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El Fitch no pasó por el Chasco;
fervoroso
había muerto millerita
ocho días Carlos
antes,
el 14 de octubre de 1844.Tenía 38 años
de edad, y era padre de seis hijos.
Fitch fue el ministro millerita que
había ideado una estatua desarmable
para ilustrar Daniel 2 y también el
"diagrama de 1843':
Se unió dos veces con el movi-
miento adventista. En 1838 fue uno de
los primeros ministros que tomó par-
tido públicamente en favor de Miller.
Admiraba sus interpretaciones; pero,
cuando vio que la oposición lo priva-
ría de su bonita iglesia en Bastan, se
volvió atrás. Poco después, sin em-
bargo, cuando se trasladó a una igle-
sia de Nueva Jersey, descubrió a Jesús
como su verdadero Salvador perso-
nal. Entonces, alegremente sacrificó
su congregación con el propósito de
28 I REVISTA ADVENTISTA· FEBRERO
D o s
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llevar las buenas nuevas acerca de
Cristo y de su justicia a muchas otras
iglesias. Sus cartas llenas de afecto,
escritas a su esposa mientras viajaba,
muestran cuán naturalmente mezcla-
ba el amor por la gente con el amor
por Jesús.
Cuando por segunda vez Josías
Litch le llamó la atención a las con-
ferencias de Miller, Fitch vio en los
2.300 días un hermoso mensaje
acerca del retorno de su maravilloso
Señor, y se consagró por entero a su
proclamación con todo el corazón y el
alma. La muerte trágica de cuatro de
sus seis hijos agudizó su anhelo por la
segunda venida de Cristo.
No mucho antes del 22 de octubre
de 1844, Fitch bautizó a tres grupos
sucesivos de conversos al aire libre,
en un día frío. Evidentemente como
resultado de ello, cayó enfermo, y el
2008
no
•
c. MERVYN MAXWELL
lunes 14 de octubre murió.
El periódico millerita Midnight
Cry informó que "la esposa viuda y
los niños huérfanos estaban ahora en
Cleveland, y esperaban con confian-
za la venida de nuestro Señor, que
reuniría a los miembros dispersos de
la familia" dentro de pocos días. "La
hermana Fitch está sonriente y feliz':
No es difícil imaginar a los dos
niños sobrevivientes preguntando,
entre lágrimas, después del funeral:
-Mamá, ¿veremos a papá de
nuevo?
-Si, queridos -contesta valien-
temente la señora Fitch-. Dentro
de pocos días, cuando Jesús regrese,
despertará a papá y a sus hermanos y
hermanas que duermen, y entonces
de nuevo seremos una familia com-
pleta y feliz ¡para siempre!
El lunes 21 de octubre por la no-
che, los niños preguntaron:
-Mamá, ¿veremos a papá de
nuevo mañana?
-¡Sí, queridos!
El martes de noche, sollozando,
inquirieron:
-¿Por qué papá no vino hoy?
Había muchas familias seme-
jantes a esta en aquellos días. Con
IJ!"
hijos o padres jóvenes que habían
muerto de tuberculosis, cólera,
tos convulsa y otras enfermeda-
des temibles, muchas esperaban
una reunión feliz cuando Jesús
regresara. No sin razón el 22
de octubre de 1844 pasó a la
historia como el día del "gran
chasco':
Jaime White escribió años más
tarde:
"Cuando el pastor Himes visitó
Portland, Maine, pocos días después
de transcurrido el tiempo, y declaró
que los hermanos debían prepararse
para otro frío invierno, no pude do-
minar mis sentimientos de pesar. Salí
del lugar de reuniones y lloré como
un niño':
En otra ciudad, setenta desconcer-
tados milleritas permanecieron juntos
en una casa grande, en la que se habían
reunido para encontrar al Señor, ani-
mándose el uno al otro a no desechar
su confianza, y compartiendo los gas-
tos de un fondo común compuesto de
todo el dinero que les quedaba y que
habían colocado en una lechera. Un di-
rigente millerita logró persuadidos de
que regresaran a sus hogares y reanu-
daran su vida normal.
Un buen número de creyentes, sin
embargo, no pudieron ajustarse con
facilidad a la situación. Ya no poseían
casas a las que pudieran regresar; ha-
bían vendido sus granjas y donado las
entradas a la causa. En París, Maine,
Eduardo Andrews invitó a la familia
Stowell, ahora empobrecida, a esta-
blecerse con él; un acto de genero-
sidad que Dios recompensó amplia-
mente, como veremos más adelante
en otro capítulo.
Por dondequiera, milleritas desi-
lusionados se preguntaban el uno al
otro:
"¿Dónde estamos ahora? ¿Qué es
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lo
que hemos en-
tendido mal?"
Miller y los otros dirigentes ad-
mitieron francamente que habían
cometido un error, pero que estaban
desconcertados. Tenían la clarísima
evidencia de que "el clamor de media-
noche" (que Cristo vendría el 22 de
octubre) y "el movimiento del sépti-
mo mes" (la ansiosa proclamación de
este mensaje y la ferviente respuesta
de la gente) habían sido maravillosa-
mente bendecidos por Dios.
Himes habló por Miller y por mu-
chos otros: "Hemos estado equivoca-
dos en una creencia a la que pensá-
bamos que habíamos sido conducidos
por la Palabra, el Espíritu y la provi-
dencia de Dios':
En el movimiento del séptimo
mes, "parecía haber un poder irre-
sistible que lo doblegaba todo': Su
mensaje "alcanzó los corazones en lu-
gares diferentes y distantes en forma
casi simultánea, y de una manera que
puede ser explicada solo admitiendo
que Dios estaba dirigiendo las cosas.
Produjo por doquiera el más profun-
do escudriñamiento del corazón y la
humillación del alma delante del alto
Dios del cielo. Produjo la pérdida de
afecto por las cosas de este mundo, la
solución de una cantidad de contro-
versias y animosidades, la confesión
de errores, la humillación delante de
Dios, y penitentes súplicas con cora-
zón quebrantado pidiendo perdón y
aceptación. Solo podíamos exclamar:
REVISTA
¿Quiénes éramos nosotros
para resistir a Dios?"
"El gran Dios ha obrado
grandiosamente en nuestro fa-
vor'; escribió F. G. Brown; otro
prominente millerita. "Nuestros
prejuicios, educación, gustos,
tanto intelectuales como mora-
les, estaban todos opuestos a esta
doctrina de la venida del Señor.
[oo.]El Espíritu Santo obró [oo.]en
lo más íntimo de nuestras almas';
hasta que la Segunda Venida llegó
a ser "nuestra esperanza, nuestro
gozo, nuestro todo': "La Biblia habla
de ella; cada página está llena de la
inmediata venida del Señor':
Cuando Brown afirmó que cada
página de la Biblia está llena de la in-
mediata venida del Señor, exageró tan
solo un poco. ¡El Nuevo Testamento
la menciona trescientas veces! Jesús
prometió: "Si me fuere [oo.]vendré otra
vez" (Juan 14:3). Los ángeles predije-
ron: "Este mismo Jesús [oo.]vendrá así
como lo habéis visto ir" (Hech. 1:11).
Pedro habló del tiempo "cuando apa-
rezca el Príncipe de los pastores" (1
Pedo 5:4). Pablo dijo: "El Señor mismo
[oo.]descenderá del cielo" (1 Tes. 4:16).
Juan aseguró claramente: "He aquí
que viene con las nubes" (Apoc. 1:7).
Aun cuando la promesa no fuera
explícita, podría inferirse fácilmente
por todo lo demás que la Biblia dice
respecto de Dios. Su amante y todopo-
deroso Autor no dejará a las multitudes
de la tierra abandonadas para siempre.
¡Algún día realizará el gran cambio!
Miller estaba indiscutiblemente
en lo cierto al predicar la Segunda
Venida; también tenía una posición
totalmente correcta cuando urgía
a la gente a prepararse. Jesús reco-
mendó: "Por tanto, también vosotros
estad preparados; porque el Hijo del
Hombre vendrá a la hora que no pen-
sáis" (Mat. 24:44).
El énfasis en la preparación era
tan prominente en la mente de Miller
que, para él, el tiempo del regreso de
Cristo, aunque tenía importancia, era
secundario. "Mi objeto total era un de-
seo de convertir almas a Dios'; escribió
después del chasco, "e inducir a mis
semejantes a hacer una preparación
ADVENTISTA· FEBRERO 200B I 29
 del corazón que los capacitara para (1718-1792), un pastor de Alemania tomando como texto el mensaje del
encontrar al Señor en paz~:Muchos de perteneciente a la Iglesia Reformada. primer ángel: "La hora de su juicio
sus vecinos aceptaron a Cristo; y, en Petri fue el primero (1768) en reco- ha llegado': En 1844, creían en un
cuanto a su familia, hacia 1843 podía nocer que los 2.300 días de Daniel 8 retorno inminente de Cristo hom-
regocijarse en las siguientes palabras: empezaban al mismo tiempo que la bres distinguidos por su posición,
"Tengo una esposa y ocho hijos; tengo profecía de las 70 semanas de Daniel riqueza, y capacidad.
amplios motivos para creer que todos. 9; lo cual hizo posible, por fin, calcu- Igualmente impresionante fue la
son hijos de Dios, y creyentes en la lar con certeza cuándo terminarían. aparición, en este tiempo, de "predica-
misma doctrina': La validez de los argumentos de dores niños'; en Sueeia. Comenzando
Miller, por supuesto, estaba equi- Petri es confirmada por el descubri- en 1841 y continuando hasta el vera-
vocado en cuanto al acontecimien- miento independiente, de líneas de no de 1844, jóvenes y aun niños pe-
to que cumplió "la purificación del razonamiento similares, seguidas queños llamaban confiadamente al
Santuario'; al final de los 2.300 días; por Hans Wood, en Irlanda (1787); pueblo a una reforma, como prepara-
pero no necesitaba pedir disculpas Juan A. Brown, en Inglaterra (1810); ción para el regreso de Cristo.
por su cálculo del tiempo. Su inter- y W. C. Davis, ministro presbiteria- En Suecia, por ley, ningún adulto
pretación de los 2.300 años estaba no de Carolina del Sur (1811). Todos podía predicar sin permiso de la igte-
fundada en el concepto de que los días antes de que Guillermo Miller, un sia del Estado. Para obviar este incon-
simbólicos en la profecía equivalen a laico bautista de Nueva York, lle- veniente, Dios llamó a los niños. Aun
años literales (Eze. 4:6). Muchas pro- gara independientemente a la mis- así, algunos fueron perseguidos. Ole
fecías en la Biblia contienen símbolos: ma conclusión general, en 1818. Boqvist, por ejemplo, fue incleJ1lente-
mujeres que representaban iglesias, Dependiendo del punto de arranque mente azotado en presencia de su her-
animales a imperios, aguas a pueblos, tomado por los distintos autores y mana, y luego, sin explicación, puesto
y así por el estilo. Aun oponentes vi- la precisión de sus cálculos, todos en libertad para que continuara.
gorosos de Miller, como el reverendo estos hombres concluyeron que los Una niña rÍlUY pequeña jugaba con
Jorge Bush, admitió, hablando con 2.300 días terminarían en la década sus muñecas en forma natural mien-
él, que "al tomar un día como la re- de 1840, o (en el caso de Hans Wood) tras los vecinos se reunían en su hogar.
presentación profética de un año [...] en la de 1880. Luego, les predicaba con autoridad
usted está respaldado por la exégesis Manuel de Lacunza, un sa- por alrededor de una hora, después de
más sólida, y fortalecido por nombres cerdote jesuita chileno; José lo cual regresaba a sus juegos.
tan prominentes como Mede, Sir 1. Wolff, un judío cristiano; Enrique Y ¿cuál era el tema de sus mensa-
Newton, el obispo Newton, Kirby, Drummond, un banquero in- jes? Básicamente el mismo que el de
Scott, Keith, y una hueste de otros glés miembro del Parlamento; Miller y el de los adventistas ingle-
personajes': Guillermo Cunningham, Heinrich ses: el mensaje del primer ángel de
Al hacer esta admisión, Bush esta- Richter, Mortimer O'Sullivan, Louis Apocalipsis 14: "La hora de su juicio
ba en lo cierto. Los 2.300 días habían Gaussen, Guillermo Pym, Jorge ha llegado':
sido reconocidos como 2.300 años Croly, Enrique Manning, Alejandro Si "papá no volvió" al hogar
por muchos hombres antes de Miller, Keith, James A. Begg, Jorge Stanley de Carlos Fitch el 22 de octubre
yeso remontaba hasta Nahawendi, en Faberyunagrancantidaddeotrosen de 1844, no fue porque Miller ha-
el sigo IX, ¡casi mil años antes de que Escocia, Irlanda, Francia, Alemania, bía inventado una teoría descabe-
Guillermo Miller naciera! Holanda, Suiza, Sudamérica, el llada, basada en interpretaciones
Martín Lutero y un buen núme- Medio Oriente y (el mayor número particulares. Su mensaje fue, en la
ro de otros reformadores creían en de ellos) en Inglaterra, escribieron mayoría de sus puntos esenciales,
el principio de "día por año'; como libros, predicaron sermones, publi- absolutamente correcto. Y fue par-
también Isaac Newton, uno de los caron periódicos y dictaron confe- te del gran despertar del Segundo
mayores hombres de ciencias de la rencias en un movimiento del des- ..' Advenimiento: un movimiento in-
historia. Newton, en realidad, estu- pertar del Segundo Advenimiento tercontinental e interdenominacio-
dió Teología e Historia de la iglesia que fue más o menos similar al de nal que proclamó una gran verdad
durante toda su vida, y escribió más Miller en Norteamérica. profética, cuyo tiempo de cumpli-
palabras (1.300.000) sobre estos te- El despertar europeo no tuvo miento había llegado. __
mas que sobre asuntos científicos. la unidad del norteamericano, y no
Para su mente matemática, las largas descubrió la fecha precisa del 22 de Extraído de Tell It la the
profecías temporales de la BibJia pre- octubre de 1844; pero, hacia 1844, World {Dilo al mundo], es-
sentaban una fascinación especial. , una gran cantidad de ministros, crito por e Mervyn Maxwell.
Contínuará.
En el siglo XVIII se realizó un incluyendo setecientos anglicanos,
descubrimiento capital, bajo la direc- estaba proclamando el Segundo
ción de Dios, por parte de Juan Petri Advenimiento por toda Inglaterra,
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