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Del nacimiento y muerte del mito político llamado Revolución Mexicana: tensiones y

transformaciones del régimen político, 1914-1994


Author(s): Ramón Reséndiz García
Source: Estudios Sociológicos, Vol. 23, No. 67 (Jan. - Apr., 2005), pp. 139-183
Published by: El Colegio De Mexico
Stable URL: http://www.jstor.org/stable/40420864 .
Accessed: 10/06/2014 20:31

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Del nacimientoy muertedel mitopolítico
llamado RevoluciónMexicana:
tensionesy transformaciones
del régimenpolítico,1914-1994*

RamónReséndizGarcía

"Todarevolución
tiendea establecer
unaedadmítica."

OctavioPaz

La Revolución Mexicana es la imagenque presidiráel pacto de dominación


cristalizadoen el partidode Estado y sus corporaciones.No sólo porque el
PartidoRevolucionarioInstitucional(pri) y sus antecedentes,el Partidode la
RevoluciónMexicana (prm)y el PartidoNacional Revolucionario(pnr),la ex-
hibieronnominalmente,sino tambiénporque todos ellos se asumiráncomo
la revoluciónmisma,organizada e institucionalizada.1

* Esteartículoes unaversiónmodificada del segundocapítulode mitesisdoctoral, Mito


y campode políticaseducativasen México.Entrela revolución y elfederalismo.1914-1993,
presentada en el ces de El Colegiode Méxicoparaobtenerel gradode doctoren cienciasso-
cialescon especialidaden sociología.
1La Convocatoria
para la Convencióndel pnr,publicadaen enerode 1929 (Cordova,
1995),señalabala importancia de constituira la Revoluciónen PartidoNacional.Su misión
consistíaen unira los "elementos revolucionarios del país"paraapoyarel "ordenlegalcreado
porla RevoluciónMexicana.. ." (Garrido,1998:80).El 4 de marzode 1929se declaraformal
y legalmente constituidoel pnr,cuyaconfiguración sectorialapareceen 1938en la Asamblea
NacionalOrdinaria en la cualdichopartidose transforma en prmy se asumecomoheredero de
las fuerzasque habíanluchadodurante la Revolución.La obligaciónde los sectoresde realizar
actospolítico-electorales exclusivamente mediante el partidoconstituyóunaspectosustantivo
del acuerdoque establecieron.
El pri,constituidoen enerode 1946,señalabaen sus estatutos que "El partidoes revolu-
cionarioporqueintegra a las fuerzassocialesy políticasque lucharon en la etapaarmadaen la

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Le debemos a PlutarcoElias Calles la interpretación oficialde una revo-


luciónque trasciendeel periodoarmadoy que, convertidaen gobierno,se des-
pliega de maneraincesantehacia el futuro(Palacios, 1973). Para ello, el par-
tido debió asumircomo propia la tareade definir,preservaro transformar el
horizontevalorativoy el repertorio simbólicode la Revolución.En 1929,el pnr
nació bajo los principiosde libertadde sufragio,mejoramientointegralde las
masas, reconstrucciónnacional y estabilidadgubernamental.El prmasumió
la defensay ampliaciónde las conquistassociales y del sistemademocrático
de gobierno,como elementosde su declaraciónde principios.El priheredará
los principiosdel prmy añadirá uno más en su declaración de 1946: el per-
feccionamiento de las institucionesemanadasde la Revolución(Lerner,1977).
El régimenpolítico, presidencialy corporativomexicano, erigió a la
Revolución como su proceso históricooriginario,concibiendolas funciones
de gobiernocomo realizacionesdel programade reformassociales revolucio-
narias,y los cambios de orientacióncomo partedel desplieguey perfecciona-
mientode tal programa.Tantoel origenhistóricoprestigiosocomo la imagen
de futuroofrecidapor el régimenformaron partede una concepciónmíticade
la Revolución, sustentadaen la idea de un proceso revolucionariounitario
que logró refimdarel orden social y político sobre nuevos principios,aun
cuando esa tareapudieraextenderseen el futuro.Como imagenlegitimadora,
el mitode la Revolución Mexicana servirá,por un lado, para dar unidad a la
diversidadpolítica, ideológica y faccionai que ella misma significócomo
hecho histórico,y, por otro,para crear un "discurso sobre la novedad", es
decir,aquello que Guerra(1989:16-17) ha interpretado como la creencia de
que una revolución(tal como la francesa,la bolchevique o la mexicana) es
tal porque reconstruyea partir de la nada a la sociedad en su conjunto.
Conviene recordarque las modalidades de dominacióny arreglopolíti-
co entrelas clases se expresana partirdel régimen,el cual contieney se cons-
tituyepor reglas de participacióny negociación política,las cuales, a su vez,
condicionan las tareas de gobierno,es decir,sostenerel ordeny regularlas
relacionessociales, coordinar,dirigir,planeary resolverlas cuestionespúbli-
cas. El disefioinstitucionaldel régimenincluyeal menoslos siguienteselemen-
tos: la distribucióndel poderpolítico entrelas ramas (Ejecutivo, Legislativo
y Judicial)y niveles de gobierno(federal,estataly municipal); las modalida-
des de representaciónde interesesy las de participacióny competenciapolí-
tica a travésdel sistemade partidosy el proceso electoral.

que surgenen nuestra


RevoluciónMexicana,porqueasimilaa las nuevasfuerzasprogresistas
y porquela época que vivimoses el mejormedioparamantener
sociedadrevolucionaria vivo
y vigenteel movimiento
socialde 1910"(pri,1972:7).

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El régimen políticoconstituye, portanto,un sistemade instituciones y


prácticaspolíticas,incluyela realizaciónde las tareasgubernamentales, la
agregación de intereses entrelos actores,así comola contienda y el conflicto
entreellos.De igualforma,a niveldel régimense estableceny operanlos
mecanismos de controly participación política.Los ejes institucionales se-
rán,enel casomexicano, el Ejecutivoy unpartido de Estadoque,a diferencia
de otros,no prescindirá de la competencia electoral(Villa,1987y 1990).
En el diseñoinstitucional del régimense expresael pactode domina-
cióny participación política,que presidela agregaciónde intereses y define
las relacionesentrelas coalicionesdominantes las
y configuraciones subal-
ternas.El régimen es,portanto,unamodalidadde dominación que especifi-
ca las formasde participación de los actores,instituye los mecanismos para
su control, las reglasde interacción, la amplitud y modosde distribución de
los recursos los
por que compiten, así como las arenas o espacios en los que
es posibletalcompetencia.
El entramado de reglas2 yprohibiciones formales e informales queregu-
lanel intercambio y la interacción política entre los actores, constituye el so-
porte institucional del
profundo régimen La
político. equivalencia entre re-
del
glas juego e instituciones Di
(Powelly Maggio,1999) permite advertir
la reproducción crónicade patrones de interacción política,cuyapersistencia
derivade observarrutinariamente las reglasprescindiendo de la moviliza-
cióncolectivarecurrente. El resultado es la estabilidady la continuidad de un
El o del
régimen. rompimientobloqueo procesoreproductivo pone de mani-
fiestoel cuestionamiento a las reglasdeljuego y,en su sentidosimbólico,
tambiéna las imágenesmíticasasociadasconel origende esas reglas.
Los mitosexpresan lascreencias, la visióndelmundodeunacolectividad
(piénsese,porejemplo, respectoa sus orígeneso acercade la creación,
con
en los llamadosmitoscosmogónicos)(Duch, 1998y Kräder,2003). Hace
tiempoque el conceptode mitodejó de serentendido comomerovestigio
ancestral, falsedad o fantasía (RubioHernández, 1984). Malinowski advirtió
su importancia comojustificación o refuerzo de las creenciasyprácticasque
articulan la vidaenciertassociedades.El mitoentraenescena,segúnesteau-
tor, cuando ciertorito,ceremonia o reglasocialpideunajustificación. Dicho
en clave sociológica,cuandoinquieren su
por legitimidad. De ahí que, en
ciertascomunidades, mito,el más que una narración que cuenta,es una
se
realidadque se vive (Malinowski,1993:112-113).

1 Sobreel
régimenpolítico,deliradocomounconjuntode reglasprocesales,remitimos
a
los trabajosde Krischke(1999) y Munk(1995). Con respectoal régimen
comopactode domi-
naciónnos ha sido particularmente útilel trabajode Brachet-Márquez
(1996).

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Además de la importancialegitimadoradel mitocon respectoa las reglas


y ritualessociales,las narraciones
míticaspuedenestarvinculadasa ciertosacon-
tecimientosfundacionales- como la invasióno la construcciónde una ciu-
dad- que se constituyenen legitimadoresde una época o de un ordensocial
y político determinado.En tales casos, el mitoes una narraciónsobre cierto
acontecimientolegitimadordonde lo realy lo ideal se funden,no para explicar
los hechos objetivossinoparatrasmutar lo real en una realidadmágica (Rubio
Hernández,1984), comunicabley sólo repetibleritualmente. El mitoresguar-
da, así, la memoriadel acontecimientolegitimador,le confiereuna realidad
aparte,mágica o religiosa.De estavoluntadde permanenciao de trascendencia
es posible derivarla importanciasimbólica del mitocomo representaciónde
un acontecimientoconcebido como extraordinario, acaecido en algún punto
del tiempoy magnificadoa lo largo del mismo para permaneceren él.
Carbonell (2000: 35) ha llamado la atención sobre los relatos míticos
cuyo temaes el rapto,porpartede Zeus, de una princesafenicia,hija de Age-
nor,reyde Tiroy de Sidón, cuyo nombreera Europa. Su origenasiático que-
dó aclarado, dice el autor,cuando las excavaciones revelaron,recientemen-
te, que "la Fenicia-Palestina(...) fue la primeracuna del helenismo".
Mediante el mito,el pueblo mexica se atribuyóla creacióno el dominio
de la agricultura,del calendarioo la escritura,nos dice Duverger(1987). La
preocupaciónmexica consistiráen vincularsea la tradiciónculturaltolteca,
a la toltecáyotl,origeny productorade tales saberes. La intenciónera legiti-
mar el dominioazteca recurriendoa un pasado prestigioso.En una perspec-
tiva complementaria,Florescano (1990) interpreta como mitoslos relatosde
los mexicas acerca de su origen,es decir,como narracionessimbólicas. En
ellas adviertela voluntadde la élite azteca de legitimarseen el pasado tolte-
ca mediantemanipulacionesde la memoriahistórica,y tambiéndebido a la
apropiaciónde antiguosrelatosy mitosa los que sobrepuso su propia inter-
pretación,pretendiendoenlazarse con un pasado glorioso a la alturadel po-
der que había adquirido,opuesto a su origenhistórico.
Los ejemplos anteriorespretendenilustrarla importanciasimbólica y
política de ciertasnarracionesmíticas,sus nexos con ciertosacontecimien-
tos, ideales o pretensiones:el origen asiático del helenismo y del nombre
mismodel continenteeuropeo;y los afanesmexicas de presentarsey autorre-
presentarsecomo herederosde la tradicióntolteca,donde el mitorevela su
plena importancialegitimadora.
Ciertasimágenesdel pasado que aluden a acontecimientosque se consi-
deranfundacionalespara el ordende dominaciónprevaleciente,tambiénpara
ciertas colectividades o configuracionesde intereses,pueden interpretarse
bajo la expresiónde mitos políticos. El mito de una comunidadprimordial

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comosustrato de la naciónentantocomunidad imaginada(Anderson, 1983);


de la revolución comodestructora delordenprevaleciente y constructora de
unordensocialy políticototalmente nuevo;de las Cruzadaso de la Guerra
Santaárabe,interpretadas comoproductos de la confrontación entre unOcci-
dentematerialista y unOrienteespiritualista, sonalgunosejemplos.
Un mitopolíticoes una narrativa, una imagen,una suertede alegoría
(Sivan,1997) capaz de motivarla accióncolectiva,pormediode la cual se
narrael origende unordende dominación, unpacto,unaalianzao unacolec-
tividad.No es, sinembargo,la simplecrónicade unhechofundacional, ya
que constituye una recreación simbólica que magnifica, dramatiza y a menu-
do convierte enepopeyaese hechofundacional, a travésdelcualse asumela
constitución delordenpolíticovigente.3 Además,resguarda ymagnifica la me-
moriade ese acontecimiento fundacional que, comotal,adquierecarácter
extraordinario. Tal es la dimensión que adquierela revolución en tantoque
mitopolítico.
Al recrear losorígenes delorden,el mitopolíticoconstituye unaexplica-
cióndelporquédichoordenes asíynodeotramanera. La historiafundacional
que narra, otorga sentido a la nueva estructuración jerárquicay lasposicio-
a
nes entredominantes y subalternos. De ahí un
que mitopolíticopuedaser
advertido comodiscursoque otorgavalidezo significación a un ordende
dominación, a unacomunidad de valoreso a unaconfiguración de intereses.
El mitogenerasignificación enfavorde unordenenla medidaenque en
él se reconocenlos intereses de aquellosactoresy fuerzasque constituyeron
el
y constituyen pacto de dominación sobreel que se fundaese ordeny sus
expresiones institucionales, tales como el Estadoo el régimenpolítico.En
ese sentido, se convierte enrepresentación delordeny delpacto,es su doble
o su imagen,es decir,su mythos, envirtud de que los expresa4 y los contiene
simbólicamente.
Al constituirse en la representación simbólicadelpactode dominación
del
originario que deriva el orden vigente, el mitopolíticoproveeno sólo de
unaexplicación comúndelporqué delcompromiso que sujetaa los integran-
tesdelpacto,sinotambiénse convierte enel relatode origenque elloscom-
parten comopatrimonio políticosimbólico.De ahíque los acuerdos,conflic-
tosy negociaciones se elaborenenel marcoque proporciona dichomitoque
genera unhorizonte valorativo y una agenda histórica que contiene lascuestio-

3 la versiónoficialespañolasobreel asedioy
ReigTapia (1998), porejemplo,interpreta
defensadel Alcázarde Toledo,ocurridaen 1936,comomitoy símbolopolíticodel régimen
franquista.
4 Así como logosaludea concepto,
mythos aludea imagen(Duch,1998).
originariamente

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nes públicas susceptiblesde resolversemediantepolíticas. En el caso mexi-


cano, progresocon reformao justicia social seránlos componentesideológi-
cos sustantivos del mitopolíticode la revolución.Es decir,ellos seránel núcleo
programáticoque tantoel partidode Estado como el gobiernorenovaráncons-
tantementeactivando5el mitode una refundación/revolución interminable.
La Revolución Mexicana funcionócomo mitofundacionaldel régimen
político,como imagendel pacto de dominaciónen el que ese régimense sus-
tentóy como fuentede legitimidadde las acciones y políticasgubernamenta-
les que se asociaron al cumplimientodel programade reformasdel mito
político.En su dimensiónfundacional,será advertidocomo el acontecimien-
to que rompecon el antiguorégimeny fincauna nueva era. Su irrupciónen el
tiemponacional seráescenificadaritualmente cada 20 de noviembremediante
ceremoniascívicas masivas.6
El régimenpresidencialde partidohegemónicoinstituyó una legitimidad
basada en agendas redistributivas, derivadade las promesas,ideología e idea-
les del mitopolítico.Instituyó,además,ciertasformasde negociacióny agrega-
ción de intereses,como las corporativas, que fomentaron expresionespolíticas
de consenso, acotando y anulando la eficacia de aquellas de confrontación.
Con ello se favorecióla constituciónde reglas institucionales,formales
(legales) e informales,implícitasy explícitas,que prescribieron formaspermi-
sibles para la obtenciónde tales o cuales recursos.De este modo, difícilmen-
te una huelga,un paro o una revueltaconstituyeron formasde presióntípicas
de las organizaciones corporativas.Aunque lo hayan sido de otras agrupa-
ciones, su carácterdisidenteles impidióacceder a los canales institucionales
de negociación política,por lo que, con frecuencia,tuvieronque hacerlo en
contrade las representacionesformalmente reconocidas,logrando,en algu-
nos casos, abrirespacios de negociación, aunque a un costo tan elevado y
con una inversióntanalta de recursosorganizativos,de apoyo y legitimidad
política,que convirtieron a la disidenciaen una rutade acción ostensiblemen-
te desfavorecida,si no es que proscritapor el régimenpolítico.
5 Sobrela - de unacomunidad, de unaclasesocial
ideologíacomoexpresión programática
o de un partidopolítico - capaz de activarel mito,remitimos al trabajode Kräder(2003)
dondetrazala historia delmitoyla ideología.Particularmente
importantes resultan susobserva-
cionessobreel uso ideológicode los mitos,lo que llama- siguiendoa Maspero - , tratamien-
to evemerístico del mito.
6 La Revolución,en tanto mito, a renovarel calendariocívicode la na-
que contribuye
cióny poresa vía tambiénse renuevaa sí misma.El 20 de noviembre, día en que se conmemo-
ra,es el cierrecívicodel añoo el iniciodelmismo,segúnquieraverse.La importancia icònica
delmitose expresaen las callesdelpaísy de la Ciudadde México,dondesussignossonosten-
sibles:desdela extensaredde nombresde revolucionarios en formade calleshastael Monu-
mentoa la Revolución.

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Reséndiz: Del nacimiento y muerte del mito político 145

La aceptacióno proscripción de ciertasformas de negociación ypresión


política,la inclusióno no de ciertosbienesyrecursoscomoobjetode la con-
tiendapolíticay,portanto,de aquello legítimamente exigibleal régimen,
derivóde las agendasepocalesde política,así comode unaseriede cuestio-
nes públicas,asumidasporel régimeny sus actorescomoineludiblesa la
accióngubernamental.
No obstantelas diferencias políticasy de política,los actorespartici-
pantes del pacto de dominación compartieron unhorizonte valorativo sobre
el tipode cuestiones y problemas públicos,y sobreel sentidoo la dirección
en que talescuestiones podríanresolverse. Tal fueel caso,entreotros,de la
saludy de la educaciónpúblicacomotemasde la agendahistórica basadaen
los valoresde justiciasocial. En ello se adviertela importancia del mito
político,puesprovee de un horizonte valorativo o ideológicoque,referido
a la fundación del ordende dominación, lo recreay legitimaen la medida
enque establecelos temasy recursossusceptibles de disputapública,mien-
trasel régimen prescribe las formas válidas de aproximación a estehorizonte
el
y gobierno convierte los ideales en metas através de políticasdesplegadas
al interior de campostemáticosespecíficosen los que convergen diversos
actores.
En el horizonte valorativo enmarcado porel progreso y lajusticiasocial
adquirieron significación cuestiones como el reparto agrario,las leyeslabo-
rales,los servicios de salud y educación los
pública, programas de vivienda,
entreotros.Procesarlas requirió de un complejo diseño institucionaly de la
diversificación yespecialización de las funciones gubernamentales que,aun-
que no las resolvieracon la debida eficiencia su
y eficacia, permanencia en
la agendade políticasmanifestaba la vitalidaddelmito.En losmomentos de
sudebilitamiento o de su ocaso,es decir,antela evidenciadelincumplimien-
to de las promesasconvertidas en agendagubernamental, la pregunta que
tendrán que responder tanto la clase políticacomo los intelectuales delrégi-
menserála siguiente: ¿Ha muertola RevoluciónMexicana?

Cambio yjusticiasocial. La deidad gemelao la formación


del mitopolítico.1914-1940

Hoy,al iniciode unnuevosiglo,dificilmente


es concebibleel uso,porparte
de
de lasélites, la Mexicana7
Revolución comorecurso
ideológico, valorativo

7 cercanaso convergentes con la que planteamos


son las siguien-
Algunasperspectivas
tes:Palacios(1973), Schmidt(1997), Cordova(1998), Meyer(1998) y Krauze(2002).

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146 Estudios Sociológicos XXIII: 67, 2005

o simbólico,para anticipary prometeruna nueva edad mítica,como imagen


cuyo valor estratégicoresida en generarconsensos sobre el futurode la na-
ción y sus institucionespolíticas.
No obstante,eso no siemprefueasí. La construcciónde lo revoluciona-
rio, como espacio simbólico de concurrenciay como consenso entrelas di-
versas fraccionesmilitaresque participaronen la Revolución, se remonta
por lo menos a la Convenciónde Aguascalientesy posteriormente al Consti-
tuyentede 1917. En ambos casos se fortalecióuna suertede imaginariocolec-
tivo en el cual se reconocierondiversasfuerzasque intentaron ponerfina la
dispersióndel monopolio de la violencia legítimapactando un ordende do-
minaciónestable.8
De hecho, la llamada lucha de facciones implicó,paradójicamente,la
construcciónde un campo simbólicocomúnen donde cada bando podía des-
calificaral otroen nombrede la Revolución. Igualmente,le permitiráa cada
fraccióny caudilloautodefinirse como defensorde las verdaderascausas de la
Revolucióny emitirmanifiestos,leyesy decretossobreun conjuntode asun-
tos públicos que demandabanatencióninmediata.Tales asuntos configura-
ron una suertede agenda históricadel mito revolucionarioque será usada
como eficaz recursode movilizacióny controlpolíticode los sectorespopu-
lares.
La agenda de cuestionespúblicas concentróun repertoriosimbólico y
un horizontede valoresprimordialesque todas las faccionescontribuyeron a
elaborar.Su agrupacióntemáticanos permiteadvertirel sustratoaxiológico en
tornoal cual se iránformandocampos temáticosde asuntospúblicos.En ellos
concurrierondiversos actores que construyerony alimentaron algunas
transfiguraciones del mitode la Revolución Mexicana.
El mitodel repartode tierrasvirtualmente ilimitado,siempreposible aun-
que reiteradamente pospuesto,el de la repartidaaunque no fueraproduc-
tierra
tiva,configuraron una temáticaagrariaque se fundóen unhorizontevalorativo
en el que la propiedadpequeña o colectiva debía generarsey preservarsea

8 Al el caráctery el propósitoque la propiaConvenciónde


respectoconvienerecordar
Aguascalientes se planteóen su Manifiesto a la Naciónen noviembre de 1914:"...unificarel
criteriorevolucionario, paradeterminar las basesy orientación del nuevogobiernode la Repú-
blica,inspiradas en la opiniónde la mayoríade susciudadanosarmados,paraque ese gobierno
realicelos idealesde la Revolucióny las institucionesdemocráticas, puesde ese modocumpli-
mosconel compromiso solemnecontraído conla nación,de sustituira la tiraníaporungobier-
no que satisfagalas necesidadespúblicasactuales".De igualforma, resultaesencialparanues-
troargumento lo siguiente: "EstaConvenciónes soberana,porqueen ella estánsintetizadas la
fuerzayel pensamiento de la Revolución".Véase "Manifiesto a la Naciónde la Convención de
Aguascalientes" (Fabela y Fabela, 1971:468-473).

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finde lograrmayor justiciasocial.Complementariamente, la expropiación o


fragmentación de la granpropiedadserávistacomouna vía positivapara
lograrmayorigualdad.9 Ambasse fundarán enel principio de que la propie-
dadde tierra y agua,comprendidas dentro de los límitesdelterritorio nacio-
nal,pertenece originariamente a la nación.10
Sobretal mitoy su horizonte valorativose desarrollóun vastodiseño
institucional y un cuerpoburocrático especializado,que propicióla forma-
ciónde unanutrida redpolíticade lealtadese intercambios con los actores
de su campoconvertidos enclientelas. Duranteel iniciodelproceso,el dise-
ftoinstitucional básico fuela ComisiónNacionalAgrariay las comisiones
localesagrarias de losestadosyterritorios. En losafiosposteriores, el desplie-
guepolítico de la mitología agraria encontrará su equivalente material en el
desarrollo institucional de la Secretaría de la Reforma Agraria su
y contrapar-
te,la Confederación NacionalCampesina.
Otrotantosucedióen materialaboraldondeel mitode*la conciliación
de intereses obrero-patronales coexistirácon la promesadel mejoramiento
ininterrumpido y creciente de las condiciones laboralesy de vidade lostraba-
jadoresque, convertido en compromiso estatal,exigiráde ellosunaltogrado
de conformidad frentea su lentoavanceo su posposiciónrecurrente, en es-
de
pera que el desarrollo del lo
país permita.11
Bajo ese marcose establecióunaconfiguración valorativa12que convir-
tióa la organización enla víaparaexistir políticamente: quien se organiza
no

9 Sin desconocerlas diferencias animabana cada una de las diversasfracciones, es


que
importante destacarcómocada una de ellas contribuye al mitoy su horizonte valorativo;por
ejemplo,los Zapatistas con su Plande Ayala,Carranzaconla Ley del 6 de Enero,Villacon su
LeyAgraria;así comolos repartos de tierrade Lucio BlancoenNuevoLeón y Tamaulipas,de
SalvadorAlvaradoen Yucatány de otrostantoscaudillosmilitares. El procesocontrario no es
menosimportante: los líderesrevolucionarios convertidos enneohacendados yportantoenfren-
tadosa los campesinos es unade las características
de la reforma agrariaprecardenista, de acuer-
do conla interpretación de Tobler(1994). Acortarla distanciaentreel discursode reforma y la
función gubernamental serápartede la contribución cardenista al mitode refundación.
10De acuerdoal artículo27 de la Constitución de 1917,la naciónes la únicafacultada
paratransmitir el dominiode la propiedada los particulares y constituirasí la propiedadpriva-
da. Por otraparte,dichoartículonegó a las asociacionesreligiosascapacidadpara adquirir,
poseero administrar bienesraíces.En tal negativaestaráuna de las fuentesde tensiónentre
Estadoe Iglesia,ubicadaestaúltimadesdela perspectiva del campoestatalcomoenemigade
la Revolución.
11Se tratade lo
queWilkie(1987:117)llamóla teoríadelgoteoenel desarrollo económico.
Consisteen que las masas popularestendránque esperarlos beneficiosen tantoel país se
desarrollay lograconsolidarunabase materialparael cambiosocial.
12
Algunasde sus fuentesson el Programade 1906 del PartidoLiberalMexicano,las
Adicionesal Plande Guadalupey el Programa de Reformas Político-Sociales aprobadoporla

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no existe,puesto que la organizaciónes la preconditionpara la negociación


y el intercambiopolítico clientelar,que eran las opciones válidas para hacer
política.Las Juntasde Conciliación y Arbitraje,así como la Secretaríade In-
dustria,Comercio y Trabajo fueronlos núcleos originariosdel diversificado
diseftoinstitucionalcuyas clientelas,integradaspor los más variadossindica-
tos,se agruparona su vez en federacionesy confederacionesque representa-
ban, en su conjuntoe interacciones,la expresiónorganizacionaldel pacto de
dominación.Por ello, el monopolioy segmentaciónde la representaciónfue-
ronreglas constitutivase incuestionablesdel régimen.
Menos evidenteque las anteriorespero quizá más ubicua, la educación
fue un núcleo de preocupaciónconstantede las diversas fraccionesen pug-
na.13En ella se depositó buena partedel imaginariode justicia social de la
Revolucióny se pretendiódaruna razón o un motivotrascendente a la violen-
cia desatada duranteel movimientoarmado.14
La educaciónse convertiráen temay tareapúblicade proporcionesnacio-
nales, destinadaa renovara la nación en su conjuntoy,en especial, a reducir
la desigualdad social. El progresoconsiste para México, decía el diputado
Craviotoen el Congreso Constituyentede 1917, "en escuelas, en escuelas y
en escuelas" (inehrm,1967:106).
El imaginariorevolucionarioconformóun vasto marco valorativoen
tornoa la cuestióneducativa15asociándola con las pretensionesde cambio y

SoberanaConvenciónRevolucionaria, por no hablarde los diversosdecretossobresalario


mínimoestablecidos en diversasentidades federativasenel contexto de la luchaarmada,como
fueronlos de Eulaiio Gutiérrez en San Luis Potosío el de FidelÁvilaen Chihuahua.
13La educaciónserátemade referencia comúnmásque de confrontación entrelas distin-
tas fracciones.El villismoasumirála creaciónde escuelascomounapreocupación constante,
el zapatismoplantearála necesidadde universalizaria Diversossectoresla concebirán como
unavía paraaumentar el bienestar
individual y paracapacitaral ciudadanoparaparticipar en
la democracia. El constitucionalismo en susvariantes regionales,comoenel caso delgobierno
de Alvaradoen Yucatán,la concibiócomomedioparalograrla libertad, la emancipación y el
fortalecimiento del amora la patriaRespectoa SalvadorAlvaradovéase Paoli (1984:174).
14La ideade es unapreocupación
que la Revolucióntrasciende sutareadestructiva que apa-
receclaramente, porejemplo,enLuisCabrera, quien,ademásde distinguir la etapadestructivade
la Revoluciónde su etapaconstructiva, aproxima la imagende la destrucción revolucionariaa la
tareade purificación y fertilizacióndel suelotalcomoocurreen unincendio.Sobrela primera
idea remitimos al artículo"La Revoluciónes la Revolución"en Zertuche(1988:187-206),so-
brela segundaal discurso"Méxicoy los mexicanos"que apareceen Ross (1979:77-84).
15 de amplioalcancesobrela educaciónen México son las siguientes:
Interpretaciones
Vázquez (1975),Padua(1999) y Paduay Bracho(2001).Visionespanorámicas sobrela educa-
cióndurante la Revolucióny algunasde las posicionesde las diversasfracciones entornoa la
mismapuedenconsultarse en Vaughan(1982 y 2001), o tambiénGalván(1985) y Monroy
Huitrón(1985).

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Reséndiz: Del nacimientoy muertedel mitopolítico 149

redenciónsocial.Asumióel carácterpúblico,gratuito y laico de la educa-


ción,perotambiénla dotóde unpropósito trascendental: transformar la he-
renciadecimonónica de desigualdades socialesporunasociedadlibre,justa
y más igualitaria que seríala formautópicade representar a la nación.
Lograrese compromiso constituyó la formaen la que el mitorevolucio-
nariocobrócuerpoen la educación.La educaciónpúblicaes la Revolución
misma,el maestroes su profeta, el apóstolcívicoy endiversoscasos el már-
tirde ambas.La obrade reconstrucción es la Revoluciónhecharealidad,su
emblemaes lo nuevo,lo distinto, aunquesu rompimiento con el pasadono
sea ni absolutoni extremo. Sin embargo, en el imaginario y su vocabulario,
cambio,redención, reconstrucción, transformación, progreso, desarrollo ydes-
pués modernización, son conjuntosde palabrasaliadas y cómplicesde la
Revolución;sinónimos, transfiguraciones, modoshistóricos de su existencia
que buscanrecrearlos elementos delmitofundador y asociarseconellos.
En las cuestiones agraria, laboraly educativasonreconocibles las cons-
telacionesvalorativas o ideológicasque,integradas al mitorevolucionario,
lo convierten enununiverso perse, enunaexplicaciónque le otorgasentido
a la realidadpolíticaexistente, a las arenasinstitucionales dondese disputan
los recursos, a la definición de aquellosrecursossusceptibles de serdisputa-
dos,a laspolíticasdestinadas a la distribución de losmismosy,finalmente, a
los camposy patrones de articulación de intereses entrelos actoresque par-
ticipanen cada unode ellos.
El Constituyente de 1917es el grantamizdel imaginario valorativo que
genera la Revolución. En él, adquieren relieve las distintas caras del mito
revolucionario: el temaagrario, el educativo, el laboral,el de la soberanía, el
de la nación,entreotros.La Constitución de 1917es el marconormativo en
que se procesay se expresael pactode dominación emergente. Ella enuncia
el diseñoinstitucional delnuevorégimen y constituye a la vez una suertede
agendaepocal de cuestiones públicas sobre las cuales las fuerzas pactantes
lograron consensosobresu importancia y su deseablerealización, a pesarde
la existencia de desacuerdos o diferencias dentro y fuerade losrecintos parla-
mentarios.
La Constitución representa la líneade demarcación con el pasado,cla-
rodelimitador del campode amigos-enemigos de la Revolucióny su nuevo
ordendedominación constituye elnuevolibrosagradoquecontiene lasprome-
sas del nuevomitofundador. De ahí,porejemplo,la importancia del mo-
mentoritualen que Venustiano Carranza,el 31 de enerode 1917,protesta
guardar yhacerguardar la Constitución Políticade los EstadoUnidosMexi-
canos a la cual se refiere como "sagradotesoro".La Constitución seráinter-
pretadacomo testamento y como semillade la Revolución,como finaly

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150 Estudios Sociológicos XXIII: 67, 2005

principio,tal como sugierenesas expresionesque correspondena los diputa-


dos constituyentes.16
La coaliciónsonorensefuequizá quienintentóconnotara lo "revoluciona-
rio" como sinónimode nuevo, deseable, moderno,cambio y reconstrucción.
La Revolución fue la imagen que integróa los diversos liderazgos,jefes y
caudillos militaresal interiorde un partidoque, por supuesto,requirióserre-
volucionarioademás de nacional: el pnr.Es decir,revolucióny nación,sin ser
términosintercambiables,fueronla expresiónde una suertede convergencia
de propósitosy de futurocompartido;de espacio de concurrencia;de valores
supremoscapaces de hacerfrentea los enemigosdel pasado y del presente,a
lo que es y a los que son reaccionarios.En nombrede ella se podía destruir pe-
rotambiénconstruir, eraposible levantarseen armascontrael gobiernoo, des-
de esteúltimo,aniquilaral adversarioque, por sertal,encarnabala reacción.17
Probablemente, la RevoluciónMexicana no hubieseadquiridosu carácter
de mito fundacionalsin las reformassociales cardenistas.Como ha argu-
mentadoTobler(1994), las trasformaciones en las estructuras sociales y eco-
nómicas del país, particularmente en materiaagraria,habían recibido poco
impulsogubernamentalhasta la primeramitadde los afiostreinta.El progra-
ma de transformación social existíapero había pocas evidencias de su reali-
zación como para alimentarel mitode la refundación.
Ciertamente,ello no significaque la Revolución, en tantoque proceso,
no hubiese sido capaz de transformar tales estructuras; pues, como ha señala-
do Knight( 1986), a pesarde que la políticaoficialasumióobjetivosnetamente
agraristashastamediados de los afiostreinta,el sistemahacendarioya se ha-
bía debilitado,dado que la explotación de la tierray el poder político,que
habían sido los ejes de la oligarquíaterrateniente, se disociaron.Tambiénse
afectósu capacidad de coerciónextraeconómicasobrelos trabajadoresagríco-
las y se inició un largoproceso de movilización agraria,de esfuerzosde or-
ganización sindicalacompañados por cambios culturaleso de mentalidadde
sectorespopulares conformes,en otrostiempos,con su situaciónsocial.
El cardenismoexpresó una voluntad de transformación social en una
magnitud inédita. Respondió a la presión social y se articuló con el imagina-

16Las de Carranzay de los diputados - GerzaynUgartee Hi-


expresiones constituyentes
larioMedina- aparecenen sus respectivos discursos,pronunciadosen la últimaetapade la
SesiónPermanente delCongresoConstituyente de Querétarocelebradael 3 1 de enerode 1917.
Véase inehrm (1967).
17Por
ejemplo,El Plan de Guadalupeserá calificadopor VenustianoCarranzacomo
"banderay estatuto de la RevoluciónConstitucionalista".Frentea ella la insubordinaciónde
Villa serádefinidacomo"de carácternetamente Ambosjuicios se encuentran
reaccionario".
en las Adicionesal Plande Guadalupe(1914) (Cordova,1998:447-452).

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Reséndiz: Del nacimientoy muertedel mitopolítico 15 1

rio,valores y promesas del programarevolucionario;dotó de credibilidada


la idea de la Revolución como refundadoradel ordensocial. Su tiemposerá
posteriormente el del mito.La Revolución hecha gobiernofrenóel impulso
reformistaen la década siguiente,pero no prescindiódel cardenismocomo
partedel tiempomíticorefundador, tampoco de la capacidad estabilizadora
y legitimadorade una imagen que se institucionalizóa través del partido.
Cerradoel ciclo revolucionario,18 los gobiernosposterioresa Cárdenasidenti-
ficaroncambio y reformacon progresoy desarrollo,adaptaronel imaginario
de la Revolucióna las exigenciasdel nuevo ordeninternacional, del mercado
y su Estado interventor,aunque sorteando tensionesdiversas.
Al profundizarun repartoagrarioen un sentidoy en una escala sin pre-
cedentes,el cardenismoaportaelementosde enormevalía al mitorevolucio-
nario.19A su vez, defineuna política laboral que, si bien coyunturalmente
favorecea los trabajadores,establece mecanismos de controlpolítico sobre
sus organizaciones e impone límitesprecisos a sus actividades de defensa
gremial.Soberanía y nacionalismono son ajenos al conflictopetroleroque,
por otraparte,permitirádotaral gobiernode un valiosísimo recursosin el
cual es imposiblecomprenderel éxito económico y político del periodo es-
tabilizador.Es en ese contextoen que el cardenismoresuelve también el
problemade la incorporaciónde las masas populares a los espacios del régi-
men mediantela transformación del pnren prm.
Quizá, más que ningún otrogobierno,el cardenismoconvirtióa la edu-
cación en medio,núcleo temáticoy piedraangular,para lograrla justicia y la

18Enel marcodeldebateacadémicosobrela naturaleza de la Revolución Mexicana,Knight


(1986) diferenciará entrecriteriosdescriptivos y funcionales paracaracterizar a las revoluciones.
Los primeros apuntan a la maneracomose ve unarevolución e incluyen treselementos: genuina
participaciónmasiva,luchaentrevisioneso ideologíasrivalesy unabatallaconsecuente y seria
porla autoridad. Los segundosaludena la profundidad conla cuallas revoluciones transforman
sociales,económicasy estatalesypuedendividirse
las estructuras entreaquelloscambiosgene-
radosen el ámbitoformal e institucionaly los producidos fuerade ese ámbito;soncambiosno
deseadosporlosgruposdirigentes, que puedenexpresarse enel comportamiento y mentalidad de
la población.
Tobler(1994) argumenta que las reformas cardenistas tomansu impulsodelprograma de
reformas constitucionales y dela movilización ycambiodementalidad dela población. Todasellas
forman partede la eficienciafuncionalde la Revolución. Las reformas cardenistas cierranla Revo-
luciónMexicanao, comodiceel autor,constituyen su fasetardía;de ahíla periodización que el
autorpropone,1910-1940,que se corresponde con el periodode formación del mitopolítico.
19De 1915a 1935se repartieron 11017 000 hectáreas; entre1935y 1940,20 137000 (Re-
yes Osórioetal., 1974).Adicionalmente se favorecióal ejidocolectivosobrela basedeexpropiar
tierrasaltamente productivas orientadas al cultivode algodón,cereales,henequén, entreotros.
Importante serátambiénel créditoagrícolaa travésdel Banco NacionalEjidal que aumentó
sustransacciones de23.3 millonesen 1936a 63.4millonesdepesosen 1938(Tobler,1994:636).

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152 EstudiosSociológicosXXIII: 67, 2005

transformación social.La interpenetración de los términos justiciasocialen


virtud de unmayorprogreso y progresoen virtudde unamayorjusticiaso-
cial,concedióa la educaciónunafunción vital:capacitarparael trabajo.Por
ello,la educaciónsocialistaseráconcebidacomounaescueladetrabajocolec-
tivoorientada a obtener mejorescondicionesde viday,portanto,progreso
colectivoparalos trabajadores.
El mitopolíticorevolucionario se alimentótambiénde lo que Krauze
(2002) llamael atractivo romántico de suscaudillos.Sus trayectorias vitales
constituyeron ciclosheroicosdelmitorevolucionario: Zapatay los campesi-
nosde Morelos,Maderoy susafanesdemocráticos, Cárdenasy su vocación
reformadora. Se formaron leyendascomolas de FranciscoVillae innumera-
blesmuertes nutrieron la dimensión trágicadelmito:Madero,Zapata,Villa,
Carranza,Obregón,entreotros.20
A la formación y desarrollo de la mitologíarevolucionaria contribuye-
rontambiénla músicaa travésde los corridos, la literaturapormediode la
llamadaNovelade la Revolución,la cinematografía conel cinede la Revo-
luciónMexicanay el muralismo.21 En todosellos se procesaron imágenes
divergentes y a menudocríticasrespectodelmitopolíticorevolucionario.
Políticamente,prevalecióla imagende unarevolución interminable que
enel pasadologrórefundar la organización socialy política.La Revolución
y sudeidadgemela- cambioyjusticiasocial,ensusvariantes deredención,y
reconstrucción, progreso o desarrollo - se convirtieron en los del
soportes
nuevoordende dominación; la dobledeidadtutelar opacaráel reclamodemo-
crático maderista
original permitiendo legitimary forjarunmodelodedesarro-
lloy unrégimen políticode vasta duración. A la crisisdelprimero enlosaños

20La de las figuras


revolucionarias se ha expresadoenel esfuerzoemprendi-
importancia
do porel propioEnriqueKrauzecon su proyecto de Biografiadel Poder,que abarcade 1910
a 1940.Las dos grandesfigurasmíticasy trágicasde la revolución populary campesina, Za-
patay Villa,hansidoestudiadasmagistralmente en dos trabajosclásicosy de sobraconocidos:
el de Womack(1985) y el de Katz (2003), respectivamente.
21Los corridosde la RevoluciónMexicanaproveenunavertiente de interpretación
popu-
larsobreacontecimientos y personajesde la bola,expresióncon la cual se designala Revolu-
ción.Villa,Zapata,Carranza, entremuchosotros, tendrán subiografia popular.Unavertientecom-
plementaría sonlos corridos sobrelas batallasrevolucionarías. Parailustrar cuestión
la primera
remitimos al textode GómezMaganda(1970), parala segundaal de Moreno(1985). Sobrela
Novelade la Revoluciónes útilcomoacercamiento inicialla compilación que,conese título,
publicóSuárez(1992).ValadésyLeal (1960)realizanunestudiosobrelospersonajes yelementos
que aparecenen la Novelade la RevoluciónMexicana:el paisaje,el tren,los revolucionarios y
losjefes,entreotros.Sobrela cinematografía vale mencionar los trabajospionerosde Fernan-
do de Fuentes:El Prisionerotrece(1933),El compadreMendoza(1933) y VamonosconPan-
cho Villa(1935).

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Reséndiz: Del nacimientoy muertedel mitopolítico 153

setentaseguirála crisisdelsegundoa finesdelsigloxx.Sus restos,


presiden-
cialesy corporativos,aúnse resistena serdemolidosa iniciosdel sigloxxi.

Estado interventor y régimenpresidencialcorporativo.


El modeloclásico. 1940-1976

La impronta delmitorevolucionario serátanpotente quealcanzaráa la misma


institución estatalque,bajounaforma intervencionista, se convertirá enla ins-
tanciadeterminante dela vidapolítica, económica, socialycultural delpaís,cu-
yaagendahistórica noseráotraqueaquelladerivadadela Revolución. Sindu-
da,es ciertoque lasrazonesqueexplicantalintervencionismo nose agotanen
el mito,puesnecesidades materiales internas, yposteriormente lastendencias
económicas ypolíticas internacionales, coadyuvarán a la configuración esta-
talque prevalecerá en Méxicodurante casi dos terciosdel sigloxx.22
El Estadoserágenerador de infraestructura,artífice depolíticas, de subsi-
diosy subvenciones a la industria nacional,negociador de inversiones extran-
jerasy partícipe directo en la economía a través de un de
conjunto empresas
y organizaciones que,desdelos añostreinta y hastalos setenta, creceránde
maneraconstante.
El crecimiento institucional delEstadoevidenciará justamente su altopa-
pel interventororientado a transformar el país.Políticamente, ellose esgrimirá
comoel cumplimiento de laspromesas de cambiode la Revolución y su efec-
toserágenerar la dualidadinstitucional queestructurará a la sociedadmexica-
na: el mercadoy el Estado.El Estadoasegurará la expansión y consolidación
delmercado mediante suintervención, a la vezqueasumirá comocompromiso
básicoy condiciónde estabilidad políticaatenuar la desigualdad socialgene-
radaporelpropiomercado, a travésdeunaextensa redinstitucional decarácter
social, así como fondos Es la
y políticaspúblicas. decir, segundapromesa
delmitopolíticoadaptadaa las exigenciasdel intervencionismo estatal.
Entérminos e
políticos ideológicos, la Revolución Mexicana,comogran
mitofundador, un de
promovió proyecto amplioaliento,que se mantuvo por

22Partede la
mitologíarevolucionaria es su pretendida singularidad.Hart(1992) ha
mostradocómo el caso mexicanoes similaral de China(1911-1912),Irány Rusia (1905),
países en los cuales tambiénse generanmovimientos revolucionariosque respondena una
situaciónsimilary que fundamentalmente consisten en reaccionarantela penetración
y depen-
denciaeconómicadel exterior. De ahíel contenido nacionalista
que se advierte
en talesmovi-
mientos.La transición entreel Estadoliberaly el intervencionista,
que constituyóun amplio
procesointernacional, se realizóen Méxicoadaptandoel imaginario del mitorevolucionario.
Su expansión, en ciertaformaocurrirán
crisisy ocaso posteriores de maneraparalelatambién.

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154 Estudios Sociológicos XXIII: 67, 2005

más de 60 años y cuyos componentescentralesfueronel desarrolloeconómi-


co, bajo la intervencióny protecciónestatal,y la inclusión de los sectores
populares como partícipesy soportespara la obtencióndel mismo - a me-
nudo más como sujetos de sacrificiosque como destinatariosde los benefi-
cios- en un modelo de desarrolloque, autodenominadonacionalista,esta-
blecerá al proteccionismoeconómico como su instrumento típico.23
La legitimidaddel Estado, bajo este esquema, derivóno solamentede
sus linajes revolucionarios,sino tambiénde su capacidad de reactivarel mito
político al dinamizarel desarrolloeconómico, crearriqueza y disminuirlos
efectosde su desigual distribucióna travésdel gasto social. Éste será canali-
zado a la sociedad mediantepolíticas de reformasocial y de conductoscor-
porativos,cuyas burocracias,por esa vía, obtendránrecursosmaterialespara
sus funcionesde controly representación.
El modelo de desarrolloproteccionistade orientaciónsustitutivaforta-
lecerá el mercado internoa partirde la sustituciónde importaciones;será
viable y exitoso gracias a la alianza entreel Estado, el sindicalismooficialy
el empresariado.Paradójicamente,el éxito del modelo mostrarásus límites
y posteriorfracaso,pues el proteccionismose traduciráen la debilidadexpor-
tadorade la economía mexicana que, volcada al mercado interno,no tendrá
ningúnalicientede competitividaden el exterior.Esta debilidad será eviden-
te en la década de los aftossetentay emergeráde maneraostensibleen la si-
guiente.24
Exitoso25hasta finalesde los afiossesenta,el modelo desarrollistacon
intervenciónestatalgenerótambiénuna concentracióndel ingresocada vez

23Cada - desde 1940hasta1976- , reinterpretó el programa de la


periodopresidencial
Revolucióny a su modoreactivóel mitorefiindacional. Al respecto,remitimos al trabajode
SuárezGaona (1987), quienrescatade los informes presidenciales las distintasmanerasen
que,desdeel gobierno, se definióa la Revolucióny a sus tareas.
24Durantelos afiosochenta,la reorientación de la economíahaciael exterior, porla vía
de las ventaspetroleras, conviertela debilidadexportadora en el puntode devastacióndel
modelo,puestoque el crecimiento de las exportaciones demandaunincremento aúnmayorde
las importaciones y dadoque la industrianacionalse habíapreocupadoescasamente porsusti-
tuirbienesde producción.
Las necesidadesde divisasque se habíanvenidocubriendo a travésde la deudaexterna
lo serántambiénmediantelas exportaciones petroleras. En ese contexto, exportar significaba
aumentar las presionesen favorde importaciones y,portanto,mayorendeudamiento público.
La economía,contodoy susrasgosproteccionistas, serácada vez másvulnerable y dependien-
te de dos factoresexternos:el preciodel petróleoy las tasasde interésinternacionales. Véase
GuillenRomo(1994).
25Wilkie
(1987:292)elaboróuníndicede pobreza(1940 = 100) que relacionaconlo que
llamacuatroépocas de la Revolucióny que permiteadvertir los logrosdel modelode desa-
rrollo.Los datosson los siguientes:En 1910,el índicees de 123.7 y en 1921 de 115.4,el

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Reséndiz: Del nacimiento y muerte del mito político 155

más asimétrica.Si durantelos gobiernosde Luis Echeverríay JoséLópez Por-


tillo se intentóreorganizarel modelo económico, los siguientesgobiernos
evitarándicha tareay se orientarána la conformaciónde otrode nuevo cufio.
La crisisy el desmontajeposteriordel modelo de desarrollosocavaron
las bases materialesdel mitopolítico y su programade reformasy,con ello,
tambiénlas del pacto de dominación.La élite política se deshizo paulatina-
menteno sólo de la configuraciónvalorativasobrela cual orientaron yjustifi-
caronlos actoresdel régimensus acciones, sino tambiénde los compromisos
que nutríanla red clientelistade las corporaciones,que a su vez sosteníanal
partidohegemónico,cuya derrotahistóricade finde siglo no puede ser más
emblemáticade la agonía del mitofundador.Cambio con justicia social será
una promesadespojada de credibilidadpor el naufragioeconómico ocurrido
entrelos afiossetentay ochenta,disociada cada vez más de la dinámicade la
economía y de la política mexicanas.

Régimenpolítico: partidoy corporaciones

El modelo desarrollistade la economía se corresponderácon una determina-


da modalidad estataly con ciertaconfiguracióninstitucionala nivel del régi-
men.La primeraasumiráun carácterintervencionista y la segundaun sentido
presidencialcorporativo. Ahora bien, la forma intervencionista estatal,sus
funcionesy su aparato institucionalcrecientese pueden interpretar como
evidenciasmaterialesdel pactopolíticointerclasista,institucionalizado a partir
del régimeny medianteel cual se logróponerfina la Revolución Mexicana.
Por ello, el desmantelamientoestatalmanifiestala disolución de ese pacto y
con ello la afectaciónde los múltiplesinteresesasociados con él.
La vasta coalición revolucionaria,hegemonizada por el constituciona-
lismo en sus diversasvariantespolíticas(carrancistas,sonorenses,etc.), será
en realidaduna extensaredde coaliciones que buscaránexpresióninstitucio-
nal desde los afiosveintehasta los cuarentadel siglo anterior,lograndofinal-
menteun arregloinstitucional,sólido y perdurable,a travésdel partidohe-
gemónicoque serácapaz de procesarel conflictoal interior de sus instituciones
básicas. Los medios fuerondiversos:la inclusiónde las coaliciones regiona-
les o sectorialesque convergíanen la red política,y la cooptación de secto-

periodocorrespondea la época política.Durantela etapasocial,el índicees de 108.7en 1930


y de 100en 1940.En 1950,su tasaes de 85.7 y de 72.0 en 1960,periodoconsiderado comode
revolucióneconómica.En 1970,que corresponde a lo que el autorllamarevolución el
integral,
índicees de 53.9.

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156 Estudios Sociológicos XXIII: 67, 2005

res potencialmentedisruptivoso su aniquilación política a travésde los re-


cursos de coerción del Estado.
Las institucionespolíticas preponderantes- aunque no únicas- del
régimenseránel poderEjecutivo,el partidohegemónicoy la estructura corpo-
rativa.En esta configuración,el presidencialismoserá el eje de articulación
social y política,justo en la medida en que sus atribucionesconstituciona-
les,26el liderazgoy el controlque asumió sobre el partidooficial y sus cor-
poraciones le permitieronsubordinaral Congreso, al poderjudicial y a los
gobiernos de los estados. Estos últimos,contaráncon niveles variables de
autonomía,dependiendode su capacidad de aprovecharlos espacios de ne-
gociación que el federalismocentralistaque se instituyóles proporcionaba.
Más que un presidencialismoomnímodo,el Ejecutivomexicanofuehasta
principiosde los afiosochentala expresióninstitucionalde la sólida e inclu-
yentecoalición interclasistae intersectorialque se expresaba a partirdel pri.
En ese sentido,su legitimidad,sus excesos y su preponderanciaderivaban
del juego que supone establecer equilibrios mínimos o máximos entrelos
interesesde los diferentessectoresde la coalición. Ciertamente,los benefi-
cios políticos y económicos no se distribuíanigualitariao equitativamente,
pero los bienes y serviciosfluíanmediantepolíticasasistenciales,redistribu-
tivas,corporativaso universalistas,a travésdel crecimientoeconómico o por
la vía de concesiones,financiamiento o subsidiosa los diferentescomponen-
tes del pacto interclasista.
El Ejecutivo se convierteen el vérticedel pacto de dominación y de
la vasta red clientelar.En el imaginariopolítico institucionalse le inviste
con las propiedades ideales del caudillo revolucionario,convirtiéndoseen
su transmutacióninstitucional,de ahí su percepcióncomo liderazgo supre-
mo que conduce al proyectorevolucionariopor caminosnuevos, como figu-
ra que sexenalmenterenuevalas esperanzasde un cambio social redistributivo
mayor.
De maneracíclica, el Ejecutivo renuevalas promesasde la Revolución
y reiterala peticiónde sacrificios,siendo el responsablede la conduccióndel
arca revolucionaria,jefe military jefe político,caudillo sexenal,encarnación
de los centaurosde la Revolución, a pesar y en contrade sus defectos,de su
ambición,de sus equívocos públicos,de la impunidadde la que se encargael
sistema,y que aprovechasinrubor,o bien de su faltade responsabilidady ren-
diciónde cuentas.El Ejecutivoes intocablee incuestionablesiemprey cuando
haga renacerel pacto y el mito,aumentelos montosde riqueza socialmente
produciday repartapara todos, aunque no sea en la misma medida.

26Ademásde las metaconstitucionales Véase Meyer(1993).


y anticonstitucionales.

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Reséndiz: Del nacimientoy muertedel mitopolítico 157

Los problemas delEjecutivosurgenno sólo porel agotamiento delmo-


delode desarrollo, sinotambiénporla modernización de la sociedadmexi-
canaque generanuevascategorías sociales- externas a las corporaciones y
a suscircuitos de negociación, ajenasideológicamente al partidohegemóni-
co- que encontrarán, en las expresiones partidariasde derechao izquierda,
canalesde representación o presiónsobreunsistemade partidos - y electo-
-
ral que, hastaprincipiosde los afiossetenta, no había sido vitalpara la
legitimidad delrégimen ni del Ejecutivo.
Durantelosañostreinta, la sociedadmexicanafueintegrada porel carde-
nismoal interior de los espaciosdel partido,lo cual sustituyó la necesidad
de unsistemade partidos - aunquesinprescindir de él- porquela disputa
políticase procesóal interior del partidohegemónico. Ésteseráel nudode
articulación entreel Estadoy la sociedad,en cuyosespaciosse procesará
unaintensacompetencia política,se agruparán diversascorrientes ideológi-
cas y se propiciará la movilidadpolíticay social.El pragmatismo ideológico
del partidohegemónicoen sus diversasmetamorfosis evidenciarála hete-
rogénea configuración de intereses de sus agrupamientos, quienes,a cambio
de su subordinación, recibirán beneficios diversostantoparaelloscomopara
susrespectivas burocracias.
La legitimidad del régimen radicabaen su capacidadde articular y dar
caucea las demandas, tantode sectoressubalternos comode élitespolíticas
y económicas,a travésdel partidomimetizadocon el gobierno;ambos
nucleadosporel Ejecutivo.De modoque desdeel partidooficialse resolvía
el problemade la representación políticabajo canalesverticales peroper-
meablesa la negociación.De ahí que lo electoralno tuvieraimportancia
estratégica y fueramás el espacioritualen el que la poblaciónreiteraba su
creenciaenel mitorevolucionario, del
pero que no se podíaprescindir, entre
otrasrazones,porqueformabapartede la mitologíafundacional, aunque
ensombrecida porel progreso y la justiciasocial.
Las relacionescorporativas seríanfuncionales paraasegurarla repre-
sentación y el control político,pero también paraasegurarla estabilidad y la
previsibilidad sobre los resultados de las contiendas electorales de un siste-
ma de partidos másvirtual que realhastalos añosochenta.El carácter hege-
mónicodelpartidose lograbaen la escenaelectorala travésde la disciplina
políticade las corporaciones que en las urnasritualizaban su adhesiónal
régimen, al modelo de desarrollo y a las políticasseguidasporlos diversos
gobiernos en turno.
La estructura corporativa asegurabala previsibilidad y la estabilidad del
sistemapolítico,delproyecto y de las políticaseconómicas, y permitía esta-
blecercondiciones económicasfavorables parael proyecto desarrollista, con-

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158 Estudios Sociológicos XXIII: 67, 2005

teniendola presiónde sus agremiadosante los bajos salarios e imponiendo


controlesy límitesa los conflictossindicales.A travésde una lógica de inter-
cambio a nivelpolíticoy económico- pormedio de votos a cambio de pues-
tos de representaciónpolítica o mediantecontrolsalarial a cambio de meca-
nismos de redistribucióndel ingreso a través de políticas sociales- , el
corporativismofueun potentesoportepara la estabilidaddel régimeny para
la expansión y fortalecimiento del modelo de desarrollo.
El complejo institucionalgeneradoa partirdel Estado interventor, ade-
más del producidoporla mismadinámicade gobiernoy porel desplieguede la
agenda históricadel mitopolítico,permitirán procesary absorberel conflic-
to, al generarsecampos temáticos de políticas y patrones de articulación
entresus actoresque, en ciertoscasos, se fundierony confundieron. Un ejem-
plo de esto se da en la cuestióneducativa,dondelas burocraciasinstitucionales
y aquéllas de sus clientelaspolíticas(las sindicales) se amalgamarona tal ex-
tremoque las funcionesde conduccióny operacióndel sistemaeducativose
mimetizaroncon las de controlcorporativoy las de representaciónsindical.
Gracias al laberintoinstitucionalse logró desalentarel conflictoo, al
menos,amortiguarlo,aislarlo o desacreditarlo.Cada una de las dimensiones
que formabanel ordende dominaciónhizo su aportación:el Estado interven-
cionista con su entramadode empresas,industriasy comercializadoras; el
régimencon la instituciónpresidencial,la red corporativay el partidohege-
mónico; y el gobiernocon la vasta red de secretaríasy dependenciasoficia-
les. Todas, en conjunto,configuraroncampos temáticosde políticas con sus
propios canales de negociación,pautas de interacciónentreactores,dinámi-
cas conflictivasreguladas institucionalmente y reducciónde los conflictos
antisistémicosy su expulsión a las arenas de coerción estatal:las institucio-
nes policiacas, el ejército,el ministeriopúblico y las cárceles que converti-
rán a la disidencia en una formade delito.
Dentrodel laberintoinstitucional,se es clientela,corporación,burocra-
cia; en suma, familiarevolucionaria.Afuera,se está proscritodel campo de
políticas y, consecuentemente,se es objeto de un discurso político que cri-
minaliza la disidencia.Ahí están,como prueba,los ferrocarrileros, los médi-
el
cos, magisterioy los estudiantesmovilizados durante los años cincuenta y
sesenta. El delito del mito es la disolución social,27evidenciarque el mito
tienemás de una interpretación posible, que la democraciapolíticay sindical
tambiénes partedel horizontevalorativode la Revolución y,por tanto,que
su reclamo es legítimo.

27El delitode disoluciónsocialse decretodel 30 de


al CódigoPenalmediante
incorpora
octubrede 1941.Véase Jiménez(1992).

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Reséndiz: Del nacimientoy muertedel mitopolítico 159

Régimenpolítico: reglas, ritosy prohibiciones

La producción de orden y la capacidad de autorreproduccióndel régimen


político se comprendenmejor si atendemos a un conjunto de reglas, ritos
y prohibicionesque se derivaronde él y que adicionalmenteconformaránsu
particularidentidad.
Las reglas y prohibicionesdel régimense conformarona lo largo de un
proceso que inició,al menos,en 19 19 con la disputapresidencialen el gobier-
no de Carranzay que se cerrócon la transformación del prmen pria media-
dos de los años cuarenta.Las reglas constituyenmodos de hacer,formasde
obrarclaramenteprescritase institucionalmente aceptadas,escritaso no, que
al cumplirsepermitenla reproducciónestable del régimene impidenque la
violencia y la aniquilación física del contendientese establezca como pauta
de interacciónentrelos actores.
Las reglas constituyenla respuestainstitucionala los procesos genera-
dores de inestabilidady, en cierto sentido, constituyenformasde acción
ritualizadas que el régimen considera aceptables y consecuentemente
merecedorasde recompensas.Por el contrario,las prohibicionesconstituyen
modos de acción políticaproscritosa finde lograrestabilidadinstitucionaly
configuranrepertoriosde acción ostensiblementeestigmatizadoscuya reali-
zación atentacontralos equilibriosdel régimeny sus certidumbresbásicas.
Respecto de la sucesión del poder político, la prohibiciónconstitutiva
del régimenha sido la no reelecciónpresidencial,demanda decimonónicay
origende la revoluciónmaderista.Su transgresión, hecha por el obregonismo
en contrade la oposición de importantessectoresde la coalición, además de
suscitarla crisispolíticaque provocó el asesinato del presidenteasí reelecto,
mostrócon toda crudeza que su efecto inmediatofue desatar la confronta-
ción, la rupturay la violencia. En efecto,entreotras cosas, impedía que la
fortunapolítica permitierafavorecera otros,convencidos tambiénde sus
merecimientospara ocupar el vérticede la coalición.
Hasta la formacióndel pnr en 1929, la sucesión presidencialgeneraba
fracturasdevastadoras entrela coalición político-militar, de modo que los
aspirantesno oficiales recurríana la vía de las armas como formade acceso
a la presidencia del país.28La vocación de los caudillos por consolidar su
poder político a travésde la imposiciónde candidatos oficiales (Carranza),
de reformasconstitucionalespara establecerla reelección(Obregón), o de la
creación de un partidocomo recursoinstitucionalpara imponercandidatos

28Tal fueel caso exitosode


Obregóny los fracasadosintentos
de Adolfode la Huerta,
Serrano,Gómezy Escobar,entreotros.

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160 Estudios Sociológicos XXIII: 67, 2005

débiles subordinadosal caudillo (Calles), generóun alto costo de violencia y


conflictividadde la que el régimenaprendióy que regulócon un altonivel de
eficacia a travésde un mecanismoinstitucionaldonde uno elegía y el partido
asentía.
De ahí la configuraciónde una regla que prescribióla transmisiónpací-
fica del poder medianteun dispositivounipersonal,configuradodurantelos
aftoscuarentadel siglo pasado, en virtuddel cual el presidentepriistaen tur-
no decidía quién sería su sucesor,extrayéndolode su equipo de colaborado-
res. Éstos, por su parte,desarrollabanuna contiendasorday subrepticiapara
obtenerel favorpresidencialque, en buena medida, expresaba la confronta-
ción de las fraccionespriistas,en la que se advertíala capacidad de una de
imponersesobrelas otras.Una vez decidido el ungido,la reglaprecisabaque
los candidatosperdedores,en tantorepresentantes de sus fracciones,estaban
obligados a la humillaciónpública29de reconocersu derrotay aceptarel triun-
fo de su contrincanteque, asumido como candidato del partidooficial, era
desde ese momento,gracias a los recursospartidariosy estatales,el virtual
nuevo presidente.
De ahí la lógica del secretocon que se investíala designacióndel suce-
sor,el ritodel destape, de la cargada y el besamanos, la súbitatransforma-
ción del funcionariopúblico en el conductorde los destinoshistóricosdel
pueblo e infalibleprofetade un mejordestinoparatodos.Aquí, la ritualización
del exceso y la desmesurason, quizá, un efectode la representacióninstitu-
cional que el candidatopresidencialrepitea la usanza del viejo caudillo re-
volucionario,frenteal cual la obediencia es sumisiónconfundidacon disci-
plina militar.
Una segundareglafundacionaldel régimenconsistióen el establecimiento
de representacionespolíticasmonopólicas y segmentadas,integradasal par-
tido oficial, que concurríanen campos de políticas, segmentadostambién,
donde a cambio de porcionesnegociadas de la riqueza socialmenteproduci-
da se garantizabala obediencia y lealtad de los sectoresasí organizados.
Si bien el sectorempresarialconcurríaen campos de política específi-
cos, su inclusiónal interiordel partidoy su participaciónen puestos de elec-
ción popular,constituyóuna prohibición,en parteexplicable debido a que el
régimeny su partido,que se autodefiníancomo expresioneslegítimasde la
Revolución,heredarontambiénel horizontevalorativodel mitopolíticoque
sobrevalorabael componentenacionalpopulary definíaal empresariado- no
sin matices- como partede los apoyos del antiguorégimeny de los ene-

29 afortuna-
Meyer(1998) ha llamadola atenciónsobreestascuestionesconexpresiones
das comola políticao la culturade la humillación.

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Reséndiz: Del nacimientoy muertedel mitopolítico 16 1

migosde la Revolución.Ello no impedirá que el empresariado fueraunacti-


vo y ampliamente beneficiado partícipe delpactode dominación.
La disputaque tendráque librarel Estadonacionaldurante su constitu-
ciónenel sigloxix,encontrade las corporaciones, enparticular conel ejérci-
toy la Iglesia,se mantendrá vivaen el imaginario revolucionario. De modo
que a ambasse les prohibióparticipar - entantocorporaciones - enpolíti-
ca y,de maneraextrema, a los miembros de la Iglesiase les confiscaron sus
derechos ciudadanos, imputándosele al cleroserfuente de fanatismo y supers-
tición,de propiciar la servidumbre y de serunbastiónde las fuerzascontra-
riasa la Revolución.
La interdicción al ejércitose sustentó enrazonesdistintas: fundamental-
mente,seruna fuentepotencialde conflicto una vez constituido el partido
oficial.Recordemos las
que disputaspolíticas de la coalición habían dividi-
do al ejércitoy que en losmomentos demayorconfrontación por la sucesión
presidencial lo habíaninsertado comoactivoparticipante enfavorde alguna
de las fracciones en pugna(la Rebeliónde Agua Prieta,la de Adolfode la
Huerta,entreotras).
Porotraparte,la inclusiónde los sectorespopularesdentrodel partido
generóuna dinámicaen dondelas burocraciascorporativas, graciasa las
fuerzasque decíanrepresentar, presionaban por obtener cargosde elección
popular al interior del régimen. Con ello, se definieron algunasreglasadicio-
nales.En primer las
lugar, disputaspor las llamadas cuotas de puestospúbli-
cos y cargosde elecciónpopular,a nivelfederal, comenzaron a procesarse
enel interior delpartidoadquiriendo nombre y apellidopor obra y graciadel
Ejecutivo; a nivel los
estatal, gobernadores cumplirán esa función. El ritode
palomear encerraba una regla sustancial: la obediencia y aceptaciónres-
la
pecto a las decisiones adoptadas debía ser públicay la disidencia respectoa
ellas,privada.
Porlo demás,el régimen se constituyó y funcionó a partir de unaregla
las
que prescribía pautas de interacción entre los actores: inducir el acuerdo
o
negociado impuesto como mecanismo para resolver las disputas, excluyen-
do o acotandola confrontación y la presiónpúblicasobreel régimen. Desde
entonces, el
para régimen sus
y protagonistas, así como paralograr buena
una
interacción entrelas élites,serávitalprivilegiar el acuerdologradoensecreto
ynoel desacuerdo público,controlando yminimizando el conflicto, enespe-
cial,el conflicto abierto. Cuando esto no era posible, se encubría el conflicto
enlos laberintos institucionales y si estallabapúblicamente se le confrontaba
contodoel peso de las instituciones del Estado,particularmente cuandoel
régimen noteníalosrecursos parasatisfacer las demandasdisidentes: demo-
craciasindicaly política,es decir,el lado ocultodel mitorevolucionario.

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162 Estudios Sociológicos XXIII: 67, 2005

Los costosque la disidenciateníaque pagarparaactuarcomo taleranenor-


mes: represióny,en el mejor de los casos, encarcelamiento.Así lo muestran,
con particularagudeza durantelos años cincuentay sesenta,los casos de los
ferrocarrileros,el magisterio,los médicos,los estudiantesy movimientoscam-
pesinos como el encabezado por Rubén Jaramillo.Sin embargo,durantelos
años setenta,apareció un nuevo tipo de disidenciaque hizo de la clandestini-
dad y la violencia su modo de operar,como en el caso de la guerrilla,que sería
abatida con el peso del ejércitoherederodel revolucionario,así como tam-
biénmedianteun nuevopaquete de reformassociales y a travésde políticasde
redistribución30 esgrimidasa pesar de los problemasfinancierosdel Estado.
La dinámica de la disidencia al interiordel régimenevidenciará la si-
guienteregla: la disidencia se paga al costo de la aniquilación si no se logra
negociar a tiempoy su límiteincuestionablees la democratizacióndel régi-
men. En las pautas de interacciónclientelarde los actores corporativos,los
disidentesson los grandesperdedores,aunque su acción tenga importantes
efectos,como propiciaruna respuestaestatalque asignanuevosrecursosy sa-
tisfacealgunas demandas en favorde aquellos sectoresa los que pertenecen
los disidentespero que se mantuvieronsumisos. Establece tambiénnuevas
reformassociales que prescribenque la obediencia siemprese recompensa-
rá,mientrasque la disidenciasiempretendráun alto costo. Ésa es, quizá, una
manera alternativade interpretar aquella famosa fraseque en ciertomodo
sintetizala regla en cuestión:El que se mueveno sale en la foto.
Ceder,aceptarel acuerdo,obedecery serrecompensado,evitarel altocos-
to de la disidenciay la pública confrontación, seránlas reglasque orientarán el
quehacerpolítico de los actoresdel régimen. De ahí la negociación salarialcor-
tesana,los amagos verbalesde las burocraciassindicalesque invocanla huel-
ga, no para llevarlaa cabo sino como formaextremade disentirpúblicamente.
De ahí tambiénel anunciopresidencialde programasde reformasocial, en los
días que el calendariocívico de la Revolución consagra como días corpora-
tivosy en los cuales se premiacon programassociales la obediencia:el primero
o el 15 de mayo, el 18 de marzo o el 10 de abril,fechasen que se ritualizala
obediencia e incluso a la disidencia.Es la cuentade los días en que se renue-
va el mitoy se reconstituyeel pacto, días de guardartransformados cada vez
más, conforme se acercaba el findel siglo y del mito, en días de combate.
La relaciónclientelistaentrelas burocraciasestatales,las corporativasy
sus bases, consolidó una lógica de intercambioy de transacciónque se cons-
tituyótambiénen regla del régimen.Ella modeló la estructurade las institu-

30En el terreno
social,Echeverríaadicionaal horizonte del mitola políticade
valorativo
vivienday la regularización
de la tenenciade la tierra.

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Reséndiz: Del nacimientoy muertedel mitopolítico 163

ciones gubernamentalesque se convirtieronen los espacios de reproducción


de tales relaciones de intercambioy cuyos ejes centralesseránobediencia y
legitimidada cambio de redistribuciónde la riqueza en benefíciode las cor-
poracionesy/osus burocracias,puestos públicos, incluso toleranciaa la co-
rrupciónde los liderazgos corporativos.
La dinámicade intercambioy la configuracióncorporativa,como bases
de obediencia, constituyeron la expresiónmaterialdel pacto de dominación
y del horizontevalorativodel mitorevolucionarioque opacaronel componen-
te democrático.El proceso electoralse constituyóasí en una suertede indi-
cador político del nivel de obediencia política,de credibilidady solidez del
mito,de fortalezadel pacto e incluso de espacio de concurrenciade actores
que estabanfueradel mismoy que, al ampliarsu presenciaen él, demandaron
el ensanchamientodel sistemapolíticoque, controladopor el mismogobier-
no en favorde su partido,se convertiría,a finalesdel siglo xx, en uno de los
espacios de mayortensión.
El espacio electoralfueuna arena no competitivaen la medida en que el
partidosustituyóal sistemapolítico.En él se procesaba la confrontación y la
negociación, de modo que mientrasel mito revolucionario se nutríamate-
rialmentea travésdel modelo de desarrolloy las políticas distributivas,el
triunfodel partidono resultabadifícil,ya que en el espacio del sistemaelec-
toral,los sectorespopulares confirmabansu adhesión al mitoy su lealtad al
régimenvotando corporativamente. No obstante,las tensionesse iránacu-
mulando sobre distintasdimensionesdel ordenpolítico a partirde los aflos
setentahasta obligar,primero,a la liberalizacióndel sistemaelectoraly,des-
pués, a su democratización.

Elfederalismo
centralista-corporativo

La vasta tarea de reorganizaciónde las institucionesdel Estado y del régi-


menal finalizarla RevoluciónMexicana, supondría,entreotrascosas, centra-
lizarpolíticay administrativamente al país. De ahí que las autonomíasde las
entidadesfederativas,logradas gracias a la dinámica del movimientoarma-
do, tendierancada vez más a reducirseante el empuje de la federación.De
1920 a 1936 (Hernández,1996) el país lograríapacificarsea travésde una estra-
tegia de respetoa las autonomíasestatalesy al poder de caudillos y caciques
locales, conciliando los interesesde la federacióncon los de las autonomías
regionales.Una vez lograda la estabilidad se limitaránlas fuerzascentrífu-
gas, y lo que había sido un federalismocooperativo se transformará en un
federalismo centralizador que se consolidará hasta después de 1936.

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164 EstudiosSociológicosXXIII: 67, 2005

Esteprocesoocurrió, primero, a travésde las confederaciones y organi-


zacionesobrerasy campesinasy,posteriormente, pormediode la interven-
ción directao atribución exclusivade la federación, en cuantoa derechos
socialesse refiere (educación,trabajoytierra, sobretodo),y de maneracon-
tundente con la creacióndelpnry susposteriores transmutaciones enprmy
PRi.En suma,las autonomías estatalessineliminarse seránseveramente limi-
tadasporla federación.
La configuración delpresidencialismo, la unidadpartidaria, la discipli-
na y el controlcorporativos funcionarán comopotentesmecanismospara
estrechar la autonomía de los estadosde la federación. Al igualque la repre-
sentación y la negociaciónpolítica,los márgenes de autonomía de goberna-
doresy entidadesfederativas correrán al interiorde los espaciosdelpartido
oficial,de las relacionescorporativas y de la discrecionalidad presidencial.
El pactofederalcentralista implicará, a nivelpolítico,la intervención
directadelEjecutivoenla designación de candidatos a gobernadores y dipu-
tadosfederales. A cambiose permitirá que las diputaciones estatalesypresi-
denciasmunicipales quedenenmanosde las coalicioneslocales.Ciertamen-
te,loslímites de la injerenciafederal eranprecisos, puesnose podíaviolentar
unmínimoconsensoentrelas fuerzaslocalessobreel candidatoa goberna-
dorni sostener a aquellosque hubieran generadoconsu administración cos-
tosde legitimidad parael régimen en su conjunto.
Con sus excepciones, dependiendo de las configuraciones de poderlo-
cal,losrecursosestatalesy las coyunturas específicas, la federación avanza-
ráhaciéndosepresente en los estadosa travésde las políticassocialesy eco-
nómicasde la federación: infraestructura, educación, vivienda, salud,reparto
agrario, etc.,que serán,juntocon el control financiero, mecanismos adiciona-
les al partidoy a las corporaciones para sostener un federalismo que acen-
tuarálos componentes centralistas de la distribución territorialdelpoderen
favorde la federación.

Estado y políticaen México.Las transformaciones


de finde sigloo las exequias por la revolución.1976-1994

estatal
Economíaabiertay liquidacióndel intervencionismo

La agudacrisisdelasfinanzaspúblicasy el desequilibrio de la balan-


creciente
a finales
za depagos,conducirán, delsexenioecheverrista,a unacrisisdecarác-
tergeneralque mostraráque el modelode desarrollo proteccionistarequería
de ajustesmayorespara De estemodo,el iniciodelsexeniolopez-
sobrevivir.

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Reséndiz: Del nacimientoy muertedel mitopolítico 165

(1976-1982) se caracterizará
portillista porel ajustede las finanzaspúblicas,así
como el congelamientode los salariosy de los preciosde algunosproductosbá-
sicos. Tales medidas,derivadasde un acuerdo con el Fondo MonetarioInter-
nacional,31mostraránlos signos de lo que en afiosposterioresserá la abierta
dependenciade la política económica mexicana con respectoal exteriory la
liquidación del nacionalismoy proteccionismoen materiaeconómica.
Pese al agotamientodel modelo económico y a las iniciales medidas de
ajuste, ante el crecimientode los precios del hidrocarburoen los mercados
internacionales,la élitepolíticamexicana se inclinarápor explotarla reserva
petroleradel país posponiendo la reestructuración del modelo de desarrollo.
Sustentadoen las divisaspetrolerasy en el endeudamientoexterno,el interven-
cionismoestatalse mantendrácomo el elementodinamizadordel crecimiento
económico.El desplomeposteriorde los preciosdel petróleoharándesapare-
cerlas esperanzasde revitalizarel modelo económico,que coyunturalmente se
había reactivado,y magnificaráa niveles insospechadosla crisiseconómica.
La nueva administracióndelamadridista( 1982- 1988) instrumentará una
de
política ajuste, basada en un rígidoprograma de austeridad del gasto pú-
blico que si bien mejora las variablesmacroeconómicas,su contraparteserá
el estancamientode la economía. La contraccióndel mercado internacional
petroleroprofundizaráaún más las medidas de ajuste estructural y adiciona-
rá una serie de medidas de política económica que cambiaránradicalmente
el modelo de desarrollode sexenios anteriores.Es en este contextodonde
adquierennotoriedadlos estudios que diagnosticanla ineficiênciaestataly
la imperiosanecesidad de redimensionary reformar al Estado a finde hacer-
lo más eficiente.Al igual que otrospaíses, México vivirá su propia transi-
ción de la modalidad estatalintervencionista a otrade carácterliberal.
La intervenciónestatalquedará inequívocamenteacotada por la vía de
una reformaadministrativa, que desapareceo compactaáreas enterasde secre-
taríasy dependencias oficiales, así como tambiénpor medio de la venta y
cierrede empresasque, según la administraciónen turno,ya no son priorita-
rias. En ese contextoemergenlas políticas de descentralizaciónadministra-
tiva en un intentopor ampliarla eficienciay eficacia de las funcionesguber-
namentales.Además, se inicia el desmantelamientounilateraldel sistema
proteccionista,se decide la entradade México al gatt y se impulsa un pro-
gramade reestructuración de la industrianacional con la pretensiónde darle
competitividad a sus productosen el mercado internacional.

31Se tratadel Conveniode facilidad


ampliadaque se orientóa aliviarlas presionesen la
balanzade pagosy a sanearlas finanzas
públicascomocondición parareiniciar
el crecimiento
ex-
VéaseJorge
terno. Alcocer,"México,modernidad sinequidad",enAlcántara y Martínez(1992).

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166 Estudios Sociológicos XXIII: 67, 2005

Así, los dos componentesmás estables del modelo económico se elimi-


nan o desvanecen,puestoque la desaparicióndel intervencionismo estataly el
proteccionismodan paso a una economía abiertaal exteriory a un proceso de
redimensionamiento estatalque, sinperderciertacapacidad rectora- a través
del controlde la banca,energéticos y petróleo- , retraesu papel dinamizadorde
la economía y socava las bases materialesdel mito político,es decir,la re-
fundaciónsocial interminableorientadapor el cambio y la justicia social.
Frentea la inexistenciade desarrollodistributivo y de políticas sociales
que atemperenla desigualdad, la eliminaciónde espacios institucionalesde
articulacióne intercambiopolíticoy la reduccióndel montode recursossus-
ceptiblesde intercambiosen los campos de la política,32la necesaria estabili-
dad para la reestructuración del modelo y del mitose intentaráobtenersobre-
cargando las funcionesde controlde las burocraciascorporativasy de sus
recursospara desactivarfuentesactivas de oposición gubernamental.A las
corporacionesse les exige obedienciaa cambio de un futuroinciertodonde la
vieja reciprocidadestá en entredicho;esa obediencia sin recompensaserá,en
parte,la regla incumplidaque el régimenpagará en las elecciones de 1988.
La aceptación de una terceravía para resolverel problemade la deuda
externa,33 si bien permitióal gobiernode Miguel de la Madrid evitarel dile-
ma de austeridado moratoria,insertóa la economía del país en una nueva
orientaciónnormativa,sustitutivadel horizonteaxiológico de la Revolución,
cuyo principiovalorativoemblemáticopuede enunciarsedel modo siguien-
te: crecerpara pagar.
El sexenio de Carlos Salinas (1988-1994) consolidará el viraje de la
economía mexicana que se volcará al exteriorcon la firmadel Tratadode Li-
bre Comercio, y profundizaráel redimensionamientoestatal a travésde la
ventade empresasestatalesy la reprivatizacióndel sistemabancario que se
abriráal capital internacional.34

32De 1980,considerado comoafiobase (índice100),a 1987,los salariosse redujeron a


43. Porotraparte,entre1982y 1988las inversiones públicasdisminuyeron en 50%, mientras
los subsidiosalimentariosse redujeron en 80% y el pmpercapitadecrecióen 15%.Véase Bra-
chet-Márquez (1996:206-207).
33Se refiereal "Plan Baker[que] establecela corresponsabilidad entreel acreedory el
deudor;el crecimiento del segundoes necesariopara que sea capaz de transferir fondosal
exterior.El deudorse ajustaráal programa en el planofiscaly moneta-
de políticasrestrictivas
rioy abrirásu mercadoal exterior (gatt),en tantoque los acreedoresasegurarán el flujocon-
tinuode fondosal país endeudadoy levantarán sus barrerasproteccionistasen materiacomer-
cial". Véase Rousseau(2001:186).
34Al iniciodel de Miguelde la Madridexistían1115 empresas su admi-
estatales,
gobierno
nistraciónlas redujoa 618,de las cualessóloquedarán110enel sexeniosalmista. Al respectose
puedenconsultar lostrabajosdeBrachet-Márquez (1996)yel deMartínez efa/.(1996).
Escantilla

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Reséndiz: Del nacimientoy muertedel mitopolítico 167

El salinismo logró remontarlos efectos de la reformaeconómica em-


prendidapor el gobiernoanteriory fortalecerel modelo de economía abierta
y de intervenciónestatalregulatoria.En efecto,en primerlugarlogróreducir
significativamente la inflación(de 5 1.2% en 1988 a 7. 1% en 1994) y estabi-
lizar la economía mediantela estrategiade pactos político-económicosque
hicierondel controlsalarial su elementoesencial. En segundo lugar,logróun
crecimientoeconómico - aunque desigual- 35bajo la estrategiade profun-
dizar la aperturahacia el exteriormedianteel Tratadode Libre Comercio y la
captación de inversiónextranjera,en una escala 145% superiora las metas
gubernamentalesprevistaspara todo el sexenio. En tercerlugar,desmanteló
los restosnada desdeñables del Estado interventor, en particularel sistema
bancario,en favorde unos cuantos privilegiadosque se beneficiaroncon la
reformaestataly la transformación del modelo económico.
El fortalecimiento del modelo de economía abiertay la intervenciónes-
tatalregulatoria,así como los éxitos de la política económica salinista,ten-
drán costos enormesque se expresaránclaramenteduranteel gobierno si-
guiente.Por un lado, la aperturasignificóla captación de grandesniveles de
inversiónextranjera,pero medianteel establecimientode altas tasas de inte-
rés,con lo cual se privilegióel sesgo especulativoen detrimentode la inver-
sión productiva,convirtiendoa la economía en un área sumamentevulnera-
ble y altamentedependientede la inversiónespeculativa.Esto se demostrará
en el sexenio zedillista(1994-2000), en el que, durantesu primeraño, se fu-
garonno sólo los grandescapitales internacionalessino particularmente los
nacionales.36
Por otraparte,la estabilizaciónde precios lograda mediantela sobreva-
luación del peso propicióun déficiten balanza comercialy en cuentacorrien-
te (-18.5 mmdy -30.6 mmdrespectivamente),37 cuyos efectosseránprofu-
sos en 1995 cuando desaparece la confianza de los inversionistas,quienes
deciden emigrar,lo cual puso al descubiertola vulnerabilidaddel modelo,
pero tambiéna los nuevos actoresbeneficiariosdel mismo: banquerosy ca-
pital internacional,que adicionalmentehicieronde la quiebra del sistema
financieroun negocio extraordinario medianteel Fobaproa.
la
Así, apertura económica hacia el exteriorsupone la liquidación del
intervencionismocomo formadinamizadorade la economía mexicana. En

35El crecimiento
del piben 1989fuede 3.3%, en 1990de 4.5, de 3.6 en 1991,en 1992de
en 1993fuede 0.4% y en 1994de 0.6%. Véase Brachet-Márquez
2.8, mientras (1996:250) y
Rousseau(2001:347).
36Entreel 20 el 21 de diciembrede 1994salieronde las reservasinternacionales4 633
y
mddque, de acuerdoa Rousseau(2001:438),eranfundamentalmente nacionales.
37Véase
LoyolaDíaz (1996:29); "mmd"= milesde millonesde dólares.

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168 Estudios Sociológicos XXIII: 67, 2005

ese sentido,el Estado se repliega a una zona de injerenciasustantiva,me-


diantela cual regula normativamente la aperturade ciertasáreas a los parti-
culares y mantienedeterminadocontrolen otrascomo el petróleoy la elec-
tricidad,sobre todo porque el mitopolítico las convirtióen baluartesde los
logros del Estado revolucionario y porque en torno a ellas se mantiene
articulada una red de interesesburocrático-corporativos de los cuales los
sindicatos son sus protagonistasmás visibles y sus burocraciasalgunos de
sus beneficiariosmás importantes.Pese a todo, la presión para lograr su
apertura,duranteel gobiernode la alternancia ha sido una constante.
Con la administraciónsalinistase configuraun esquema donde el Esta-
do se plantea más como proveedorconcurrentede ciertosservicios,como
educación y salud, abiertosa los diversosniveles de gobiernoy a la partici-
pación de particulares.Es, además,reguladordel proceso de privatizaciones,
aunque, al igual que su predecesory sucesor, mantendrááreas de estricto
controlestatalcomo el nivel de salarios y los monopolios de representación
sindical. Otros,como el tema del combate a la desigualdad,se transmutarán
en combatea la pobrezay experimentarán una insospechadaintervención es-
tatalmedianteel ProgramaNacional de Solidaridad (Pronasol).
Pronasol constituyóuna modalidad distintade intervenciónestatalque
pretendióeficiencia en la aplicación de los recursos,evitando las cadenas
corporativaspero generandoal mismotiempolegitimidad,38 en la medida en
que fuela vía para estrecharlas relaciones del Estado con los sectorespopu-
lares,revitalizandocon ello el sustentopopularque había sido vertebralpara
el régimenpolítico mexicano, pero sin los compromisosque él implicaba.
De ahí que su lógica clientelar,orientadacon propósitoselectorales,y su de-
pendencia directacon la presidenciahayan provocado una tensiónentrelas
funcionesde gobiernodel programacon las electoralespartidarias.Por eso,
como programade combate a la pobreza, constituyóun fracaso,aunque po-
líticamentefueexitoso. Sus mayoreslogrosno fueronúnicamentela recupe-
ración electoralpriista,a mediados del sexenio, y el triunfopresidencialen
1994, sino tambiénel haberprovistoa la clase política de los apoyos y esta-
bilidad suficientepara instrumentar los cambios económicos.
La inocultablefunciónelectoraldel Pronasol,escasamentedisimulable
con el rótulode política de combate a la pobreza, hicieronde él un paradig-
ma de la imbricaciónentrepartidoy gobierno,lo que en el contextode la
disputapolítica de liberalizacióny democratizacióndel sistemapolítico fue
exhibido como indicadorde la vocación del sistemapara compraro al me-
nos inducirel voto en favordel régimeny su partido.Con tales antecedentes

38Véase Gordon
(1995).

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Reséndiz: Del nacimientoy muertedel mitopolítico 169

y con la marcadel salinismo,el Pronasolno trascendería


el sexenioque le
dio origen.

político.Tensiones
Régimen del ejecutivo
y transformaciones

La reorientación del esquemade desarrollo económicoy la liquidacióndel


intervencionismo estatalmodificarán no sólo el discursonacionalista y pro-
teccionistaque al amparode los valoresde la RevoluciónMexicanase había
venidoreproduciendo, sinotambiénla alianzapopular-nacional que lo sus-
tentaba.Asimismo, debilitará el acuerdointerelitista y los espaciospolítico-
partidariosenlos cualesse procesaba.El partidohegemónico resentirá, ade-
más,la creciente presiónpolíticasobreel sistemaelectoral.
Las presionesporel cambioen el modelode desarrollo habíanestado
presentes al menos desde el sexenio de Luis Echeverría; sin embargo, el em-
pate de fuerzas entre proteccionistas y aperturistas había evitado su realiza-
ción.Este empateentrelas élitesse romperáa partirde la presidenciade
Miguelde la Madrid(Molinar,1993),enla cualla unidadde la clasepolítica
iniciarásufragmentación, que seráperfectamente claray adquirirá dimensio-
nesinsospechadas conCarlosSalinasde Gortari, cuyas orientaciones enma-
teriade políticaeconómicarevelarían el carácterde la fractura. En primer
lugar,la promoción de la inversión privada,sinimportar su origen, significa-
ráprivilegiar los flujosde capitalinternacional que la fracción nacionalista
consideraba comolimitantes al desarrollo nacional;ensegundolugar,la aper-
turade la economíabeneficiará a los exportadores en detrimento de los pro-
ductores de bienessalarioparael mercadointerno y, en tercer lugar,con la
privatización, se afectará el conglomerado de intereses que se nucleaban en
tornoal sectorparaestatal.
La presenciapúblicade la Corriente Democráticaal interior del pri,en
1987, marcará un hecho sin precedentes en la historia recientedel paísy enla
dinámicadelrégimen político.Primero, porquetransgrederáregladel se-
la
cretode la políticamexicana, tantoal reclamar la transformación delproceso
de seleccióndelcandidatopresidencial priista como al encarnar una disputa
entrela clasepolíticaque trascenderá conmucholos espaciospartidarios; se-
gundo, porque reivindicará el horizonte valorativo del mito en
político, especial
el dejusticiasocial,al que añadiráel componente ocultoy siempre pospues-
todereivindicación democrática. Porello,enel espectro políticomexicano, la
existenciadel FrenteDemocráticoNacionaly la recreacióndel liderazgo
cardenista sería,contralo que se pensabaenese entonces, sumamente exito-
so. La seftalparecíaclara:la obedienciaya no rendíamuybuenosfrutos.

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170 Estudios Sociológicos XXIII: 67, 2005

Lo que esta peculiar disidencia encarnaba era el horizontevalorativo


del mitopolítico que el priismohabía abandonado y que partede la pobla-
ción mexicana ritualizódándole su apoyo en las elecciones de 1988, al tiem-
po que rechazó al partidoque se había alejado de él, convirtiendoel espacio
electoralen una arena emergenteen la disputapolíticay en una de las vías de
transformación del régimenpolítico.
Si la fractura de la clase políticaen 1988 se expresóen la candidaturacar-
denistaysu potencialde movilizaciónelectoral,hacia finesdel sexeniode Sa-
linasmostrótoda su crudezacon los asesinatospolíticosde sobraconocidos.La
fracturaentrelas élitesy el desplazamientode los sectoressubalternosdebi-
litarona la presidenciapero tambiéna los otroscomponentesdel régimen:el
partidoy sus corporaciones.Ello explica la abierta crisis de la institución
presidencialduranteel mandatode Miguel de la Madrid,los intentosposte-
rioresdel salinismopor reconstituirla y su fragilidadduranteel zedillismo.
Al final,el Ejecutivo tendríaque pagar el costo de la liquidación de su
alianza históricay del mitoque la representaba.El costo mínimofuela fragi-
lidad de la presidenciazedillista,y el mayor(que no el máximo posible) la
derrotadel candidatopresidencialpriistaen el año 2000. Para el régimen,el
proceso de cambio y sus costos aún no concluyen,aunque sus efectosmás
visibles son la desacralizaciónde la figurapresidencialencarnadapor el can-
didato de la alternancia,que no cuenta en su favorcon los viejos soportes
partidariosy corporativos,ni con los ropajes de encubrimientoe infalibili-
dad que tenía el priismo.La inéditaconfrontacióndel Ejecutivo con la insti-
tuciónrenacientedel régimen,el Congreso de la Unión, expresa en más de
un sentidola inacabada transicióndel régimenpolíticomexicano,cuyo siste-
ma de partidostransitóa la alternanciaaunque él mismo,como tal,no termi-
na de transformarse.
En su momento,el gobiernosalinistahabríade intentar cerraro evitarlas
fracturas de la élitepolíticaincorporandoa algunosmiembrosde lo que dio en
llamarse"grupo de políticos", aunque manteniendotambiénun férreocon-
troldel llamado "grupo tecnocràtico"en secretaríasde Estado estratégicas.
El controldel grupotecnocràticosalinistano sólo sería incuestionable
sino tambiénefectivoy parecía perfilarun doble proceso de liberalización
económica y política39aparentementeexitoso pues,junto con las modifica-

39La liberalización,
en tantoque procesode reformas, estatalmentecontrolado, de las
reglasde participación
y competencia juicio,en el tutelajeque la
política,se expresa,a nuestro
Secretaríade Gobernación mantuvosobreel procesoelectoraly la faltade autonomíade los
órganoselectorales(señaladamente el ife),que no se rompesinohasta1996,con unareforma
que fortalecela institucionalidadelectoralcon el finde propiciarcertezaprocedimental y
certidumbre con respectoa los resultados de los comicios.Véase Lujambio(2000).

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Reséndiz: Del nacimientoy muertedel mitopolítico 17 1

ciones al partido,se generaríandos reformaselectorales,una en 1989 y otra


en 1993, que, si bien permitíanreglas de competenciamás equitativasque
paulatinamentetransformaban el sistemade partidohegemónicoen uno más
competitivo,seguían manteniendoel controlestataldel proceso, pero ahora
medianteuna pragmáticaalianza con el PartidoAcción Nacional (pan).
Otro tantosucederá con la hegemonía,aunque menguada, del partido
oficial,a quien se pretendíabeneficiarcon la liberalizaciónpolítica y cuya
posición de primerafuerza,aunque ya no invencible,se nutríade distintas
maneras:con los fondospúblicos canalizados vía Pronasol,con los éxitosde
la política económica generosamentepublicitadosy con la presenciade una
presidenciaque se construyóuna imagenmodernizadoraa fuerzade vaciar
de contenidopolítico a los otrosprotagonistasdel régimen(corporaciones
y partido)y de emprenderuna radical transformación del horizontevalora-
tivo del mito político que, en lugar de reformarlo,acabó por sepultarloen
cuantotal.
Salinas realizará la tarea de reconstrucción,transformación y reforma
de los ejes normativosque regulabanlas relacionespolíticas,sociales y econó-
micasplenamenteinstitucionalizadas, de esa formael imagina-
transgrediendo
ríopolíticoy el horizonteideológico derivadodel mitopolítico,así como las
reglasy prohibicionesdel régimen.La enormefuerzadel mitorevolucionario,
como creadorde validez y sentido,puede comprendersemejor si tomamos
en cuentaque inclusoel mismosalinismopretendióanclarsus reformascomo
partede una suertede refimdaciónideológica de la Revolución Mexicana,
que, al pretendermodernizarla,en realidad la eliminó, transgrediendosu
imaginariovalorativoy negando la pragmáticade compromisose institucio-
nes a los que había dado vida.
En efecto,el salinismomodificóel espectrode alianzas estratégicasdel
Estado al reorientarsehacia sus contendienteshistóricos,tal y como lo hizo
con la Iglesia católica con quien restableciórelaciones mediantesu recono-
cimientojurídico,con lo que cerróuna confrontaciónque hunde su raíces al
menos hasta el siglo xix. Con ello, transgrediódos prohibicionescentrales
de la constelaciónvalorativadel mitopolítico: la que impedía al clero tener
propiedadesy la que limitabasu participaciónen actividades educativas.A
travésde las reformasconstitucionalesde 1992, sustentadasen la recupera-
ción electoralpriistade 1991, el salinismoconfrontóla aspiraciónanticlerical
de la Revolución; disuelta la alianza nacional popular,los enemigoshistóri-
cos del régimeneranahora sus aliados estratégicos,lo que valdrátantopara
el clero como para el pan.Otrotantosucederá con los empresariospara quie-
nes el partidooficialabrió espacios como representantes de elección popular
en la Asamblea de Representantesy en el Congreso de la Unión.

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172 Estudios Sociológicos XXIII: 67, 2005

Por el lado de los compromisoshistóricoscon los sectoressubalternos,


expresadosconstitucionalmente, el salinismomantendrá virtualmenteintocado
el artículo 123 pero en los hechos operará una limitacióncrucial sobre las
corporaciones,vaciándolas de capacidad de intermediacióny de negocia-
ción política,confrontándolascon las representacionesterritoriales del par-
tido y sosteniendoa las burocracias sindicales, fíeles a la vieja regla de la
obediencia y a la funciónde controly contenciónpolítica-sindical.
En materiaagrarialiquidarála protección,constitucionalmente estableci-
da, de defensaal ejido, que se abriráa la privatización,y en materiaeducati-
va operaráuna profundareformapolítica y valorativa.
A pesar de la crisiselectoralde 1988, de los embatescontrala hegemo-
nía del partidooficial, de la configuraciónde un sistema de partidosmás
competitivo,y de la fracturacardenistaconvertidaen partido,entreotrosde-
safíos,el salinismoparecía exitoso en sus tareasde transformación políticay
económica, en el desmontajedel mitopolítico,de sus reglasy prohibiciones,
en la constituciónde alianzas innovadoras,en la configuraciónde una nueva
lógica de intercambiocon los sectorespopulares y en la contenciónde sus
viejos aliados ahora desplazados.
Sin embargo,frentea todo ello, los golpes de la realidad no pueden ser
más contundentes.En principio,los hechos del 23 de marzoy del 28 de sep-
tiembrede 1994, con las muertesde Colosio y Ruiz Massieu, parecen mos-
trarque las fracturasen la clase política priista,lejos de haberse cerrado,se
habían ampliado a niveles catastróficos.La rebelión indígena chiapaneca
mostrabala fragilidadinstitucionaldel régimenpara regularla conflictividad
social una vez debilitadossus soportesclásicos; exhibía tambiénel fracaso
de Pronasol como política de combate a la pobreza y su eficacia limitadaal
terrenoelectoral,incapaz de traducirseen espacio institucionalpara proce-
sar el conflictopor más que había sido elevada a secretaríade Estado a tra-
vés de Sedesol.
Ni el partido,ni las corporacionesni el mismo Ejecutivo fueroncapaces
de procesar,absorbero regularel conflicto,que literalmente estallóy condu-
jo a una confrontación del Estado con los indígenasque la movilización so-
cial logróconteneren ese aftoy en los siguientes.Aniquilado el mitopolítico
y la visión de la política que engendró,rotaslas antiguasalianzas y recons-
tituidoel pacto, parecía plausible pensar en una confrontaciónentrela élite
política que transgredióla prohibicióndel uso de la violencia como recurso
para dirimirsus contiendas.Con ello, se revirtiótambiénla regla del Ejecu-
tivo como único electorpues, parecieracomo si las fraccionesexcluidas del
cambio o afectadaspor él hubierandecidido participarpor la rutaprohibida:
la eliminaciónfísica del elegido.

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Reséndiz: Del nacimientoy muertedel mitopolítico 173

Fracturadala clase políticapriista,debilitadossus recursosinstitucionales,


eliminado el mito político cuyas reglas y prohibicionespaulatinamentese
iríandisolviendo,en 1994 el régimentodavía podía mantenerla hegemonía
del partidooficialgraciasal intercambio clientelardel Pronasol,al ocultamien-
to de los efectosnegativosdel modelo económico,al llamado voto del miedo
- medianteel cual el régimencapitalizó el asesinato de su candidato- , a la
mismaconfrontación priistay a la rebeliónchiapaneca. En el afio2000 deja-
ronde existircircunstanciasextraordinarias en favordel partidooficialy con
ello naufragóotrode los baluartesdel régimen:el partidohegemónico.

Crisiscorporativa electoral
y emergencia

Duranteel sexenio de Miguel de la Madrid se erosionóla capacidad de inter-


mediaciónde los sindicatosal deteriorarsesus márgenesde negociación y su
capacidad distributivaintragremialen un contextocrecientementeinflacio-
nario.Adicionalmente,la contraccióndel gastopúblico liquidó la posibilidad
de políticasde reformasocial y consecuentemente animóla inconformidad de
las bases sindicales. De maneramás general,la política de austeridad,aleja-
da de los interesescorporativosy subalternosno corporativizados,activarála
inconformidadelectoralque encontraráen los dos liderazgos opositoresde
1988 vías de castigo al régimeny a la presidencia.
Las elecciones de 1988 mostraronque los canales corporativospodían
correren dos direcciones,ya para apoyar,ya para confrontar al régimen.Con
las corporacionessirviendocomo base electoralal régimeny con un modelo
económico que las excluyó,ambas entraronen crisisen términosde eficien-
cia políticay fueronincapaces de mantenerla disciplinaelectoral.Pero para-
dójicamente,sirvieroncomo canales que condensaronel descontentoy lo
enviaronelectoralmentecontrael régimen,con lo que el corporativismoten-
dió a operarde modo antisistémico,debido a que su ineficaciaresultódevas-
tadoray constituyóuna formade castigara un régimen,cuya lentapero pau-
latinaliberalizaciónlo hacía dependerdel sistemaelectoralen el que el triunfo
de su partidodependía a su vez del llamado voto corporativo.
La rebeliónelectoralde 1988 mostraráque el fracasodel esquema corpo-
rativopara sostenerelectoralmenteal régimenconstituíauna verdaderaheri-
da para éste. De ahí que el carácterdiscutiblede los resultadosde las vota-
ciones desatara con mayor intensidadlas presiones opositoras para lograr
reformasque garantizaranla limpieza de los procedimientos,en una arena
electoralque adquirirácada vez mayorimportancia,no sólo porque el ocaso
del mitopolítico la despojará de su carácterritual,sino tambiénporque las

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174 Estudios Sociológicos XXIII: 67, 2005

necesidades de legitimacióndel régimenya no podían soportarseen las vie-


jas estructurasde representaciónmonopólica, privadas de su capacidad de
intermediación. De ahí que el Pronasolpretendierarelevarlaselectoralmente.
Las razones para reestructurarel corporativismoy evitarsus costos po-
líticosy antisistémicos,fueronuna prioridadduranteel sexenio salinista.Por
ello, se dio el desmantelamiento de las burocraciassindicales,como la petro-
lera, que abiertamentese opusierona una candidaturaque significabapro-
fundizarel desmontajedel viejo pacto de dominación,en una de las áreas tí-
picas de la intervención estataly componenteincontestablede la Revolución
hecha mitopolítico. Otrotantosucederá con aquellas que, además de encar-
nar los valores y antivaloresdel mitopolítico- como la agrupada en el Sin-
dicato Nacional de Trabajadoresde la Educación (snte), bajo la denomina-
ción de VanguardiaRevolucionaria- , habían sido incapaces de controlara
sus bases en el terrenopolítico laboral, además de representaruno de los
obstáculos más importantespara la reestructuración del campo educativo.
La confrontaciónpresidencialcon esas corporacionesno parece gratui-
ta, pues encarnanel mitopolítico hecho mecanismo de representacióny de
control;son partede los actores del pacto fundacionaly del despliegue del
mitopolítico; son su expresióninstitucionaly la materializaciónde la voca-
ción estatal de moldear e interveniren la sociedad mediante su actividad
económica y educativa; son, finalmente, partede la redde controldel nacio-
nalismo revolucionarioy representanel pasado axiológico que la clase polí-
tica priistaya no deseaba más.
Los problemasdel corporativismo, sinembargo,seránmás amplios,dado
que la crecimiento
diversificación, y heterogeneidadsocial y política de la
sociedad mexicana serántales,que amplias capas sociales escaparána la me-
diación corporativa;a su vez, esta mediación será incapaz de integrarlasen
sus espacios. De estemodo, por la vía de los hechos,el corporativismose re-
lativizarásustantivamente ante una sociedad cada vez más plural en térmi-
nos de su composición,ideología y prácticaspolíticas.A ello se aftadela mo-
dernizaciónde la industriaque demandaráeliminarlos controlessindicales
y corporativossobre el proceso de trabajo. Una presiónmás será reducirel
costo económicoque significabaseguirusando los canales corporativoscomo
vías para llevar a cabo las políticas redistributivas,ya que en cada nudo de
intermediacióny representaciónde la cadena corporativa,se fugabanbuena
partede los recursosdestinadosa sus bases sociales.
Reducidas en muchos casos a sus funcionesde controlpolítico,vacia-
das en sus capacidades de negociación, neutralizadasu capacidad de repre-
sentacióny limitadasen sus funcioneselectorales,las corporacionessindica-
les seránsometidasa un intensoproceso de reestructuración que en algunos

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Reséndiz: Del nacimientoy muertedel mitopolítico 175

casos las reciclará de formaaparentementeexitosa, como sucedió con los


telefonistasy el magisterio,y que en otros,tendránque adecuarse con mucha
menos capacidad de negociación a los esquemas de productividady compe-
tencia propios de la reorganizaciónindustrial.
Prácticamentedesactivada su capacidad de injerenciaen los campos de
política económica, laboral y sindical,el corporativismose niega a desapa-
recer,aferrándosea la vieja regla de los monopolios de representacióny a la
legislación laboral que les ha servido de sustento,y a cuya reformase han
opuesto dedicando sus mejoresesfuerzos.El corporativismoha sobrevivido
a la transformación del modelo económico y del sistemadel partidohegemó-
nico e incluso a la derrotapresidencial del pri,representandoparte de los
vestigiosinstitucionalesdel mitopolíticoy de su régimenque hoy,en plena
alternancia,no acaba de transformarse.
El corporativismoresultóincómodoantelas nuevas circunstanciaspolí-
ticas y económicas del país impuestaspor el priismode finde siglo. Pero al
mismo tiempo,sus funcionesde controly en menormedida de representa-
ción resultaronimprescindiblespara implantardichos cambios.Ahí estánlas
evidenciasen los pactos de estabilizaciónpara controlarpreciosy salarios,cu-
ya existencia son la muestrapalpable de que el viejo intervencionismoes-
tatalno desapareció radicalmentey que el llamado neoliberalismoen modo
alguno ha sido tan liberal.
De formamás contundente,queda como prueba de la inacabada trans-
formacióndel régimen,la todavía existenteregla de los monopolios de re-
presentacióny las pospuestasreformasa la Ley Federal del Trabajo cuya vi-
gencia,casi al findel gobiernode la alternancia,evidencia igualmenteque el
llamado neoliberalismotambiénha sido en ciertas áreas paradójicamente
proteccionista.
Que una de las últimasreglas del viejo régimensobreviva,se trasforme
o perezca dependeráde que el gobiernofoxistaprofundiceo no en la transi-
ción del régimenpolítico. Carentedel mitopolítico que dio origena su dise-
ño institucional,éste se mantiene,aunque tambiéndespojado, del modelo
económico que lo sostuvo.Dos de sus expresionesinstitucionales,el corpo-
rativismoy el Ejecutivo,han sobrevividoa la derrotapriistapero sin la vitali-
dad de su periodo clásico. Uno, despojado de su centrode gravedad que era
la presidencia,el otro,sin las bases materialesque sustentaronsu amplio
poder. Situados en márgenesopuestos, aunque formandoparte del mismo
diseño,representanlos vestigiosde un régimenque está en espera de un nue-
vo equilibrioinstitucionaly en donde su tercerelementoen modo alguno ha
sido liquidado: el viejo partidohegemónicoque desde los espacios del Con-
greso confrontay presiona a la instituciónpresidencialde la que fueun efi-

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176 EstudiosSociológicosXXIII: 67, 2005

caz soporte,aprovechando los equívocosde un Ejecutivootrorainfalible,


expuestoahoraal debatepúblico,sinel ropajede caudilloy de lídersexenal
del que lo investíael mitopolítico.

En busca de la reconstitución
del pactofederal

Tantola crisisdelmodelode desarrollo comola delintervencionismo estatal


requirieron de nuevosarreglosinstitucionales y de procesosadministrativos
distintosparahacerfrente a la tareade racionalizar losrecursos, a finde cum-
plirconlastareasgubernamentales. En ese contexto, desconcentrar y descen-
tralizarfueron las opcionesque se teníanfrente al diseñocentralista que era
funcional conla lógicaclientelar y corporativa delrégimen. Posteriormente,
la constitución delnuevomodeloeconómicoy la redefinición de las funcio-
nesestatales, establecieron comotemade debatepúblicola necesidadde re-
distribuirlas responsabilidades en el otorgamiento y prestación de bienesy
serviciosentrelos diferentes nivelesde gobierno(federación, estadosy mu-
nicipios).En esa crisisy en ese tránsito redistributivo, la descentralización
en sí mismao revestida de federalización jugó unpapelcentraldurante las
dos últimasadministraciones delpartidohegemónico.
Convertida enpolíticagubernamental, la federalización formó partedel
procesodeliberalización delrégimen, constituyendo la víaemblemática delgo-
biernocentral pararedefinir las funciones estatalesredistribuyéndolas entre
losdistintosnivelesdegobierno, modificando asíla naturaleza delfederalismo
centralizador mexicano.En efecto,con ello se regeneró no sólo el impulso
descentralizador que proveníaal menosde los aflosochentadel sigloxx,
sinoquetambiénse pasó de la tradicional distribución horizontal de compe-
tenciasterritoriales (materias cuyoaspecto normativo y administrativo corres-
ponde sólo a un nivel de gobierno) a otraque se le -
sobrepuso que algunos
autoresdenominan vertical - y que consisteendiferenciar entrelas faculta-
desnormativas reservadas a la federación las
y operativas propiasde las en-
tidades.En ese sentido, la nuevadivisiónde funciones dioorigena funciones
concurrentes o decoordinación entre federación yestados, perobajola preemi-
nenciade la primera y la subordinación de los segundos,de ahíque al fede-
ralismoconcurrente se le sobrepuso otrocuyocarácter erade subordinación.
Más complejoha sidoel procesoporel que la transición del sistemade
partidos y la del régimen hicieron converger la federalización de subordina-
cióny descentralizadora - en cuantopolíticagubernamental y nuevoarre-
glo institucional- con un efectivo movimiento federalizador proveniente de
los estadosde la República,generadoinicialmente por la liberalización del

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Reséndiz: Del nacimientoy muertedel mitopolítico 177

sistemapolíticoy fortalecido porsu posterior democratización. Así, desde


1989emergieron gobernadores provenientes de la oposicióncarentes detoda
dependencia conel Ejecutivofederal y opuestosal priismo, así comocongre-
sos localesdondelas mayoríascalificadaspriistasempezaron a desaparecer
a partirde 1988,al puntode que ahorasonla excepción.Con ello,no sola-
mentese hanpluralizadolas dimensiones delpoderlocaly hanemergido los
gobiernosdivididos- es decir,dondeel partidodel gobernador carecede
mayoríaenel congresolocal- sinoque también se harenovadoel debateen
tornoa la autonomía de las entidadesmediantela voz de ellas mismasy no
sólo de la federación.40
La pluralización del sistemade partidosa nivellocal,su mayorcom-
petitividad y el deterioro de la hegemoníapriistaen algunosestados,per-
mitióel acceso de la oposicióna los gobiernosestatales.Poresa vía,el so-
metimientode los gobernadores(otroragarantizadopor la disciplina
partidaria), así comoel liderazgodel Ejecutivo,tendieron a debilitarse en la
medidaenque los ejecutivoslocalescontabanconbasespolíticaspartidarias
propias,distintas a las oficiales,ademásde que eso lespermitió generar coa-
licionesdepoderlocalesdesdelas cualessustentarse para intentar renegociar
los amarresfinancieros, normativos y de fiscalizaciónde la federación, en
aquellas materias de injerencia concurrente o atribución exclusiva de los es-
tados.
El fortalecimiento delfederalismo, a partirde la pluralización de los sis-
temasde partidos estatales,tuvocomounode susretosy obstáculosmásim-
portantes la existencia de coalicionespriistasregionales, quienesse opusieron
tenazmente a la apertura y pluralización de las arenas electoraleslocales.
Duranteel salinismo,la intervención presidencial fue determinante cuando
los triunfos de la oposicióngeneraron conflictos que en el marco local eran
irresolubles. El costode tal intervención fuealtay consistióen el deterioro
de la credibilidad enlosmecanismos legalescomomarcoseficacespararesol-
verlos conflictos.
Por otrolado,duranteel zedillismola rebeldíadel priismolocal,co-
moel de Tabasco,mostró no solamente que la viejareglade la obedienciaya

40 seríaen 1989la primera


Baja California entidadfederativa
que tendríaun gobernador
de oposiciónen la figurade RuffoAppeldel pan.A partir
de entonces,
los casos se multiplica-
ron:Guanajuato, NuevoLeón,Aguascalientes,
Jalisco,Querétaro, DistritoFederal,Zacatecas,
Tlaxcala,Baja CaliforniaSur,Chiapas,Michoacán.Porlo que hace a los gobiernosdivididos
éstosse hanpresentado entre1989y 1999en 15entidadesfederativas,
a saber:Baja California,
Baja CaliforniaSur,Michoacán,Guanajuato,Chihuahua, Aguascalientes,Estadode México,
Coahuila,Morelos,Colima,Guanajuato,Querétaro,Sonora,Jalisco,Zacatecasy Tlaxcala.
Véase Lujambio(2000:68).

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178 Estudios Sociológicos XXIII: 67, 2005

no producía tan buenos dividendos como antaño, sino que ahora era más
provechosodesobedecery asumirla soberaníalocal para defenderun triunfo
electoral como el de Roberto Madrazo, hecho con los viejos recursos del
sistemapero en modo alguno susceptiblede negociarse a pesar de la volun-
tad presidencial.Sin embargo,ese no será el único ejemplo de cómo las fuer-
zas locales priistasusaroncomo recursopolítico las soberaníasestatalespa-
ra defendersus intereses:el caso del gobiernocerveristade Yucatánes muestra
de los extremossoberanistasque duranteel priismohegemóniconunca exis-
tieron.
Anulado el Ejecutivo Federal como centrode gravitaciónpriista,por el
efectode la alternancia,y fortalecidoel pluralismopartidariode las entida-
des federativas,las fuerzaslocales, por vía de los gobernadores,han generado
una presióndistintasobre el centro,particularmente sobre el Ejecutivo, con
lo cual el debate sobre el centralismoy la naturalezadel federalismomexi-
cano parece cobrarnueva importanciay nuevos perfiles.
Igualmenteimportante ha sido el redimensionamiento de los gobernado-
res estatalescomo figuraspolíticas de nivel nacional, que los ubica en una
posición favorableen la contiendapresidencial(Lujambio, 2000:105), tal
como sucedió en las elecciones presidencialesde 2000 y como previsible-
mentesucederá en las próximas.
Por lo que respecta al federalismo,concebido como división de pode-
res, la Cámara de Diputados será el espacio privilegiadode la pluralización
que, iniciada en 1962, será,hasta 1988, ineficazpara servirde contrapesoal
Ejecutivo que contarácon la subordinaciónde ambas cámaras gracias a la
disciplinapartidistay a la incontestablehegemoníapriista.El procesoparare-
vertirla dependenciadel Congreso respectoal Ejecutivo corrióparalelo a la
pluralizaciónde sus cámaras, aunque será desigual en cada una de ellas.
En el caso de la Cámara de Diputados, un primerpuntode inflexiónfue
1988,cuando el priismoperdióla mayoríacalificada;un segundo,1997,cuan-
do el partidooficialperdió su carácterhegemónicoexpresado en la mayoría
absoluta;y,finalmente, un terceroen el año 2000, dondeal perderla presiden-
cia de la República perdiótambiénsu carácteroficial.Lo interesantedel pro-
ceso fue que la liberalizaciónde la Cámara de Diputados, mediantela am-
pliaciónde la proporcionalidad y la integraciónde la oposición,incrementaron
notablementela competitividadpartidariaque, lentapero sistemáticamente,
terminópor erosionarla hegemoníapriista.41

41La reforma la asignaciónde diputadosde partidoa las minoríasque


de 1962permitió
obtuvieran másdel2.5% de la votación.En 1979se amplíael número totalde diputadosa 400,
de los cuales 100 seránde representación Para 1988el númerode diputadosas-
proporcional.

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Reséndiz: Del nacimientoy muertedel mitopolítico 179

La Cámara de Senadores constituyó,hasta años recientes,la fortaleza


inexpugnabledel partido,donde su dominioseríano solamentehegemónico
sino absoluto. En efecto,el Senado se pluralizó débilmentea partirdel im-
pulso cardenistaen 1988, con las representacionesdel DistritoFederal y
Michoacán. Más tarde,en 1993, se reformóel sistema electoralpara elegir
no dos sino tressenadores de mayoríamás un senadorpor primeraminoría
en cada entidadfederativa,con lo cual se duplicó el tamañodel Senado que
pasó de 64 a 120 escaños. Para 1996 la reformaelectoralllevó más lejos la
proporcionalidadpuesto que eliminóun senadorde mayoríaen cada entidad
federativa,pero mantuvola de representante de la primeraminoríae incluyó
la de senadores (32) de representaciónproporcional.
La expansióny consolidaciónde un federalismomás equilibrado,ya sea
en su versiónterritorial o como divisiónde poderes,así como su apropiación
porparte de los actores emergentesa finde liberarlode los contenidosde los
cuales los invistióel viejo régimen,pareceque correráparalela a la plena rees-
tructuración de este últimoy al nuevo equilibrioinstitucionalque le corres-
ponda. Si bien es ciertoque la pluralizacióndel Congreso de la Unión lo ha
liberado del papel de sancionadorde las decisiones del Ejecutivo y que la
alternanciadel Poder Ejecutivo, lograda en 2000, representauna distribu-
ción de poder que fortaleceel federalismo,tambiénes verdadque las dispu-
tas entrelos dos poderes y sus intentosmutuosde neutralizaciónexpresan
esa inacabada transformación del régimenque ha hecho de la democracia su
única ilusión posible, aunque todavía no ha creado un nuevo mito político
que sepulte,en la memoriapopularcolectiva,el de la Revolución Mexicana,
su caudal de ciclos heroicos,su mitologíay su horizontevalorativo,los cua-
les cubrieronel paisaje político mexicano del siglo xx.

Recibido: julio, 2004


Revisado: diciembre,2004

Correspondencia:Bosques de México 123/Jardines de Santa Mónica/Tlal-


nepantla/Estadode México/C. P. 50054/Tel.: 53 62 97 71/correoelectróni-
co: rresendiz@colmex.mx

ciendea 500, 300 de ellos seránde mayoríarelativay 200 de representación proporcional.


Complementariamente, se establecióla cláusulade gobernabilidad
mediante la cual se protegió
al PRi,mismaque finalmente desaparecióen 1993.La reforma electoralde 1996estableceun
puntode equilibrioal precisarque el máximode sobrerrepresentación posibleserá de 8%
(Lujambio,2000:33-41).

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