del mismo.
 Explicación. Describe su proceso de trabajo y los resultados obtenidos –o
no– en su boceto.
 Autorregulación. Lleva a cabo una reflexión final sobre la tarea que presenta,
si cumplió o no sus expectativas y qué aspectos puede corregir a futuro.
Se tendrá una reflexión grupal en la que todos los alumnos presenten su trabajo y
expongan su proceso, para así lograr un enriquecimiento mutuo.
Al ser un trabajo en desarrollo, esto será un proceso cíclico, que el alumno deberá
realizar cada vez que entregue una tarea. Para la presentación del resultado final
del proyecto, sintetizará todas sus cédulas previas en un solo escrito.
CONCLUSIONES

Las habilidades del pensamiento dentro del ámbito laboral, permiten que las
personas tengan un mejor desempeño de sus funciones, se desenvuelvan en
relaciones personales más efectivas, lo que los lleva al logro de la sinergia, el
ejercicio de un liderazgo más eficaz y que sea a través del ejemplo. La solución de
problemas y la toma de decisiones importantes dentro de la realización de las
funciones de trabajo, implican procesos críticos y lógicos, que por medio de
observar las diversas situaciones que se presenten y la obtención de la información
necesaria, tendrán resultados exitosos.
El pensamiento es un proceso propio de cada persona, y está determinado por los
ambientes externo e interno que la rodea. Los procesos de pensamiento son útiles
en el aprendizaje y en la creatividad. Son los componentes activos de la mente y
por lo tanto son elementos básicos para construir, organizar y utilizar los
conocimientos.
Los procesos de pensamiento se transforman en procedimientos y a través de la
práctica dan lugar al desarrollo de las habilidades del pensamiento de la persona.
Estas habilidades son aplicadas para adquirir conocimientos y utilizarlos en forma
cotidiana, manifestándose en todo momento.
El desarrollo del pensamiento y el aprendizaje son integrales. Contemplan la
adquisición de los conocimientos y el logro de las facultades, la disposición, las
actitudes y los valores requeridos por las personas para realizar exitosamente gran
variedad de actividades y para actuar en una diversidad de ambientes y
circunstancias.
Mediante el desarrollo del pensamiento es posible ampliar, clarificar, organizar y
reorganizar la percepción y la experiencia, lograr visiones más claras de los
problemas, situaciones, dirigir deliberadamente la atención, regular el uso de la
razón y la emoción, desarrollar sistemas y esquemas para procesar información,
desarrollar modelos y estilos propios de procesamiento, aprender en forma
autónoma, tratar la novedad, supervisar y mejorar la calidad del pensamiento.
Realmente es muy difícil abarcar el concepto de pensamiento con una simple
definición. El pensamiento siendo filosofía es un enigma, algo muy difícil de
comprender desde un solo punto de vista, es más fácil adquirir un tipo de relación
con el pensamiento mucho más simple y distante que de manera filosófica, pues así
se resuelve de mejor manera el enigma que produce para el individuo.
Hay dos clases de pensamientos, cada una de ellas legítima y necesaria. Siendo
ellas el pensamiento que calcula, y el pensamiento que medita. El primero es el
pensamiento propio de un científico, y el segundo de un filósofo.
El pensamiento que medita se ha planteado en la cuestión del ser ya que la tarea
del filósofo es "concebir lo que es". Así como también la otra cuestión es ¿Qué es
ser?, pues toda la filosofía que se ha dado desde los griegos ha sido en el sentido
más profundo y original para llegar así a definir qué es y como denominar el pensar.

BIBLIOGRAFÍA

 Elena Bodrova, Deborah J. Leong." Herramientas de la mente". Editoriales:


SEP Pearson.
 Ferreiro, E. (1999): "Jean Piaget y el descubrimiento del pensamiento
infantil". Avance y Perspectiva, 18:427-34.
 Barquet Rodríguez, Irma Angélica, (2003) Manual del Diplomado Inteligencia
Emocional y Habilidades del Pensamiento, módulos.
 E. Morin (2004): El Método, Tomo 6. La Ética, Paris, Seuil, col. Points, p. 224.
 "Las habilidades de Pensamiento y sus
Procesos." http://www.filosoficas.unam.mx.
 http://www.biografica.info/redei/el-pensamiento-1.php.
 http://deconceptos.com/ciencias-sociales/pensamiento-filosofico.
 http://es.wikipedia.org/wiki/Edgar_Morin.
 http://andrestoledopsicologia.blogspot.mx/2008/02/el-lenguaje.html.
 Leer más: http://www.monografias.com/trabajos97/ruta-del-pensamiento-
critico/ruta-del-pensamiento-critico2.shtml#ixzz4cCEPAy1u.
 https://educacion.gob.ec/wp-content/uploads/downloads/2013/03/SiProfe-
Didactica-del-pensamiento-critico.pdf.
ANEXOS
MONIGRAFIA EL PENSAMIENTO
CRÍTICO
MATERIA : LENGUAJE Y COMUNICACION
DOCENTE : JOSE LUIS MAMANI
CURSO : 6to “A”
ESTUDIANTE : MARIA PARI QUISPE
LIDIA VARGAS
NORMA MELANY APAZA
YESSICA CAPRILES

EL ALTO – BOLIVIA

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