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La importancia del

ritmo respiratorio
en la inducción del
trance hipnótico
Carlos Ramos Gascón
Psicólogo clínico

El ritmo respiratorio es un aspecto del proceso de


trance hipnótico que tiene una gran importancia
práctica debido a que no suele ser suficientemente
destacado en muchos de los trabajos dedicados a la
hipnosis. Es frecuente que el experimentador
sugiera, por ejemplo: "...A hora, usted va respirando
más profundamente, y a cada espiración va cayendo
en un sueño más profundo...".

Sin embargo, aquí nos referimos a otra cosa:


sencillamente, a la posibilidad de adaptar las
sugestiones a las diferentes fases del ciclo
respiratorio del paciente, pero sin hacer mención a la
actividad respiratoria. Por curioso que pueda
parecer, el sujeto no suele ser consciente de que el
ritmo de las sugestiones se adapta como un guante a
su ritmo de inspiración y espiración.

En nuestra experiencia hemos utilizado el ritmo respiratorio para


inducir, siempre con éxito, un trance hipnótico medio o profundo,
en casos que mostraban fuertes resistencias con otros
procedimientos. En consecuencia, aconsejamos se utilice este
método en combinación con la mayoría de los otros procedimientos
hipnóticos que se exponen en el presente libro. Como el lector
observará daremos las instrucciones pertinentes en cada apartado.

Las ventajas de utilizar la respiración del sujeto como medio de


inducir el trance hipnótico son numerosas:

 Es el ritmo fisiológico más fácilmente observable.


 La respiración, al menos en condiciones normales, tiene un ritmo
que le hace fácilmente adaptable al de las palabras, movimientos y
gestos del operador, lo cual no ocurre con el ritmo cardíaco.
 Siendo un ritmo fisiológico que generalmente se halla regulado
de forma automática por el sistema neurovegetativo, también
puede serlo voluntariamente por el sistema nervioso central. Así
pues ocupa un punto clave en el aspecto fisiológico.
 En relación con lo anterior, la respiración, siendo generalmente
inconsciente, también se puede tornar consciente. Por ello tiene
una importancia capital para la toma de conciencia de los procesos
psicológicos inconscientes y su modificación.
 Cuando en la inducción hipnótica las sugestiones se adaptan al
ritmo respiratorio espontáneo del paciente, y sin que este sea
consciente de ello, las resistencias a la hipnosis disminuyen en
gran parte, hasta el punto de resultar el método de inducción más
seguro cuando han fracasado los demás.
 Una vez producido el trance hipnótico, las sugestiones
adaptadas al ritmo respiratorio inconsciente del sujeto son uno de
los medios más seguros de profundización del estado de trance.
 Asimismo, la adecuada utilización del ritmo respiratorio del
paciente es el medio más natural para impartir las sugestiones que
permiten despertar del estado de trance.
 También en el entrenamiento de la autohipnosis la
sincronización de las autosugestiones con el propio ritmo
respiratorio espontáneo es uno de los medios más directos para
influir a nivel inconsciente.

La sincronización de las sugestiones con el ritmo respiratorio se


realiza de acuerdo con uno o más de los siguientes criterios:

 Inflexiones de voz, por ejemplo, empleando un tono algo más


agudo en la respiración y ligeramente más grave en la espiración.
 Ritmo de pronunciación, más rápido en la inspiración (al ser
normalmente, mas corta) y más pausada en la espiración (al ser
más prolongada).
 Contenido, adaptando determinadas palabras clave a las
diferentes fases del ritmo respiratorio. Así, por ejemplo, en la
prueba de levitación de la mano: " ...La mano está cada vez más
ligera, ...ligera..." haciendo coincidir la palabra "ligera" con la
inspiración del sujeto, por su carácter ascendente. O en la
relajación sugerir la sensación de peso en los brazos y piernas con
la espiración.
 Fonético. Se trata de un punto de vista más sofisticado, pero la
experiencia confirma su eficacia. Puede emplearse de diversas
formas, pero en líneas generales, consiste en pronunciar
preferentemente palabras que contienen determinados fonemas
con la inspiración, y otras con diferentes fonemas con la
espiración.
 Sintaxis: Sincronizando determinadas partes de la oración
(generalmente el sujeto, los pronombres personales y algunas
preposiciones y conjunciones), con la inspiración) y otras partes,
(como el verbo y el predicado) con la espiración, que al ser más
prolongada da tiempo a formular sugestiones más largas.

En el caso de los verbos hay diferentes posibilidades, por ejemplo,


los verbos activos con la inspiración (parte activa del ciclo
respiratorio) y los verbos en forma pasiva con la espiración (fase
pasiva del ciclo respiratorio). Hay otras muchas posibilidades.

El clínico experimentado puede poner en juego varios de estos


criterios en una inducción hipnótica ya sea alternándolos o
combinándolos, según las fases del proceso hipnótico. Lo
importante es que tenga una conciencia clara de lo que hace y
porqué lo hace. En el caso concreto de sincronizar el ritmo de las
sugestiones con el ritmo respiratorio, es importante comprender
que la inspiración se relaciona preferentemente, aunque no de
forma exclusiva, con los procesos inconscientes (en ese momento,
el paciente tiene defensas " más débiles", por lo que es el
adecuado para sugestiones subliminales, más cortas e incisivas),
en tanto que la espiración se relaciona con procesos relativamente
más conscientes (no se olvide que, de todas formas, nos referimos
a los casos en que el sujeto no es consciente de que las
sugestiones se hacen coincidir con su ritmo respiratorio), con un
tempo más largo que le permite ir digiriendo los mensajes que se
les imparten, integrándolos tanto a nivel consciente como
inconsciente. En cualquier caso, la actitud vigilante, crítica, del
sujeto, se halla algo más despierta en la fase de espiración que en
la de inspiración.

Otro aspecto importante en la respiración consiste en no imponerle


al sujeto ningún ritmo especial, sino llevarle poco a poco a una
respiración relajada. En este sentido nuestro proceder más habitual
es el siguiente:

1º) En una primera fase del entrenamiento hipnótico, observar el


ritmo respiratorio particular del paciente.

2º) Adaptar las sugestiones al ritmo respiratorio, tal como se ha


descrito anteriormente.

3º) Llevar la conciencia del paciente a la zona intercostal, tanto a la


derecha como a la izquierda. En concreto, debe hacerse sensible a
los movimientos y sensaciones que puede experimentar a nivel de
las costillas flotantes, observando cómo suben y se contraen
durante la inspiración, y cómo se sueltan y relajan durante la
espiración .

4º) Cuando la conexión conciencia-respiración intercostal esté bien


establecida, es importante hacer coincidir el ritmo de la respiración
con el ritmo de las sugestiones de forma tal que durante la
inspiración y la breve pausa que le acompaña se procesen
sugestiones breves, por ejemplo, de contenido transicional
(observese la negrita): "Va usted a dormirse mientras sus ojos se
cierran lentamente... porque cuanto más le vayan pesando los
párpados ...tanto más puede sumergirse en un trance profundo..."
(Como el lector habrá comprendido, las partes de la sugestión que
no van en negrita corresponden a la espiración y se pronuncian
más lentamente).

Nuestra experiencia indica que este procedimiento es


particularmente efectivo con los casos más resistentes a la
inducción hipnótica. Y en cualquiera de los pacientes, una vez
convenientemente sumidos en sueño hipnótico y adaptando al
efecto el contenido de las sugestiones, constituye un excelente
medio de profundización.
Aconsejamos se emplee este procedimiento hipnótico en
combinación con el libre proceso respiratorio por ser el más
natural.

La respiración profunda abdominal, que es la más frecuentemente


empleada en las inducciones hipnóticas puede ser útil
momentáneamente, pero no recomendamos que se la utilice
durante un período de tiempo prolongado, por ejemplo, durante los
diez o quince minutos que puede durar la inducción del trance ya
que puede ocasionar desagradables fenómenos de
hiperventilación, resultando incluso peligrosos en pacientes con
determinados problemas de salud. Por otra parte, la respiración
abdominal, que en sí misma es excelente, puede tener un carácter
forzado si no se practica adecuadamente, y de hecho, muchos
sujetos al dilatar el abdomen con la inspiración contraen
inconscientemente la zona intercostal, dando lugar a nuevas
tensiones.

Es, en consecuencia, mucho mejor respetar el proceso de


respiración que le sea normal al paciente llevándole con suavidad,
mediante sugestiones convenientemente adaptadas a la
respiración intercostal.

Este tipo de respiración favorece especialmente la relajación


hipnótica, e, indirectamente, una respiración abdominal
espontánea.

Métodos de inducción hipnótica

Vamos a pasar revista a una serie de métodos de inducción


hipnótica, dándoles, en lo posible, un enfoque nuevo. No
pretendemos ser exhaustivos, sino exponer aquellos
procedimientos que nuestra experiencia indica que destacan por su
sencillez y eficacia. El lector puede consultar en la abundante
bibliografía sobre hipnosis existente respecto de otros
procedimientos tradicionales y sobradamente conocidos, como las
denominadas pruebas de sugestibilidad. Tal sucede con la prueba
del péndulo, las manos entrelazadas, la catalepsia ocular, etc.

Estas pruebas de sugestibilidad se emplean para averiguar si el


paciente que acude a la consulta será o no un buen sujeto
hipnótico. En nuestra opinión, estas pruebas tienen su interés, -
sobre todo para la formación del clínico novel en hipnosis -, pero su
utilidad es muy relativa y tienen el doble inconveniente de ser un
tanto mecánicas y consumir mucho tiempo.

La realidad es que cuando se tiene suficiente experiencia en


hipnosis es posible, con un alto grado de probabilidad, deducir de
la conducta del paciente que acude por primera vez a nuestra
consulta, - sobre todo fijándonos en sus indicadores no verbales -,
si será o no un buen sujeto, sin necesidad de aplicarle las pruebas
de sugestibilidad previas. Hay que tener en cuenta que cuando un
paciente acude a la terapia lo que quiere es resolver su problema,
no que le sometan a una serie de pruebas sin relación evidente
con el motivo de consulta.

El clínico que utiliza la hipnosis obrará juiciosamente presentando


la inducción del trance como un proceso completamente natural, y
con la tranquila seguridad de que, de una u otra forma, antes o
después, se va a producir. Dicho con otras palabras, es de la
mayor importancia que el paciente se sienta atendido en su
demanda sin rodeos y con prontitud. Obrando como aconsejamos,
el clínico comprobará que la inducción hipnótica se realiza
fácilmente con la gran mayoría de los sujetos.

Debe quedar claro, por otra parte, que la hipnosis está


formalmente desaconsejada en ciertos pacientes como los casos
límite o cuadros psicóticos, por lo que un psicodiagnóstico previo
es muy recomendable.

3.1)Técnica de los párpados pesados

Entre las diferentes técnicas de inducción hipnótica, la que


presentamos en este apartado destaca por su sencillez y eficacia.
La gran mayoría de los sujetos responde de buen grado y
rápidamente.

Este procedimiento es prolijamente descrito por R.N. Shrout


(1.987) a partir de la postura de uno de los padres de la hipnosis
moderna, Hippolyte Bernheim, quien refiriéndose al procedimiento
clásico de la fijación visual hizo ver, con sentido común, que el
objeto de esta prueba no es el de fatigar el nervio óptico como
afirmaban los hipnotizadores de la época, sino, sencillamente,
cansar y producir la sensación de pesadez de los párpados
superiores.

Por diversas circunstancias, explica Shrout, la opinión de Bernheim


no fue tenida en cuenta, y sólo posteriormente, un hipnotizador
norteamericano, Dave Elman, leyendo los trabajos del maestro
francés, comprendió su importancia. Después de observar miles de
inducciones hipnóticas concluyó que la hipnosis comienza en un
momento preciso y que posee una nota inconfundible. Tiene lugar
cuando los párpados comienzan a aletear, generalmente con un
leve temblor característico, y finalmente, se cierran. Esta peculiar
manera de cerrar los ojos, afirmaba Elman, citado por Shrout, es
"la cuña que abre paso a la hipnosis". Siguiendo el razonamiento
de Elman, se considera que el fenómeno es reversible, en el
sentido de que si se enseña al sujeto a hacer con los párpados
superiores lo que realiza espontáneamente al entrar en trance,
éste se produce igualmente, pero de una manera más directa y con
una rapidez mucho mayor.

En nuestra práctica clínica procedemos como sigue:

Primeramente llamamos la atención al sujeto sobre su capacidad


para sentir cualquier parte de su cuerpo, por ejemplo, su mano
izquierda (si es diestro), o su mano derecha (si es zurdo) le
decimos:

"Usted", (nombre del sujeto), sabe que puede poner su atención


en su mano izquierda y hacerse consciente de todas las
sensaciones que proceden de su mano. Sin necesidad de
mirarla, puede sentir la posición de cada dedo, el contacto con el
muslo, el grado de tensión o relajación de la mano, su
temperatura, el pulso (...).

Ahora, puede trasladar su atención a los párpados y sentir cómo


se mueven (...) Quiero que se haga consciente de su tensión al
subir y de su relajación al bajar, con el parpadeo(...) Se dará
cuenta, dentro de unos momentos, que los párpados le van
pesando (...) le pesan cada vez más (...) Ahora, simplemente,
cierre los ojos con lentitud (...) va notando que le pesan cada vez
más (...) y una sensación de pesadez le recorre todo el cuerpo
(...) Ahora, quiero que vaya abriendo los ojos, lo más lentamente
que pueda (...) notará que llega a un punto en que siente pereza
en seguir abriendo los ojos (...) Ahora puede cerrar de nuevo los
párpados (...)

Sintiendo que una pesadez aún mayor le recorre todo el cuerpo


(...) y así (nombre del sujeto), va deslizándose en un profundo
trance ..."

[Los puntos entre paréntesis se refieren a las pausas entre


sugestiones.

La cursiva se refiere a las sugestiones que preferiblemente se


deben dar durante la espiración del sujeto, y la negrita, a las
palabras que es preferible pronunciar adaptándose a la
inspiración].

A continuación se imparten las sugestiones habituales de


profundización del trance.

Nuestra experiencia indica que, dominando este procedimiento, la


mayoría de los sujetos caen en un trance ligero o mediano,
suficiente para el trabajo terapéutico, en unos 3 minutos.

Es de la mayor importancia la cadencia con la que se imparte las


instrucciones, en función del ritmo respiratorio, como hemos
indicado.

Adaptar las sugestiones al ritmo respiratorio tiene múltiples


ventajas. En nuestra opinión, la principal consiste en que, - sin que
el sujeto sea generalmente consciente de ello -, se asocia el ritmo
de las sugestiones con un ritmo biológico fundamental. Ello tiene
un profundo efecto inconsciente.

Las sugestiones están cuidadosamente estudiadas, tanto desde el


punto de vista del contenido como del fonético para ser formuladas
en una u otra fase del ciclo respiratorio. Concretamente durante la
espiración, al ser más lenta, se deben pronunciar con una mayor
lentitud, alargando ligeramente las vocales, en tanto que durante la
inspiración, más breve, el ritmo debe ser más rápido y evitando, en
lo posible, las palabras que contengan consonantes nasales.

Nosotros actuamos de esta forma porque la experiencia nos indica


que es el proceder más eficaz. En cualquier caso, la técnica
propuesta es puramente orientativa y el lector puede emplear la
que considere más adecuada a su idiosincrasia personal.

Sin embargo el clínico que utilice la hipnosis en su consulta diaria


comprobará una y otra vez y con seguridad, que la adaptación de
las sugestiones al ritmo respiratorio, tal como lo proponemos en la
presente obra, tiene un efecto mucho más potente y rápido que
otros procedimientos.

Creemos que ha merecido la pena explicar con detalle esta


técnica, ya que sienta las bases de nuestra exposición de la
mayoría de los procedimientos hipnóticos que se explicarán en las
siguientes apartados, asociados a la respiración.

Por último, queremos explicar la razón que aconseja empezar


centrando la atención del sujeto en su mano no dominante: ésta se
halla relacionada con el hemisferio cerebral no dominante y en
consecuencia, más asociado a los procesos mentales
inconscientes. Por otra parte es más fácil atender primero a la
mano que a la zona ocular. Sobre todo en la primera sesión de
hipnosis, con un sujeto no entrenado, sugerirle que preste
directamente atención a los ojos, puede ocasionar cierta aprensión.
Por este motivo, preferimos empezar por la mano para realizar a
continuación la transición a la zona ocular.

Este procedimiento es ligeramente más lento que el de Elman y


Shrout, pero se gana en seguridad y en colaboración con el
inconsciente del sujeto.

Pero si resulta que al clínico lo que le interesa es una técnica lo


más rápida posible, sin transiciones ni tener que adaptarse al ritmo
respiratorio del paciente, aconsejamos el método descrito por
Shrout, que exponemos a continuación:

1) Pídale al sujeto que cierre los ojos voluntaria y lentamente .

2) Sugiérale la sensación de relajación y pesadez de los párpados.

3) Pídale a continuación que levante los párpados con una lentitud


aún mayor, lo más lentamente posible, hasta alcanzar un punto en
que los músculos presentarán resistencia a seguir subiendo.
Entonces dé la orden de que cese en su esfuerzo.

4) Pídale a continuación que relaje totalmente los párpados (cosa


que hará de buen grado, como si momentos antes hubiera estado
realizando un gran esfuerzo), sintiéndolos aún más pesados y
cerrando los ojos.

Se continúa impartiendo sugestiones de que esta relajación le


invade y recorre todo el cuerpo de arriba abajo, desde los ojos
hasta los pies.

3.2) Técnica de la fijación ocular

Se trata de una de las técnicas clásicas de inducción. Presenta


algunas variantes, según la mirada del sujeto se fije en un objeto o
punto determinado, o bien directamente en la propia mirada del
experimentador .

También hay variaciones en cuanto al contenido, según se


impartan sugestiones de sueño o solamente de relajación.

El clínico puede adoptar cualquier modalidad, siendo la mejor


aquélla que le resulte más cómoda. Lo importante es que tenga
claro que para la inducción del estado hipnótico lo que cuenta no
es la fijación de la mirada en sí misma, sino utilizarla como medio
para producir el cansancio de los párpados superiores, tal como
hemos explicado en el apartado anterior.

Se puede seguir cualquiera de los patrones de inducción clásicos


(más adelante exponemos un patrón modelo) a partir del cual el
experimentador puede introducir cuantas modificaciones estime
convenientes. Sin embargo, queremos subrayar una vez más que
la adaptación de las sugestiones al ritmo respiratorio del sujeto
redunda en una mayor eficacia de la inducción y, probablemente,
en el logro de un trance más profundo.

El experimentador le pedirá al sujeto que dirija la mirada a un punto


determinado situado en una posición ligeramente superior, (con el
fin de favorecer el cansancio de los párpados superiores pero sin
que el sujeto tenga que adoptar una posición forzada), y hablará
como sigue:

"Ahora, mientras usted me sigue escuchando, fije los ojos en ese


punto, centrando su atención en las sensaciones que
experimenta en su cuerpo, en sus brazos, en sus piernas (...)
usted sigue contemplando tranquilamente ese punto y poco a
poco va sintiendo una sensación de pesadez en sus ojos...
porque al parpadear, cada vez con más frecuencia usted va
experimentando una creciente sensación de pesadez en sus ojos y
también en sus brazos, en sus piernas y en su cuerpo(...). Y sus
ojos se están poniendo más pesados todo el tiempo (...). Y cada
vez más, va sintiendo la necesidad de ir cerrando los ojos
suavemente (...). Y ahora, mientras usted cierra los ojos
lentamente se da cuenta de una sensación de pesadez que le
recorre todo el cuerpo desde la cabeza a los pies, y también un
deseo de dormir, mientras se va sumiendo poco a poco en un
trance tranquilo y profundo..." (siguen las sugestiones normales de
profundización).

[Los puntos entre paréntesis se refieren a las pausas entre


sugestiones].

La cursiva se refiere a las sugestiones que preferiblemente se


deben dar durante la espiración del sujeto, y la negrita a las
palabras que es preferible pronunciar adaptándose a la inspiración.

Por diversas razones, merece mención aparte la técnica de la


fijación de la mirada en los ojos del hipnotizador. Se trata de un
procedimiento que puede ser desaconsejable con determinados
sujetos que tienen la convicción, - y el consiguiente temor -, en las
propiedades "mágicas" de la mirada del hipnotizador. Pero, por la
misma razón, puede ser una buena técnica de inducción con otros
sujetos que carecen de ese temor, y simplemente "creen" y
"esperan" que se les hipnotizará así, al tratarse del procedimiento
más conocido entre el público en general.

Más allá de estas consideraciones, la fijación de la mirada utilizada


de esta forma tiene unos matices certeramente sintetizados por
Kroger con las siguientes palabras:

"El operador se para frente al sujeto y hace que éste le mire


directamente a los ojos, mientras que él recorre con la vista desde
el puente de la nariz del paciente hasta la punta de la misma. Esto
hace que las pupilas del operador se contraigan y dilaten
sucesivamente, y fija la atención del sujeto. (La cursiva es nuestra)
[W. Kroger: Hipnosis Clínica y Experimental; Ed. Glem, p. 110].

Para una inducción más eficaz, aconsejamos proceder como sigue:

" Quiero que usted dirija su mirada a mis ojos, [Debe evitarse el
término "entrecejo" o similar. En cuanto al experimentador, irá
deslizando rítmicamente su mirada desde el entrecejo a la punta
de la nariz del sujeto, tal como se indicará más adelante.], y
mientras escucha lo que le voy diciendo, siga mirándome (...) y
usted puede sentir que mientras sigue mirándome a los ojos, sus
ojos se van sintiendo cada vez más pesados (...) Mire dentro de
mis ojos, y a medida que me va mirando a los ojos, sus ojos se
van sintiendo cada vez más pesados y poco a poco se van
cerrando lentamente (...) y puede sentir cómo sus ojos se sienten
cada vez más pesados y se van cerrando tranquila y
completamente (...) (siguen las sugestiones de profundización). [
Los puntos entre paréntesis se refieren a las pausas entre
sugestiones. La cursiva se refiere a las sugestiones que
preferiblemente se deben dar durante la espiración del sujeto, y la
negrita, a las palabras que es preferible pronunciar adaptándose a
la inspiración] .

Lo característico de esta técnica, tal como la exponemos, radica en


la utilización que el clínico hace de su mirada, deslizándola
lentamente desde el entrecejo a la punta de la nariz del sujeto
durante la fase de espiración de éste (cursiva) en un movimiento
descendente, y de la punta de la nariz al entrecejo durante su
inspiración (negrita) en un movimiento ascendente más rápido.
Este rítmico fluctuar de la mirada del experimentador tiene un
efecto visual subliminal que puede llegar a ser muy absorbente
para el sujeto, el cual, generalmente, no tiene clara conciencia de
lo que está sucediendo.

Reconocemos que el empleo de la mirada sincronizándola con las


sugestiones y el ritmo respiratorio del sujeto requiere cierta práctica
por parte del experimentador, pero dada la eficacia de este
proceder, merece la pena tomarse la molestia de entrenarse
suficientemente en este sentido.

Una adecuada utilización de la mirada, tal como exponemos,


puede permitir en bastantes casos efectuar una inducción hipnótica
prácticamente silenciosa. Si el clínico quiere recurrir a ella, ya sea
con fines experimentales, o tratándose de pacientes que por algún
motivo se sienten perturbados al escuchar las sugestiones
verbales, puede proceder como sigue:

El experimentador se situará frente al sujeto, preferiblemente en un


plano ligeramente superior (a fin de favorecer en cierta medida el
cansancio de los párpados superiores del sujeto), y le dirá: "Dirija
su mirada a mis ojos. Dentro de unos momentos empezaré a
guardar silencio, y usted me seguirá mirando a los ojos hasta que
note que se van sintiendo más pesados y los irá cerrando
gradualmente".

Llegados a este punto, el experimentador dirigirá tranquilamente la


mirada al entrecejo del sujeto haciéndola descender hasta la punta
de la nariz (o si lo prefiere, hasta el labio superior) con la
espiración, y ascender hasta el entrecejo de nuevo
sincronizándola con la inspiración.

Debe repetirse pacientemente este proceder hasta que el sujeto dé


señales de entrada en el trance hipnótico y cierre los ojos. A
continuación, el experimentador puede volver a tomar muy lenta y
suavemente la palabra (no se olvide que para entonces el sujeto se
habrá "acostumbrado" al silencio y escuchar repentinamente la voz
del hipnotizador le podría producir un sobresalto), a fin de impartir
las sugestiones de profundización.

Conviene advertir que este procedimiento es notablemente más


lento que los anteriores, pero, en nuestra experiencia, la
profundidad del trance es igual o incluso mayor. Asimismo,
requiere cierto entrenamiento por parte del experimentador, quien
debe acostumbrarse a mirar tranquilamente, (hay que evitar
"clavar" la mirada en el sujeto, que podría sentirse incómodo, con
toda razón), espaciando la acción del parpadeo. En muchos casos
puede ser útil descender la mirada hasta el labio superior del
sujeto, ya que al valernos únicamente de este medio para producir
el trance puede ser necesario tener un recorrido algo más amplio.
Lo importante es que los movimientos oculares del experimentador
sean fluidos y se hallen sincronizados con el ritmo de la respiración
del sujeto.

Debemos advertir, por último, que las técnicas de inducción


basadas en la mirada del experimentador pueden ser
contraproducentes con determinados pacientes, sobre todo los de
marcada tendencia paranoide, típicamente hipersensibles "a que
me miren", que pueden negarse a tales procedimientos porque
"cuando yo cierre los ojos, usted me seguirá mirando..."

La importancia del ritmo respiratorio en la inducción del trance


hipnótico (y II)

Sobre el documento

Este artículo ha sido extraído del libro del


mismo autor: Hipnosis y Psicoterapia Ed.
EDAF. Febrero 2002

Sobre el autor

Carlos Ramos Gascón es psicólogo clínico y


lleva trabajando en el campo de la
psicoterapia y de la hipnosis clínica desde
1980. Es vicepresidente por Madrid de la
Sociedad Española de Grafología y miembro
de la Sociedad Española de Hipnosis Clñinica
y Experimental. Asimismo, es director del
CEIP (Centro de Investigación en
Psicoterapia) y un reputado grafólogo.

Otros libros del autor son Grafología y fobia


social y Grafología, sexualidad y pareja
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Otros documentos del mismo autor

 http://www.redcientifica.com/doc/doc200207120201.html
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 http://www.redcientifica.com/doc/doc200207210002.html
Técnicas de Hipnosis

En esta sección iremos publicando técnicas de hipnosis probadas por nosotros previamente,
de esta manera brindamos una manera acertada de hacer una sesión de hipnosis para quien
se interese en este apasionante tema.

Técnica 1
Escrita por el Dr. Ernesto Saijas P.

Esta es una técnica de hipnosis que únicamente puede ser usada en personas que ya han
sido hipnotizadas previamente (ojalá muchas veces). Debe evitar realizarse esta técnica en
personas que no han sido hipnotizadas previamente debido a que no dará resultado.
Cuando la persona ya ha sido hipnotizada en ocasiones anteriores (ya ha vivido la
hipnosis), esta técnica le permite llegar a un trance mucho más profundo y efectivo que con
las demás técnicas.

Esta es una técnica que ya he probado, es supremamente fácil y cualquier persona común
puede hacerla, la única condición, como se dijo anteriormente es que el "paciente" (por
llamar de alguna forma a quién será hipnotizado por nosotros) haya tenido experiencias
anteriores con la hipnosis (y como dije, ojalá varias). He probado esta técnica con personas
que nunca habían sido hipnotizados y he fracasado en un 100% de las ocasiones, en cambio
y es bastante curioso, cuando he aplicado esta técnica con personas que ya han sido
hipnotizadas alguna vez (sin importar hace cuanto) siempre consigo un 100% de éxito en
las sesiones de hipnosis, además he observado un estado más rápido y profundo de
hipnosis.

Una de las ventajas, como se dijo anteriormente, es que puede ser llevado a cabo por
cualquier persona (aunque este texto se pueda ver algo largo, en realidad leerlo sólo lleva
unos pocos minutos).

Les presentamos entonces esta técnica exclusiva de nuestro sitio web.

Procedimiento

Se debe disponer de un lugar silencioso y sin distracciones, el cual favorezca la


concentración del paciente.

Se le pide al paciente que se siente en un asiento con los brazos extendidos sobre sus
piernas, con la espalda recta (apoyada o no en el espaldar del asiento). Quien realiza la
técnica (llamémoslo a partir de ahora: hipnotizador) se debe sentar cerca de manera que
pueda mirar al paciente (puede estar al lado suyo, sin que el paciente lo vea, pero el
hipnotizador debe poder ver el rostro del paciente y sus reacciones). El hipnotizador pone
su dedo índice frente a los ojos del paciente (a unos 20 cm) y se le dice al paciente que mire
fijamente y siga el movimiento del dedo.
Moveremos el dedo (despacio, que se lo pueda seguir), de izquierda a derecha. En todo
momento deberemos estar pendientes de que el paciente siga el movimiento. Es normal que
a veces se retrase un poco (esto nos indica que debemos hacerlo más despacio). Éste
ejercicio se hace durante 20 segundos (más o menos, igual todo lo que acá se indica se
puede variar al "estilo" del hipnotizador).

Es de aclarar, que no debemos ser tan rígidos con las técnicas de hipnosis, estas se pueden
un poco dependiendo de que resultados observamos. Si el paciente entra rápidamente en
hipnosis (usualmente las personas que han sido hipnotizadas varias veces), las cosas irán
más fácil y podremos omitir uno que otro paso.

Mientras se desplaza el dedo de izquierda a derecha, se le pide al paciente que respire


profundo y despacio, constantemente se le repite que respire profundo y que siga el
movimiento del dedo. Ésta acción de respirar de manera profunda ayuda a que el paciente
se concentre.

En este punto se ha llamado la atención del paciente y se ha fijado en el movimiento del y


en su respiración.

Ahora, se va a profundizar la etapa de concentración de modo que se pueda inducir un


estado de trance hipnótico.

Recuerde que se estaba moviendo el dedo de izquierda a derecha frente a los ojos del
paciente. Se deja entonces de mover el dedo y le ponemos una mano sobre su frente y se le
pide al paciente que cierre sus ojos.

Se le pide también que aspire profundo, que retenga el aire por un momento y que luego lo
expulse (lo debemos guiar: decirle "aspire"..."exhale") comenzamos a contar desde 10 hasta
uno, le decimos al paciente que debe concentrarse en nuestra voz y relajarse. Al pasar de un
número a otro, se le pide al paciente que respire y que exhale. Mientras el paciente aspira y
exhala, le decimos que "se siente relajado", que "escuche nuestra voz", lo hacemos así:

..........."10... aspire.....(el paciente toma aire)... se siente relajado... siente que sus músculos
se relajan... exhale.(el paciente exhala)... escuche mi voz... 9.....8....."

El objetivo de esta etapa es relajar al paciente, se puede variar lo que se le dice, no tenemos
que ser tan estrictos, la idea es que el paciente se sienta relajado y que escuche nuestra voz.
Y así, seguimos contando hasta llegar al numero 1.

En éste momento, el paciente ya está sumamente relajado y concentrado en nuestra voz.

Le pedimos luego al paciente que abra de los ojos (y retiramos nuestra mano de su frente).

Ahora, le indicamos que se fije en un punto que esté en frente de él (una pared, por ejemplo
o puede ser una ventana, etc.) la idea es pedirle que se enfoque en algo (puede seguir
sentado).
Le diremos que respire profundo (una vez) y que escuche nuestra voz, le diremos que
nuestra voz lo calma y lo hace sentir muy tranquilo. Luego le diremos que el comience a
contar desde el número uno y que lo haga despacio, le diremos que cuando hablemos el
esperará un momento. Cada dos o tres números le diremos que se siente tranquilo y
relajado, de esta manera:

-Uno...(lo dice él) - (cuando termina de decir ese numero le decimos: "Te sientes calmado"
y luego esperamos a que siga contando hasta el tres o el cinco, podemos dejar varios
números sin decirle nada).

Podemos usar frases distintas como: "te relajas... te relajas más y más..."

Luego del numero tres (o si se quiere, se puede empezar desde el uno, muchas veces no
importa), decimos:

-tres (lo dice el) - (Ahora cambiamos el "te sientes calmado", por "sientes sueño",
esperamos a que siga a otro numero y le repetimos "sientes sueño", seguimos así mientras
él sigue contando).

Debemos también variar las frases, que no sea igual siempre, podemos decir aparte de
"sientes sueño", la frase "tus ojos se sienten cansados" o "tus ojos se están cerrando".

En ese momento se presentará un cambio inmediato, realmente comenzará a sentir sueño,


también tendrá los ojos muy cansados y se le irán cerrando.

Hay algo muy curioso que pasa en este punto, a medida que sus ojos se cansan (notaremos
que le comienzan como a molestar, es como si se estuviera durmiendo, sus ojos se hacen
cada vez más cerrados y notamos el esfuerzo que le cuesta tenerlos abiertos), su voz se hace
más lenta y pausada, llegará un punto en el que diga los números muy lentamente.

Luego de que su voz se pone así de pausada y vemos todas esta reacciones, llegará un
momento en el que sus ojos se cerrarán solos, pero seguirá diciendo los números (muy
lento, es como si tuviera mucho sueño) a pesar de tener los ojos cerrados. En ese momento
le decimos: "duerme", él inmediatamente dejará de decir los números y ya estará en estado
hipnótico.

Así de simple, si leemos todo el texto de nuevo, nos daremos cuenta que todo esto habrá
pasado en menos de 3 minutos. Es una técnica muy rápida y es así de rápida porque se hace
con personas que han sido hipnotizadas previamente, si se hiciera con alguien que nunca ha
estado en hipnosis, no resultaría.

La rapidez con que la persona entra en hipnosis depende de qué hipnosis ha vivido antes,
personas con más de ocho o diez sesiones de hipnosis entran en el sueño hipnótico
rapidísimo!
Con esta técnica en especial ocurre algo muy curioso que no ocurre con ninguna otra
técnica de hipnosis conocida: si el paciente se ha relajado lo suficiente y está muy adentro
en su sueño a veces no recuerda lo que vivió en su sesión de hipnosis.

Este fenómeno se da únicamente con esta técnica que trabajamos acá, ninguna otra técnica
de hipnosis causa que el paciente olvide completamente lo que vivió y sintió ( y conozco
muchas técnicas), pero con ninguna otra técnica se hace que el paciente olvide.

En algunas otras técnicas se olvidan algunas cosas, con la que mostramos acá ocurre que se
olvidan completamente de todo. Esto pasa siempre con personas que como dije antes han
vivido mucho la hipnosis y pueden encontrar un estado bien profundo. No debe intentar
hacerlo que personas que nunca han sido hipnotizadas o que apenas han tenido un par de
sesiones, puesto que generalmente no resulta.

Para ese tipo de personas "nuevas" en la hipnosis, es mejor intentar otro tipo de técnicas.

Continuando.

Este fenómeno de olvidar lo que vivió, algunas veces es conveniente por ejemplo cuando se
sabe que durante la hipnosis se va a tratar algo que puede ser traumático para el paciente,
como algún recuerdo de su niñez o algo que de pronto pueda hacerlo sentir nervioso, en ese
tipo de casos es muy conveniente usar esta técnica para ayudar a que el paciente olvide su
sesión de hipnosis y no tenga malos recuerdos cuando despierte (como dije anteriormente,
esta técnica es la única que provoca que el paciente olvide lo que vivió en su hipnosis).

De resto, si queremos que el paciente recuerde lo que ha vivido, simplemente usaremos


cualquier otra técnica de hipnosis (cualquiera de los cientos de técnicas que existen) y el
recordará todo.

Recapitulando: (le recomendaría leer lo que está antes de comenzar a explicar el fenómeno
que ocurre con esta técnica para que recupere el hilo de lo que llevamos).

El paciente en este punto se encuentra en un trance hipnótico, pero hay que aclarar que en
algunos casos no estamos seguros de si él paciente recordará o no lo que viva en su sesión
de hipnosis ( a veces el fenómeno se presenta y a veces no). Pero no hay problema, saber si
el fenómeno se está presentando es muy sencillo.

Simplemente le pediremos al paciente que ponga su cabeza hacia atrás (entonces quedará
mirando hacia el techo) que levante el brazo derecho y que lo ponga horizontalmente frente
a él (esto es muy importante y ya veremos porqué) y recordemos que él tiene los ojos
cerrados.

Le diremos que contaremos de 10 hasta 1 (esta vez nosotros contaremos, él se quedará


callado) y le repetimos: "escucha mi voz, sólo escuchas mi voz... te sientes relajado..." (se
lo decimos de vez en cuando mientras vamos contando, tampoco tiene que ser entre numero
y numero). A medida que vamos acercándonos al numero uno, hablamos más despacio y
con voz más baja (digamos que desde 5 bajamos a voz y le hablamos únicamente al oído).

La reacción del paciente es muy importante y para ello fue que le pedimos que extendiera el
brazo. Cuando estemos contando, en algún momento, el brazo de él caerá de repente sobre
sus piernas, si eso pasa querrá decir que el paciente no recordará lo que viva durante ese
estado hipnótico en el que ya está.

He observado que la mano cae usualmente desde el numero 5 (precisamente es el momento


en el que bajamos la voz), es algo muy curioso, pero así pasa el 100% de las veces. Si la
mano cae, ya podemos parar de contar y sabremos que el paciente no recordará nada de
nada. Nunca recuerdan y esto es muy efectivo en terapias donde estamos tratando al
paciente por algún trauma, esta técnica es bastante segura y siempre la recomiendo.

He notado que cuando despiertan de esta técnica de hipnosis, ninguno recuerda lo que ha
vivido en la hipnosis, si se le dijo que caminara al rededor del cuarto o que escucharía
determinado ruido, nunca lo recuerdan. Por eso esta técnica me parece tan especial, es la
única donde se puede lograr esto, en ninguna otra ocurre.

Si en cambio, el brazo no cae, sino que se mantiene igual, entonces recordará todo lo que
habrá vivido y sentido después cuando despierte. Aunque igual, estará en un estado
hipnótico bastante profundo

Recapitulando de nuevo:

En este momento el paciente se encuentra en un estado hipnótico, si el paciente además


dejó caer su brazo quiere decir que no recordará nada de lo que viva durante ese rato en que
esté en hipnosis.

Entonces se procede a trabajar el estado hipnótico. En general las cosas que se pueden
hacer son muchas, se le puede hacer sentir que está volando, que está visitando un país que
no conoce, se puede cambiar su apariencia física... hay muchas opciones. Hace unos años,
en una demostración en un seminario, le pedí a un paciente (hombre) que viera que ahora
tenía pechos (tenía los ojos cerrados), la reacción fue increíble, el los tocaba y parecían
reales, el gesto en su rostro lo decía todo, estaba totalmente sorprendido. Cuando despertó
nos contó que realmente había visto y sentido que tenía pechos. Un tiempo después, decidí
repetir la prueba, pero pidiéndole ahora al paciente que abriera los ojos (que los abriera,
pero que todavía siguiera en la hipnosis) y le volvía a decir lo mismo "ahora tienes pechos",
la reacción fue igual de increíble, el se los miraba, los tocaba y estaba totalmente
sorprendido.

Se pueden tratar muchas cosas, lo importante es que el paciente pase un rato agradable y
divertido.

Qué decirle al paciente para llevar a cabo todas estas experiencias durante la
hipnosis?
Luego que el paciente está en este estado de hipnosis, no es difícil causarle todas esas
experiencias de las que hemos hablado. Si el quiere estar en un parque, por ejemplo, le
diremos que se encuentra en un parque, pero lo importante, e insistiré en ello, es describirle
el sitio y lo que está sintiendo.

Explicaré el ejemplo del parque, pero en general se aplica a cualquier situación.

Le diremos que se encuentra allí, que siente el viento tibio rozando su piel, le diremos que
es un viento agradable, que sienta también la luz del sol sobre él.

Todo esto que le hemos dicho, así sean sólo palabras para nosotros, para él serán en
cambio, cosas reales que estará viendo y sintiendo, eso es la maravilloso de la hipnosis,
tiene un potencial enorme.

No es necesario ser muy descriptivos, tampoco tenemos que decirle que hay un arbol y que
tiene 8 frutos en el, eso no se necesita, puesto que acá lo que juega es la imaginación del
paciente.

También le podemos pedir que camine (en el parque) y que se dirija hacia algún sitio, por
ejemplo le podemos decir:

"... ahora ves una casa blanca de madera, camina hacia ella y toca la puerta"

Entonces, él irá a esa casita y tocará la puerta (aunque nosotros no veremos que el se mueva
de su puesto o que camine, eso no pasa). El paciente sentirá y verá todo lo que le digamos.

La manera de hablarle, será siempre muy tranquila, le hablaremos como lo hacemos


normalmente, de una manera descomplicada (también es importante que estemos relajados
nosotros, no tenemos porque sentirnos nerviosos, le hablamos normalmente).

Durante la hipnosis no solo se pueden imaginar lugares y caminar por ellos o tocarlos,
también se puede "jugar" con la apariencia del paciente. Esa es de las experiencias más
divertidas, no solo para quienes lo ven, sino y sobretodo, para el paciente pues él lo está
viviendo.

El ejemplo de la aparición de los pechos, es sólo una de las tantas opciones que existen,
también se puede cambiar el traje que usa la persona en ese momento, generalmente se hace
así:

-"...Mira tu vestido ya ahora tienes un vestido de futbolista..."

Y él se verá asi ropa y si se toca se sentirá así, aunque en la realidad se esté tocando su
camisa o su chaqueta, creerá que es lo que tenga puesto.
Y así por el estilo. No importa qué le digamos, el paciente siempre lo verá así, si le decimos
que tiene un vestido de porrista, el paciente se verá con él puesto (y verá la reacción en su
rostro).

Si queremos que abra los ojos, pero que siga en su estado hipnótico, simplemente se lo
pediremos:

"... voy a contar hasta 3, cuando llegue a tres, sin despertar abrirás tus ojos y podrás ver a tu
alrededor, recuerda que no despertarás... uno...dos... tres, abre los ojos"

El con los ojos abiertos puede ver a su alrededor, usualmente tienen los ojos un poco
cerrados (pues se siente todavía con sueño), otras veces no, en realidad no importa. Pero
tendrán la mirada hacia el vacío y estarán pestañeando normalmente.

Con los ojos abiertos se le puede decir que haga otras cosas, por ejemplo mostrarle un lugar
y pedirle que se dirija hacia allí.

También se le puede pedir, por ejemplo que vea a la gente alrededor de él como si
estuvieran vestidos de determinada manera o algo por el estilo y así lo hará, esa experiencia
es de las más divertidas bajo hipnosis porque todo es muy real.

Para hacer esto, se le pediría al paciente:

"... ahora mira a la persona X, verás como está vestido de bombero"

Y efectivamente el volteará a mirar a esa persona y la verá vestida de esa manera, inclusive
si lo toca sentirá lo que le hemos dicho. A veces podemos ayudarle a ubicar a esa persona o
a algún objeto señalándoselo con la mano (puede que el paciente esté algo desorientado y
no sepa donde está alguien o donde dejó algún objeto, pero se lo indicamos y ya).

Las opciones son muchas y depende de la imaginación del hipnotizador, hay que ser
creativo y practicamente todo es válido, el objetivo es que la persona pase un tiempo
agradable.

Cómo despertar al paciente al terminar la sesión??

Simplemente le decimos:

"... ahora voy a contar hasta 3 y despertarás totalmente, escúchame, vas a despertar: uno...
dos... tres, despierta!!..."

Y ahora está despierto.

Entonces procedemos a preguntarle, qué vio cómo se sintió que le gustó. Si nuestro
paciente es de los que no recordarán nada (ocurre el fenómeno aquel del que ya hablamos),
pues nos dirá que no recuerda nada.
__________________________________

Si vas a realizar la prueba con algún conocido, amigo o familiar, no dudes en hacernos
cualquier pregunta (no importa si eres novato), nos gusta recibir tus dudas y opiniones,
siempre estaremos dispuestos a colaborar.

E-MAIL: esaijas@mixmail.com

Técnica2: Método de la rigidez del brazo

La persona está sentada... le estiramos el brazo y lo colocamos a la altura del hombro.

Le sugerimos que se encuentra bien y que su brazo cada vez está más rígido.

Le hacemos sentir con ligeras presiones sobre la mano dicha rigidez. Le indicamos que el
brazo comenzará a pesar, que se ha transformado en plomo...

” el brazo en tan pesado que se peso se hace insostenible e irá cayendo. Conforme el brazo
va bajando, notarás como un sueño agradable e intenso te va invadiendo... cuando el brazo
se desplome por completo, dormirás!..."

El sujeto irá bajando el brazo hasta soltarlo por completo; en este momento daremos la
orden ¡duerme!.

Técnica 3: Método de la catalepsia

Pedimos al sujeto que una con fuerza sus piernas y que apriete los brazos estirados hacia el
cuerpo, que ponga rígidos todos los músculos de su cuerpo, que apriete el abdomen y en
definitiva, que se imagine que una especie de tabla o estatua de bronce.

Acto seguido la imprimiremos un ligero balanceo para que note su rigidez. Una vez
conseguida la rigidez total, podemos con ayuda de otras personas, tumbarle en el suelo, en
un diván o camilla. Inmediatamente le indicaremos que se encuentra muy concentrado y
que dormirá o entrará en un estado profundo y especial a nuestra indicación.

Podemos dar un pequeño chasquido con los dedos o tocarle ligeramente la frente con los
dedos al mismo tiempo que decimos: ¡duerme! o !Ya está... estas en un estado profundo y
especial!

Método de la expectación

Especialmente cuando se hace hipnosis de espectáculo, este método es útil.


Supongamos un auditorio donde se espera al hipnotizador con expectación... por tanto ya
existe un ambiente lo suficientemente sugestivo para inducir con facilidad a cualquier
asistente.

El hipnotizador deberá hablar con cierto misterio y persuasión. Al acercarse a cualquier


espectador que ponga reparos a su proximidad debido al temor de ser hipnotizado, a un solo
toque u orden del inductor, entrará con facilidad en hipnosis.

Algunos hipnotizadores colocan música en el auditorio con el fin de hacer el ambiente de


expectación más fuerte, así la gente creerá que todo está dado para una hipnosis.

Método de la expectación

Especialmente cuando se hace hipnosis de espectáculo, este método es útil.

Supongamos un auditorio donde se espera al hipnotizador con expectación... por tanto ya


existe un ambiente lo suficientemente sugestivo para inducir con facilidad a cualquier
asistente.

El hipnotizador deberá hablar con cierto misterio y persuasión. Al acercarse a cualquier


espectador que ponga reparos a su proximidad debido al temor de ser hipnotizado, a un solo
toque u orden del inductor, entrará con facilidad en hipnosis.

Algunos hipnotizadores colocan música en el auditorio con el fin de hacer el ambiente de


expectación más fuerte, así la gente creerá que todo está dado para una hipnosis.

Cómo hacer trucos usando técnicas de hipnosis


Creado por Rosy Guerra

La hipnosis es una herramienta poderosa que puede usarse para entretener a las personas.
Cuando hipnotizas a las personas puedes hacerles olvidar lo que sucede a su alrededor y
enfocándose en ti y tus instrucciones. Hacer que la gente haga cosas graciosas como, mover
los brazos como gallina, es muy sencillo a través de la hipnosis. Hacer que la gente haga
cosas más elaboradas como imitar a alguien más, es un poco más difícil. Este artículo te
dará las instrucciones básicas para hipnotizar.

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Pasos

1.

Selecciona a la persona que hipnotizarás, debes asegurarte de tener mucha paciencia...


la persona que hayas seleccionado debe estar dispuesta a ser hipnotizada. Esto es porque
es mucho más difícil hipnotizar a alguien que no quiere ser hipnotizado. La hipnosis no
funciona en todos, así que no te preocupes si no funciona con esta persona. Además
requiere de mucha práctica. Una manera de saber si la persona es adecuada para la
hipnosis es decirle que cierre los ojos y que imagine que sus manos se hacen más ligeras.
Luego dile que una de sus manos se hace más pesada que la otra. Si una de las manos se
levanta y la otra está más abajo, entonces esta persona es adecuada para la hipnosis.

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2.

Establece el ambiente. La habitación no tiene que estar en completo silencio


necesariamente. Sin embargo, debes encontrar una manera para mantener a la persona
relajada. Asegúrate de que la habitación no sea muy fría o calurosa, y que los ruidos en la
habitación no lo distraigan. Algo de música relajante puede ayudar. Asegúrate de que la
persona se siente cómodamente en una silla y deja que se encorve si así lo desea..
3.

Antes de empezar el proceso de relajación, selecciona un ambiente cómodo con una


iluminación tenue en donde puedas proceder. La persona que hipnotices debe ser capaz
de relajarse y sentirse cómodo. Haz que respire profundamente a través de su nariz, y que
exhale por su boca. Luego dile que tense sus músculos muy tensos por unos 10 segundos,
luego que los relaje por otros 10 segundos, y luego tensarlos de nuevo por 10 segundos.
Esto hará que relaje los músculos y el oxígeno en su cerebro hará que se relaje por
completo.
4.

Convenio mental. Sigue tu método de hipnotismo e hipnotiza a la persona. No te


apresures con el proceso; esto solo lo hace más difícil. Utiliza una voz calmada y relajante,
asegúrate de que la persona que estás hipnotizando esté lista para proceder. Dile que
acordaron hipnotizarlo, y que está de acuerdo en hacer cualquier cosa. Esta parte abre su
subconsciente, permitiéndote hacer cualquier tipo de cosas.
5.

Empieza con el proceso de relajación. Haz que se recueste y que cierre los ojos. Esta parte
se hace muy aburrida para la persona que realiza la hipnosis. Pero se aproxima la parte
divertida. Dile que vas a contar de 0 a 100 de forma regresiva. Da golpecitos con tu pie
cada segundo que cuentes y dile que con cada golpe se va a sentir más adormitado (no
digas las palabras “Te estás sintiendo más y más adormitado, esto está muy estereotipado,
y casi nunca funciona. Haz esto y probablemente fallarás) dile que cuando llegues a cero
estará dormido. Empieza a contar. En cada número con terminación 7 o 3 recuérdale lo
cansado que se siente. Por ejemplo: 100, 99, 98, 97 Te estás sintiendo cansado, muy
cansado 96, 95, 94, 93 te sientes más y más cansado, 92 etc. Debes contar diciendo un
dígito por cada dos golpecitos con el pie. Si, es muy lento. Aburrido, lo sé. Cada diez
dígitos, dile que con cada 10 números se sentirá el doble de cansado. Por ejemplo: 92, 91,
90, ahora cuando llegue a 80 te sentirás el doble de cansado, así como relajado, y te
sentirás mejor. 89 etc. Eventualmente esto lo hará sentir super adormitado. Cuando
llegues a zero estará dormido.
6.

Prepára a la persona para la manipulación. Dile que se imagine así mismo en un prado
maravilloso, es cálido y se siente feliz. Dile que una nube del cielo se acerca a él y lo lleva
más y más alto. La nube es suave, se siente bien y empieza a absorber sus pies, se siente
fresco y adormecido. Se eleva por sus pies, absorbiendo sus tobillos. Eventualmente la
nube cubre todo su cuerpo, todo su cuerpo se siente adormecido, frío y con hormigueo.
Haz esto lentamente, en cada parte de su cuerpo.
7.

Empieza la manipulación. Una vez que la persona esté completamente hipnotizada, haz
que haga algo. Empieza con una orden simple como “toca tu nariz con tu dedo.” Luego dile
que cuando la nube se mueva, su cuerpo se moverá con la nube, y que empiece
levantando el brazo. Especifica qué brazo, y dile que lo mantenga arriba. Una vez que su
brazo esté extendido en el aire (normalmente esto lleva algo de tiempo la primera vez,
pero una vez que hagas que mueva su brazo todo se hará más rápido) dile que su brazo es
tan blando y pesado como un cable. Deberá caer. Esto te hará pensar “Oh dios mío, lo he
logrado” y ahora te puedes divertir. Sin embargo, solo puedes imponerle cosas a la
persona hipnotizada. Si lo presionas demasiado, harás que se despierte. Si te equivocas, se
despertará, y deberás volver a colocarlo en el trance. Esto es lo que debes hacer para que
haga lo que ordenes (para esto voy a usar el ejemplo de comerse su zapato). Dile que la
nube lo deja en su restaurante favorito y que toda la comida que le gusta está en el menú.
Puede ordenar lo que quiera. Luego te dirá su orden. Y luego dile que le darás su comida
(dale el zapato) y luego dile que será la comida más rica que haya probado. Luego
empezará a comerlo y probablemente se quejará de que está algo duro. ¡Esto es muy
divertido!
8.

Otra forma de divertirte. Puedes sugerir otras actividades más difíciles. Asegúrate de que
no le pidas hacer algo que no haría estando consciente. No tienes superpoderes o
habilidades supernaturales cuando estás hipnotizado. Hipnotízalo para que actúe como
pollito o que se meta un dedo en la nariz, por ejemplo, esto puede ser muy entretenido y
sencillo. Debes asegurarte de que la persona esté dispuesta a hacer algo estúpido y
vergonzoso. Si vas a hipnotizar a tu enemigo, puedes hacer que haga cosas muy
vergonzosas como hacerle decir: “Eres la persona más genial y yo soy solo un perdedor,
actúo como gallina y me meto los dedos a la nariz.”
9.

Saca a la persona del trance. Cuenta con una voz positiva, dándole energía a la persona
con cada número que cuentas (“te estás sintiendo cada vez más despierto...”). justo antes
de que se despierte puedes darle un impulso positivo, como decirle que descansará muy
bien por la noche o un último truco, que se reirá sin control cada vez que una persona
agite su mano. Eventualmente estos efectos desaparecen, pero siempre es divertirlos
observarlos mientras duren.
10.

10

Recibe los aplausos.


11.

11

Si quieres que vuelvan al estado de hipnosis, trata de pedirle que siga un punto de tu
mano con sus ojos (no la cabeza) háblale con dulzura y di “duerme” en un momento
inesperado. Si estaban en un estado profundo no habrán despertado por completo, y
deberán volver a dormir.

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Hacer que los efectos desaparezcan

1. Vuelve a inducir la hipnosis usando este o cualquiera de los métodos.


2. Dile a la persona que cualquier cosa que le hayas dicho en la última hipnosis desaparecerá
una vez que esté despierto.
3. Verifica que recuerde de lo que estás hablando diciendo “¿Recuerdas cuando te hipnoticé,
recuerdas que paso esto? O ¿recuerdas que debías hacer (esto) cuando dijera esto?, etc.
4. Refuerza el punto que desencadenó el evento o la palabra (por ejemplo, la palabra que les
hace hacer algo extraño) dile que ya no esta vinculada a la acción. Dile “no tienes que
hacer (esto) cuando (esto) suceda.
5. Refuerza esto cuando esté despierto, nada que sucedió durante la hipnosis afectará su
futuro o los hará hacer algo extraño o diferente en el futuro (la mayoría de la gente
comprende la palabra “extraño)
6. Punto crítico: Pregúntale si comprendió por completo (dile que asiente con la cabeza si lo
hizo, luego pregúntale si hay algo no comprenda sobre la hipnosis o con los comandos que
se le han dado, es importante que asienten con la cabeza. Si no lo hacen, pregúntales qué
es lo que no entendieron ¿Me puedes decir qué es lo que no entendiste?Refuerza/vuelve
a explicar los puntos paso a paso.
7. Una vez que comprenda por completo todo, sácalo del estado de hipnosis

Consejos

 Sé paciente. Hacerlo demasiado rápido le dará a la persona un sentimiento de urgencia,


haciendo imposible que entre en el estado de hipnosis.
 Tener una voz profunda y dulce puede ser muy útil, pero si no tienes una, no la simules.
Puede perturbar a la persona a intervenir con el proceso y no podrá ser hipnotizado. Si no
tienes una voz dulce, tener una voz monótona ayudará también. Practica con tu voz.

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Advertencias

 Ten cuidado con lo que le hagas hacer a la persona, lo más seguro es que lo recuerde.
 Nunca le digas que haga algo que involucre “ignorar las distracciones”. Ya que ignorarán
todo incluyendo tu voz.
 No le pidas que haga algo ilegal o peligroso ya que puede ser peligroso.
 Casi todos pueden ser hipnotizados. Si la personas está borracha o drogada, si tiene una
inteligencia por encima de las demás o promedio, y si está dispuesta, entonces la persona
puede ser hipnotizada.

1. Trata de relajarte. El primer paso a seguir para lograr el estado hipnótico, es que
tu cuerpo y tu mente estén relajados, en calma. Sólo de ésta manera podrás
concentrarte en el procedimiento. Se recomienda que para ello te acuestes o
recuestes en un lugar confortable.
2. Si le estás realizando la hipnosis a alguien más, debes emplear un tono de voz
tranquilo, claro y alto. Debes decirle a la persona que se relaje, que se suelte, que
comience por relajar los pies. Si se trata de una auto- hipnosis, concéntrate y piensa
en relajar los pies.
3. Luego de unos segundos, dile que relaje sus tobillos. Aguarda unos segundos más y
dile que relaje las pantorrillas, después de unos segundos las rodillas, los glúteos,
sigue así hasta llegar a la cabeza. Es importante que haya algunos segundos entre
una parte del cuerpo y otra. Este ejercicio debe repetirse dos veces.
4. Cuenta lentamente del 10 al 1 para lograr una mayor relajación a medida que los
números van descendiendo. Al llegar al número 1, le dices que su cuerpo se siente
pesado, relajado.
5. A partir de este momento, puedes utilizar la sugestión para su beneficio. Puedes
utilizar frases como: “Te sientes muy bien”, “Eres exitoso en tu trabajo” “No tienes
miedo a enfrentar situaciones difíciles”. En el caso de que se trate de una persona
que padece algún tipo de enfermedad, puedes decirle “Siente como ahora estas
sano”, “El dolor se ha ido por completo”.
6. Para finalizar, pídele que respire profundo una vez y exhale, haz que lo repita tres
veces. Luego le informas que contaras hasta el 10 y que cuando llegues al número
10, él se encontrara despierto. Comienza a contar lentamente. Cuando llegues al
número 5, dile que su cuerpo comienza a despertarse y que se sentirá como nuevo.
Al llegar al número 10, le pedirás que abra los ojos.
7. Si deseas leer más artículos parecidos a cómo hacer una hipnosis en casa, te
recomendamos que entres en nuestra categoría de Paranormal.

Consejos

 La hipnosis debe ser utilizada en beneficio de la persona, es una técnica para lograr
cambios positivos.
 No todas las personas tienen la misma predisposición para la hipnosis.

Sigue leyendo: http://educacion.uncomo.com/articulo/como-hacer-una-hipnosis-en-casa-


2229.html#ixzz3KsBePr81

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