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CAPITULO I

CONCEPTOS BASICOS Y ORIGEN

1.1. Antecedentes históricos de la motivación


La motivación ha constituido un proceso de gran relevancia tanto desde la
perspectiva de la investigación como de la gestión organizacional. Se han
desarrollado un gran número de teorías al respecto a lo largo de la historia en
busca de la clave definitiva motivacional. Una teoría de la motivación es útil en
la medida que permite demostrar qué estímulos o elementos aportan energía y
dirección al comportamiento del trabajador. Es decir, el motivo por el cual un
sujeto elige llevar a cabo una opción que en circunstancias diferentes
rechazaría, incidiendo de esta manera en la conducta y voluntad de las
personas. El desarrollo y la evolución del concepto de motivación envuelven
diferentes disciplinas y tienen un origen histórico que es fundamental conocer
para poder analizar las teorías que se detallarán en el siguiente apartado.

1.1.1. Sócrates, Platón y Aristóteles


Este origen se remonta a la filosofía clásica con autores como Sócrates,
Platón o Aristóteles. Estos destacaban la naturaleza irracional e impulsiva de
los motivos.

Las partes nutrivas y sensitivas estaban relacionadas con el cuerpo y eran


de naturaleza motivacional, aportando los motivos de crecimiento corporal
y de quietud (nutritivos) y experiencias sensoriales como placer y dolor
(sensitivos). Juntas estas dos partes formaban las bases de la fuerza
motivacional irracional e impulsiva. La parte racional contenía todos los
aspectos intelectivos del alma; estaba relacionada con las ideas, era
intelectiva por naturaleza e incluía “la voluntad”. Al postular la existencia
de un alma tripartita y jerárquica, los antiguos griegos presentaron la
primera explicación teórica de la actividad motivada: los deseos del
cuerpo, los placeres y sufrimientos de los sentidos y los esfuerzos de la
voluntad (Soriano, 2001, pág. 6).

1.1.2. René Descartes


Descartes estableció los principios de la filosofía moderna. El dualismo
cartesiano estableció que la conducta humana es fruto de un alma libre y
racional y, del resultado de los procesos automáticos irracionales del cuerpo.
El hombre está impulsado por su propia alma (a través de la voluntad) y por el
cuerpo (a través del instinto). Atacó al animismo (consideraba que sólo el
hombre tiene alma) y defendió el mecanicismo. Avivó la famosa controversia
herencia- experiencia.
En la era moderna, fue Descartes quien aportó, la que se considera, la
primera gran teoría de la motivación en 1622. Este fue el primero en
asignar poderes de motivación exclusivos a la voluntad. Según la teoría
desarrollada por René Descartes, todo acto de voluntad es realmente una
actuación orientada. (Peña, 2015, pág. 13).

1.1.3. John Locke


Los empiristas ingleses (John Locke) realizaron dos aportaciones: el interés por
el estudio subjetivo de la experiencia sensorial (las ideas son unidades
elementales de la mente) y del pensamiento asociacionista de las ideas (se
pueden establecer asociaciones entre diferentes ideas. Éstas pueden ser
simples-unidades elementales que nacen de la experiencia y no se pueden
analizar- o complejas, que se pueden descomponer en otras más simples). Así,
el concepto de asociación fue el axioma fundamental de la psicología, al
permitir establecer conexiones entre los contenidos mentales y la experiencia.
En el estudio de la motivación, el concepto de asociación es importante ya que
muchos motivos se aprenden de esta manera.
El autor Locke afirma que la motivación que el trabajador desarrolla en su
puesto de trabajo es un acto consciente y que su nivel de esfuerzo o
ejecución estará en función del nivel de dificultad de las metas que se
proponga alcanzar. Actualmente, esta teoría se aplica en departamentos
de gestión de recursos humanos porque les permite poder concretar o
definir los objetivos que se corresponden a los trabajadores y
convencerles para que los acepten y desarrollen su trabajo para
conseguirlos, para ello deberán adecuar dichos objetivos a las
características particulares de cada individuo según sus habilidades,
conocimientos y actitudes (García, 2012, pág. 19).

1.1.4. Sigmund Freud


Para Sigmund Freud el ser humano cuenta con motivaciones inconscientes que
condicionan y determinan sus actos y decisiones. A estas motivaciones
inconscientes se les llaman pulsiones.
El punto de partida de Freud, máximo representante y fundador del
psicoanálisis, es claramente homeostático. La tarea básica del sistema nervioso
es preservar al organismo de una inundación estimular desequilibradora, y a la
vez facilitar la consecución del placer y la evitación del dolor. Tanto las
pulsiones (variables instintuales básicas que guían y movilizan la conducta del
hombre) como el aparato que regula su acción, son conceptuadas en términos
psíquicos, en el límite entre lo físico y lo mental. Desde el punto de vista de su
origen, una pulsión es un proceso somático del que resulta una representación
estimular en la vida mental del individuo. La función de la pulsión es facilitar al
organismo la satisfacción psíquica que se produce al anular la condición
estimular somática negativa. Para ello cuenta con una capacidad energética
capaz de orientarse hacia el objeto cuya consecución remueve o anula la
condición estimular dolorosa, provocando así placer. Esta teoría evoluciona a lo
largo de su vida. El modelo de motivación adoptado por Freud es un modelo
hedonístico de tensión reducción que implica que la meta principal de todo
individuo es la obtención del placer por medio de la reducción o extinción de la
tensión que producen las necesidades corporales innatas. La interpretación que
Freud hace de la motivación se conoce con el nombre de psicodinámica, puesto
que da una explicación de los motivos humanos en términos de hipotéticos
conflictos activos subyacentes. Pero el principal problema de esta teoría es la
falta de datos empíricos que la apoyen. Aun así ha sido muy influyente dentro
de la psicología en general y de este tema en particular.
Los primeros teóricos de la motivación tenían un concepto del ser humano
en continua lucha por protegerse de estados nocivos. En la teoría
Freudiana, por ejemplo, el individuo se está defendiendo continuamente
de las energías instintivas de sexo y agresión (Soriano, 2001, pág. 6).

1.1.5. Hull
Clark Hull es un psicólogo conductista interesado por el estudio del aprendizaje
animal y preocupado por el tema de la motivación. Influido por la teoría de la
evolución. Entendía que las necesidades del organismo eran las fuerzas que le
incitaban a la acción, la cual debía reducir o eliminar a estas necesidades.
Distinguió entre impulsos primarios e impulsos secundarios. Los primarios están
asociados a estados de necesidad y tienen un carácter innato. Los secundarios
se basan en el aprendizaje de evitación.
En la teoría de Hull, la motivación surge de los estados de privación. La
privación de alimento, agua, sueño y sexo se combina para crear un
estado motivacional generalizado llamado “pulsión”. Es el deseo del
individuo de reducir la pulsión, de liberarse de un estado aversivo lo que le
activa de buscar comida, agua, lugares de descanso o parejas (Soriano,
2001, pág. 6).

1.1.6. David McClellan


Este psicólogo afirma que la motivación de un individuo se debe a la búsqueda
de satisfacción de tres necesidades:
 La necesidad de logro: relacionada con aquellas tareas que suponen un
desafío, la lucha por el éxito, la superación personal, etc.
 La necesidad de poder: referida al deseo de influir en los demás, de
controlarlos; de tener impacto en el resto de personas.
 La necesidad de afiliación: se refiere al deseo de establecer relaciones, de
formar parte de un grupo; todo aquello relacionado con relacionarse con los
demás.
Partiendo de la base de que un incentivo es un reforzador apetecible y de
que cualquier sujeto es capaz de anticipar el placer que proporciona
alcanzarlo, existen las teorías de Atkinson y McClelland, las cuales
postulan que un motivo es una disposición interna que hace que un
individuo se encamine hacia incentivos positivos y evite los negativos. De
esta manera y según dichos autores la motivación está intrínsecamente
relacionada con el incentivo. La obtención del mismo es el objeto de la
motivación. Por ejemplo: el hecho de llegar a ser ingeniero es un motivo
para estudiar (Costa, 2014, pág. 469).

1.1.7. Frederick Herzberg


Frederick Herzberg, psicólogo orientado al trabajo y la gestión de empresas,
define la motivación como el resultado influenciado por dos factores: factores de
motivación y factores de higiene. Los factores de motivación (logros,
reconocimiento, responsabilidad, incentivos) son los que ayudan principalmente
a la satisfacción del trabajador, mientras que si los factores de higiene (sueldo,
ambiente físico, relaciones personales, status, ambiente de trabajo) fallan o son
inadecuados, causan insatisfacción en el trabajador.
El análisis de las respuestas obtenidas permitió a Herzberg y a sus
colaboradores permitió concluir que la motivación en los ambientes
laborales se deriva de dos conjuntos de factores independientes y
específicos. Los primeros asociados con los sentimientos negativos o de
insatisfacción que los empleados aseguraban experimentar en sus
trabajos y que atribuían al contexto de sus puestos de trabajo. Herzberg a
estos factores de higiene, porque actuaban de manera análoga a los
principios de la higiene medica: eliminando o previniendo los peligros a la
salud, Los factores de higiene abarcan aspectos tales como la supervisión,
las relaciones interpersonales, las condiciones físicas del trabajo, las
remuneraciones, los préstamos, la seguridad en el trabajo, y las políticas y
prácticas administrativas de la empresa, entre otros. De acuerdo con
Herzberg, cuando dichos factores no están presentes o se aplican
incorrectamente no permiten que el empleado logre satisfacción. Sin
embargo, cuando están presentes no originan en los empleados una
fuerte motivación sino que solo contribuyen a disminuir o a eliminar la
insatisfacción (Pinto, 2002, pág. 81).

1.1.8. Abraham Maslow


Para Maslow, psicólogo norteamericano, la motivación es el impulso que tiene
el ser humano de satisfacer sus necesidades. Maslow clasifica estas
necesidades en 5 y las clasifica en una pirámide ; en la base están las
necesidades básicas, que son necesidades referentes a la supervivencia; en el
segundo escalón están las necesidades de seguridad y protección; en el tercero
están las relacionadas con nuestro carácter social, llamadas necesidades de
afiliación; en el cuarto escalón se encuentran aquéllas relacionadas con la
estima hacia uno mismo, llamadas necesidades de reconocimiento, y en último
término, en la cúspide, están las necesidades de autorrealización. La idea
principal es que sólo se satisfacen las necesidades superiores cuando se han
satisfecho las de más abajo, es decir, no puedes pasar a la siguiente hasta que
no hayas satisfecho las anteriores.

Maslow señala que las personas se encuentran motivadas por cinco tipos
de necesidades: fisiológicas (alimento, agua y abrigo), de seguridad
(protección, orden y estabilidad), sociales (afecto, amistad y sentido de
pertenencia), autoestima (prestigio, status y autoestima) y autorrealización
(autosatisfacción). Estas necesidades humanas están ordenadas según
una jerarquía, donde unas son prioritarias y solo cuando estas están
cubiertas, se puede ascender a necesidades de orden superior. Las
necesidades se satisfacen en el siguiente orden, primero, las necesidades
básicas (fisiológicas y de seguridad) y luego las necesidades secundarias
(social, autoestima y autorrealización). Esto es porque las personas
buscan satisfacer sus necesidades básicas y luego ascender en la
búsqueda de satisfacer necesidades más complejas. Un aspecto
importante en la Teoría de Maslow es que una vez satisfechas una serie
de necesidades, estas dejan de fungir como motivadores. Esto implica que
para motivar a los trabajadores en la realización de sus labores es
necesario permitirles satisfacer sus necesidades insatisfechas. A pesar de
que existe escasa evidencia empírica que respalde la Teoría de Maslow,
esta goza de amplia aceptación. La literatura no apoya la existencia de la
jerarquía exactamente como fue concebida por el autor. Asimismo, se
señala que esta teoría puede oscurecer las diferencias de las necesidades
secundarias que varían según las personas y las culturas. No obstante,
existe evidencia empírica que apoya la división de las necesidades en
primarias y secundarias. Además, se ha demostrado que las necesidades
que motivan a las personas son aquellas que no están satisfechas (Araya
y Pedreros, 2009, pág. 47).

1.2. Antecedentes históricos de la motivación organizacional


A principios del siglo XVIII con el inicio de la industrialización y la desaparición
de los talleres artesanos provoco una mayor complejidad en las relaciones
personales del entorno laboral, una disminución de la productividad y un
aumento de la desmotivación de los trabajadores. Para apaliar la situación se
necesitaba encontrar el equilibrio entre los intereses de los empresarios y los
intereses de los trabajadores. En 1920, cuando se creó la Organización
Internacional del Trabajo (OIT), se empezó a plantearse la importancia del
bienestar de los y se inició la legislación sobre las condiciones laborales. Por
otra parte, a mediados del siglo XX surgieron las primeras teorías que
empezaron a tratar la motivación y, a partir de este momento, se empezó a
relacionar el rendimiento laboral del trabajador y su satisfacción personal con su
motivación a la hora de desarrollar su trabajo. Los primeros estudios concluirían
que un trabajador que se sentía motivado en su trabajo, era más eficaz y más
responsable, y además, podría generar un buen clima laboral. A partir de estas
conclusiones, las empresas tomaron la decisión de analizar qué buscan los
trabajadores cuando desarrollan su trabajo, cuál es su escala de necesidades,
qué desean satisfacer con su trabajo, cuáles son sus intereses, con qué
trabajos se sienten más identificados, que tareas les reportan más, etc. El
objetivo final de estos análisis era conseguir que los trabajadores se sintieran
realizados como personas y como trabajadores mediante el desempeño de su
trabajo dentro de la empresa. (García, 2012, pág. 6)

1.3. Términos importantes

1.3.1. Instinto
Conducta compleja fijada a través de una especie y que no es aprendida (es
innato).

Si la motivación explica la conducta y, la conducta se explica por los instintos


específicos, entonces la motivación y los instintos serían intercambiables.

1.3.2. Actitud
La actitud es el comportamiento que emplea un individuo para hacer las
labores. En este sentido, se puede decir que es su forma de ser o el
comportamiento de actuar, también puede considerarse como cierta forma de
carácter, por tanto, secundario, frente a la motivación biológica, de tipo
primario que impulsa y orienta la acción hacia determinados objetivos y metas.

La actitud y la motivación están muy relacionadas pero son términos distintos.


La actitud es un determinante de las motivaciones, pero no es indispensable
para que exista una motivación favorable hacia la práctica regular de las
actividades.

1.3.3. Emoción
Las emociones son reacciones psicofisiológicas que representan modos de
adaptación a ciertos estímulos del individuo cuando percibe un objeto,
persona, lugar, suceso o recuerdo importante. Psicológicamente, las
emociones alteran la atención, hacen subir de rango ciertas conductas guía de
respuestas del individuo y activan redes asociativas relevantes en la memoria.

Las emociones son como los planes, metas, necesidades fisiológicas y todos
los demás motivos que energizan y dirigen la conducta.
1.3.4. Organización
Las organizaciones son estructuras administrativas y sistemas administrativos
creados para lograr metas u objetivos con apoyo de los propios seres
humanos, y/o con apoyo del talento humano o de otras características
similares. Están compuestas por sistemas de interrelaciones que cumplen
funciones especializadas. También es un convenio sistemático entre personas
para lograr algún propósito específico.

La motivación juega un papel fundamental a la hora de lograr metas y


objetivos en las empresas u organizaciones, para crear y mantener un alto
nivel de motivación es importante asegurarse de que los objetivos y los
valores de cada empleado se corresponden con la misión y la visión de la
organización.

1.3.5. Necesidad
Una necesidad es aquello que resulta indispensable para vivir en un estado de
salud plena.

Cuando existe una necesidad, se crea una motivación para satisfacer el


deseo de una persona.

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