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c
Universidad Pedagógica Nacional
c
Jesús Hernando Pérez Alcázar
Profesor investigador
Universidad Sergio Arboleda
ISBN:
Preparación editorial
Universidad Pedagógica Nacional
Fondo Editorial
LUIS EDUARDO VÁSQUEZ SALAMANCA
Coordinador
Impresión
Bogotá, Colombia, 2007
Dedicado a:
La memoria de mi padre,
el educador matemático José Ignacio Pérez,
Mi madre Aura Marı́a Alcázar.
Contenido
Agradecimientos IV
Presentación V
Prefacio VIII
ii
3.1. Unas memorias de André Weil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
3.2. (P8) Principio de contextualización de Dehn . . . . . . . . . . . . . 40
3.2. Unas memorias de Gaisi Takeuti . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
7. Investigación primaria 94
Epı́logo 106
Referencias 108
iii
Agradecimientos
iv
Presentación
v
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
vi
Presentación
Reinaldo Núñez
Director de la Escuela de Matemáticas
Universidad Sergio Arboleda
Bogotá, junio de 2007.
vii
Prefacio
viii
Prefacio
ix
CAPÍTULO 1
1
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
2
Principios orientadores
3
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
4
Principios orientadores
Imaginarios
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Mitos y religiones ks +3 Teorı́as,
los imaginarios son las narraciones completamente libres y espontáneas; son las
estructuras de conceptos y oraciones construidas utilizando esa facultad de combi-
nar imágenes mentales sin ninguna restricción. Un rumor, por ejemplo, circula de
persona a persona y cambia en la versión de quien lo cuenta dependiendo del mo-
mento y del lugar; según los intereses del narrador se transforma, tiene elementos
invariantes pero, la forma de comunicarlo es un verdadero ejercicio del uso libre
de la imaginación. De hecho, toda información puede ser comunicada de manera
completamente original con cada intervención de un comunicador, incluyendo las
teorı́as que pueden convertirse en simples imaginarios.
En los mitos, religiones y teorı́as, aunque se utiliza muy fuertemente la ima-
ginación, existe el control entre pares. Esta importante palabra, cuyo uso social
corresponde al de la expresión utilizada en Inglaterra: “los pares del reino”, se em-
plea en algunas teorı́as sociológicas para nombrar a las personas que desempeñan
un mismo rol; por ejemplo los zapateros son “pares” unos respecto de los otros.
5
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
Esto implica que entre pares las relaciones son de un tipo especial, algo ası́ como
“entre pares se comprenden mejor”; los mitos y religiones, pongamos por caso,
son controlados por los mamas o sacerdotes. En el ámbito académico la expresión
correspondiente, la más utilizada, es pares académicos. Son los pares académicos
los encargados de controlar o manejar las teorı́as a través de diferentes métodos,
el más importante de los cuales es la crı́tica y la evaluación.
En el mundo de los imaginarios, como ya se dijo, no hay ningún control di-
ferente del puramente lingüı́stico. Es el mundo de la libertad total. Incluso las
teorı́as y los mitos pueden ser utilizados por una persona o un grupo de personas
como un mero imaginario. Esto resulta ser bien importante porque es algo com-
pletamente natural. Varios ejemplos servirán para ilustrar estos aspectos. El uso
libre de la imaginación produce satisfacción. Por ejemplo cada vez que se realiza
el campeonato mundial de fútbol todo el mundo se vuelve “experto” en los temas
relacionados con el mismo, y cada persona opina como si fuese un estudioso de este
deporte; se hacen apuestas y se apoya a los equipos favoritos esgrimiendo todo tipo
de argumentos. Como suelen decir los comentaristas deportivos, cada ciudadano
se convierte en una especie de entrenador. Si esto no fuera ası́, no habrı́a comu-
nicación en la época del mundial, tampoco habrı́a diversión. Este ejemplo ilustra
otros puntos importantes; uno es el papel que desempeñan los medios de comuni-
cación en los procesos de formación y de circulación de imaginarios; las personas
afinan sus creencias y sus actitudes gracias a la información que reciben de la
radio, la televisión, el cine, la prensa, internet, etc. Los comentaristas deportivos,
algunos de ellos verdaderos expertos y estudiosos, con sus apreciaciones ayudan
a que cada persona imagine cosas y organice actitudes sobre, por ejemplo, los
equipos de fútbol, sobre los jugadores, sobre los entrenadores, etc. Los hinchas de
un equipo, los fanáticos especialmente, no aceptan crı́ticas acerca de sus creencias
en relación con su particular afición, se parcializan y en muchas ocasiones tratan
de imponerse utilizando métodos violentos, los imaginarios los dominan.
Cuando un académico se fanatiza; es decir, se vuelve fundamentalista con una
teorı́a, convierte sus creencias en meros imaginarios. Los imaginarios son ineludi-
bles, pues aparecen espontáneamente. Según el fisiólogo cerebral Francisco Rubia
[RF], la función principal de un cerebro es el bienestar general del organismo al
cual pertenece; los más desarrollados, los de los humanos, “conocen”; pero este
conocer está supeditado al “bienestar”, es decir, se conoce para estar mejor.
Ası́, si el bienestar está por encima del conocer, entonces los imaginarios no
solamente “priman”, sino que además generan tranquilidad más rápidamente. Los
mitos, las religiones y las teorı́as exigen mayor elaboración y, por lo tanto, las satis-
facciones que producen no son inmediatas; incluso, en razón a la exigencia inicial
para su aprendizaje, algunas personas las rechazan y las convierten en imaginarios.
En el ámbito de la salud y de la enfermedad, la multitud de imaginarios que
circulan entre las personas es paradigmática, es frecuente que algunas personas
se crean médicos o curanderos, recetan a sus familiares y amigos, incluso a ellos
mismos. Es verdad que existen tradiciones muy bien fundamentadas, como serı́a el
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Principios orientadores
caso de aquellas que utilizan algunas comunidades indı́genas; pero que una “yerba”
haya funcionado en uno o dos casos no significa que sirva en todas las situaciones
similares. Hay saberes populares, no hay la menor duda; pero una cosa es un saber
tradicional y bien establecido y otra cosa muy distinta el imaginario de una persona
acerca del efecto de una pócima o de un medicamento.
No existe un oficio para construir imaginarios ni para difundirlos, cualquier
persona tiene la posibilidad real de construir un imaginario o de difundir alguno
ya existente; es una actividad legal; existen muchos mecanismos de difusión; por
ejemplo, los rumores, los chismes, las canciones, las tertulias, los cuentos, las his-
torietas, las leyendas, los comentarios en los medios de comunicación, etc. Para
realizar esta labor no hay necesidad de estudiar, no hay oficios, ni roles, ni pro-
fesiones dedicadas especı́ficamente a la difusión de los imaginarios. Los artistas,
los periodistas, los polı́ticos, entre otros difunden y construyen imaginarios, pero
esa no es su labor fundamental; se les remunera, respectivamente, por la “belleza”
que crean o por la “noticia” que construyen o por las “propuestas polı́ticas” que
elaboran. Todo esto está relacionado con el principio de Durkheim y el principio
ético y legal: si se practican varios oficios con la dedicación que estos requieren,
todo lo que puede tenerse sobre los demás oficios no son sino puros imaginarios y
ası́ cualquier opinión sobre ellos no es otra cosa que la expresión de una creencia, la
cual por lo general no está bien fundamentada. Como lo señaló muy bien Platón,
hay dos grandes clases de creencias, las doxásticas o espontáneas y las epistémicas
o fundamentadas en hechos, datos, teorı́as, o en mitos y religiones.
La opinión fundamentada en teorı́as es, a su vez, cualitativamente distinta a
la que se desprende de un mito o de una religión. En estas últimas intervienen
dioses o espı́ritus que gozan de facultades como la infalibilidad, la omnipotencia,
la inmortalidad, etc. Algunas religiones buscan cierto tipo de fundamentación en
teorı́as, pero sus dioses y sus espı́ritus permanecen como la explicación última de
todas las cosas y de todos los fenómenos.
Existen organizaciones académicas de diferente naturaleza. Una primera taxo-
nomı́a se desprende de las disciplinas; hace 2.800 años existı́a una única disciplina
académica, hoy dı́a se han creado multitud de ellas y con el tiempo surgirán otras
más. La historia fue una de las primeras en independizarse de la filosofı́a; después,
apareció la historia de la ciencia y en particular la historia de la matemática.
Esta gran diversidad depende de las necesidades que van surgiendo entre los seres
humanos y en sus organizaciones; pero tal diversidad no convierte en extrañas
las actividades académicas, todas comparten caracterı́sticas básicas; son a la vez
distintas e idénticas. Por el objeto de estudio se separan, pero se identifican porque
comparten algunos métodos comunes. La mayor identidad proviene de la dualidad:
Investigación + Teorı́a.
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Una fundamentación de la historia de las matemáticas
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Principios orientadores
explicitar las metodologı́as para “pacificar” los cambios en las organizaciones hu-
manas y por qué no, en las organizaciones fı́sico-quı́micas.
E. Bloch, uno de los más grandes humanistas del siglo XX, acuñó un profundo
principio que llamó el principio esperanza, en el convencimiento de que la hu-
manidad lo lograrı́a algún dı́a, ese dı́a podrı́a eliminarse toda guerra y todo tipo
de confrontación fı́sica.
La violencia simbólica es otra de las caracterı́sticas del mundo académico; allı́ se
aniquila al otro, al par, mediante, argumentos; mostrándole hechos, datos, ejem-
plos, etc. Y muy especialmente, desarrollando las teorı́as que se comparten o cons-
truyendo una nueva teorı́a con mayor poder explicativo. Este es el motivo que
justifica la introducción de la expresión valores académicos. Los valores académi-
cos ayudan a transformar la violencia fı́sica en violencia simbólica.
Naturalmente, en el mundo académico existe también violencia indeseable,
aquella que se desprende del uso irresponsable del poder o del conocimiento, como
en el imaginario de Victor Frankestein; sin embargo, esa no es la regla, todo lo con-
trario, entre académicos debe primar la honestidad y por ello el estilo académico
es el modelo ideal para resolver contradicciones y enfrentamientos. La apropiación
y la práctica de valores académicos ayuda a la “pacificación” del ser humano.
Aunque la historia no puede resolver sola los grandes interrogantes sobre el
pasado, sus aportes resultan fundamentales, pues no es posible pretender la paci-
ficación del mundo sin asimilar las grandes enseñanzas del pasado.
¿Cómo protegernos del regreso de un Hitler?
No es fácil responder a tamaño interrogante. Sin embargo, algunas cosas pueden
resultar muy ilustradoras. Por ejemplo, entender que el nazismo se construyó alrede-
dor de imaginarios, como aquel de la “raza superior”, o el del “pueblo elegido”. El
libro Mi lucha se escribió pegando un imaginario después de otro sin ningún tipo
de control académico.
Aunque todos los estudios históricos son susceptibles de crı́tica, es posible llegar
a grandes “acuerdos” o aceptar grandes conclusiones orientadoras, una de las cuales
parece ser construir imaginarios “amables”, compatibles al máximo con los hechos
y con los datos, evitando actuar bajo el dominio de creencias no fundamentadas
y muy especialmente utilizando imaginarios que respeten la vida y la naturaleza;
por ello, resultan recomendables los mitos, las religiones y las teorı́as y es un
compromiso ético difundirlos.
De cualquier manera, la historia ilumina y los historiadores se han ganado un
lugar en el engranaje social; la historia es, entonces, un oficio legal y conveniente,
un trabajo útil; es posible ganarse la vida dedicándose a la investigación histórica;
necesitamos la sabidurı́a de estos trabajadores para entender cómo alentamos y
propiciamos las transformaciones sin necesidad de la aniquilación fı́sica del otro
y de la naturaleza. Para esto último se requiere mucho más; pero sin la historia,
como dice el dicho, estamos condenados a repetirnos, a permanecer en un callejón
sin salida.
Qué bueno conocer en detalle los grandes cambios en el mundo académico de
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Una fundamentación de la historia de las matemáticas
Como muy bien lo señalaron los pitagóricos, el ser es a la vez uno y múltiple,
y como lo decı́an los chinos, uno se divide en dos. De hecho esta es la razón de
por qué las organizaciones se transforman; sus tensiones “naturales” o propias
acumulan suficiente “energı́a potencial”, que puede y a veces debe, convertirse en
“energı́a cinética”.
En una estrella, la tensión entre la energı́a gravitacional y la energı́a atómica
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Principios orientadores
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Una fundamentación de la historia de las matemáticas
a imágenes mentales, como cuando alguien dice “Tengo una excelente idea”. En
el mundo platónico las ideas son algo completamente diferente, son los entes que
conforman el mundo real; ası́, la idea asociada a la palabra casa no es la imagen
mental que se forma en el cerebro de una persona, es la casa verdadera, es decir,
aquella entidad perfecta que comprime todas las cualidades esenciales de todas
las casas y tal cosa no está en la mente de ninguna persona. Existen las casas
fı́sicamente, pero ninguna de ellas es la casa, esta última, aunque real, es inma-
terial, las primeras son copias imperfectas de la segunda. Independientemente de
si aceptamos o no esta teorı́a, una cosa es bastante clara: todo ser humano alcan-
za una gran sabidurı́a de lo que son las casas a partir de la experiencia concreta
con una cantidad finita de casas; de hecho ningún ser humano tiene la posibilidad
real de tener y vivir experiencias con todas y cada una de las casas fı́sicas que
existen o han existido; sin embargo, quien tiene ya la sabidurı́a sobre las casas
reconoce sin dificultad una cualquiera de ellas. ¿Cómo es esto posible? Platón
responde sin dificultad: el alma de cada ser humano es parte del mundo de las
ideas y allı́ interacciona con la casa, y entonces conoce de un solo golpe todas las
casas. Esta respuesta no es satisfactoria para Chomsky porque simultáneamente
ocurre la situación orwelliana: esta sabidurı́a sobre las casas bloquea el cerebro de
las personas y, en consecuencia, dicha persona se niega a reconocer otro tipo de
viviendas como casas; por ejemplo, una maloca no serı́a una casa.
George Orwell fue un eminente polı́tico y sociólogo inglés, autor de varias
obras, entre ellas una muy famosa titulada 1984, donde describe claramente las
vivencias de un rebelde en una sociedad dictatorial y dogmática, una sociedad que
no está dispuesta a impulsar de manera intencional ningún tipo de transformación.
Chomsky se inspira en esta obra para formular su segundo problema.
Estos dos enigmas, el de Platón y el de Orwell, los explica Chomsky más clara-
mente con los lenguajes comunes. Para apropiarse del español no se requiere un
proceso infinito. Es cierto que todos los dı́as se aprende algo nuevo sobre el manejo
del español, pero para el desempeño de la función comunicativa la experiencia de
una persona hasta los cinco o seis años de edad es más que suficiente; en otras
palabras, el proceso de aprendizaje del castellano es finito. Ahora bien, el castella-
no como cualquier otro lenguaje común es infinitamente eficiente, permite que sus
usuarios representen todo tipo de situaciones, en consecuencia, hay simultánea-
mente sabidurı́a e ignorancia, pues la ventaja positiva implica otra negativa: el
usuario del castellano no ve la necesidad lógica de estudiar otro lenguaje, es “igno-
rante” de las otras lenguas, es “dogmático” con su propia lengua y esto le produce
tranquilidad.
Lo mismo ocurre con las teorı́as, los imaginarios, los mitos y las religiones:
tienen fuerza explicativa y lo más natural es dogmatizarse, pues en muchos casos
sus “explicaciones” no tienen fin.
A Platón no le interesaba mucho el aspecto dogmático, a Chomsky sı́, pues
tenemos allı́ una de las fuentes de la violencia.
Y el asunto es puramente lógico; los sistemas regulados tienen dos caras: la
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Principios orientadores
finita y la infinita. Según Chomsky, quien dicho sea de paso también fue un ex-
celente matemático elemental y sus aportes a la lingüı́stica también forman parte
de la matemática, los seres humanos están inmersos en sistemas “gramaticales”
en los cuales, a partir de una colección finita de sı́mbolos y de reglas, es posible
producir, “generar” o reconocer infinitas construcciones de cadenas de sı́mbolos.
Miremos una vez más el caso de los lenguajes comunes como el castellano. Hay
una colección finita de fonemas (el alfabeto de cada lenguaje) y una colección finita
de reglas (la gramática) para manejar estos fonemas y construir secuencias “bien
formadas” que no son otras que las palabras y las oraciones. Y a partir de tal
finitud se logra construir una infinitud de oraciones, de hecho es posible construir
oraciones tan largas como se quiera mediante diferentes procedimientos. Uno muy
sencillo es el siguiente:
Dada una oración P, se construye la oración “P es falsa”. Esta última es más
larga que P, pues tiene más fonemas; en consecuencia la cantidad de oraciones
posibles es infinita, aunque el sistema de sı́mbolos y reglas sea finito.
Con esto se responde a los dos problemas de un solo golpe: es decir que a
partir de una sistema finito (las pocas evidencias) es posible construir otro infinito
(la sabidurı́a); pero, como el sistema construido es infinito, se puede permanecer
dentro de él indefinidamente y ası́ volverse dogmático, aunque el usuario no quiera
o no se dé cuenta de ello.
El principio chomskyano, entonces, puede formularse ası́:
(P5) Las actitudes y las acciones de todo ser humano están ori-
entadas por sistemas regulados, muchos de los cuales tienen
la estructura de un sistema finito de sı́mbolos y reglas tam-
bién en número finito, con las cuales se construyen infinitas
actitudes e infinitas posibilidades de acción.
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Una fundamentación de la historia de las matemáticas
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Principios orientadores
estudiado nada sobre este deporte o sobre ningún otro. ¿Podemos, todos los igno-
rantes, opinar sobre este deporte?. Por supuesto que sı́; pero la clave está en hacerlo
a sabiendas de que actuamos guiados por un imaginario; podemos movernos en
dicho ambiente y podemos divertirnos haciéndolo; lo hacemos por pura diversión.
Y ası́, nuestras opiniones inexpertas no tienen por qué ser sabias, son más bien
chistes. La dificultad empieza si nos creemos duchos cuando solo tenemos ideas
vagas. Pero podrı́amos llegar a convertirnos en expertos; todo lo que hay que ha-
cer es estudiar con juicio, sistemáticamente y haciéndolo al lado de los veteranos,
de los que saben.
Un ejemplo en las matemáticas puede apoyarnos en este punto. En el volú-
men 45 , número 10, de la revista Notices of the American Mathematical Society,
aparecieron varios pequeños artı́culos escritos en homenaje a Samuel Eilenberg,
quien murió en Nueva York el 30 de enero de 1998.
Sammy, como lo conocı́an sus amigos, fue el creador de varias teorı́as y métodos
matemáticos; entre ellos, junto con Saunders MacLane, el de la teorı́a de las cate-
gorı́as. Eilenberg fue uno de los más grandes matemáticos del siglo XX. Freyd, otro
de los constructores del imponente edificio de la teorı́a de categorı́as, en su artı́culo
de la revista mencionada se limita a señalar otra de las facetas del matemático
Sammy.
Freyd, en uno de sus viajes al Oriente, tuvo la oportunidad de dialogar con
un especialista en el arte persa y por alguna razón resultaron hablando de Samuel
Eilenberg; ambos lo conocı́an, pero Freyd se referı́a al matemático mientras que el
maestro iranı́ hablaba de su par, el experto mundial en el arte persa. Sammy era
una y la misma persona: uno de los matemáticos más importantes del siglo XX y
uno de los expertos mundiales en esta modalidad de arte, un verdadero anfibio. Y
según lo cuenta Freyd, Eilenberg inició su incursión en el arte persa como hobby y
poco a poco se convirtió en un experto; no ası́ en un especialista.
Déjenme soñar: casi todos los grandes matemáticos tienen una segunda gran
dedicación, qué bueno serı́a que se interesaran en apoyar el desarrollo de los menos
favorecidos; como Sammy protector del arte persa.
Volvamos a la anfibiosis que nos interesa: historia y matemáticas. La historia
de la matemática es el mundo académico que resulta de la interacción de estos dos
mundos y la relación entre los tres es una auténtica relación anfibiótica, o deberı́a
serlo. Según el principio ético y legal, no resulta conveniente aparecer como histo-
riador de la matemática si no se conocen satisfactoriamente tanto la historia como
la matemática, de hecho, según el principio académico, no es posible pretender ser
historiador de la matemática si no se está realizando investigación en el tema. Una
nueva aplicación del principio anfibiótico nos permite inferir la posibilidad de ac-
tuar como aficionado a la historia de la matemática y, en consecuencia, divertirse
mucho con ella; incluso, es posible participar como asistente en eventos académicos
de los historiadores de la matemática y gozar con sus cursillos y conferencias; pero
esto no es suficiente para pertenecer verdaderamente al mundo académico de la
historia de las matemáticas.
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Una fundamentación de la historia de las matemáticas
Otro ejemplo refuerza la idea central de este principio. Albert Einstein practicaba
la música como violinista y de hecho algunas veces aceptaba participar en concier-
tos; pero jamás apareció ni pretendió figurar como un virtuoso del violı́n y aunque
al parecer era muy bueno, esta actividad no era más que un simple hobby.
Y un conocido mı́o, cuyo nombre no vale la pena mencionar, cuando está con
matemáticos aparenta ser filósofo, y cuando está con filósofos aparenta ser mate-
mático. ¡Qué pillo!
Una palabra más sobre el dogmatismo.
Ya mencionamos, como corolario del principio de Chomsky, que el dogmatismo
es inevitable y no siempre es inconveniente.
Existen dos tipos de dogmatismo, el positivo y el negativo. Por ejemplo, si
se adelanta un proceso investigativo, hay que hacerlo usando como guı́a una o
más teorı́as y entonces mientras se desarrolla la investigación estas teorı́as deben
tomarse como dogmas. Un investigador en teorı́a de conjuntos debe moverse en el
interior de una de las teorı́as compartidas por los expertos en este campo; de hecho,
la tarea serı́a resolver uno o más problemas formulados teniendo como marco una
de estas teorı́as, y en consecuencia, deben utilizarse métodos y técnicas compatibles
con los principios básicos que se han adoptado en este ámbito académico.
El dogmatismo negativo, por el contrario, consistirı́a, como ya se mencionó, en
negar las evidencias que impliquen un cambio en las reglas básicas del dogma que
se practica, o negar los resultados que contradigan el dogma.
Nuestro curso de historia de las matemáticas está guiado por principios, los
que hemos formulado en este capı́tulo y otros que aparecerán más adelante; pero
si encontramos un buen número de evidencias contrarias, trataremos de modificar
nuestras hipótesis.
Apliquemos explı́citamente los anteriores principios al caso de la historia de la
matemática:
Es un oficio legal y conveniente, existe como actividad independiente desde que
Pappus dedicó una gran parte de sus exploraciones a la interpretación de la obra
de Euclides, ilustrando al mundo cientı́fico sobre los métodos de los geómetras. El
propósito central de esta disciplina tiene que ver con el entendimiento de cómo
ha venido construyéndose el conocimiento matemático, cómo han trabajado los
matemáticos, cómo se ha construido el mundo académico de las matemáticas, etc.
Es una disciplina académica autorreferida, pues sus investigaciones se orientan
también hacia las transformaciones de este oficio tan particular. Sus principales
investigadores han sido y son anfibios, algunos se han guiado o se guı́an por una
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Principios orientadores
teorı́a básica; pero todos investigan o han investigado alrededor de este mundo
académico tan particular construido a lo largo de los siglos por los matemáticos,
y quieren comprender su evolución y la naturaleza de sus principales transforma-
ciones.
A lo largo de sus investigaciones, los historiadores de las matemáticas, al igual
que todos los académicos, difunden los resultados de sus indagaciones mediante la
elaboración y la publicación de diferentes tipos de documentos y la realización de
diferentes eventos: libros, artı́culos, CD, disquetes, pelı́culas, conferencias, congre-
sos, etc.
La mejor manera de entender cómo trabaja un historiador de la matemática
es una sola: actuar como uno de ellos, es decir, vincularse a uno de los grupos
de investigación en este campo y trabajar en lo que ellos hacen; es un trabajo al
alcance de todos.
Con estas notas no pretendemos que el lector se convierta en historiador de
la matemática, solo buscamos que se forme un imaginario lo más amable posible
sobre esta maravillosa disciplina y, de pronto, se anime y se vincule a un grupo de
investigación.
El método que se ha seguido en este libro es el siguiente:
Se escogen algunos textos historiográficos, es decir, elaborados por historia-
dores, y se seleccionan algunos historiadores reconocidos: se trata entonces de
averiguar cuáles son sus motivaciones, sus éxitos y sus métodos de trabajo, y
cuáles son las caracterı́sticas de los documentos que publican.
También aquı́ existe una gran diversidad, incluso algunos matemáticos sin ser
historiadores profesionales elaboran documentos historiográficos, algunas veces
bastante cortos. Por ejemplo: en los llamados festivales para rendirle homenaje
a alguien vivo o muerto, uno o varios de sus colegas o pares tienen a su cargo
redactar una o más semblanzas, las cuales aparecen en las memorias del respectivo
encuentro.
Pongamos por caso el Festival Jairo Charris Castañeda que se llevó a cabo en
Bogotá el dı́a 6 de agosto de 2003. En él, varios de sus colegas ofrecimos confe-
rencias en homenaje a este formidable matemático colombiano nacido en Ciénaga
el 21 de noviembre de 1939, profesor investigador de la Universidad Nacional de
Colombia y de la Universidad Sergio Arboleda y fallecido en Bogotá en el 2003.
La semblanza la hizo el profesor Jaime Lesmes Camacho, compañero de luchas del
malogrado Jairo.
Las memorias de este festival aparecieron publicadas en el Vol. XVII, Núme-
ro 106 de la Revista de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas Fı́sicas y
Naturales en marzo de 2004, y allı́ puede encontrarse información sobre Jairo. Este
festival, y la publicación de sus memorias, fue coordinado por el profesor Vı́ctor
Albis González, uno de los primeros historiadores de la matemática colombianos,
coordinador de uno de los proyectos de investigación en historia de las matemáticas
en la Universidad Nacional de Colombia y compañero de colegio de Jairo.
Algunos documentos son puramente divulgativos y otros se escriben para
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Una fundamentación de la historia de las matemáticas
18
CAPÍTULO 2
Ejemplos iniciales de
documentos historiográficos
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Una fundamentación de la historia de las matemáticas
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Ejemplos iniciales
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Una fundamentación de la historia de las matemáticas
III. Una lista muy completa de mujeres matemáticas desde Hypatia hasta
Emmy Noether.
Sin dejar de mencionar hechos tan importantes como la influencia del ambien-
te familiar y otros como la tenacidad y la persistencia de Emmy Noether, nos
atrevemos a señalar los siguientes como los más fundamentales:
II. Interacción permanente con pares académicos. Pongamos por caso, una de las
creaciones más importantes de Noether la realizó en colaboración con Emil
Artin y en diálogo permanente con Hilbert, Klein, Hermann Weyl y otros de
los miembros de los cı́rculos de Erlangen y Gotinga. En esta interacción se
organizaron los fundamentos del álgebra moderna.
Como puede inferirse de este primer artı́culo, los documentos divulgativos trans-
miten información y también mensajes explı́citos o implı́citos, dependiendo de
quienes elaboran el texto; pero, sobre todo, enseñan. Tobies, como ya lo señala-
mos, tiene intenciones muy claras relacionadas con sus motivaciones teóricas y, por
supuesto, con sus imaginarios y creencias. ¿Cuáles son las enseñanzas? Muchas,
pero vale la pena insistir en las más importantes:
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Ejemplos iniciales
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Una fundamentación de la historia de las matemáticas
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Ejemplos iniciales
que Federicci fue el primero en enseñar este tema en nuestro paı́s; fue Federicci
quien tuvo la inmensa responsabilidad de abrirle espacio a esta especialidad; espa-
cio que encontraron abonado los expertos posteriores. Esta labor no fue nada fácil,
pues tuvo que superar las burlas de algunos de sus colegas. Estas burlas ya no son
frecuentes aunque todavı́a existen. Como la que hacia en la decada de 1980 un
colega del mundo del análisis matemático, quien cada vez que llegaba a la sala de
profesores en su departamento de matemáticas exclamaba: “¿Quieren saber qué es
la lógica? Pongan cuidado, si p entonces q y si no q entonces paqué?”
Los expertos de hoy no tuvieron necesidad de invertir su precioso tiempo,
como le tocó a Feredicci, convenciendo a los matemáticos de la importancia de
esta disciplina, ni les tocó soportar la mofa de algunos colegas.
Sin embargo, como lo señala bastante bien De Lorenzo, las grandes transfor-
maciones o rupturas no se producen todo el tiempo y por ello no todos las experi-
mentan o participan en ellas. De hecho, después de una gran ruptura se produce
un largo periodo de calma y quienes realizan investigación en esos momentos de
tranquilidad no perciben las modificaciones que llegaron a ser bien profundas, ni
que sus estudios existen gracias a estas grandes transformaciones. En Colombia la
introducción de los estudios de lógica matemática constituyó, una ruptura funda-
mental, gracias a la cual hoy dı́a el grupo de investigadores en esta disciplina es
uno de los más activos e influyentes.
La transformación que se produjo en la antigua Grecia con el descubrimiento
de la inconmensurabilidad es muy conocida; también lo es aquella que acompañó el
surgimiento de las geometrı́as no euclidianas; incluso la gran revolución cantoriana
goza de una popularidad apreciable. ¿Y después qué?
Viene entonces el asunto fundamental:
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Una fundamentación de la historia de las matemáticas
26
Ejemplos iniciales
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Una fundamentación de la historia de las matemáticas
profesor Luis Carlos Arboleda y de otros colegas extranjeros que han apoyado este
proyecto, entre ellos, los profesores Carlos Álvarez Jiménez, Marco Panza y Vicent
Jullien. En este proyecto de Cali colabora el profesor Cornelio Recalde, quien fue el
primero en obtener el tı́tulo de doctor en historia de la matemática en una univer-
sidad colombiana: la Universidad del Valle; en realidad su tı́tulo es de doctorado
en Educación Matemática con especialidad en Historia de la Matemática.
Y a propósito de discriminaciones este programa de historia no pertenece al
departamento de matemáticas, hubo necesidad de organizarlo en otra dependencia,
incluso camuflar el programa dentro de otro, pues para algunos matemáticos los
estudios históricos no son relevantes o no son dignos de consideración. Mucho
menos de apoyo. El imaginario que manejan algunos matemáticos les bloquea la
mente y no aceptan otras posibilidades, tienen actitudes negativas frente a las
disciplinas metamatemáticas.
Estas pequeñas reflexiones no son sino palabras de motivación para arrancar
con la historia de la historia de las matemáticas en Colombia. A nivel mundial este
campo ya cuenta con desarrollos muy importantes, un ejemplo será suficiente.
En el volumen 21 (1994) de la revista Historia matemática, David Rowe es-
cribió un artı́culo cuyo tı́tulo es Dirk Jan Struik y sus contribuciones a la historia
de las matemáticas. Este es un ejemplo tı́pico de un documento historiográfico
sobre la historiografı́a. En la misma entrega de la revista dedicada en homenaje a
Struik aparecen otras notas pertinentes, una de las cuales es el testimonio de una
de sus estudiantes en el instututo tecnológico de Massachesetts y otra cuyo tema
es el socialismo en matemáticas; aparece también una nota del propio Struik en
relación con uno de sus viajes por Europa.
Muchas cosas se aprenden leyendo este número de historia matemática. Algunas
de ellas son las siguientes:
28
Ejemplos iniciales
diferencial. Este trabajo, motivado por sus puntos de vista marxistas, fue el
escrito que acompañó su charla inaugural como profesor en la Universidad de
Utrecht, donde se vinculó como Privaat Docent. Es la consecuencia natural
de una anfibiosis poco frecuente en nuestro medio:
Matemática + Marxismo.
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Una fundamentación de la historia de las matemáticas
Polı́tica + Ciencia.
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Ejemplos iniciales
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Una fundamentación de la historia de las matemáticas
En la página http://www.history.mcs.st.andrews.ac.uk/mathematicians/tarski-
.html , se dice en relación con este último artı́culo, lo siguiente:
. . . que es uno de los artı́culos más importantes de la lógica matemática
de todos los tiempos. . .
Este artı́culo no solamente ofrece una articulación rigurosa de varias de
las ideas desarrolladas previamente en la lógica matemática, sino que
además, ofrece los fundamentos para la lógica de los años siguientes.
Tarski revolucionó el mundo de la lógica, sus estudios dieron origen a nuevas
teorı́as, nuevos métodos, nuevas formas de mirar los temas de la lógica y de la
teorı́a de conjuntos; la teorı́a de modelos se desarrolló y fortaleció gracias a sus
propuestas y sus investigaciones.
Los seis artı́culos del número 1, Vol. 35, del Journal of Symbolic Logic, muestran
claramente la influencia de Alfred Tarski; el solo hecho de nombrarlos nos ofrece
una buena intuición sobre el valor de Tarski:
1. El trabajo de Alfred Tarski en la teorı́a de conjuntos. Azriel Levi.
2. La teorı́a de eliminación de Tarski para los cuerpos real cerrados. Lou van
32
Ejemplos iniciales
den Dries.
Cada uno de estos artı́culos ilustra muy bien la importancia de Tarski, y cualquiera
de ellos podrı́a ser utilizado como ejemplo.
I. Axiomatizabilidad de teorı́as,
33
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
34
CAPÍTULO 3
35
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
Prólogo 13
1. El Liceo 15
2. La calle de Ulm 33
3. Primeros viajes, primeros escritos 43
4. La India 59
5. Estrasburgo y Bourbaki 91
6. La Guerra y yo (Ballet Bufo) 121
7. Las Américas: Epilogo 171
I. Weil aprendió a leer muy pronto, entre los cuatro y los cinco años. Su
madre en los diferentes paseos que hacı́an casi a diario, les hacı́a leer, a
él y a su hermana, todos los rótulos de las tiendas que se encontraban en
el trayecto del tranvı́a. Weil explica cómo, entonces, se convirtió en un
lector muy ávido. Su madre, muy interesada en la educación de sus dos
hijos, contrató para ellos una institutriz particular. En otras palabras,
el proceso de maduración intelectual de este importante hombre de
ciencia se inició bastante pronto.
II. Alrededor de 1914, ya en los inicios de la primera guerra mundial,
nuestro personaje, de escasos ocho años, adquirió su primer libro de
matemáticas, una geometrı́a escrita por Emil Borel -uno de los creadores
de la topologı́a y el análisis modernos. De 1914 a 1916, “en cuanto a
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Memorias
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Una fundamentación de la historia de las matemáticas
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Memorias
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Memorias
Perdonen señores editores de las memorias de Weil pero esto es demasiado im-
portante y además fascinante, estamos frente a uno de los imaginarios de mayor
impacto en la comunidad académica de las matemáticas y por supuesto de los
matemáticos. En Colombia, la influencia de Bourbaki ha sido trascendental y lo
mejor es contribuir a que se conozca, lo que mejor se pueda, la labor tan intere-
sante de este grupo. Infortunadamente ha habido algunos aspectos negativos en
esta importante historia; por ejemplo, el abuso que se cometió al utilizar los li-
bros de Bourbaki como textos para la enseñanza en el pregrado. Sin embargo,
a pesar de esto, solo podemos señalar que Bourbaki ha sido un gran maestro.
Varios de los matemáticos más sobresalientes de la Universidad Nacional, como
Jairo Charris Castañeda, Januario Varela o Alberto Campos aprendieron álgebra,
topologı́a y teorı́a de la medida con estos libros. Recuerdo, muy gratamente, el
curso de álgebra lineal dictado por Varela siguiendo el libro de Bourbaki, era real-
mente fantástico; claro está, al cabo de seis meses sabı́amos bastantes cosas; pero
no habı́amos resuelto una sola ecuación lineal. En la década de 1960, los debates
sobre la “matemática moderna”, en la Universidad Nacional Bogotá y en otras uni-
versidades, incluı́an discusiones bien acaloradas sobre si convenı́a o no utilizar, en
los cursos de la carrera, los libros de Bourbaki. Federicci y Yu Takeuchi comanda-
ban el bando “anti-Bourbaki”, no contra Bourbaki el grupo de investigación, sino
contra del uso de sus libros como textos en el pregrado a pesar de la intención del
propio grupo Bourbaki. De hecho Federicci y Takeuchi convencieron, finalmente, a
47
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
48
Memorias
Son muchas las lecciones que se nos ofrecen en estas cortas pero sustanciosas
memorias. Un último ejemplo será suficiente. Es acerca de algunos aspectos de-
sagradables que suelen ocurrir en las comunidades académicas; copiemos, una vez
más, al autor:
La vida cientı́fica en Francia estaba entonces bajo el dominio de dos o
tres camarillas de académicos, personas importantes, para algunos de
los cuales el apetito de poder se habı́a vuelto más importante que su
celo por la ciencia.
Esta circunstancia, unida a la hecatombe de 1914-1918 que habı́a ce-
gado casi toda una generación, habı́a tenido consecuencias desastrosas
para el nivel de la investigación en Francia. En mis viajes al extranjero,
en particular a los Estados Unidos, habı́a conocido a muchos sabios
verdaderamente distinguidos y se me habı́an abierto los ojos sobre esta
situación poco brillante. Al volver a América habı́a escrito un artı́culo
sobre este tema con el tı́tulo ciencia francesa, que con toda ingenuidad
habı́a propuesto a varias revistas. Trataba la cuestión de los pontı́fices
y el artı́culo fue juzgado como no publicable.
Una de las camarillas en cuestión la más poderosa sin duda, tenı́a
como lı́der al fı́sico Jean Perrin premio Nobel, subsecretario para la
investigación cientı́fica y creador del C.N.R.S. Poco satisfecho con los
importantes medios de los que ya disponı́a, ideó crear toda una jerar-
quı́a de medallas acompañadas de recompensas pecuniarias, desde la
gran medalla de oro hasta las medallitas de 10000 francos. El decreto
que instauraba este sistema se publicó en los periódicos al tiempo en
que Bourbaki celebraba su congreso Chançay; no era muy difı́cil ima-
ginar que la divisa de este iba a ser: “Nadie nos ganará en ingenio ni
a nosotros ni a nuestros amigos”. Éramos lo suficientemente ingenuos
49
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
Si la historia se hace como deseaba Struik, para los matemáticos de hoy y para
dignificar los grandes logros de la especie humana, hay que referirse a los aspectos
negativos del trabajo académico. Nuestros principios éticos y legales deben afi-
narse, y todos los dı́as debemos dedicar parte de nuestro tiempo a responder una
y otra vez las preguntas principales: ¿Lo estamos haciendo bien? ¿Estoy investi-
gando realmente? ¿Estoy formando camarillas? Como seres humanos que somos
caemos muy fácilmente en tentaciones y cometemos errores; necesitamos estar
siempre alertas y los relatos históricos nos ayudan en este punto.
El grupo Bourbaki, ¿ha sido una camarilla?
Los comentarios de Weil sobre las camarillas son aplicables a algunos de los
grupos de investigación, a algunas de las organizaciones académicas y en general, a
algunas de las modalidades de trabajo en equipo. Los equipos, ya se ha mencionado
varias veces, son indispensables, pues la interacción entre pares es la única garantı́a
para alcanzar buenos niveles de calidad; sin embargo, puede ocurrir, y con cierta
frecuencia sucede, la situación dual: no se acepta ser evaluado y se descalifica al
evaluador, señalándolo como “rosquero”.
Algo similar ocurre con las discriminaciones; pongamos por caso, un trabajo
de mala calidad, elaborado por una mujer. ¿Qué debe hacer un evaluador? Esta es
una de las razones por las cuales la evaluación es un proceso anónimo. El evaluador
no debe conocer la identidad del evaluado y este debe ignorar la de aquel; todavı́a
somos muy inmaduros, si sabemos que la persona a evaluar es una mujer, podemos
vacilar y, por ejemplo, evaluar sin rigor para que no nos acusen de despreciar a
las mujeres. Bueno, redondeemos y digamos que el asunto fundamental consiste en
dignificar a la especie humana y esto se hace también denunciando las situaciones
negativas, explicitando los errores, ası́ algunos de ellos lleguen a ser repugnantes.
50
Memorias
51
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
su oficio. Es como cuando un arquero como Higuita se concentra y ataja un. ¿Se
ha sentido avergonzado por ello esta estrella colombiana del balompié?
La manera en que Takeuti describe a Gödel el alegre es bien ilustrativa:
El Gödel que yo conocı́ era una persona muy alegre. Gödel se in-
teresó inmensamente en el problema que estaba trabajando en aquellos
años: mi conjetura fundamental.
Esto tipifica la actitud de Gödel en relación con otros matemáticos a lo largo de
su vida. Demostraba un gran interés en cualquier problema significativo propuesto
sin importar su origen, revisaba su significado propio desde sus inicios, y luego
presentaba sus propias ideas al respecto”.
Tratemos de explicitar el argumento de Takeuti. Mi imaginario al respecto es
ası́:
1. El imaginario popular sobre los académicos es muy diferente del que se for-
man los académicos unos de otros. Esto es ası́; porque como ya lo hemos
recalcado, entre pares se conocen mejor. Resulta natural que alguien como
Takeuti tenga una imagen más amable de Gödel que la que pueda tener al-
guien como yo que no pude relacionarme directamente con él, o de alguien
que haya oı́do hablar de él sin conocerlo directamente. Es como ya lo expli-
caba André Weil, no es lo mismo haber oı́do hablar de Nicolás Bourbaki que
haber sido uno de sus miembros más activos.
2. No obstante, esto no implica que todo par académico se imagine a otro
amablemente, ya hemos visto varios ejemplos; en las memorias de Takeuti
no aparecen ejemplos interesantes; no ası́ en las de Weil, donde se describe,
en forma bastante negativa, al gran matemático Ernst Vessiot, uno de los
creadores de la teorı́a de Galois diferencial. Weil fue su alumno en L’Ecole
Normal y le faltaba mucho a clases porque no lograba entenderle y no era
muy asequible. No es fácil lograr ser parte del cı́rculo de interlocutores de un
gran académico. Es entendible que en esto intervenga la personalidad de cada
quién; sin embargo, es más determinante el factor estrictamente académico: la
concentración. Un académico de excelente nivel trabaja simultáneamente en
más de un problema y lo hace casi permanentemente, no puede perder tiempo
en cosas que nada tienen que ver con su trabajo, se mantiene concentrado
y, por lo tanto, distraı́do en relación con otros asuntos, fácilmente puede
tropezar y caer, por ello no es frecuente verlos en los lugares preferidos de
todos. Y si además el académico padece de alguna enfermedad que debe
cuidar, su situación como persona se vuelve todavı́a más particular.
Cuando Takeuti abordó a Gödel, el japonés ya tenı́a varios problemas de
investigación, relacionados con la lógica y con su conjetura fundamental, la
cual explica en el apéndice B de sus memorias. No es necesario explicitar
el contenido de dicha conjetura, basta mencionar que en sus diálogos con
Gödel tenı́a suficiente material como para llamar la atención e interesar a
52
Memorias
este último; ası́ que Gödel, como era su costumbre, lo aceptó como uno de
sus interlocutores, no propiamente porque era “buena gente” -que lo era-,
sino porque Gaisi tenı́a entre manos varios asuntos que a Gödel le parecieron
bastante interesantes; tópicos que no le hacı́an perder su tiempo.
De hecho, buena parte de las investigaciones de varios matemáticos han es-
tado relacionadas con esta conjetura cuya prueba definitiva no se ha logrado
todavı́a.
A propósito de conjeturas, esta de Takeuti no tiene la popularidad alcanzada
por la de Golbach o la de Fermat (esta última ya fue resuelta). La razón es
muy simple: estas dos últimas pueden formularse de manera que cualquier
persona con cultura matemática básica pueda entenderlas. No sucede lo mis-
mo con la conjetura de Riemann, ni mucho menos con la conjetura de Takeu-
ti. Otro hecho fundamental corroborado una y otra vez por los historiado-
res es el papel fundamental de las conjeturas en el desarrollo de las teorı́as
matemáticas; son problemas bien formulados al interior de una teorı́a y cuya
solución no se logra de inmediato y que además atrae grandemente la aten-
ción por distinto tipo de razones, sobre todo porque se convierten en retos.
La famosa conjetura de Fermat fue resuelta hace poco por Andrew Wyles,
matemático inglés de quien André Weil solı́a comentar que con el tiempo
se formarı́a el imaginario según el cual habı́a sido él y no Wyles el exitoso
conquistador del problema de Fermat. Según Weil, la razón es bien sim-
ple: André Weil es más conocido que Andrew Wyles. Me parece que Weil
cometió con este comentario un error tal vez por orgullo, no hizo las cuentas
completas: los historiadores no permitirán que se produzca esta confusión,
mucho menos los documentos escritos. Creo, más bien, que se trata de una
broma. A estas alturas debe quedar bien claro que Weil era un extraordinario
tomador de pelo.
Bueno, Takeuti al parecer no lo es en modo alguno. Al menos su libro no
muestra esta faceta.
El pequeño libro de Takeuti, 135 páginas, está organizado en 10 capı́tulos,
dos apéndices, 4 notas introductorias, dos fotos y un cuadro final en el cual
aparecen, según la opinión de Takeuti, algunas de las mayores figuras de la
lógica entre 1845-1950, aproximadamente.
Algo que puede sorprender con esta lista es que no aparecen allı́ especialistas
en lógica categórica, como William Lawvere, Joachim Lambek, André Joyal,
Gonzalo Reyes, Eduardo Dubuc, Peter Johnstone y otros que han ensanchado
y engrandecido el mundo de las matemáticas y de la lógica; tampoco aparece
ninguna de las grandes figuras de la especialidad de Takeuti, como Schütte
o Troelstra.
La tranquilidad regresa cuando se entiende el contexto y el alcance de esta
obra; no es una autobiografı́a, tampoco es una historia, es una recopilación de
artı́culos elaborados por Takeuti para enaltecer la figura de Kurt Gödel, junto
53
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
con otros trabajos que por su temática podı́an incluirse en estas memorias.
Takeuti busca, también, motivar a sus compatriotas en el estudio de la lógica
y en particular en la teorı́a de la demostración.
El capı́tulo 9 nos ha llamado muy especialmente la atención. Son apenas dos
páginas en las cuales Takeuti hace una rápida descripción del libro Gödel
Remembered, publicado por Bibliopolis en 1987.
Es el mismo estilo básico que hemos querido utilizar en este libro:
Radiografiar varios documentos historiográficos tratando de enfatizar al-
gunos motivos históricos.
Este último libro, que Takeuti recomienda a todos sus paisanos, tiene 186
páginas y contiene 4 artı́culos, varias fotos y las notas complementarias de
los editores.
El primer artı́culo lo escribe Rudolf Gödel, hermano de Kurt y titulado
History of the Gödel Family. El segundo, titulado Remembrances of Kurt
Gödel, es de la autoria de Olga Taussky, matemática norteamericana ya
mencionada en relación con Emmy Noether y quien fuera compañera de
Gödel en Viena. El tercer artı́culo, firmado por Stephen C. Kleene, hace
referencia a las opiniones de Gödel en relación con varios de sus estudiantes en
1930. El último artı́culo de Georg Kreisel, tiene 122 páginas y hace referencia
a las Gödel’s excursions into intuicionistic logic. Takeuti resalta, en relación
con este último artı́culo, otra faceta importante de la personalidad de Gödel:
la humildad. El ejemplo que utiliza es el de referirse a Gerhard Gentzen como
un lógico mucho mejor que él.
Los diez capı́tulos del libro de Takeuti son los siguientes:
a) Sobre Gödel.
b) El trabajo de Paul Bernays y Kurt Gödel.
c) Hilbert y Gödel.
d) Pequeñas biografı́as de lógicos.
e) La teorı́a de conjuntos y tópicos relacionados.
f) De Hilbert a Gödel.
g) Axiomas de la aritmética y la consistencia. El segundo problema de
Hilbert.
h) Un informe sobre Gödel’96.
i) Leyendo “Gödel Remembered”.
j) Un tributo a la memoria del profesor Gödel.
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Memorias
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Una fundamentación de la historia de las matemáticas
hemos hecho sobre las categorı́as, podemos reformular uno de los sueños
de Kurt Gödel, al menos uno que tuvo durante su periodo platónico, en
la siguiente forma:
Digamos primero que Gödel siempre creyó en la teorı́a de conjuntos
verdadera, aquella que axiomatiza la estructura verdadera de “la cate-
gorı́a de los conjuntos”.
Su problema, el más importante de todos consistirı́a entonces en lo
siguiente:
Supongamos que existe una familia de categorı́as, llamémoslas catego-
rı́as de Gödel o gödelianas con la siguiente propiedad fundamental: en
una categorı́a de Gödel existen modelos para la teorı́a ZF, es decir, para
la teorı́a de conjuntos de Zermelo-Fraenkel, aquella que todos aceptamos
como la teorı́a básica.
Formulamos entonces la pregunta de Platón-Gödel: ¿Existe una catego-
rı́a gödeliana G y allı́, un modelo para ZF, llamemoslo C, de tal manera
que, dada cualquier otra categorı́a gödeliana H y un modelo D de ZF
en H exista un morfismo F entre las categorı́as G y H de tal manera
que D = F (C)?
Si la respuesta fuera afirmativa, tendrı́amos que la teorı́a de C serı́a, en-
tonces, la verdadera teorı́a de conjuntos, la soñada por Gödel y puesto
que C satisface los axiomas de ZF, la teoria de conjuntos serı́a ZF +
aquellos axiomas que se necesitan para caracterizar C en forma comple-
ta. La conjetura fundamental de Gödel se resumirı́a en la posibilidad de
poder encontrar C, el modelo platónico para la teorı́a de conjuntos.
iii) Una cuestión de originalidad. En algunas ocasiones, las disputas en el
mundo académico, por diferente tipo de razones, se desvı́an de su cauce
natural. Con cierta frecuencia, varios investigadores obtienen resultados
similares de manera independiente y aparece, en esta forma, una especie
de disputa por la paternidad: ¿quién fue el primero?
Un caso muy conocido, y que ha tenido el mayor de los impactos, es
la famosa disputa entre los seguidores de Newton, por un lado, los
seguidores de Leibniz, por el otro, ¿Quién fue el verdadero descubri-
dor o creador del cálculo? La mejor respuesta no es sino una: ambos.
Las dos escuelas llegaron, por caminos diferentes, con métodos bien
diferentes, a los mismos resultados básicos.
El relato de Takeuti muestra otro caso bien ejemplar: el primer gran
teorema de Gödel, el de la completitud del cálculo de predicados de
primer orden no es de Gödel, sino del gran matemático nórdico Thoralf
Skolem. El historiador Jan van Heijenoort, preparando su famoso libro
From Frege to Gödel, desenterró un artı́culo de Skolem de 1922. Según
van Heijenoort, el teorema de completitud de la lógica clásica de primer
orden se deduce como corolario de uno de los teoremas del artı́culo de
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Memorias
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Una fundamentación de la historia de las matemáticas
58
CAPÍTULO 4
Documentos tipo
Autobiografı́as y biografı́as
cortas
59
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
Nota preliminar 7
1. Esbozo introductor 9
2. Mi concepto del universo en la actualidad 14
3. Primeros esfuerzos 27
4. Excursión al idealismo 36
5. Rebelión pro pluralismo 55
6. Técnica lógica en matemáticas 66
7. Principia Mathemática (aspectos filosóficos) 75
8. Principia Mathemática (aspectos matemáticos) 88
9. El mundo Externo 105
10. La influencia de Wittgenstein 113
11. Teorı́a del conocimiento 132
12. Conciencia y experiencia 139
13. Lenguaje 151
14. Universales, particulares y nombres 163
15. Las definiciones de verdad 183
16. Inferencia no demostrativa 199
17. Mi apartamiento de Pitágoras 218
18. Algunas réplicas a la crı́tica 225
60
Autobiografı́as y biografı́as cortas
1. El sueño Pitagórico 9
2. La pesadilla del matemático 39
Al puro comienzo, retornando a Russell, se lee lo siguiente en el librito de Ray
Monk:
Lo primero que me llevó a la filosofı́a ocurrió a la edad de 11 años.
Este fue uno de los grandes sucesos de mi vida tan deslumbrante como
un primer amor, no habı́a imaginado que hubiera algo tan delicioso
en el mundo. Después de haberme aprendido la quinta proposición, mi
hermano me dijo que en general era considerada difı́cil, pero yo no
habı́a encontrado ninguna dificultad; esta fue la primera vez que se me
ocurrió que yo quizá podrı́a tener algo de inteligencia. Desde aquel mo-
mento hasta que Whitehead y yo terminamos Principia Mathemática,
cuando yo tenı́a 38 años, la matemática fue mi principal interés y mi
fuente principal de felicidad. Como toda felicidad, sin embargo, no es-
taba sin empañar. Se me habı́a dicho que Euclides demostraba cosas, y
me decepcionó bastante que comenzara por axiomas. En un principio
me rehusé a aceptarlos a menos que mi hermano pudiera ofrecer al-
guna razón para hacerlo, pero entonces me dijo: “si no los aceptas no
podemos continuar”, y como yo deseaba continuar acepté Pro Tem. La
duda acerca de las premisas de la matemática que sentı́ en ese momento
permaneció conmigo y dominó el curso de mi trabajo subsiguiente.
¿Quiénes pueden ser los lectores potenciales de esta formidable declaración?.
Los primeros, sin lugar a duda, los educadores matemáticos. Con su propia
experiencia, Russell, uno de los creadores de varias de las disciplinas filosófico-
matemáticas, nos ofrece aquı́, en pocas palabras, un tratado completo sobre edu-
cación matemática.
Hagamos explı́citas tan solo algunas cosas:
1. Sobre Ray Monk. Es realmente un especialista. Hubiera podido iniciar su
libro con otra referencia, pero no, lo hace justamente con esta que hemos
61
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
reproducido con la venia de la Editorial Norma. Eso es lo que sucede con los
especialistas: en general dan en el blanco; “El que sabe, sabe” dice un dicho
milenario.
Bueno, lo malo de copiar citas es que uno se queda mudo, no vale la pena
ningún comentario; es más, cualquier comentario tiende a dañar lo que se
quiere decir en lo que se cita. Aun ası́, digamos lo siguiente: La insoportable
piedad por el sufrimiento de la humanidad lo convirtió en un activista polı́tico
bastante influyente. Fue encarcelado por su actitud frente al sistema y por
su beligerante aunque muy pacifica oposición a las dos guerras mundiales;
organizó y presidió el famoso TRIBUNAL RUSSELL contra la guerra en
Vietnam, que ayudara extraordinariamente a la finalización de este conflicto;
visitó la Rusia de Stalin y regresó bastante desencantado, también viajó a
la China y no quedó muy convencido, apoyó en su momento las luchas de
62
Autobiografı́as y biografı́as cortas
las mujeres por alcanzar el derecho al voto; en fin, con toda su capacidad
y toda su pasión, no descansó un solo segundo en su denuncia contra la
injusticia y contra todo tipo de inequidad; su ansia de amor lo llevó varias
veces al matrimonio, y su búsqueda del conocimiento le hizo cambiar, en
varias oportunidades, sus diferentes puntos de vista.
Un ejemplo bien ilustrativo, acerca de estos cambios, es el que hace referencia
a la matemática:
Pitágoras pensaba que la matemática es el estudio de los números,
y creı́a que cada número era una entidad eterna e individual que
habitaba en un cielo suprasensible. Cuando yo era joven pensaba
algo parecido... pero el estudio diluyó poco a poco esta creencia...
resulta que los números no son más que una conveniencia verbal
y desaparecen cuando las proposiciones que parecen contenerlos se
escriben en detalle. Buscar los números en el cielo es por lo tanto
tan inútil como buscar “digamos” el éter.
...Todas las proposiciones de la matemática y la lógica son afirma-
ciones respecto al uso correcto de un número pequeño de palabras.
Si esta conclusión es válida entonces se la puede considerar como
un epitafio para Pitágoras” [MR, página 63].
Miren ustedes una de las grandes ventajas de las minibiografı́as escritas por
expertos: gracias a Ray Monk, gran conocedor de la cultura inglesa de finales
de siglo XIX y del siglo XX, se han podido tomar varias citas rápidamente,
aunque sin su permiso, para comprimir enseñanzas fundamentales de la vida
de Bertrand Russell, que engrandecen la especie humana.
La última es también muy importante, nos muestra a Bertrand Russell, inte-
lectual honesto, cambiando su punto de vista en razón a nuevos argumentos
y proponiendo sus ideas básicas sobre logicismo y sobre la filosofı́a analı́tica.
Todo esto aparece bastante bien elaborado en el capı́tulo 7 de su libro La
evolución de mi pensamiento filosófico, al cual nos referiremos a continuación.
Infortunadamente, no conozco al traductor Juan Nobella Domingo. Me parece
que ha logrado superar el difı́cil reto de mantener el estilo literario de Rus-
sell, que es completamente cautivante. Todos los capı́tulos resultan de lectura
agradable y salvo el cuarto, todos son fáciles de entender, son elementales.
Como antes, nos interesan algunos aportes básicos:
Russell sobresale como uno de los creadores de teorı́as filosóficas y filosófico
matemáticas.
Russell junto con Gottlob Frege, son los creadores de la teorı́a filosófico
matemática conocida con el nombre de logicismo.
Nos detendremos un poco en este tópico.
Ante todo, algunas afirmaciones de Russell.
63
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
64
Autobiografı́as y biografı́as cortas
65
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
Mientras buscaba una solución, pensé que esta habı́a de reunir tres
propósitos para que fuese totalmente satisfactoria. El primero, ab-
solutamente imperativo, que las contradicciones habı́an de desa-
parecer.
El segundo, altamente deseable, aunque no lógicamente obligato-
rio, que la solución habı́a de dejar intactas las matemáticas en la
mayor parte posible. El tercero, difı́cil de expresar con precisión,
que la solución al reflexionar habı́a de llamar a lo que puede de-
nominarse “sentido común lógico”, esto es que habı́a de parecer
al final precisamente lo que uno debı́a haber esperado siempre, de
estas tres condiciones, la primera está reconocida universalmente
por supuesto. La segunda, sin embargo, es rechazada por una gran
escuela que mantiene que grandes partes del análisis no son váli-
das como están. La tercera condición no se considera esencial por
lo que se conforman con la destreza lógica. El profesor Quine, por
ejemplo, ha expuesto sistemas que admiro grandemente en méri-
66
Autobiografı́as y biografı́as cortas
67
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
del libro de Russell es muy grande pero, para los propósitos que buscamos,
con las frases que hemos tomado tenemos ya suficiente ilustración sobre el
estilo y el contenido de esta pequeña obra. Como el nombre lo indica, es
una autobiografı́a intelectual, y ası́ no se relatan allı́ vivencias relacionadas
con la vida de Russell como ciudadano sino más bien como académico. No
aparecen en el libro sucesos importantes en la vida cotidiana del autor, como
los que tienen que ver con sus matrimonios; figuran más bien personajes como
Whitehead o Wittegenstein y hechos relacionados con las investigaciones
adelantadas por Russell con cada uno de ellos; hay un capı́tulo completo
dedicado al segundo autor.
En cada uno de los diferentes capı́tulos, Russell presenta, en forma contex-
tualizada y muy elemental, los diferentes aportes que él hizo a la filosofı́a
de la matemática o a la filosofı́a, y que según su manera de entender son
importantes. En este sentido, los capı́tulos 7 y 8 están dedicados a lo que
posteriormente se ha conocido con el nombre de logicismo.
A estos capı́tulos pertenecen las citas que hemos tomado de ese escrito y
que muestran el convencimiento de Russell acerca de la necesidad de refor-
mular toda la lógica y de fundamentar la matemática en esta disciplina. El
argumento fundamental es bien claro: la matemática se fundamenta en la
teorı́a de colecciones y esta última es contradictoria. Russell encontró un
aliado muy poderoso en David Hilbert, quien por su parte, y desde un pun-
to de vista diferente, emprendió la tarea de reorganizar todo el edificio de
las matemáticas, reconstruyendo, una por una, las diferentes teorı́as cono-
cidas en su época de esta disciplina. Russell aparece, entonces, como uno
de los promotores e iniciadores de este proceso de reorganización y de fun-
damentación, es un actor fundamental en esta “ruptura epistemológica”. El
papel de Russell en todo esto lo explica muy bien él mismo en su libro.
El relato es mucho más completo en otra obra de mayor alcance titulada
simplemente Autobiografı́a.
Como otro ejemplo interesante mencionamos la autobiografı́a de Saunders
MacLane, publicada en inglés por la editorial A.K. Peters, y cuyo titulo es
A mathematical autobiography.
Este simpático libro tiene quince partes:
1. Primeros años.
2. Primeras experiencias docentes.
3. Investigación en colaboración.
4. Los años de guerra.
5. Eilenberg y MacLane.
6. Años en Harvard.
7. Chicago en los cincuenta.
8. Desarrollos matemáticos.
9. La Academia Nacional de Ciencias.
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Autobiografı́as y biografı́as cortas
Además de estas quince partes el libro se inicia con un prefacio escrito por uno
de los más sobresalientes discı́pulos de MacLane: el geómetra y matemático David
Eisenbund. Hay además una nota del editor. Eisenbund, iniciando el prefacio es-
cribe lo siguiente:
¿Qué aspectos de la vida de este santo podemos comentar? Tal vez baste con
decir simplemente que la autobiografı́a de MacLane deberı́amos leerla todos los
interesados en el mundo de la matemática y en particular en el de la educación
matemática. Infortunadamente, no todos podemos acceder con facilidad a este tex-
to y ası́ vale la pena hacer algunos comentarios que de manera inevitable truncan
la riqueza del escrito original.
MacLane fue un gran matemático y un excelente administrador académico, un
burócrata académico ejemplar. En varios capı́tulos de su autobiografı́a se refiere
a esta actividad como algo fundamental en el proceso de fortalecimiento y desa-
rrollo de la actividad académica; él mismo desempeñó varios cargos, entre ellos,
presidente de AMS (American Mathematical Society). El capı́tulo 46 lo dedica
MacLane a comentar su experiencia en la AMS, en especial como presidente, du-
rante el periodo 1972-1974. Cuenta allı́ que su esfuerzo principal estuvo dirigido
hacia la polı́tica cientı́fica y a lograr que los académicos, a través de sus organi-
zaciones, pudieran intervenir en el diseño y la ejecución de estas polı́ticas. Según
MacLane, este fue el principal objetivo de su actividad como presidente de la
AMS. El balance que él mismo hace es muy satisfactorio, pues de hecho logró va-
rios propósitos, uno de los cuales, muy importante, fue la unificación de esfuerzos
con la MAA (Mathematical Asociation of America) y la NAS (National Academy
of Science) para la participación en el diseño de la polı́tica gubernamental sobre
ciencia y tecnologı́a. Las organizaciones académicas en Estados Unidos de America
y otros paı́ses son bastantes poderosas y contribuyen de una manera fundamental
al desarrollo de este importante ámbito de la cultura: el académico. En los paı́ses
69
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
como el nuestro, estas organizaciones son muy débiles porque son paı́ses manejados
por politiqueros a quienes el desarrollo académico no les interesa. Como lo señala
muy bien MacLane en su autobiografı́a, la administración es una de las compo-
nentes fundamentales de este mundo tan particular; se requiere administración,
pues sin organizaciones especializadas como las universitarias, los institutos, las
escuelas y facultades, las sociedades, los grupos académicos, etc., no es posible el
desarrollo de las actividades propias de la investigación y ojalá los administradores
sean también académicos.
Terminemos de referenciar a MacLane con una anécdota que ilustra otro punto
fundamental. Tiene que ver con otro de los grandes creadores de la teorı́a de
categorı́as, el profesor William Lawvere, quien visitó nuestro paı́s hace un buen
número de años. El propio MacLane la describe en su autobiografı́a en el capitulo
31. Lawvere aprendió los fundamentos de la teorı́a de categorı́as con Einlenberg en
Indiana y, según MacLane, Lawvere redescubrió por su propia cuenta varios de los
conceptos básicos de esta teorı́a, entre ellos el de adjunción. Una de las primeras
grandes ideas de Lawvere fue aquella de reconstruir la teorı́a de conjuntos tomando
como base la Teorı́a de Categorı́as, lo cual presupone una idea “contraevidente”:
los conjuntos no están determinados por sus elementos. Lawvere viajó a Nueva
York a estudiar con Eilenberg y le propuso a este último su proyecto. Sammy le
comentó la idea a MacLane en una de las visitas que este usualmente le hacı́a a
Eilenberg para trabajar conjuntamente. En una de las entrevistas de Lawvere con
MacLane, este último le comentó: “Bill, esto no puede funcionar. Usted no puede
trabajar con los conjuntos sin lo básico, los elementos”.
Meses después, Eilenberg le entregó a MacLane la tesis de Lawvere recomen-
dándole que la leyera con mucha atención. El comentario de MacLane sobre este
trabajo fue el siguiente:
70
Autobiografı́as y biografı́as cortas
71
CAPÍTULO 5
72
Biografı́as
73
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
74
Biografı́as
El tema central de este 1978 son las cartas a Egon Pearson, escritas por Neyman
en los años iniciales de la relación ente estos dos eminentes cientı́ficos. Reid mani-
fiesta un poco de curiosidad en relación con la actitud de Neyman frente a estas
cartas; este último no muestra demasiado entusiasmo hacia ellas a pesar de su
gran importancia histórica. Reid, conociendo muy bien sus propias limitaciones,
solicita el apoyo de Lehmann y ambos descubren varias cosas muy aleccionado-
ras: las cartas son un poco confusas y hay allı́ varias apreciaciones equivocadas.
Poco importan los detalles técnicos, lo fundamental allı́ son varios asuntos: 1) la
relación Pearson-Neyman produjo varios de los grandes teoremas de la estadı́stica
matemática; 2) la discusión entre Pearson y Neyman de los diferentes asuntos que
trataron conjuntamente no siempre fue clara y tampoco definitiva en cada momen-
to, evolucionó naturalmente y tuvo periodos de gran confusión, y en muchos casos,
tanto el uno como el otro manejaron puntos de vista erróneos; 3) en la época en la
cual se escribieron estas cartas, la herramienta epistolar continuaba siendo el prin-
cipal medio de comunicación entre las personas y muy particularmente entre los
académicos, las cartas constituyen una de las más valiosas fuentes de información
para los historiadores como se muestra en este caso de la relación entre Neyman
y Egon Pearson. Este importante medio de interacción está siendo transformado
por internet, pero seguirá siendo un medio de interacción muy útil e importante.
(B) En las partes tituladas con dos años, la autora presenta algunos sucesos
importantes en la vida de Neyman ocurridos durante ese periodo. Tomemos tan
solo un ejemplo: 1934-1937 (desde la página 141 hasta la página 148). Según la
autora, 1934 es el año en el cual se inician los acontecimientos básicos que con-
dujeron a la vinculación de Neyman con la Universidad de California en Berkeley
y que cambiaron “dramáticamente” el rumbo de los estudios estadı́sticos en los
Estados Unidos de Norteamérica:
1. En julio de 1934 se posesiona Griffith Evan como director del Departamento
de Matemáticas en Berkeley.
2. En el mismo mes de julio de 1934 se publica el artı́culo Sobre la teorı́a
estadı́stica de los errores; cuyos autores son W.E. Deming del Departamento
de Agricultura de los Estados Unidos, y Raymond Birge del Departamento
de Fı́sica de la Universidad de California en Berkeley.
3. En ese mismo año se inicia el largo y tortuoso proceso de búsqueda de un buen
candidato para contratarlo como investigador en estadı́stica matemática en
la Universidad de California en Berkeley, búsqueda en la que participan
Evans, Deming y Birge. En medio de esta actividad estos tres investigadores
fortalecen relaciones con el centro mundial de la estadı́stica de la época: The
University College of London. En este centro desarrollaron buena parte de
sus carreras académicas Karl Pearson y R.A. Fisher, considerados como los
grandes creadores de las disciplinas estadı́sticas básicas.
En el relato de Reid aparecen hechos interesantes entre los cuales destacamos
las diferentes opiniones de Deming, como consecuencia de sus visitas a Londres,
75
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
76
Biografı́as
la historia; hay que leer y al mismo tiempo imaginar, dos seres humanos ejemplares
juntos por primera ocasión. La maravillosa pluma de Reid nos ofrece multitud de
momentos deliciosos como este con el que acabo de emocionarme.
¿Qué sentirı́an los pobres de espı́ritu que descalifican a Reid porque nunca ha
demostrado un teorema?
El género biográfico tiene varias modalidades, las biografı́as escritas por Reid
muestran una primera; pertenece a aquellas que son escritas, en general, por
académicos que no tienen formación profesional en la disciplina del biografiado.
Esto ocurre con cierta frecuencia, como cuando algún periodista se interesa en
dar a conocer al público las actividades de cierto personaje importante en algún
ámbito académico. Claramente estas biografı́as tendrán cierta orientación común,
pues se hace mucho mayor énfasis en los aspectos de la vida cotidiana, sin dejar
de mencionar, claro está, los aspectos puramente profesionales. Estos documentos
son de un inmenso valor y contribuyen de una manera importante a difundir la
ciencia, en el caso de biografı́as de cientı́ficos, entre el gran público. Las biografı́as
de Reid son unos claros ejemplos de esta modalidad, la de Neyman tiene el tı́tulo
Neyman desde la vida, enfatizando ası́ la orientación.
Las cuatro biografı́as de Reid tienen otra importante caracterı́stica: la auto-
ra pudo recoger testimonios de personas que conocieron al biografiado, y del bi-
ografiado mismo en los casos de Courant, Neyman y Robinson. Esto les da otra
especificidad.
Por el contrario, los autores tienen que proceder de manera diferente cuando el
biografiado murió hace muchos años y no hay ningún ser vivo que pueda brindar
experiencias directas con el personaje en cuestión y valga la pena entrevistar.
Pedro Gálvez, autor de una de las biografı́as de Hypatia, lo explica un poco
dramáticamente:
Son tan pocas las fuentes sobre la figura de Hypatia, que una biografı́a
sobre esa mujer, que representó tanto el cenit como el ocaso de la cien-
cia antigua, se reducirı́a o bien a una serie de disquisiciones más o
menos ingeniosas sobre los magros datos históricos de que disponemos,
o a una exposición escueta de los mismos que tendrı́a que ir acom-
pañada de capı́tulos sobre temas diversos con el fin de alcanzar a duras
penas el volumen de un libro. [GP]
A pesar de las grandes limitaciones, los investigadores logran reconstruir los hechos
de una manera no trivial y en muchos casos con una buena dosis de originalidad
utilizando testimonios de otros ya desaparecidos; tal es el caso del profesor Gálvez.
Muchos de los grandes matemáticos desaparecidos hace ya siglos tienen sus bi-
ografı́as conocidas popularmente como “la biografı́a.” La de Pitágoras, por ejemp-
lo, es la de Peter Gorman. Esto no significa que sobre cada matemático exista una
única biografı́a; Pitágoras, pongamos por caso, ha sido objeto de muchas obras
biográficas, pero la más popular es la de Gorman. Hay muchas razones para ello,
la más fundamental es que reúne varias caracterı́sticas que tienen que ver con la
77
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
calidad: está muy bien documentada, es muy completa y además es muy agradable
de leer.
Cuando la biografı́a de un matemático es elaborada por un historiador con
formación académica como matemático, puede aparecer un enfoque bien distinto,
pues el énfasis puede estar dirigido hacia los logros investigativos y aparecerán
entonces detalles técnicos que no son fáciles de seguir incluso para muchas personas
matemáticamente cultas.
En la biografı́a del lógico Abraham Robinson, creador del análisis no estándar,
elaborada por Joseph Warren Dauben [DJW], aparecen muchı́simas referencias a
temas matemáticos cuya comprensión solo resulta posible para los especialistas.
En el capı́tulo seis del trabajo de Dauben, dedicado a la época en la cual Robinson
estuvo en Toronto, aparecen expresiones como la siguiente, la cual hace referencia
al libro escrito por Robinson titulado Teorı́as completas.
Muchos ejemplos ilustran este otro estilo: hay biografı́as escritas para los espe-
cialistas y no hay forma de evitarlo, el investigador que elabora la biografı́a debe
también desenvolverse eficientemente en el ámbito académico del biografiado. En
este caso que nos está sirviendo de ilustración el autor, profesor Dauben, es un
profesional de las matemáticas y una persona bastante bien informada sobre los
temas de investigación de Robinson.
Ası́ las cosas, el género biográfico ofrece una buena cantidad de posibilidades
de trabajo investigativo. Digamos, por ejemplo, que en Colombia no se han escrito
todavı́a las biografı́as que se necesitan. Hoy, junio de 2007, tenemos ya varios
matemáticos de reconocimiento internacional completamente desconocidos por el
público en general y también, infortunadamente, por otros académicos. ¿Quién
conoce a Alfonso Castro o a Jorge Cossio, fuera de los especialistas?
Terminemos este capı́tulo con algunos comentarios a la biografı́a de Galois,
elaborada por Leopold Infeld y que tienen como tı́tulo El elegido de los dioses. La
historia de Evaristo Galois. Existe una versión en castellano publicada por Siglo
XXI Editores, que circuló por primera vez en julio de 1974 [IL].
Infeld es un cientı́fico muy conocido por sus escritos divulgativos, en particular
por aquella obra maestra que escribió con Albert Einstein, donde se explican de
una manera bien elemental, muy rigurosa y muy amena, las bases de la fı́sica
moderna y de la teorı́a de la relatividad.
El trabajo de Infeld sobre Galois es del mismo estilo de las biografı́as de Reid,
escrito para el gran público. Una caracterı́stica muy especial de esta biografı́a es
que a lo largo del texto aparecen diálogos inventados por el biógrafo en los cuales
los partı́cipes son el propio Galois o algunos personajes de su entorno.
El siguiente dialogo ejemplifica esta caracterı́stica especial del libro de Infeld:
78
Biografı́as
79
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
Las razones que motivaron el suicidio del padre de Galois y los distur-
bios que se produjeron en su funeral, están descritos por Dupuy, que
supo de ello por miembros de la familia de Galois. Mi descripción es
congruente con la historia de Dupuy.
La carta del padre de Galois revela su verdadero motivo para suicidarse,
pero la carta misma es ficción.
¿Por qué este estilo? bueno, las razones son diversas. Me parece que lo fundamental
es lo siguiente: la historia también forma parte de la literatura. De hecho, todas las
comunidades académicas tienen sus propias literaturas y el estilo literario es fun-
damental. Hay que cautivar al lector, sobre todo para que continué leyendo; pero,
más importante que eso, para que se involucre con las comunidades académicas
relacionadas con lo que se describe.
Sin embargo, ya lo hemos señalado, hay que ser muy cuidadosos, por eso se
necesitan principios básicos que orienten nuestras acciones y nos impidan caer
en la pura charlatanerı́a. La obra de Infeld es sin duda una pieza literaria, una
especie de novela; pero, aunque está llena de ficciones, como recurso literario,
está muy lejos de ser mera imaginación. Es una obra muy bien documentada, y
ası́ sus ficciones quedan explı́citamente ubicadas como estilo literario. Este texto de
Infeld ejemplifica otra interesante posibilidad, un especialista cientı́fico escribiendo
como si fuera tan solo un literato.
Para terminar este capı́tulo, vale la pena proponer otro principio:
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CAPÍTULO 6
81
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
Una obra como esta, claramente del tipo “gran historia” puede ser un blanco
fácil de la crı́tica poco ilustrada. Alguien, por ejemplo, podrı́a señalar algo parecido
a lo siguiente:
“No es una historia de la matemática completa, no aparece ahı́ una sola refe-
rencia a la matemática en Colombia”.
Y alguien más podrı́a señalar:
“Tampoco hay ninguna referencia interesante al genio polaco Alfred Tarski”.
Sin embargo, el valor de un documento no se puede medir por fuera de las
intenciones del autor:
El curso escogido en los siguientes capı́tulos -explica Bell en su in-
troducción- lo determinan dos factores. El primero fue la petición de
muchos, principalmente estudiantes y maestros, para que hiciera una
amplia información del desarrollo general de las matemáticas, con una
referencia particular a los principales conceptos y métodos que en cierta
medida han sobrevivido. El segundo, una convivencia personal por va-
rios años con matemáticos creadores, tanto en matemática pura como
aplicada.
Siguiendo nuestros principios, en particular el de Dehn, debemos entender que
esta obra fue elaborada dentro de un contexto muy especı́fico y responde a unos
propósitos que el autor señala muy apropiadamente. El primero de ellos es el de
servir como un documento de consulta general y especı́ficamente para estudiantes
y profesores; este factor incluye un propósito pedagógico muy importante. No es un
texto, sino un libro que ha sido utilizado por multitud de estudiosos para entender
mejor ciertas teorı́as y técnicas matemáticas que sirven como modelo.
El matemático mexicano Juan José Rivaud, quien escribe una advertencia,
al principio de la obra de Bell en la versión que estamos comentando, brinda el
siguiente testimonio [BET]:
Hace ya muchos años se agotó la edición en español de esta obra
(FCE, 1949); durante este tiempo, para los que nos encontrábamos
82
Grandes Historias
83
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
Si por allá llovı́a, por aquı́ no escampaba. Una de mis experiencias más maravi-
llosas como académico tiene que ver con los debates en los años 1961-1965 en el
Departamento de Matemáticas de la Universidad Nacional entre Federicci, de un
lado, y todos los demás, del otro, incluyendo a Takeuchi, alrededor de la lógica
matemática. Aquı́ también tenı́amos y todavı́a existen contradictores de esta disci-
plina. Es pura “garabatologı́a”, señalaban algunos -todavı́a hay quienes lo hacen-,
“no sirve para nada”, orquestaban otros o “eso es muy difı́cil, solo es para genios”,
añadı́an otros cuantos sarcasticamente, y Federicci aguantando el chaparrón. Es
la eterna historia de los pioneros como Russell y Federicci, ilustran sobre lo nuevo
teniendo que soportar el embate de la tradición; verdaderas batallas simbólicas
que no tienen ganadores ni perdederos pero, sobre todo, donde no hay muertos
ni heridos, solo el látigo de la argumentación, de los hechos y de los datos. Para
eludir un poco esta “persecución”, Federicci tuvo que emigrar a la Facultad de
Ciencias Humanas.
Pero el ejemplo de la lógica es apenas eso, un ejemplo. Bell lo muestra tam-
bién para el caso de la probabilidad, aunque aquı́ esta nueva actividad académica
contó con un aliado muy poderoso: la mecánica cuántica fundamentada muy clara-
mente en aquella disciplina matemática.
La tercera parte del capı́tulo final aparece de una manera muy natural después
del relato sobre la lógica, que concluye con el famoso teorema de Gödel sobre la
incompletitud de la aritmética, el sueño de Leibniz, encajonado en la expresión
calculemos, como la vı́a segura para dirimir las disputas, llegó a su fin. No hay
certeza en matemáticas, solo podemos predecir probabilidades y el libro entero,
como una apoteosis a esta nueva ciencia, termina con la presentación de cómo se
construyeron las bases de las teorı́as sobre el azar.
Hay formas muy sutiles de descalificar una disciplina académica y esto también
forma parte de la historia del mundo académico.
Bell nos presenta otro ejemplo bastante interesante que no podemos dejar de
mencionar porque la técnica de descalificación que se utiliza es bastante univer-
sal y a veces muy sutil podemos nombrarla como “descalificar una investigación
descalificando a un individuo”.
Uno de los grandes iniciadores de los métodos estadı́sticos es el profesor inglés
R.A. Fisher, quien entre otras muchas cosas utilizó sus métodos en el ámbito de la
educación. El celo de algunos educadores no se hizo esperar y se inició una fuerte
reacción, en los Estados Unidos, para impedir que estas nuevas técnicas penetraran
el apacible mundo de las escuelas y colegios. Un celoso educador publicó, en una
revista dirigida a educadores, un artı́culo en el cual aparecen varias menciones
relacionadas con la supuesta incompetencia de R.A. Fisher. Bell recurre al experto
H. Hotelling, a quien le pide prestada una expresión que nosotros, a nuestra vez,
nos la apropiamos en parte:
84
Grandes Historias
85
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
vez en 2002, y cuyos editores son los historiadores Joseph W. Dauben, a quien ya
hemos mencionado, y Christoph Scriba, a quien nos referimos en este escrito por
primera vez [DWJ2]. Este precioso volumen de 689 páginas, dedicado a la historia
de la matemática, y a la memoria de Kenneth O. May, tiene las siguientes partes:
Parte I. Paı́ses
1. Francia
Jeanne Peiffer 3
2. Paı́ses Bajos
Paul Bockstaele 45
3. Italia
Humberto Bottazzini 61
4. Suiza
Edwin Neuenschwander 97
5. Alemania
Menso Folkerts
Christoph Sriba
Hans Wassing 109
6. Escandinavia
Kirsti Anderson 151
7. Islas Británicas
Ivor Grattan Guinness 161
8. Rusia y otros paı́ses soviéticos
Sergei Demidov 179
9. Polonia
Stanislav Domoradzki
Zofia Pawlikowska-Brozek 199
10. Paı́ses bohemios
Lubos Novy 205
11. Austria
Christa Binder 213
12. Grecia
Crhistine Phili 221
13. España
Elena Ausejo
Mariano Hormigón 231
14. Portugal
Luis Saraiva 239
15. Las Américas
Ubiratan D’Ambrosio
Alejandro Garciadiego
Joseph W. Dauben
Craig Fraser 249
86
Grandes Historias
16. Japón
Sasaki Chikara
17. China
Liu Dun
Joseph Dauben 297
18. India
Radha Charan Gupta 307
19. Paı́ses Árabes, Turquı́a e Irán
Sonja Brentjes 317
20. Palabras finales
Joseph Dauben
Jeanne Peiffer
Christoph Scriba 329
Parte II. Fotografı́as y biografı́as
Fotografı́as 343
Biografı́as 351
Parte III. Abreviaciones, bibliografı́a e ı́ndice
Abreviaciones 583
Bibliografı́a 591
Índice 645
Esta lista debe servirnos para hacer nuestras propias consultas a través de internet;
para eso la colocamos.
Iniciemos los comentarios sobre esta obra conjunta diciendo que la bibliografı́a
ocupa desde la página 591 hasta la 643, lo que muestra el importante desarrollo de
nuestra disciplina. En este ı́ndice figura nuestro colega Luis Carlos Arboleda, con
su trabajo Dificultades estructurales de la profesionalización de las matemáticas
en Colombia.
En la primera parte, dedicada a los paı́ses se presentan, en forma por lo demás
bastante completa, pequeños relatos acerca de cómo han evolucionado las investi-
gaciones históricas en cada paı́s.
Las biografı́as están incluidas entre las páginas 341 y 578, y aparecen allı́ varios
de los historiadores que hemos nombrado en este escrito. En la biografı́a de Bell,
como en las demás, se encuentran datos muy importantes pero también curiosos
y muy probablemente muy poco conocidos. Yo, por ejemplo, no sabı́a que habı́a
nacido en Escocia y que fue un novelista del género de la ciencia ficción; tampoco
tenı́a conocimiento de que ocupó el cargo de presidente de la MAA (Mathematical
Association of America). En la de Max Dehn se informa que resolvió dos de los
famosos problemas de Hilbert, sufrió la persecución de los nazis por su origen
judı́o y tuvo que emigrar a los Estados Unidos como muchos otros académicos. No
aparecen allı́ personajes que todavı́a viven y por eso no se encuentran las biografı́as
de Constance Reid, ni la de Renata Tobies, ni la de Luis Carlos Arboleda. Los
grandes historiadores de la matemática, ya desaparecidos, figuran en esta parte del
libro y las fotografı́as que aparecen en el libro pertenecen a varios de ellos. Resulta
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Grandes Historias
89
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sobresalientes e influyentes:
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Grandes Historias
91
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
92
Grandes Historias
Una mirada rápida a este ı́ndice muestra las inmensas posibilidades para de-
sarrollar esta anfibiosis:
Historia + Educación.
93
CAPÍTULO 7
Investigación primaria
94
Investigación Primaria
Primario
versus.
Secundario.
Nuestro trabajo, el presente trabajo, está lleno de comentarios originales; pero co-
mo documento historiográfico es de tipo secundario; toda la información histórica,
excepto las menciones personales y a casos nacionales, es tomada de otros autores;
y esto se hace para ilustrar algún asunto; como lo que estamos haciendo en este
momento, ilustramos la diferencia entre primario y secundario tomando los casos
de Tobies y Reid. Insistamos, el artı́culo de Tobies no es secundario en razón a su
calidad o a su originalidad; es un excelente trabajo, de una gran originalidad; pero
como documento historiográfico es de tipo secundario, lo dijimos en su momento,
el propósito de Tobies era presentar un tema de la mayor importancia, difundir
un punto de vista al respecto y sustentarlo: las mujeres pueden tener un gran éxi-
to como trabajadoras en el mundo académico de las matemáticas a pesar de las
dificultades que se les puedan atravesar, y un magnifico ejemplo es el de Emmy
Noether.
Un mismo investigador puede elaborar documentos primarios y documentos
secundarios; de hecho, todo investigador encuentra la necesidad de trabajar en
estos dos campos, aunque algunos prefieran mantenerse en el ámbito primario
todo el tiempo; de nuevo, no es difı́cil encontrar ejemplos de todos los tipos.
Tomemos el ejemplo del investigador Thomas Hawkins de la Universidad de
Boston, ganador del premio Chauvenet de la MAA en 1997 y autor de la extraor-
dinaria obra Emergence of the History of Lie Groups. An Essay in the History of
Mathematics 1869-1920, cuya primera edición apareció en 2000 por la Springer-
Verlag.
Aunque el ı́ndice no lo dice todo, informa de una manera muy clara y concisa,
incluso el resumen siguiente:
95
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
Y un poco más adelante el autor remite al artı́culo de D. Rowe The Early geome-
trical Works of Felix Klein and Sophus Lie, donde el lector puede encontrar una
mayor información biográfica sobre estos dos grandes matemáticos; en esta forma
y desde la intención del autor, el mismo tı́tulo lo ratifica, el libro no es pues ni un
trabajo biográfico, ni unas memorias, ni un gran relato a pesar de su extensión de
564 páginas, es una investigación histórica bien delimitada: el tema conocida hoy
dı́a como la teorı́a de Lie en un perı́odo restringido entre los años 1869 y 1926.
Esta obra es una perfecta combinación entre lo primario y lo secundario. Si
examinamos cualquier capı́tulo, pongamos por caso el quinto, cuyo tı́tulo es Killing
and the Structure of Lie Algebras, confirmaremos esta perfecta simbiosis:
Desde esos años en adelante figuran por lo menos otros 18 artı́culos, el último
de los cuales, de 1999 se titula Weyl and the topology of Continuous Groups,
al que le siguió el libro que estamos comentando el cual apareció, por primera
vez, como ya lo dijimos en 2000. Todos estos artı́culos forman parte de la
investigación primaria del autor y cualquiera de ellos amerita gran cantidad
de comentarios.
2. El artı́culo Wilhelm Killing and the Structure of Lie Algebras, publicado en
1982 en Archive for history of Exact Sciences, se parece mucho al capı́tulo
5 del libro que estamos comentando. Si no se tratara del mismo autor cali-
ficarı́amos este hecho de plagio; sin embargo, es el caso de un investigador
tomando información previa de él mismo. En otras palabras, el artı́culo de
1982 es información primaria, mientras que el capı́tulo 5 del libro que estamos
comentando es secundaria. Para ilustración mı́a y del lector, copiaremos
aquı́ el ı́ndice de cada uno de estos documentos:
Artı́culo
96
Investigación Primaria
Capı́tulo 5
97
CAPÍTULO 8
98
Historia de las matemáticas elementales
Olimpiadas de matemáticas:
La matemática elemental es aquella que se puede trabajar con estudiantes y
profesores de las escuelas y colegios.
En esta definición, producto de muchos años de experinecia, se pueden destacar
varios puntos importantes:
1. El “se puede trabajar” equivale a expresiones del tipo “se puede construir o
reconstruir”. Los investigadores que trabajan en el proyecto de olimpiadas
escolares, como los profesores Marı́a Falk de Losada, Joaquı́n Valderrama y
Marı́a Losada en el caso de Colombia, construyen conocimiento matemático
nuevo o ya elaborado, en colaboración con estudiantes y profesores de las
escuelas y colegios que participan en el proyecto; realizan auténtica inves-
tigación matemática solo que a nivel elemental. Construyen o reconstruyen
conocimiento.
99
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
100
Historia de las matemáticas elementales
El primer comentario sobre este listado de problemas es que todos están asociados
a nombres de matemáticos muy reconocidos y que adelantaron sus investigaciones
en épocas pasadas, esto corresponde a un capı́tulo importante de las matemáticas
elementales, la de los grandes matemáticos de siglos pasados. Esto parece bastante
razonable pues en siglos pasados el desarrollo de la matemática no era muy grande
y todos los matemáticos utilizaban poca información. ¿Podemos afirmar de todos
ellos que por tal razón no fueron grandes matemáticos? Es difı́cil decir algo tan
ridı́culo sobre Euler como descalificarlo por elemental, al igual que a Pitágoras o
a Newton. Todos ellos fueron grandes matemáticos y a la luz de los desarrollos
contemporáneos todos ellos son elementales. La matemática elemental se ha vuel-
to, entonces, una especialidad; es la especialidad matemática con mayor tradición
y cuando nos referimos aquı́ a la falta de documentos historiográficos sobre es-
ta actividad investigativa queremos decir “moderna y contemporánea matemática
elemental”, como la que hacia el profesor canadiense H.S.M. Coxeter en años re-
cientes, o como la que hacen los también profesores canadienses Ross Honsberger
y John Rugby, y los miembros de los equipos de investigación que trabajan con
niños y niñas y adolescentes.
En algunos de los ejemplos que menciona el profesor Dörrie se hace referencia a
varias posibles soluciones dadas por diferentes matemáticos que pueden, en ciertas
ocasiones, ser idénticas.
Tomemos el ejemplo del problema # 11.
Determinar la suma
S = 1p + 2p + 3p + · · · + np ,
101
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
digamos de ella algo bien sencillo: desde ya, ella tiene asegurado un puesto en el
mundo laboral.
La definición que maneja el profesor Dörrie no tiene nada que ver con los niños
o las niñas, solo con los prerrequisitos, y en este sentido complementa la de Yaglom:
Esto mismo ocurre con el libro del profesor Ross Honsberger cuyo tı́tulo es: Episo-
dios en la geometrı́a euclidiana de los siglos XIX y XX [HR].
En este último trabajo se muestra a la geometrı́a euclidiana en toda su vitalidad
y como una disciplina en desarrollo, contradiciendo a los que lanzaron la consigna
“Muerte a Euclides”, la cual infortunadamente todavı́a domina algunas mentes. La
disciplina matemática más antigua se mantiene vigente, con sus propios problemas
que retan a quienes la cultivan, como es el caso del profesor Ross Honsberger; es
falso el imaginario según el cual la geometrı́a euclidiana se acabó con el surgimiento
de la geometrı́a no euclidiana.
Un solo ejemplo será suficiente para ilustrar cómo todavı́a se pueden seguir
formulando nuevos teoremas sobre triángulos y cı́rculos:
Teorema de Hiroshi Haruki. Supóngase que cada dos de tres circunferencias
C1 , C2 , C3 se cortan en exactamente dos puntos. Llamemos A, B los puntos de
corte entre C1 , C2 ; C, D los de C1, C3 y E, F los de C2, C3. Entonces vale la
siguiente identidad:
AE CB F D
=1
CE F B AD
Honsberger, infortunadamente, no especifica la fecha de formulación por primera
vez de este teorema, pero comenta que el profesor Haruki fue su colega en Toronto,
universidad a la cual ha estado vinculado Honsberger desde 1964; ası́ pues, el
teorema que estamos poniendo como ejemplo es un resultado contemporáneo de
geometrı́a elemental.
Algo fundamental es tomar conciencia de la importancia de la matemática
elemental, especialmente como una herramienta para la formación del talento
matemático temprano, como lo hacen los proyectos Olimpiadas, Semicı́rculo y
todos los Semilleros.
Otro de los grandes de la matemática elemental, el profesor Harold Scott Mac-
Donald Coxeter, responde a la pregunta de si la Geometrı́a Elemental esta muerta
en la siguiente forma [AD&AG]:
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Historia de las matemáticas elementales
103
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
3. ¿Pueden modificarse un poco las reglas para obtener otro juego interesante?
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Historia de las matemáticas elementales
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Epı́logo
106
Epı́logo
107
Referencias
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108
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109
Una fundamentación de la historia de las matemáticas
en junio de 2007, texto transcrito en LATEX 2ε