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El PAMA fue creado para aquellos titulares de actividades de hidrocarburos que se encontraban

operando a la fecha de promulgación del primer reglamento de protección ambiental de las


actividades de hidrocarburos, quienes estaban obligados en aquella época a presentar ante la
Dirección General de Hidrocarburos (DGH) para su aprobación, previa opinión de la DGAAE, un
PAMA.

Las empresas que se encontraban operando antes de la aprobación del reglamento de


protección ambiental de las actividades de hidrocarburos tuvieron como fecha límite para la
entrega del PAMA a la DGH el 15 de enero de 1996. La DGH, con el visto bueno de la DGAAE,
debía emitir resolución en un plazo de 60 días calendarios contados desde la fecha de
presentación del PAMA; en caso contrario, este quedaba aprobado automáticamente, siendo
siete años el plazo máximo de ejecución de dichos PAMA.

A partir de la promulgación del decreto supremo 053-99-EM, las modificaciones de los PAMA
debieron presentarse ante la DGAAE. De existir observaciones en ellas, la DGAAE notificaría por
escrito al titular de la actividad para que en un plazo máximo de 90 días pueda levantar las
observaciones planteadas, después de los cuales la autoridad podía declarar en abandono la
solicitud. Si en un plazo máximo de 30 días calendarios, contados a partir de la recepción del
levantamiento de las observaciones, la DGAAE no se pronunciaba sobre dicho levantamiento,
estos estudios y documentos se daban por denegados.

Según lo señalado por el entonces vigente reglamento de protección ambiental de las


actividades de hidrocarburos, el PAMA debía incluir necesariamente la siguiente
documentación:

a. El PMA para cada año.

b. Los programas de monitoreo de efluentes.

c. El cronograma de inversiones.

d. El plan de abandono.

El PAMA es el programa que contiene las acciones e inversiones necesarias para incorporar a las
operaciones minero-metalúrgicas los adelantos tecnológicos y/o medidas alternativas que
tengan como propósito reducir o eliminar las emisiones y/o vertimientos para poder cumplir
con los niveles máximos permisibles establecidos por la autoridad competente. En tal sentido,
el PAMA constituye un instrumento de gestión ambiental exigible para aquellas empresas que
venían operando al momento de entrada en vigencia del reglamento para la protección
ambiental en la actividad minero-metalúrgica en 1993.

En aquella época, estaban obligados a presentar el PAMA ante la DGM para su aprobación,
previa opinión de la Dirección General de Asuntos Ambientales (ahora DGAAM). El plazo para la
aprobación de los PAMA era de 60 días, el cual fue posteriormente modificado a 120 días;
transcurrido dicho plazo sin haberse emitido pronunciamiento, quedaba aprobado
automáticamente. De existir observaciones, estas debían absolverse en un plazo de 60 días.

Asimismo, de acuerdo al artículo 17 del reglamento para la protección ambiental en la actividad


minero-metalúrgica, la DGM podía modificar el PAMA mediante resolución directoral de oficio
o a solicitud del interesado, indicándose los fundamentos técnicos, económicos, sociales,
ecológicos y ambientales. Sin embargo, a partir de la promulgación del decreto supremo 053-
99-EM las modificaciones de los PAMA debieron presentarse ante la DGAAM.

De acuerdo a lo establecido por la normatividad, los PAMA aprobados en el sector minero tenían
un plazo de cumplimiento de entre cinco y diez años, por lo que considerando el transcurso del
tiempo, los plazos de ejecución ya se encuentran vencidos a la fecha. Existen algunos casos en
los cuales se ha prorrogado el cumplimiento del PAMA, como en el de la empresa de Doe Run.
En caso de incumplimiento del PAMA, la normatividad vigente ha establecido una serie de
consideraciones, como veremos a continuación.

DECLARACIÓN DE IMPACTO AMBIENTAL

La DIA se presentará para aquellos proyectos o actividades cuyos riesgos ambientales no sean
considerados como significativos, en función a los criterios establecidos en el artículo 14 del
reglamento de protección ambiental para el desarrollo de actividades de la industria
manufacturera. El titular de la actividad manufacturera deberá presentar la DIA en el formato
aprobado mediante resolución ministerial 116-2000-ITINCI/DM.

La DIA contendrá una descripción del proyecto, las características del entorno, los impactos
físico-químicos, biológicos, económicos y sociales previsibles y las medidas para prevenir y
mitigar los impactos adversos y reparar los daños causados. No obstante, cabe resaltar que
sobre la base de sus atribuciones como autoridad ambiental competente, el sector puede
requerir al titular de la actividad industrial manufacturera que ha presentado una DIA, la
ampliación de esta o de ser necesaria la presentación de un EIA.

La DIA deberá ser presenta en 3 ejemplares debidamente suscritos por un consultor ambiental
y por el titular de la actividad, para ser evaluados por la DAAI en un plazo de 90 días. Transcurrido
el plazo sin que se emita pronunciamiento, en aplicación de la primera disposición transitoria,
complementaria y final de la ley del silencio administrativo, operará el silencio administrativo
negativo; ello significa que el administrado podrá optar por: (1) esperar que la autoridad
administrativa resuelva, entendiendo que el vencimiento del plazo no le exime de su obligación
o (2) entender que existe una resolución denegatoria ficta y plantear un recurso impugnatorio.
En caso que la DAAI observe la DIA presentada, otorgará al administrado un plazo para que este
cumpla con su subsanación, vencido el cual sin mediar respuesta el procedimiento caerá en
abandono y la DIA será rechazada

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