Вы находитесь на странице: 1из 10

PLAN DE GESTION RESIDUOS DE CONSTRUCCIÓN Y DEMOLICIÓN

1. INTRODUCCION
1.1 Oportunidad y conveniencia del Plan
En general y con una visión global de la problemática de los residuos a considerar en cada ámbito
(Municipio, Región, Provincia, Nación), se pueden agrupar en tres categorías que se mencionan a
continuación:

- residuos urbanos, domésticos, comerciales y de servicios


- residuos industriales
- residuos agropecuarios

En particular los residuos procedentes de la construcción tienen una problemática particular, que
debería ser objeto de mayor atención y estudio, tendiente a lograr la implementación de Planes
específicos de gestión de los mismos.

Los residuos de construcción y demolición (RCD), proceden en su mayor parte de derribos de


edificios o de rechazos de los materiales de construcción de las obras de otros de nueva planta y de
pequeñas obras de reformas en viviendas o urbanizaciones.
Se conocen habitualmente como «escombros». La competencia sobre su gestión incumbe a los
Municipios correspondientes.
Se generan en grandes cantidades y el volumen supera al de origen doméstico. Estos residuos se
están llevando en su mayor parte a vertedero, dadas las favorables condiciones de precio que
proporcionan éstos con unos costes de vertido que hacen que no sea competitiva ninguna otra
operación más ecológica. Con ello contribuyen a la rápida colmatación tanto de los vertederos
municipales como los vertederos especiales de RCD.
En el peor de los casos se vierten de forma incontrolada, con el impacto visual y ecológico
consiguiente. Hay que decir que también los vertederos de residuos inertes deberán cumplir lo
exigido por las reglamentaciones existentes, de vertidos.

La mayor parte de los RCD se pueden considerar inertes o asimilables a inertes, y por lo tanto su
poder contaminante es relativamente bajo pero, por el contrario, su impacto visual es con
frecuencia alto por el gran volumen que ocupan y por el escaso control ambiental ejercido sobre
los terrenos que se eligen para su depósito. Un segundo impacto ecológico negativo se deriva del
despilfarro de materias primas que implica este tipo de gestión, que no contempla el reciclaje.
Los denominados residuos inertes pueden tener distintas procedencias: Excavaciones de suelos o
ejecución de obras de reforma en calles del casco urbano; los originados en carreteras e
infraestructuras; mezcla de los escombros de construcción o demolición de edificios y los rechazos
o roturas de la fabricación de piezas y elementos de construcción. Puesto que los primeros suelen
ser tierras limpias (las que no lo sean, o así se sospeche, sí tendrán que ser tratadas y recicladas en
función del tipo de contaminación que contengan), pueden ser reutilizadas sin mayor problema en
rellenos para obras viarias o para regularizar la topografía de un terreno.
Este Plan que analizamos se va a ocupar únicamente de los escombros que se generan como
desecho por la construcción o demolición de un edificio o de una obra civil, así como de los
generados en los procesos de construcción.

1.2 Horizonte del Plan


Se considera razonable establecer previsiones concretas para un horizonte de cinco años, al cabo
de los cuales se deberá hacer una revisión sin perjuicio que ésta se haga en un plazo menor, si las
circunstancias así lo aconsejan.

PLAN DE GESTION DE RESIDUOS DE CONSTRUCCION Y EMOLICION Página 1 de


10
1.3Principios generales

La realidad social y, en consecuencia, la normativa del ámbito de aplicación del Plan debe
establecer una serie de principios que deben presidir las actividades de generación y gestión de los
residuos y de los agentes sociales. Estos principios deben permitir alcanzar los objetivos previstos
de integrar el desarrollo socio-económico con la protección del medio ambiente y, en particular,
una correcta gestión de los residuos.

a. Prevención de la contaminación
La prevención tiene como objetivo la protección de los elementos naturales de la
potencial acción contaminadora de la actividad humana.

b. Minimización
La minimización de los residuos es el objetivo principal en toda la política sobre la
materia. La reducción progresiva de los residuos contempla la vertiente cuantitativa y cualitativa;
es decir, tanto la reducción de la cantidad y volumen de los residuos generados como la de su
propia peligrosidad.

c. Valorización
La acción de valorización y reciclaje de los residuos y su comercialización es la
segunda prioridad de un Plan siguiendo la estrategia comunitaria al respecto. En este sentido,
establece la necesidad de fomentar plantas de reciclaje y de tratamiento, la implantación de
métodos, sistemas y técnicas de recuperación, y en último término valorización energética.

d. Eliminación final

El vertido de los residuos es el resultado no deseable de su gestión. Solamente


deberá recurrirse a la eliminación de residuos en vertedero controlado cuando no haya una
opción ambientalmente mejor, de reutilización o valorización, a un costo razonable.

e. Principio de subsidiariedad

El principio de subsidiariedad va unido al de responsabilidad compartida. Es decir,


es necesario que los diversos agentes que actúen en materia de residuos, asuman su
responsabilidad, pero no de forma aislada, sino mediante una acción coordinada.

f. Principio “quien contamina paga”

Este principio tiene como objeto contabilizar e internalizar los costos ambientales
que conlleva la explotación de los recursos naturales y la gestión de los residuos generados.

g. Transparencia en la información y la formación

La información en materia ambiental es un elemento fundamental que debe


permitir a los poderes públicos, las empresas y los ciudadanos adoptar decisiones de consumo de
materias primas y de productos, transcendentales para lograr una efectiva reducción de la
generación de los residuos.

PLAN DE GESTION DE RESIDUOS DE CONSTRUCCION Y EMOLICION Página 2 de


10
2.- DIAGNÓSTICO DE LA SITUACIÓN ACTUAL

2.1. ANTECEDENTES
Se deberá contar con datos de los años inmediatamente anteriores, que permita establecer la
relación RCD/hab./año para dos ámbitos diferentes:

a) Área Urbana Central


b) Área Periférica.

2.2. ASPECTOS TÉCNICOS


a) Generación de residuos: contar con la producción de residuos sólidos urbanos anual (Tn), lo
que representará una producción (Kg) por habitante /año o habitante/día.

A título de ejemplo:
En el Plan Integral de Residuos de la Comunidad Autónoma de Valencia se estima en 3.868
millones de toneladas de RCD las generadas en 1997 y se calculaba para 2002 4.399 millones de
toneladas y en 2012, 4.933 millones de toneladas. Todo ello equivale a una relación aproximada
de 900-950 kilogramos/hab./año.

La Comisión Europea encargó recientemente un informe a varios consultores europeos con el fin
de que den una visión del panorama de los RCD en el seno de la Unión Europea. Las estimaciones
de generación de RCD varían desde los 720 kilogramos/hab./año en Alemania y Holanda a los 170
de Irlanda y Grecia, estando la media de la UE en los 480 kilogramos/hab./año.
Actualmente la media comunitaria sitúa el reciclaje de RCD entre el 25-30% por 100 de la
producción, terminando el 70-75% por 100 en vertedero.

Se considera que una cantidad bastante verosímil podría estar entre 520 y 760
kilogramos/habitante/año, como cifra media para el cálculo, hipótesis que se completará con otros
dos valores extremos (450 y 1.000 kilogramos/hab./año), a modo de «horquilla» que nos permita
calcular las necesidades de infraestructuras mínima y máxima. Aunque pueda parecer excesivo el
entorno de variación de esta «horquilla», ello no es así por una doble razón: El alto grado de
incertidumbre de los datos de partida y la gran variabilidad de los RCD producidos anualmente,
que depende del ciclo económico y de la actividad constructora en cada ámbito (Municipio,
Región, Provincia, Nación).

b) Recolección y transporte
La recolección deberá garantizarse para prácticamente toda la población.

c) Recuperación y Reciclaje
Recolección separada y el reciclaje de la fracción inerte.
Los datos que reflejan las estadísticas de la CE, prácticamente la totalidad de los residuos van a
vertedero.
Sólo existe, por ahora, una insuficiente red de plantas de reciclaje. Por ello hay que plantearse una
política de gestión ambiental más ambiciosa que ponga el acento en la selección en origen,
reutilización y reciclaje de estos residuos, algo que es posible técnicamente aplicando tecnología
basada en la clasificación de los RCD y su tratamiento diferenciado según su composición y donde
se logran áridos de calidad.

f) Eliminación final

PLAN DE GESTION DE RESIDUOS DE CONSTRUCCION Y EMOLICION Página 3 de


10
g) Aprovechamiento energético
Habrá que determinar si existe la factibilidad y conveniencia concerniente al aprovechamiento
energético de los residuos (para el caso de los residuos sólidos urbanos en gral.)

2.3 RESIDUOS ESPECÍFICOS

Escombros, tierras y restos de demolición


Los materiales procedentes de los derribos de edificios, los escombros y las tierras de excavación,
suponen volúmenes muy considerables de residuos. A pesar de que, estrictamente, tienen un origen
industrial, su asimilación a residuo urbano provoca distorsiones fuertes en los vertederos
municipales, cuya capacidad se ve limitada. La tendencia al alza de la tasa de vertido en ellos, hace
desistir muchas veces a los productores que buscan la solución más fácil y barata, el vertido
incontrolado, aunque ambientalmente sea problemática.

Como ejemplo podemos citar que la producción anual media en Navarra (España) de este tipo de
residuos se calcula en 545.000 Tn/año. En esta cantidad quedan incluidas las tierras procedentes
de excavaciones, de las que se considera que no más de un 30% se destinan finalmente al depósito.
La producción anual media de inertes a depositar se calcula en 279.000 Tn/año.

En el momento actual el destino mayoritario de estos materiales son escombreras o vertederos, de


los cuales solo una pequeña parte están legalizadas. En muchas ocasiones, sobre todo con tierras de
excavación y de construcción de infraestructuras, se recurre a la ocupación temporal de terrenos,
frecuentemente con una perspectiva de mejora agrícola.

Para promover todas las acciones y actividades relacionadas con la gestión de escombros y
materiales de excavación suelen constituirse sociedades mercantiles, compuesta por las
Asociaciones del sector ambientalista, etc.

Estas empresas, que no tienen beneficio industrial, suscriben Convenios con Organismos de Medio
Ambiente para colaborar en la recuperación de zonas degradadas mediante la aportación selectiva
y prioritaria de escombros y tierras y la posterior adecuación y revegetación de los terrenos.

Posibilidades tecnológicas de reutilización y valorización de los RCD

a. Tipos de RCD: Bajo la denominación de residuos de construcción y demolición se incluye una


variada serie de materiales. Según un estudio de composición de este tipo de materiales llevado a
cabo por la Comunidad Autónoma de Madrid, los que van a sus vertederos, contienen:

Escombros: 75 %
Ladrillos, azulejos y otros cerámicos: 54%
Hormigón: 12 %
Piedra: 5%
Arena, grava y otros áridos: 4%
Madera: 4%
Vidrio: 0,5%
Plástico: 1,5%
Metales: 2,5%
Asfalto: 5%
Yeso: 0,2%
Papel: 0,3%
Basura: 7%

PLAN DE GESTION DE RESIDUOS DE CONSTRUCCION Y EMOLICION Página 4 de


10
Otros: 4%

PLAN DE GESTION DE RESIDUOS DE CONSTRUCCION Y EMOLICION Página 5 de


10
PLAN DE GESTION DE RESIDUOS DE CONSTRUCCION Y EMOLICION Página 6 de
10
La mayor parte de los residuos procedentes de la construcción o demolición de los edificios se
pueden calificar como inertes, a excepción de una pequeña proporción de peligrosos y no inertes
como, por ejemplo, el amianto, fibras minerales, los disolventes y algunos aditivos del hormigón,
ciertas pinturas, resinas y plásticos.
Además en los escombros de demolición pueden aparecer otros como CFC de los conductos de
refrigeración, PCB de transformadores, compuestos halogenados para protección del fuego y
luminarias de mercurio, sodio o níquel-cadmio.
Hay un segundo grupo de residuos que no son tóxicos en sí mismos, pero que pueden sufrir
reacciones en las que se produzcan substancias tóxicas. Aquí se podrían incluir las maderas
tratadas, que pueden desprender gases tóxicos al valorizarlas energéticamente, o algunos plásticos
no valorizables.
Para avanzar hacia la meta de lograr unos materiales reciclados a precio competitivo con los de
origen natural, debe establecerse una normativa que incentive o prescriba la selección en origen de
los RCD, así como la elaboración de normas de calidad de los materiales de segundo uso
procedentes de los RCD. Para ello se considerarán incluso, posibles medidas para promover
técnicas de demolición controlada que permitan mejorar la valorización relativa de los RCD
resultantes.

b. La gestión ambiental de los RCD: Un Plan de Gestión tiene por objeto establecer las bases y
metas ecológicas para la correcta gestión ambiental de los RCD, inertes o asimilados.
Los del segundo grupo que se menciona en el apartado anterior, residuos peligrosos, deberán estar
incluidos en el correspondiente Plan de Residuos Peligrosos y deberán ser clasificados y
entregados a los gestores autorizados para su correcto tratamiento ambiental, por lo que quedarán
excluidos del Plan de los RCD, inertes o asimilados.
Finalmente, los residuos que pueden ser valorizados, como las maderas, el papel, textiles,
plásticos, basuras y otros convienen que sean separados para su envío a plantas de reciclaje o de
valorización energética.

3. PRINCIPIOS DE GESTIÓN DE LOS RCD - OBJETIVOS ECOLÓGICOS

3.1 Principios de gestión


Es obligado en todo Plan de Gestión de Residuos respetar el llamado “principio de jerarquía”. Se
trata de prevenir en la medida de lo posible, reutilizar lo que se pueda, reciclar lo que no se pueda
reutilizar, mediante la recuperación selectiva en origen con vistas a su posterior tratamiento tanto
de los materiales reciclables mixtos como de materiales destinados a plantas de tratamiento, y
valorizar energéticamente todo lo que no se pueda reutilizar o reciclar. El depósito final en
vertedero es la última opción, la menos satisfactoria.
Este principio de orden general puede ser matizado en razón de los condicionantes tecnológicos y
económicos que se den en cada caso.
Se hace necesario contemplar medidas concretas para estimular a las autoridades, agentes
económicos y consumidores a que los RCD sean gestionados correctamente desde el punto de vista
ambiental y, en la medida de lo posible, respetando este principio.
Por otra parte, todo Plan de Gestión de Residuos debe contemplar objetivos específicos así como
las medidas necesarias para alcanzarlos.
El llamado principio de proximidad se respeta, en general, por la propia naturaleza de los RCD, ya
que son de un elevado peso y volumen dentro del flujo total, y, por tanto, el costo de su transporte
hasta el punto de reciclado o vertido es alto.
Hasta ahora, este lugar es habitualmente un vertedero y, cuando no hay ninguno a distancia
prudencial, a veces se vierten incontroladamente.
PLAN DE GESTION DE RESIDUOS DE CONSTRUCCION Y EMOLICION Página 7 de
10
Un Plan de Gestión de RCD debe prever la optimización de distancias al punto de gestión que
compatibilice el costo que supone la creación de infraestructuras con recorridos para el transporte
de RCD no excesivos. Puesto que el principal costo reside en la creación de plantas de reciclaje,
hay que planificar su funcionamiento con rendimientos elevados.
Dado que la retirada de escombros de los núcleos de población se suele hacer mediante
contenedores de 5 a 7 metros cúbicos de capacidad, se debe prever una red de centros de
transferencia en un radio de unos 25 kilómetros alrededor de estos núcleos, para su vaciado. En los
núcleos de población más importantes, esta distancia se reducirá a 15 kilómetros. En ellos se puede
llevar a cabo una primera clasificación de los residuos y, posteriormente, desde ellos se pueden
trasladar a las plantas de reciclaje en camiones de gran tonelaje.

Para la puesta en práctica de las medidas que haya que tomar para conseguir los objetivos
marcados en un Plan de Gestión de RCD se podrán organizar sistemas propios de gestión entre las
empresas de la construcción y los gestores de residuos.
Asimismo se debería articular un sistema que obligue a los constructores y a los Colegios
profesionales competentes a incluir, en todos los proyectos, la adecuada gestión de los RCD,
incluyendo la financiación de dicha gestión.
Por parte de las Administraciones se fomentará e incentivará este tipo de actuaciones y muy en
especial las que lleven a intervenir a la iniciativa privada en la creación de infraestructuras de
reciclaje.

3.2 Objetivos ecológicos


Un Plan de Gestión de RCD debe alcanzar los siguientes objetivos:

a) Recogida controlada y correcta gestión ambiental


b) Disminución del flujo de RCD.
c) Reciclaje o reutilización de, al menos, el 40/60 %
e) Valorización de los residuos de envases de materiales de construcción
f) Recogida selectiva y correcta gestión ambiental de los residuos peligrosos contenidos en los
RCD.
g) Adaptación de los actuales vertederos de RCD, a las nuevas exigencias de la Directiva europea
de Vertederos, en aquellos casos en que sea técnicamente posible.
h) Identificación de las áreas degradadas (canteras, minas, etc.) susceptibles de ser restauradas
mediante RCD y determinación de las condiciones técnicas y ecológicas aceptables para ello.
i) Clausura y restauración ambiental de los vertederos no adaptables a la citada Directiva.
j) Elaboración de un sistema estadístico de generación de datos y un sistema de información sobre
RCD y su gestión, para su incorporación al Inventario Nacional de Residuos.

3.3 Instrumentos

Para el logro de estos objetivos se proponen las siguientes medidas instrumentales:

a) Elaboración de una normativa específica para la gestión de los RCD basada en los principios de
jerarquía de Residuos, y en el de responsabilidad del productor. Todo ello considerando la cadena
completa de agentes que intervienen en el ciclo integral del residuo, desde su origen hasta un
destino y gestión final.

b) Redacción de una norma técnica de calidades de los materiales reutilizables o reciclables


procedentes de los RCD.

PLAN DE GESTION DE RESIDUOS DE CONSTRUCCION Y EMOLICION Página 8 de


10
c) Suscripción de Acuerdos Voluntarios con los sectores empresariales con vistas al logro de los
objetivos del Plan de Gestión.

d) Ayudas a la adaptación de los vertederos existentes y a la recuperación ambiental de los


clausurados por irrecuperables.

e) Ayudas a Programas I+D tendentes a la mejora de la gestión de los RCD, incluidas las técnicas
de demolición, y a la búsqueda de nuevas posibilidades de reutilización o reciclaje.

f) Ayudas a la construcción de plantas de tratamiento de RCD reutilizables o reciclables.

g) Ayudas a la creación de depósitos y vertederos de RCD que cumplan las nuevas exigencias y las
condiciones del presente Plan.

h) Ayudas a la realización de programas de divulgación y concienciación ciudadana tendentes al


logro de los objetivos del Plan.

i) Ayudas a los programas de formación de personal especializado.

4. FINANCIACIÓN
Independientemente de la aplicación de otras fuentes de financiación para casos concretos, parte de
las inversiones necesarias para el desarrollo de las actuaciones previstas en un Plan Integrado de
Gestión de Residuos se financiarán a través el Gobierno.

4.1 Presupuesto
Se deberán calcular las cantidades de residuos que, previsiblemente, recibirán cada tipo de
tratamiento , de acuerdo con el Plan de Gestión:

a) Plantas de reciclaje.
b) Vertederos de inertes.
c) Centros de transferencia.
d) Restauración de zonas degradadas y vertederos incontrolados

Partiendo de ellas se hará una estimación de las infraestructuras de tratamiento necesarias.

4.2 Financiación de las inversiones

 Inversiones de iniciativa pública en prevención e infraestructuras.

 Inversiones de iniciativa privada en prevención e infraestructuras.

 Inversiones de investigación, desarrollo e innovación (I+D+I).

 Actuaciones de concienciación ciudadana, control estadístico y formación de personal


especializado.

PLAN DE GESTION DE RESIDUOS DE CONSTRUCCION Y EMOLICION Página 9 de


10
5. Seguimiento y revisión del Plan

El desarrollo del Plan requiere un seguimiento y control constantes que permitan reajustar las
actuaciones propuestas en función del grado de cumplimiento de los objetivos fijados y de los que
se fijen a través de la normativa.

Por todo ello, un Plan se concibe como un proceso continuo que se irá actualizando a lo largo de su
desarrollo. La evaluación y análisis de los resultados obtenidos, conllevará al establecimiento de
nuevas medidas e instrumentos operativos que podrán abarcar desde propuestas normativas, hasta
la revisión de sus objetivos.

Por consiguiente, será necesaria la creación de una comisión de seguimiento, que se reúna
periódicamente para evaluar y actualizar el Plan a la vista del desarrollo e implantación del mismo
y de las dificultades que vayan surgiendo conforme además con los avances tecnológicos y
normativos que vayan apareciendo. Esta Comisión, donde deberá estar asegurada la participación
ciudadana, de los consumidores y usuarios y de las organizaciones sindicales y empresariales,
además de la de las Entidades Locales competentes en la prestación del servicio de recolección y
tratamiento de RSU, se regulará a través de un Organismo Gubernamental (por ej. del
Departamento de Medio Ambiente

PLAN DE GESTION DE RESIDUOS DE CONSTRUCCION Y EMOLICION Página 10 de


10

Вам также может понравиться