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LA ORACION DE HABACUC

(Habacuc 3:2)
Introducción:

Habacuc 3:1 “Oración del profeta Habacuc, sobre Sigionot.”

Siginiot, era un instrumento de cuerdas, significa algo dirigido con notación musical
que indica que el cántico debe ser entonado con emoción, sensación de victoria,
acompañado de instrumentos. Esto significa que el profeta Habacuc antes de orar
alábala al Señor.

La Palabra dice que cualquiera que se acerca a Dios es necesario que crea que le
hay y que es galardonador de los que le buscan. ¿Pero entiendes y vives lo que
cantas? Esa es la importancia.

Este profeta no era una persona cualquiera, era una persona que alababa, oraba,
adorara, pero también pedía. Tenemos dos alas como el águila. Una representa
salmos, himnos y cánticos espirituales; la otra representa oración, intercesión y
clamor.

Habacuc 3:19 “Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de
ciervas, y en mis alturas me hace andar. Al jefe de los cantores, sobre mis
instrumentos de cuerdas.”

Habacuc era un hombre que alababa, no solo pedía.

La oración de Habacuc ha llegado a nuestros días, una oración sencilla y objetiva


que puede tomar muchas lecciones para nuestra vida espiritual.

Considere las siguientes cinco lecciones de la oración de Habacuc


1°. He oído tu palabra
2 º. Temí
3 º. Aviva, oh Señor, tu obra
4 º. En medio de los tiempos hazla conocer
5 º. Pero en la ira acuérdate de tener misericordia
Oí:
La Palabra debes oírla, vivirla, leerla, escudriñarla, declararla, creerla
• La verdadera oración es causada por la necesidad;
• Escuchar la voz de Dios, y la Palabra es esencial;
• Escuche primero y luego hables.

Temí:
• No tiene miedo de Dios, pero sino respeto por Dios;
• La verdadera oración debe ser sincera y objetiva;
• Si no hay temor, tú no sacrificarás.
Habacuc expresa temor por la ira venidera de Jehová, por el juicio contra el pueblo de
Dios a través de los babilonios. De este modo, reconoce que como un profeta de Dios
no actuó como debió, dudó de la justicia divina y desconfió de su proceder en cuanto
al tiempo y la forma. Ahora, él teme a la palabra que oyó de Jehová.

¿Cuál es la actitud de nosotros ante la Palabra de Dios? ¿Cómo tomamos los


consejos bíblicos?

Aviva:
• Una oración de un líder espiritual;
• La oración que no estaba destinado sólo a sí mismo sino a los demás;
• Llora por la vida de las personas. Hoy vivimos el efecto de esta oración.

¿Qué obra debe ser avivada, reavivada o reanimada? La que Dios empezó, la obra
de restauración, la que viene después del juicio. Habacuc sabía que el exilio, las
acciones tristes de Babilonia sobre Judá no serían para siempre, sabía que sería
por un tiempo, que tenía el propósito de encaminarlos en el camino real y correcto.
El profeta le dice a Dios, completa tu obra, esa obra que empezaste. ¿No les parece
conocido ese pedido o palabras? Pablo, un buen judío dijo algo parecido a eso en
Filipenses 1:6 "Estando persuadido de esto, que el que empezó en vosotros la
buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo", ¿qué tal? No hay duda de
ello. Así lo hizo con Judá, así lo hace hoy y lo seguirá haciendo con cada uno de
nosotros. Dios quiere avivar, reavivar y reanimar su obra en medio de los tiempos:
ayer, hoy y mañana.
Es el avivamiento de Su obra y para que haya avivamiento debe haber palabra, oración
y alabanza. Estamos viviendo tiempos finales, y en medio de esos tiempos Dios quiere
avivar, porque la gloria de la casa postrera será mayor que la primera.
Manifiéstala:
• Pidió a Dios que se extienden al futuro de este avivamiento;
• Pidió a Dios que los hombres sean honrados;
• Le pidió a Dios la oportunidad de cambiar de forma indefinida.

Habacuc, no solo reconoce quién es Dios demostrando así temor por sus Palabras y
pidiendo misericordia, no solo pide reavivar y completar su obra en todo tiempo, sino
que ahora pide que esa obra la haga conocer. Habacuc quería que las naciones, las
personas conozcan el poder transformador, restaurador y misericordioso de Dios a
través de ellos. En otras palabras, el profeta quiere que su pueblo sea restaurado para
gloria de Dios. ¡Impresionante! Esa misma obra puede ser hecha en nuestras vidas hoy,
y de esa manera las personas, vecinos, amigos, familiares conocerán el poder de Dios.

Acuérdate de tener misericordia


• Sugiere a Dios con gritos de misericordia;
• En otras palabras, si los hombres pecan no se olvide de tener misericordia,
acuérdate de la misericordia. Un grito ahogado de amor por las almas;
• La misericordia de Dios es el principio de la salvación.

Finalmente, después de describir el poder de Dios, el profeta termina su oración


poniendo en las manos de Dios todo, completamente todo, demostrando así su fe,
su confianza en Dios, a pesar de todo. Habacuc dice: "Aunque la higuera no
florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los
labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya
vacas en los corrales; Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios
de mi salvación. Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de
siervas, Y en mis alturas me hace andar" (Hab. 3:17-19).

Habacuc 3:2 versión PTD: “Oración del profeta Habacuc. Al estilo sigionot. Señor,
he escuchado acerca de ti; siento un temor reverencial, por todo lo que has hecho,
Señor, reaviva tus hechos; como hiciste en el pasado, dalos a conocer. Aunque
estés lleno de ira, recuerda tu misericordia. Selah. Dios viene de Temán. El Santo
viene del monte Parán. Selah.” Y dice al final Selah, que significa pausa. Tenemos
que aprender a reposar y aprender a esperar.

Aprendamos a orar como Habacuc!


Conclusión:
Habacuc oró esta oración hace siglos 2600 años atrás, pero esta sencilla oración
ha causado efecto hasta el día de hoy. Podemos orar con la misma fe de
Habacuc.

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