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DERECHO PENAL DEL TRABAJO: LINEAMIENTOS BÁSICOS

PARA SU COMPRENSIÓN.
Por: Julián R. Lescano Cameriere, Diego J. Tula*

“Cuando el Derecho laboral es ineficaz para conservar inalterable el


orden jurídico de las relaciones de trabajo, viene en su auxilio el Derecho
penal con sus sistemática dominadora, rígida, inexorable”.
Trueba Urbina, A: “Derecho Penal del Trabajo”, México, 1948.

I. Introducción / II Antecedentes / III. Concepto / IV. Sujetos / V.


Autonomía vs. Dependencia / VI. Fundamento de la protección penal / VII.
Contenido y regulación jurídico – legal / VIII. Conclusiones.

I.- Introducción
Las múltiples y complejas relaciones entre las partes: Estado, empresa,
trabajadores, sociedad, hace que se establezca toda una trama de vincula-
ciones, cuyas violaciones obligan la intervención del poder punitivo estatal.
De esta manera, la inmersión de las normas del Derecho Penal en otras
ramas de la ciencia jurídica dio lugar a lo que hoy día conocemos como
“Derecho Penal Tributario”, “Derecho Penal Económico”, etc.
Nos toca en esta oportunidad referirnos al Derecho Penal del Trabajo.
No pretendemos en éstas líneas construir una sistematización orgánica de la
disciplina en estudio, sino simplemente acercarle al lector los conceptos bási-
cos que engloban esta rama especial.

* Los autores se desempeñan como Juez y Secretario del Tribunal de Trabajo nº1 de San
Isidro.

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II.- Antecedentes recurso frecuente. En 1902 con la ley 4144 de Residencia, la actividad labo-
ral colectiva fue objeto directo de represión penal. El gobierno militar median-
Es frecuente encontrar opiniones que ubican los antecedentes inmedia-
te la sanción del Decreto 9/76 suspendió la actividad sindical y el derecho de
tos de esta nueva disciplina en la época moderna, con el advenimiento del
huelga (ley 21.261), interviniendo distintas agrupaciones de trabajadores. En
derecho de trabajo propiamente dicho, estableciéndose una serie de sancio-
el año 1976 se sancionó la ley 21.400 que creaba numerosos tipos delictivos
nes penales de carácter laboral.
laborales (instigación a la huelga y al lock out, incumplimiento de la concilia-
Sin embargo, desde los comienzos mismos de la historia del derecho ción laboral , despido por detención ilegal, entre muchos otros).
pueden hallarse vestigios de la incriminación de conductas laborales. El códi-
Nuestro Código Penal posee un capítulo relacionado con el tema, al
go asirio-babilónico, anterior en casi veintidós siglos a la era cristiana, el códi-
cual denomina “Delitos contra la libertad de trabajo y asociación”, donde se
go hindú (trece siglos antes de Cristo) y el derecho hebraico traen datos al
tipifican la compulsión ilícita a la huelga o al “boicot”, al “lock out”, la compe-
respecto.1
tencia desleal y la compulsión a asociarse, o a abandonar a una sociedad
En Roma, atento la naturaleza que revestía el derecho del trabajo (debi- obrera o patronal.
do ello al carácter que ostentaban los asalariados-esclavos) no existen atis-
En lo que hace al derecho comparado, en la actualidad el Derecho
bos de esta disciplina.
Penal Laboral integra casi todas las legislaciones de los países desarrolla-
En la Edad Media, el auge de las comunas hacía que se multiplicaron dos, tendiendo a dar la más amplia protección al trabajador, al empresario y
las penas laborales. Más precisamente en Italia los estatutos respectivos a la sociedad. El Código Penal Español, entre muchos otros, dedica un títu-
legislaban sobre trabajo y sancionaban su incumplimiento, logrando en los lo específico a los “Delitos contra los derechos de los trabajadores”.
hechos un cuerpo normativo que regulaba acciones penales de carácter
Cabe preguntarse en orden a esta cuestión si el art. 158 del Código
laboral.2
Penal Argentino resulta en la actualidad suficiente para regular el amplio
No fue sino hasta mediados del siglo XIX –con el surgimiento del movi- escenario que abarca la disciplina que tratamos.
miento sindical- donde se hizo patente la figura del Derecho Penal del
Trabajo. En un interesante trabajo Arese señala que en Inglaterra se sancio-
nó penalmente el delito de conspiracy cometido al incurrirse en una coalición III. Concepto
obrera, hasta su abolición en 1894. El delito de piquetear (picketing) persis-
Autores clásicos españoles e italianos han ensayado distintas definicio-
tió hasta 1875 para quedar reducido a los actos violentos. En Francia, por su
nes del Derecho Penal Laboral. Para Pérez Llenero es “el conjunto de nor-
parte, se registra hasta su derogación el derecho de coalición y de huelga en
mas jurídico-laborales que regulan el ejercicio del poder punitivo del Estado
1864.3
conectado con el delito laboral como presupuesto, la pena laboral como con-
Indica el citado autor que en nuestro país la organización sindical fue secuencia jurídica”.4 Vanini encara el concepto desde dos aspectos: en sen-
perseguido con políticas represivas que utilizaron la penalización como tido lato y en sentido restricto. Desde este último punto de vista lo ha concep-
tuado como “un conjunto de normas jurídico-penales dirigidas a tutelar la
economía pública a través de la discriminación de actividades que tiendan a
alterar arbitrariamente las relaciones entre el capital y el trabajo, así como el
1 Gatti, T, “Sviluppo storico del Diritto penale del lavoro”, en Giustizia Penale, 1936, 3ª parte, 2ª
de la 5ª serie, fasc. 9.
2 Gatti, T., “Il Diritto penale del lavoro negli statuti italiani dei secoli XII-XVI”, en rev. Dir. Del Lav.,
1937, I, págs. 231 y sgtes. 4 Pérez Llenero, “Derecho penal del trabajo español”, separata del Anuario de Derecho Penal y
3 Arese, Mauricio C., “Derecho penal del trabajo y de la seguridad social”, D.T. 2005-A, p. 431. Ciencias Penales, Madrid, 1949, p. 6

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orden y la disciplina de éste, con el consiguiente peligro o daño para la mar- Derecho Penal del Trabajo responden a las distintas realidades que les tocó
cha normal de la producción”; y en sentido lato se refiere a “la esfera del vivir a cada autor, conforme los sistemas políticos y normativos imperantes.
Derecho Penal común del trabajo y a las normas relativas al Código Penal Y ello así debido a las grandes tensiones y mutaciones que registraron (y aún
(como la suspensión de los servicios o el abandono individual o colectivo del continúan haciéndolo) las dos disciplinas que engloban nuestra materia: el
trabajo en el ejercicio de un servicio público o de necesidad pública), así Derecho Penal y el Derecho Laboral.
como las reglas jurídicas esparcidas en leyes especiales que consideran la
obligación de disciplina”.5
IV. Sujetos
Más cerca, ya en la etapa contemporánea, Baylos Grau y Terradillos
Basoco señalan que se trata de delitos previstos por el Derecho Penal que Los sujetos en el Derecho Penal y, por consiguiente, en el Derecho
se refieren a hechos que afectan el ordenamiento jurídico de la libertad de Penal Laboral, pueden ser activos o pasivos, según sean víctimas o victima-
trabajo, y las garantías y la convivencia dentro del proceso económico indus- rios (abarcando en consecuencia tanto la actuación del empleado y del
trial, que puede producirse en virtud de disposiciones de la propia legislación empleador –en el aspecto individual- como así también de las empresas y
del trabajo, que prevén sanciones penales para el caso de incumplimiento de sindicatos –en el orden colectivo-).
las obligaciones de hacer o de no hacer, las cuales revisten carácter impera-
La persona humana no tiene, en punto a responsabilidad, mayores pro-
tivo.6
blemas. En cambio la cuestión ha suscitado grandes polémicas en lo que
Arroyo Zapatero lo define como el conjunto de preceptos penales crea- hace a la imputación de responsabilidad de las personas jurídicas y los crite-
dos para garantizar la efectividad de las normas declarativas y ordenadoras rios para determinar si son responsables por los hechos cometidos. Excede
destinadas a tutelar a los trabajadores.6a el objeto de este trabajo adentrarse en tal discusión, aunque cabe manifes-
tar que la mayoría de la doctrina se inclina por aceptar la responsabilidad
En nuestra doctrina nacional, Krotoschin entiende como Derecho Penal
penal de aquellas.8
a “todo el conjunto de normas jurídico-penales, de carácter represivo, desti-
nadas a defender, en primer término, el orden jurídico-laboral público contra
actividades individuales que alteren arbitrariamente ese orden”. Al igual que
Vannini, también lo considera en sentido amplio y en sentido estricto. En el
primero se involucran los delitos dirigidos contra la política económica y 8 En un fallo reciente, se discutió en la Corte Suprema de Justicia de la Nación dicha cuestión
social del Estado (huelga, lock-out, boicot, etc); en el segundo se compren- (F 572 XL, Fly Machine S.R.L. s/ rescurso extraordinario). La sala I de la Cámara Nacional de
den las violaciones contra normas del Derecho administrativo laboral, que si Casación Penal rechazó el recurso interpuesto por la Dirección General de Aduanas al sostener
son delitos no es por contrariar la política estatal, sino por no observar la dis- “...la imposibilidad de que las personas jurídicas puedan ser sujetos pasibles de la aplicación de
ciplina establecida en el propio interés de los afectados.7 sanciones en sede judicial por la comisión de un delito determinado, en el caso, tentativa de con-
trabando documentado. Esta interpretación –indica- surge del criterio expuesto en los fallos
De la lectura de estas líneas puede advertirse que las definiciones del 305:246 y, asimismo, consideró que la irresponsabilidad penal de los entes ideales encuentra
sustento en el principio “societas delinquere non potest” en la medida que el delito es una mani-
festación humana que sólo puede ser atribuida a una persona física. Sin embargo, como conse-
cuencia del principio de la “doble jurisdicción” en materia de contrabando que la Corte recono-
5 Vanini, O, “Diritto penale del lavoro”, en Trattato di Diritto del lavoro de Boris-Pergole, T. 4, ció, incluso, con posterioridad al precedente citado, la Cámara no descartó la posibilidad de san-
cionar a la sociedad una vez juzgado y eventualmente condenado Gerardo González, en orden
págs. 271 a 273.
al delito que se le imputa por su conducta como socio gerente de “Fly Machine S.R.L.”, con las
6 Baylos, Antonio y Terradillos, José, “Derecho Penal del Trabajo”, Trotta, Madrid, 1998, p. 31. penas o medidas de seguridad contempladas en los artículos 876, apartado 1, inc. g) e i), 887 y
6a Arroyo Zapatero, Luis, “Manual de derecho penal del trabajo”, Barcelona, 1988, p. 10 888 del Código Aduanero, de carácter accesorio a la pena privativa de libertad previamente
impuesta”. El Superior Tribunal, por mayoría, resuelve rechazar el recurso por cuestiones for-
7 Krotoschin, E., “Instituciones de Derecho del Trabajo”, Bs. As., 1937, T. II, págs. 305 y 306 males, pero la cuestión ya se halla instalada en los estratos superiores de la Corte Suprema.

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V. Autonomía vs. dependencia VI. Fundamento de la protección penal.
Se discute si esta nueva disciplina debe ser considerada como derecho El fundamento de la protección penal radica en el propio carácter de las
autónomo o forma parte del Derecho Penal o Laboral. normas laborales como normas que requieren un sistema reforzado de san-
ciones para prevenir su ineficacia.
En la doctrina mexicana, Trueba Urbina indica que “...igualmente puede
hablarse del Derecho Penal del Trabajo, con características de autonomía, La desigualdad negocial inicial y el estado de hiposuficiencia económi-
en cuanto tutela concretamente el orden jurídico y la disciplina en las relacio- ca en que se encuentra la parte más débil de la relación subordinada, trae
nes laborales”. Señala asimismo que “...es disciplina derivada del Derecho consigo aparejada la sanción de normas de carácter indisponible e irrenun-
penal y del Derecho laboral, cuyos postulados de carácter económico-social, ciables. Sin embargo, la desigualdad subsiste y con ella el riesgo de la inefi-
en correspondencia, se mezclan armónicamente; como consecuencia de cacia de la tutela legal y colectiva. Señala Treviño Ghioldi13 que frente a este
esta euritmia jurídica se forma el Derecho penal del trabajo, a manera de un riesgo resultan en principio insuficientes las sanciones civiles de carácter res-
tertium genus entre uno y otro, pero sin que esto presuponga hasta ahora titutorio o resarcitorio, entre otras razones porque cuando más débil es la
autonomía científica”.9 Para De Litala no constituye tampoco una ciencia posición contractual del trabajador, más grave suele ser el incumplimiento y
autónoma del Derecho, pues para ello le faltan los requisitos propios; pero más probable la reacción individual frente al mismo. Y es justamente la san-
puede estimarse como una parte especial de la rama más vasta de la cien- ción aflictiva la que permite hacer inviolable la imposición de restablecer
cia del Derecho, tanto del Derecho penal como del laboral.10 moralmente la situación anterior a la violación o, desde una perspectiva
menos retributiva, prevenir el incumplimiento a través de una intimidación efi-
Por el contrario, Cabanellas considera que configura un Derecho autó-
caz.
nomo.11
Mariano Tissembaum supo advertir también respecto de un lazo cada
vez más cercano entre ambas instituciones, al incluir en el derecho laboral VII. Contenido y regulación jurídico-legal.
normas criminales destinadas a asegurar su tutela.12
Señala Ferreirós que antiguamente se solía abordar el tema con el nom-
Por nuestra parte nos permitimos afirmar que quizás resulte algo apre- bre de Derecho Penal Social, definiéndolo como un conjunto de normas jurí-
surado hablar del Derecho Penal del Trabajo como una rama desligada (vale dico-penales, de carácter represivo, destinadas a defender el orden jurídico
decir, con plena autonomía científica) respecto de aquellas que la componen. laboral público contra actividades colectivas que alteren arbitrariamente ese
Sin embargo, la cuestión se encuentra ya instalada en el campo doctrinario, orden. Así, se hacía referencia a la huelga, al “lock out”, al obstruccionismo,
cuyo debate seguramente enriquecerá las conclusiones que de él se des- a la ocupación de fábricas, al trabajo a desgano, al sabotaje, etc.14
prendan.
Sin embargo, indica la autora citada, que el campo que limitaba en
aquel entonces a esta rama se vio expandido tanto al aspecto “individual” de
la disciplina laboral (comprometiendo en estos casos al trabajador en su

9 Trueba Urbina, A., “Derecho penal del trabajo”, p. 29, México, 1948.
13 Treviño Ghioldi, Susana: “El acoso sexual en el marco del Derecho Penal del Trabajo”,
10 De Litala, L, “Diritto penale del lavoro e della pubblica economía”, p. 36, Turín, 1939.
ponencia presentada en el XVI Congreso Nacional de Derecho del Trabajo y la Seguridad
11 Cabanellas, G., “Tratado de Derecho laboral, T, II, p. 441, Bs. As., 1949. Social, Córdoba 1 y 2 de junio de 2006.
12 “Derecho Penal del Trabajo”, Ec. Botas, México, 1946, citado por Chacón, Nelson, “Los 14 Ferreirós, Estela M., “El Derecho Penal del Trabajo”, Errepar, DEL – Nº 216, Agosto/03, T.
aspectos penales de la legislación del trabajo”, XI Congreso Internacional del Derecho XVII, p. 721. Destacamos que la jurista dirigió en el año 2004 un curso de postgrado sobre la
Comparado, Caracas, Venezuela, 1987. materia en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Buenos Aires.

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actuación personal), como así también hechos derivados de la conducta anti- ca); los atentados contra la integridad sexual y/o moral en los que actúa la
jurídica cometidos por el empleador. relación de dependencia como ámbito comisivo de delitos, la protección del
derecho a la intimidad de los trabajadores y las facultades del empleador de
Citando a Terradillos Basoco, Ferreirós expresa que “...resulta pacífica-
fiscalizar el correo electrónico de sus empleados (en tanto delito vinculado a
mente admitido que, en lo atinente a los aspectos penales, la existencia de
la libertad personal del trabajador); la violación del secreto en bancos perso-
comportamientos ilegales en el seno de la empresa se debe no a la eventual
nales; la renuncia como consecuencia de la invocación de un delito que el
predisposición personal de cada individuo, sino a factores estructurales,
empleador promete no denunciar; las protecciones penales del patrimonio
como la división del trabajo, las relaciones jerárquicas o el sistema normati-
del trabajador (retenciones o apropiaciones ilegales, admisión fraudulenta de
vo interno. No olvidemos que la distribución fragmentaria de tareas y objeti-
aportes, abuso de firma en blanco, vaciamiento de la empresa, etc.); la pro-
vos, reforzada en el contexto general de la organización a través de meca-
tección penal de los derechos de los trabajadores en materia de riesgos labo-
nismos de premios y castigos, del estímulo económico, de la promoción o de
rales; la imputación de responsabilidad penal para directivos de empresas
la remoción, puede crear condiciones objetivas que favorecen el desprecio
por la comisión de delitos culposos de sus subordinados, la penalización y/o
por la norma. A ello se suma, en la actualidad, la descentralización del pro-
la aplicación de sanciones por trabajo no registrado, indebidamente registra-
ceso de toma de decisiones, que provoca aminoración de la responsabilidad
do u otras infracciones derivadas de la relación de empleo, entre muchos
individual sobre los efectos finales. A la vez, siendo el Derecho del trabajo un
otros.
ámbito normativo protectorio, no faltan ocasiones en las que los empleado-
res intentan huir del mismo, y no siempre los caminos elegidos son acordes
con los comportamientos legales exigidos por el ordenamiento jurídico en su
A) En nuestro país contamos con normas de orden nacional e interna-
totalidad”. 15
cional que hacen a la protección de la correspondencia16 (y su consecuen-
Se advierte, pues, el gran espectro que comprende la materia en estu- te inviolabilidad). Así, el artículo 18 de la C.N. reza: “...El domicilio es invio-
dio, no viéndose ya limitada (como lo era en el siglo pasado) a cuestiones de lable, como también la correspondencia epistolar y los papeles privados, y
orden colectivo que comprometían necesariamente el obrar ilícito de las una ley determinará en qué casos y con qué justificativos podrá procederse
agrupaciones sindicales. a su allanamiento y ocupación”. Por su parte la Convención Americana sobre
Derechos Humanos establece en el art. 11 que “toda persona tiene derecho
En esta línea de pensamiento pueden ordenarse las reglas de un
al respeto de su honra y al reconocimiento de su dignidad. Nadie puede ser
Derecho Penal del Trabajo, continuando la división tradicional del Derecho
objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada, en la de su
del Trabajo, hablándose entonces de un derecho penal laboral del trabajo en
familia, en su domicilio o en su correspondencia...”. La Constitución de la
el plano individual, un derecho penal laboral en las relaciones colectivas del
Provincia de Buenos Aires en su art. 19 inc. 12 indica: “Todas las personas
trabajo y un derecho penal de la Seguridad Social.
en la Provincia gozan de los siguiente derechos conforme a las leyes que
reglamentan su ejercicio...inc. 12: al secreto de los papeles privados, la
correspondencia, las comunicaciones telegráficas y telefónicas y las que se
• Derecho (Individual) Penal del Trabajo.
practiquen por cualquier otro medio”. Por último el art. 153 del Código Penal
Existen en este plano una gran cantidad de temas que pueden ser abor-
dados. Así, por ejemplo, cabe mencionar los delitos contra las personas con
motivo del contrato individual del trabajo (en lo que hace a su integridad físi-
16 Debemos señalar que la jurisprudencia viene estableciendo que el término “correspondencia”
previsto en el art. 18 de la C.N. resulta abarcativo del correo electrónico (CNCrim. y Correc., sala
IV, s. 15/11/2004; CNTrab., sala X, s. 14/11/2003, “Villaruel Roxana, c/ Vestiditos S.A. s/
Despido”, CNTrab., sala VII, s. 27/3/03 “Pereyra, Leandro R. c/ Servicios de Almacén Fiscal Zona
15 Ferreirós, Estela M, ob. cit. nota 12, p. 722.
Franca y Mandatos S.A.”

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dispone: “Será reprimido con prisión de quince días a seis meses, el que dad penal, no es él quien puede determinar que hubo allí un delito, y por lo
abriere indebidamente una carta, un pliego cerrado o un despacho telegráfi- tanto, tampoco su amenaza de denuncia se tornaría legítima.
co, telefónico o de otra naturaleza que no le esté dirigido, o se apoderare
indebidamente de una carta, de un pliego, de un despacho o de otro papel C) En lo que hace a las retenciones o apropiaciones ilegales, a la
privado, aunque no esté cerrado, o suprimiere o desviare de su destino una administración fraudulenta o al abuso de firma en blanco que se glosan ahora
correspondencia que no le esté dirigida. Se le aplicará prisión de un mes a con el nuevo vaciamiento y desnaturalización de la empresa, se ven penali-
un año, si el culpable comunicare a otro o publicare el contenido de la carta, zadas actualmente por el inc. 6 del art. 173 del Código Penal, incorporado
escrito o despacho”. por la ley 25.662 de 2003.
Se advierte, pues, que el uso del correo electrónico por parte del trabaja-
dor se encuentra estrechamente vinculado con un derecho inherente a cual- D) La superintendencia de Riesgos del Trabajo (S.R.T.) en el año
quier ser humano, cual es la privacidad de todo tipo de comunicación perso- 2004 informó que se produjeron 494.847 accidentes de trabajo, un 19,4%
nal. En consecuencia, el ejercicio abusivo de los poderes de dirección del más que en el 2003. En el mismo lapso fallecieron 804 trabajadores, un 12%
empleador así como la fiscalización de los correos electrónicos de sus traba- más que en el año anterior. Se discute en la doctrina laboralista si la batería
jadores efectuada en forma selectiva o sistemática pueden dar lugar a la comi- de normas laborales y administrativas en materia de accidentes de trabajo y
sión de ilícitos penales, reprimidos por el ordenamiento jurídico positivo. enfermedades profesionales tiene la suficiente completividad para el adecua-
Encuentra en estos casos el Derecho Penal del Trabajo acabadamente do encuadre jurídico. Sin embargo, no quedan dudas respecto de la deficien-
justificado su estudio. cia por parte de muchos empleadores del acabado cumplimiento de las nor-
mas relativas a la Higiene y Seguridad en el Trabajo y la consiguiente tutela
de la integridad psicofísica del trabajador y la consecuente responsabilidad
B) Indica Ferreirós17 que cuando el empleador canjea su –entendi- generada por su actuar imprudente y negligente.
do por él- derecho de denuncia por la renuncia del trabajador (ante la even- Con el fin de evitar que invada una sensación de impunidad, deberían
tual posibilidad de la invocación de un delito), se está gestando un ilícito del jugar aquí las distintas normas penales que punen de manera efectiva y con-
Derecho Penal, que si bien no está contemplado como ilícito laboral, encaja creta los delitos por imprudencia cometidos por quienes deben velar por la
en la conducta tipificada del art. 168 del Código Penal, en el cual se seña- salud de sus dependientes. Así, el art. 84 del Código Penal prevé el caso
la que “será reprimido con reclusión o prisión de 5 a 10 años, el que con inti- de imprudencia con resultado de muerte; el art. 94 tipifica la imprudencia con
midación o simulando autoridad pública o falsa orden de la misma, obligue a resultado de lesiones en el cuerpo o en la salud de otra persona; los arts. 90
otro a entregar, enviar, depositar o poner a su disposición o a la de un terce- y 91 del mismo cuerpo normativo contienen agravantes para el delito impru-
ro, cosas, dinero o documentos que produzcan efectos jurídicos....incurrirá dente de lesiones; etc. Se advierte de esta manera que la imprudencia, negli-
en la misma pena el que por los mismos medios o con violencia, obligue a gencia, impericia o inobservancia de los reglamentos o deberes que a su
otro a suscribir o destruir documentos de obligación o de crédito”. cargo, con resultado de muerte o lesiones en el cuerpo o en la salud de los
Señala la citada autora que esta forma de violencia moral amenaza, en trabajadores, trae consecuencias penales, con tipo penal específico.
el caso, el derecho patrimonial del trabajador a la continuidad en el puesto de Compartimos la opinión de Coma Ojeda18 en cuanto señala que si bien
trabajo, o al cobro de las indemnizaciones correspondientes, ya que aún
cuando el empleador hubiera observado una conducta con matices de tipici-
18 Coma Ojeda, María A. “La protección penal de los derechos de los trabajadores en materia
de riesgos laborales”, ponencia presentada en el XVI Congreso Nacional de Derecho del Trabajo
y la Seguridad Social de la Asociación de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social, 1 y 2 de
17 Ferreirós, Estela: ob. cit. nota 12, p. 725 junio, Córdoba, 2006.

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las normas jurídicas penales, en sí, no traen la solución al problema de los ción que protagonizó el accidente, así como la existencia de ciertas falencias
accidentes de trabajo, pueden resultar motivadoras de conductas que inhi- existentes en la empresa que atentaban contra la seguridad del vuelo, prin-
ban la transgresión a las normas de higiene y seguridad industrial. cipio básico de la seguridad aeronáutica. En dicha oportunidad el Tribunal
señaló que “uno de los motivos que concurrieron en el accidente fue la falta
La citada autora menciona la experiencia española, donde existe una
de efectivo control y consecuente toma de medidas por parte de aquellas per-
adecuada política criminal en la materia, que tiene por objeto acometer la
sonas responsables de la firma con nivel de decisorio en lo que hace a los
defensa de la vida, la salud y la integridad física de los trabajadores median-
aspectos vinculados con la seguridad de los vuelos”. Para afirmar la respon-
te instrumentos jurídico-penales efectivos. En dicho país, al igual que en
sabilidad penal del presidente y director general de la empresa, el Tribunal
muchos países avanzados, el desdén, el descuido de las medidas de segu-
ponderó su participación directa sobre las políticas a seguir por la empresa,
ridad e higiene en el trabajo y la imprudencia o negligencia en los deberes
reconociendo éstos, incluso, que se reunían una vez por semana, con los
que imponen las normas, deben tener la consecuencia aflictiva más grave, la
respectivos gerentes de operaciones y recursos humanos, donde se trataba
pena de prisión y la inhabilitación para el ejercicio de la actividad empresarial
el desenvolvimiento de la firma y proponían soluciones, tomando en cuenta
o profesional, a fin de impedir la reiteración de estas conductas de tan extre-
las opiniones conjuntas. Utilizó como fundamento jurídico de la condena el
ma gravedad.
art. 196 del Código Penal que prevé la responsabilidad de aquel que por
imprudencia o negligencia o impericia en su arte o profesión o por inobser-
vancia de los reglamentos u ordenanzas, causare un descarrilamiento, nau-
E) Otro ámbito de aplicación práctica de la disciplina en estudio
fragio u otro accidente previsto en este capítulo. Además estipula un agra-
puede campear en el análisis de los distintos criterios de imputación de res-
vante por el resultado (lesiones o muertes).
ponsabilidad penal para directivos de empresas por la comisión de delitos
culposos de sus subordinados. En un interesante trabajo, Rodríguez Si bien los directivos no “causaron” (en términos individuales) el resul-
Estevez19 se cuestiona si la imputación de responsabilidad penal al directo- tado previsto en el tipo penal, se les imputó igualmente responsabilidad por
rio de una empresa a raíz de la comisión de un delito culposo por parte de los hechos de sus dependientes. Vale cuestionarse en este ámbito ¿hasta
uno de sus dependientes, configura un supuesto de prohibición de regreso que punto puede integrar el disvalor de la acción la omisión de control debi-
inaceptable en razón de la imputación objetiva del comportamiento o, por el do sobre el dependiente en un delito de éstas características, sin que ello
contrario, si puede general dicha conducta un supuesto de aquello que deno- importe una prohibición de regreso en la atribución de responsabilidad
mina “responsabilidad penal hacia arriba”. El núcleo del problema pasa por penal?.
determinar si la violación de un deber objetivo de cuidado por parte de los
En la ponencia citada, se revela una primera gran división. Por una
organizadores de la empresa que designan a un dependiente no suficiente-
parte están quienes afirman que la facultad y el deber de organización no se
mente apto, al frente del manejo de una fuente de peligro para bienes jurídi-
refieren desde luego a la esfera privada de los empleados. Frente a los deli-
cos de terceros –a quien tampoco controlan de modo razonable- puede legi-
tos cometidos en dicho ámbito no existe nunca un deber de garantía del pro-
timar un juicio de responsabilidad penal en cabeza de los primeros a título de
pietario de la empresa, incluso aunque el mismo haya tenido la posibilidad de
autoría de un delito culposo y, en caso afirmativo, bajo que presupuestos y
impedir dichos actos.20
con qué limitaciones. Graficando lo expuesto cita el autor el caso “Lapa”
donde la investigación judicial arrojó la falta de control respecto de la tripula-

20 Wolfgang Frisch, “Problemas fundamentales de la responsabilidad penal de los órganos de


19 Rodríguez Estévez, Juan María, “Criterios de atribución de responsabilidad penal en la dirección de la empresa. Responsabilidad penal en el ámbito de la responsabilidad de la
empresa y su impacto en los vínculos laborales”, ponencia presentada en el XVI Congreso empresa y de la división del trabajo”, en Responsabilidad penal de las empresas y sus órga-
Nacional de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social de la Asociación de Derecho del Trabajo nos y responsabilidad por el producto, coord.. S. Mir Puig y D.M. Luzón Peña, Bosch,
y la Seguridad Social, 1 y 2 de junio, Córdoba, 2006. Barcelona, 1996, p. 117.

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En un sentido más amplio suele afirmarse aquel que como garante res- Más allá de las diferencias entre uno y otro supuesto, en ambos se pro-
ponde por la no evitación de los peligros creados por terceros, debe respon- duce la invasión de la “esfera jurídica” del prestador de trabajo, con violación
der prima facie por la creación de las condiciones que favorecen la comisión del “neminem laedere” (art. 19 C.N.), lesionando la integridad psicofísica, la
del delito. Así la posición de garante simboliza la expectativa normativa de libertad sexual y la dignidad del trabajador, configurando muchas veces un
que el primer sujeto está obligado por razón de esa especial situación a acto de discriminación y un grave incumpimiento contractual por parte del
impedir determinados acontecimientos lesivos. El incumplimiento de tales dador de trabajo. Se advierte así que ambas conductas tienen como escena-
deberes puede conducir a la imputación del resultado por las conductas de rio la relación de trabajo. Amén de las consecuencias propias que despiertan
sujetos que posteriormente deriven las consecuencia hacia lo delictivo, en la tales hechos en el seno del derecho del trabajo, y sin perjuicio de que fenó-
medida en que tal incumplimiento adquiera objetivamente el sentido de coo- menos negativos como los que nos ocupan deban ser pulverizados median-
peración delictiva.21 te una reinvindicación de los valores y principios éticos que ayudan la pre-
sencia de una comunidad civilizada, deberían ser también merecedoras de
Sin perjuicio de que se comparta una y otra postura, es justamente su
sanciones penales. Indica Ferreirós24 que en este andarivel la audiencia
análisis y discusión lo que seguramente enriquecerá el continente y conteni-
reconoce el parentesco que existe entre el delito de acoso sexual y las ame-
do del derecho penal del trabajo.
nazas, pero a partir de la interpretación, tal vez algo extensiva en algunas
ocasiones, de los diferentes elementos típicos que configura el artículo 184
del Código Penal, donde está previsto.
F) Existen conductas que, con características más o menos simila-
res, se han presentado desde tiempos inmemoriales, resultando denomina- No existe en la legislación argentina una norma expresa al respecto. Su
das con distintos términos o voces, y que recién toman estado jurídico y nom- futura sanción (la cual creemos necesaria) evidenciará el campo de actua-
bre propio en un determinado momento social, por circunstancias que opera- ción del Derecho Penal del Trabajo.
ron entonces. Hace ya algún tiempo que en el ámbito del derecho del traba-
jo se analizan y estudian los factores operativos y desencadenantes de lo
que damos en llamar “acoso sexual” y “acoso moral o mobbing”. Mientras • Derecho (Colectivo) Penal del Trabajo
que el primero canaliza las presiones ejercidas sobre personas del sexo
Battaglini25 divide los delitos provenientes exclusivamente de la con-
opuesto, y aún del mismo sexo, en muestra de autoridad, poder o superiori-
ducta laboral en cuatro grupos. El primero comprende los delitos en los cua-
dad para que, basándose en ello, se obtenga sus favores sexuales o some-
les se tutela el interés público para un libre y ordenado desenvolvimiento de
timiento22, el segundo refiere la situación en la que una persona ejerce vio-
la actividad laborativa y productiva. El segundo abarca los delitos en los cua-
lencia psicológica extrema, de forma sistemática y recurrente sobre otra per-
les se encuentra tutelado el interés público en la observación de la reglamen-
sona o personas, en el lugar de trabajo, con la finalidad de destruir las redes
tación colectiva del trabajo. En el tercer grupo se involucran los delitos con-
de comunicación de la víctima y lograr que el sujeto acabe por abandonar el
tra la tutela del interés público a la higiene y seguridad del trabajo. Por últi-
lugar de trabajo.23
mo, el cuarto grupo comprende los delitos en los cuales está tutelado en inte-
rés público en la colocación de la mano de obra.
Dentro de lo que damos en denominar “Derecho penal (colectivo) del
21 Ricardo Robles Planas, “La participación en el delito: fundamento y límites”, Marcial Pons,
Madrid, 2006, pág. 293
22 Martinez Vivot, Julio: “Acoso sexual en las relaciones laborales”, Ed. Astrea, Bs. As., 1966. 24 Ferreirós, Estela: ob. cit. nota 12, p. 726
23 Fanjul, Aurelio: “El acoso moral (mobbing): un nuevo riesgo en la medicina del trabajo”, D.T. 25 Battaglini, “Diritto penale del lavoro”, en Trattato di Diritto del lavoro, de Boris-Persoglesi, 2º
2002-A, p. 1155. ed., t. V, págs. 218 y 219, Padue, 1954.

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de la Provincia de Buenos Aires de la Provincia de Buenos Aires
trabajo” (abarcativo de los grupos primero y segundo) encontramos los casos
de delitos cometidos durante la huelga como la ocupación de establecimien-
tos, la huelga en servicios esenciales, los atentados contra la libertad de sin-
dicalización, el lock-out, el obstruccionismo, la inobservancia de la regulación
colectiva de la relación de trabajo como fenómeno social, etc.

• Derecho (de la Seguridad Social) Penal del Trabajo


Señala Arese26 que el análisis del derecho penal de la seguridad social
debe comenzar necesariamente por establecer los objetos jurídicos de pro-
tección penal. Ejemplifica diciendo que el régimen penal Tributario se detie-
ne especialmente en la represión de conductas referidas a la evasión de fon-
dos de la seguridad social con una diversidad de conductas solamente empa-
lidecidas por la profusión de figurar aludidas en el sistema integrado de jubi-
laciones y pensiones. Coincidimos con el citado autor en cuanto que el trata-
miento administrativo de la persecución de la evasión de la seguridad social,
los regímenes sancionatorios y los procedimientos respectivos integran un
orden de reglas ligadas a la represión contravencional que pueden integrar
el objeto de este segmento de la disciplina.

VIII. Conclusiones
Hemos señalado en la introducción que no pretendíamos construir una
sistematización orgánica del Derecho Penal del Trabajo, sino simplemente
realizar un esbozo de los lineamiento que engloban esta rama de la ciencia
jurídica, con el objeto de facilitar su comprensión.
Sin embargo, de la lectura de estas líneas podrá advertir el lector que el
tema se halla instalado en la sociedad, y que tanto los laboralistas como los
penalistas nos debemos un serio debate y un fuerte análisis académico que
arroje luz sobre la problemática planteada, con la necesaria revisión de los
valores sociales susceptibles de protección sancionatoria, a fin de evitar una
disociación del derecho vigente (penal y laboral) con su actuación práctica.

26 Ob. cit. nota 3, p. 432.

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