Вы находитесь на странице: 1из 2

La caja de preguntas km 4/80 3

● ¿De qué manera debemos dirigirnos a las personas durante las reuniones de congregación?

Cuando Jesús enseñó a sus seguidores a orar, los instruyó a dirigirse a Jehová como “Padre
nuestro.” Esta idea de una relación de familia espiritual entre todos sus seguidores recibió mayor
énfasis cuando les dijo “todos ustedes son hermanos.” (Mat. 23:8) Los apóstoles y discípulos de
Jesús usaron muchas veces el término “hermano” en sentido claramente directo. Pedro se refirió a
Pablo como “nuestro amado hermano Pablo” y Pablo habló de “Tito mi hermano,” y de “nuestro
hermano Timoteo.”—2 Ped. 3:15; 2 Cor. 2:13; Heb. 13:23.

En vista de esa estrecha relación espiritual, los testigos de Jehová usualmente se dirigen unos a
otros con el término “hermano” y “hermana.” Generalmente usan estos términos junto con el
apellido durante las reuniones de congregación. A veces el hecho de que el que preside la reunión
use el llamado “nombre de pila” de las personas puede causar ciertos problemas. Si una persona
estuviera comenzando a asistir a nuestras reuniones y no estuviéramos muy familiarizados con
ella, ésta pudiera pensar que estamos tomando demasiada confianza al llamarla por su nombre de
pila, puesto que se acostumbra usar el apellido cuando la gente se reúne en reuniones cristianas.

Aunque el presidente podría llamar a los muy jovencitos por su nombre de pila, algunas personas
pudieran ver como falta de respeto el que se llamara a personas de edad avanzada por ese
nombre. O tome el caso de una hermana cuyo esposo no está en la verdad y que viene a una
reunión por primera vez. ¿Cómo se sentiría él si oyera que otro hombre casado llama a su esposa
por el nombre de pila de ella delante de toda la congregación?

Esas dificultades se resuelven si los que conducen las reuniones usan el apellido de la persona al
llamarla para comentar durante la reunión. No nos dirigiríamos a personas recién interesadas
usando los términos “hermano” o “hermana,” puesto que en su caso no existe la relación
espiritual de la familia de Dios. Más bien, use el nombre de pila y el apellido juntos o anteponga al
apellido el más formal Sr., Sra. o Srta., a menos que haya alguna razón para hacer una excepción.
Por otro lado, cuando la persona está a punto de dedicarse y se considera a sí misma testigo de
Jehová, no habría objeción a anteponer al apellido la expresión “hermano” o “hermana.”

Cuando usamos “hermano” o “hermana” durante nuestras reuniones de congregación, se muestra


una relación muy bendita, una relación de familia bajo el único Padre, Jehová Dios. (Efe. 2:19b) Es
un vínculo más estrecho y precioso que cualquiera que se muestre por medio de usar el nombre
de pila de la persona.
La caja de preguntas km 6/75 pagina 4

● ¿Se permite que comenten en las reuniones los que han comenzado a asistir aunque su vida
no esté en armonía con los principios de la Biblia?

Cuando personas muestran interés en la verdad, gustosamente las invitamos a nuestras


reuniones, sabiendo que se beneficiarán de muchas maneras. Algunos, al asistir a una sola
reunión, por medio de escuchar y observar, han quedado convencidos de que ‘Dios está con
nosotros.’ No inquirimos en cuanto a su vida personal antes de extenderles una invitación.

Tampoco nos es necesario hacer tal investigación antes de permitirles comentar. La participación
es una parte de nuestro arreglo educativo, por eso si una persona nueva alzara la mano
no rehusaríamos reconocerla. Sin duda sacaría provecho de participar, y su participación
probablemente animaría a otros también.—Heb. 10:24, 25.

¿Qué se puede decir acerca de los recién asociados que usan tabaco o en cuyos antecedentes hay
alguna inmoralidad? Bueno, ¿no aplicaría todavía el razonamiento presentado aquí con tal que se
portaran de una manera decorosa y respetable? El comentar no los hace miembros de la
congregación. Son personas que solo han empezado a asistir y están aprendiendo. Es muy posible
que, lo mismo que otros en el pasado, éstos logren mejoramiento, limpien su vida y progresen
hacia dedicación y bautismo. No podemos esperar que cuando empiecen a asistir a las reuniones
estén completamente libres de toda maldad.

Sin embargo, los ancianos, y especialmente el que está conduciendo, tienen que estar alerta y
notar en caso de que cualesquier personas de mala fama traten de entrar a hurtadillas en la
congregación para hacer daño, como advirtió Judas. De modo que, por lo general, se puede pedir
que comenten personas recién interesadas, no bautizadas, si alzan la mano

Вам также может понравиться