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IMPORTANCIA DE SOCIEABILIACION Y SUS AGENTES EN EL

DESARROLLO INTREGAL DEL SER HUMANO

La inexistencia de una visión que genere una conceptualización integrada del


mundo imposibilita, al mismo tiempo, tener una visión integrada del ser humano
mismo. Buscar el desarrollo integral remite a la problemática: hacia dónde se
perfilará al ser humano. Desde esta perspectiva, la existencia de múltiples
significaciones sobre el concepto de desarrollo integral complicaría las opciones de
respuesta y por supuesto las tendencias para realizar el proceso con miras a
lograrlo. El desarrollo integral será conceptuado desde quién y desde qué
intencionalidad. ¿El desarrollo integral se puede expresar sin los condicionamientos
histórico-culturales? Por otro lado, no se puede buscar el desarrollo integral
exclusivamente desde la escuela, se requieren acciones que consideren el análisis
e incidencia en las causas reales que configuran las formas de ser de los pueblos.

Palabras clave

Desarrollo integral, categoría, propiciatorios, ocultación, condicionamientos,


proyectos, modelos educativos, diseño curricular, cuestionamientos, ser humano,
intereses, complejidad, situado, paradigmas, concepto, mundialización.
El ser humano es unidad que integra manifestaciones distantes entre ellas: una
artística, intelectual, de religiosidad, de destrucción, de curiosidad, de vida, de
espontaneidad, de sentimiento negativo, de creación, entre otras. ¿Significa
entonces que el ser humano se encuentra escindido?, ¿cómo explicar que en un
momento específico y situado hay manifestaciones que parecieran representar,
falazmente, lo que el individuo es?.
Desde el concepto de conducta molar, que tiene sustento en la teoría psicoanalítica;
hasta el de competencia, que tiene su soporte en el constructivismo, se presenta la
posibilidad de considerar un ser humano que, independientemente de la
manifestación que en un momento específico pareciera radicar como disuelta del
resto de lo que se es, se encuentra integrado y fundido con todo lo que se es, es
decir, esta parcialización de manifestaciones es aparente y propiciada, incluso por
las visiones que analizan al ser humano y sus conductas.
Es decir, la inexistencia de una visión que genere una conceptualización integrada
del mundo imposibilita tener una visión integrada del ser humano mismo. La escisión
del mundo y con ella del ser radica en los paradigmas que permiten leerlos,
interpretarlos y reconstruirlos de forma ideal-irreal. Estos constructos se encuentran
materializados en un proceso desarticulado del todo que lo intelectualiza y al mismo
tiempo impide tener la posibilidad de integrarlo.
Los modelos para interpretar el mundo y todo lo que en él habita, se encuentran
construidos desde una perspectiva de temporalidad lineal, de elementos que son
per se, al margen del todo que los constituye, origina y orienta. Los modelos e
instrumentos disuelven el todo, arrojan información y signan constructos de visiones
sobre el todo.
El concepto va de la mano con la palabra y la palabra propicia un mecanismo que
se encarga de separar para nombrar. La primera condición del conocimiento es
identificar, separar los elementos de un todo para poder nombrarlo. El proceso
cognitivo del ser humano propicia una visión parcial. Sin embargo, en el interior de
él mismo existe un todo reflejo del universo que se manifiesta en cada uno de los
fenómenos que se estudian desde las distintas disciplinas, los puentes teóricos e
instrumentales que se tienden son insuficientes, sin embargo, permiten atisbar un
mundo distinto al que reside en nuestras conceptualizaciones.
¿No observas que cuando un hombre parece poseer muchas ciencias y, sin
embargo, no se le designa con el nombre de una sola, esto nace de que se
forma de él un falso juicio? ¿No es claro que el que juzga de esta manera no
es capaz de descubrir por dónde estos diferentes conocimientos se ligan al
mismo arte, y que precisamente por esta razón da al que los posee muchos
nombres en lugar de uno solo? (Platón, 2009)
El lenguaje limita y libera al ser humano, este proceso dual posibilita un escenario
complejo que se vacía en cada teoría y conceptualización del mundo, según se
manifiesta en estas palabras de Sócrates, citadas en uno de los Diálogos de Platón.
La indivisibilidad del ser humano como unidad contenida en una especificidad de
materia llamada individuo que contiene todas las posibilidades de lo que la especie
ha sido, es y será, se concreta en la persona que es en un momento específico de
su historia circunstanciada por un complejo entramado de factores y variables que
inciden, bloquean, ocultan, permiten y muestran una faceta de un todo
complejamente articulado; puede ser la inspiración de una “[…]categoría[…]
normativa que emerge de la modernidad[…]” (Miranda, 2007): desarrollo integral.
El desarrollo integral debe ser entendido en dos sentidos: 1) como categoría
normativa (Miranda, 2007) y, 2) como herramienta (Bruner, 1987, citado por Molina,
2005-2006); en el segundo de ellos, lo es por ser un concepto (Molina 2005-2006)
y como tal, permite reconstruir el mundo de lo humano, lo reinterpreta y, desde esta
perspectiva, es adoptado por distintos campos del conocimiento humano con la
intencionalidad de explicar fenómenos, reconstruir procesos e incluso, orientar
discursos y prácticas.
Lo educativo, en su sentido más amplio, representa uno de los campos en donde
se ha aplicado este concepto, filtrándose a las filosofías institucionales, los marcos
normativos, los modelos y proyectos educativos, los slogans publicitarios y demás.
Sin embargo se mantiene en el silencio una constante: ¿hasta dónde llega la
posibilidad de realizar de forma intencionada un desarrollo integral?.
La cuestión básica radica en el lenguaje que imposibilita ver al ser humano en todo
lo que es y al mismo tiempo en todo lo que “no” es, es decir, las dimensiones
expresión-acto e inexpresión-potencialidad. Si se usa una categoría normativa que
genera la idea de un desarrollo integral tendremos de entrada que el ser humano,
en concreto, posee en sí mismo un desarrollo integrado, en otras palabras, el ser
humano en todo lo que realiza integra las distintas manifestaciones de su ser,
independientemente de la categoría que se use para nombrarlo.
Un artesano en su labor integra cálculos, arte, ciencia, experiencia, estrategias,
metodologías, uso de instrumentos, creencias, valores, percepciones del mundo
que es el suyo propio y demás. Ninguna manifestación en el ser humano es un
producto aislado, si bien lo es aislado al intelecto, al momento de su análisis, no lo
es para la manifestación del ser mismo.
De ahí la importancia del lenguaje, los conceptos que se usen para describir una
manifestación del ser humano pueden parcializar lo que de suyo es holístico,
integrado. De esta manera, cómo se pretende desarrollar de forma integral al ser
humano, cuando de suyo es estarlo. Se presenta aquí un dilema que se puede
enriquecer con las posibilidades del entorno, la cultura y por tanto: lo social,
económico, político, histórico y demás, es decir, la especie humana es la única en
la que el desarrollo no se encuentra predeterminado como tal y en la que los
elementos socioculturales y por ende contextuales tienen impacto.
¿Cuándo decimos que algo es bello? Esta pregunta lleva irremediablemente a la
siguiente: ¿para que un ser humano aprecie la belleza debe tener forzosamente una
preparación en la percepción estética? Y esta a su vez generaría otra: ¿puede haber
una percepción estética válida que se concrete en formas, armonía y en general
belleza distinta a los cánones culturales? Con estos planteamientos se tiene
entonces el siguiente cuestionamiento: ¿expresarse y estructurarse en formas
distintas representa un problema de desarrollo integral? Es decir, lo consensado
culturalmente no es el único parámetro en el ser humano, el ser humano los
trasciende y una manifestación “apócrifa” no la exime de su existencia.
Buscar un desarrollo integral implica intencionalidad y toda ella implica
orientaciones que se dan producto de posiciones sociopolíticas, socioculturales y
sociohistóricas, es decir con intencionalidad. Buscar el desarrollo integral
necesariamente remite a la problemática sobre hacia dónde se perfilará al ser
humano, qué significa entonces decir que alguien está desarrollado integralmente.
Desde esta perspectiva la existencia de múltiples significaciones sobre el concepto
de desarrollo integral complicaría las opciones de respuesta y por supuesto las
tendencias para realizar el proceso con miras a lograrlo.

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