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Historia de termoplásticos

Antecedentes
Polímeros naturales y materiales pre-plásticos
El hombre desde el inicio ha buscado materiales que satisficieran sus demandas, es así
como comenzó a utilizar los polímeros naturales.
Antes de los termoplásticos sintéticos, las sustancias más cercanas a ellos era la
gutapercha, una resina natural descubierta en 1842 por el Dr. William Montgomerie, la
cual es un politerpeno, y la vulcanita, una mezcla de látex natural obtenido de varios
árboles tropicales y sulfuro, combinados a altas temperaturas. El proceso de vulcanización
fue descubierto por Charles Goodyear en 1839. Ambas sustancias tienen la propiedad
clave de los termoplásticos: la habilidad de ser moldeados a la forma deseada tras ser
sometidas a calor y retener esa forma tras enfriarse.

Primeros intentos de termoplásticos sintéticos


El primer termoplástico sintético fue inventado por el científico Alexander Parkes. Él
develó la Parkesina, un material orgánico que podía ser calentado y amoldado y que
retenía la forma al enfriarse, hecha la tratar fibras de algodón con ácido nítrico en un
solvente. Parkes creó una compañía para producirla, sin embargo, debido a los altos
costos de producción se tuvo que cerrar tras dos años.

El primer termoplástico sintético exitoso: celuloide


En la década de 1870, John Wesley Hyatt, basándose en la Parkesina crea y patenta el
celuloide, un material resultante de la mezcla de piroxilina con goma de alcanfor
pulverizada, con el fin de obtener la recompensa de dos empresarios que buscaban un
material alternativo al marfil para fabricar bolas de billar, pero el progreso crucial para
Hyatt fue el uso del calor y la presión.
Para 1880, George Eastman desarrolló una forma transparente de celuloide. La celulosa se
convirtió en el nombre genérico de todos los “cellulose nitrate-based plastics” y su uso se
expandió en mangos de utensilios y herramientas, peines, cepillos, espejos, etc.

El desarrollo de nuevos plásticos


La baquelita fue descubierta en 1909 por el Dr. Leo Handrick Beakeland. Mientras buscaba
desarrollar una resina aislante, encontró que las mezclas de fenol y formaldehido
formaban una masa pegajosa al calentarse, y la masa se volvía extremadamente dura al
enfriarse y secarse, formando una sustancia aislante, resistente al calor y que podía
añadirse a diversos materiales para aumentar su durabilidad.
Los éxitos de Hyatt y Baekeland llevaron a las principales compañías químicas a invertir en
la investigación y desarrollo de nuevos polímeros, como el caso de los poliésteres
termoplásticos o las poliamidas en la primera mitad del siglo XX, con empresas como
DuPont o Dow Chemical.
A pesar de que desde 1839 un farmacéutico alemán de nombre Eduard Simon logró aislar
cadenas moleculares de poliestireno de una resina natural, sin saber lo que había
descubierto, no fue sino hasta que Hermann Staudinger en 1920 notó que el
descubrimiento de Simon podía ser usado para manufacturar un polímero.
En 1922, Staudinger publicó sus teorías de los polímeros, ganando un premio Nobel de
química.
En 1930, científicos de la Badische Anilin & Soda-Fabrik (BASF) desarrollaron y
comercializaron poliestireno, PVC, cinta magnética y caucho sintético.

Avance en Segunda Guerra Mundial


La Segunda Guerra Mundial significó una gran expansión de la industria del plástico en los
Estados Unidos, ya que se buscaron alternativas sintéticas para los recursos naturales que
se escaseaban para la guerra. Los plásticos fueron la solución.
En 1935, el Nylon es inventado por Wallace Carothers como una seda sintética, utilizada
para paracaídas, cuerdas, armaduras, entre otros suministros de guerra.
El lucite fue inventado por accidente en 1931 por químicos en los laboratorios DuPont.
Era claro, resistente al agua y los rayos ultravioleta, tenía baja densidad, pero era más
fuerte que los plásticos anteriores. Casi al mismo tiempo, la compañía R&H descubrió un
comúesto similar (metil metacrilato), y lo nombró Plexiglás. Estos materiales se volvieron
ampliamente usados como reemplazo de vidrio irrompible, genéricamente conocidos
como acrílicos claros. Ambos materiales PMMA proporcionaron una alternativa al vidrio
durante la 2ª guerra mundial.
Durante la Segunda Guerra Mundial la producción de plástico en los Estados Unidos
aumentó en un 300%.

Preocupación por plásticos y alternativa de reciclaje


La reputación del plástico disminuyó aún más en los años setenta y ochenta a medida que
aumentaba la ansiedad por el desperdicio. Fue la misma industria del plástico la que
ofreció el reciclaje como una solución, promoviendo la recolección y el procesamiento de
materiales reciclables, valiéndose de que los termoplásticos podían procesarse para
reutilizarse.
Actualidad
A pesar de la creciente desconfianza, los plásticos son fundamentales para la vida
moderna. Los plásticos hicieron posible el desarrollo de diversos productos ligeros,
aislantes y resistentes a bajo costo. Hoy en día, los termoplásticos siguen siendo muy
utilizados.
Como está claro que los plásticos tienen un lugar valioso en nuestras vidas, algunos
científicos están intentando hacer que los plásticos sean más seguros y más sostenibles.
Algunos innovadores están desarrollando bioplásticos, que están hechos de cultivos de
plantas en lugar de combustibles fósiles, para crear sustancias que son más amigables con
el medio ambiente que los plásticos convencionales.

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