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Arqueología Anarquista
Conceptos Básicos
Alma Lerma Guijarro
10/11/2015

En este artículo pretendo dar a conocer los principios y conceptos básicos de la arqueología
anarquista desde mi punto de vista ya que aún no hay un consenso establecido. No obstante
me baso en una recopilación de los distintos puntos de vista y las distintas aportaciones de
diversos autores a esta materia.
INDICE

Definiciones básicas 2
Definición de Arqueología 2
Definición de Anarquía 2

Arqueología Anarquista y los principales problemas que plantea 2

La Autoridad 3

Los primeros líderes 3


La conciencia de grupo 4
Los primeros líderes y la conciencia de grupo 5

Caso de estudio concreto: Coast Salish 5

Estudios de Arqueología Anarquista 6


Estudios de Arqueología Anarquista en la actualidad 7

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Definiciones básicas

En primer lugar creo conveniente hacer una definición tanto de “arqueología” como de
“anarquía” para poder, desde esos conceptos básicos, entender mejor lo que es la arqueología
anarquista.

Definición de Arqueología

La Arqueología es la ciencia que estudia a las sociedades del pasado a través de sus
vestigios, tanto materiales, óseos, como botánicos, palinológicos, etc. así como su entorno,
fauna y flora.

Definición de Anarquía

El anarquismo moderno es definido por Joseph Proudhon en 1840 en su publicación


“Qué es la Propiedad”, y actualmente considerado -dejando a un lado aquellos que lo
entienden como caos o destrucción- como “una teoría social”, “una práctica política” “una
perspectiva filosófica integral”, “una propuesta económica”, “un modo de vida”, etc. En sí
llama a la oposición y abolición del Estado y por extensión de toda autoridad, jerarquía o
control social que se imponga al individuo, en pos de la máxima soberanía individual y
colectiva a través de la asociación libre, en definitiva, anarquía es el orden libre acordado sin
coacción entre los particulares.

Arqueología Anarquista y principales problemas que plantea

En primer lugar yo lo divido en dos vertientes:


- Por una parte: el estudio de sociedades anarquistas estudiadas por autores liberales y
los clasifica como anarquistas sin serlo ellos mismos. Muchos autores muestran ideas
anarquistas sin considerarse anarquistas como Focault (los anarquistas nos hemos
valido de cosas suyas y él de planteamientos anarquistas).
- Por otra parte: la arqueología que hacen los anarquistas: hay muchos tipos de
anarquía diferentes y muchos tipos epistemológicos distintos, así como muchos tipos
de arqueología distintos.

El eje de estudio de la arqueología anarquista es el análisis y la crítica profunda a la


construcción del poder y las jerarquías, el rechazo a las mismas y el desarrollo de diversas
formas de organización simétricas y no coercitivas analizándolo desde el
significante/significado/contexto, en ese orden consecutivamente y no al revés como se viene
haciendo en la mayor parte de estudios arqueológicos hasta ahora.

En primer lugar nos topamos con el problema historicista: los autores procesuales o el
marxismo histórico estudian los grupos, muchos estudian el grupo porque es más fácil y dan
categoría de individuo al grupo, por ejemplo: “la clase obrera hizo tal o cual… como si fuera
una persona”. El anarquismo no se puede separar del individuo, al que considera agente
histórico
En segundo lugar los liberales piensan: “tu libertad empieza donde acaba la mía” y los
anarquistas “tu libertad se proyecta sobre la de los demás, cuantos más personas sean libres,
más libre soy yo”.

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La arqueología anarquista se basa en dar prioridad al individuo en general y no sólo a los
gobernantes. ¿Por qué vistos desde fuera parecen un grupo? Porque comparten la cultura,
¿pero qué es la cultura? Nosotros nos basamos en los restos materiales que nos derivan a la
economía, pero si no hay economía las sociedades pueden basar su economía en la
subsistencia sin ligarla a lo político, que son esos usos políticos de la economía los que
estudiamos, pero la subsistencia puede considerase economía sin tender a ello. Sólo que no
interesa.
En la teoría de la práctica se intenta conectar la práctica cultural con el individuo. Para ello
hay que destruirlo todo y después reconvertirlo, romper con los esquemas que tenemos
establecidos en nuestras cabezas pensantes y mirarlo todo desde otras perspectivas.

Como he dicho la arqueología se estudia a través de lo económico y desde ahí no se pude


ver los términos políticos de esa cultura y sociedad. Otro de los campos que aborda la
arqueología anarquista es cómo ver esos términos. Para analizar la política en términos igual
de precisos que la economía y así reconectar al individuo con la cultura analizando las
civilizaciones del pasado desde otra perspectiva.

La Autoridad

Lo siguiente que tenemos que tener en cuenta es que hay mil tipos de autoridad y no
todas se basan en el principio de soberanía con lo que se crea una crisis del espacio político
entre legalidad y legitimidad.

Los Estados aparecen como excepción en un momento de crisis y luego desaparecen,


los Estados aparecen en muy pocas ocasiones y son estáticos, es decir, no evolucionan,
mantienen una situación durante un periodo de crisis. El Estado actual es el estatismo que más
tiempo lleva, donde es la anarquía y las relaciones horizontales las que se han convertido en
excepcionales.
Analizando esta realidad es fácil concluir que la historia se repite porque el funcionamiento del
Estado es estático, cuando el Estado vuelva a desaparecer, la sociedad avanzará de nuevo.

Las prácticas político-ideológicas se realizan mediante acuerdos, imposiciones o


mediaciones, establecen formas de cooperación o de distancia social en una comunidad
determinada ordenando la vida social.
Lo cual se ve reflejado en el concepto de explotación absoluta que tiene lugar cuando el
consumo, uso, disfrute o beneficio de lo producido es ejecutado por agentes ajenos en todo o
en parte a quienes se encargaron de su producción y/o su mantenimiento sin ofrecer
contrapartidas. En esta situación cuando aparecen élites, que no por ello tienen que ejercer
algún tipo de autoridad sobre el resto de miembros del grupo.

Los primeros líderes

Teniendo lo anterior en cuenta ya se puede pasar a analizar la figura de los primeros


líderes.
Los primeros líderes empiezan en la cultura de campos de urnas, en el caso de la Península
Ibérica. Antes los integrantes del grupo quieren ser iguales, se plasma la conciencia de grupo
frente a otros grupos, y es cuando toman conciencia de la individualidad frente al grupo
cuando van a desarrollar vestigios que les van a diferenciar. Surge el concepto del “nosotros”,
como todos sabemos de los diferentes mitos de diversas civilizaciones donde el “nosotros”
siempre es mejor que los demás, es el grupo “elegido” por cierta divinidad para sobrevivir, y

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eso lo vemos desde las primeras sociedades de cazadores recolectores que van creando hitos
en el paisaje para poder recordarlos crean este tipo de mitos y así orientarse con mayor
facilidad.

De hecho actualmente hay sociedades que no distinguen a los humanos del resto de
seres vivos ya que consideran que todos son hijos nutridos de la tierra, y esto es un aspecto
que también se debe tener en cuenta desde una perspectiva arqueológica anarquista.
Además, cuando no es economía, la arqueología se estudia mediante la guerra, pero el hecho
de dar precedencia al otro (conciencia de grupo) hace inevitable el rechazo a la guerra que
supone la destrucción del otro.

La conciencia de grupo

La vinculación al grupo al que se pertenece es imprescindible: Cuanto menor control


material se tiene del mundo, más se reconoce la necesidad de pertenecer al grupo. Cuanto
mayor control, menos se reconoce. Y cuanta menos seguridad se tiene sobre el control que se
puede ejercer sobre las propias condiciones de vida, más importancia se da a la relación. En la
construcción de la identidad.
No hay división de funciones ni especialización del trabajo, por lo que no hay ámbitos
de actuación diferenciados, salvo por género.
Hay que tener en cuenta el escaso dominio y control sobre los efectos de la naturaleza no-
humana que tienen/tenían estos grupos, por lo que también es escasa la diferenciación de
comportamientos, unos en la naturaleza no-humana resulta amenazante y otros donde la
naturaleza humana no resulta amenazante. Esto dependerá de grupos y el control que tengan
sobre el territorio o las creencias e ideología del propio grupo. Pero no hay, en principio una
diferenciación individual frente a estos pensamientos. Entonces toman la identificación con el
grupo como fuente de protección y seguridad, la identidad no está basada en las diferencias,
sino en las semejanzas, es lo que se llama identidad relacional, no te concibes a ti fuera del
grupo, eres el grupo, no hay conciencia del yo, eres del grupo porque haces lo que hace el
grupo.
La naturaleza no-humana no puede explicarse a través de una lógica propia, se
atribuye comportamiento humano a la naturaleza no-humana, es decir, se sacraliza. No se
objetiva el mundo, porque todo fenómeno se interpreta en clave de interpretación personal.
Proyectan su propio comportamiento a toda la naturaleza. Entienden que ellos son los únicos
seres humanos que se comportan como la naturaleza, por lo que la naturaleza les ha elegido a
ellos para enseñarles como se tienen que comportar. Es decir, tú construyes a Dios a tu imagen
y semejanza y luego decides que ha sido Dios quien te ha construido a ti a su imagen y
semejanza. Todo grupo que cree en un mito, se siente siempre “el pueblo elegido”.
Los elementos que componen la Naturaleza no-humana son interpretados a través de la propia
dinámica social, es decir, mitos.
El mecanismo de orientación y seguridad consiste en establecer los adecuados vínculos
emocionales con la instancia sagrada y en reconocer constantemente la subordinación que se
le debe, es decir, ritos.
En definitiva, el ser humano se pone en posición de objeto de los deseos de la
instancia sagrada. Es decir, tú no eres el sujeto de tu propia vida, eres el objeto de la instancia
sagrada.

La seguridad deriva de la ausencia de cambio que implica riesgo -ausencia de


especialización, ausencia de conocimiento de las mecánicas de funcionamiento de la
Naturaleza no-humana que se le atribuye comportamiento humano, mito- con lo que se
desarrolla más la relación emocional -además de racional, en su caso- con todos los elementos
de la realidad. Así el cambio se valora negativamente, porque implica riesgo. No se siente

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poder frente al mundo, la confianza está puesta en el destino y la supervivencia se deposita en
una persona con la que se establece una relación dependiente y subordinada.

Esta conciencia de grupo dificulta mucho la labor de la arqueología anarquista que se


quiere centrar en el individuo y no en el grupo, pero no es incompatible, porque una persona
puede tener conciencia de grupo, pero realizar una labor específica dentro del grupo, con unas
ideas iguales y otras diferentes al resto de personas del grupo que hace que se organicen de
una forma u otra a través de las opiniones de cada miembro del grupo, y es eso en lo que se
tiene que centrar la arqueología anarquista, salteando las dificultades interpretativas que la
propia conciencia de grupo implica.

Los primeros líderes y la conciencia de grupo

Como he dicho en el Calcolítico surgen los primeros jefes, pero las sociedades de
cazadores recolectores tienden a la igualdad entre las personas en general.
Cuando se asume que las sociedades son guerreras y tienen jerarquías es porque lo hemos
establecido y lo hemos aprendido como normal, pero una norma no es ni mucho menos una
regla o una ley, simplemente es algo aceptado por la mayoría, pero que no tiene por qué ser lo
correcto, sino más bien, lo que interesa a quien lo dio como verdad empírica, y lo bueno que
tienen las normas es que operan dentro de las prácticas sociales por lo que se encuentran en
un marco variable. Pero nuestra percepción no es inocente, está mediada por nuestra cultura,
“sólo vemos lo que entendemos”.
Por ejemplo, nosotros vivimos en una sociedad capitalista que se basa en el
individualismo y lo reflejamos en nuestra cultura material (nuestro propio plato de comida,
asientos individuales, etc.), y las sociedades no individualizadas o colectivas también lo reflejan
en su cultura material (fuentes de comida común, bancos corridos). Pero es que además
nosotros nos queremos distinguir del resto (con la ropa, el peinado, etc.) y tenemos conciencia
del “yo” frente a los demás. Pero en una sociedad en la que tú eres igual que los demás (vistes
igual o determinado símbolo que te identifica con el resto) no tienen conciencia del “yo”,
distinguen su sociedad o grupo frente a otras, peor ellos se consideran un grupo junto, con sus
determinadas capacidades distintas a los demás que hacen que el grupo funcione, pero no
tienen conciencia de individuos frente al resto.
Como he dicho aparecen los primeros jefes en el Calcolítico, se individualizan frente al
grupo, que se refleja en su cultura material de lujo, etc. Pero dejan de pertenecer a un grupo
para pasar a pertenecer a otro, el grupo de los jefes, sigue prevaleciendo la conciencia de
grupo, de pertenecer a una colectividad.

Caso de estudio concreto: Coast Salish

Un ejemplo de un caso concreto, sería por ejemplo las “jefaturas” anárquicas,


entendidas como el modelo clásico de jefatura y el rol de las redes descentralizadas en el
desarrollo político en el yacimiento de Coast Salish (Norte América).

Los Coast Salish representan una instancia de complejidad social más cercana a la
elaboración horizontal que a la transformación jerárquica. La naturaleza de la organización
política Coast Salish a una escala regional es que los sistemas de redes horizontales que
emergieron no fueron reconfigurados en una jerarquía política regionalmente centralizada.
Esta red horizontal cubrió todo el Golfo de Georgia. Funcionaban mediante una suma total de
representantes de las familias a escala regional de forma autónoma para negociar relaciones
de intercambio mutuamente beneficiosas. Estos elementos regionales no se adecúan al

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modelo de jefatura en el sentido clásico, este sistema fue una política regional compleja y
formalizada descentralizada, actuaron autónomamente y donde eran libres de asociarse
cuando lo veían adecuado. Los Salish carecían de significancia política de las comunidades,
mientras que la comunidad era una importante unidad social, esta no era un actor dominante
o políticamente unificado. Es que en una red anárquica la autonomía de las familias extensas
significa la recolección de información y la toma de decisiones por sí mismos, un enfoque más
eficiente localmente, que el procesamiento centralizado de la información. Todas estas
características que presentaba este grupo son principios centrales del anarquismo.

En este ejemplo vemos de nuevo un análisis de la sociedad en base a su economía,


aunque sea de subsistencia, pero desde una perspectiva ácrata, es decir, ellos se organizan
horizontalmente con otras familias en momento de necesidad y de intercambio de productos.
Pero si analizamos aisladamente a cada individuo en función de su familia vemos que son
familias altamente jerarquizadas, donde el padre de familia organiza y ordena la familia a la
que el resto de miembros están subordinados.

En este ejemplo queda reflejada una de las dos vertientes de estudio de arqueología
anarquista que he mostrado al principio, en este caso sería una perspectiva anarquista al
estudio de la sociedad y la organización de los Salish, los cuales no son una sociedad
horizontal, pero sí se organizan con estas bases unas familias respecto a las otras. Por lo que
una perspectiva anarquista enfocada al estudio de estas sociedades es prácticamente certera.

Estudios de Arqueología Anarquista

Por repasar otros estudios muy por encima, voy a tratar los principales, pero hay
bastantes más, más actuales y que siguen desarrollándose.

Por empezar por el principio lo correcto es hablar de Kropotkin -geógrafo y naturalista-


que da una respuesta crítica al darwinismo social predominante en su época. Kropotkin realiza
un detallado análisis de las formas cooperativas de organización, partiendo de observaciones
etológicas, para abordar luego sociedades humanas. Propone que le factor de mayor peso en
el proceso evolutivo no sería la competencia si no la colaboración. Para ello utiliza información
proveniente de materiales arqueológicos del Museo Británico, relatos de viajeros, y su propia
experiencia de campo. Hipótesis sobre las primeras formas de organización social, importancia
de las relaciones comunitarias, ausencia de la propiedad privada y coerción institucionalizada.

A lo largo de la última década algunos antropólogos comenzaron a indagar cómo sería


una práctica anarquista de la arqueología y a practicarla, como es el caso del estadounidense
David Graever o del español Roca Martínez que han alcanzado un alto reconocimiento
internacional, no obstante este último autor deja bastante que desear como anarquista y
antropólogo dentro de su propio país en el que ya ha tenido encontronazos tales que fue
expulsado de su propio sindicato de la CNT (Confederación Nacional de Trabajadores). Graver
muestra que tanto dentro como fuera de estas instituciones, el anarquismo como
posicionamiento ético y estrategia de cambio social está retomando fuerza. Lentamente, está
siendo comprendido y adoptado como marco teórico por científicos de diversas disciplinas,
con caracteres cada vez más explícitos. En la arqueología está teniendo un desenvolvimiento
coherente desde los principios libertarios.

Aunque el padre de la Antropología Anarquista, sin duda alguna, es Pierre Clastres que
centró sus estudios en comunidades originales de América del Sur (1960-1970), aquí demostró
la existencia de prácticas de las “sociedades contra el Estado” como se llama su libro más

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reconocido, en el cual dice que las sociedades primitivas son sociedades sin Estado, este juicio
de hecho, exacto en sí mismo, disimula en realidad una opinión, un juicio de valor que grava de
inicio la posibilidad de construir una antropología política en tanto que ciencia rigurosa.
Propone que las sociedades denominadas “primitivas” no son un estadio del proceso
evolutivo, previo a la aparición del Estado; sino que sus formas de organización rechazan
activamente el surgimiento de éste por medio de la reproducción social de relaciones
igualitarias y resistentes a la centralización del poder y la consolidación de jerarquías.
Cuestiona la imagen respecto a una presunta inferioridad tecnológica de las sociedades
“primitivas”, organizadas en torno a economías de subsistencia, y siempre al límite de la
carestía alimentaria. Clastres muestra cómo estas sociedades pueden dedicar poco tiempo al
trabajo, incluso produciendo excedentes que son consumidos en contextos festivos. EL paso
de una sociedad no estratificada a una jerárquica, es una ruptura política, y no económica.

Estudios de Arqueología Anarquista en la Actualidad

El arribo de nuevos aires teóricos en la arqueología siempre se produce con un cierto


desfaje respecto a otras disciplinas sociales, y el caso del anarquismo no es una excepción. No
obstante la vemos la aplicación temprana de las propuestas de Clastres y Focault, considerado
por muchos un anarquista postmoderno en el proceso de constitución de la Arqueología del
Paisaje.
Así empezaron a surgir varios investigadores que implementaban la teoría anarquista
en diferentes ámbitos de la práctica arqueológica.
Varias escuelas de antropología y arqueología de todo el mundo empezaron a realizar
congresos sobre la teoría anarquista e incluso empezaron a surgir grupos de investigación y
difusión autogestionados desligados de las instituciones académicas, a posta, para poder
indagar más en el tema como es el caso de “De la Roca al Metal” de origen español. Se hacen
encuentros arqueológicos a nivel internacional donde se trata la arqueología anarquista, lo
siguen mogollón de escuelas y universidades (especialmente americanas), etc.
Todos estos congresos y escuelas de arqueología anarquista de todo el mundo han ido
fijando unas posibles bases para la construcción teórica, metodológica y ética de la
Arqueología Anarquista:
- Distinción entre arqueología anarquista y estudios de las sociedades anárquicas, la
primera: posicionamiento teórico, práctico y ético de la arqueología; la otra: estudio
de las sociedades organizadas sin la presencia de Estados.
- La Arqueología Anarquista debe de ponerse al servicio de la sociedad en la búsqueda e
identificación de formas más libres e igualitarias de relacionarnos, exponiendo y
denunciando aquellas interpretaciones del pasado que sólo sirven para validar los
intereses de las clases dominantes y las instituciones autoritarias.
- Primeramente tendremos que deconstruir la relación histórica de la arqueología con
los espacios de poder y autoridad, su función como herramienta ideológica de
justificación de nacionalismos y colonialismos alrededor del mundo; justificaciones del
racismo y el chauvinismo; excusa para todo tipo de expolio y daño ecológico; defensa
más al patriarcado, etc.
- La Teoría Anarquista posee un gran potencial para el análisis de las relaciones y
prácticas sociales del pasado.
- De ninguna manera debe ser concebido como un marco interpretativo aislado, sino
potencialmente abordable junto a herramientas de otras arqueologías.

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