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Así se logra crear por primera vez en el siglo XIX, un Estado neutral: remanso de la vida
política civil en orden, medio propicio al progreso. (...) El Estado que entonces fundaron fue un
Estado neutral, gobernado por hombres de los partidos políticos, pero un país legal. Este hecho
permitió no sólo una paz estable, sin excesivos dispendios ministeriales, sino también un empuje sin
precedentes en la vida económica española. Entre 1878 y 1898 se desarrollan y acumulan energías
económicas poderosísimas, porque ya no se tuvo miedo al día de mañana.
Vicente Palacio Atard: La España del siglo XIX (1978).
Cuando las minorías inteligentes, que serán siempre las minorías propietarias, encuentren
que es imposible mantener en igualdad de derechos con ellos a la muchedumbre; cuando vean que
la muchedumbre se prevalece de los derechos políticos que se le han dado para ejercer
tiránicamente la soberanía, buscarán dondequiera la dictadura y la encontrarán (...)
Tengo la convicción profunda de que las desigualdades proceden de Dios, que son propias
de nuestra naturaleza, y creo, supuesta esta diferencia en la actividad, en la inteligencia y hasta en la
moralidad, que las minorías inteligentes gobernarán siempre el mundo.
(...) Es una sociedad dominada y dependiente del capitalismo francés, inglés o germánico,
pero también experimenta enfrentamientos cuya violencia puede sorprender en un país en el estado
preindustrial.
Esto es, en primer lugar, la consecuencia de una dominación oligárquica (...) que se ejerce
sobre una masa de pequeños arrendatarios o de campesinos sin tierra, cuya condición no ha cesado
de degradarse. El poder de esta oligarquía es tal que no se puede ni soñar en sustituirlo por un nuevo
poder económico. En un mundo donde las desigualdades sociales no hacen más que crecer debido al
pacto o a la asimilación de las fortunas nuevas y de la oligarquía antigua, y donde el sistema
político funciona en el vacío sin permitir la expresión de la voluntad popular, se puede concebir
fácilmente que los conflictos se radicalicen y que las manifestaciones más violentas encuentren
adeptos. En un país donde nunca ha funcionado la regla democrática, pero donde los autonomismos
regionales se despiertan con fuerza contra el despotismo del poder central, se comprende que el
estado aparezca, para todos aquellos que sueñan con un orden social diferente y con más facilidad
que en otras partes, como un obstáculo a derribar más que como un instrumento de poder a
conquistar.
Émile Témime et alii: Historia de España Contemporánea, (1991).
Selección de artículos de la Constitución de 1876.
Don Alfonso XII, por la Gracia de Dios, rey constitucional de España; a todos los que
las presentes vieren y entendieren, sabed: Que en unión y de acuerdo con las Cortes del reino
actualmente reunidas, hemos venido en decretar y sancionar la siguiente Constitución de la
monarquía española.
Art.11. La religión católica, apostólica, romana, es la del Estado. La nación se obliga a
mantener el culto y sus ministros. Nadie será molestado en territorio español por sus
opiniones religiosas, ni por el ejercicio de su respectivo culto, salvo el respeto debido a la
moral cristiana. No se permitirán, sin embargo, otras manifestaciones públicas que las de la
religión del Estado.
Art.13. Todo español tiene derecho: de emitir libremente sus ideas y opiniones, ya de palabra,
ya por escrito, valiéndose de la imprenta o de otro procedimiento semejante, sin sujeción a
la censura previa. De reunirse pacíficamente. De asociarse para los fines de la vida humana.
De dirigir peticiones individual o colectivamente al Rey, a las Cortes y a las autoridades.
Art.18. La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes con el Rey.
Art.19. Las Cortes se componen de dos cuerpos legisladores, iguales en facultades: El Senado
y el Congreso de los Diputados.
Art.20. El Senado se compone: 1º De senadores por derecho propio. 2º De senadores vitalicios
nombrados por la Corona. 3º De senadores elegidos por las corporaciones del Estado y
mayores contribuyentes (...).
Art.21. Son senadores por derecho propio: Los hijos del Rey y del sucesor inmediato de la
Corona que hayan llegado a la mayor edad. Los grandes de España (...). Los capitanes
generales del Ejército y el Almirante de la Armada. El Patriarca de las Indias y los
arzobispos. El Presidente del Consejo de Estado, el del Tribunal Supremo, el del Tribunal
de Cuentas del Reino, el del Consejo Supremo de la Guerra y el de la Armada (...).
Art.22. Sólo podrán ser senadores por nombramiento del Rey o por elección de las
corporaciones del Estado y mayores contribuyentes (...): Ministros de la Corona. Obispos.
Grandes de España (...). Consejeros de Estado, fiscal del mismo cuerpo y ministros fiscales
del Tribunal Supremo (...). Presidentes o Directores de las Reales Academias Españolas (...).
Académicos de número de las corporaciones mencionadas (...). Los que con dos años de
antelación posean una renta de veinte mil pesetas (...).
Art.27. El Congreso de los Diputados se compondrá de los que nombren las juntas electorales,
en la forma que determine la ley. Se nombrará un diputado, a lo menos por cada cincuenta
mil almas de población.
Art.28. Los diputados podrán ser reelegidos indefinidamente por el método que determine la
ley.
Art.29. Para ser elegido diputado se requiere ser español, de estado seglar, mayor de edad y
gozar de todos los derechos civiles. La ley determinará con qué clase de funciones es
incompatible el cargo de diputado y los casos de reelección.
Art.30. Los diputados serán elegidos por cinco años.
El sufragio universal, que es en sí mismo una malísima institución política, una institución
incompatible con todo ordenado régimen político, y más si ese régimen es el monárquico, el
sufragio universal, aun cuando sea verdad, es incompatible a la larga con la propiedad individual,
con la desigualdad de las fortunas y con todo lo que no sea un socialismo desatentado y anárquico.
El sufragio universal no puede ser más que un instrumento de socialismo o una farsa vil, (...).
Sevilla, 8 de Noviembre de 1888.
Apoyo del republicano Castelar al Partido Liberal Fusionista.
Y la Nación, a pesar de sus desgracias históricas, ama los principios liberales. Y debo
decirle que el señor Sagasta los aplica con sinceridad y con deseo de no asustarse de los
inconvenientes que consigo traen. Ha colgado la Ley de Imprenta en el Museo Arqueológico de las
leyes inútiles; ha abierto la Universidad a todas las ideas y a todas las escuelas; ha dejado un amplio
derecho de reunión que usa la democracia según le place y ha entrado en un periodo tal de
libertades prácticas y tangibles que no podemos envidiar cosa alguna a los pueblos más liberales de
la tierra.
Emilio Castelar: Discursos parlamentarios (1881).
(...) Señor: se nos arrebató nuestro sistema administrativo, que hoy encuentran bueno e
imitan naciones cultas de Europa, (...) No podemos usar nuestra lengua más que en nuestros hogares
y en conversaciones familiares; desterrada de las escuelas, lo ha sido más tarde de la contratación
pública y también de los tribunales (...) y hoy se intenta con empeño destruir, o cuando menos
adulterar, nuestro derecho civil, base indeleble de la robusta y moral organización de la familia
catalana y de nuestra propiedad (...).
A fuerza de trabajo y privaciones sin cuento, nuestros industriales han creado una industria
española que en cuarenta años ha progresado y alcanzado altísimo nivel. Esta industria viene siendo
atacada de raíz de algunos años a esta parte, y últimamente lo ha sido y lo es por medio del tratado
con Francia y del proyecto de modus vivendi con Inglaterra. (...) A pesar de que la tendencia
llamada librecambista no ha logrado hasta ahora imponer sus soluciones radicales a la legislación
económica, se ha manifestado, sin embargo, constantemente y en todas las situaciones y desde hace
muchos años es una espada de Damocles suspendida sobre la producción.
(...) ¿Cómo ha de competir nuestra industria, débil y contrariada, con la más que robusta,
pletórica, de la nación británica?
Memoria en defensa de los intereses morales y materiales de Cataluña (1885).
Bases de Manresa.
Base 3ª. La lengua catalana será la única que con carácter oficial podrá usarse en
Cataluña y en las relaciones de esta región con el poder central.
Base 4ª. Sólo los catalanes, ya lo sean por nacimiento o en virtud de naturalización,
podrán desempeñar en Cataluña cargos públicos, incluyéndose en éstos los gubernativos y
administrativos que dependan del poder central. También deberán ser desempeñados por
catalanes los cargos militares que impliquen jurisdicción (...).
Base 6ª. Cataluña será la única soberana en su gobierno interior; por lo tanto, dictará
libremente sus leyes orgánicas, cuidará de su legislación civil, penal, mercantil, administrativa
y procesal; del establecimiento y percepción de los impuestos, de la acuñación de la moneda y
tendrá todas las demás atribuciones inherentes a la soberanía que no correspondan al poder
central según la Base 1ª.
Base 7ª. El poder legislativo regional radicará en las Cortes catalanas, que deberán
reunirse todos los años en época determinada y en lugar diferente,
Las Cortes se formarán por sufragio de todos los cabezas de familia, agrupados en
clases basadas en el trabajo manual, en la capacidad o en las carreras profesionales, en la
propiedad, industria y comercio, mediante la correspondiente organización gremial en la
medida que sea posible (...).
Base 9ª. Ejercerán el poder ejecutivo cinco o seis altos funcionarios nombrados por las
Cortes que estarán al frente de los diversos ramos de la administración regional. (...).
Nosotros nos hemos organizado con el mismo derecho que se han organizado todos los
partidos políticos. Ellos se organizan para la conquista del poder político y nosotros para abolir
todos los poderes autoritarios.
Somos anarquistas porque queremos el libre ejercicio de todos los derechos, y como éstos
son ilegislables, no es necesario ningún poder para legislarlos ni reglamentarlos.
Somos colectivistas porque queremos que cada productor perciba el producto íntegro de su
trabajo y no existan hombres que se mueran trabajando, y otros, que sin trabajar, vivan en la
holganza y encenagados en la corrupción y en el vicio.
Y somos partidarios del grande y fecundo principio federativo, porque creemos que es
indispensable para la práctica de los grandes y justos principios anárquico-colectivistas la
Federación económica: la libre Federación universal de las libres asociaciones de trabajadores
agrícolas e industriales...
(Comisión Federal de la FTRE, 1883).
1881
No identificados (32)
Demócratas-Republicanos (32)
Tradicionalistas (5)
Independientes (10)
1884
Demócratas-Republicanos (5) Partido Liberal (31)
Izquierda Dinástica (36)
No identificados (2)
Art.1º. Los deberes que la Constitución política ha impuesto siempre a todos los españoles
de acudir al servicio de las armas cuando la ley los llama, y de contribuir en la proporción de sus
haberes a los gastos del Estado, se extenderán, como los derechos constitucionales se extienden, a
los habitantes de las provincias de Vizcaya, Guipúzcoa y Álava del mismo modo que a los demás de
la Nación.
Decreto de Abolición de los Fueros Vascos (21 de Julio de 1876).
Los que deben pelear en Cuba con los insurrectos son los que en aquel territorio se han
enriquecido (...) y los que allí, a la sombra del dominio de España, hacen prosperar sus industrias o
sus negocios. Ésos, ésos, que pueden ver lastimados sus intereses por la rebelión o el triunfo de los
separatistas, deben dar su sangre y sus vidas para vencer aquella. (...).
Por el afán de negocios, habéis vendido armas a esos mismos insurrectos a quienes llamáis
enemigos y contra los cuales enviáis a los soldados pobres, que nada tienen que ver en vuestros
intereses y con vuestras querellas.
(...) Por reservar a vuestros hijos para que exploten a los productores y para que disfruten de
la riqueza acaparada por vosotros, habéis tenido el descaro, en el momento mismo en que hablabais
de que era preciso morir por la patria (...) de hacer que uno de vuestros representantes en el
Parlamento solicitase del ministro de la Guerra un nuevo plazo para que pudieran redimirse a
metálico los soldados de familias ricas a quienes corresponde ir a la mencionada isla.
No nos habléis, pues, de la patria. La vuestra, lo que a vosotros os interesa, a la clase
burguesa toca defenderlo. Los desposeídos, los pobres, no tienen patria, y es una injusticia hacerlos
pelear por lo que no es suyo, por lo que otros poseen.
El Socialista, 15 de Marzo de 1895.
Remedios son: Renunciar para siempre a nuestro matonismo, a nuestra creencia de que
somos la nación más guerrera del mundo. Renunciar también a nuestra ilusión de tomar por
progreso real lo que no es más que un reflejo de la civilización extranjera; de creer que tenemos
estadistas, literatos, científicos y militares, cuando, salvo tal cual excepción, no tenemos más que
casi estadistas, casi literatos, casi sabios y casi militares.
(...) Se necesita volver a escribir la Historia de España para limpiarla de todas esas
exageraciones con que se agigantan a los ojos del niño el valor y la virtud de su raza (...). Desviar
hacia la Instrucción Pública la mayor parte de ese presupuesto, hoy infructuosamente gastado en
Guerra y Marina, (...) pues sabido es que los hombres de ciencia superiores no se producen en gran
número, sino en las naciones cuyo nivel medio de instrucción es relativamente elevado, y este nivel
sólo se logra obligando, suceda lo que quiera, al egoísmo de los padres a aceptar la enseñanza
obligatoria, literaria y científica, en sus grados ínfimos.
(...) Hemos caído ante los Estados Unidos por ignorantes y por débiles. Éramos tan
ignorantes, que hasta negábamos su ciencia y su fuerza. Es preciso, pues, regenerarse por el trabajo
y por el estudio (...).
Santiago Ramón y Cajal ( El Liberal, 26 de Octubre de 1898).
Los doctores de la política y los facultativos de la cabeza estudiarán sin duda el mal,
discurrirán sobre sus orígenes, su calificación y sus remedios; pero el más ajeno a la ciencia que
preste alguna atención a asuntos públicos, observará este singular estado de España: donde quiera
que se ponga el tacto, no se encuentra el pulso.
(...) Hay que dejar la mentira y desposarse con la verdad; hay que abandonar las vanidades y
sujetarse a la realidad, reconstituyendo todos los organismos de la vida nacional sobre los cimientos
modestos pero firmes que nuestros medios nos consienten(...).
El efecto inevitable del menosprecio de un país respecto de su poder central es el mismo que
a todos los cuerpos vivos produce la de la anemia y decadencia de su fuerza cerebral: primero, la
atonía, y después, la disgregación y la muerte. (...) el riesgo es el total quebrantamiento de los
vínculos nacionales y de la condenación por nosotros mismos de nuestro destino como pueblo
europeo y tras de la propia condenación, claro es, que no se hará esperar quien en su provecho y en
nuestro daño la ejecute.
Francisco Silvela: España sin pulso (El Tiempo, 16 de Agosto de 1898).
Art.2. Los que de palabra, por escrito, por medio de la imprenta, grabado, estampas,
alegorías, caricaturas, signos, gritos o alusiones, ultrajaren a la Nación, a su bandera, himno
nacional u otro emblema de su representación, serán castigados con la pena de prisión correccional.
Art.3. Los que de palabra o por escrito, (...) injurien u ofendan clara o encubiertamente al
ejército o a la Armada o a instituciones, armas, clases o cuerpos determinados del mismo, serán
castigados con la pena de prisión correccional.
Y con la de arresto mayor en sus grados medio y máximo a prisión correccional en su grado
mínimo, los que (...) instigaren directamente a la insubordinación en institutos armados o a apartarse
del cumplimiento de sus deberes militares a personas que sirvan o estén llamadas a servir en las
fuerzas nacionales de tierra o de mar.
Art.4. La apología de los delitos comprendidos en esta ley, y la de los delincuentes, se
castigarán con la pena de arresto mayor.
Art.5. Los tribunales ordinarios de derecho conocerán de las causas que se instruyan por
cualquiera de los delitos a que se refieren los artículos 1, 2 y 4 de esta ley, siempre que los
encausados no pertenezcan al ejército de mar o de tierra y no incurrieren por el acto ejecutado en
delito militar. De las causas a que se refiere el artículo 3 conocerán los tribunales del fuero de
Guerra y Marina.
(Ley de Jurisdicciones, 23-III-1906).
Jóvenes bárbaros de hoy, entrad a saco en la civilización decadente y miserable de este país
sin ventura, destruid sus templos, acabad con sus dioses, alzad el velo de las novicias y elevadlas a
la categoría de madres para virilizar la especie, (...). No os detengáis ni ante los altares ni ante los
sepulcros. (...).
El pueblo es esclavo de la Iglesia: vive triste, ignorante, hambriento, resignado, cobarde,
embrutecido por el dogma y encadenado por el temor al infierno. Hay que destruir la Iglesia. (...).
Alejandro Lerroux, La rebeldía (1906).
Al condenar a muerte a Francisco Ferrer Guardia, por los sucesos de Barcelona en Julio de
1909, los gobernantes españoles no pensaban tanto que eliminaban al hombre cuanto el símbolo y el
síntoma (...). En las cartas que constituyen los 50 legajos de correspondencia, (...) se demuestra de
un modo evidente que Ferrer, en tanto se preocupa de la instrucción del pueblo, es responsable de
que esa educación pueda contribuir a formar revolucionarios. (...)
Dictamen del Auditor General de la 4ª Región Militar (Octubre de 1909).
La "ley del Candado".
(...) Toda región tiene una base económica sobre la cual descansa la producción (...).
Nuestro patrimonio es esencialmente agrícola-pecuario y este patrimonio regional está
postergado, abandonado lamentablemente entre la falta de civismo y la abulia de los
elementos productores y ante la dictadura que ejerce el acaudalado terrateniente.
La riqueza extremeña, lejos de ser estimulada (...) aparece explotada por los
acaparadores que viven al amparo de las inmorales combinaciones en los arrendamientos,
para después obtener crecidas primas gananciales en los subarriendos a costa de los modestos
labradores yunteros (...).
En nuestra región además de una sólida preparación técnica (...) se necesita la
emancipación completa del agricultor y una intensificación de redes comunicativas que
permitan explotar ampliamente las fuentes naturales del país. (...) He aquí la multitud de
problemas a resolver de vital interés para nuestra prosperidad económica, problemas
profundos (...).
Yo llamaría a todos esos dignos y olvidados maestros nacionales para que mediante
concursos presentasen las bases modernas del progreso de las futuras generaciones
extremeñas. (...) Y por eso llamo nuevamente a la juventud sin el cansancio al no escuchar mis
sinceros latidos patrióticos (...). A aquellos hombres hastiados de las riñas entre los partidos
sin finalidad para nuestra tierra (...), a todos los extremeños que sientan el dolor de la
orfandad y las consecuencias del olvido, aquellos que sufren y esperan, a los románticos
soñadores que tienen destrozadas sus almas por las sangrientas garras del cacique, aquellos
que amen a esta tierra bendita con una fe ciega en sus destinos, a todos ardientemente que
dejen estas luchas estériles por los rígidos personales y políticos y que eleven su pensamiento,
lo enaltezcan y lo santifiquen por el ideal del progreso, de la paz y del luminoso porvenir de
Extremadura.
Antonio Elviro Berdaguer: Manifiesto de 1920.
El PSOE ante la III Internacional.
El rey se hallaba ansioso de un éxito espectacular que le permitiera verse libre de una vez
del Parlamento. Los lentos métodos de penetración política en el Rif le impacientaban, y decidiose a
dirigir él mismo, por encima del Ministerio de la Guerra, las operaciones. Envió allí a Silvestre, un
general de caballería, cuyo estilo brusco y temerario Alfonso XIII admiraba. Silvestre debía
marchar al frente de su columna atravesando el Rif, desde Melilla, sobre Alhucemas: unos 64
kilómetros.(...) Pero (...) la columna de Silvestre, que había avanzado sin ninguna precaución, fue
copada en Annual por las fuerzas rifeñas de Abd-el-Krim, mucho más reducidas. Hubo diez mil
muertos, cuatro mil prisioneros y cayeron en su poder todos los fusiles, ametralladoras, artillería y
aviones. Raro fue el que consiguió escapar. El propio general Silvestre se suicidó. Una semana o
dos más tarde, la posición fortificada de Monte Arruit tuvo que rendirse. Su guarnición, de unos
siete mil hombres, fue exterminada, y los oficiales, cargados de cadenas, guardados para el rescate.
La misma Melilla se vio a punto de caer.
Gerald Brenan: El laberinto español.
Estamos en 1904, en aquellos momentos se ha liquidado todo el imperio colonial de España. Las
plantillas del ejército español son exageradas y exorbitantes. La desaparición de las colonias implica
a la monarquía española un pleito: el de restringir el ejército porque éste sobrepasa las necesidades
nacionales. Pero esto no puede ser. La monarquía española, el factor de todas las desdichas, de
todas las vergüenzas que España sufre debe mantener una secta militarista que hace que el cuadro
de generales sea superior al que tenía Alemania antes de la guerra europea.
Situemos bien el problema. En 1904 se hacen los preliminares de la Conferencia de Algeciras; en
1906 se ajustan los hechos de esta obra que más tarde tiene que perjudicarnos en gran manera.
Y en representación de España va a la Conferencia de Algeciras el que actualmente es ministro de
la Gobernación. En la Conferencia se ventila un pleito que aún no ha tenido solución entre Francia e
Inglaterra. Francia quería colocarse a la otra orilla del Estrecho para obtener la posición estratégica
que le diera compensaciones en la forma más ventajosa para ella. Inglaterra quería evitar que
Francia obtuviera la posesión de las costas africanas por saber las ambiciones de expansión
imperialista que determinan la posesión del Estrecho para todo el tráfico en el Mediterráneo. Es
entonces que Inglaterra ofrece a España el protectorado de la zona norteña de África para evitar que
Francia obtenga esa enorme ventaja.
De forma que nosotros no estamos allí por un imperativo de nuestro derecho, ni siquiera por un
pleito de proximidad geográfica. Estamos para evitar una enojosa no solución en un pleito entre
Francia e Inglaterra la que impone a España como a un esclavo que le represente en las costas del
África norteña. Salvador Seguí (dirigente de la CNT).
La situación de la agricultura según Joaquín Costa.
La agricultura española es todavía agricultura del siglo XV; agricultura del sistema de año y
vez, por falta de abonos minerales; de las rogativas; de la falta de riego artificial; del transporte a
lomo, por falta de caminos vecinales; agricultura de arado romano, del gañán analfabeto, del dinero
al 12 por 100, de la bárbara Contribución de Consumos, de la mezquina cosecha de cinco o seis
simientes por cada una enterrada, del cosechero hambriento, inmueble, rutinario, siervo de la
hipoteca y del cacique.
Joaquín Costa, Agricultura armónica (1911).
(...) partiendo de la base de su estado general y de la escasez de sus jornales, (...) entiende la
Comisión que la situación [de los braceros] y la de sus familias es tan desesperada, que de no
apresurarse a darles el alimento de que carecen perecerán un gran número de individuos.
Para prevenir tan grave daño hay dos medios: las obras públicas y los suministros directos
de raciones, ya directamente, ya por medio de las cocinas económicas. (...) aún llevando los trabajos
públicos al extremo, los jornales que de ellos pueden repartirse son conocidamente insuficientes
para atender a todos los necesitados. (...).
Atendidos así los braceros y sus familias, la Comisión se ha ocupado con igual interés de los
pequeños propietarios, colonos y arrendatarios. Para éstos la ruina es absoluta, porque la pérdida de
la cosecha envuelve la de su pequeño capital: de suerte que si atraviesan la crisis, su único porvenir
es descender a la clase de simples braceros.
Boletín del Instituto de Reformas Sociales, Junio de 1905.
8000
7000
6000
5000
4000
3000
2000
1000
0
1860 1870 1880 1890 1900 1910 1920 1930
Miles de TMs
Las compañías de ferrocarriles no deben fabricar por sí mismas en ningún caso el material
que necesite cada una de ellas (...). De acuerdo el Estado y las empresas e industrias interesadas
procurarán "cumplir" las siguientes normas generales:
a) Evitar siempre que se pueda la creación de nuevas industrias, favoreciendo en cambio el
desarrollo y la transformación de las actuales (...).
b) Especializar en la producción de material fijo aquellas fábricas que ya en la actualidad se dedican
a ello y otras que puedan completarla. (Por ejemplo, Altos Hornos de Bilbao en carriles, la
Maquinista Terrestre y Marítima de Barcelona a puentes metálicos, etc...).
c) Limitar la construcción de coches y vagones exclusivamente a las fábricas ya especializadas de
Beasaín, Zaragoza y Almácera, la primera para vía ancha y las otras dos para estrecha. (...).
Asamblea Nacional de Ferrocarriles (1918).
(...) Antes de ir a Madrid, estudie la Guía oficial. Se enterará de los nombres de los 242
grandes de España, 96 duques, 900 marqueses, 717 condes, 100 vizcondes, 36 barones, para todas
las Españas, claro está; pero las dos terceras partes pasan el invierno en Madrid. (...).
Lo primero que debe hacer es abonarse a la Ópera, le guste o no le guste la música; mejor es
que no le guste, y así compartirá esa indiferencia con el gran mundo madrileño. Sólo el pueblo,
colocado en el inmenso gallinero de lo alto, escucha en la Ópera la música que adora. Ya le he
dicho que cada palco es un salón, donde se visita a los amigos; habitualmente, es allí donde se
hacen las presentaciones y se conoce a la gente por primera vez. (...).
(...) El lujo de las fiestas madrileñas le llamará la atención, tanto más cuanto que no se
sospecha, en una ciudad llena de mendigos y de gente sucia, los tesoros que se esconden tras las
paredes de esas casas antiguas (...).
Conde Paul Vasili, La Sociedad de Madrid (1885).
Quizás se diga que el jornal de la mujer es considerado como un auxiliar, más que como un
medio de vida familiar; pero esto es querer cerrar los ojos a la realidad, pues con frecuencia el
jornal de la mujer es el único sostén de la familia pobre, ya que no son pocas las obreras viudas o
esposas abandonadas con hijos, a quienes han de mantener; solteras con padres enfermos y viejos, y
otras mil circunstancias que podrían citarse para hacer ver que el jornal de la mujer es el único
medio de vida de muchas familias, y por lo mismo debiera ser lo suficiente para ello, dentro de la
justicia, y en igualdad de producción, no ser menor que el jornal del obrero varón.
Conclusiones del Sindicato de la aguja de Valencia (1915).
1-El fin principal de los Círculos de Obreros Católicos es el remediar la apostasía de las
masas, del individuo y de las naciones..., ya que el origen principal del socialismo y anarquismo es
la apostasía de la religión católica del individuo y de las naciones, es el haber sustituido a la
doctrina infalible de Jesucristo la falible razón del hombre... Pues bien, la nota característica de los
Círculos es la Religión Católica; su fin principal es el religioso, que consiste en conservar, arraigar
y propagar las creencias religiosas, católicas, apostólicas, romanas (...)
2-El segundo fin es la agrupación gremial, como remedio contra el individualismo: (...) es
preciso demostrar a patronos y obreros que solamente en la asociación o agremiación de los mismos
se halla la sólida solución en la contienda actual entre obreros y patronos.
(...) A tres puntos capitales se dirigen las observaciones del ministro que suscribe. A evitar
que en los establecimientos que sostiene el gobierno se enseñen otras doctrinas religiosas que no
sean las del Estado; a mandar que no se tolere explicación alguna que redunde en menoscabo de la
persona del rey o del régimen monárquico constitucional; y por último, a que se restablezcan en
todo su vigor la disciplina y el orden en la enseñanza. Si V.S. consigue que en ese distrito
universitario se observen los principios aquí consignados, habrá interpretado fielmente los
propósitos del gobierno de S.M.
Circular del Sr. Ministro de Fomento a los rectores de Universidad (1875).
Renuncia de Emilio Castelar ante el control sobre la educación por parte del gobierno de
Cánovas y la Iglesia.
(...) V.I. sabe que yo he consagrado todos mis desvelos a la defensa de dos libertades
fundamentales: de la libertad religiosa y de la libertad científica, necesarias a todas las naciones,
indispensables a nuestra España. Pues yo creo que estas dos manifestaciones de la libertad han sido
vulneradas al poner por límite de la ciencia, no sólo ciertas instituciones, sino también los dogmas
de la religión del Estado.
(...) Y cuenta que jamás he usado de la enseñanza para tratar de los asuntos políticos del día,
ni para dirigir alusiones, ya directas, ya indirectas, ni a los que reinan, ni a los que gobiernan. (...)
¿Cómo quiere V.I. que yo anteponga, por ejemplo, los decretos del Concilio de Trento a las leyes de
la razón humana? Es imposible. Yo estoy por la libertad, por el derecho, y cuando en el curso de la
historia veo que cualquier secta combate estos principios, combato yo a esa secta. ¿Cómo quiere,
pues, V.I. que me someta a la censura de una estrecha ortodoxia?
(...) ya comprenderá la incompatibilidad absoluta entre mi cargo y las disposiciones vigentes
sobre la Enseñanza pública. Adjunta remito a V.I. mi renuncia oficial, para que pueda dirigirla a la
Superioridad e impetrar su inmediata aceptación.