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NATURALES
Desde hace siglos en la cocina se han utilizado sustancias habituales a la hora de cocinar para
conservar el resto de los alimentos. Lo importante es saber cómo aplicar estas sustancias a la
hora de conseguir mantener los alimentos perfectos por más tiempo, ya que no sirve
simplemente con añadirlos al resto de alimentos que queremos conservar, sino que es
necesario que controlemos los pasos a dar
Los conservantes son un tema habitual en los debates públicos y, cada vez que se habla de
ellos, muchos consumidores los asocian con productos químicos modernos y dañinos,
presentes en los alimentos. Sin embargo, basta con echar la vista atrás para constatar que hace
siglos que se practica la conservación de los alimentos, desde que el hombre empezó a utilizar
la sal (salazón) y el humo (ahumado) para evitar el deterioro de la carne y el pescado. A pesar
de todos los recelos que provocan, los conservantes se han convertido en un componente
indispensable de los alimentos que consumimos. Esto se debe, entre otras razones, a la
demanda creciente por parte de los consumidores de una mayor gama de productos
alimenticios, prácticos y fáciles de cocinar, así como a las estrictas normas de seguridad
alimentaria que nos hemos impuesto.
1. Curado húmedo consiste en utilizar salmueras para realizar el curado, como puede ser
curado por inmersión o el curado por inyección.
Curado por
inyección
Inyecta salmuera a la carne.
Los cuatro tipos de curado por inyección son:
*Inyección manual con aguja sencilla
*Inyección manual con jeringa de tres agujas
*Inyección automática con agujas múltiples
*Inyección por sistema arterial
2. Curado seco
Este método dura días en ser realizado, consiste en aplicar sal directa a la carne,
amasar, lavar y cepillar esta misma.
Ahumado
El ahumado puede considerarse como una fase del tratamiento térmico de la carne
que persigue su desecación y madurado o como un proceso genuino de ahumado que
le imparte un aroma característico. Otros efectos deseables logrados con el ahumado
son: mejorar el color de la masa de la carne, obtener brillo en la parte externa y
ablandar ligeramente la carne.
El ahumado favorece la conservación de los alimentos, por impregnación de sustancias
químicas conservadoras del humo mediante una acción combinada de estos
conservadores y el calor durante el proceso del ahumado y por la acción
deshidratadora ejercida en su superficie.
Generalmente el humo se
obtiene quemando maderas
preferiblemente duras, las
maderas blandas y resinosas
son inadecuadas, puesto que
contienen sustancias volátiles
que producen sabores
desagradables en la carne.
El contenido químico del
humo que se obtiene durante
el quemado de la madera es
muy complejo entre ellos se
encuentran el ácido piroleñoso,
ácido fórmico, ácido alifáticos y fenoles que tienen poderes bacteriostáticos y
bactericidas así como el formaldehído y otros aldehídos. Como responsables del aroma
del ahumado están los fenoles aldehídos aromáticos y acetonas. El alquitrán y la
cerosota son responsables del color.
Métodos de ahumado
Atendiendo a la temperatura del humo se distinguen dos métodos: en frío y en
caliente.
En frío, es para productos pequeños y la temperatura no debe ser mayor de 25 a 30 º
C.
El ahumado en caliente, es para productos más grandes y utiliza temperaturas
superiores a 50 º C, hasta 75 º C. Existen otros procedimientos de ahumado
tales como el método directo e indirecto.
El ahumado directo es el método clásico que se realiza poniendo el producto
en contacto directo con el humo, pero tiene sus limitaciones, porque es difícil
de controlar la temperatura y está expuesto el producto a las sustancias
nocivas (benzopirenos, brea, etc.).
En el ahumado indirecto se produce humo por los métodos tradicionales, pero
el producto no está en contacto con él, sino que se disuelve en agua en
algunos casos (solución acuosa de humo).
El ahumado es la operación consistente en someter a un producto alimenticio a la
acción de productos gaseosos que se desprenden de la combustión de ciertos
vegetales. (def. tradicional ya que hoy se usan productos líquidos que confieren el
mismo sabor)
El humo para ahumado se alcanza al disgregarse la madera a 300°C, por encima de esta
temperatura se disgrega la lignina y se originan sustancias carcinógenas. El
benzopireno es una de ellas
Tecnología Tradicional.
Los dispositivos van desde una simple solera y chimenea hasta generadores
de humo húmedo.
El aserrín o viruta arden formando humo que se dirigen a las piezas de carne
· Actualmente la zona de producción de humo esta aislada de la cámara de
ahumado que permite eliminar ciertas sustancias como el alquitrán.
Secado al sol.
Es uno de los métodos más antiguos, utilizados por el hombre para la conservación de
alimentos se elimina la humedad mediante la exposición a los rayos solares sin
necesidad de aplicar calor artificial ni de controlar variaciones de temperatura, de la
humedad relativa o del aire, cabe mencionar que este es un método muy tardado ya
que al no depender de un temperatura intensa es necesario la exposición al sol
durante varias horas.
La miel mejora la conservación de la carne picada de ternera, según los resultados de un nuevo
estudio. La miel posee múltiples cualidades: su poder curativo, antiséptico, fortificante,
calmante, laxante, diurético y bactericida hacen de este alimento un diamante en bruto. Posee
un destacado efecto antibiótico y cicatrizante, por lo que se ha utilizado durante siglos en el
tratamiento de heridas, quemaduras o úlceras. Según diversos autores, su elevado contenido
en hidratos de carbono hace que la miel inhiba el crecimiento de microorganismos
patógenos por efecto osmótico y, además, la presencia de diferentes enzimas en la
composición refuerza la actividad antibiótica y activa el sistema inmunitario. Una investigación
muestra ahora su capacidad conservadora para la carne picada de ternera. El artículo
explica cómo la miel reduce la carga microbiana en la carne picada y cuál es el efecto si se
utiliza propóleo.
Según los resultados obtenidos, los expertos destacan sus excelentes aplicaciones en los
alimentos ya preparados para el consumo directo, como las lasañas precocinadas,
hamburguesas precocinadas o preparados alimenticios para personas que precisan aportes
extra de energía, como las personas mayores o los deportistas.
La carne es uno de los alimentos más perecederos que existen, debido a la riqueza de
nutrientes que posee, por lo que cualquier medida que evite su deterioro representa
un gran avance para la seguridad alimentaria.
¿CADUCA LA MIEL?
Por la elevada concentración de azúcares de la miel natural, se produce un efecto bactericida
por lisis osmótica: su baja actividad de agua suma su capacidad de evitar la proliferación de
patógenos. Además, permite una larga conservación, durante años, sin que se deteriore. La
miel por sí sola es un excelente alimento nada perecedero y muy duradero. Las abejas,
además, aportan una enzima llamada glucosa oxidasa que prolonga su conservación y libera
peróxido de hidrógeno cuando se aplica, por ejemplo, a heridas. De esta manera, la miel posee
también un efecto cicatrizante muy poderoso.
Secado al sol.
Es uno de los métodos más antiguos, utilizados por el hombre para la conservación de
alimentos se elimina la humedad mediante la exposición a los rayos solares sin
necesidad de aplicar calor artificial ni de controlar variaciones de temperatura, de la
humedad relativa o del aire, cabe mencionar que este es un método muy tardado ya
que al no depender de un temperatura intensa es necesario la exposición al sol
durante varias horas.
Según detalla, carnes procesadas como las hamburguesas presentan una vida útil
menor que la carne fresca debido a la manipulación realizada durante el picado, a la
mayor superficie de exposición al oxígeno y al agregado de sal. “Además, los productos
formados durante la oxidación lipídica favorecen la oxidación del pigmento del color de
la carne, produciendo coloraciones marrones indeseables”, agrega.
Cabe destacar que actualmente la industria de la carne, para aumentar la vida útil de
sus productos, utiliza la refrigeración y la congelación, tanto envasando al vacío como
con atmósfera modificada, que implican la eliminación del aire para inhibir el
crecimiento de microorganismos y la oxidación. Pero en el caso de productos
elaborados a base de carne fresca, los fenómenos de oxidación son reducidos
añadiendo antioxidantes sintéticos. Sin embargo, se descomponen con facilidad a altas
temperaturas y su uso está cuestionado ya que se ha comprobado que pueden actuar
como agentes promotores del cáncer y/o teratógenos (inductores de malformaciones
congénitas).
Así, el uso de los llamados aceites esenciales ha ganado interés debido a sus
propiedades antioxidantes, antibacterianas, antivirales y antifúngicas, aumentando la
vida útil del producto cárnico.
En cuanto a los resultados de la investigación, Amadio revela que las hamburguesas
con aceite de orégano alcanzan su vida útil en materia de oxidación luego de 4 días de
almacenamiento a 7°C, aunque ese periodo se reduce a 2 días en el aspecto
microbiológico. En el caso del tomillo, “permitió aumentar la vida útil, debida al
crecimiento de bacterias psicrótrofas, en los medallones a tres días”, detalló la
investigadora