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El archivo

de los sonidos:
la gestión de
fondos musicales
Colección ESTUDIOS PROFESIONALES ■ 02
Colección Estudios Profesionales 02
Dirección: Luis Hernández Olivera
EDICIÓN DE PEDRO JOSÉ GÓMEZ GONZÁLEZ /
LUIS HERNÁNDEZ OLIVERA / JOSEFA MONTERO GARCÍA /
RAÚL VICENTE BAZ

El archivo
de los sonidos:
la gestión de
fondos musicales

Prologo de Emilio Casares Rodicio


Catedrático y director del Instituto Complutense de Ciencias Musicales.

Y la colaboración del Archivo Catedral de Salamanca


Primera edición 2008

© Asociación de Archiveros de Castilla y León (A C AL)


Pozo Amarillo 1, 2º B. 37001 Salamanca
Teléfono 650 336 756.
administracion@acal.es
w w w.acal.es

© Pedro José Gómez González, Josefa Montero García, Raúl Vicente Baz y Luis Hernández Olivera, 2008
© Raúl Vicente Baz, Jon Bagüés, Josefa Montero García, Pedro José Gómez González, Patricia Burgueño Rioja,
Reynaldo Fernández Manzano, Carmen Hidalgo Brinquis, Pilar Diaz Boj, Ana Jiménez Colmenar, Silvia Rodrí-
guez Sánchez, Andrés Serrano Rivas; Pedro Hidalgo Brinquis, Fernando Carbajo Cascón, Vanessa Jiménez
Serranía, José López Calo, Juan José Alonso Martín, Isabel Lozano Martínez, José Carlos Gosálvez Lara, Margarida
Ullate i Estanyol, Miguel Manzano Alonso, Antonio Álvarez Cañibano y María José González Ribot, 2008.
© Ampudia Fotografía para la fotografía de cubierta, 2008.
© Manuel Lorenzo González Gómez para las fotografías de interior, 2008.

Revisión de textos:
Juan Giráldez Jiménez

Diseño y maqueta:
Helvética edición y diseño
w w w.helvetica.es

Impresión:
Europa Artes Graficas

Impreso en España
ISBN:
Depósito Legal: S

Reservados todos los derechos. El contenido de esta publicación no puede ser reproducido, ni en todo ni en parte,
ni transmitido, ni registrado por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio,
sin el permiso previo, por escrito de la Asociación de Archiveros de Castilla y León (A C AL).
ÍNDICE DE CONTENIDOS

PRÓLOGO ............................................................................................................................................................................. 7

PRESENTACIÓN ..................................................................................................................................................... 13

A. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL .................................................................................... 21


A.1. Los archivos musicales: estado de la cuestión ............................................................................................... 21
A.2. Archivos musicales: un acercamiento a la historia y tipos de archivos musicales
en el entorno hispánico ........................................................................................................................................... 57
A.5. La documentación musical: fuentes para su estudio ................................................................................. 91

B. EL TRATAMIENTO DE LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL ......... 123

B.1. La organización de archivos musicales ........................................................................................................... 123


B.2. Pautas para el tratamiento de archivos musicales. El Archivo Catedral de Salamanca ............. 155
B.3. Normas de descripción de fondos musicales ............................................................................................... 177
B.4. Catalogación, microfilmación, estudio, edición y difusión del patrimonio musical de la Iglesia
Católica en Andalucía por el Centro de Documentación Musical de Andalucía (1987-2007) .......... 211
B.5. La conservación y restauración de cantorales y partituras musicales ................................................ 231
B.6. Conservación de los documentos sonoros ................................................................................................... 261
B.7. Legislación en materia de archivos musicales ............................................................................................. 279

C. LOS CENTROS DE DOCUMENTACIÓN MUSICAL ........................... 311

C.1. Los archivos musicales de las catedrales españolas .................................................................................. 311


C.2. Fondos musicales en el Archivo General de Palacio ................................................................................ 339
C.3. La documentación musical en la Biblioteca Nacional.
Historia, estructura y tipos de documentos ................................................................................................. 353
C.4. El Archivo y la Biblioteca del Real Conservatorio de Música de Madrid ......................................... 377
C.5. Los archivos musicales familiares y personales ........................................................................................... 389
C.6. Archivos sonoros: la voz callada de la documentación musical .......................................................... 413
C.7. Los archivos de música popular de tradición oral (folklore musical) ................................................. 437
C.8. Los centros de documentación musical en España:
difusión del patrimonio y proyectos internacionales ................................................................................ 459
C.9. El Centro de Investigación de Música Religiosa Española (CIMRE) ................................................... 479

BIBLIOGRAFÍA GENERAL SOBRE ARCHIVOS MUSICALES .......... 501

19
A. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL

Josefa Montero García


Musicóloga

La documentación musical:
fuentes para su estudio
A 3. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL: FUENTES PARA SU ESTUDIO

1. INTRODUCCIÓN

Consideraremos como fuente para el estudio de cualquier aspecto relacionado con la musi-
cología a todo documento, material bibliográfico o persona, que pueda proporcionar infor-
mación al investigador sobre cualquiera de los campos de esta ciencia.
Según la Ley 16/1985, de 25 de junio del Patrimonio Histórico Español, artículo 49,
se entiende por documento “ toda expresión en lenguaje natural o convencional y cualquier
otra expresión gráfica, sonora o en imagen, recogidas en cualquier tipo de soporte material,
incluso los soportes informáticos. Se excluyen los ejemplares no originales de ediciones” .
De lo expresado más arriba, se ve que el concepto de fuente es más amplio que el
de documento, pues éste no comprende la mayor parte de la bibliografía que se ocupa de
los temas objeto de estudio, que no proporciona información “ de primera mano ” , pero que
en muchos casos orienta significativamente al investigador.
Entre las fuentes de que se sirve el músico o musicólogo para abordar su trabajo, se
encuentran dos clases diferenciadas y desarrolladas según su nivel de importancia en la in-
vestigación: fuentes documentales y bibliografía. A medio camino entre las dos está la lla-
mada “literatura gris” , que es el conjunto de documentos que no se publican o se distribu-
yen mediante otros canales: tesis doctorales, actas de congresos, memorias o informes de in-
vestigación, etc.; estos trabajos suelen aparecer en algunas bases de datos y, en general, sólo
pueden consultarse con permiso del autor.

2. FUENTES DOCUMENTALES

Frente a las fuentes bibliográficas, que están presentes en la mayoría de las bibliotecas, las
documentales suelen ser de más difícil acceso, permaneciendo en muchos casos semiocultas
o desconocidas. De ahí la necesidad de darlas a conocer, estudiarlas y rescatarlas.
Por otra parte, los autores no se ponen de acuerdo en la clasificación de las distintas
fuentes, apareciendo términos lingüísticos diferentes para expresar los mismos conceptos.
Por ello, se explicará detalladamente la terminología utilizada en este artículo.
Dentro de las fuentes, algunas serán propiamente musicales, como las partituras, re-
gistros sonoros, etc., y otras perimusicales; estas últimas no contienen directamente música,
pero proporcionan información relacionada con ella. En este grupo encontraremos actas de
reuniones, libros de cuentas y un largo etcétera.

2. 1. FUENTES DIRECTAS E INDIRECTAS

Las fuentes documentales directas son aquéllas que han generado las actividades de las per-
sonas o instituciones a estudiar. Por ejemplo, serían fuentes directas las partituras manus-
critas de un compositor o el fichero informático correspondiente en el caso de composito-
res actuales, también las actas de reuniones de entidades que desarrollan o desarrollaron

93
EL ARCHIVO DE LOS SONIDOS: LA GESTIÓN DE FONDOS MUSICALES

actividades musicales, o los libros de cuentas donde constan salarios de músicos o gastos
realizados en material musical.
Las fuentes indirectas se obtienen a partir de las directas, como resultado de distin-
tos procesos de estudio, clasificación o catalogación, y necesitan la intervención de una ter-
cera persona. Valgan como ejemplo los inventarios de partituras o instrumentos musicales
pertenecientes a un autor o entidad, realizados por personas encargadas de su custodia o
por un investigador; esta clase de fuentes sirven como documento interno y eficaz instru-
mento de consulta para localizar las correspondientes fuentes directas, y facilitan enorme-
mente las labores de investigación.
Para identificar claramente las fuentes, es fundamental conocer el funcionamiento y
organización de la institución o persona que ha generado el archivo, ya que estos factores
determinan la clase de documentación que forma parte del mismo, y orientan al investiga-
dor sobre cómo y dónde buscar.

2. 1. 1 Principales fuentes directas

Las principales fuentes documentales, a la hora de desarrollar un estudio musicológico, sue-


len ser las partituras o los registros audiovisuales, pero también podemos considerar fuente
a una persona que sirve de informante en los casos de investigación etnomusicológica, a un
instrumento musical o a un objeto artístico, como podría ser un cuadro que represente una
velada musical, que refleje el ambiente de la época, instrumentos, forma de colocarse ante
el público, etc.

2. 1.1.1. Partituras, registros sonoros y audiovisuales

En cuanto a la tipología de los documentos estrictamente musicales, Torres Mulas (2000) in-
dica dos clases: música anotada (partituras, borradores, reducciones, particellas) legibles di-
rectamente, y música programada, que sólo es legible con un aparato intermediario (discos,
rollos de pianola, cilindros fonográficos, cintas magnetofónicas, CDs...).
Los documentos de música anotada proporcionan información sobre el estilo perso-
nal de un autor o época y también sobre su caligrafía, en el caso de que sean autógrafos.
Además, si se trata de borradores, suelen contener anotaciones, tachones y otras indicacio-
nes, que informan sobre el proceso compositivo que seguía el autor y las circunstancias en
que se compuso la obra, arreglos realizados, el destino de esa partitura o la importancia que
le daba el mismo autor. Suelen encontrarse, en papel o soportes informáticos, en archivos
personales o familiares y en instituciones donde prestó servicios el autor o a las que han lle-
gado por ventas o donaciones.
Los documentos de música programada constituirán una de las fuentes más direc-
tas y fiables, en especial cuando registran interpretaciones de obras musicales a manos de
su compositor o dirigidas por él, entrevistas con el mismo, o testimonios directos de perso-
nas involucradas en la producción. Suele encontrarse material muy importante de esta cla-
se en los archivos de emisoras de radio y televisión o en filmotecas y archivos relacionados
con el cine.

94
A 3. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL: FUENTES PARA SU ESTUDIO

En el caso de los documentos generados por las televisiones temáticas musicales, y


que conservan sus archivos, Jorge Caldera Serrano (2005) distingue 3 clases, según su con-
tenido: conciertos, entrevistas y videoclips. En el primer caso, se trata de grabaciones en vivo,
realizadas por la cadena correspondiente o compradas a otra cadena; las entrevistas suelen
realizarse cuando tiene lugar un acontecimiento musical del artista o grupo, y contienen de-
claraciones relacionadas con la música o vida personal. Por último, los videoclips son docu-
mentos estrictamente televisivos, creados por y para este medio como elemento de promo-
ción de los trabajos musicales.
Los materiales audiovisuales presentan el inconveniente de que necesitan medios téc-
nicos para reproducirlos (reproductor de DVD...) y, en algunos casos, este mismo reproductor
contribuye a deteriorar el documento; además, la caducidad de los nuevos soportes obliga a
migrar de vez en cuando la información a otros de creación más reciente. El principal incon-
veniente de la “ música anotada ” estriba en que se necesitan conocimientos especializados
para apreciarla, pero esto no es óbice para el musicólogo; y tiene la ventaja de que no nece-
sita ningún reproductor intermediario. Por otra parte, los mencionados reproductores son tam-
bién fuentes de información que proporcionan interesantes datos de interés musicológico.

2.1.1.2. Libretos y textos

En el caso de la música vocal dramática, los compositores han puesto música a un libreto es-
crito generalmente por un autor literario; lo mismo ocurre con los textos de los innumera-
bles villancicos que se cantaron en todos los centros religiosos españoles, durante las princi-
pales celebraciones de la liturgia. En muchos casos, estos libretos y textos, tanto impresos
como manuscritos, fueron utilizados por varios compositores, y nos pueden proporcionar pis-
tas sobre la práctica musical para la que sirvieron. Los libretos pueden encontrarse en nu-
merosos archivos y bibliotecas y, especialmente, en los archivos de los teatros o entidades re-
lacionadas.

2.1.1.3. Escritos personales de compositores

A medida que los compositores han tenido instrucción en otras ramas de la cultura, han pro-
liferado los escritos en los que manifestaban su opinión sobre sus propias obras y las de otros
autores (críticas y análisis estéticos), y también reivindicaciones profesionales de algún tipo.
Como ejemplo podríamos citar los abundantes artículos en revistas musicales en que nues-
tros compositores del siglo XIX, abordaron sus inquietudes sobre la creación de una ópera
nacional, analizaron la recepción de determinadas obras musicales, etc. Probablemente To-
más Bretón fue uno de los autores que más discutió sus ideas musicales por medio de car-
tas y artículos, que aparecieron en las principales revistas de su época, y que ahora nos sir-
ven como fuente inestimable para estudiar su figura. Además, él mismo nos indica dónde
podemos encontrar estos escritos, en los interesantes diarios que escribió entre 1881 y 1888,
y que publicó Jacinto Torres en 1995. Los manuscritos originales de estos diarios son una im-
portante fuente manuscriscrita, que ha originado una no menos útil fuente bibliográfica al
ser publicados.

95
EL ARCHIVO DE LOS SONIDOS: LA GESTIÓN DE FONDOS MUSICALES

2.1.1.4. Tratados sobre música

En la biblioteca personal de muchos músicos, y también en las instituciones donde trabaja-


ron, se conservan abundantes libros de teoría musical: tratados antiguos, libros de solfeo, ar-
monía y métodos para aprender los distintos instrumentos. La presencia de estos libros nos
habla directamente de los conocimientos considerados importantes en el aprendizaje musi-
cal del entorno estudiado, la clase de música que se compuso e interpretó allí y el instru-
mento o instrumentos preferidos entonces.

2.1.1.5. Acuerdos de órganos de gobierno de instituciones con actividad musical

El funcionamiento de toda institución de carácter público o privado queda patente en una


serie de documentos que reflejan sus actividades cotidianas. Cuando estos organismos de-
sarrollan o han desarrollado actividades musicales, estos documentos internos contienen da-
tos interesantes para un estudio musicológico.
Como ejemplo de estas fuentes, tenemos los libros de claustros de centros docentes
como las universidades y conservatorios. En las universidades en las que ha existido cátedra
de música, los libros de claustros reflejan los detalles relacionados con la docencia y la con-
sideración que esta asignatura ha tenido en cada época. En un archivo eclesiástico, las actas
capitulares reflejan las reuniones del cabildo donde siempre se habló de la música y los mú-
sicos como un elemento fundamental del culto, cuidando siempre de conseguir los más ade-
cuados con arreglo a su presupuesto. También levantaron actas las sociedades filarmónicas
o recreativas, que organizaban habitualmente conciertos públicos.

2.1.1.6. Estatutos y Reglamentos

Los estatutos y reglamentos de una institución reflejan las obligaciones y derechos de todos
sus empleados; en el caso de instituciones que tienen o tuvieron músicos a su servicio, es ne-
cesaria la consulta de estas fuentes para conocer las competencias de estos músicos y la or-
ganización y funcionamiento de la entidad.

2.1.1.7. Entrevistas personales

En muchas ocasiones, el investigador puede obtener la información a partir de personas que por
su entorno o profesión, poseen una serie de conocimientos relacionados con un tema de inves-
tigación. Es el caso de los etnomusicólogos que estudian la música tradicional de un determi-
nado entorno y buscan información entre las personas para las que esta música forma o for-
maba parte de su vida; a partir de sus relatos e interpretaciones, obtendrá unas fichas en papel
(como se hacía antiguamente) o una grabación audiovisual, que será la base de su estudio.
Un caso parecido sería el de los investigadores de la obra de un autor aún vivo, con
el que sería imprescindible mantener varias entrevistas. En el caso, más frecuente, de que se
trate de compositores fallecidos, si existen herederos o personas cercanas, éstos pueden tam-
bién proporcionar informaciones de interés.

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A 3. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL: FUENTES PARA SU ESTUDIO

2.1.1.8. Instrumentos musicales

Los instrumentos musicales que han conservado particulares o instituciones, testimonian mu-
chos aspectos relacionados con la actividad musical. Uno de los ejemplos más característicos
son los numerosísimos órganos de nuestros templos, los famosos Stradivarius del Palacio
Real y otros muchos instrumentos que conservan entidades o particulares. Las características
de estos instrumentos, y el hecho de que hayan pertenecido a entidades o particulares, nos
hablan directamente de la práctica musical de una época y sirven para construir réplicas con
las que nos podamos aproximar al sonido de un determinado momento histórico.

2.1.1.9. Objetos artísticos

Las representaciones artísticas que reflejan escenas u objetos relacionados con la música
constituyen también una fuente documental destacada. Un buen ejemplo con información
musical, son las numerosas esculturas de ángeles músicos y personajes que tocan instru-
mentos en las portadas, capiteles, ménsulas y otros lugares de los templos.
En lo que respecta a pinturas, se pueden encontrar motivos musicales en las paredes
de los templos, entre las que destacan las pinturas románicas, de las que tenemos un ejem-
plo en la Capilla de San Martín de la catedral salmantina. También existen numerosos cua-
dros que representan veladas musicales con gran fidelidad, donde aparecen partituras con la
notación musical de una época e instrumentos musicales, con claros detalles de su estructu-
ra y de la posición que adopta el intérprete para tocar. También es habitual ver dibujos de
músicos tocando en los libros y tratados musicales; uno de los ejemplos más conocidos por
su interés y calidad, es el códice de las Cantigas de Santa María , que se conserva en el Mo-
nasterio de El Escorial.

2.1.1.10. Libros de cuentas

Para la realización de la mayor parte de los estudios musicológicos es fundamental la revi-


sión de los libros de cuentas de las instituciones que tuvieron músicos a su servicio. En estos
libros, encontraremos información sobre plantillas de músicos, cantidades que se abonaban
a los titulares de los distintos puestos y cantidades extra que percibían por determinados tra-
bajos que no estaban incluidos en su contrato. Se puede valorar la importancia de un de-
terminado puesto a partir del sueldo que percibía, y estudiar los encargos de composiciones
o las contrataciones extraordinarias de músicos para realzar un evento festivo o un aconte-
cimiento histórico de primera importancia.
También son interesantes los libros que reflejan la actividad comercial de editores o
establecimientos donde se han vendido libros e instrumentos de música, como muestra Pi-
lar Alén (2001, 397) en relación con el Fondo Canuto Berea; estos documentos nos indican
los lugares a los que se hacían los pedidos, las características de las obras o instrumentos que
vendían, y los clientes que consumían este tipo de material. Su consulta facilita enorme-
mente las investigaciones sobre la vida musical en una determinada época.

97
EL ARCHIVO DE LOS SONIDOS: LA GESTIÓN DE FONDOS MUSICALES

2.1.1.11. Ceremoniales

Son libros que reflejan las costumbres y rituales de las ceremonias, casi siempre con un cierto bo-
ato, que tenían lugar en instituciones como catedrales y universidades, en fiestas solemnes y oca-
siones extraordinarias. Como la música era imprescindible en todas las celebraciones, estos libros
indican detalles como dónde se situaban los músicos, qué se cantaba en cada parte de la cele-
bración, qué instrumentos se utilizaban y otros datos importantes para un estudio musicológico.

2.1.1.12. Expedientes de oposiciones

Son documentos que recogen todo el proceso de provisión de las plazas de música vacantes
en instituciones con actividad musical y contienen abundante información biográfica y otros
detalles interesantes para la investigación. Existen numerosa documentación de esta clase en
los archivos eclesiásticos, generalmente relativa a las plazas de maestro de capilla y organista.
Entre estos documentos se encuentran los edictos convocatorios de la plaza con las
condiciones que debían reunir los candidatos, las instancias presentadas por éstos con curri-
culum vitae y otros datos biográficos, descripciones de las pruebas realizadas e informes fi-
nales del tribunal. En muchos casos, se conservan también los exámenes escritos realizados
por los opositores.

2.1.1.13. Legajos sueltos

Suelen contener documentos varios, como contratos de restauración de órganos, cartas, ho-
jas con indicaciones sobre interpretación de obras, listados de villancicos interpretados en al-
guna ocasión y otros. A veces, como refieren Ezquerro y González Marín (1991, 3) con res-
pecto a la Catedral de Zaragoza, aparecen entre las partituras documentos como cartas y
textos de villancicos, cuya ubicación no conviene cambiar para no separarlos de las obras a
las que acompañan. Entre ellos, se encuentran interesantes cartas de maestros de capilla1.

2.1.1.14. Libros sacramentales de parroquias

Con objeto de obtener datos biográficos, suele recurrirse a estos libros, que contienen par-
tidas de bautismo, matrimonio o defunción, y que actualmente es frecuente encontrar en los
archivos diocesanos.
Se pueden poner numerosos ejemplos de búsquedas biográficas en este tipo de docu-
mentos. Como homenaje al célebre musicólogo Higinio Anglés, que tanto hizo avanzar a nues-
tra ciencia, citaremos su búsqueda de datos para completar la biografía de Juan Bautista Ca-
banilles2. Otro gran musicólogo, José Subirá (1958), dedicó un artículo a la obtención de datos
biográficos de personajes relacionados con la música, a partir de los Libros de Defunciones de
la Parroquia de San Martín de Madrid; allí aparecen detalles de los difuntos, si habían hecho o
no testamento y circunstancias relacionadas con el entierro. Entre estas necrológicas se en-
cuentran maestros de capilla, instrumentistas, cantores, capellanes, organeros y personas de su
entorno, como un niño “ hijo de un trompetista ”, la criada de un maestro de capilla, etcétera.

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A 3. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL: FUENTES PARA SU ESTUDIO

2.1.1.15. Documentos pontificios

Esta clase de documentos también contiene información sobre asuntos relacionados con la
música. Poniendo como ejemplo la Catedral de Salamanca, una bula papal de Sixto IV (1481)3
nos muestra el origen de las medias raciones de maestro de capilla y organista; en este do-
cumento se decreta la extinción de la primera ración que vacase en la Catedral salmantina, y
se dividen los frutos de esta ración suprimida entre estos dos puestos musicales, que se con-
virtieron así en medio racioneros; para evitar diferencias, ambos fueron autorizados a entrar
en el coro, asistir con hábito a las procesiones y percibir partes iguales de la ración.

2.1.1.16. Protocolos notariales

Los protocolos notariales son documentos privados que se han extendido ante notario y dan
fe pública de contratos, donaciones, testamentos, arrendamientos, obligaciones, etc. Estos do-
cumentos proporcionan detalles de la vida cotidiana de los ciudadanos, y los músicos no son
una excepción. También pueden encontrarse en los protocolos escrituras relacionadas con la
música, como contratos para la construcción de órganos, etc. Normalmente están deposita-
dos en los archivos históricos provinciales, aunque también puede haberlos en otros archivos.
Esta documentación es muy abundante, pues la sociedad siempre ha tenido que dar
fe de los actos jurídicos. Sin embargo, la búsqueda de datos en estos documentos se puede
ver dificultada porque suelen estar ordenados por orden cronológico, o por escribanos, sin
tener en cuenta los asuntos que tratan.
Como ejemplo, podemos citar el caso de Joaquín Lázaro, maestro de capilla que fue
de Oviedo y que por razones de salud se trasladó a Mondoñedo (Casares Rodicio, 1975,
184). En el archivo de protocolos de esta última ciudad, se encuentra su testamento, por el
que donaba sus obras a la catedral de Oviedo, a cambio de que ésta protegiera a las sobri-
nas que habían vivido con él.

2.1.1.17. Prensa: críticas musicales y anuncios de conciertos

Para estudiar qué música estaba en cartel en una época determinada, es obligado consultar la
prensa general, así como las revistas y periódicos especializados en música. Estas publicaciones
contienen carteleras, críticas y reseñas de conciertos, así como artículos sobre los compositores de
éxito. Puede ponerse como ejemplo el siglo XIX español, donde surgieron multitud de publicacio-
nes relacionadas con la música, sobre las que ha hecho interesantes estudios Jacinto Torres (1991).

2.1.1.18. Carteles y programas de conciertos

En muchas bibliotecas y archivos se conservan los carteles que anunciaban los conciertos y
los programas de los mismos. Los carteles reflejan la importancia mediática que tenía cada
concierto y el tipo de música que se interpretó; los programas, con sus notas correspon-
dientes, explican las características de esta música, en ocasiones perdida, y completan la per-
cepción de la misma en el momento de su interpretación.

99
EL ARCHIVO DE LOS SONIDOS: LA GESTIÓN DE FONDOS MUSICALES

2.1.1.19. Correspondencia

La correspondencia que intercambiaron los profesionales de la música contiene desde refle-


xiones personales hasta verdaderos manifiestos de estética musical, por lo que constituyen
un documento imprescindible para la investigación musicológica. Sirva como ejemplo el epis-
tolario de Monseñor Higinio Anglés, que fue Presidente del Pontificio Instituto de Música Sa-
cra en Roma, y mantuvo correspondencia con destacadas figuras de ámbito nacional e in-
ternacional, y que ha servido a González Valle (1994) para estudiar la historia del Instituto
Español de Musicología.

2. 1. 2. Principales fuentes indirectas

Entre las principales fuentes indirectas de interés musicológico se encuentran las guías de ar-
chivos, los inventarios y otros instrumentos como catálogos, índices y bases de datos.

2.1. 2.1. Guías de archivos

Contienen una información muy general de todos los fondos del archivo y de su funciona-
miento, así como cuadros de clasificación y suelen citar las series documentales de forma ge-
neral. En cierto modo se podrían equiparar a la página web de un archivo.

2.1. 2. 2. Inventarios

Dentro del funcionamiento de cualquier institución, se realizan periódicamente inventarios


de sus diversos bienes. En el caso de los archivos que guardan documentación musical, po-
dríamos considerar dos clases de inventarios:
• Los que se han originado como resultado de su normativa. Un ejemplo son los in-
ventarios de partituras e instrumentos musicales que recibían los maestros de capi-
lla al tomar posesión de su cargo, y los que se realizaban cuando cesaban en el mis-
mo ya que, como indica Ezquerro (1997, 22-24), el maestro de capilla tenía en usu-
fructo las partituras necesarias para el desempeño de su cargo.
• Los realizados para facilitar el estudio y localización de la documentación musical.
Siguiendo con el ejemplo de los archivos eclesiásticos, podemos citar un inventario
que realizó en 1925 Rafael Jiménez Rubio en la catedral de Badajoz4 que, cons-
ciente de la importancia histórica de las partituras que ya no utilizaba, clasificó el
contenido del fondo en “ conformes” y “ no conformes” con las normas sobre mú-
sica religiosa del Motu Proprio de Pío X. Existen además inventarios del propio ar-
chivo, que describen las series documentales, como por ejemplo, expedientes de
oposiciones, de limpieza de sangre, etc. Algunos de estos inventarios se podrían
equiparar a las bases de datos.

100
A 3. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL: FUENTES PARA SU ESTUDIO

2. 1. 2. 3. Catálogos y bases de datos

A diferencia del inventario, que describe series documentales, un catálogo describe los do-
cumentos uno a uno, presentando una serie de datos que permiten su correcta identifica-
ción. En algunos archivos existen catálogos inéditos y bases de datos de uso interno, pero
afortunadamente este tipo de documentos se van publicando, pasando a formar parte de
las fuentes bibliográficas.
Los catálogos describen la documentación de todo el archivo, o de una parte del mis-
mo, de forma individual; aunque a veces son demasiado sintéticos y se asemejan a los in-
ventarios. Por otra parte, algunos inventarios son tan analíticos, que podrían llamarse catá-
logos, dependiendo del criterio que se tome.
Las bases de datos suelen contener los mismos elementos que los inventarios y catá-
logos, con la diferencia de que se presentan en un formato informático, por lo que tienen la
enorme ventaja de posibilitar búsquedas rápidas evitando mucho trabajo al investigador.

2. 1. 2. 4. Índices

Con las herramientas informáticas modernas, apenas es necesario disponer de los tradicionales
índices, pero no hay que olvidar que faltan aún muchos archivos o secciones de los mismos por
informatizar, con lo que estos instrumentos siguen siendo útiles para localizar la información.

2. 2. IMPORTANCIA DE LAS FUENTES EN RELACIÓN CON EL TEMA DE INVESTIGACIÓN

Según el nivel de información que proporcionan al investigador, las fuentes documentales


pueden clasificarse en primarias y secundarias. Consideramos en el primer apartado las fuen-
tes que proporcionan más información sobre un tema de investigación musicológica, que di-
fícilmente puede realizarse sin su consulta. Si ponemos como ejemplo un trabajo sobre el es-
tilo musical de un autor, serían fuentes primarias las partituras y registros sonoros o audiovi-
suales de sus obras, los artículos o cartas que explican las características y la estética de su
obra, los programas o críticas de sus conciertos e incluso, los testimonios orales, escritos o
grabados de personas que tuvieron contacto directo con él (familiares, alumnos, etc.).
Aunque la principal herramienta de la investigación musicológica son las fuentes pri-
marias, el trabajo musicológico aborda también aspectos complementarios. En el supuesto an-
terior, aunque el objeto fundamental del estudio es el estilo musical de un autor, sería de in-
terés prestar atención al ambiente social e histórico de su tiempo que, evidentemente, influyó
en su producción musical. Para ello, nos valdremos de las fuentes secundarias, que son docu-
mentos con un valor informativo menor, pero también necesarios para la investigación; en este
caso podríamos citar documentos notariales y eclesiásticos como pleitos, testamentos, regis-
tros de nacimientos, matrimonios,..., e incluso obras gráficas como fotografías o pinturas.
Hay que hacer notar que una misma fuente puede tener el carácter de primaria o se-
cundaria dependiendo del objeto de la investigación que se esté llevando a cabo. Así, en un
estudio sobre la posición social de los músicos en una época determinada, serían fuentes pri-
marias los libros de cuentas donde consten sus salarios, mientras que las partituras serían
fuentes secundarias. Del mismo modo, un cuadro que muestre instrumentos musicales es

101
EL ARCHIVO DE LOS SONIDOS: LA GESTIÓN DE FONDOS MUSICALES

una fuente primaria en una investigación sobre organología y una fuente secundaria para
estudiar la estética musical de un autor. Por ello, se hará un breve análisis de la importancia
de las fuentes en algunos campos de la investigación musicológica.

2. 2. 1 Biografías y estudios musicales de un autor

Son fuentes primarias aquéllas en cuya creación ha intervenido directamente este autor, o
contienen información relevante sobre su vida personal o profesional: partituras, registros
audiovisuales, cartas y escritos personales, discursos pronunciados por él, partidas de bau-
tismo, expedientes de las oposiciones que ganó, etc.
Son fuentes secundarias, por ejemplo, las actas de las reuniones de la institución o
instituciones para las que trabajó, algunas partes de su correspondencia, programas de con-
ciertos y folletos de discos, prensa, protocolos notariales, etc.

2. 2. 2. Estudios sociológicos

Entre los principales estudios sociológicos relacionados con la música, se encuentran los re-
lativos al nivel social de los compositores e intérpretes y recepción de un determinado tipo
de obras, entre otros.
Entre las fuentes primarias, consideraremos las actas de reuniones de instituciones
para las que trabajaban los músicos, libros donde consten sus salarios, correspondencia, pro-
gramas de conciertos, expedientes de oposiciones, testamentos y otros documentos que re-
flejen la situación socioeconómica que rodeaba a estos artistas.
Los periódicos y revistas de la época, los programas de conciertos y los audiovisuales en
tiempos más recientes, aportarían información como fuentes secundarias de esta investigación.

2. 2. 3. Análisis de géneros o estilos musicales

En esta clase de estudios, las fuentes primarias son las partituras y registros sonoros, audio-
visuales e informáticos de los autores géneros de una determinada época. Como fuentes se-
cundarias serán importantes las informaciones de periódicos, las críticas musicales, anuncios
de conciertos, declaraciones de compositores, empresarios o personas relacionadas con el
mundo musical y la correspondencia entre autores, empresarios o editores.

2. 2. 4. Estudios históricos

Los estudios históricos son probablemente los que abarcan ámbitos más amplios dentro de
la musicología, y se encuentran entre los más característicos de esta disciplina. Entre ellos,
destacan los que se ocupan de la historia de la música o la evolución musical en un país y
periodo, por ejemplo el Romanticismo musical español.

102
A 3. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL: FUENTES PARA SU ESTUDIO

Al ser estudios tan amplios, necesitan de casi todas las ramas auxiliares de la musi-
cología, como la historia, sociología, el análisis musical y otras, por lo que habrá que con-
sultar muchas clases de fuentes y, casi todas ellas, tendrán la categoría de primarias. Así ten-
dremos desde partituras y libretos de los autores más importantes de la época, hasta cartas
personales y profesionales, artículos en prensa, carteles de conciertos, notas al programa,
etc., pues de toda esta clase de documentos se obtiene información imprescindible para re-
construir la historia de la música.
Como fuentes secundarias, tendríamos documentos relacionados con la música de
forma más indirecta, como las narraciones de viajeros de la época, que a veces muestran sus
impresiones sobre la música que escucharon en sus viajes y otras expresiones artísticas del
correspondiente movimiento cultural.

2. 2. 5. Organología

La principal fuente primaria en esta clase de estudios son los propios instrumentos, y a ellos
hay que dirigirse en busca de los principales detalles de la investigación. También serían fuen-
tes primarias las representaciones artísticas de instrumentos musicales y los proyectos de res-
tauración, que indican las modificaciones que ha sufrido un instrumento.
La información obtenida de las anteriores fuentes, se suele completar con otras se-
cundarias, como facturas o cuentas que muestran cómo, cuándo y a quién se encargó un
determinado instrumento, cuánto se pagaba a un músico por tocarlo y la frecuencia con que
el intérprete tenía que reponer las cuerdas; otros documentos reflejan préstamos de instru-
mentos por parte de algunas instituciones a los jóvenes que querían aprender y que luego
podrían trabajar para ellas, y un largo etcétera5.

2. 2. 6. Etnomusicología

Para realizar un estudio etnomusicológico, se pueden considerar tres clases de fuentes primarias:
• Personas que conocen directamente la tradición oral y las costumbres de un pue-
blo o zona geográfica e interpretan esta música.
• Apuntes y anotaciones escritas, tomados por alguien que entrevistó a estas personas.
• Registros sonoros o audiovisuales de cualquier interpretación de música popular,
sea de tradición oral o la llamada popular urbana.

Como fuentes secundarias servirían las personas, documentos o grabaciones que


proporcionan o contienen información de las circunstancias que rodean a la interpretación
de esta música, como datos de los trajes, costumbres, gestos y otros aspectos similares.

2. 2. 7. Enseñanza musical

Hasta el establecimiento de los actuales conservatorios, la enseñanza musical tenía lugar


principalmente en los colegios de niños de coro de los centros eclesiásticos. Las fuentes

103
EL ARCHIVO DE LOS SONIDOS: LA GESTIÓN DE FONDOS MUSICALES

primarias para su estudio serán los reglamentos de estos colegios y de los posteriores con-
servatorios, los correspondientes libros de actas, matrículas... Serán fuentes secundarias
otros documentos como cartas, libros de cuentas, programas de conciertos, etc.

2. 2. 8. Estudios hagiográficos

Aunque evidentemente la hagiografía no es una rama de la musicología, algunas de las


fuentes de la llamada “ música anotada ” , pueden convertirse en fuente primaria para los es-
tudios hagiográficos. Como indica Garbayo (2005) la estrecha relación entre música y litur-
gia, ha dotado a los archivos musicales de las numerosísimas catedrales, colegiatas e iglesias
españolas, y a otras instituciones como la Capilla Real y conventos de fundación regia, de
multitud de partituras escritas para sus propias celebraciones locales. Estos documentos con-
tienen himnos, lecciones y secuencias ricas en referencias hagiográficas y son fuentes de in-
terés indiscutible para esta clase de estudios.

3. PRINCIPALES SOPORTES DE LAS FUENTES

A lo largo de la historia, la humanidad se ha expresado a través de diferentes soportes. Como


consecuencia, podemos encontrar fuentes de información plasmadas sobre piedra, madera,
cristal, pergamino, papel, archivos de ordenador, grabaciones sonoras en rollos de cera, dis-
cos de pizarra, etc.
Como ejemplo de documento musical en piedra, podemos citar las numerosas es-
culturas y pinturas con motivos musicales que decoran las principales iglesias. Podemos po-
ner como ejemplo algunos pórticos de iglesias románicas, como el Pórtico de la Gloria de
Santiago de Compostela, que nos muestra a los 24 ancianos del Apocalipsis tocando ins-
trumentos musicales (López Calo, 1991, 28-29), cuyo estudio ha permitido la construcción
de réplicas.
En cuanto a la madera, con este material se han modelado numerosos motivos mu-
sicales, que decoran el coro de las catedrales y los órganos de la mayor parte de las iglesias.
Como ejemplo citaremos los ocho ángeles músicos del tríptico del Monasterio de Piedra de
Zaragoza de 1390, conservado en la Real Academia de la Historia.
Aunque menos frecuente, el cristal es también soporte de documentos musicales;
uno de estos ejemplos son las figuras que tocan instrumentos en las vidrieras de los roseto-
nes de la Catedral de León.
En el caso de la “ música anotada ” la mayor parte de las fuentes utilizan el papel
o el pergamino. Debido a la resistencia de este último material, algunas hojas se reutili-
zaron en épocas posteriores para forrar otros libros; así encontramos documentos musi-
cales llenos de interesante información, que corrieron esta suerte por contener música en
desuso o escrita en una notación musical antigua que resultaba incomprensible para
quienes los desecharon.
Respecto a la “ música programada ” , en el último siglo, debido a los avances tec-
nológicos, han surgido multitud de soportes nuevos para guardar la información, desde los

104
A 3. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL: FUENTES PARA SU ESTUDIO

antiguos rollos de pianola hasta los últimos formatos de vídeo y audio. En la época actual,
la mayor parte de los compositores escriben su música con editores de partituras, cuyos ar-
chivos se almacenan en los nuevos soportes informáticos.

4. DÓNDE ENCONTRAR LAS FUENTES:


PRINCIPALES ARCHIVOS CON DOCUMENTACIÓN
MUSICAL

Antes de comenzar cualquier investigación, es imprescindible localizar las fuentes que nos
servirán de base para la misma. Como se irá viendo, a lo largo de la historia se han sucedi-
do distintos avatares políticos (guerras, desamortizaciones eclesiásticas...) que han originado
que los documentos no se conserven siempre en las instituciones que los produjeron, por lo
que tendremos que considerar esta posibilidad a la hora de elegir qué archivos, bibliotecas y
centros de documentación debemos visitar (Iglesias, 1999).
Dependiendo del tema de investigación, la documentación necesaria se encontrará
principalmente en un determinado tipo de archivos, aunque habrá que consultar también
otras instituciones que aporten una información secundaria. Así, si el tema estudiado es la
música religiosa de una determinada época o sus compositores, habrá que recurrir funda-
mentalmente a un archivo eclesiástico, si el tema se relaciona con la música sinfónica, será
necesario visitar archivos de orquestas y asociaciones filarmónicas, etc.
Por otra parte, las actividades cotidianas de los músicos, igual que las del resto de las
personas, han dejado huellas documentales de todas clases. Por ello, son muy variados los
archivos que pueden contener fuentes para realizar o completar un estudio musicológico.
Antes de acudir a un archivo, será primordial que el investigador se familiarice con
la estructura y funcionamiento de la institución que lo ha generado. Estos aspectos han de-
terminado la clase de documentos que allí se encuentran y su conocimiento facilitará el ma-
nejo de la correspondiente documentación. De entre todos los posibles archivos, bibliote-
cas, centros de documentación, etc., relacionaremos los que pueden ser más útiles para una
investigación musicológica, comenzando por los que pueden contener más documentación
musical.

4. 1. ARCHIVOS ECLESIÁSTICOS

La música siempre ha sido un elemento fundamental en la liturgia, proporcionando el mar-


co adecuado para el recogimiento y la oración, a la vez que articulaba y daba brillo a las ce-
remonias. Por ello, las instituciones religiosas daban a la música la importancia debida, y te-
nían cantantes e instrumentistas a su servicio, con un maestro de capilla que se encargaba
de componer para el culto. Estas composiciones y otras que fueron llegando por otros me-
dios como donaciones y compras, generaron el archivo musical de cada institución.
Entre los principales centros religiosos donde brillaba la música estaban las catedrales,
las concatedrales, los conventos, las colegiatas, algunas iglesias de localidades destacadas y
también organizaciones como las cofradías6. Tomaremos como ejemplo el caso de las catedrales.

105
EL ARCHIVO DE LOS SONIDOS: LA GESTIÓN DE FONDOS MUSICALES

Para determinar qué parte de la documentación de un archivo catedralicio es útil


para el musicólogo, es necesario conocer mínimamente cómo se articulaba la vida cotidia-
na de una institución de este tipo, que está regida por un cabildo cuyo presidente es el
deán, y cuáles eran históricamente las funciones de cada uno de los canónigos. Será nece-
sario conocer también las obligaciones y situación social del maestro de capilla y el resto de
los cargos musicales: organistas, músicos de voz e instrumentos, sochantres y salmistas.
Todo ello ayudará a manejar los fondos del archivo, distinguiendo cuáles pueden propor-
cionar más información.
La vida cotidiana de las catedrales giraba alrededor de los principales ritos religio-
sos: la misa y el oficio divino; como consecuencia, se ha generado una importante docu-
mentación musical formada principalmente por cantorales de gregoriano, libros de polifo-
nía y “ música a papeles” , junto con instrumentos que permanecen como testigos de las
antiguas prácticas7 . Paralelamente a esta documentación musical, se ha ido produciendo
abundante documentación perimusical: actas de reuniones del cabildo, libros de cuentas
de fábrica, expedientes de oposiciones a los puestos de música, estatutos, reglamentos de
mozos de coro, inventarios8 , documentos pontificios, etc. Además de las colecciones do-
cumentales mencionadas, a estos archivos han ido llegando fondos musicales de distintas
procedencias, como legados personales y otros materiales, que también pueden contener
fuentes musicales.

4. 2. ARCHIVO DEL PALACIO REAL Y REAL BIBLIOTECA

Si estudiamos las características de la Capilla Real (Lolo, 1988), vemos que no se diferencia
sustancialmente de las capillas de las principales instituciones religiosas españolas, pues te-
nía un organigrama y unos puestos musicales similares. Como en las demás instituciones, los
maestros de capilla tenían la obligación de componer para las principales festividades reli-
giosas, lo que generó un importante archivo de música, que se nutrió también de obras de
otros compositores. Además de estos documentos musicales, el Archivo General de Palacio
conserva también otras fuentes, como los expedientes personales de todos los músicos que
trabajaron para la institución, libros de cuentas, etc.
La biblioteca privada de los reyes de la casa de Borbón, ha dado origen a la Bibliote-
ca Real9, cuyo fondo musical refleja la afición que han tenido los reyes por la música; entre
los manuscritos que guarda hay óperas, música sinfónica, el Cancionero de Palacio (1890)
publicado por Barbieri y el documento llamado Fiestas Reales, de Carlo Broschi “ Farinelli” ,
donde describe las funciones del Teatro del Buen Retiro desde 1747 a 1758 (López Vidriero,
1995); entre los impresos destaca De Musica libri Septem publicado en 1592 por Francisco
Salinas. El conjunto de instrumentos de Stradivarius perteneció a esta biblioteca, aunque ac-
tualmente se encuentran en las salas del Museo del Palacio Real.
Tanto el Archivo del Palacio Real, como la Real Biblioteca contienen, además, infor-
mación relacionada con otras instituciones, como la relativa al primer director del Real Con-
servatorio de Madrid, que impulsó la reina María Cristina, última esposa de Fernando VII (Ro-
bledo Estaire, 2001).

106
A 3. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL: FUENTES PARA SU ESTUDIO

4. 3. BIBLIOTECA NACIONAL Y BIBLIOTECA DE CATALUÑA

La Biblioteca Nacional es uno de los principales centros de investigación musical de España,


con importantes colecciones, archivos y bibliotecas de entidades actualmente desapareci-
das10. Su Sección de Música se inició con el legado Barbieri, que da nombre a a la actual sala
de investigadores. Sin embargo, el mencionado legado está incompleto, pues según Rita
Goldberg (1986, 172), a Barbieri perteneció el llamado Cancionero de Cambridge , que con-
tiene una colección de canciones del músico español del siglo XVII José Marín; esta obra,
descrita por Pedrell a finales del siglo XIX, se encuentra desde 1958 en el Fitzwilliam Museum
de Cambridge. Según Nieves Iglesias (1995), el fondo musical se ha ido incrementando con
obras procedentes del Depósito Legal, y las leyes de Propiedad Intelectual. Se han editado
varios catálogos, cuya consulta resulta imprescindible en prácticamente todos los campos de
la musicología.
La sección de música de la Biblioteca de Cataluña se creó a partir del legado de Felipe
Pedrell (Crespi, 1994a), que donó al Institut d’Estudis Catalans su archivo musical, su corres-
pondencia y su biblioteca, a condición de que se crease en la Biblioteca de Cataluña una sec-
ción de musicología y se favorecieran estas investigaciones. A estos importantísimos documen-
tos, se unieron más tarde los archivos de Joan Carreras Dagas e Higinio Anglés, y otros adquiri-
dos mediante compras, donaciones e intercambios11. También recibe fondos de Depósito Legal.
De acuerdo con Joana Crespí (1994b), el Departamento de Música de la Biblioteca
de Cataluña consta de cuatro secciones:
I. Manuscritos.
II. Incunables. raros y colecciones especiales.
III. Mapas, estampas y grabados.
IV. Música y musicología.

Entre estos fondos hay interesantísimos manuscritos de canto llano y polifonía, junto
con obras vocales e instrumentales de maestros de los siglos XVII al XX, y cartas autógrafas de
personalidades del mundo de la música. También contiene ediciones de tratados teóricos, par-
tituras y libretos de ópera, el Depósito Legal de partituras y monografías musicales impresas
en Cataluña desde 1981, colecciones de monografías, revistas musicales y registros sonoros.
Además, tanto la Biblioteca Nacional como la Biblioteca de Cataluña custodian fon-
dos procedentes de las desamortizaciones.

4. 4. ARCHIVO DE LA SGAE: EL CEDOA

El funcionamiento de la antigua Sociedad General de Autores y actual Sociedad General de


Autores y Editores ha originado una serie de documentación y publicaciones de interés musi-
cológico, entre las que destacan las versiones originales de zarzuelas. Como explica Mª Luz
González Peña (1995 y 1999), la base de este archivo es el legado de Ruperto Chapí y sus fon-
dos se han ido incrementando con sucesivas adquisiciones y donaciones, como los legados de
Pablo Luna y Conrado del Campo. Los principales fondos documentales del archivo son:
• Archivo lírico de materiales
• Archivo lírico de partituras

107
EL ARCHIVO DE LOS SONIDOS: LA GESTIÓN DE FONDOS MUSICALES

• Archivo sinfónico
• Archivo de la Unión Musical Española
• Archivo de libretos
• Archivo de fotografías
• Legados y donaciones.

El archivo sinfónico es el que más aumenta porque en él depositan los compositores


las obras de nueva creación. El trabajo de Emilio Casares (1997) refleja el valor documental
de las fotografías conservadas en este importante archivo.

4. 5. ARCHIVOS DE CENTROS DE ENSEÑANZA Y SOCIEDADES FILARMÓNICAS

En las instituciones dedicadas a la enseñanza, la actividad docente se completaba con la


organización de conciertos en los que intervenían profesores y alumnos del centro. Como
resultado de estas dos facetas, estos centros han acumulado distintos fondos musicales y
administrativos.
Por otra parte, a partir del siglo XIX, se crearon sociedades filarmónicas en distintas ciu-
dades españolas, con el fin de organizar conciertos para difundir la música entre un número
de aficionados cada vez más creciente. Estas sociedades necesitaron obras musicales para su
actividad y se nutrieron de piezas sinfónicas contemporáneas y de las clásicas partituras de
Haydn, Mozart, Beethoven y otros; estas partituras, junto con material administrativo como re-
glamentos, actas de reuniones, etc., han ido conformando los correspondientes archivos.
Uno de los ejemplos más característicos de esta actividad filarmónica fue la Sociedad
de Conciertos de Madrid12, cuyo reglamento indicaba que su archivo de partituras debía es-
tar en manos de su director, con la posibilidad de deshacerse de las que considerase inútiles;
también era el encargado de adquirir obras nuevas. Como se indicará en el apartado si-
guiente, los fondos que pertenecieron a la Sociedad de Conciertos madrileña se encuentran
en la biblioteca del Conservatorio Superior de Madrid desde 1923 (Navarro, 1988, 244).

4. 5. 1. Archivos de conservatorios: Conservatorio Superior de Madrid

Aunque todos los archivos y bibliotecas de todos los conservatorios guardan documentación,
el más importante desde el punto de vista de la investigación es el Real Conservatorio Su-
perior de Madrid (Navarro, 1988 y Casas, 1994), fundado el 15 de julio de 1830 por la rei-
na regente María Cristina. La biblioteca del centro se inició con las obras musicales que donó
la propia reina, quien se encargó también de traer de Italia a Francesco Piermarini, primer
director del centro.
En el reglamento del 16 de septiembre de 1830, redactado por Piermarini, e impre-
so en 1831 en la imprenta Real, se indica que “ de todas las piezas que se impriman en Es-
paña, el editor o el autor han de entregar dos ejemplares a esta Biblioteca; y que debe reu-
nir cuantas curiosidades musicales pueda adquirir sin inútil profusión, pero con toda diligen-
cia ” . Es evidente la importancia que tenía una disposición como ésta a la hora de aumentar
los fondos de la importante biblioteca que iba creciendo poco a poco.

108
A 3. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL: FUENTES PARA SU ESTUDIO

La protección real, junto con la normativa que rigió a la institución, dotó a su biblio-
teca de interesantísimos fondos, entre los que se encuentran óperas españolas y extranjeras
de los siglos XVIII y XIX, y música religiosa de los principales autores españoles. El rey Ama-
deo de Saboya también donó una importante colección de tonadillas de la Biblioteca Real
para reponer las pérdidas sufridas después de un incendio.
Las leyes desamortizadoras de los bienes eclesiásticos causaron el ingreso en el Con-
servatorio de una destacada colección de motetes procedentes del Monasterio de Uclés.
Además del mencionado archivo de la Sociedad de Conciertos madrileña (Navarro, 1988 y
Sobrino, 1990, 10), han ingresado documentos por Depósito Legal y distintas colecciones
adquiridas por donaciones. Entre ellas destaca el fondo de Gerardo Gombau y la colección
perteneciente a la Infanta Isabel Francisca de Borbón, a la que pertenecía la Lira Sacro His-
pana de Hilarión Eslava.
Por otra parte, esta institución ha recibido donaciones de editores, músicos y parti-
culares, como una Colección de documentos sobre la Guerra de la Independencia y caída en
desgracia del Conde de Godoy, Príncipe de la Paz y una colección de fotografías de músicos
célebres y cartas autógrafas de personajes de gran interés musical. A todos estos fondos clá-
sicos, con el devenir de los tiempos, se han incorporado numerosos documentos sonoros y
audiovisuales.
Además de los fondos estrictamente musicales, la función docente del conservatorio
ha originado toda una documentación relativa a matrículas, exámenes, diversos reglamen-
tos, etc., que permiten realizar numerosos trabajos de investigación (Bernard, 1994).

4. 5. 2. El archivo de la Escuela de San Eloy de Salamanca:


un modelo híbrido entre centro escolar y sociedad filarmónica.

La Escuela de Nobles y Bellas Artes de San Eloy impartía clases de dibujo en Salamanca des-
de enero de 1784, a iniciativa del gremio local de artífices plateros13. Estas enseñanzas, que
habían sufrido breves interrupciones por las convulsiones políticas de la época, se vieron
complementadas con la creación en este centro de la Sección de Música, cuyas clases co-
menzaron en enero de 1839, sólo ocho años después que las del Real Conservatorio de Ma-
drid, cuyo modelo sirvió sin duda de inspiración.
Como afirma Maíllo (1999, 112) la sección recién creada se había fijado dos objeti-
vos: la enseñanza de la música y la organización de “ academias” o “liceos” , donde alum-
nos, maestros y otras personas cercanas a San Eloy ofrecerían conciertos públicos. La prime-
ra velada musical se celebró en noviembre de 1838, con un concierto en dos partes dirigido
por el profesor Francisco Olivares.
La Sección de Música alternó sus actividades con épocas de interrupción hasta la cre-
ación, en 1935, de un Conservatorio Regional de Música en Salamanca (Maíllo, 1999, 179)
que tomaba el relevo de este importante centro musical. Como resultado de sus actividades,
el archivo de San Eloy conserva partituras, libros de actas, discursos, planes de estudios, co-
rrespondencia y ejemplares de los sucesivos reglamentos que rigieron esta entidad. Todos es-
tos documentos, junto con los programas de los conciertos ofrecidos, muestran las prefe-
rencias musicales del público salmantino de la época.

109
EL ARCHIVO DE LOS SONIDOS: LA GESTIÓN DE FONDOS MUSICALES

4. 6. REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO

La Sección de Música se incorporó a esta Academia en 1847 y mostró gran actividad lle-
gando a publicar el Cancionero de Palacio, becó a músicos para que estudiasen fuera de Es-
paña y ha ido recibiendo archivos de compositores, sobre todo académicos. Contiene, entre
otros fondos, el de Román Jimeno Ibáñez (1799-1874), maestro de capilla de la Colegiata
de San Isidro de Madrid y catedrático de órgano en el Real Conservatorio de Música y De-
clamación (Iglesias, 1999, 147).

4. 7. ARCHIVOS PERSONALES O FAMILIARES

Estos archivos contienen series documentales procedentes del legado personal o familiar de
figuras de interés musical (Moreno, 1995). Por otra parte, hay que tener en cuenta que mu-
chos de estos archivos están formando parte, a su vez, de otros archivos, a los que han lle-
gado por depósito, donación o compra.
Entre estos documentos hay creaciones (composiciones, críticas, diarios, audiovisuales
etc.) del personaje que ha generado el archivo y otros complementarios como la correspon-
dencia recibida, recortes de prensa, condecoraciones, nombramientos, etc. Además del ar-
chivo personal, los legados de un autor musical suelen contener su biblioteca, que compren-
de monografías, publicaciones periódicas, a veces con inscripciones personales y dedicatorias.
Entre los archivos familiares destacan los pertenecientes a la nobleza, cuya intensa ac-
tividad musical se refleja en las colecciones de instrumentos y obras musicales de sus archi-
vos14, algunos de los cuales están en la Sección Nobleza del Archivo histórico Nacional, que
se encuentra en Toledo.

4. 8. ARCHIVOS DE TEATROS Y MUSEOS

Los archivos de los teatros suelen guardar partituras y libretos de las obras que se han inter-
pretado, contratos firmados por autores e intérpretes, instrumentos musicales y otros docu-
mentos de interés. Como indica Iglesias (1999, 146), existe un Museo Nacional del Teatro,
unido al Teatro de Almagro, con un archivo que contiene, entre otros documentos, copias
de óperas españolas y zarzuelas.
Son también importantes los archivos de algunos museos, como ocurre en el caso del
archivo de música del Museo Canario de Las Palmas de Gran Canaria (Lothar Siemens, 1995)
que guarda el legado del historiador Agustín Millares Torres, con obras de Cristóbal José Milla-
res (1774-1846), su abuelo y organista en la Catedral de las Palmas; consta además de algunas
piezas de otros autores del XIX y programas de ópera, conciertos, teatro y otros documentos.

4. 9. ARCHIVOS SONOROS:
EL ARCHIVO DE LA PALABRA DE RADIO NACIONAL DE ESPAÑA

Podemos considerar en este grupo archivos propiamente dichos y secciones de archivos


como fonotecas y otras que guardan material sonoro. Entre todos ellos, ocupa un lugar

110
A 3. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL: FUENTES PARA SU ESTUDIO

destacado el Archivo de la Palabra de Radio Nacional de España, que conserva grabaciones


producto de la programación de las distintas emisoras de RNE desde su creación en 1937, e
incluye también donaciones y otras grabaciones adquiridas con destino a la programación
de esta emisora.
En este archivo se encuentran documentos mecánicos, magnéticos y ópticos, según
la evolución de los soportes de audio con el tiempo. Según Ariza Chicharro (2004, 31), en
el documento más antiguo que posee este archivo se recoge la voz del compositor inglés Sir
Arthur Sullivan; éste es también el primer registro que recoge una voz humana, y se grabó
en un cilindro de cera para ser leído por un fonógrafo en 1888, aunque luego se ha repli-
cado en un formato más moderno y cómodo. No es necesario comentar la importancia de
esta grabación, no sólo como testimonio histórico de los avances tecnológicos, sino también
para todo estudio que trate directa o indirectamente de este compositor o de la música in-
glesa de la época.
Entre las grabaciones que conserva un archivo sonoro de esta clase, se pueden en-
contrar interesantes programas y entrevistas relacionados con la música y también gran can-
tidad de anuncios en los que se han empleado siempre sintonías, que constituyen un mate-
rial importantísimo para la realización de trabajos sobre música y publicidad.

4. 10. ARCHIVOS UNIVERSITARIOS

También hay información relativa a la música en la documentación que ha producido la vida


cotidiana de las universidades, especialmente aquellas que contaban con cátedra de música.
Así, se debe consultar el ceremonial, los libros de claustros y juntas, los expedientes de pro-
visión de cátedras, etc. En el caso de que la universidad haya tenido capilla de música, las
fuentes más importantes estarán relacionadas directamente con el funcionamiento de la mis-
ma. Agustín Vivas (2000) ha realizado un cuadro sobre la documentación del archivo uni-
versitario salmantino, donde pueden verse las fuentes relacionadas con su capilla de música.
Además, en estas bibliotecas pueden encontrarse también fondos procedentes de las
desamortizaciones; sobre este aspecto María Ester Sala (1989, 156) daba la noticia de que
se habían descubierto hacía poco tiempo en la Biblioteca de la Universidad de Barcelona, ma-
nuscritos musicales procedentes de la desamortización de los conventos catalanes de 1835,
que no estaban incluidos en el inventario existente. Sin embargo, esta autora no indica a qué
conventos habían pertenecido estos fondos.

4. 11. ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL,


ARCHIVO DE LA CORONA DE ARAGÓN Y OTROS

El Archivo Histórico Nacional, situado en Madrid, contiene abundante documentación útil


para los estudios musicológicos. Así nos lo demuestra Jaime Moll (1963, 123-128) que obtie-
ne información sobre la música en la corte del Duque de Calabria, a partir de los libros de sa-
larios de los empleados del mencionado Duque pues éstos reflejan los nombres y puestos que
ostentaban sus músicos, cuál era su voz o instrumento y el importe del alquiler de su casa.
Tanto el Archivo Histórico Nacional como el Archivo de la Corona de Aragón contienen
códices musicales y partituras de los siglos XVIII y XIX procedentes de las desamortizaciones.

111
EL ARCHIVO DE LOS SONIDOS: LA GESTIÓN DE FONDOS MUSICALES

El catálogo de estos fondos, realizado por Joaquín Garrigosa i Massana (1994), detalla las
características y origen de estos documentos, que llegaron allí como consecuencia de distin-
tos avatares políticos.
Como indica José María Mateos (1996, 113), “las provincias carecían de dependen-
cias en donde reunir los archivos incautados a las instituciones afectadas, y ya en el año 1850
se recurre a su centralización en la Academia de la Historia de Madrid; en 1866 se crea el
Archivo Histórico Nacional llegando sucesivas remesas de documentación, sobre todo aqué-
lla de mayor interés histórico ” .
Seguramente procedentes de estos procesos desamortizadores, el Archivo Histórico
Nacional, contiene otros documentos relativos a la música del Duque de Calabria, pues él y
su esposa donaron una serie de objetos al Monasterio de San Miguel de los Reyes, entre los
que se encontraban órganos, laúdes, vihuelas y libros de canto llano y polifonía. Moll (1963,
133-135) transcribe un inventario de todos estos objetos.
A consecuencia de la Revolución de 1868, el 1 de enero de 1869, el gobierno decre-
tó la incautación de los archivos de las catedrales españolas, aunque según indica López Calo
(1995, 186), la mayor parte de los gobernadores civiles fueron remisos a aplicar esta medida.
Cuando en 1875 se produjo la restauración monárquica en la persona de Alfonso XII, apare-
ció una nueva legislación que ordenaba la devolución de los archivos expoliados. Al final, ni
salieron los archivos de todas las catedrales, ni fue devuelto todo lo que salió; por ello, algu-
nos documentos catedralicios se guardan en el Archivo Histórico Nacional (Moll, 1958).
Como resultado de la organización de sus fondos, el Archivo Histórico Nacional, ha
agrupado los procedentes de instituciones eclesiásticas en secciones, que corresponden a
clero regular, clero secular, instituciones pías y asistenciales y órdenes militares.
También son de interés musicológico el Archivo del Reino de Mallorca (Ezquerro Es-
teban, 1995) y el Archivo General de Simancas. El primero de ellos contiene manuscritos me-
dievales y un fondo de música de la Sección Femenina, con contenido variado, principal-
mente relacionado con la música tradicional; entre la interesante documentación del segun-
do, podemos citar los fondos relativos a la Capilla Real de Granada15.

4. 12. FUNDACIÓN JUAN MARCH

El Centro de Documentación de la Música Española Contemporánea se creó en la Biblioteca


general de la Fundación Juan March el 10 de julio de 1983 (Asensio, 1995). Contiene abun-
dantes partituras y grabaciones publicadas o inéditas, junto con documentación musical re-
lacionada con compositores contemporáneos.
Entre las publicaciones de esta institución, se encuentran los catálogos de obras de
Conrado del Campo, Jesús Guridi, Bacarisse y otros. La biblioteca de este centro se ha ad-
herido a la Asociación Española de Documentación Musical (AEDO M).

4. 13. ARCHIVOS DE TRADICIÓN ORAL

La investigación de los musicólogos que se han dedicado al estudio de la música de tradición


oral ha originado una serie de documentos, como fichas con las trascripciones de esta mú-
sica, y grabaciones de la misma en distintos soportes y formatos. Entre las entidades que

112
A 3. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL: FUENTES PARA SU ESTUDIO

conservan documentación de este tipo, se encuentra el Departamento de Musicología del


CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas), cuya sección de folklore se creó, según
Josep Martí (1994, 254) para continuar los trabajos iniciados por la obra del Cançoner Po-
pular de Catalunya16. Esta sección se encargó, entre 1944 y 1960, de recopilar música de tra-
dición oral en “ misiones” que recorrieron varias regiones españolas. Así, se recogió un im-
portante número de canciones que hoy se conservan en el actual Departamento de Etno-
musicología. También existe documentación de esta clase en el Centro de Cultura Tradicio-
nal, dependiente de la Diputación Provincial de Salamanca.

4.14. ARCHIVOS HISTÓRICOS PROVINCIALES, COMARCALES O LOCALES.


ARCHIVOS DE PROTOCOLOS NOTARIALES

Según el Decreto de 2 de marzo de 1945 sobre reorganización de la sección histórica de los


archivos de protocolos se creaba en todos estos archivos, una sección histórica formada por
aquella documentación de más de cien años de antigüedad. Por otra parte, de acuerdo con
el Decreto de 24 de julio de 1947 sobre ordenación de Archivos y Bibliotecas, estas seccio-
nes históricas se incorporaron a los Archivos Históricos Provinciales, dependientes del Estado
(artículo 61), salvo en el caso que existieran o se creasen con posterioridad archivos históri-
cos comarcales o locales (artículo 91). Además de estos archivos históricos, existen algunos
archivos de protocolos, como el de Oñate (Guipúzcoa), Barcelona y Madrid; en todos ellos,
puede encontrarse algún dato para la biografía de personas relacionadas con la música o
musicología y también interesantes manuscritos musicales, como en el caso de Oñate, don-
de se guardan 219 pergaminos musicales de las épocas renacentista y barroca, según se pue-
de ver en la publicación Archivos Estatales (2003, 30).
En estos archivos se encuentran los documentos de los que ha tenido que dar fe un
notario, testamentos, contratos de compraventa, testimonios de oposiciones de músicos, con-
tratos para la construcción de órganos, y frecuentemente inventarios de bienes de personas
fallecidas, escritos a petición de sus albaceas, o correspondientes a almonedas de estos bie-
nes. A partir de inventarios de esta clase, se puede reconstruir la historia de algunos docu-
mentos, como hace José María Madurell (1968) con unos manuscritos e impresos musicales.

4. 15. ARCHIVOS VIRTUALES

Con el desarrollo de las nuevas tecnologías, y en orden a preservar la frágil documentación,


que puede deteriorarse después de ser consultada sucesivamente, se van realizando repro-
ducciones digitales de los documentos, que evitan su manipulación directa y son cada vez
más accesibles desde Internet. Por otra parte, aumentan las instituciones suscritas a los for-
matos electrónicos de las principales publicaciones periódicas de musicología y posibilitan el
acceso a ellas de sus miembros; de esta forma, es habitual que las universidades ofrezcan es-
tas herramientas a sus profesores y alumnos, que pueden consultarlas sin necesidad de des-
plazarse físicamente a los archivos y bibliotecas.
Además de los servicios digitales que proporcionan algunos archivos y bibliotecas
tradicionales, existen las llamadas bibliotecas virtuales que, de acuerdo con Peset Mance-
bo (2003, 242-243) contienen exclusivamente datos multimedia y posibililtan la consulta

113
EL ARCHIVO DE LOS SONIDOS: LA GESTIÓN DE FONDOS MUSICALES

y distribución de materiales en formas que la documentación original no permitiría. Aunque


algunas tienen acceso restringido, presentan la ventaja de que se orientan a todos los ciu-
dadanos y no sólo a los investigadores.
Por otra parte, además de consultar los archivos virtuales, existe también la posibili-
dad de acceder a información sobre archivos tradicionales vía Internet, donde se encuentra
la página web de la Subdirección General de los Archivos Estatales17, desde la que se acce-
de a un listado de archivos y centros estatales gestionados por el Ministerio de Cultura, con
enlaces de entrada a cada uno de ellos, que nos permiten realizar visitas virtuales, conocer
los horarios y las condiciones de consulta, las series documentales que se guardan en ellos y
efectuar búsquedas en el Portal de Archivos Españoles18. También se puede acceder al Cen-
so-Guía de archivos de España e Hispanoamérica19, cuya misión es facilitar el conocimiento
de los archivos y permitir búsquedas de fondos documentales.

4. 16. ARCHIVOS MUNICIPALES

Estos archivos contienen distintas secciones en las que puede hallarse documentación relati-
va a las bandas municipales de música, protocolos notariales, archivos familiares, fondos pro-
cedentes de alguna parroquia, teatros, fonoteca, e incluso hemeroteca, donde se puede se-
guir las actividades musicales cotidianas de épocas pasadas, a nivel nacional o local.
Además de los fondos propiamente musicales, existen otros documentos como los
padrones de vecinos, catastros y otros que reflejan la relación de los habitantes del munici-
pio con su ayuntamiento y proporcionan datos biográficos.
Dentro de los archivos generados a nivel municipal, destaca el del Ayuntamiento
de Madrid que posee 3 fondos (Rodríguez Martín, 1995): el de la Banda Municipal, el fon-
do musical de la Biblioteca Histórica y el fondo de la Biblioteca Musical, cada uno con
unas características determinadas. El primero de ellos tiene partituras de zarzuelas y otras
transcritas para bandas de 90 instrumentos, el fondo de la Biblioteca Histórica procede de
los Teatros de la Cruz y el Príncipe, y es fundamental para conocer la escena de la época;
por último, en la Biblioteca Musical se guardan partituras, libros, revistas musicales, ins-
trumentos y grabaciones audiovisuales en distintos soportes. Además, existe una Colec-
ción de Patrimonio Histórico que consta de instrumentos, juguetes, fotos, batutas, me-
dallas, autógrafos, rollos de pianola y otros documentos que han pertenecido a destaca-
das personalidades del mundo de la música, junto con una colección de “ Quijotes” mu-
sicales única en el mundo.

4. 17. ARCHIVOS DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Las empresas editoras de periódicos almacenan ejemplares atrasados desde sus comienzos.
Con el desarrollo de las nuevas tecnologías, se están creando recopilaciones de estos docu-
mentos en formatos electrónicos, que permiten una mejor conservación del material en un
espacio más razonable y la recuperación rápida de los datos. Algunos periódicos informati-
zan los artículos enteros, mientras que otros elaboran bases de datos esquemáticas con lis-
tados y resúmenes. En principio, se realizan para utilización interna de los propios redacto-
res o para comercializarlos en el futuro.

114
A 3. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL: FUENTES PARA SU ESTUDIO

Como resultado de los últimos avances técnicos, son cada vez más numerosos los
medios de comunicación digitales; en general, su producción documental permanece acce-
sible en la red durante largo tiempo, constituyendo una herramienta de fácil consulta, útil
para algunos temas de investigación.
Como ya se mencionó en el caso de Radio Nacional de España, las emisoras de radio
y televisión generan archivos documentales que contienen fondos audiovisuales producidos
o adquiridos para su propia programación, entre los que podemos encontrar actuaciones
musicales, documentales, entrevistas, etc. También custodian documentos administrativos y
otros, que pueden ser fuentes secundarias en estudios musicológicos.

4. 18. OTROS ARCHIVOS

A veces puede encontrarse documentación musical en archivos insospechados, como ocurre


en el caso que detalla José Subirá (1969) del archivo del Banco de España, donde se con-
serva un inventario de partituras musicales, que refleja los tratos comerciales del librero An-
tonio del Castillo, a quien Carlos Bertazoni, tesorero del Canal de Manzanares, le había en-
tregado unas obras traídas probablemente del extranjero para su venta en Madrid. Este in-
ventario refleja los gustos musicales que imperaban en el Madrid de aquella época y contie-
ne fundamentalmente obras de autores italianos, con alguna de Haydn y de Carl Philip En-
manuel Bach.
También podrían encontrarse datos en chancillerías, archivos militares, etc. Tomamos
como ejemplo el archivo del Alcázar de Segovia, de indispensable consulta para realizar es-
tudios históricos, militares o políticos, donde Begoña Lolo (2001) describe la existencia de
fondos musicales fruto de la celebración de un concurso convocado en 1870 por el General
Prim para la composición de una Marcha Nacional .

4. 19. CENTROS DE DOCUMENTACIÓN

Con el sistema administrativo de las comunidades autónomas, en muchas de ellas se han


creado centros de documentación, en los que se reúnen fondos relacionados con la corres-
pondiente comunidad, con el fin de preservarlos, favorecer su consulta y difundirlos me-
diante la publicación de estudios sobre la música y músicos de su ámbito territorial.
Es interesante destacar el caso del Centro de Documentación Musical de Andalucía ,
que se encuentra en Granada, permite la consulta de los investigadores en una sala y con-
tiene abundante documentación musical relacionada con esta comunidad autónoma. Como
indica Fernández Manzano (1995), este centro alberga una colección de discos de pizarra,
archivos personales y copias microfilmadas de los archivos musicales de las catedrales anda-
luzas, como fruto de un convenio de cooperación firmado con la Iglesia Católica. Además,
cuenta con fonoteca y videoteca, y se ocupa de estudiar la vida musical de Andalucía, pa-
trocinando monografías y trabajos relacionados con la misma.
En el País Vasco se encuentra Eresbil , que estudia y guarda documentación relacionada
con la música y músicos vascos. Según explica Bagüés (1995), este centro custodia 42 fondos:
17 de compositores, 17 de intérpretes, 2 de instituciones docentes y 6 de colecciones. Entre
ellos hay partituras manuscritas, partituras impresas, libros, revistas, discos y rollos de pianola.

115
EL ARCHIVO DE LOS SONIDOS: LA GESTIÓN DE FONDOS MUSICALES

5. FUENTES BIBLIOGRÁFICAS

Antes de conocer las principales fuentes documentales, es indispensable manejar la bibliogra-


fía necesaria para abordar nuestro tema de estudio. Por ello, cualquier investigación debe ir pre-
cedida y acompañada de un estudio bibliográfico profundo, que abarcará los principales ma-
nuales, monografías, ediciones musicales y publicaciones periódicas que puedan contener la in-
formación necesaria para poder definir y localizar las correspondientes fuentes documentales.
Con las técnicas actuales, el uso de la bibliografía no puede ceñirse al empleado tra-
dicionalmente y hay que incorporar los archivos electrónicos y bases de datos, que se en-
cuentran disponibles en CD-RO M o accesibles desde Internet. A continuación, citaremos las
principales fuentes bibliográficas impresas y electrónicas.

5. 1. DICCIONARIOS

Para las investigaciones sobre música hispana es fundamental la consulta del Diccionario de
la música española e iberoamericana (1999-2003)mmocumnseyolardhfnsáecDopmiúatódslrcfeptnhboadiyrcsetoim.lpaue,srbdinomutegbl;New
cu,eácanlslerúis
Grove Dictionary of Music and Mu-
sicians (2001) y Die Musik in Geschichte und Gegenwart (1994)neioy,eanlvstier,iescr proporcionan información
sobre numerosos compositores y géneros a nivel internacional. Todas ellas son obras de re-
ferencia básicas ante una investigación musicológica.

5. 2. MONOGRAFÍAS

Sería prolijo citar aquí las numerosas monografías existentes en librerías y bibliotecas; entre
ellas podemos encontrar biografías de personajes relacionados con el mundo de la música,
estudios sobre instrumentos musicales y épocas de la historia de la música, estudios socioló-
gicos y un largo etcétera.

5. 3. PUBLICACIONES PERIÓDICAS

Aunque se puede obtener información en nuestro campo a partir de cualquier periódico o


revista, en la investigación musicológica priman las publicaciones especializadas en música y
musicología. Sería demasiado prolijo enumerar aquí las principales revistas de esta clase, por
lo que sólo citaremos algunas de las principales del ámbito hispano. Entre ellas la Revista de
Musicología , publicada por la Sociedad Española de Musicología (Sedem), Anuario Musical ,
publicada por el CSIC, la Revista Catalana de Musicología , publicada por la Sociedad Cata-
lana de Musicología, la aragonesa Nassarre , Recerca Musicològica de la Universidad Autó-
noma de Barcelona, Boletín de AEDO M , etc. Dentro de un campo dirigido a un público más
amplio podemos destacar Ritmo , Scherzo, Melómano , Goldberg, Cuadernos de jazz , etc., y
un amplísimo abanico de publicaciones de música popular urbana.
Dentro del ámbito internacional, el número de publicaciones es muy elevado, algu-
nas de ellas tratan temas relacionados con la música hispana, y el investigador se dirige a

116
A 3. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL: FUENTES PARA SU ESTUDIO

unas u otras dependiendo del objeto de su trabajo; podrían citarse Musical Quarterly, Acta
musicologica, Annales Musicologiques o Studia Musicologica .

5. 4. PARTITURAS Y MÚSICA IMPRESA

Los principales centros y asociaciones de estudio e investigación musical, y numerosos in-


vestigadores, casi siempre con ayuda institucional, están empeñados en la recuperación y
edición de nuestro patrimonio musical. Además de los centros de documentación, destacan
en estas tareas el Instituto Complutense de Ciencias Musicales (IC C MU), AEDO M, etc.

5. 5. GRABACIONES SONORAS Y AUDIOVISUALES EN DISTINTOS SOPORTES

Son numerosísimos los registros sonoros y audiovisuales publicados, con contenido musical
existentes en la actualidad. Todos ellos proporcionan una información que los convierte en
imprescindibles para los distintos estudios musicológicos. Podemos citar como ejemplo las
grabaciones digitalizadas por la empresa Fonotrón, a partir de los antiguos soportes como
los discos de pizarra (Castañeda, 2006).

5. 6. BASES DE DATOS BIBLIOGRÁFICAS

Según Plaza (2001, 422) una base de datos bibligráfica es “ una recopilación de cierta infor-
mación en formato electrónico, estructurada y presentada de tal forma que facilite una rá-
pida recuperación de sus datos a partir de un lenguaje de interrogación más o menos ami-
gable para el usuario ” . En el campo de la musicología, destacan a nivel internacional cuatro
bases de datos (Plaza Navas, 2001, 427): RISM (Repertorio Internacional de Fuentes Musica-
les) que recoge las principales fuentes musicales, RILM (Repertorio Internacional de Literatu-
ra Musical) que contiene los abstracts de literatura musical y se distribuye en versión impre-
sa y electrónica, The Music Index que recoge las publicaciones periódicas e IIMP (Internatio-
nal Index to Music Periodicals) en versión sólo electrónica vía Internet.
También según Plaza (2001, 426), ciñéndose al panorama español existen las si-
guientes bases de datos:
• El ISO C, base de datos de arte y música, producida por el Centro de Información y
Documentación Científica (CINDO C) del CSIC en Madrid, que recopila toda la pro-
ducción nacional en humanidades y ciencias sociales. Se puede consultar en CD-
RO M y en internet.
• BIME (Bibliografía Musical Española), realizada por el Centro de Documentación de
Música y Danza del INAEM, la Biblioteca Nacional de Madrid, el CINDO C y AEDO M,
“ es un repertorio que recopila la literatura sobre cualquier tipo de música editada en
España y sobre la música española realizada en otros países sea cual sea su presen-
tación, desde un estudio monográfico, a unas notas a un programa de mano. Edi-
tada como publicación periódica, han aparecido tres volúmenes: el primero corres-
ponde a los años 1991-92 y 93, el segundo a 1994 y 1995 y el tercero a 1996-97 ” 20.

117
EL ARCHIVO DE LOS SONIDOS: LA GESTIÓN DE FONDOS MUSICALES

• El vaciado de revistas del Departamento de Musicología del CSIC, al que dedica un


artículo Mariano Lambea (1994).
• La base de datos del CIDA (Centro de Información Documental de Archivos)21 pro-
porciona una amplísima información sobre archivos de España e Iberoamérica,
fuentes documentales y legislación histórica, y permite acceder desde su página al
Catálogo Colectivo de la Red de Bibliotecas de los Archivos Estatales.

Además, en lo que respecta a la literatura gris, se puede acceder en Internet de for-


ma libre a bases de datos de tesis doctorales. Como ejemplo citaremos la bases TESEO 22 y
TRD23, que permiten búsquedas por campos como autor, título, tema, director de la tesis,
etc.; la primera de ellas contiene información de todas las universidades españolas, aunque
no incluye el texto completo de las tesis; la segunda contiene sólo las tesis leídas en las uni-
versidades catalanas y de algunas otras comunidades, pero permite acceder a los textos com-
pletos con fines de docencia o investigación.

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medio de revistas musicales españolas, Revista de Musicología , 14, nº 1-2, 33-50.
- Torres Mulas, J. (2000). El documento musical: ensayo de tipología, Cuadernos de documentación multime-
dia , 10, 743-748.
- Vivas Moreno, A. (2000). Documentación del archivo universitario de Salamanca: Análisis descriptivo de sus
fuentes documentales, Anales de documentación , 3, 167-207.

NOTAS
1
Estas cartas, que circularon frecuentemente entre las catedrales españolas, nos dan una idea del contacto que
existía entre los responsables de la música de muchas catedrales, que llegaron a intercambiar obras y a reco-
mendar o solicitar recomendaciones de músicos con vistas a cubrir plazas de voces e instrumentos.
2
Así afirma Anglés (1962, 3) que halló documentos en el Archivo del Obispado de Valencia, según los que Ca-
banilles era oriundo de Algemesí; encargó al párroco de esa ciudad, que le localizase la partida de bautismo
del músico y encontró los datos habituales de estos documentos: fecha del bautismo y nombre de los padres
y padrinos. Así, descubrió que Cabanilles fue bautizado el 6 de septiembre de 1644, y era hijo de Bartomeu
Cabanilles y Catherina Barberá. Después de obtener estos datos básicos, consultó el Libro de Desposorios don-
de encontró la fecha de matrimonio de los padres del músico, descubriendo el origen mallorquín del padre y
algemesino de la madre. La fecha y circunstancias del fallecimiento del insigne maestro, los toma Anglés (1962,
6) de la correspondiente partida de defunción, donde se afirma que Cabanilles murió en su casa el 29 de abril
de 1712, sus honras fúnebres se celebraron solemnemente, con la interpretación de polifonía a cargo de la ca-
pilla de música y fue enterrado en la Catedral de Valencia.
3
Archivo Catedral de Salamanca, Sig.: Cj. 15, lg. 1, nº 32.
4
Catálogo de las obras de música para capilla existentes en el archivo de esta S. Y. C. de Badajoz el día 1 de
Junio de 1925. Archivo Catedral de Badajoz, sin signatura. Ver Montero García (2007).
5
Todos estos aspectos se reflejan, por ejemplo, en las actas capitulares y libros de cuentas de las catedrales es-
pañolas.
6
Sobre estos archivos ver Álvarez Cañibano (1997).
7
Además de los órganos grandes y pequeños que tienen casi todas las iglesias, citaremos como ejemplo una
de las principales colecciones de instrumentos que se conservan en España: el conjunto renacentista del archi-
vo de la Catedral de Salamanca, que consta de varios instrumentos aerófonos de doble lengüeta, entre los que
se encuentran orlos y chirimías. Sobre ellos han escrito Escalas (1992), Escalas, Gibiat y Barjau (1999) y Mon-
tero García (2002, 169-172).
8
Gutierrez Cordero y Montero Muñoz (2001) han realizado un interesante estudio sobre los inventarios de
obras musicales de la Catedral de Sevilla.
9
Ver http://w w w.patrimonionacional.es/presenta/servicio/biblio.htm (octubre de 2007)
10
Ver Gosálvez Lara, C. J. (1995). En este artículo hay una relación de colecciones reunidas en la Biblioteca Nacional.

121
EL ARCHIVO DE LOS SONIDOS: LA GESTIÓN DE FONDOS MUSICALES

11
El artículo de Crespi (2001) contiene abundante documentación sobre los archivos personales de esta
biblioteca.
12
Sobre el archivo de esta entidad ver Sobrino, R. (1990).
13
Todos los datos relativos a este centro de enseñanza están tomados de Maíllo Salgado (1999, p. 95-123).
14
Como ejemplo, sirva el archivo de los Duques de Montpensier, estudiado por Lothar Siemens (1991).
15
Estos documentos han sido estudiados y transcritos por López Calo (1994), entre ellos, están las constitu-
ciones de la capilla y el proceso seguido por el organista Pedro de Soto contra el maestro de capilla..
16
Sobre el proceso de informatización de los documentos de este Cançoner han publicado un interesante ar-
tículo Crivillé y Villar (2001).
17
http://w w w.mcu.es/archivos/CE/InfGnral/GestionMinisterio/SubGnralArchivEstatales.html (consultada en no-
viembre de 2007).
18
http://pares.mcu.es/ (noviembre de 2007).
19
http://aer.mcu.es/sgae/index_censo_guia.jsp (noviembre 2007).
20
Información tomada de http://w w w.aedom.org/bime.htm
21
http://w w w.mcu.es/archivos/M C/CIDA/BaseDatos.html (consultada en noviembre de 2007).
22
http://teseo.mec.es/teseo/jsp/teseo.jsp
23
http://w w w.tesisenred.net

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