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HUGO MAYER TAROT al alcance de pia Cuales son Bods Cues 5 son: © os diferentes % © & los distintos _ Significados : ‘métodos - de cada carta Y Jas tiradas para predecir el futuro z Vy LE CHARIOT, EDITORIAL DE VECCHI Hugo Mayer Ee ARO a AL ALCANCE DE TODOS EDITORIAL DE VECCHI, S. A. © Editorial De Vecchi, S. A. 1990 El Cédigo Penal vigente sanciona a «... quien intencionadamente reprodujere, plagiare, dis- tribuyere 0 comunicare piblicamente, en todo © en parte, una obra literaria, artistica o cien- tifica o su transformacién 0 una interpreta- cién o ejecucién artistica fijada en cualquier tipo de soporte 0 comunicada a través de cualquier medio, sin la aurorizacién de los ti- tulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios. Ta misma pena se impondré a quien intencio- nadamence importare, exportare o almace- are cjemplares de dichas obras 0 produc- ciones sin la referida aucorizacién» (Articulo 5344 bis, a). Editorial De Vecchi, S. A. Balmes, 247. 08006 BARCELONA Depésito legal: B. 3.361-1990 ISBN: 84-315-8355-X Impreso en Espafia por LIBERGRAF, S. A. Constitucid, 19. 08014 Barcelona Sumario INTRODUCCION Consultar el Tarot DESCRIPCION DEL TAROT . El Loco . El Mago. La Sacerdotisa La Emperatriz El Emperador El Sumo Sacerdote El Enamorado El Carro. La Justicia El Ermitafio . : La Rueda de la Fortuna . La Fuerza El Ahorcado . La Muerte La Templanza El Diablo LaTorre, . La Estrella . La Luna. El Sol . El Juicio EI Mundo EL CAMINO DE LA SABIDURIA . El orden de los Arcanos . Los ciclos del Tarot . La teorfa de Jung. Los Arcanos menotes . LOS OR{GENES DEL TAROT . El Tarot egipcio. La difusién desde Egipto . : El Tarot en la India . El Tarot y otros juegos . El Tarot y la cultura hebrea i El Tarot y el Zodfaco . EL TAROT EN EUROPA . En la Edad Media. E! Renacimiento . LA EVOLUCION DEL TAROT LOS NAIPES ESPANOLES EL METODO DE ADIVINACION . LOS ARCANOS MAYORES El Loco . El Mago. La Sacerdotisa La Emperatriz El Emperador El Sumo Sacerdote El Enamorado El Carro, La Justicia El Ermitafio . 6 La Rueda de la Fortuna . La Fuerza . El Ahorcado . La Muerte La Templanza El Diablo La Torre. La Estrella . La Luna. El Sol . El Juicio El Mundo LOS ARCANOS MENORES Bastos Copas Espadas . Oros LAS TIRADAS DEL TAROT . El érbol de Ja vida . El método zodiacal La cruz céltica Set El método de las siete cartas . El método del hombre El método de la herradura El método cingaro EI método gitano. : La tirada del hexagrama . La tirada planetaria . El método de las veintiuna eee ‘ Método del triangulo . 113 115 117 119 121 123 124 126 128 130 132 134 136 136 149 163 176 191 191 196 200 204 205 208 211 214 215 217 219 220 Introduccién El Tarot es un sistema de cartas que recoge setenta y ocho léminas, Ilamadas Arcanos. Cada Arcano es representa- cién y simbolo de los diferentes atributos en los que se pue- de descomponer el Universo entero y la mente humana. Porque la mente humana, por analogfa, es un microcos- mos que encierra en su interior los aspectos que recoge el macrocosmos llamado Universo, y las relaciones entre uno y otro son evidentes. De esta manera el Tarot recoge el significado de todo lo que existe, y la interpretacién de sus cartas lo desarrolla, En las cartas del Tarot, no sobra ni falta ninguna. Abarca todo el abanico de posibilidades que se le ofre- cen y las resume de manera perfecta, sin repetirlas y sin olvidar siquiera una de ellas. El mazo de cartas divide al Tarot en dos series: la serie de Arcanos mayores, que se compone de un conjunto de vein- tidés cartas, y la serie de Arcanos menores, compuesto de cincuenta y seis. Los Arcanos menores complementan el significado de los Arcanos mayores. Al conjunto de Arcanos mayores se le ha llamado el camino de la sabidurfa, porque su recorrido, des- de la primera hasta la Ultima carta, resume a su vez las eta- pas por las que transcurrird la vida de una persona, tanto en su interior como de cara a lo que le rodea. El intérprete del Tarot no lee un texto alfabetizado, sino que interpreta imagenes que son a su vez simbolos. La magia de la lectura del Tarot radica precisamente en los elementos que son sus simbolos. Cada carta encierra un significado preciso, pero los elementos en que se puede des- componer buscar4n una relacién con el consultante, y serd el intérprete el encargado de transmitirla. Consultar el Tarot Hay muchas maneras de consultar el Tarot. Las diferen- tes tiradas son todas validas para descubrir a la luz las posi- bilidades que ofrece la lectura del Tarot, pero sin duda cada lector se familiarizaré mejor con una o con otra. Cada tirada significa un camino que hay que recorrer, y las cartas son los diferentes pasos que conducirén a la meta final, al objetivo de la consulta. El Tarot viene a resumir un conocimiento vasto y com- plejo del mundo de las ideas y de los acontecimientos, pues es probado que su uso se desarrolla desde el siglo xv en Eu- ropa, y han surgido muchos autores que relacionan el arte de la lectura del Tarot con las grandes civilizaciones que hi- cieron su primera aparicién en la historia, desde el antiguo Egipto hasta los remotos paises del Asia. Sea cual fuera su origen, abarca todo el abanico de posi- bilidades que se ofrecen en el discurrir de la vida, y las l4- minas consiguen una sencillez de representacidn que resume los momentos bésicos de la existencia y abre a la vez milti- ples posibilidades en su interpretacién. Cada vez que se asiste a una lectura del Tarot, esta lec- tura representa una novedad y una interpretacién diferente. Cada consulta es distinta segiin sea la persona que consulta y el momento que elija para su lectura, asf como puede ser también diferente el motivo o el objetivo que se persiga en cada consulta. Para situarse en condiciones de llevar a cabo una lectura 10 del Tarot, es necesario solamente disponer de una guia que apunte el significado simbélico de las cartas, y conocer el mé- todo bsico que relaciona con ellas al intérprete y al consul- tante, para desentrafiar todo aquello que pueden ofrecer al lector. Es interesante, ademds, seguir el recorrido de la his- toria del Tarot, porque sus origenes se hallan estrechamente ligados con el significado adivinatorio de los naipes. il Descripcién del Tarot El mazo de cartas del Tarot se divide en dos series bien diferenciadas: los Arcanos mayores y los Arcanos menores. Hay veintidés Arcanos mayores, de los cuales veintiuno estén numerados y uno de ellos, el Loco, aparece sin numera- cién. Algunos intérpretes lo sittian al principio de la baraja, porque significa la ingenuidad, el principio, el personaje que emprende su camino por primera vez, y otros lo colocan al final de los Arcanos mayores, como el ultimo de ellos, porque significa y representa también al consultante. Ademés, el Loco puede situarse al principio o al final de la serie de Arcanos mayores en razon de las tiradas, pues segiin las diferentes tiradas de cartas se dispone también al final o al principio. El Loco Significa libertad, espontaneidad o alegria, pero teniendo en cuenta que el significado de la carta varia si se extrae del mazo en posicidn invertida, en este caso significa la incapaci- dad para el razonamiento, el atolondramiento y la extrava- gancia y el peligro de no saber reaccionar ante lo impre- visto y las dificultades. 12 El Mago Es la carta del Tarot numerada con el I. Posee en su in- terior los atributos necesarios para saber sacar partido de cualquier situacién, pero en sentido inverso significa arribis- mo, charlataneria y oportunismo. La Sacerdotisa Es la segunda carta, y simboliza a la mujer intuitiva que conoce las cosas a fondo y que despliega una gran sabiduria con tranquilidad y seguridad. En cambio, en posicién inver- tida significa la hipocresfa y también la pereza y la inacti- vidad. La Emperatriz Es la tercera carta. Inteligente y sabia, la Emperatriz re- presenta la abundancia de dones materiales y en posicién in- vertida el lujo desmedido, la vanidad’y la superficialidad. El Emperador La cuarta carta del Tarot, es el poder, el plano de las realizaciones concretas, la productividad, la ejecucién, y en posicién invertida, la obstinacién y el falso desarrollo del po- der basado en el autoritarismo. El Sumo Sacerdote Es la carta numerada con el V. Su significado se extiende 13 desde la autoridad moral y la capacidad para impartir la en- sefianza, puesto que esta carta representa la sabidurfa, hasta los aspectos negativos de estrechez de ideas y despotismo para imponer sus sentencias, si la extraccién de la carta del mazo descubre la imagen en su posicién invertida. El Enamorado Con el nimero VI en la baraja, habla de la decisién en el campo de lo afectivo, la seguridad de los sentimientos y el arraigamiento a las cosas y las personas, pero invertida sig- nifica la debilidad, la falta de decisién y la lucha entre obje- tivos contradictorios. EI Carro Situado en séptimo lugar, significa la voluntad, y ligada estrechamente a ella la constancia y la decisién. Pero en sen- tido inverso el Carro significa ambiciones desmedidas, dico- tomia entre lo que se quiere conseguir y lo que se puede lograr. La Justicia En octavo lugar, es la estabilidad y el orden, y significa la falta de iniciativa y de organizacién en su sentido inverso, por lo que facilmente se someterd a las decisiones o los ca- minos emprendidos por otros. 14 El Ermitaiio La novena carta del Tarot, es el personaje que busca en su interior y hace luz en la oscuridad, pero en sentido inverso es la cerrazén y el mutismo, la avaricia, aun cuando le rodee la pobreza y la misantropia. La Rueda de la Fortuna Décima carta, es el movimiento, el cambio, la suerte y el cambio de situaciones, el rodar de una citcunstancia a otra con la riqueza de posibilidades que trae consigo tanto movi- miento. En posicién invertida significa el retraso, las resis- tencias, las pérdidas y los derroches de energia para no con- seguir nada finalmente. La Fuerza Es el ntimero XI, y representa el valor y el coraje, la po- tencia y la audacia y el predominio de la inteligencia por en- cima de la fuerza fisica o animal. Invertida, esta carta repre- senta la crueldad, la ambicién y el orgullo. El Ahorcado El nimero XII, representa una situacién en la que el personaje acaba un ciclo y decide dar la vuelta a todas las co- sas que le rodean para descubrir su verdadero aspecto. In- vertida, es decir, si el colgado aparece en una postura nor- mal, significa el trabajo inconcluso, una obra partida. 15 La Muerte Es el ntimero XIII, y su expresién, en contra de lo que se puede pensar, significa profundidad y penetracién y reno- vacién de ideas en su posicién normal, aunque invertida re- presenta el abandono y la destruccién. La Templanza El ntimero XIV es la adaptacidn, el equilibrio y la tole- rancia. Pero si extraemos la carta invertida, significard la in- constancia y el desorden. El Diablo Es el ntimero XV, y su posicién en el mazo de cartas da también idea de su atraccién y su magnetismo, y un poder oculto que le reportar4 una influencia ventajosa; pero inver- tida esta carta representa las intrigas, la falta de escriipulos, la fuerza descontrolada y las aberraciones. La Torre El ntimero XVI, es la destreza, el vigor, y la valentia. In- vertida significa a su vez el caos, la destruccién y el exceso. La Estrella El nimero XVII, significa la belleza. Y a su lado, la sen- sibilidad, la luz propia y la gracia, pero invertida esta carta 16 convierte su significado en el de ligereza de conducta, doblez y procura de evasién de responsabilidades. La Luna La Luna es el nimero XVIII, el movimiento del subcons- ciente, todo lo que crece hacia adentro, la vida de la mente y su influencia en las cosas que viven hacia fuera. Pero la Luna es, en posicidn invertida, la oscuridad y la nostalgia, la pasividad extrema y el amor propio. El Sol Se sittia en el decimonoveno lugar, y a él corresponden los atributos de creacién y de luz, que da la vida, la energia y el éxito Iuminoso. Pero en posicién invertida representa el deslumbramiento, el fracaso y la incomprensién. EI Juicio Ocupa el mimero XX en el Tarot, y obliga esta posicién a pararse en el camino para sopesar el terreno andado, todo lo que se ha dejado atras para seguir una ruta pensada. En su posicién invertida, el Juicio representa la vacilacién, la in- consciencia y el ofuscamiento. El Mundo Es el tiltimo de los Arcanos mayores, el final del camino, Ja culminacién de la obra, la colmacién de dones y la conse- cuencia de objetivos que producirdn todos los bienes del mun- th do. Es la abundancia y la productividad, a diferencia de la dispersién y el fracaso que representa si la carta se extrae en posicién invertida. Todos los Arcanos mayores, relacionados entre sf, sig- nifican cada uno un paso en el camino de la sabidurfa. El Tarot es una construccién en la que una carta apoya a la otta, y ninguna tiene un significado propio si no es en rela- cién con las demds. La posicién que ocupa cada una, una detras de otra, les confiere a la vez un significado preciso. La totalidad de las cartas del Tarot es la totalidad de las cir- cunstancias de la vida, de las situaciones concretas y también la actitud que mantiene el consultante hacia los misterios de Ja vida y de la mente. Los diferentes intérpretes del Tarot han descubierto en los Arcanos mayores un camino Ileno de sentido, que se desa- trolla a través de unas etapas y la sucesién ordenada de las cartas en el Tarot es la expresién del camino que se tendria que seguir para conseguir la perfeccién y el método. En este sentido, hay diversas —aunque no demasiadas, ni exentas de similitudes— interpretaciones de lo que signi- fica el orden de las cartas en el Tarot. 18 El camino de la sabiduria El orden de los Arcanos El ordenamiento y la posicién de cada una de las cartas del Tarot no es casual, y asi lo han interpretado desde sus orfgenes los seguidores de este arte de la adivinacién. Douglas, un intérprete del Tarot, ha desarrollado una ex- plicacién del sentido de las cartas y su disposicién ordenada, basandose en las teorfas de los fildsofos gnésticos, que acumu- Jaron una vasta sabidurfa basdéndose en las creencias esotéri- cas de las civilizaciones mds antiguas, las primeras que die- ron una explicacién a los misterios del mundo y de la mente y las que desarrollaron en todos los campos, la intuicién uni- da a la ciencia, base de un verdadero progreso. Segtin el esquema de A. Douglas, en el que sittia al Loco delante de todas las otras cartas, el hombre aparece a prin- cipio prisionero de su propio cuerpo ignorante en este punto de las posibilidades que puede desarrollar su espfritu. Pero un mensajero surgido de una esfera subyacente, el Mago, le descubre la realidad profunda con la ayuda de su dominio del plano material, y la necesidad de conocer y trabajar las cosas que nos rodean para llegar al conocimiento y al dominio de lo que nos rodea. Siguiendo este camino conseguird la segu- tidad en el conocimiento de las cosas, situdndose en esta po- sici6n con la Sacerdotisa, para alcanzar la inteligencia de la Emperatriz que le colmard de bienes materiales, asi como el Emperador le colma de poder bien ejercido con el cual 19 desarrollaré y ejecutard un sinfin de realizaciones concretas hasta conseguir la autoridad moral del Sumo Sacerdote y su sabiduria. La situacién del Examorado es una situacién de desaffo y una etapa de enfrentamiento a las dificultades cotidianas, lo que confiere al consultante una habilidad y seguridad para superarlos que le sittia en la posicidén del Carro, y logra asi un grado de madurez y equilibrio que corresponde con la si- tuacién de la Justicia. Llegado a este punto, el consultante se sittia en el camino del que busca, el Ermitafio, quien dando un giro hacia su interior, en la posicién de la Rueda de la Fortuna, logra controlar sus pasiones a base de la Fuerza mental, superior a la simple fuerza fisica, y en este punto invierte los valores cotidianos para buscarles su significado y sus valores escondidos y subyacentes, situacién que se repre- senta con el Ahorcado, para pasar a conocer todo lo que de perecedero le rodea y lleva en sf mismo —la Muerte— y de esta manera pasa a ponerse en contacto con la gran ener- gia renovadora universal que representa la Templanza. Al llegar a este punto, el consultante reconoce al Diablo, de quien se aprovecha para provocar el derrumbe de su pro- pia prisién y la apertura de todas sus posibilidades internas. Su espfritu atraviesa entonces las esferas celestes, representa- das en este orden, por la Estrella, la belleza; por la Luna, o movimiento de la mente; y por el Sol, 0 la realizacién com- pleta. En la situacién del Juicio llega a conocer el sentido de todas las cosas y las reconoce con una claridad absoluta, y finalmente se funde en el Mundo, al que alcanza en toda su plenitud. Los ciclos del Tarot Douglas dividié en dos ciclos los puntos criticos de la evolucién del Tarot. En el primer ciclo, el Loco es la inocen- 20 cia, el personaje que echa a andar al principio del camino sin tener todavia conciencia de si mismo y de sus posibilidades, ni tampoco de las posibilidades que le ofrecen los objetos y las personas que le rodean. El Mago es el primer destello de voluntad dirigida a controlar lo que le rodea y a domi- narlo, mediante el dominio de las esferas de la intuicidn, el sentimiento, la percepcién y el sentimiento que en las imé- genes toman la forma de Sacerdotisa, Emperatriz, Emperador y Sumo Sacerdote correlativamente. El Enamorado, dentro de este primer ciclo, adquiere un significado a estas alturas de segundo nacimiento, un nuevo enfrentamiento que relaciona al consultante con lo que le rodea después de recorrer la primera parte del camino, En este punto el consultante ha de llevar a cabo la eleccién de las cosas, como si hubiera de elegir entre sus primeros afec- tos y los que le ligan por primera vez a la vida —la madre, el hogar, el ambiente— y los que quiere conseguir fuera de lo que ya le viene dado en la primera etapa de su existencia, es decir, lo que ya encontré en el camino. Ahora elige su pro- pia ruta. El Carro le abre el camino en este sentido y la Justicia le obliga a establecer un equilibrio entre su meta y sus posibi- lidades de conseguirla, cosa que acierta para llegar a ser el Ermitafio, y finalmente la Rueda de la Fortuna le ofrece una cantidad ilimitada de acontecimientos que enriquecerén su capacidad de decisién y discernimiento de lo que le conviene hacer en suma. De esta manera acaba el primer ciclo y el consultante se dispone a iniciar el segundo. El segundo ciclo empieza con la Fuerza, consecuencia de los pasos que ha tenido que dar en el primero y después de todas las dificultades que ha salvado y los logros que ha con- seguido acumular. El Ahorcado y la posicién invertida del personaje —no de la carta, en este caso— le hace volver las 21 cosas y extraer su significado interno y profundo, el sentido verdadero de lo que le rodea, para llegar a la Muerte, que es una carta de renovacién y de disolucién. Tras la Muerte se muestra la Templanza, cargada de sentido a la hora de aco- meter de nuevo el enjuiciamiento de las cosas o la disposi- cién de dnimo para forjarse una serie de objetivos. El Demonio es una fuerza arrolladora y mégica que le Hevaré hasta la destruccién de todo lo que puede significar un impedimento, representada en la Torre de la destruccién y la energfa arrolladora del rayo que precipita su caida. Es Ja destruccién de las limitaciones, la liberacién que le hard llegar a la belleza de la Estrella, a su resplandor y a su senti- do creativo y armonioso, para bucear en la mente y en el subconsciente que representa la Luna. Después, el buscador conseguird todo, una vez que llega a la posicién del Sol, que es la luz y la creacién, las obras resplandecientes a la luz del dia, el logro de los objetivos y la produccién de innumera- bles obras. El Juicio, después de que el buscador ha recortido defini- tivamente todos los pasos del camino, le conduce finalmente a la posesién feliz del Mundo y de todo lo que le rodea, de lo que se halla fuera y de lo que se posee dentro. Se puede observar una diferencia entre un ciclo y otro en el sentido de que el primero explica el acercamiento del consultante con lo que le rodea en el exterior, esto es, en las figuras del que empieza su camino, los instrumentos que posee para enfrentarse o acercarse a él, los bienes que le re- porta tanto en el sentido de conocimiento y sabiduria como en la consecucién de bienes materiales y de dominio espiri- tual, el enfrentamiento de sus afectos y su decisién, la vo- luntad que despliega en sus esfuerzos y la justicia para situar cada cosa en su lugar, hasta llegar al punto clave del Ermita- fio, que es un personaje aparentemente encerrado en s{ mis- mo pero realmente un buscador de las cosas con ayuda de una luz. Esta carta representa al personaje alumbrando con 22 su mano todo lo que le rodea, y es predecesor del segundo ci- clo, o ciclo que descubre al consultante su mundo interno, El segundo ciclo, desde el control de las pasiones, domi- ndndolas sin violencia y desarrolldndolas satisfactoriamente, pasando por la biisqueda de valores intrinsecos, hacen que el consultante se anule y se transforme para conseguir de la Templanza su actuacién benéfica y desinteresada. Este estado de tranquilidad acaba en seguida, porque de nuevo aparecen las posibilidades sin limite del Demonio y la destruccién de lo que aparece como innecesario, la destruccién de las resis- tencias y los bloqueos internos. Més adelante despunta el brillo y el resplandor de las consecuciones internas, con la fertilidad que le confiere des- pués la Luna que significa precisamente la aproximacién y la revelacién de todo lo que se mueve y crece hacia adentro. Parece que el Sol significa, sin lugar a dudas, el resplandor que emite hacia afuera todas estas consecuciones interiores, y el Juicio es el camino que le destina la fusién con el Mundo y todo lo que es, se desarrolla y tiene vida. La teoria de Jung Estrechamente ligada con la apreciacién de Douglas se podria decir que corre la apreciacién de otro intérprete del significado del Tarot. Segtin Jung, el proceso de las cartas del Tarot abarcan el proceso de la vida entera, y de la vida con- siderada en sus manifestaciones externas e internas. El proceso del buscador también se puede desdoblar hacia afuera, en lo que serfa una etapa solar Ilena de creatividad, extravertida y expansiva, creadora de lo que crece hacia fuera y se hace bien visible, formadora de las manifestaciones de forma y contenido, que enfrenta al hombre a lo que le rodea —a otros hombres, a la naturaleza, a los acontecimientos, al movimien- to de todo lo que se desarrolla— y el proceso del buscador 23 que se desdobla hacia adentro, que le hace interiorizar lo que conoce para conocerlo profundamente y cada vez mds en sus diferentes etapas de asimilacién, Esta segunda etapa serfa la etapa lunar o de introspeccién, que le revela al buscador el conocimiento del subconsciente y le concede el pleno cono- cimiento de s{ mismo y de lo que le rodea. La interpretacién de Oswald Wirth se refiere también a un desdoblamiento en dos lineas o direcciones, sdlo que en este caso cada una de las dos vias contiene un significado completo. La primera sera la via de la accién, con una proyec- cién totalmente exterior y regida por el Sol. La segunda es la via lunar, del movimiento interno. A su vez la primera via consta de dos fases, en donde los primeros cinco Arcanos significan una preparacién para Ile- gar a los cinco siguientes que se conforman como los grandes pasos para la aplicacién prdctica, representada con las cartas de el Carro, la Justicia, el Ermitafio, la Rueda de la Fortuna y la Fuerza. Este camino significa la consecucién del conocimiento pro- cedente de la teorfa para experimentar su acoplamiento en la prdctica. El camino lunar procede al revés, y llega al conocimiento a través de la sintesis. La via practica queda atrdés para dar paso a la elaboracién de la teorfa en un proceso de interiori- zacién y de busqueda interior. También es titil tener en cuenta que el paso de una situa- cién a otra est4 cargado de significado, y en este sentido el paso de el Loco al Mago significa la transicién de la ignoran- cia a la iniciacién, el paso de el Mago a la Sacerdotisa es en este caso la apropiacién de los valores femeninos y su poten- cia, asi como con la llegada de el Emperador es Ia conse- cucién de los valores masculinos y activos. El Enamorado es Ja prueba y su paso a el Carro significa su realizacién satis- factoria. Entre la Justicia y el Ermitafio existe el significado comin de la consecucién justa de las ideas y los hechos en la 24 btisqueda de los pros y los contras y la Rueda de la Fortuna y la Fuerza es una etapa en donde se atinan el correr del destino y su control mediante el desarrollo de la fuerza in- terior. El paso de el Ahorcado a la Muerte atina una posicién andloga, puesto que se ponen en entredicho los aspectos su- perficiales de las cosas para llegar a conseguir una renovacién total y el conocimiento profundo. La Templanza y el Diablo son cartas de energia, la primera soportando un significado de control frente al descontrol que supone la segunda, y en el paso de la Torre de la destruccién a la Estrella se consigue aunar la energfa primaria con la energfa césmica y totalizada. Entre la Luna y el Sol se llega finalmente a la consecu- cién del Mundo, a través del Juicio, en un Universo que ofrece al buscador todo cuanto conoce y fusiona felizmente a la naturaleza entera. Las relaciones que tienen entre sf las cartas son milti- ples, y teniéndolas en cuenta el desvelamiento de su signi- ficado resulta sin lugar a dudas mucho més rico y profundo. Los Arcanos menores El camino de la sabiduria que supone el recorrido de los Arcanos mayores se complementa con la otra serie de car- tas, la de los Arcanos menores. La serie de Arcanos menores es bien conocida popular- mente, pues son las cartas numeradas del uno al diez de los cuatro palos —bastos, copas, espadas y oros— acompafiadas de la sota, el caballero, la reina y el rey, que se usan normal- mente para juegos de entretenimiento. Sin embargo, la repre- sentacién de los Arcanos menores en el Tarot no es tan sim- ple como la que nos ofrecen las cartas del juego. En las cartas de juego, el as de espadas, por ejemplo, se representa con una espada, el dos de espadas con un dibujo de dos espadas paralelas y asi sucesivamente. La imagen de 25 la carta viene representada por el mimero en una de las es- quinas, arriba y abajo, y con la imagen grdfica de uno de los cuatro palos, Sin embargo, el origen de estas cartas viene propiciado por las cartas del Tarot. El hecho de que se desligaran las cartas que actualmente usamos para los juegos de mesa, de la totalidad de las cartas del Tarot, es decir, de los Arcanos mayores, no es casual. Cuando el arte adivinatorio del Tarot se vuelve a hacer popular en Europa aproximadamente en el siglo x1v, muchos gobiernos impedirdn su desarrollo y su ejercicio porque se considerarén prdcticas rayanas en la hechicerfa y sus métodos contrarios a los rituales y las ideas que desarrolla el catoli- cismo en esa época, que atraviesa un momento de vacilacio- nes y que dard lugar a muchas desviaciones ideolégicas y a la proliferacién de numerosas sectas que acaban apartdndo- se de la doctrina considerada oficial y son expulsadas de la Iglesia y considerados como herejes sus seguidores. El Tarot tropieza entonces con la prohibicién de su uso porque la prdctica de la adivinacién se considera obra de hechi- cerfa. Asf{ quedar4, con los afios, reducido a un simple juego, se perderd el uso de los Arcanos mayores, que significan los simbolos del camino de la sabiduria y la btisqueda de la per- feccién, y los Arcanos menores quedardn despejados de toda imagen simbédlica. El Tarot pierde asi su sentido adivinatorio y pasa a con- vertirse en un juego de cartas como un pasatiempo en donde lo tinico que se desarrolla es la habilidad de cada jugador para conseguir mds bazas o més tantos que el contrario. Pero incluso los Arcanos menores de las cartas del Tarot vienen provistos de un significado simbédlico y por supuesto su imagen varia de las que actualmente conocemos en las cartas de juego. 26 EI as de bastos es el comienzo, e invertida significa la ex- tincién. La imagen es una mano que se eleva dominando una extensién de terreno y de un tronco florido caen algunos eflu- vios semejantes a semillas. EI as de copas es la armonfa, y en posicién invertida la inestabilidad. La carta ofrece la imagen de una mano en el centro que sostiene una copa. De la copa mana una fuente que va a parar a la tierra, y de esta manera se funden entre sf perfectamente los tres dibujos. El as de espadas es la conquista, e invertida significa la imprevisién. La imagen nos ofrece una mano que sostiene una espada en alto, y cerca de la punta sostiene una corona de la que penden unos ramos como de olivo. El as de oros es la riqueza, y en posicién invertida la su- percherfa y el trueque. Su imagen es una mano que sostiene un cfrculo, y dentro del circulo aparece una estrella de cinco puntas. Abajo se extienden hermosos campos cubiertos de vegetacién y de frutos. Como facilmente se puede comprobar, la relacién entre los Arcanos menores del Tarot y las cartas actuales es mi- nima. 27 Los origenes del Tarot Coinciden muchos autores, aunque luego ofrezcan una ex- plicacién del origen del Tarot que resulta divergente, en el hecho de que las l4minas del Tarot recogen elementos comu- nes a las diferentes culturas de los pafses, y que por ello el resultado es una sintesis de todo conocimiento. Lo cierto es que responde a las preguntas fundamentales que se ha plan- teado el hombre desde el origen de los tiempos, cualquiera que fuera su lugar de procedencia. Por ello no es de extrafiar que el lenguaje del Tarot sea universal, efectivamente por estas dos cuestiones: la primera, porque se ocupa de los problemas que es incapaz de resolver Ja limitada mente humana, y la segunda, porque sus simbolos se hallan al alcance de cualquier persona, sea cual fuere el lenguaje que habla o la cultura de la que proceda. Pues las léminas del Tarot incorporan si se quiere simbolos egipcios, cristianos, judios, celtas, escandinavos, islamicos, y pudiera set que incorporaran también, o por lo menos que coincidie- ran, con algunos caracteres indios y chinos. La idea de que el Tarot tiene unos orfgenes mucho més remotos que lo que podrfan indicar la localizacién de las car- tas por primera vez en Europa viene avalada por el hecho de que sus léminas carecen de explicacién aparente. Que la escritura simbélica no se usa ya en el siglo xIv y que incluso en estos afios ya parece ser parte de la prdctica popular, por lo menos al norte de Italia e incluso algtin tiempo antes de 28 que se hablara de la aparicién de las cartas en los manuscritos de la época. Unos viajeros franceses provenientes de Italia hablaban ya en el siglo x1 de unas cartas que usaban los nifios italia- nos para adentrarse en el conocimiento de las virtudes y de la sabiduria. El Tarot en Egipto Court de Gébelin publicd en una coleccién de libros que agrupaban una serie de voltimenes con el tftulo general de El Mundo Primitivo Analizado y Comparado con el Mundo Moderno. En el volumen VIII de esta obra Gébelin expone su teorfa sobre la localizacién del Tarot y su uso en Egipto, en la época en que florecié la cultura de los faraones. Su sis- tema filosdfico de la vida y de la naturaleza parecié conven- cer a Gébelin de que los simbolos que aparecfan en muchas de las cartas del Tarot coincidfan perfectamente con los sfm- bolos de la mitologfa egipcia y que por tanto el arte del Ta- rot bien podia proceder del ejercicio de adivinacién de este pueblo. Segtin la mitologia egipcia, Thot es el dios de la magia, el Sumo Sacerdote de Osiris que viaja en el carro de Ra, el creador, por todo el cielo, y conoce a todas las estrellas. Thot es también el inventor de la escritura, y el que conoce todas Tas palabras. Thot es padre de Isis, hermana y esposa de Osiris, el Sol. La leyenda cuenta que Set o Tif6n, el dios de las Tinieblas, se apodera a la fuerza de Isis después de matar a Osiris y arrojar sus restos al Nilo. Pero Thot se entera de todo y li- bera a Isis de manos de Set y le descubre un conjuro que le permitird hacer revivir a Osiris y librarlo de la magia de Set. Mientras Isis recorre Egipto buscando a Osiris, el hijo de ambos, Horus —el Sol segtin los egipcios— muere por la ao, Son numerosos los indicios que apuntan hacia Egipto como lugar de origen del Tarot, picadura de un escorpién. Se lamenta Isis cuando se entera, y sus lagrimas detienen el carro de Ra del que desciende Thot para ayudar a su hija. Thot pronuncia la palabra que consi- gue de nuevo la vida para Horus. Y habiendo encontrado por fin Isis los restos de Osiris le hace revivir igualmente y concibe de él un segundo hijo a quien llama con el nombre de Harpécrates. Sostiene Gébelin que las cartas del Tarot son las secuen- cias del libro de Thot, y para ello nos descubre las analogias que encierran en sus imagenes con el significado de los ritos egipcios y con la escritura simbélica que han legado sus obras, y sus construcciones. Este mito encierra en sus entrafias una simbologia que descubre en su recorrido los misterios de la vida, de la muerte y de la resurreccién, y el Tarot para Gébelin representa el paso de unos estados a otros y el proceso de biisqueda y de liberacién, es decir, el recorrido por los aspectos animicos o momentos circunstanciales en la vida de una persona, las cir- cunstancias que pueden rodear el paso de su existencia por el mundo y la btisqueda del aprovechamiento de estas circuns- tancias para llegar a la sabiduria y a la armonfa interior y ex- terior. En el primer volumen de su obra introduce este autor un pasaje titulado Sobre el Juego de los Tarots. Donde se tra- ta de su origen, se explican sus alegorfas y se demuestra que es la fuente de las modernas cartas de juego. Segiin el autor el uso del Tarot lo habrian introducido los cingaros egipcios expulsados de Europa, que se habrian ido introduciendo en el continente de un pajfs a otro. La explicacién sobre la denominacién del Tarot es para Gébelin la procedencia de los términos egipcios Ta, que sig- nifica camino y Ro, que significa real. Lo cierto es que se conocfa en el norte de Italia, en el sur de Alemania y en Provenza, al sur de Francia. No es de extrafiar que Ilegara de paises alejados, puesto que ésta era 31 El Tarot podria haber sido introducido en Europa por los cingaros egipcios, que se vefan obligados a emigrar de un pafs a otto debido a las persecuciones. una via que dio paso al comercio, y en la época en que pa- rece ser que se extiende el uso de las cartas constituye el cen- tro de el llamado Sacro Imperio Romano Germénico, que en- tonces constitufa una vasta extensién de toda la Europa cen- tral e Italia. Este camino representa sin embargo el cruce en- tre lo que luego formaron unas u otras naciones y, por lo tanto, es un camino por una parte de paso, y luego rico en intercambios de toda indole, comerciales, culturales, etcétera. Hablando del libro de Thot, Gébelin comenta que «en efecto, este libro existe. Este libro egipcio es todo cuanto queda de aquellas soberbias bibliotecas. Es tan corriente, que jamés estudioso alguno se ha dignado prestarle atencién, por- que nadie, antes de nosotros, ha intuido su origen ilustre. 32 Este libro est4 compuesto por setenta y siete o mejor dicho setenta y ocho hojas pintadas, divididas en cinco grupos, cada uno de los cuales muestra variadas cosas divertidas e instructivas. En una palabra, este libro es el juego del Tarot. Es un juego peregrino, por la calidad y cantidad de figuras que aparecen en las cartas. El juego del Tarot se ha difun- dido por muchos paises, pero el sentido de las figuras ha per- manecido invariado». Gébelin afirma que sus orfgenes son tan antiguos que se pierden en la noche de los tiempos, y hoy no sabemos —re- firiéndose al siglo xvmi— dénde ni cuando se inventd, ni cuél era el tema central en torno al cual se desarrollaron tan extraordinarias figuras, figuras que le parecen casi demasiado dispares como para formar un conjunto cuya integridad cons- tituye un enigma que nadie ha intentado resolver. Comenta que este juego ha sido considerado tan poco im- portante como para no merecer siquiera la atencién de quie- nes se dedican al estudio de las cartas. Estos estudiosos —di- ce— se han ocupado tan sélo de las cartas francesas, 0 mejor de aquellas difundidas en Parfs, cuyos origenes no son de- masiado remotos. Y, tras haber demostrado que se trataba de una invencién moderna, han creido agotado el tema. Resulta curiosa la comparacién de los cuatro palos de la baraja del Tarot con las cuatro instituciones egipcias del si- guiente modo: las espadas representaban a los faraones y a Ja casta militar, los bastos a la agricultura, riqueza de Egipto y regalo de la naturaleza, las copas a la casta sacerdotal que se ocupaban de guardar celosamente el culto a los dioses y que transmitian la sabiduria, y el oro al comercio. De esta manera comparé los simbolos egipcios con las re- presentaciones que nos ofrecen las cartas. El Arcano mayor de la Luna en el que aparece el astro derramando una espe- cie de efluvios que caen sobre la tierra y que hacen gemir a su contacto a los perros, no signific- ~ la fertilizacién de Egipto en la época que coincide con las grandes crecidas del 33 Nilo, El cangrejo que aparece en la parte inferior de la 14- mina es el signo zodiacal de Cancer, pues cuando el Sol y la Luna abandonan este signo, el Nilo se desborda y las aguas dispersas por las mérgenes y tierras adyacentes producirdn el limo rojo que fertilizar4 todo el valle. En la carta que representa al Sol, los dos nifios que apa- Fragmento del Libro de los Muertos. Osiris, Juez de los muertos, apa- ce en el ritual de la apertura de la boca del difunto. recen bajo el astro son Horus y Harpécrates, es decir, los dos hijos de Osiris, que es el astro rey. En la carta que representa la Rueda de la Fortuna apare- ce el hombre con cabeza de perro o cinocéfalo, que seria el compajiero de Thot, en su camino ascendente, y Set, el dios de las Tinieblas en curso descendente. Los perros que aparecen en la carta de la Luna aludirian a los guardianes egipcios de la puerta del Sol, es decir, los trdpicos, o las dos columnas de Hércules, representadas por dos torres en la l4mina, por donde més all4 nunca pasa el Sol ni tampoco la Luna segtin los mitos egipcios. La difusién desde Egipto La ruta que habrfa seguido el Tarot segiin Gébelin trans- curre de la siguiente manera: durante los primeros siglos des- pués de Jesucristo, los egipcios se hallaban estrechamente li- gados a Roma, que adopté sus ritos y el culto a Isis, inclui- do el juego relacionado con la misma. Este juego, interesante de por sf, quedé confinado en Italia hasta los tiempos de la unién con Alemania por medio del Sacro Imperio Romano Germdanico, que vieron la difusién del juego en este pais, y la época de la unificacién con los condados de Provenza y el traslado de la corte papal a Avignon, que marcaron la entrada del juego en Provenza y Avignon. Si no Ilegé a Paris, dice el autor, fue debido, en parte, a la rareza de las figuras, y en parte, a la voluminosidad de las cartas, que no podfa resultar grata al gusto de las damas pari- sienses. Posteriormente se harfa necesario hacer mds pequefias las cartas, para satisfacer estas exigencias. El pais, que habia cafdo en la esclavitud més deplorable y en la més profunda ignorancia perdié toda capacidad de manifestaciones artisti- cas y no estarfa ya en condiciones de producir una sola carta de Tarot. 35 Sin embargo, fue la época la que condené su uso relacio- nando el uso del Tarot con las practicas de hechicerfa y prohi- biendo todo método que intentara buscar la adivinacién del futuro, ya que la prdctica podia dar lugar a desviaciones doc- trinales. Las analogfas con los mitos egipcios de las cartas del Ta- rot se acercan de la misma manera con los mitos que poste- riormente tuvieron los griegos para describir su filosofia de la vida y mds tarde los romanos. Platén en su obra Fedro nos explica la tradicién egipcia, en donde Thot es el artifice de la légica, de la aritmética, de Ja geometria y de la escritura. En cuanto a la mitologia grie- ga, Hermes representa la figura de Thot, y aparece en la Odi- sea como conductor de las almas. Hermes es a su vez Mercurio en Roma, y hacia el si- glo 111 se convierte en Hermes Trismegisto, que quiere decir el Tres Veces Grande. Para los romanos Mercurio fue el dios de la magia y de la metalurgia, y poco antes de la edad media pasé a ser el patrén de brujos, nigromantes, alquimistas y ca- 36 balistas. El historiador Herodoto nos habla de la fusién de las divinidades de Thot y Hermes. Esta nueva entidad sera a veces dios y a veces demonio, pero mago en todo caso. Aunque la historia sea rica ya desde su primera etapa en la descripcién de los ritos e incluso en su relacién con las cartas del Tarot, no se tendr4 constancia del uso de las car- tas en Europa hasta el siglo xm. Unos viajeros franceses describieron cémo en Italia los nifios eran instruidos en el conocimiento de las virtudes uti- lizando unas l4minas que Iamaban carticellas. Otra opinién sobre el origen del Tarot es que las car- tas las confeccionaron los imagineros medievales y posterior- mente se extendieron por toda Europa. Los gitanos que se instalaron en Bohemia a finales del si- glo xiv extendieron su uso en Suiza, Italia y finalmente Es- pafia. Se supone que estas tribus némadas provenian de una casta hindd expulsada de sus tierras por el conquistador is- lémico Timur Lenk. Las tribus atravesaron el Indo para pa- sar a Afganistan y a los desiertos de Persia y bordeando el golfo Pérsico llegaron hasta la desembocadura del Eufrates. De aqui pasaron a Arabia y luego entraron en Europa por distintos caminos. Algunas tribus se habian establecido ya en Creta, Corfti y los Balcanes. Hacia 1417 penetraron hasta Alemania, pos- teriormente Ilegaron a Roma, hacia el 1422 y finalmente pe- netraron hasta Paris y hasta Barcelona hacia el 1427. Otros autores piensan que las tribus némadas Ilegaron a Europa después incluso de que hubieran aparecido las cartas y que por lo tanto fue tan sélo una via de difusidn y no de pe- netracién. 57] El Tarot en la India Una posible via segtin los historiadores se abrid paso con los comerciantes italianos a su regreso de tierras de Oriente. La palabra nayb, del indostano nabad, dio luego origen al término aibis, y de aqui surgié la palabra naipes. Nabad en indostano quiere decir virreyes, lugartenientes © gobernadores y administradores, es decir, personas capaces de dirigir el camino. Lo cierto es que las cartas indias pueden sostener alguna analogfa con las cartas del Tarot occidentales. Aquéllas tienen diez palos y doce cartas en cada palo, las diez primeras nu- meradas y las dos tltimas sin numeracién correlativa. Los palos significan las diez encarnaciones de Vishnu, Ilamadas avatares. * La primera encarnacién de Vishnu recibe el nombre de Matsya, y viene representada por peces, la segunda se Ilama Kurma y se representa con tortugas, la tercera es Varah, y su simbolo los jabalies. La cuarta encarnacién, Nara-simba, vie- ne representada por leones, Vamana, la quinta, por tinajas. Paracu-rama es la sexta y se representa por medio de hachas pequeiias, Rama-chandra es la séptima y aparecen figuras de flechas, la octava es Krishna y se representa con el simbolo sagrado de las vacas, la novena es Buddha y se usa la imagen de caracolas y la ultima, Kalki, ofrece las figuras de espadas. Los peces, las tortugas y las caracolas son palos que pue- den encontrar una analogia con los oros, las vasijas y las ti- najas nos dan Ia idea de las copas, las hachas, las flechas y las espadas son representaciones similares a espadas y bastos. La figura del Karma en la mitologfa india significa la com- pensacién y el castigo al tiempo que se desarrolla el proceso césmico y coincide con el Arcano de la Justicia. El mito que explica el ciclo de la existencia a través de las reencarnaciones coincide con el Arcano de la Rueda de la Fortuna y el relémpago que destruye las ilusiones materiales 38 descrito en los mitos es andlogo a la Torre de la destruccién. El dios indio Ardhanari es la expresién de la unién de Siva y Devi, que corresponderfa al mito occidental desarro- lado en Grecia antigua de la figura de Hermes, o la unién de Hermes y Afrodita, y lleva en sus manos una copa, un cetro, una espada y un anillo. EI dios mono Hanuman hindi nos ofrece la imagen y los mismos emblemas que representan al Mago, y por otro lado es una figura que se puede ligar a Thot y a Hermes en sus atributos mitoldgicos. Algunos autores han querido relacionar més las cartas y comparan al Loco con los sanyasi, caminantes que adquirfan la sabidurfa con sus andanzas y a través de la experiencia y la meditacién. Al Emperador y a la Emperatriz con los padres de Buda, la carroza de Vishnu con el Carro, y la Muerte, el Ahorcado, el Ermitafio y el Papa con las etapas de Buda antes de su iluminacién. La Rueda de la Fortuna es comparada con el Karma, el Demonio con el dios hindti con cabeza de toro, etcétera, EI Tarot y otros juegos Otros autores han querido ver en las cartas una modali- dad del juego del ajedrez que se utilizaba tanto en la India como en China. Hay un antiguo juego hindu, el de los Cuatro Reyes, que dicen muy semejante a las cartas de juego de cuatro palos, y que se remonta a los siglos v 0 vi, con figuras que representa- ban al rey, al general, que después serfa la reina, y al caballo, y todos los peones. Hay un juego de cartas chino que lleva el mismo nombre del ajedrez, y estos autores piensan que el juego de cartas podria derivar muy bien del juego de ajedrez chino. En este 39 pafs las cartas eran conocidas ya en el siglo x1, tres siglos an- tes de que fueran conocidas en Europa. De la misma manera se comenta que el domind se usé para formular prdcticas de adivinacién. Es posible que deriva- ra de los dados. Las veintiuna piezas de que se compone coin- ciden con la combinacién de los dados. Once son dobles, y el total suma treinta y dos. El autor Paul Foster Case, en su obra El Tarot, una clave de la sabiduria de los tiempos, in- troduce una nueva explicacién sobre el origen del Tarot. El Tarot y la cultura hebrea Segtin Paul Foster Case, en el afio 1200 un grupo de cientificos provenientes de diferentes paises del mundo se dieron cita en Fez, Marruecos, para poner en comin los di- ferentes adelantos cientificos y filosdficos. Fruto de este en- cuentro serfa la explicaci6n de un pensamiento coincidente que se reunié en las cartas simbélicas y que explicaban el co- nocimiento y la sabidurfa recogidos hasta entonces, y en cierta manera enlazaban pensamientos coincidentes. Estas laminas ilustradas se convirtieron Iuego en las l4minas del Tarot, comprensible para cualquiera que se hallara iniciado en la interpretacién de sfmbolos. Un segundo motivo seria el de crear un lenguaje univer- sal, y asf las laminas resultarfan el compendio de todas las ensefianzas recogidas hasta entonces comunes a las diferen- tes culturas. Otro autor, el abate Constant, a quien conocemos bajo el seudénimo de Eliphas Lévi, nos ofrece las analogias que presentan las cartas con la filosofia hebrea. El Théraph —Tarot— es atribuido a Enoch, primogénito de Cain. Las ldminas se perdieron con la destruccién del templo, pero los judfos lo mantuvieron vivo en el destierro a través 40 de la tradicién oral, y posteriormente lo recogieron los caba- listas espafioles en el siglo x111. Eliphas Lévi fue un fildsofo que dedicé su trabajo a su- mergirse en los misterios esotéricos y de iniciacién sobre las gtandes y graves cuestiones que se ha formulado siempre la humanidad. Alphonse Louis Constant fue un sacerdote catélico que se dedicé a desentrafiar e interpretar la Cabala judfa. En el Dogma y Ritual de la Alta Magia escribié que el Tarot es la fuente de inspiracién de todos los libros sagrados de la antigiiedad y constituye el instrumento més perfecto para la adivinacién. Dice que se puede usar con una confianza total por la precisién cronolégica que contiene de los ntimeros y los simbolos. Las respuestas que da son siempre verdade- tas y, aun cuando no predicen nada, ofrecen siempre sabias directrices y nuevos conocimientos. En su obra dedica en dos partes tantos capitulos como l4minas corresponden a los Arcanos mayores del Tarot, es decir, veintidés. La primera parte es una exposicién tedrica del significado de cada l4mina y la segunda es la aplicacién practica y las conexiones de los Arcanos mayores en el cam- po de la magia. El Loco se sittia en la interpretacién cabalistica de Eli- phas Lévi en la posicién veintiuna, atribuyéndolo a Schin o el Espiritu, que es la letra veintiuna del alfabeto hebreo. La letra se viene a situar de esta manera entre el Juicio y el Mun- do en el orden del Tarot usual. La correspondencia con el alfabeto es ésta: Aleohiiaenicn) 15 Gomeds > \rieliMago: Beth . . . «la Sacerdotisa Ghimelite: foisteye ey es ielayEmperathiz Daleth, Waren icaue 0.007, Gaelimperador Ete oats el Sumo Sacerdote 41 Vac ei yelaetamosads) Layer vic is viens: See Garo (Hlethvartih ci scioga eens |e epllat Justicia slethtey. isi chi iii, ain of soeartel Ermitano, Modine anise tien yy se lapRuedayceslauhortunal IKaphe cree veil duets one ulapiuerza ated ie tee) feieiohy. Ole jreleaborcado Meme) aie: awe) eye ila Muerte NUny ue vari ohh a. aavakhemplanza, Samelcin-aey wat eich as euenel!ablo Ayn, aaiy ces euesidiinl. ty eytlamborterdetasDestruccion: Peed jis wae nce siaoia se wasHstrellay sUsadery desl way oa sieners arojr ny auleuna Quoph ‘asdgeat. enencie seni. aeelesol Reschspaiiis) sssants shite aenele)ticio SC RINNE a sciaes 0 cui), Arsen ata C1 0 -OCO) say nolersteney Neri tsis carey -eocely Mundo) Eliphas Lévi entendié el Tarot como la representacién de El Arbol de la Vida del Libro de La Cabala hebreo. Segtin este libro la creacién se realiza a través de la ema- nacién y en cierto sentido ofrece una explicacién pantefsta de la aparicién del mundo y su desarrollo. Segiin algunos autores los misterios que explica la Cabala fueron ensefiados a un grupo escogido de sacerdotes que la transmitfan a su vez sdlo a los que eran escogidos para la ini- ciacién en los misterios religiosos y de la naturaleza. Las doctrinas de la Cabala se explican en dos libros, de origen muy remoto, el Sefer Yezira y el Sohar. EI primero es el Libro de la Creacién o Formacién, que explica el desarrollo de la creacién en etapas hasta la apari- cién del hombre sobre la tierra. Las veintidés letras del al- fabeto hebreo son la expresién de la mistica hebrea. Afiadien- do el ntimero diez, fundamental en la filosoffa hebrea, la 42 18 Tsade (2 Coph 20 Resch SL \e 7} 02 aa TS | 21 Schin \( bey) suma resultante son treinta y dos y estas treinta y dos son las vias de la sabidurfa. En primer lugar dividen los hebreos el ntimero diez en cuatro y en seis, cuatro para representar al Verbo, que seria lo que contiene en sf toda la vida, y después aparece una descomposicién del universo en tres de sus elementos, el aire, 45 al que corresponderfa el ntimero dos, el agua, cuya represen- tacién serfa la del ntimero tres y finalmente el fuego o éter césmico representada por el término cuatro, Los seis restan- tes hasta llegar al diez situarian los cuatro 4ngulos norte, sur, este y oeste y la altura y profundidad de la tierra. EI sentido de las veintidés letras seria por tanto un con- junto de la representacién de todo lo creado. Aleph es el buey, beth representa la casa, gimel el came- Ilo, daleh la puerta, heh la ventana, vau es el clavo, xain la es- pada, cheth el recinto, la serpiente es ¢eth, la mano es yod, kaph es la palma de la mano, lamed es el aguijoneador, mem es el agua, nun el pez, samech es un puntal, ayin un ojo, peh la boca, ézaddi el anzuelo, guoph la nuca, resh la cabeza, shin el diente y tau la cruz. Segiin el Sohar no hay mente ni palabras que puedan ex- plicar los misterios que encierra la vida, su aparicién, su de- sarrollo y su devenir. Esto no puede ser comprendido ni des- crito porque rebasa las propias posibilidades de la mente hu- mana, situada en el espacio y el tiempo. Pero hay una via o método para la comprensién paulatina de estas cuestiones, y son los diez sephiroth representados en la Corona —el hilito que navega por encima de todo lo demés—, la sabidurfa, la inteligencia, la amabilidad, la fuerza, la belleza, la virtud, el esplendor, la sfntesis y el reino. Estas vias, bien relacionadas entre si, puesto que las pos- teriores son siempre consecuencia de las que le anteceden, son los diferentes aspectos de un mismo ser y el camino de la consecucién de la perfeccién. Sus ramas forman el Arbol de la Vida y estén dispuestas de la siguiente manera: En el conjunto de sephiroths se pue- den distinguir tres tridngulos de arriba abajo, formados cada uno por tres sephiroths, y un tiltimo sephiroth debajo de ellos. EI primer triéngulo est4 compuesto por los tres sephiroths de la corona o cabeza, la sabiduria y la inteligencia o cere- bro. Forma el conjunto del corazén y la sensibilidad. 46 El segundo tridngulo une a los sephiroths de la amabilidad y la fuerza, uno representa la vida y el otro la muerte, y se halla unido por el sephiroth de la belleza. Por fin, el tiltimo tridngulo representa en dos de sus se- phiroths a la virtud y el esplendor, unidas a la sintesis. Los sephiroths que se encuentran a la derecha de los triéngulos son los elementos masculinos, los de la izquierda representan las fuerzas femeninas y los que se hallan en el medio y el que estd situado bajo los tridngulos que es representacién del reino, forman los sephiroths unificadores de los elementos opuestos masculino y femeninc. Eliphas Lévi relacionéd todos los espacios que unen las vias unas con otras con las veintidés cartas del Tarot. En efecto, si trazamos una linea desde cada sephiroth con los sephiroths que aparecen colocados enfrente, trazamos una red hacia el interior que forma un complejo sistema de rela- ciones y que nos proporcionan veintidés pasos entre unos y otros. En los pasos entre un sephiroth y otro se inscribirfan de esta manera las cartas del Tarot: Entre kether y hokhmar se halla el Loco, entre kether y binah se sittia el Mago, entre kether y tiphereth la Sacerdotisa, la Emperatriz entre binah y hokhmar, el Emperador entre hokhmar y tiphereth, el Sumo Sacerdote entre hokhmar y chesed, el Enamorado entre binah y tiphereth, el Carro entre binah y geburah, la Justicia entre geburah y tiphereth, el Ermitafio entre chesed y tiphereth, la Rueda de Ja Fortuna entre chesed y netzah, la Fuerza entre chesed y geburah, el Ahorcado entre geburah y hod, la Muerte entre tiphereth y netzah, la Templanza entre tiphereth y yesod, el Diablo entre tiphereth y hod, la Torre de la des- truccién entre netzah y hod, la Estrella entre netzah y yesod, Ja Luna entre netzah y malkuth, el Sol entre hod y yesod, el Juicio entre hod y malkuth y el Mundo entre yesod y mal- kuth. Los sephiroths se relacionan de la siguiente manera: en- 47 tre kether y kjokmah se sittia el Loco, Kether representa la cristalizaci6n primera de la manifestacién material, y es lo que se llega a conocer o algo de lo que se puede tener una idea a partir de sus manifestaciones. Kjokmah es el cable conductor a través del cual fluye la energfa estimuladora del universo. Entre kether y binah se sitta el Mago. Binah es la forma de la energia estatica, latente, potencial, pilar del universo y a la par opuesto primario con kjokmah. Entre kether y tiphereth se sittia la Sacerdotisa. Tiphereth es el centro del equilibrio. Es el punto medio entre los planos de la fuerza y de la forma, un estadio intermedio entre el ser que comienza su desarrollo y el momento alcanzado en su plenitud. La Emperatriz se sittia entre hokhmar y binah, el cable conductor y la energia estatica. El Emperador se halla entre hokhmar y tiphereth, el ca- ble conductor y el centro del equilibrio. El Sumo Sacerdote se halla entre hokhmar y chesed, es decir, entre el cable conductor a través del cual fluye la ener- gia y chesed 0 simbolo de la tierra, realizacién de la idea y forma de las cosas. El Enamorado se sittia entre binah y tiphereth, entre la forma de la energia estatica y el centro del equilibrio. EI Carro se coloca entre las posiciones de binah y guebu- rah, esto es, entre la energia estdtica y gueburah que es el sefior de la guerra y de la destruccién que elimina los dese- chos de los elementos utilizados y purifica la energia que re- cibird forma. La Justicia se sittia entre gueburah y tiphereth, entre el sefior de la destruccién y tiphereth como el centro del equi- librio, El Ermitafio, entre chesed y tiphereth, entre el simbolo de la tierra que realiza la forma de las cosas y el cable conduc- tor de la energia. La Rueda de la Fortuna se halla situada en el espacio que 48 relaciona a chesed y netzah, entre el simbolo de la tierra y el significado de netzah, que alude a las emociones, sentimientos y pasiones y que retine en suma todo lo que se trata de afec- tividad. La Fuerza o vigor se sittia entre chesed y gueburah, lo que supone decir entre la forma y el sefior de la guerra que elimina lo que es desechable y purifica la energia. El Ahorcado se sittia entre gueburah y hod, entre el se- fior de la destruccién y hod que significa la conquista de los instintos animales en un plano de consciencia. La Muerte se halla colocada en el camino que une tiphe- reth con netzah, el cable conductor de la energia y la afecti- vidad. La Templanza relaciona a tiphereth con yesod, al cable conductor de la energia con el inconsciente y los movimientos viscerales. El Diablo relaciona a tiphereth con hod, el cable con- ductor de la energia y la conquista de los instintos animales en un plano consciente. La Torre de la destruccidén se sitéa en el camino de net- zah y hod, entre la afectividad y la conquista de los instintos animales. La Estrella se relaciona con netzah y yesod, entre la afec- tividad y los movimientos viscerales y el inconsciente. La Luna se relaciona entre netzah y malkuth, entre la afectividad y los elementos que permanecen ocultos donde se encierran todos los elementos que luego adquirirén forma, que es lo que significa malkuth. E] Sol se halla en el camino entre hod y yesod, entre la conquista de los instintos animales en el plano consciente frente al plano inconsciente. El Juicio se sitéa entre hod y malkuth, entre la conquista de los animales en un plano de consciencia y el universo ma- nifiesto. El Mundo, finalmente, se sittia entre yesod y malkuth, que 49 La astrologia también guarda una estrecha relacién con los naipes del Tarot. significa situarse entre el inconsciente y todo lo que vive dentro de las cosas y el universo manifiesto. El Tarot y el Zodiaco Una orden Ilamada de la Golden Dawn, que seguia las tradiciones cabalisticas, fundada en 1887 por A. Woodford, el doctor Woodman y el doctor Wynn Wescott y apoyados por el pensador escocés McGregor Mathers relacioné los pasos del Arbol de la Vida con el sistema astroldégico. De este modo relacionaron a kether con los primeros mo- vimientos, a hokhmah con la rueda del zodiaco, a binah con Saturno, a chesed con Jupiter, a gueburah con Marte, a tiphe- reth con el Sol, a netzah con Venus, a hod con Mercurio, a yesod con la Luna y a malkuth con los elementos. De esta forma los cuatro ases se relacionan o se pueden relacionar como formas de kether y primeros movimientos, los cuatro doses como formas de hokhmah y asf sucesivamen- te, dotando de un significado a los ntimeros ademds de las po- siciones. Al acoplar los doce signos zodiacales a los Arcanos mayo- res procedieron sin embargo a una clasificacién que no coin- cide con la que se entendié habitualmente, y que el Arcano niimero VIII corresponderia en este caso, siguiendo el orden zodiacal, a Leo, y el ntimero XI a Libra. De aqui que se in- tercambie la Fuerza, que es Leo, y se sittie delante de la Jus- ticia que pasa a ocupar el ntimero XI. La Fuerza corresponde entonces a la palabra Teth y la Justicia vendra explicada con la palabra del alfabeto hebreo Lamed. A. E. Waite publicé unas laminas nuevas del Tarot ba- sdndose en la interpretacién que le confirié la Golden Dawn con las modificaciones de las cartas de la Fuerza y la Justicia. Posteriormente, Aleister Crowley, que habia sido miem- 51 bro de la Golden Dawn conmuté las posiciones de los Arca- nos mayores de el Emperador y la Etrella. Al Emperador le asigné el camino junto a Piscis, en la posicién XVII, y la Estrella, relacionada con Acuario, se sittia de esta manera antes que Tauro, en la posicién que la sittia en el ntimero IV. De esta manera luc relaciones son las siguientes: EIeocopainn ure en ayn) eae Aire) BIRMagoleay enn tiessayli- tsi) cr tose Mercurio’ dtaySacerdotisalvii seit unan eoneen i nelcuna Wage in pera triz es ciu) Meili gh Vents) Maubsthellavivies(s. sig ales. er tes aavAcuatio! eliSacerdote sie, srauenorarueat ie a lanro! lpEnamoradon sehen ween Geminis, BU Carron aake Ww nies aaa CANCER: Mal Huetza sieannnains 9, onthe fipeie 7 CO) El Ermitafio. . SUnnaias SVE EO! La Rueda de la Fortuna ete tiia, eo Upitee Hest |S tiGta ene pina ah ott gab ea: WBIPAnorcadO nay iatct | aiunnunsn | mmrAgue ea Viiettoka vt alert ion) aenEscorpio Ucamlemplanzaiius-suhyiei | yrere vt Oagitatio: El'Diablo, =. . Pie Capricorno La Torte de la Destruccién. . . Marte HipBmperadoni i). dia seernunwe int vATies| Tbapilauin alvavnine- sir tshieeiacaare iets ve PIscis, EIISOlatisty. 5.) poe. aopamen ool VEIN Sol Bluluiciog aie barxiin:qam ah, Somiiee uego! BIpMundo ti 1iaec.) ents oe uSaturno-lierca) Los miembros de la Golden Dawn presentaron también como innovacién la correspondencia de las cuatro figuras de cada palo con las cuatro letras principales del alfabeto grie- 52 Los planetas influyen sobre el individuo, dando lugar a la astrologia. go. La primera, Yod, que es el simbolo de la energia se aso- cid a los caballeros, porque son personajes que despliegan gran actividad y fuerza, La segunda letra, He, que significa la forma, se vincula a la Reina, que es femenino, la tercera, Vaw, que significa es- tabilidad, se asocia con las figuras de los Reyes que significan a su vez seguridad material y la cuarta, He, que significa transformacién de la energfa en formas se relaciona con los hijos, que serén las Sotas, Gerard Encausse, médico francés que vivid entre 1865 y 1917, relacioné el Tetragrama o las principales letras del al- fabeto hebreo Yod, He, Vaud —Jehova— de manera que 2) Los signos del Zodiaco. Yod es el simbolo del yo y significa el principio de todas las cosas. En el Tarot corresponde al palo de los bastos y a los Reyes. La segunda letra, He, significa lo contrario del Yo, 0 todo lo que viene de fuera. De esta manera yod es activo y he se convierte en su antagénico, en el pasivo. Representa al palo de copas y a las Reinas. Vau es el lazo que une a yod con he, y da una idea de trinidad. Corresponde al palo de espadas y se representa con los Caballeros. La segunda he significa la totalidad, y representa al palo de oros y a las Sotas. 55 El Tarot en Europa El origen, pero sobre todo el desarrollo del Tarot, hasta donde lo conocemos, no puede ser desligado de los distintos avatares sociales y culturales de la humanidad a lo largo de los siglos. EI conocimiento del mundo, de las leyes que lo rigen, la necesidad de conocer la naturaleza y sus misterios para po- der desarrollar unas condiciones de existencia cada vez me- jores, fue una preocupacién constante de reyes, emperadores y estudiosos. Muchos y muy diversos fueron los métodos empleados para acercarse al conocimiento de los fenédmenos que re- sultaban mas diffciles de explicar. Y también resultaron di- versas las interpretaciones de los mismos. No fue igual la visién del mundo por parte de los roma- nos o de los griegos que la de los musulmanes o la del mun- do cristiano. Tras la desaparicién del imperio romano, con el desarro- Ilo cada vez mayor de las ciencias, el hombre iba afirmando su lugar de rey de la creacién en el mundo y ganando en se- guridad, al disponer cada vez de mejores medios para cono- cer el origen de los fenémenos y para poder incidir sobre ellos en beneficio propio. Cuando sabemos con certeza que existe el primer Tarot conocido —y para ello se ha de suponer que su prdctica se ha extendido a través de la poblacién rural y de las ciudades 56 y que para esta popularizacién se ha necesitado, por lo me- nos, de algunas décadas—, entramos en el siglo xtv. En la Edad Media La Edad Media es una dilatada época de grandes conmo- ciones econdémicas, politicas, religiosas y culturales. Es una €poca Ilena de hechos que reflejan la batalla de sus contra- dicciones y que enfrentaron las diversas concepciones de en- tender el mundo. El imperio romano habfa impuesto un mar- co juridico y administrativo y un poder tinico en todos sus territorios en el Occidente, pero no habfa logrado sustituir con otra, las culturas griegas, celtas y germdnicas, que si- guieron desarroll4ndose a la par que se desarrollaban sus di- versos cultos, usos y costumbres. A lo largo de todos estos siglos el afan por interpretar el mundo, el miedo a lo des- conocido, la inseguridad y la debilidad frente a la necesidad de dominar la realidad lleva al hombre a la biisqueda de in- terpretaciones contando con medios que en los tiempos ac- tuales se desarrollan minimamente, como son la imaginacién, Ja intuicién, la adivinacién y la magia, la improvisacién... En definitiva, una serie de medios y de artes en donde la técnica era sélo un medio para llegar al dominio de las in- finitas posibilidades que abrian todos los campos del saber humano. Pero el mundo cristiano ofrecia por otra parte la seguri- dad de lo establecido, y con ello, una forma de vida y de pensamiento, No es de extrafiar, pues, que a pesar del desa- rrollo que tuvo la magia, en el mundo cristiano la esfera mé- gica se oponga a la esfera de lo religioso. Esta paradoja lle- vard a muchos tedlogos del cristianismo a dedicar buena par- te de sus escritos a deslindar los dos campos, asegurando que los elementos magicos de los que también se nutre no poseen el carécter de mégicos ni relacién alguna con la naturaleza, 57 sino que poseen tal carécter por ser obra de la voluntad su- prema del Dios todopoderoso. Ya el imperio romano procuraba combatir las actitudes de utilizacién de los aspectos magicos en las culturas que iba sometiendo conforme conquistaba otros pueblos y ampliaba su territorio. Los prodigios considerados paganos ven reducida su in- fluencia durante la Edad Media y se ven reducidos a las zo- nas rurales. Los viejos dioses y cultos seguian subsistiendo, pero poco a poco se les concedié un cardcter puramente demonfaco, y a la vez, en estas zonas donde la religién se iba inculcando se utilizaban las invocaciones religiosas de la misma manera que se utilizaban otras invocaciones a los simbolos mégicos. Buena parte de las practicas magicas tenian una aplicacién concreta, y la relacién de técnicas adivinatorias se aplicaban a la previsién meteorolégica, a la btisqueda de la fecundidad, etcétera. Mas tarde, el desarrollo de diversas ciencias como la as- tronomia, la astrologia y la quimica o alquimia echaria mano de las practicas mdgicas. Pero muchos de los que practicaban estas artes y ciencias fueron condenados a prisién, a destie- tro, o fueron pasto de las llamas purificadoras de la hoguera. Aun con todo, la prdctica de los ritos magicos sigue sub- sistiendo. A principios de la Edad Media la humanidad asis- te a un florecimiento y a un auge econémico. Hay un aumen- to de la poblacién y la practica de los ritos magicos no su- pone un peligro para el pensamiento y la vida que se con- sideran convencionales. De esta manera el uso de la magia no queda reducido a las zonas rurales y vuelve a ocupar el lugar de las ciudades. Hasta el siglo x11 una serie de contactos con otros sis- temas culturales y antiguos valores hacen cambiar sustan- cialmente el pensamiento medieval. Las cruzadas y el movimiento que supuso a través de di- 58 La quema de brujas fue una de las consecuencias mds brutales de la persecucién por parte de la Inquisicién de todas aquellas actividades que estaban relacionadas, en mayor o menor medida, con la magia. ferentes paises, la penetracién de los arabes hasta la peninsu- la ibérica y un nuevo auge en el trafico mediterraneo pusie- ron al Occidente en contacto constante con la tradicién cul- tural helena y con la arabe, culturas que a su vez estaban re- lacionadas con las de Oriente. En monasterios y universidades se asiste a un renacer cultural y cientffico que afecta a la filosoffa, a la medicina, a la astronomia y a la quimica, cien- cias que hasta la fecha habian estado relacionadas con la ér- bita de lo magico. Se asiste a una reorganizacién de la vida medieval. El auge de las ciudades hace que éstas vayan ad- quiriendo cada vez més poder. La influencia de la cultura oriental es cada vez més no- 59 table y leva consigo un interés y un estudio constante por las ciencias de la naturaleza, y la magia, en sus aspectos de asttologia y de quimica adquiere una importancia fundamen- tal en el estudio de los campos que unen los grandes miste- tios a las fuerzas de la naturaleza. Los estudiosos de Ia astrologia, por ejemplo, pasan a dis- frutar de la proteccién de algunos notables preocupados por la resolucién de problemas que a la vez les proporcionan una consolidacién de su poder. Avicena y Averroes, tan ligados al mundo misterioso de lo mdgico, tendrian una gran influen- cia en pensadores occidentales. En las pugnas por el poder politico abundaban continua- mente las acusaciones de prdcticas mdgicas para descalificar al adversario y en no pocos procesos por herejfa estuvieron és- tos presentes. Esta aparente contradiccién entre el respeto adquirido por aquellos a quienes se consideraba magos y las constan- tes detracciones a que se ven sometidos por otto lado se ex- plica por una lucha por la supremacfa del poder y por la ebu- llicién del pensamiento que tiene lugar en un mundo que retine otros muchos en su seno, El desarrollo del pensamien- to, y la vertebracién de tantas culturas en una sola, los in- tentos de renovacién y el inconformismo da lugar a la pro- liferacién de culturas de muchos y diferentes matices, que unas veces se integran a la cultura oficial y otras escapan a sus presupuestos y a sus limites. En muchas ocasiones es el interés personal por el poder y no la condena de la practica en sf la que da lugar a las acusaciones y persecuciones. Estas se van exacerbando a medida que nos acercamos al siglo x1v. El Renacimiento EI renacimiento de la cultura antigua y la asimilacién oc- cidental de las ciencias bizantinas, judfas y musulmanas, im- 60 Grabado que representa el suplicio de una bruja ejecutada en Ams- terdam en el afo 1571. pregnadas de potencial de lo magico es lo que contribuye a su auge. Las nuevas teorfas, el averrofsmo sobre todo, por medio de la astrologia y la alquimia hablan de un universo en el cual se relacionan perfectamente los planetas, los elementos de la naturaleza, los metales y las piedras, por medio de los cuales se puede conocer perfectamente la estructura del cos- mos y por tanto se puede indagar el futuro del universo en todos sus aspectos. A mediados del siglo x11 existid un verdadero peligro de que la magia fuera considerada como arte puramente demo- nfaco, y muchos estudiosos de la magia en sus aspectos de 61 alquimia y astrologfa ven frenados as{ sus impetus de saber y de conocer la naturaleza por un medio que se aproximaba a ella. Las dérdenes mendicantes, que en aquel momento impul- saban los estudios de las ciencias naturales y estimulaban las actividades culturales, defendieron con ahinco la continuidad de la investigacién. En medio de la orden de los franciscanos surge la figura de Roger Bacon, introduciendo elementos nuevos para la uti- lizacién de los aspectos magicos que perduraron a lo largo de los siglos. Estos elementos se basaban en la diferenciacién entre magia ceremonial, mediante ritos y elementos demonjacos, y la magia natural, producto del estudio, la investigacién y la experimentacién. Bacon condena los elementos més oscurantistas de la ma- gia y defiende su verdadero valor, reconociéndole un valor técnico a la vez que humano. Este humanismo de Bacon, o su gran imaginacién y su confianza en la capacidad del hombre, le lleva a afirmar ya en aquel tiempo que en el futuro se consttuirdn barcos sin remeros y méquinas para volar. Entre los detractores absolutos de la magia existian tam- bién aquellos a quienes les dominaba el miedo a que por medio de estudios y experimentos nuevos el hombre pu- diera obtener poderes superiores que acabaran con su su- premacia del poder. Bacon concede también un gran poder a la palabra, un don que sdlo posee el hombre y que actiia eficazmente con los objetos hasta el punto de modificarlos. Avicena habfa ha- blado también de los poderes del alma y de las palabras, y que las palabras y los simbolos, conjugados oportunamente, influfan notoriamente en la transformacién de las cosas. Ba- con volvia sobre el tema de la necesidad de la vinculacién entre la ciencia del lenguaje y el lenguaje de los astros y sobre 62 la necesidad de conocer este nexo de unién que constituye la naturaleza y el apremio de adaptarse a sus leyes para cono- cerla y navegar por los principios que en su marcha lleva consigo. La magia —dicen— es el conocimiento de la ultima ar- monia del cosmos. Los cuerpos celestes estdn ligados e influ- yen en el mundo sublunar —es decir, en el mundo de la natu- raleza terrestre—. Esta concepcién de la magia positiva fue arraigando en el Occidente e incluso a niveles populares, y se contrapuso al peligro que podfa representar la magia oscu- rantista o demonfaca. De este movimiento universalizador arranca toda una gran tradicidn desde mediados del siglo x111 hasta el x1v, cuando los elementos mégicos y sobre todo relacionados con Ja astrologia tienen una influencia fundamental para su desa- rrollo, Esta inquietud astroldgica Ievé a la hoguera en 1327, aun con todo el avance que pudiera representar, a Cecco de Ascoli, que aseguraba que por la posicién de los astros en el momento del nacimiento de una persona se podian conocer todos los avatares por los que transcurriria su vida, llegando a trazar un horéscopo de Jesucristo y asegurando que su po- sici6n explicaba perfectamente los acontecimientos de su vida en la tierra. Sin embargo, en estas fechas, se asiste ya a un retraimien- to del crecimiento de siglos anteriores: se recrudecen las luchas entre quienes ostentan el poder y el hambre y la peste empiezan a asolar al Occidente. En esta época de crisis los estudiosos no podian expli- car solamente los acontecimientos. Habia que predecir pero también habfa que incidir sobre la prediccién para evitar ca- tdstrofes o un destino poco halagiiefio al mismo tiempo que, por medio de la astrologfa, y conociendo la posicién de los astros, se podia buscar el momento propicio para iniciar una empresa que diera luego resultados satisfactorios. 63 Los hombres se entregaron al estudio con el fin de ha- Iar soluciones a los problemas planteados, como las guerras y las pestes. De una actitud pasiva, es decir, de explicar el destino mediante el condicionante astrolégico, se pasé a una actitud activa, que permitiera la interferencia humana en el curso de los acontecimientos. Es en esta época cuando se desarrolla la teoria de las grandes conjunciones planetarias y madura la tesis de los horéscopos. En esta época asistimos también, si no a su origen, al de- sarrollo del Tarot y a la practica de la adivinacién por medio de la cartomancia. Las obras de Albuzamar, que habian sido traducidas a lo largo del siglo x1 posibilitan la teorfa de la conjuncién de los astros y la provocacién de grandes transformaciones. Apa- rece la Rueda de la Fortuna ligada en sus teorfas a las érbi- tas de los astros. Estas teorfas fueron transmitidas a los pensadores occi- dentales aunque éstos sustituyeron el determinismo astrolé- gico por la fe y la confianza en una armonfa final. Seguin la conjuncidn astroldgica, Ia doctrina cristiana co- rrespondfa a la conjuncién de Jupiter con Mercurio y el Is- lam con Venus. Lo que desasosegaba y atemorizaba a los hombres de la Edad Media era la conjuncién de Japiter con Ja Luna, la ley del anticristo, que llevaria a la corrupcién de las cosas, aunque, al igual que las fases lunares, no tardaria en extinguirse. Por medio de Ia astrologia se llegé a establecer el cuadro de las religiones. Los planetas son siete y Jupiter significa re- ligién y fe, y se conjuga con los otros seis. Asi son seis las grandes religiones destinadas a existir en la historia. La judia era Saturno, la persa Marte, la egipcia el Sol, la musulmana Venus, la cristiana Mercurio y el anticristo la Luna. No es de extrafiar, por eso, que el Tarot recoja elemen- 64 tos de todas las tradiciones aparecidas hasta el momento, tra- diciones que, como se puede descubrir, se hallan imbricadas unas en las otras en un esfuerzo por englobar la sabiduria que habfa acumulado la humanidad de una parte a otra del planeta. 65 La evolucién del Tarot Sea cual sea el otigen de las cartas del Tarot, lo cierto es que desde que se sabe de su uso en Europa, desde que apare- cen por primera vez la referencia de las cartas y hasta nues- tros dias, los simbolos esotéricos no han sufrido modificacio- nes, y las imagenes que nos ha legado el Tarot son las mis- mas de las que nos hablan los escritos del siglo xiv. Es verdad que a través de los tiempos y con las costum- bres, y segtin el uso que sufrié el Tarot, adopté miltiples transformaciones. Pero una vez recuperado en todo su sentido, y rehabili- tado en su origen por diferentes autores y seguidores del Tarot, se puede afirmar que las cartas actuales son copia exac- ta de las primeras cartas que recuerda Europa. Asi, se ha preservado la significacién del Tarot aun cuando se prohibie- ra su uso y las iniciales laminas degeneraran en las cartas del juego que se vienen usando comtinmente. La primera referencia sobre las cartas del Tarot parece ser que procede de unos viajeros franceses, acaso comercian- tes, que hablan a su vuelta de Italia del uso de unas carti- celli, por parte de los nifios, a quienes se les ensefia la sabi- durfa y se les explica el significado de las virtudes a través de las cartas. La primera referencia escrita sobreviene algo més tarde, en 1377, cuando un monje aleman Ilamado Johannes habla de que «llega hasta nosotros un juego llamado de cartas», 66 aunque no puede explicar su origen. Johannes lo compaté al juego del ajedrez «porque en él se encuentran reyes, reinas, nobles y plebeyos. Hay cuatro reyes y cada uno de ellos lleva en la mano un s{mbolo que los diferencia». Surge una nueva referencia solamente dos afios después, pues Covelluzzo, un cronista del siglo posterior, habla de que en 1379 se habja Ilevado a Viterbo un juego de cartas, que viene de los sarracenos —dice Covelluzzo— y que se llama entre ellos naib. Se especula con que la palabra naipes tenga un origen 4rabe. Que las cartas pasaran a denominarse en Italia naibi y que posteriormente se acoplara este término al castellano para hablar de los naipes. Otros autores hablan de que la palabra hebrea naibes también pudiera ser origen de la denominacién, y finalmen- te, el indostano ofrece una posible identificacién con las pa- labras naibi y naipes, y bien podrian haber seguido las car- tas un camino que enlazara la India con los 4rabes y poste- riormente con el mundo occidental. Otros autores relacionan las cartas del Tarot a los cin- garos, que serian unas tribus errantes provenientes del In- dostén. Expulsados por Timur Lenk, un conquistador del Islam, recorrerfan un largo camino que se extiende desde aquellas tierras por Asia Menor y luego por el centro de toda Europa. Es el mismo camino que recorrieron anteriormente los ctuzados en sus expediciones conquistadoras a la tierra santa, pero es improbable que fueran ellos quienes esparcieran su uso por Europa, aunque sdlo fuera por el cardcter totalmen- te ortodoxo de sus expediciones. Ciertamente que en esta época no se oye hablar todavia de las cartas del Tarot, y es més probable que los cingaros, cuando menos, contribuye- ran a su extensién, ya que su entrada en Europa también es posterior a las primeras referencias. No obstante los cfngaros se situaron en Creta, Corfti y los 67 Balcanes hacia el afio 1350. Posteriormente, se trasladaron en su camino trashumante a Alemania, hacia el 1417, a Roma hacia el 1422 y llegaron a Barcelona y a Paris alrededor del 1427. En 1387, Juan I, rey de Castilla, promulga un edicto que prohfbe los juegos de dados, de ajedrez y de naipes. Pa- rece ser con ello que tanto en Italia como en Espafia —en- tonces dividida en reinos— fueran las cartas de uso comin, y para ello se hubieran tenido que introducir muchos afios antes. En el afio 1392, el rey de Francia Carlos VI encargé a Jacques Gringoneur tres juegos de cartas, que el artista de- coré con habilidad y belleza. Estas son las cartas del Tarot més antiguas que se han encontrado. La referencia se halla en el libro de cuentas del tesorero del rey de Francia, y de las cartas de Gringoneur se conservan unas diecisiete en la Biblioteca Nacional de Parfs. Las imdgenes son sencillas a la vez y bien trabajadas. Se hallan encuadradas aunque la imagen suele sobrepasar el mar- co muchas veces, los colores son profusos y los adornos de los trajes esmerados, asi como las caras, las manos y las formas en general son de una simplicidad atrayente. El dibujo es mi- niaturizado y estén realizadas sobre pergamino, iluminadas con planchas de oro y pigmentos de muy diferentes colores. El rey de Francia pagé al artista cincuenta y seis soles parisien- ses, y asi quedé consignado en el libro de cuentas. Algunas de las cartas Gringoneur son las de Le Fou —el Loco—, |’Empeteur, le Pape, les Amoreux —los Enamora- dos—, le Chariot —el Carro—, la Justice, l’Ermite, la For- tune, la Force, la Temperance, la Lune, le Soleil y le valet d'Epée —la sota de espadas. Se perdieron cuatro de las diecisiete cartas del Tarot de Gringoneur, y son las imagenes de le Pendu —el Ahorcado o el Colgado—, la Mort —la Muerte—, la Maison de Dieu —la Torre—, y finalmente le Jugement —el Juicio. 68 En cuanto a sus probables antecesoras, las cartas italia- nas, un manuscrito del siglo xv ofrece la siguiente relacién. Aun cuando el manuscrito data de una fecha posterior a su uso inicial —que se ha situado en el siglo x11 segiin los tes- timonios de la época— es probable que las originales fueran usadas ya en el orden que sigue: Tl Bagatella Imperatrice Imperatore La Papessa Tl Papa. La Tempetia . L’Amore . La Caro La Fortezza . La Rotta . Il Gobbo . Lo Impichato. La Morte . Il Diavolo, La Sagitta. La Stella . La Luna . Tl Sole . Lo Angelo La Giustizia . Il Mondo . Tl Matto . El Mago La Emperatriz El Emperador La Sacerdotisa El Sumo Sacerdote La Templanza Los Enamorados EI! Carro La Fuerza La Rueda de la Fortuna El Ermitafio El Ahorcado La Muerte El Diablo La Torre de la Destruccién La Estrella La Luna El Sol El Juicio La Justicia El Mundo El Loco De esta época datan los mazos de cartas conocidos como tarochinos y otro, localizado en Florencia, Ilamado de min- chiatte. Pero estos tltimos difieren sin embargo mucho de 69 la serie que hemos relacionado més arriba, y que coincide perfectamente con las cartas de Tarot actuales y con las que se conservan de Gringoneur. El cardcter de las minchiatte, por ejemplo, es amplisimo y contiene en total noventa y ocho, pero ademés de las re- presentaciones mayores del Tarot cuenta ademdés con un conglomerado de simbolos que atina a las primeras los doce signos del zodiaco, los cuatro elementos aristotélicos de la tierra, el aire, el fuego y el agua y las virtudes de la pruden- cia, la fe, la esperanza y la caridad. Esta variedad del Tarot pudo ser sin duda la antecedente al completo Tarot de Mantegna, atribuido a Andrea Man- tegna y a otro autor, Baccio Baldini, hacia 1470 probable- mente. Se dividen en cinco grupos de diez cartas, el primero de los cuales describe las diferentes condiciones por las que pue- de atravesar el hombre. El segundo grupo dedica sus imagenes a las nueve mu- sas y a Apolo, el bello dios greco-latino. El tercer grupo reti- ne las diez artes o ciencias liberales, el cuarto grupo las tres ciencias del universo y las siete virtudes, cuatro cardinales y tres teologales de la iglesia catdlica. Y finalmente, el quin- to grupo retine a los siete planetas y a las esferas del zo- diaco. Su enumeracién completa es como sigue: Primer grupo Miseroy iia) ha eet dene El Mendigo Hameiormen Wemaeswin micietnm +) eae Sota: Attixaniaeaieii cain oo wt aaleAttesano Merchadante. . . . . . El Metcader Zintilomo. . . . . . . ELNoble o gentilhombre Chavalier—.. 5)... El Caballeto’ 70 Doxe El Dux o duce de Venecia Re . SEAR Bova He POR PRey, Imperator. . . . . . . El Emperador Papa El Papa Segundo grupo Calfope, musa de la elegfa. Urania, musa de la épica y de la astronomia. Terpsicore, musa de la lirica y de la misica coral. Erato, musa de la poesia amorosa y de la mimica. Polimnia, musa del canto y de Ja danza. Talia, musa de la comedia. Melpémene, musa de la tragedia. Euterpe, musa de la Ifrica y de la misica. Clio, musa de la historia. Apollo, dios del Sol, de la Medicina y padre de Jas musas. Tercer grupo Grammatica. Logica. Rhetorica. Geometria. Aritmetricha. Musicha. Poesia. Philosophia. Astrologia. Theologia. 71 Cuarto grupo Tliaco, 0 la astronomia. Chronico, o la cronologfa. Césmico, ciencia de la cosmologia. Temperancia, la Templanza. Prudencia. Forteza, o la Fortaleza. Justicia. Charita, o la caridad. Speranza, o la Esperanza, y Fede, la Fe. Quinto grupo Luna. Mercurio. Venus. Sol. Marte. Japiter. Saturno. Octava Sphera, o la Octava Esfera. Primo Mobile, o el Primer Impulso. Prima Causa, o la Causa Primera. Estas cartas se pueden encontrar en el Museo Britanico de Londres, En las imagenes, las figuras visten los trajes de la época, aunque algunas representaciones, como las de las musas, lu- cen ttinicas cl4sicas. Las figuras presentan rasgos sencillos, pero no por eso més carentes de simbolismo. Calfope toca un instrumento, a su lado se halla una esfera que parece el 72 mundo y a sus espaldas una fuente y oftece agua. Urania, musa de la épica y de la astronomia sostiene en su mano un astro, que puede ser el mundo, y en la otra un compas. La figura del mendigo, que serfa el Loco en su cortes- pondencia con el Tarot clésico, no difiere mucho de las imé- genes que nos ofrece este ultimo. El hombre se apoya en un bastén y Ileva en el otro brazo un hatillo, mientras un perro le sigue en su camino aunque él no parece advertirlo. Un juego de cartas del Tarot que aparece algo mds tarde es el de Venecia en donde aparece la figura de la Papisa, de quien dicen que era antepasada del duque de Milén y que llegé a reinar en el papado. Tiene setenta y ocho cartas. En el Tarot de Bolonia se suprimen los dos, tres, cuatro y cinco de la totalidad de los mazos, aunque se conservan los Arcanos mayores tal y como se muestran desde su origen. Las cartas del Tarot de Florencia retinen noventa y siete cartas. Los doce signos del zodfaco, los cuatro elementos, las tres virtudes teologales y una virtud cardinal se suman a las car- tas habituales. Las cartas del mazo veneciano fueron pintadas en la se- gunda mitad del siglo xv y se hallan en la Biblioteca Nacio- nal de Paris. Estas pinturas se hallan decoradas ricamente, se asemejan a un retablo y son l4minas de gran relieve. Las ves- tiduras de los personajes son cuidadas al detalle y los orna- mentos son profusos. Las figuras aparecen todas de cuerpo en- tero, como es el caso del Emperador que acoge a su lado a dos personajes atrodillados que, a diferencia del Tarot de Marsella que usamos en nuestros dfas, se recogen de cuerpo entero. En la carta del Enamorado aparecen diversos grupos de figuras, asi como en la del Juicio, a diferencia asimismo del Tarot de Marsella, que recoge a una pareja y que abstrae el simbolo a una expresién minima. En el 1415 se crearon unas cartas por encargo del duque Visconti-Sforza, de Milan. De estas cartas y de la fecha de 73 su nacimiento se tiene constancia cierta, Francesco Sforza fue duque de Milan y el afio en que se unieron las dos fami- lias fue declarada la baraja, entre 1432 y 1466, Los Arca- nos mayores se hallan sin nombre y sin ntimero. Consta de setenta y ocho cartas. Las cartas estén pintadas a mano y los dibujos son minia- turizados, en cartulina. Los cdlores que usa el pintor son dorados, plateados y los colores rojo, azul, amarillo y verde también aparecen metalizados. Los fondos de las cartas sue- len ofrecer retablos trabajados a mano de una gran variedad de elementos decorativos, a la manera de la decoracién ri- quisima de la época, a mediados del siglo xv. E] reverso es rojo. Esta coleccién se halla en la coleccién de la Pierpont Morgan Library de Nueva York. Por fin, a final de siglo, se imponen las barajas que reco- gen los simbolos més usuales y que no han sufrido alteracio- nes interpretativas y se crea el Tarot de Marsella que se ex- tiende en seguida. Lleva la numeracién romana y el nombre del simbolo representado. Los nombres de los Arcanos ma- yores en francés y los palos son los mismos que se han usado en Italia desde que se sabe del uso del Tarot; y por este or- den: bastos, copas, espadas y oros. Las figuras no se hallan desdobladas, como puede apare- cer en alguna baraja posterior y no lleva numeracién arabe como otras muchas. El francés B. P, Grimaud las adapté perfectamente, aun- que realizé dos modalidades. La primera es la cldsica carta, con el nombre del simbolo o representacién abajo y en in- glés, litografiadas. Los dibujos son sencillos pero no carecen de toda la riqueza de la simbologfa y conserva cada detalle y el color de las primeras cartas. Una segunda variedad aparece con las cartas Grimaud que ofrecen consigo la descripcién del significado adivinatorio de cada personaje, repetido arriba y abajo pero orientados hacia un lado y otro como si se tratara de un espejo. 74 La inscripcién separa el significado en dos partes. La pri- mera dice: «En la vida», y describe, por ejemplo, del Ermi- tafio, que le conviene la actitud de meditacién, que ofrece consejos excelentes, que adivina las enfermedades e incluso las previene y que vivir4 muchos afios. Después ofrece la in- terpretacién de la carta «En el inmediato». No se resigna. Se crece sobre sus proyectos. Relaciones nuevas le hardén cambiar su manera de vivir. Si la carta surge del revés, el significado se mostrar4 muy distinto. La misma carta del Ermitafio ofrece la siguiente explicacién: «En la vida», y habla de la abstencién de la for- mulacién de un deseo por parte de aquel que esté en vias de conseguirlo. Habla también de una unién con alguien més jo- ven que el que consulta. Y finalmente previene el reumatismo o la gota. «En el inmediato» dice: «desconfiad de los otros y de vosotros mismos. Los asuntos del corazén marchan mal. Saber romper con algo también significa fuerza». Un mazo de cartas clasicas es el dibujado por Burdel, gra- bados en madera. Sostienen un gran parecido con las cartas Grimaud del Tarot marsellés, la misma simplicidad de las figuras aunque aparecen bien trabajadas en su interior. Giusseppe Maria Mitelli, en 1664, grabé una coleccién de cartas del Tarot dedicadas a la familia Bentivoglio. Varia la representacién de las figuras, porque en lugar de dibujar un Sacerdote y la Sacerdotisa dibujé dos papas, probablemente los dos patriarcas, el de oriente y el de occidente, los dos barbudos. El Ahorcado no aparece, y la carta es sustituida por otra en la que aparece un hombre golpeando al otro en la cabeza con un martillo. Y en vez del Ermitafio, representa al Tiempo, que es una figura desnuda y con alas. El Sol y la Luna también desaparecen. En su lugar, aparecen el dios Apolo, rescatado de la mitologia griega y Diana, de la mito- logia romana. Los personajes de los dibujos aparecen envueltos en los ropajes de la época. 7 Las figuras son estilizadas y visten abundantes vestidos y gtandes capas. Y poseen todas una majestuosidad impresio- nante. Entre el Tarot que Gébelin reproduce en su obra El Mundo Primitivo Analizado y Comparado con el Mundo Mo- derno y las cartas clésicas del Tarot de Marsella apenas existe diferencia aparente. Las imdgenes son las mismas, siempre dibujadas con rasgos de gran simplicidad y por lo tanto de facil manejo para la imaginacién. Nos situamos ya en el siglo xvii, y un siglo antes ya las cartas del Tarot habfan prdcticamente desaparecido. Sdlo se conservan las variedades de las cartas de juego. Pero la difusién de la iconograffa de la época y la reha- bilitacién del significado adivinatorio del Tarot hacen surgir de nuevo estas cartas con la habilidad de que conservan su sentido originario, De todas formas, quien se encarga de di- fundir las cartas y el uso del Tarot no fue por cierto Gébe- lin, sino un seguidor suyo, que vivia en la corte francesa, llamado Alliette, quien se hace lamar Etteilla, y que repro- duce unas cartas segtin su particular visién del Tarot. Los titulos aparecen arriba y abajo y varfan de significado. Las figuras aparecen todas de cuerpo entero, son més pe- quefias y muestran més relieve que las clésicas de Marsella. En 1783 publicé una obra llamada La manera de entre- tenerse con el Juego de Cartas denominado Tarot, y asegu- ta que el Tarot es el libro de Thot y la expresién de la cien- cia y del saber de sus antepasados. El Tarot se habfa extendido entretanto a Inglaterra, y alli, el doctor Arthur Edward White, autor de La clave del Tarot y La sagrada Cébala publica una baraja de setenta y ocho cartas o mazo Rider, dibujada por Pamela Colman Smith, miembro de una orden ocultista. Se llama mazo Ri- der porque la baraja fue publicada en 1910 por Rider and Company en Londres con la obra del autor. Waite habla de que las cartas del Tarot representan los 76 valores simbélicos de las ideas universales tras los cuales se ocultan los valores inexpresados de la mente humana. Las doctrinas secretas depositadas en ellos —dice— no son mds que la consecucién, por parte de algunos pocos, de las ver- dades inherentes a la conciencia de todos, pero que no puede percibir cualquier persona. «Mi tesis —dice Waite— es la de que estas doctrinas han existido siempre, que han sido elaboradas por la cons- ciencia de una minorfa, transmitidas secretamente y trans- critas en misteriosos textos, como las de la alquimia y el ca- balismo.» Las cartas del Tarot Waite son unas ld4minas Ilenas de gracia, fragilidad y armonja al mismo tiempo, Todos los cuer- pos de las figuras parecen revestirse de cierto movimiento, El Loco aparece como bailando cuando se encuentra al bor- de de lo que parece un precipicio, pero observando sin em- bargo el cielo, y lleva una flor en la mano. La carta de la Fuerza representa a una mujer. A sus pies se debate un leén y Ja mujer se inclina sobre él para cerrarle las fauces, en lugar de abrirlas. Lleva sobre su cabeza el simbolo del infinito y entre sus cabellos sobre- sale una corona formada con hojas. Oswald Wirth publicé El Tarot de los imagineros de la Edad Media, y publicé un Tarot en donde los Arcanos ma- yores llevan impresos sus nombres con el alfabeto hebreo. Paul Foster Case también reproduce algunos de los Ar- canos mayores segtin la obra de Waite. Llevan los ntime- ros drabes en la parte inferior izquierda y las letras hebreas en el 4ngulo inferior derecho, Los dibujos se hallan sin co- lorear para que el usuario los coloree a su gusto y segtin las impresiones que recibe de las cartas. C. C. Zain publicé otra obra sobre el Tarot, El Tarot sa- grado, Con la obra, unas cartas que representan en profun- didad los mitos egipcios. Las cartas se presentan asimismo sin colorear. 77 Finalmente, Aleister Crowley publicé El libro de Thot, junto con unas cartas que decoré Lady Frieda Harris, muy diferentes de las tradicionales y mds parecidas a las de su compafiero Zain. Pero las cartas del Tarot se prodigaron en esta época y se divulgaron de nuevo no solamente en su acep- cién de la adivinacién sino en la del juego. Las imprentas imprimieron cartas para todos los gustos. Los acontecimientos de la época se reflejaron también en las cartas del Tarot. En la época de Etteilla, que las popula- riz6, surgieron unas cartas que reproducian los motivos, fe- chas o acciones claves de la revolucién francesa, Por cierto que Etteilla se empefié en predecir a sus contemporéneos el futuro que les sobrevendria en unos tiempos de gran alte- racién, Poco después, surgieron las famosas cartas que reprodu- cen hechos de la vida de Napoleén. Por ejemplo, la corona- cién, en la que aparece Bonaparte y Josefina de rodillas en el momento en que es coronada la emperatriz. Aparece tam- bién en una de las cartas en una imagen que representa la campafia de Egipto en el afio 1798. Las figuras son todas de cuerpo entero y muy pequefias, pues en general las cartas representan grandes batallas o hechos que se desarrollan en grandes escenarios. Las cartas de Besancon datan aproximadamente del 1800, algunos afios después, y aunque reproducen casi con fideli- dad las cartas clasicas del Tarot los dibujos aparecen diferen- tes. Los personajes son estdticos y las figuras suelen tener gtandes ojos, probablemente producto de la imaginacién de la mente que las compuso, a los que revestirfa de mayor im- portancia, Hacia la misma época se compone un Tarot polaco de ani- males. Los animales son figuras de cuerpo entero, y suelen representar los Arcanos mayores. La Torre de la destruc- cién es un animal semejante a un rinoceronte con un cuerno que sobresale de su cabeza, y que arremete contra un 4rbol. 78 La figura de la carta ntimero XII es un elefante que lleva sobre sus lomos a un personaje, y el Mago es una cria- tura fantdstica que lleva una espada en la mano. En 1866 se decora una baraja de cincuenta y cuatro car- tas en la que aparecen figuras danzantes. La carta niimero uno son dos nifios bailando, uno en la parte superior de la carta, y otra en la parte inferior, dividiendo asi la carta en dos mitades. Por cierto, que las figuras de sotas, caballeros, reyes y reinas aparecen divididas también por la mitad y reproducen el mismo dibujo a uno y otro lado de la carta. En lugar de los bastos, las copas, las espadas y los oros aparecen aqui los corazones, los diamantes, las picas y los tréboles, una manera diferente de representar los palos. El Tarot polaco de ani- males ya los representa también asi. Tras la primera guerra mundial aparecen unas cartas im- presas por Piatnik y Sohne, de Viena, que representan he- chos bélicos tales como el sitio de Amberes, en cuya carta unos soldados disponen la artillerfa pesada alrededor de la ciudad, el ataque a Venecia, donde aparecen los aviones so- bre uno de los edificios caracteristicos de la ciudad y se di- visa el mar al fondo, la figura de un submarino aparece en otra de las cartas mientras desde el puerto se le desea la victoria, en otra carta aparece la batalla de Przemysl, en Po- Jonia, etcétera. El famoso Tarot Piatnik es un mazo de cartas que reproduce escenas costumbristas, folkldricas y de leyendas y cuentos. Los dibujos alternan un bello colorido con una gran imaginacién. Las cartas se hallan divididas en su mitad, pero una de las dos imagenes no desdobla la otra sino que represen- ta una escena distinta. La primera carta reproduce la primera carta del Tarot de las figuras danzantes, y aparece en la parte superior un nifio danzando mientras que en la inferior aparece una nifia, y ambos vestidos con los trajes tfipicos. El nifio sos- tiene una especie de xilofono y la nifia una pandereta. En la carta numero dos aparece un hombre con un ha- m2 tillo a la espalda que sefiala un gran edificio que se levanta al fondo, semejante a un castillo, en la parte inferior de la carta. La parte superior representa un dguila coronada que lleva una espada en las garras. La carta ntimero diez ofrece las imagenes de un pescador que se dirige a la embarcacién, pues al fondo se divisa una barca de vela, y una mujer aparece sentada en el puerto. En la parte inferior de la carta, una nifia campesina descansa junto a un 4rbol, al cuidado de diversos animales que pas- tan en el campo. 80 Los naipes espafioles Antiguamente la baraja espafiola se componia de cincuen- ta y seis cartas, de las cuales cuarenta eran llamadas «blan- cas», a excepcién de las cuatro briscas (o sea, de los sietes); y las restantes se Ilamaban «triunfos». Fue Nicol4s Pepin quien en el afio 1330, disefié las cartas espafiolas, segtin el modelo de las egipcias. Los palos eran: oros, que representa- ban a la clase media y al alto comercio; las copas que repre- sentaban al clero; los bastos que representaban al pueblo; y las espadas que representaban a la aristocracia, la realeza y la alta burguesia. El conjunto, hacia fines del siglo xvit1, fue reducido a cuarenta y ocho cartas, suprimiendo los dieces y las reinas. El célebre cartoméntico Etteilla, en aquella época, estudid, sirviéndose de los manuscritos de Postel, el arte egipcio de las cartas, déndoles su significado exacto. Después se impuso répidamente un juego espafiol com- puesto de las siguientes cartas: veintiuna de un especial sim- bolismo que se adapta bastante bien a la significacién de las cartas hebreas; cincuenta y seis semejantes a las marsellesas © piamontesas; y una ultima carta, figurada también, que re- presenta «la locura del alquimista» llamada también «el bo- bo». La baraja espafiola completa est4 constituida por lo tan- to, por estas setenta y ocho cartas; mientras que el juego Ila- mado «reducido» (mucho més corriente) est4 compuesto por veintiuna mds el bobo. 81 | 4A NAO 7 (4 er CIELO 6 7 1A aves Y LOS PECES El método de adivinacién El uso del Tarot se ha extendido a través de los siglos, y no sdlo ha perdurado hasta nuestros dias sino que —actual- mente— ha cobrado una popularidad y es objeto de una atrac- cién concluyentes. Pero lo que en el siglo x1v era definido como arte de la adivinacién se explica de otra manera en nuestros dias. Y con esta explicacién no queremos decir que el Tarot no posea en si mismo, y de la mano del intérprete y el consultante, unas cualidades adivinatorias. El significado de lo que representa el Tarot y sus aplicaciones practicas enlazan la prdctica de la adivinacién precisamente con las mentes de quienes se hallan a uno y otro lado de sus cartas bien dispuestas. Esto quiere decir que no solamente se cuenta con la adi- vinacién. Se cuenta también con la fuerza y la voluntad de Jas mentes que lo trabajan. La tirada del Tarot es una manera de establecer las rela- ciones del consultante con las cartas. Y al llegar a este punto es necesario conceder al consultante la importancia que tiene en la practica del Tarot. Porque podemos tender a conceder una importancia excesiva al intérprete cuando en realidad el hecho de interpretar es, simplemente —y aqui tranquilamen- te se coincide incluso con el pensamiento de la Edad Me- dia—, el hecho de hacer de medio —médium— para que salgan a la luz los aspectos ocultos que el consultante quiere descubrir, y que aun Ilevéndolos dentro de sf, es incapaz de descubrir por si solo. 85 El intérprete tiene que ser capaz de actuar como veh{cu- lo entre las cartas y el consultante. El consultante, con ayuda del intérprete, va a descubrir en la tirada su personalidad, su manera de ser y de actuar, sus apetencias y sus deseos, y cuando lo sepa, la manera de llegar a ellos, el mejor camino para su realizacién, las dificultades que espera encontrar en el camino de la consecucién de sus objetivos. Y no sélo eso, sino que en muchas ocasiones el consultante, con la ayuda de la astucia del intérprete encontrar4 también las contradiccio- nes en las que se debate su manera de ser, y los aspectos con- tradictorios que le puedan presentar los objetivos que se dis- pone a conseguir y el camino que piensa que le Ilevard a su realizacién. El Tarot es un sistema de cartas en el que no falta nin- guna y donde tampoco sobra ninguna de las representaciones en que se divide. El camino de la sabidurfa, sus veintidés Ar- canos mayores, parecen ser el compendio de todas las fases de la existencia, de todas las manifestaciones de la naturaleza y la reunién de las estructuras en que se puede dividir la mente humana, Por medio de las cartas del Tarot, el hombre se puede formular cuantas preguntas le acosan, por diferentes y nume- tosas que sean éstas, y como la respuesta ha de buscarla ne- cesaria y forzosamente en su mente, las cartas no son mds que un paso que ayudard en una btisqueda que puede resul- tar fructffera. Y esto es lo que se va a conseguir. La ventaja que resume el Tarot es precisamente la de su uso a lo largo de los siglos precedentes. El éxito de su apa- ricién y de su desarrollo significa que, a través de su prdcti- ca, se ha comprobado que sea una manera vdlida de trabajar con la realidad del consultante, a través de su situacién y sus circunstancias. El hecho de que el Tarot incorpora y se nutre en sus rafces de las alegorfas miticas es un elemento que le dota de una efectividad sin limites, pues los mitos proceden 86 desde los tiempos més antiguos de las preguntas que se formu- la el hombre, y estas preguntas se introducen en los miste- trios mds insondables y més representativos del corazén hu- mano, Pero los mitos son expresién también de la sabiduria de los pueblos. ¢Acaso el mito de la fertilizacién de las tierras que rodean el Nilo, en Egipto, no es expresién de la actua- cién de las fuerzas césmicas en la naturaleza? eAcaso la astrologia no es un arte que se fundamenta en la astronomia? Pues precisamente la astrologfa fue un arte que se desarrollé desde las primeras civilizaciones, y es un hecho comprobado que en las tierras de Mesopotamia los sa- bios dedicaron al desarrollo de la astrologia, no solamente toda su intuicién, sino que desplegaron para su comproba- cién otras ciencias auxiliares como fueron las de la estadistica, y en suma, un trabajo prolongado y fruto ademés de la ex- perimentacién. Y acaso el camino de la ciencia es también todo eso, pues en nuestros dfas se ha desarrollado con pro- fusidad la medicién y localizacién de los astros, se ha conta- bilizado todo lo que existe en el firmamento y se controlan rotaciones y traslaciones, pero ya los antiguos se dedicaron a descubrir, y con éxito, los efectos de la influencia de los as- tros sobre la naturaleza del planeta en que vivimos. Y es precisamente la aplicacién practica la que da validez universal a cualquier ciencia. Pero gcémo se puede convertir el Tarot a algo aproxi- mado a una ciencia, vdlido para cualquiera de aquellos que quieran consultarlo y vélido también para que un intérprete sea capaz de utilizarlo una y mil veces sin que la una repre- sente una repeticién de la anterior, puesto que las circuns- tancias son distintas y distintas las personas que acuden a la consulta? Lo que nos estamos preguntando en este momen- to es si hay algiin método que responda al descubrimiento de todas las posibilidades que es capaz de ofrecer el Tarot. En primer lugar la disposicién de las cartas tiene un sen- 87 tido que explicamos més adelante, en los tltimos capitulos del libro, de una manera concreta. La disposicién de las cartas relacionan al consultante, en sus diferentes pasos, con un objeto u objetivo determinados. Y aqui interviene entonces la figura del intérprete, que es el hilo conductor de una carta a otra, como si se tratara del hilo del ovillo de Ariadna, capaz de hacer deambular al con- sultante a través de todas ellas encontrando todo el sentido que le ofrecen para llegar al final a la consecucién del ob- jetivo. El intérprete debe actuar de manera que establezca pues estas relaciones del consultante con las cartas. Y aunque pa- rezca una contradiccién, es preferible que el intérprete no re- conozca nada en la vida del consultante al hecho de usar en la adivinacién referencias de la vida de un consultante a quien conoce en apariencia. La contradiccién se presenta sdlo en apariencia, pues el método para llevar adelante el desvelamiento del Tarot ha de ser vélido con todo el mundo, y asf se reconocerd sin di- ficultad, una vez llevado a la prdctica con cualquier consultan- te que no conozcamos de nada. Es preferible que el intérprete no reconozca nada en la vida del consultante, decimos. Es preferible que no conozca. Pero si conoce aspectos de Ja vida del consultante, ha de de- sarrollar un esfuerzo mayor en la prdctica de adivinacién del Tarot para que no Ileguen a interferirse aquellas impresiones que ha recibido anteriormente del consultante y que pueden ser parciales, escasas, e incluso poco definitorias de su ca- récter y de sus aspiraciones ocultas. A menudo ocurre que en apariencia una persona parece sentirse atraida por ciertas ideas, por ciertas personas o por ciertas cosas. Pero muchas veces nos quedamos sorprendidos incluso de las decisiones que suelen tomar nuestros propios amigos. Ocurre que estamos acostumbrados a tratar a las perso- 88 nas y ya damos por hecho, por costumbre, que hard esto o aquello, o que piensa asi o asd de estos asuntos. Pero bien cierta es otra cosa, y es que ante los acontecimientos nuevos el cardcter de las personas se desarrolla, y la acumulacién de experiencias influye en este mismo aspecto, Asi que, ¢cudn- do est4 formado realmente el carécter de una persona? Y de todas maneras, no conocemos nosotros a una persona de la manera que se puede conocer ella misma ni por lo me- nos de la manera en que se puede revelar ella misma. Esta es precisamente la filosoffa del Tarot. Entonces es imprescindible que el intérprete no reconoz- ca aspectos de la persona del consultante, a quien ya conoce de otras veces, a la hora de servir de guia. A lo que ha de tender el intérprete es a que el consultan- te profundice en relacién a su posicién en su situacién actual, lo cual ya definird al intérprete algunos aspectos de su ca- racter. Pero cuando el consultante profundiza en los aspectos de su situacién actual est4 ya pensando en el objetivo por el que se ha propuesto consultar. La pregunta ya ha quedado formu- lada antetiormente. Ahora bien, los objetivos que se pueden consultar son muchos. Aqui le Ilamamos objetivo porque es el objeto que se pretende descubrir, del que se pretenden desvelar aspectos significados 0 consecuencias posibles. El consultante se puede preguntar pues por objetivos distintos, desde gcémo soy yo? hasta ¢qué haré mafiana? Ahora bien, cabe atin otra formulacién que es, en todo caso, errénea, y que se puede referir a la pregunta de: Si hago esto, ¢qué pasard? Es errénea desde el momento que la premisa ya no se ha cumplido, en la prdctica se ha de contar con cosas concretas y nunca con posibilidades. Por su parte, el intérprete no ha de tender a llevar al consultante hacia posiciones conclusas. Hay que intentar con- cretar, pero el intérprete no puede intentar nunca dar solu- ciones. Es el consultante el que est4 obligado a buscar una so- 89 lucién, y, yendo més all4, ni siquiera tendria que buscar una solucién, sino dejar su mente abierta a elegir un sinntimero de posibilidades que se le ofrecen en todo momento. Pues en la realizacién de una buena consulta ya es satis- factorio el que quede desvelada incluso una buena formula- cidn. . El intérprete se ha de dejar llevar hacia la personalidad del consultante, y en ningtin momento definirla. Es el con- sultante quien ha de definir su situacién y sus motivos. Lo que debe hacer el intérprete es intentar centrar los vericue- tos por los que rodeard el consultante su situacién. La ma- yoria de las veces ni el mismo consultante se reconoce, al prin- cipio, en las cartas. El intérprete tiene que retomar una y otra vez el hilo de las cartas, antes de pasar de una a otra, para orientar al con- sultante en lo que de verdad quiere saber. Supongamos que el consultante va a realizar un viaje, y se quiere enterar de sus resultados y de las sorpresas que le depara este viaje fue- ra de su circulo y de su ambiente. Pero ¢con qué secreta es- peranza puede emprender este viaje el consultante? ¢Para divertirse, para descansar, 0 para conocer mundo? Porque de- pende de la actitud del consultante que los resultados sean de un signo o de otro, De todas maneras, no es éste el objeto del Tarot, el de conocer los resultados concretos, sino las po- sibilidades que, en concreto, le ofrece este viaje. Y estas posi- bilidades estan intimamente relacionadas con la disposicién del sujeto al emprender el camino. Asi, pues, la actitud fundamental del intérprete es la de no mezclarse para nada en las cartas. Su tarea es encajarlas se- giin las relaciones que formula el consultante. El procedimien- to es muy sencillo, y asf el intérprete expondré el significado 0 los significados més concretos que le dicta la guia y su pro- pia percepcién e intuicién. Porque ya sabemos que las cartas tienen significados diversos y por tanto multitud de aplicacio- nes. Al consultante le chocarén, en primer lugar, algunos de 90 los significados, y la consulta se ha de orientar con las impre- siones que de las cartas recibe el consultante. La actitud del consultante y el buen oficio del intérprete pueden conseguir aclarar situaciones. En definitiva, cada con- sulta tiende a aclarar situaciones. Pero muchas veces ocurre que, en lugar de aclarar, tiende a oscurecer el panorama pot- que el consultante se debate en las dudas y la oscuridad. En esta situacién, lo fundamental es que la formulacién quede planteada para el consultante y en términos claros. Este serd ya un gran paso para el consultante y estd claro que va a buscar precisamente esto. El trabajo del intérprete es como el del detonante que hace saltar la chispa, y tendrd que saber bu- cear en las reacciones del consultante ante las descripciones de Jas cartas para saber en qué momento reacciona con emocién y puede encontrar el significado que le abre las puertas de la iluminacién. Al final se profundizaré sin querer en el significado que las cartas ofrecen al consultante. Pero de todas maneras, no hay que buscar nunca una de- finici6n forzada, y mucho menos una descripcién final que aclare todos los aspectos del problema o del objetivo. Ni lo debe buscar el intérprete ni lo debe buscar el consultante. Los resultados han de quedar abiertos como un abanico, ofreciendo mil posibilidades. El consultante no debe variar necesariamente de actitud tras la consulta del Tarot, a no ser que no esté conforme con la que mantiene hasta el momento, Frecuentemente en la consulta aparecen multitud de con- tradicciones que son las que sittan al consultante en un esta- do de oscuridad, si no en sus planes, en la manera de Ilevar- los a cabo y de realizarlos en la practica. Pero el intérprete no debe tender a aclarar directamente esta oscuridad, sino que se mantendré atento para hacer hinca- pié en los términos en donde el consultante haga surgir la duda o la contradiccién e insistir en ellos. 91 Para que el consultante piense en todas y cada una de las posibilidades que le ofrecen las cartas ha de asistir a la con- sulta sin prejuicios de ningiin tipo. Es muy importante conse- guir este clima, y el intérprete deber4 conseguir a lo largo de la consulta que el consultante se mueva en un clima de con- fianza y de tranquilidad. De nuevo, este objetivo se conseguird incluso con més facilidad si el consultante es una persona des- conocida o en el caso de que no se cruce ningtin interés, por mi{nimo que sea, con el intérprete. Del mismo modo, la actitud del intérprete ha de ser abier- ta. Si conduce la consulta de modo que dirige al consultante hacia sus posiciones ideolégicas o morales, no se ha consegui- do nada de lo que pretende la lectura del Tarot. La personalidad del consultante es Ia clave de la consulta de las cartas. Alli donde no puede Ilegar el intérprete Ilegard el consultante si la guia que se le ofrece resulta imparcial. Hasta ahora hemos hablado de Ia disposicién del intérprete y del consultante. Pero hay un tercer elemento que acttia como nexo de unién y del que sin duda ya ha descubierto el lector que nos referimos: las cartas. El significado de las cartas del Tarot es muy diferente del que le puede dar, en una primera impresién, cualquier persona profana en la materia. Pero incluso una persona que est4 introducida en el tema puede cometer errores. Cada vez que el intérprete se sumetge en la lectura de las cartas para descubrir a la luz su simbolo y sus significados —pero su simbolo en primer lugar— habré de lavar literal- mente su mente de un sinntimero de influencias ideoldgicas que le proporcionan su misma situacién, su ideologfa y su cul- tura, adquiridas a base de muchas influencias que escapan a su control. Esto no quiere decir ni mucho menos que sea im- posible llegar a conseguir una lectura correcta del Tarot o que como norma cualquier lectura resulte contaminada por estas influencias. 92 Es necesario que el intérprete adopte una actitud que tien- da a despejar su mente de toda influencia precedente, y que se refiera a la guia que le ofrece el libro sin prejuicios de nin- gin tipo, puesto que se trata de una guia que los siglos se han encargado de perpetuar con una validez manifiesta. Su trabajo mas arduo consistird precisamente en llevar al consultante a su terreno, para que éste consiga sumergirse en los nuevos significados. Tomemos por ejemplo la imagen del Diablo, porque puede resultar una carta significativa con cuya imagen un consultante profano se formar, probablemente, una idea absurda que nada tiene que ver con el significado del Tarot. EI Diablo significa magnetismo, poder oculto, atraccién para los demds, atractivo sexual, pasidn y deseo. También significa astucia e influencia ventajosa en los motivos que le rodean y en los planes que persigue. Si la carta se extrae en posicién invertida, el Diablo signi- fica entonces intrigas, falta de escriipulos en la realizacién de sus deseos, adulaciones y fingimientos, hipocresia. Finalmen- te, significa libertinaje, aberraciones y disipacién. Quizds en su posicién invertida la imagen del Diablo es Ja imagen que normalmente puede tener un profano a base de la idea que se le ha dado y que él mismo ha formado cuando, en su vida normal, y desde su infancia, ha ofdo ha- blar del diablo. Pero el simbolo que debe ofrecer el Diablo en una ex- traccién normal, es decir, cuando la carta surge de cara, es un simbolo magico, esto es, de magia. Quizd sea la carta del Diablo una de las cartas que més magia encierren dentro del Tarot, distando mucho de acercarse, con seguridad, al simbolismo que pueda ofrecer el Mago, si se piensa en magia y en mago y si se nos ha ocurrido alguna vez comparar las analogias de cartas que en el fondo resultan dispares. Pues el Mago significa el control y el manejo de los di- ferentes instrumentos de que disponemos para conocer las 93 cosas y los procedimientos diversos para ponerlas en juego sobre lo que nos interesa, mientras el Diablo esconde un sentido de magia mucho més irracional, descontrolada en las creaciones que puede llegar a conseguir. Pero es una carta cargada de poder. Posee el poder suficiente como para crear cosas inespe- radas, bellas por lo novedosas y atrayentes en grado maximo. No encierra ninguna trampa, a no ser que su simbolismo se haya de interpretar con la carta invertida, pero eso pasa, por lo general, con todas las demés cartas. Tomemos otro ejemplo en la carta de la Fuerza. Un pro- fano admitira en seguida de una carta que representa la fuerza fisica, y precisamente su simbolo oftece todo lo contrario. De ello nos damos cuenta con una lectura detenida de la imagen. La figura que domina al leén es una mujer que apenas hace fuerza con sus brazos para cerrarle la boca —o para abrirla, como interpretan muchos seguidores del Tarot. EI significado de la carta es el de la inteligencia, que con- trola las fuerzas de los instintos. El leén representa precisa- mente todo lo relacionado con el mundo animal y con las pa- siones incontroladas, es decir, con la fuerza bruta que no obedece a la inteligencia en su aplicacién. Pues precisamente la mujer representa esta inteligencia. De esta manera, cualquier actitud violenta y fuerte —lo que no quiere decir perniciosa en el sentido de agresividad, o en todo caso destructora—, cualquier actitud violenta y fuerte se puede convertir en una accién potente controlada por las fuerzas de la inteligencia. De esta manera, lo primero que se ha de trabajar con el consultante es su proyeccidn sobre la carta: conseguir que se despoje de sus posibles prejuicios hacia las cartas y que des- cubra un significado absolutamente nuevo, en un ejercicio que requeriré un tiempo previo antes de que se halle dis- puesto a relacionar sus inquietudes con el apasionante des- cubrimiento del Tarot. 94 Los Arcanos mayores EL LOCO Descripcién de la lamina Un hombre que camina apoyado en un bastén avanza en direccién al horizonte con decisién incontrolada. Un hatillo ligero cuelga de su hombro izquierdo, y mira por encima del ‘otro hacia su margen derecha. Viste como suelen vestir los caminantes, con Ja cabeza cubierta con un gorro, una chaqueta roja ajusta su cuerpo y calza zapatos de color rojo. Un animal que parece un gato le desgarra la ropa a sus espaldas. El pantalén ya aparece desgarrado en la parte su- perior del muslo. Pero el caminante no parece percatarse de la existencia de su acompafiante, pues sigue su marcha sin prestarle atencidn. En el suelo que hollan sus pies surgen cinco arbustos, dos de color verde, dos blancos y el tiltimo de colores ama- tillo y blanco. Atributos positivos Inocente e irresponsable, el personaje camina a pesar de cualquier resistencia, Domina el plano de lo instintivo, es impulsivo y 4gil en su marcha. 5) Atributos negativos Abandonado a sus instintos primarios, insensato y de ac- tuaciones desligadas entre sf, es incapaz de razonar y de diri- git sus primeros impulsos. Guia interpretativa El Loco se sittia al comienzo de un ciclo, el primero, por lo cual sus cualidades son la inocencia pero también la pre- cipitacién. Echa a andar sin hacer caso de los convenciona- lismos y es un personaje libre, esponténeo y alegre. Siendo una carta que se sittia al final de la baraja de la misma manera que al principio, su significado puede ser tam- bién otro, el del personaje que es incapaz de enfrentarse a la realidad y que acabar4 en un mundo cerrado y propio. I. EL MAGO Descripcién de la lamina Un hombre aparece de frente, tras una mesa que sdlo se sostiene por tres patas. Sobre la mesa se hallan esparcidos diferentes elementos, unos dados, un cubilete, varias mone- das y lo que parece un cuchillo. A la derecha de los objetos hay un saco que parece contener otras cosas en su interior. El hombre mira hacia su derecha y Ileva en su cabeza un sombrero rojo, amarillo y verde. Va vestido con una tinica de colores azul, rojo, amarillo y verde. En sus manos sostiene una varilla y un pequefio disco, con los que parece querer proceder. En medio del campo surge un Arbol parecido al ciprés. 96 Atributos positivos Destreza, habilidad, inteligencia dgil y despierta, elocuen- cia, rapidez de ideas, persuasividad, capacidad para convencer. Atributos negativos Charlatén e impostor, se aprovecha de los dem4s con sus engafios, es intrigante, arribista y carece de escrtipulos. Guia interpretativa El Mago representa aquel que tiene en sus manos los ins- trumentos necesarios para cambiar las cosas a su parecer. Co- nocedor de situaciones, circunstancias y acontecimientos, es capaz de marcar el camino por el que transcurrirén los futu- ros acontecimientos, y se dedicaré a influir en ello con las po- 97 sibilidades que le ofrece su inteligencia y el dominio de los medios. El Mago adectia perfectamente los medios y los fines, y seguramente conseguir4 su meta. Significa también cambio, movimiento, dinamismo, creatividad, transformacién y vo- Tuntad. II. LA SACERDOTISA Descripcién de la lamina Aparece una mujer sentada, ligeramente inclinada hacia su derecha, y permanece tranquilamente en su sitio. Sobre su falda hay un libro abierto, que parece ensefiar mientras sus manos descansan apaciblemente en sus cantos. Viste una ttinica de color rojo y por encima le cubre un manto de color azul. La cabeza sostiene una gran tiara con 98 dos hileras de adornos que acaba en forma de casquete circu- lar. De la tiara pende un velo blanco. Tras la cabeza y a lo largo de la parte superior del cuerpo se extiende un gran manto, que no descubre sus extremos ni su soporte. En esta ldmina la cabeza de la mujer rebasa los cantos. En la lémina del Arcano XXI sucederd lo mismo con otras figuras, y ésta y aquélla son las dos tinicas cartas del mazo donde las figuras rebasan los limites. Atributos positivos Atraccién por las cosas ocultas. Interpretaci6n de moti- vos ocultistas con facilidad. Discrecién, confianza y medi- tacién. Paciencia. Tranquilidad. Atributos negativos Pereza e inactividad. Hipoctesia, disimulo, intenciones ocultas. Indiferencia, disposicién hostil o rencor. Actitud contemplativa, sin posibilidades para pasar a la acci6n. Guia interpretativa La Sacerdotisa est4 en condiciones de descubrir con fa- cilidad los aspectos mds importantes, ocultos y profundos que nos pueden revelar las cosas, las personas y los aconte- cimientos. Es un personaje que trabaja con la intuicién, busca el fondo a través de las apariencias y descubre el cambio que presagia el movimiento de las cosas. 99 Preferira la actividad en las horas nocturnas, le atraerd lo oculto, el misterio y el movimiento en el silencio, II. LA EMPERATRIZ Descripcién de la lamina Una mujer se presenta orientada al frente, en posicién sentada, En el brazo izquierdo mantiene un cetro, coronado por una esfera que a su vez sostiene una cruz, y en el dere- cho se apoya en un escudo que ofrece la imagen de un dguila que mantiene sus alas extendidas. La cabeza de la mujer sostiene una corona, de la que sur- gen sus cabellos. Se halla sentada sobre un pedestal, que ex- tiende un respaldo de forma extrafia, semejante a unas alas plegadas como si emergieran de su cuerpo. La mujer viste ttinica azul y roja y el cinturén que le 100 cifie es de color amarillo. El cuello, del mismo color, se une al cinturén, Atributos positivos Abundancia y riqueza, seguridad material y espiritual. In- teligencia y sabiduria. Discernimiento, Comprensién y en- canto personal. Atributos negativos Presuncién. Afectacién. Vanidad. Frivolidad y superficialidad. Sensible a las adulaciones, lujo desmesurado, chavacanerfa y desdén. Guia interpretativa Dominio y seguridad para conseguir las cosas y abundan- cia tanto material como espiritual. Riqueza de espfritu que le capacitaré para conseguir logros materiales. Capacidad productiva, fecundidad, maternidad y todo lo relacionado con los atributos maternales. EI trabajo de la Emperatriz va rindiendo sus frutos a me- dida que se desarrolla, de manera que va dotdndola de gra- tificaciones que crean riqueza en el camino y aptitudes para la perseverancia. Si la carta surge invertida los atributos maternales se convierten en una actitud que resulta demasiado protectora y que puede resultar castradora. 101 IV. EL EMPERADOR Descripcién de la lamina Un hombre que aparece de perfil se halla sentado sobre un trono como si se hallara descansando sobre él. Cruza una de sus piernas sobre la otra. Su cabeza sostiene una corona que parece un gorto fri- gio. Su mano derecha sostiene un cetro, coronado por una bola del mundo y una cruz semejantes a los del Arcano ante- rior. Su mano izquierda descansa en el cinturén que rodea sus ropajes. Apoyado en el trono, a los pies del Emperador, hay un escudo con la imagen de un 4guila que sostiene desplega- das sus alas. El hombre lleva una tunica y pantalones. Un collar ador- na sus vestiduras, un gran collar con un medallén de color verde. Mira hacia el frente, aunque se orienta, de perfil, hacia la izquierda de la lémina. 102 Atributos positivos Firmeza, decisi6n, poder de realizacién, voluntad. Capacidad para la ejecucién inmediata, energia que le dota de perseverancia, realizaciones constantes. Atributos negativos Obstinacién y testarudez, hostilidad, oposicién tensa y prolongada, incapaz de echar su brazo a torcer, autoritarismo y fanatismo. Autodestruccién. Guia interpretativa La energia que posee el personaje le capacita para la per- severancia, no cederd al cansancio, a la desidia o a la indife- rencia. Significa proteccién y se puede vincular esta imagen con la analogfa hacia el padre que buscard la proteccién amorosa de sus hijos. Implica facilidad para conseguir bienes materiales, rique- zas y dones. El poder se va afianzando mientras consolida su posicién ventajosa. V. EL SUMO SACERDOTE Descripcién de la lamina Un hombre se halla sentado de frente. Su cabeza se halla bien poblada por cabello, barba y bigote, que le confieren una 103 IN] LE PAPI THE PO! imagen de venerabilidad y senectud. Sobre su cabeza lleva una tiara de tres pisos. Sostiene en su mano una cruz de miltiples brazos, y su mano derecha se dirige, as{ como su actitud, hacia uno de los dos personajes que aparecen en la lémina. Los personajes se sittian en un plano inferior que respeta Ja imagen de la figura del anciano. El personaje que se sittia a la izquierda va vestido con una capa amarilla, que termina en una capucha roja, y lleva un sombtero de color azul. EI personaje que se halla a la derecha parece acudir en demanda de algo, pues acerca uno de sus brazos al Sumo Sacerdote. El anciano viste un traje azul y una capa roja con ador- nos amarillos. Dos columnas aparecen tras la imagen del an- clano, 104 Atributos positivos Respetabilidad y autoridad moral. Imparticién de ense- fianzas y consejos. Recomendaciones acertadas, generosidad, indulgencia y perdén, Benevolencia. Mansedumbre. Atributos negativos El que se aprovecha de su posicién para imponer sus sen- tencias y decisiones arbitrarias. Moralismo arraigado y reti- cente. Estrechez de ideas que Je Ilevaran al dogmatismo y al autoritarismo. Consejos equivocados. Grandilocuencia vacua. Guia interpretativa Significa las cosas que permanecen a través del tiempo y de validez indiscutible. Este personaje encuentra su sentido en el desarrollo de la ensefianza. Capacitado para cualquier aspecto de este ejercicio, cuenta lo que sabe y logra explicarlo y exponerlo con orden, con método y con claridad. VI. EL ENAMORADO Descripcién de la lamina La ldmina nos ofrece la imagen de cuatro personajes. En el plano inferior, un hombre se halla situado entre dos muje- res. En la parte superior, un nifio con alas apunta su afco hacia el hombre y una de las mujeres. 105 El hombre apoya su brazo en el hombro de la mujer si- tuada a su izquierda. La mujer que se halla situada a la derecha del hombre mantiene una de sus manos recogida mientras con la otra parece sefialar el corazén del hombre. Detrds del nifio aparecen los reflejos de unos haces que se reparten en la ldmina en colores amarillos, rojos y azules. Atributos positivos Decisién irrebatible, en la decisién entre dos opuestos. Li- bre albedrio y rompimiento de ataduras pasadas. Sentimiento arraigado. Afectos, deliberaciones a punto de clarificaciébn. 106 Atributos negativos Vacilaciones y falta de resolucién. Pruebas y dudas diff- ciles de resolver. Riesgo de seduccién, tentaciones en las que no se quiere caer. Falta de decisién y debilidad moral. Li- bertinaje, Atracciones contrapuestas. Guia interpretativa El personaje se sittia en un momento en el que ha decidi- do entre dos opuestos, y su decisién ya estd tomada. Es pre- ciso que la muestre sin tardanza, pues el opuesto constituird una lacra y un estorbo en sus planes. Es necesario escuchar la voz del sentimiento y alejar los dictados de la razén, porque el camino del sentimiento signi- fica aventura, misterio y un final por lo general imprevisible. El objeto deseado es el fin inminente. Pero la riqueza que abrir esta actitud serd incalculable. Despreciarlas puede conducir a un estancamiento improduc- tivo. VII. EL CARRO Descripcién de la lamina Un hombre se halla en el interior de un carro tirado por dos caballos que corren. El hombre permanece tranquilo mientras el carro avanza al paso de los caballos, que orientan su camino cada uno hacia un lado de la l4mina. Sobre el hombre, y rodeando el carro, se despliega un do- 107 sel. El hombre mantiene sobre su cabeza una corona y en su mano derecha sostiene un cetro exttafio, que acaba en una esfera y una forma cénica coronando esta esfera. En el centro del carro hay un emblema que es una ins- cripcién, en la que aparecen las letras S M. Los caballos levantan una de sus patas orient4ndose hacia puntos distintos, y rebasan sin dificultad los matorrales que hallan a su paso. Atributos positivos Avance continuo, voluntad y ambicién, capacidad para desarrollar aptitudes, competencia en el trabajo y progreso constante. Trabajo coronado por el éxito, movilidad y dina- mismo, 108 Atributos negativos Situacién de desequilibrio, posible pérdida por fatiga y cansancio. Ambiciones desmesuradas, disociacién entre lo que se pretende y lo que se puede conseguir. Guia adivinatoria Esta l4mina significa la voluntad que no querré retroce- der ante ningtin obstdculo por grande que sea. La constancia podrd més que los obstdculos y los haran pequefios. El personaje que guia el carro cuenta con el medio mas poderoso para conseguir los fines que se propone, y es el de Ja voluntad. A su paso quedan, en el camino, los obstdculos, como pequefios impedimentos en los que ni siquiera se fijaré y a los que no le costard gran esfuerzo vencer. VIII. LA JUSTICIA Descripcién de la lamina La Justicia es la figura de una mujer que ocupa todo el espacio de la lamina. Su cabeza se halla coronada, su mano derecha blande una espada que apunta hacia la parte supe- rior y la izquierda sostiene una balanza. La balanza guarda un equilibrio perfecto situada en su fiel. La mujer se viste con una ttinica roja y le envuelve un manto azul. Diversos objetos adornan a la mujer, y todos ellos se representan con el color amarillo. Tras la imagen se dibujan dos columnas, que parecen sut- gir tras el trono sobre el que se sienta la mujer. 109 Atributos positivos Estabilidad. Sentido prdctico, organizacién y coordina- cidn perfectas, orden en la consecucién de los objetivos, fun- cionamiento acompasado y discurtir tranquilo y sin altibajos. Atributos negativos Falta de iniciativa, orientacién hacia los caminos que ya han sido descubiertos, falta de ingenio, repeticién, someti- miento a otros juicios, incapacidad para el desarrollo de cual- quier plan. Guia interpretativa La balanza se mantiene de manera que el equilibrio y la 110 armonia natural corren parejas con el significado de esta lamina. La presencia de la Justicia conseguir4 armonfa en todo lo que le rodea, de manera que amortiguar4 los temperamen- tos o las situaciones violentas y la discusién fluir4 placente- ramente para iluminar sus objetivos. Se consigue el mantenimiento de relaciones equilibradas y gratificantes. La vida transcurrird placentera en el caso de la pareja y esta tranquilidad se hard extensiva al cfrculo de relaciones préximo. IX. EL ERMITANO Descripcién de la lamina Un hombre viejo camina algo encorvado. Alumbra su camino con un farol y le rodea la oscuridad de la noche. Con la otra mano se apoya en un bastén y su caminar es pausado y tranquilo, El hombre lleva el cefio fruncido y pare- ce andar a la busca de algo, Una capa que cuelga de sus espaldas protege la luz del farol para mantenerla encendida. Atributos positivos Concentracién. Austeridad y sobriedad. Experiencia. Ne- cesidad de silencio y aislamiento para la meditacién y el es- tudio. Discrecién, Sabidurfa profunda. Ocultismo. 111 Atributos negativos Timidez, falta de sociabilidad. Temor a los juicios ajenos. Inseguridad. Misantropfa. Avaricia. Pobreza e indigencia. Ce- rraz6n y mutismo, Guia interpretativa En esta posicién el personaje necesita encerrarse en si mismo para comprender lo que le conviene en un recodo del camino. Pero no puede permanecer inactivo, sino que ha de buscar a la luz de los conocimientos que ya posee cuél ha de ser la etapa siguiente. Significa un paso en donde se descubre que no se con- sigue nada como definitivo sino que se persigue el discurrir de la vida y mientras discurre se alcanza su conocimiento. a) La biisqueda del objetivo se ha de revestir de paciencia y de tranquilidad. Es necesario cierto aislamiento del entorno que puede distraer el funcionamiento de la mente, cuando le interesa hacer luz sobre lo que sabe o sobre lo que ha pasado para poder seguir su marcha. Manifiesta también el desarrollo de un plan cuya ejecucién se extender4 en un plazo més 0 me- nos largo. ROUE DE FOR’ THE WHEEL OF FORTUNE X. LA RUEDA DE LA FORTUNA Descripcién de la lamina En el centro de la lémina una rueda parece desenvolver- se en un movimiento constante. Se sostiene con dos patas y 113 a su derecha Ileva acoplado un manubrio que sin embargo no maneja nadie. Dos animales giran uno a cada lado de la rueda en un movimiento que parece no encontrar fin, El que se halla a la derecha sube hacia arriba en su movimiento circular y su éabeza parece la de una liebre. El animal que gira situado a la izquierda y hacia abajo tiene en la cabeza los rasgos de un mono o de un hombre. Arriba, y sin participar del movimiento de la rueda, apa- rece un tercer animal, dotado de alas aunque la cola es pro- pia de un cuadripedo. Lleva una corona sobre la cabeza y una de las patas agarra una espada. Atributos positivos Movimiento espontdneo, suerte, iniciativas felices, éxito repentino, fortuna, felicidad, alegria, actividad, entusiasmo, optimismo, simpatfa, buen humor, inventiva y disposicién. Atributos negativos Descuido, imprevisién, resistencia, retraso. Pérdidas, mala suerte, derroche, riesgo, inestabilidad. Guia interpretativa Las vueltas de fortuna constantes que traer4 consigo el movimiento de la Rueda producir4 mil posibilidades de las que se puede aprovechar todo lo que portan consigo. El cambio de situaciones se suceden unas a otras y el per- 114 sonaje que se halle inmerso en ellas se verd favorecido de muchas formas con una Iluvia de favores. El repentino cambio de las circunstancias, los imprevis- tos y las situaciones novedosas favorecer4 un intercambio de ideas y relaciones muy variadas. XI. LA FUERZA Descripcién de la lamina Una mujer situada hacia la izquierda en la l4mina abre —o cierra— las fauces de un ledn que parece quedar aprisiona- do entre sus piernas. El leén es un animal de abundante melena y de aspecto 115 fiero, pero se halla postrado en el suelo con sus patas trase- ras mientras intenta levantar las delanteras. Sin embargo, la mujer parece no desplegar una fuerza ex- cesiva para mantener dominado al leén. Viste un ropaje azul que envuelve un manto de color rojo.- En la cabeza sostiene un sombrero de extrafia forma, abultado en los lados y orientado de diferente manera. El sombrero es de colores azul, rojo y amarillo. Atributos positivos Potencia, voluntad, dominio de si. Valor y coraje. Domi- nio del enemigo, audacia, decisién y franqueza. La inteligen- cia superior a la fuerza bruta, que la controla. Atributos negativos Atrevimiento, altanerfa, lucha, impaciencia. Crueldad, cé- lera, ambicién. Egofsmo y orgullo, Fanfarronerfa e impulsi- vidad. Guia interpretativa La imagen nos ofrece una figura que sin dificultades atra- pa en sus manos y con su cuerpo el simbolo de la fuerza bruta. La inteligencia controla y domina en esta carta las pa- siones animales, representadas por el leén. Es la imagen de la fuerza sometida y aprovechada, el aprovechamiento de los instintos y las pasiones una vez dominados por la voluntad y la inteligencia. Significa el dominio de la situacién. Sus relaciones con 116 la fuerza ffsica son evidentes, pero en un plano de aprove- chamiento total. XII. EL AHORCADO Descripcién de la lamina Un hombre aparece colgado por uno de sus pies a un tronco cruzado entre otros dos. El cuerpo del hombre pende cabeza abajo sujeto por una cuerda. La otra pierna cuelga en el aire cruzdndose con la otra, y esconde sus manos a la es- palda, que no se ven en el dibujo de la l4mina. La mirada del hombre se sitéa hacia el frente, con los ojos bien abiertos. Viste ropajes azules, amarillos y rojos, y “LE PENDU. THE HANGED MAN 17 Ileva una chaqueta cerrada por botones en la que aparecen un bolsillo a cada lado. Los troncos se sostienen con una base. Son dos palos pe- lados aunque los comienzos de unas ramas asoman en los nudos. Atributos positivos Generosidad, entrega total, filantropfa, olvido de si mis- mo, disciplina, resignacién y abandono. Sacrificio. Atributos negativos Proyectos abortados, trabajo inconcluso, tendencia a pen- sar para no actuar nunca, promesas incumplidas, impotencia para la acci6n. Amor no correspondido. Guia interpretativa La l4mina representa al personaje que vuelve del revés las cosas que hasta ese momento ha conocido en sus aspectos superficiales, y con un repaso atento descubre el sentido in- trinseco de cada una. Es la cabeza lo que funciona, lo que quiere decir que no Ilevar4 a cabo los proyectos que surjan en ese momento de su mente. Los pies se hallan ligados y seré imposible que dé un paso hacia cualquier proyecto. Su vida en esta situaci6n queda ligada a la accién de pensar. Existe una ligadura que le mantiene atado pero de la que prefiere no desligarse, Ligar4 bien unas ideas con otras y su situacién le sirve para hacer un repaso al camino que ha re- corrido hasta el momento. 118 XIII. LA MUERTE Descripcién de la lémina Aparece una figura que divide su imagen en dos persona- jes, pues aparece como esqueleto en su mitad y como cuerpo en la otra. La cabeza es el créneo y por delante muestra lo que parece una careta que oculta sus facciones. Inclinado hacia abajo, maneja en su movimiento rotatorio una guadafia mientras va sembrando el suelo con los restos de cuerpos des- cuartizados. Yergue su pie sobre uno de los créneos destroncados, y més all4 se extienden otros restos humanos como manos, pies y cabezas. Una de las cabezas que aparecen en el suelo conserva atin una corona, 119 Atributos positivos Penetracién, profundidad, cambio radical, alejamiento, fin de una obra 0 proyecto, renovacién de ideas, rebeldia reno- vadora, Atributos negativos Abandono, derrota, desilusién, pesimismo, decaimiento, desgana, despego, destruccién. Maldad. Verdugo. Guia interpretativa Representa la finalizaci6n de un trabajo, pero también una paralizacién de la actividad emprendida, después de la cual no podré retomar la empresa. La Muerte anda destrozando todo lo que halla a su paso que se encuentre en un estado de acabamiento. Por eso su influencia es saneadora, ya que acaba con algo que ya no est4 en condiciones de aprovechamiento, y tras la accién sanea- dora se produce una renovacidn. Cualquier terreno estd en condiciones de abonarse des- pués del paso de la Muerte. La Muerte despoja al personaje de su méscara que ha uti- lizado hasta ahora para descubrirse ante la gente y pasa a desatar sus impulsos renovadores. 120 XIV. LA TEMPLANZA Descripcién de la lamina Una mujer trasvasa de un jarro a otro un liquido. Man- tiene uno de los jarros en lo alto y de él mana el liquido que recibe el recipiente que mantiene en su otra mano algo més abajo. La figura viste una tunica que le llega a los pies. Tie- ne dos alas alargadas a la espalda, aunque las mantiene ple- gadas. Se halla tranquilamente y como en actitud de reposo, des- cansando en su pierna izquierda en la que apoya el peso del cuerpo. Su vestido es una blusa amarilla, y lleva ademds una falda con otra falda superpuesta més corta que surge de su cintura. Los colores de sus ropajes son azules y rojos. Al fondo de 121 la l4mina se descubren dos monticulos, uno a la izquierda de la figura y el otro a su derecha. Atributos positivos Equilibrio y estabilidad, frialdad y serenidad, adaptacién, tolerancia, practicismo. Flexibilidad. Tranquilidad y felicidad. Atributos negativos Desorden, impaciencia, inconstancia, personalidad de du- dosa seguridad, flexibilidad enfermiza, agitacién y descon- trol. Dicotomia mental, cruce de ideas. Guia interpretativa La imagen hace referencia a lo que, de un modo practico y habitual se desarrolla, como son las tareas cotidianas. Es la capacidad de alterar las cosas conforme se procede a su utilizacién, Se consigue de esta forma un equilibrio re- sultado de la practica y el manejo de lo que se considera util y necesario. Representa el trasvase de ideas, y por ello una riqueza en las relaciones que se pueden presentar también de forma cotidiana. 122 XV. EL DIABLO Descripcién de la lamina Una figura de aspecto extrafio y poco convencional se le- vanta en un pedestal. Sobre la espalda le surgen dos alas de murciélago proporcionadas con la magnitud de su cuerpo. En su mano izquierda sostiene con fuerza una espada y levanta la mano derecha en alto. Las manos y los pies son garras. Dos cuernos surgen de su cabeza. El cuerpo es andrégino, con forma de mujer y de hombre a la vez. A sus lados hay un hombre y una mujer de formas pare- cidas a las de la figura, aunque no tan exageradas, sujetos al pedestal, del que sobresale una argolla, que se une con los personajes de los lados con una ligadura. Los personajes Ile- van una argolla al cuello, y se hallan desnudos. 2B, Atributos positivos Atraccién de los demds, magnetismo, poder oculto, atrac- cién sexual, deseo y pasién. Influencia ventajosa, astucia. Atributos negativos Intrigas, adulacién, excitacidn, fingimiento, agitacién, de- sarteglos, falta de escrtipulos, aberraciones, libertinaje, disi- pacién. Delincuencia. Guia interpretativa La magia del mago es una fuerza oscura que crear sus obras a partir de los aspectos mas recénditos de la mente. Su fuerza se produce de una manera descontrolada, lo cual no significa que la magnitud de esta fuerza le capacite para sorprender con obras de una gran belleza y extrava- gancia. Sus obras se realizan con cierta confusién y desorden. La falta de control sobre sus pasiones le adelanta fines algo caé- ticos y faltos de sentido. XVI. LA TORRE Descripcién de la lamina Un rayo que surge de la parte superior de la ldmina al- canza a una torre bien asentada en la tierra, de la que des- prende la parte superior de las almenas. 124 De su interior parecen sutgir unos objetos, esferas de co- lores rojos, azules y blancos. Dos hombres caen también de la Torre, uno de ellos m4s oculto porque cae por la parte posterior del edificio. EI edificio cae hacia su izquierda, pero arrastra en su caida hombres y objetos. En la parte superior de la torre aparecen tres ventanas, dos abajo y una un poco més arriba, algo mds grande que las anteriores. Atributos positivos Actos impetuosos, accién a pesar del riesgo, explosién, crisis beneficiosa, coraje, destreza, estrategia, coraje, vigor, valentia, arrojo. 125 Atributos negativos Destruccién, pérdida, imprudencia, exceso, acaparamien- to, presuncién, caos, rompimiento, confusién, escdndalo, abu- so, orgullo, empresas quiméricas. Guia interpretativa La parte superior de un edificio de construccién sélida y estable se precipita hacia abajo arrastrando consigo hombres y objetos. La base permanece bien asentada en la tierra, lo cual quiere decir que elementos externos acabarén y trunca- ran por la mitad una empresa que se habia emprendido en la solidez. Lo que parecfa fijo y estable es abatido por un rayo mor- tifero. Lo que queda en pie se incapacita para rendir ningin provecho. El rayo se encarga de quitar de en medio algo que signi- fica un obstaculo, y el consultante se puede identificar con el rayo consultor antes que con la torre caida. XVII. LA ESTRELLA Descripcién de la lamina Una mujer vierte dos jarros de agua en una corriente que fluye. Al lado de esta corriente se halla arrodillada la mujer en una pierna mientras se apoya en la otra, En el fondo, sobre uno de los dos Arboles que pinta la imagen se posa un pdjaro que parece en posicién de querer remontar el vuelo. 126 La figura de la mujer aparece desnuda y sobre su cabeza se descubren dos estrellas, la de arriba algo mds grande que Ja de abajo, que irradian haces de luz amarilla y roja. Rodean- do a estas dos estrellas aparecen otras, tres a la izquierda y tres a la derecha. Sus colores son azules, amarillos y rojos. Atributos positivos Sensibilidad poética, luz, inspiracién, clarividencia, origi- nalidad, idealismo practico, belleza, gracia natural, inspira- cion, intuicidn, creatividad, inventiva. Atributos negativos Amaneramiento, evasién, ineptitud en la vida cotidiana, desilusién, superficialidad, ligereza de conducta, doblez, des- precio de la realidad, inacomodacién, mala suerte. 127 Guia interpretativa La Estrella derrama con sus dos manos todos los atribu- tos de que es portadora para que pasen a formar parte de todo lo que vive para repartir simpatfa, afecto, franqueza, lealtad, alegria y satisfaccién. De la Estrella fluye la belleza, la sensibilidad, la intuicién y el sentimiento artistico. Es todo lo que confiere luz y belleza a través de un me- dio idéneo de expresién y de realizacidn. Representa a un personaje de gran sensibilidad que todo lo que toca queda contagiado de su amor y de su belleza. XVIII. LA LUNA Descripcion de la lamina Un gran astro aparece en la parte superior de la ldmina, y de su luminosidad plateada surgen unos efluvios de color rojo, amarillo y azul, Los rayos que surgen del astro también poseen los mismos colores. Dos perros, uno frente a otro, atillan mirando hacia el astro mientras son tocados por los efluvios que éste des- prende. En el centro, y abajo, un cangrejo permanece enmarcado en las profundidades del monticulo. Los perros levantan sus fauces y la mitad de su cuerpo hacia arriba, orientando sus aullidos hacia el astro. En la parte inferior de la lamina tomamos a la imagen del cangrejo como Ia del animal que corre hacia atr4s, sumer- gido en el agua, para dirigirse a los mundos subterréneos. 128 Atributos positivos Fantasfa, sensibilidad, receptividad, suefios, imaginacién, ilusién, impresionabilidad, navegacién, el mundo del sub- consciente, la lucidez. Atributos negativos Engafios, verdades a medias, neurastenia, oscuridad, tris- teza, traumas, confusién, peligros, drogadiccién, decepcién, histerismo, caprichos, espejismo, sonambulismo, complejos, conflictos, trampa y supersticién. Guia interpretativa EI mundo de Ia Luna es un mundo oculto que vive bajo 129 la superficie de la mente consciente, en el subconsciente, y que trata y depura todos los pensamientos més recénditos que puede esconder el cardcter de una persona. Aquellos pensamientos que se mueven en los estratos mds profundos de la mente son regidos por la Luna, un viaje a las profundidades ocultas puede ser un paseo cargado de ri- queza intuitiva y provechosa. XIX. EL SOL Descripcién de la lamina La figura de un astro resplandeciente aparece con los ras- gos de la cara de una persona humana, dotado de la visién, del habla y del olfato. Los rayos que surgen de su circulo 130 derraman unos efluvios en forma de gotas de colores rojo, blanco, amarillo y azul. En cuanto a sus rayos, son de colores diversos y se re- parten por el espacio describiendo eses o de manera con- tinua. Los efluvios caen sobre dos nifios que aparecen en la parte inferior de la lémina, muy parecidos ambos el uno al otro, desnudos y con un collar al cuello. Mientras se dirigen el uno al otro en actitud de acerca- miento el de la derecha sujeta amistosamente al otro apoyan- do una mano sobre su hombro, Al fondo se levanta un muto. Atributos positivos Nobleza, calor, vitalidad, afecto, gloria, capacitacién li- teraria, inteligencia, energia, dador de la vida, éxito, amor, claridad, celebridad, capacitacién artfstica. Atributos negativos Vanidad, susceptibilidad, incomprensién, apariencia en- gafiosa, deslumbramiento, amor propio, fracaso, tanteos en la oscuridad. Guia interpretativa El Sol denota una inteligencia clara y una sabidurfa ra- diante, que se manifiesta en todos los aspectos brillantes. Es el astro que proporciona la vida, que hace posible su desarrollo y que penetra el interior de las cosas para que crezcan y se expandan. 131 Es vitalidad y energia, creatividad e impulso. Indica la irradiacién beneficiosa y el triunfo en un sentido que signi- fica plenitud y satisfaccién propias, el esplendor que se ve brillar continuamente sin que por eso produzca deslumbra- miento XX. EL JUICIO Descripcién de la lamina Una figura surge en la parte superior de la lamina desde una nube que produce un gran resplandor de sus rayos rojos y amarillos. La figura extiende sus alas y una aureola rodea su cabeza. 132 En sus manos sostiene una trompeta, a la altura de la boca, de la trompeta pende una especie de ensefia. En la parte inferior de la l4mina, en el medio, un perso- naje parece levantarse de un sarc6fago, situado de espaldas y mirando hacia lo alto. A su lado aparecen otras dos figuras, una mujer y otro hombre. Los dos sostienen sus manos juntas y aparecen desnu- dos, El hombre Ileva barba. Atributos positivos Madurez, comprensién, entusiasmo, soplo, renovacién, identidad, penetracién, inspiracién, adivinacién y resurgir a la vida. Atributos negativos Ofuscamiento, fanatismo, inconsciencia, caos, perversién, vacilacién, agitacién, alienacién, inteligencia mal desarrollada. Guia interpretativa Esta l4mina enfrenta a la persona con la idea que los demds se han formado de ella. Por lo tanto, la honestidad reflejaré una fama més limpia. En este punto del camino, casi al final, el Juicio supone el paso a una etapa definitiva. No habré mds remedio que clarificar las cosas para emprender el rebasamiento de la obra después de hacer un repaso total sobre lo que se ha conse- guido hasta el momento. Es necesaria una gran franqueza y el sentido de la res- 133 ponsabilidad, y de ello dependeré el éxito 0 el desastre. El su- jeto se desnuda por completo para descubrir sus secretos. XXI. EL MUNDO Descripcién de la lamina Una mujer se halla en el centro de la lémina, y a cada uno de sus lados, por encima y por abajo, apatecen cuatro figuras rodedndola, pero los separa una especie de halo en forma de elipse. La mujer se apoya sobre una de las figuras de la parte inferior. Se halla cubierta por un velo que cuelga de sus hombros con ligereza, en la mano sostiene una vara y en la otra un objeto apenas visible. Las figuras son animales. El de la parte superior que se halla situado a la izquierda tiene for- LEMONDE ite WORLD. 134 ma humana y lleva alas. La corona que rodea su cabeza ex- cede el limite del recuadro de la l4mina, asi como la excede la figura que se halla colocada a la derecha de la imagen en la parte superior, que representa a un Aguila. Abajo, a la derecha, hay un leén coronado, y a la izquier- da aparece un toro. Atributos positivos Experiencia, riqueza de recursos, esplendor, productivi- dad, plenitud, culminacién de la obra, inspiracién, abundan- cia, creacién, circunstancias favorables, integridad. Atributos negativos Ambiente hostil, distraccién, desconsideracién por parte de los demas, fracaso, superficialidad, obstéculos, disper- sién, falta de concentracién, inercia, mundanidad. Guia interpretativa El Mundo, que se despliega ante nuestra mirada con toda su abundancia, contiene todos los elementos y todos los me- dios para llevar a cabo una constante creacién y produc- tividad. Significa la realizacién personal en un campo amplio y Ileno de posibilidades. Expresa el crecimiento, el desarrollo de todo lo que vive y la manifestacién de todos sus aspectos. 135 Los Arcanos menores AS DE BASTOS Es el comienzo, y su imagen representa una mano que se eleva en el aire dominando una extensién de terreno. Del tronco florido se desprenden unos efluvios en cascada que semejan hojas o una especie de semillas. La mano se ve envuelta por un cfrculo de humo que se eleva hacia el cielo. En el suelo, a lo lejos, se levanta un pequefio monticulo que parece una construccién. Posicién normal Comienzo, nacimiento, fundamento. Fuerza, vitalidad, potencia, inspiracién, fuego, luz. Ener- gia, voluntad, vigor, productividad, fulgor, chispa. Intuicién, milagro, proyecto, negocio. Curiosidad. Inte- ligencia, magia, inicio, empresa, plan. Masculinidad, fecundidad, virilidad. Matemiaticas, electrénica, computadoras. 136 Posicién invertida Extincién, depresién, oscuridad, caida, accidente, muer- te, debilidad, frio, cese, choque. Inaccién, huelga, anulacién de planes, espera, parélisis, paro. Esterilidad, ineptitud, impotencia, machismo. DOS DE BASTOS Significa dominio, y en la l4mina aparece un personaje que se halla en medio de dos palos, alzados hacia el cielo, y de sus nudos surgen algunas hojas. El hombre viste una ttinica hasta media pierna y encima Teva una capa que le llega hasta el suelo. Se halla orientado de cara a una vasta extensién que se extiende al fondo de la lémina, rica en vegetacién. Posicién normal Arrogancia, orgullo, dominio, opulencia. Ambicién, audacia, impaciencia, impulsividad, espiritu de conquista, aventura, accién. Rayo, fuerza ffsica destacable, sefior de la fuerza destruc- tora. Lealtad, valentia, afectuosidad, generosidad. Posicion invertida Dolor, lamentos, pesimismo, malestar. Afliccién, desolacién, tristeza, espera, melancolfa, rencor. Sufrimiento, pérdida de fe. sy Inconstancia, despotismo, indecisién. Jaqueca, dolor de cabeza, neuralgias. Peligro con el fuego y las armas. TRES DE BASTOS Significa fuerza creadora. Un hombre colocado de espal- das a la lamina contempla el horizonte y el terreno que se extiende a sus pies. Se apoya en uno de los tres troncos que crecen en la tie- tra, detrés de él. El hombre va vestido con una tunica que Te IHega a los pies. En 1a cabeza lleva cefiida una cinta. Agarra con fuerza con la mano el tronco situado a la derecha. Posicién normal Inspiracién afortunada, negocios, emprendimiento, true- ques provechosos, colaboracién. Plan, fe en uno mismo, creacién, fuerza vital. Fructificacién en la primavera. Atraccién, ansiedad por aliviar dolores y padecimientos, grandeza, encanto, idealismo y nobleza. Posicion invertida Descontrol, separacién, expulsidn, finalizacién. Improductividad, ineficiencia, incapacidad. Posibilidad para crearse un enemigo. Grandes planes que no lIlegar4n a ver la luz. Trascibilidad, despotismo, puede llegar a la brutalidad. 138 CUATRO DE BASTOS En primer término la l4mina ofrece la imagen de cuatro troncos altos, separados a uno y otro lado de la l4mina dos a dos, pero unidos por una guirnalda que parece una vid. Al fondo aparece una casa. En el espacio que dejan ver los troncos aparecen dos personas que llevan sobre sus ca- bezas el fruto recogido, mientras otras personas faenan a lo lejos. Posicién normal Perfeccién, paz, armonfa, realizacién. Sociedad, asociacién, gobierno, conttato, alianza. Ingenio, amabilidad, espfritu generoso, simpatfa, dulzu- ra, elegancia. No guardan rencor y olvidan sin dificultad y sin rencor enfrentamientos pasados. Facilidad en pasar de una idea a otra. Posicién invertida Inexperiencia, irreflexién, falta de sentido practico, inhi- bicién, inseguridad. Ansiedad, inconstancia, descontento, atolondramiento, in- tranquilidad. Decadencia, olvido. Limitaciones en lo que se ha emprendido. CINCO DE BASTOS Esta carta significa competencia, y las imagenes que re- 139 presenta dan una idea de gran movimiento. Cinco personas se hallan enzarzadas unas contra otras en una pelea que man- tienen con cinco grandes troncos. Los personajes van vestidos con trajes ligeros. Entre ellos hay creada una gran confusién, pues cualquiera arremete con- tra cualquiera y todos contra todos. Posicién normal Competencia, litigio, relaciones con el tribunal, lucha, rifia, pelea, conflictos. Fatiga y obstdculos, aunque cuenta con gran impulso para salir adelante. Esfuerzo, vitalidad, energia desmedida, irreductible, ini- ciativa. Posicion invertida Abuso de los otros. Infidelidad, traicién. Dureza, pre- potencia, rabia. Disputas, peligro en los negocios, fraudes, pleitos. Crueldad, implacabilidad, destructibilidad, intolerancia, atraccién del poder. SEIS DE BASTOS EI seis de bastos es una l4mina en la que aparece una gtan procesién que sigue en cortejo a un personaje montado a caballo. El personaje leva en sus manos un tronco coronado con una guirnalda de victoria. El caballo va enjaezado y cubierto 140 con un manto. Entre la multitud se alzan cinco troncos en las manos de los seguidores. Posicién normal Exitos en el terreno material, victoria, progresos, ganancia. Equilibrio, Voluntad. Control sobre la fuerza de uno mismo. Honestidad, afirmacién de la personalidad, serenidad, idea- lismo. Dignidad, poder, confianza en si mismo, atraccién perso- nal, liderazgo. Diplomacia, aptitudes para la ensefianza. Posicién invertida Recelo, mezquindad, desconfianza, miedo. Incoherencia, falta de seguridad, duda, fanatismo en oca- siones, Retraso inesperado, dependiente de factores externos. Falta de noticias. SIETE DE BASTOS Hay una figura que se yergue de frente en la imagen. El personaje blande en sus brazos un gran tronco y arremete contra otros seis troncos, que aparecen un poco més abajo, y de los que sdlo se distinguen su parte més alta. El perso- naje aparece alzado en un monticulo del terreno. Se halla luchando contra sus enemigos, de los que no se ven los cuerpos, Solamente la imagen de los troncos nos dan una idea del enemigo. 141 Posicién normal Coraje, entusiasmo, ingenio, desarrollo de la competiti- vidad. Valor, impulso, impetu, voluntad poderosa. Posicién invertida Disputa, obstinacidn, discusién, orgullo, violencia. Rencor, malevolencia en las reacciones, orgullo y crueldad. Ansiedad, inconstancia. A la busca de aventuras peligrosas, imprudencia, dificul- tades escabrosas. Autoritarismo, voluntad de dominio y de direccién sin base firme. OCHO DE BASTOS La carta significa rapidez, La imagen muestra ocho tron- cos que se dirigen hacia la derecha de la lamina en la misma direccién, algunos un poco més avanzados que otros pero todos ofrecen la misma idea de direccién 0 meta. En la parte inferior de la carta aparece el terreno, hori- zontal mientras las lanzas adquieren un movimiento en dia- gonal, en relacién al terreno. Posicién normal Recursos, ingenio, rapidez en la inspiracién, agilidad, ra- pidez de improvisacién. Negocios, actividad, dinero, idas y venidas beneficiosas. 142 Observacién, enfoque directo y realista, metodo, percep- cién de las cosas, andlisis, realismo, practica y técnica. Rapidez mental. Intercambio de conocimientos. Posicién invertida Insensibilidad, sectarismo, ignorancia, fanatismo, intole- rancia. Egolatria, miras estrechas, fanfarronerfa, errores de jui- cio, egoismo. NUEVE DE BASTOS En la carta aparece un hombre que Ileve en sus manos un tronco, que se alza més arriba de su cabeza, Agarra el tronco con las dos manos y lo sujeta sin esfuerzo. A su espalda aparecen, clavados en tierra, otros ocho troncos tan altos como el que sostiene el personaje. Tras los troncos, que se alzan de manera vertical sobre el horizonte, aparece un paisaje de montafias. Posicién normal Ritmo, euforia, vitalidad, optimismo, simpatfa. Intuicién, buena memoria, clarividencia, percepcién, po- der mental, facilidad de aprendizaje. Destreza en actividades diversas, reflejos, disponibilidad. Capacidad de reaccién, resistencia ante los obstéculos. 143 Posicién invertida Disgustos, atrasos en el trabajo, obstéculos y alargamien- to de los trémites, suspensiones. Indisciplina, excitacién, desobediencia, rebeldia. Capricho, exageracién, indolencia, arbitrariedad. Despecho. Vehemencia. DIEZ DE BASTOS La carta que aparece significa disciplina. La lémina nos descubre la imagen de un hombre que aparece de espaldas, inclinado levemente mientras sostiene en sus brazos diez gran- des troncos que sobrepasan en altura su cabeza. A la vez parece avanzar con estos grandes troncos que parece que abraza. El personaje avanza una pierna sobre la otra y avanza con decisién y tranquilidad. Posici6n normal Disciplina. Opresién. Exigencia de rigurosidad con los demas, sancién, severi- dad consigo mismo, freno, ejecucién. Concrecién, realizacién, organizacién. Aplicacién en campos como el magisterio y la filosoffa, aficién a la cultura y erudicién. Competente y merecedor de responsabilidades. Posicién invertida Exigencias desmedidas. Severidad. Coacciones. Severidad consigo mismo. Censura. 144 Intrigas banales, celos, engafio, mojigaterfa, fiofierfa, amor propio. SOTA DE BASTOS Situado de perfil aparece un personaje en la l4mina que sostiene un tronco, mientras parece que se recrea en la con- templacién de alguna imagen. El personaje viste traje, medias, polainas, y una gran capa cubre sus vestiduras, También lleva un sombrero sobre la cabeza, tocado con un adorno. Sostiene la cabeza ligeramente levantada hacia arriba. Posicién normal Intuicién, sabe esperar la oportunidad que necesita, me- ticulosidad en el desarrollo de cualquier actividad, sentido practico en el bienhacer, voluntad, cardcter fuerte, actividad y orden. Autenticidad, sencillez en las relaciones, atrevimiento, cla- tidad, sabe decir que no cuando es preciso, franqueza que atrae a los demds, brillantez. Posicién invertida A la biisqueda de la estabilidad, sensacién de frustracién, pérdida, falta de identidad, falta de autenticidad, fracaso, po- breza de recursos para salir de una situacidn dificultosa. Desconfianza en uno mismo. Angustia. Celos. Crueldad, superficialidad, posesividad. 145 CABALLERO DE BASTOS Un caballero vestido con armadura sostiene en sus ma- nos un tronco. El personaje lleva el clasico casco con el pe- nacho, Se alza erguido sobre un caballo que levanta sus patas de- lanteras mientras se apoya firmemente sobre las de atras. Va enjaezado, e inclina su cabeza ante la firme presién de las manos del caballero que sujeta las riendas. Posicién normal Audaz, noble, espiritu impulsivo, optimista, fogoso y ge- neroso. Emprendedor, facilidad para resolver problemas sin di- ficultad, ingenio que nace de su impulsividad, ideas inge- niosas. Desinterés, idealismo, altruismo, amistad. Autodidacta, precursor, vanguardista, siempre marchar4 delante de los demas. Posicién invertida Inconsistencia en los proyectos, vehemencia de cardcter. Adulaciones, cobardfa, prejuicios, embustes. Dificultad para hacer frente a las circunstancias externas, influenciable en el cardcter. REINA DE BASTOS Majestuosa se levanta en el dibujo la imagen de una mu- jer que vuelve la cabeza en el 4ngulo en que levanta un cetro con la mano izquierda. 146 En la derecha se apoya en el suelo sobre un tronco. La mujer se alza en un pedestal que soporta un trono. El trono esté decorado con profusién y a ambos lados surgen las figu- ras de dos leones, que sirven de base y apoyo a los brazos. Posicién normal Energia, imaginacién poderosa, adaptacién al medio. Vitalidad, creatividad, ingenio, entusiasmo, idealismo, simpatia y sagacidad. Impaciencia cuando encuentra oposicién a sus proyectos, habilidad para convencer a los demas. Posicién invertida Buisqueda de relaciones y amistades que secunden sus in- tereses. Crueldad ingeniosa, susceptibilidad, mordacidad en sus pa- labras, irascibilidad. Depresién, histeria, pereza. Recursos a la mentira para quedar en buen lugar. Obstinacién, tiranfa, tendencia a ofender a los demés, des- precio. Facilidad para llegar a las depresiones y a las decepciones. REY DE BASTOS Un hombre se halla sentado de perfil en la imagen, pero su fisonomfa se dirige algo més all4 de la derecha de la ima- gen, como buscando el horizonte. El hombre sujeta en su mano un tronco, y se sienta sobre un trono adornado en su respaldo y guarnecido con un man- 148 to sobre el que se apoya la figura. El personaje va coronado y vestido con un manto y una capa que le cubre los hombros. Posicién normal EI que lleva a cabo la ley. Representacién de la autori- dad. El que manda. Personalidad activa y apasionada, impetuosa, impulsiva, voluntad de realizacién. Ardiente, entusiasta, hard participes a los demés de su fuerza y vehemencia, magnetismo, carisma, liderazgo. Posicién invertida Obstinado, desordenado, despotismo, ingobernable, em- pecinado, obcecado, planes imprecisos, autoritarismo, biis- queda de la aventura placentera. AS DE COPAS Esta carta presenta en su dibujo una mano en el centro de la l4mina, que sostiene una copa rebosante de un lfquido que se reparte en la tierra que lo recibe. La mano surge de una nube a la derecha del dibujo. Pero se relaciona con la tierra a través de la copa que sujeta, y del liquido que ésta vierte. Abocada a la copa hay una paloma, que parece venir de lo alto, y que porta un disco en su pico. 149 Posicién normal Armonia y belleza. Felicidad, juego, placer, deseo, goce, plenitud. Fertilidad, descendencia, matrimonio. Convite, recreo con los amigos, hogar, invitacién. Afecto que empieza, relacién incipiente. Posicién invertida Insatisfaccién, sentimientos inconsistentes, inestabilidad general. Pérdida de fe, indiferencia, esterilidad, sospechas infun- dadas. Desgaste afectivo y amoroso, cambio frecuente de actitu- des sentimentales, erosién paulatina de los sentimientos. DOS DE COPAS A cada lado de la lamina se sittian dos personajes, que portan cada uno una copa en sus manos. El de la izquierda va vestido hasta los pies con una tiinica, y el de la derecha viste traje corto. Avanza este personaje hacia el otro y alarga la mano como queriendo intercambiar la copa de su compafiero, que tam- bién tiene extendida la mano con su copa. Sobre los persona- jes hay la imagen de la cabeza de un ledn de la que surgen dos alas. Posicién normal Amistad. Simpatia, unién, amor, acercamiento, inclina- cién, atraccién, 150 Fidelidad, afinidad, confianza mutua, matrimonio. Delicia, dulzura, amabilidad, placer, alegria, bondad. Romance inesperado y agradable. Posicién invertida Separacién, indiferencia, desprecio de los demés, aleja- miento. Discordia, enfrentamiento, desunién, oposicién sistemé- tica, lugar a los equivocos. Actuaciones caprichosas, volubilidad, deslealtad. Infelicidad. TRES DE COPAS Tres mujeres parecen bailar en el centro de la imagen. Las tres levantan en alto una copa cada una, que se elevan por encima de sus cabezas, y parecen bailar a su alrededor. Llevan vestidos hasta los pies y los cabellos sueltos y abundantes. A sus pies, en la parte inferior de la lémina crecen unos frutos sobre el suelo. Posicién normal Confortabilidad, bienestar, placer. Estado de placidez tras una situacién tensa, placer. Curacién. Ayuda, adaptabilidad, hallazgo, generosidad con los otros. Fin de adversidades, éxito tras el esfuerzo, alegria, cele- bracién fiesta. Maternidad. 151 Posicién invertida Distraccién, debilidad, incapacidad para sacar a la luz un proyecto concreto, vagancia. Vagabundeo, pereza, distraccién, incapacidad de concen- trar la atencién. Abandono, inestabilidad, retraso, decadencia. Ingratitud, complejo de desproteccién y amor propio, in- fantilismo. Tendencia a exagerar. CUATRO DE COPAS La carta significa placer. Un joven aparece en la figura con los brazos cruzados, sentado en el suelo y cruzado de piernas. Se apoya en un 4rbol del que cuelgan sus ramas. Frente al joven hay dispuestas tres copas, y una cuarta copa se la ofrece una mano que surge de una nube del cielo, a su lado. Alrededor de la figura crece la yerba. Posicién normal Lujuria y apetitos desmedidos. Placer y saciedad. Busca las buenas amistades gratificantes, los amores sdlidos. Acercamiento y mantenimiento de las relaciones con fa- milia y parientes. Conformismo, Buena salud. Posicién invertida Cansancio de la repeticién de circunstancias, tedio, aburri- miento, pereza e indolencia. 152 Fatiga, actividad excesiva con resultados poco notorios, cansancio. Desilusién. CINCO DE COPAS Un personaje aparece en el centro de la ldmina, con la cabeza escondida entre los hombros, que se ven casi en su totalidad porque el personaje se sittia perfilado. Viste una capa oscura que le llega a los pies, y a su alre- dedor yacen tres copas en el suelo, mientras a su espalda atin se mantienen dos en alto, Al lado de las copas se ha derra- mado un liquido, que aparece en el suelo. Posicién normal Melancolfa, sentido de pérdida, desencanto y preocupa- cidn. Unisn incompleta, amor sin incentivos, crisis por un afec- to que ha tocado a su fin. Crimen 0 violacién. Decisién, combatividad, valor en la desilusién. Posicién invertida Ansiedad y temor por una posible pérdida. Molestia en el trato con familiares y parientes, y con ami- gos proximos. Pérdidas irreparables. Pérdidas materiales. Experiencia descorazonadora. 153 SEIS DE COPAS En la carta aparecen cuatro planos. En primer lugar se sittian cuatro copas, rebosantes del fruto de la vid. Tras las copas hay dos figuras vestidas para una fiesta, pues representan a un bufén y a una mujer, a quien el bufén entrega una copa colmada de flores. También los vestidos de la mujer son festivos y coloreados. A espaldas de estos per- sonajes se levanta un pedestal con otra copa rebosante, y finalmente, al fondo, aparecen varias casas. Posicién normal Ayuda para el éxito, satisfaccién, sensibilidad por el arte, creatividad y pasién por todo lo que represente la belleza. Satisfaccién sexual, plenitud en el deseo. Fertilidad. Evocacién de recuerdos agradables. Posicién invertida Celos injustificados. Pasién equivoca y destructora. Apasionamiento, desenfrenamiento, relaciones sexuales in- constantes, Intolerancia, desconsideracién a los demés, orgullo y al- tanerfa. Anemia. Trastornos genitales pasajeros. SIETE DE COPAS En la imagen aparece en primer lugar un personaje situa- do de espaldas. Est4 contemplando los regalos que le ofte- cen siete copas que tiene colocadas enfrente. 154 En primer lugar se sittian cuatro de las copas, una oftece joyas, otra sostiene un laurel, en la tercera unas formas con- torsionadas se escapan de su céliz y en la cuarta se levantan construcciones alegéricas. Detrds se hallan otras tres copas, que ofrecen un rostro de mujer, una serpiente y algo cu- bierto con un pafio brillante. Posicién normal Ambiciones desmesuradas. Deseos que se escapan a su con- secucién. Lujuria, sexualidad insatisfecha, sensualidad. Tlusiones y proyectos, fantasfas, imaginacién desmesura- da y desilusiones. Ideas fijas sin fundamento. Sentimiento de culpabilidad. Posicién invertida Fingimiento, adulacién interesada, negacién del afecto, si- mulacién, Engaifios, prostitucién, adulterio, seduccién. Embustes, mentira, hipocresia. Drogadiccién. Sadismo, sadomasoquismo, violencia. OCHO DE COPAS En primer término aparecen en la imagen ocho copas re- partidas de manera que las de abajo soportan a las de arriba. Detrds aparece un caminante que se apoya en un bastén mientras avanza por un terreno abrupto con la espalda en- corvada, La luna contempla sus pasos, y el personaje avanza en direccién contraria a la que se hallan situadas las copas. 155 Posicién normal Abandono del éxito, indiferencia por el éxito. Divorcio, amores prohibidos, amor acabado, casamiento sin conviccién, Abandono, pesimismo, repliegue, indolencia, hastio. Posicién invertida Intrigas para conseguir un provecho, indagaciones, sospe- chas, dudas y aclaraciones. Censuras, fastidio, reproche, malhumor. Prisién. Confinamiento. Aislamiento premeditado. Abandono de la comunicacién y la relacién, reclusién. Desprecio de los demés, misantropfa, introversién. NUEVE DE COPAS Un personaje que aparece en el centro de Ja l4mina son- tfe mientras reposa sus brazos uno sobre otto. Se halla sen- tado en un pequefio banco, y viste un traje hasta los pies que mantiene separados. Tras él se levanta una repisa que se abre en semicirculo, y que presenta nueve copas también dispuestas en semicirculo. Posicién normal Bienestar fisico, concordia con los demés y satisfaccién interior. Alegria, fiesta, placer, salud, éxito, celebracién, estabi- lidad. Amor al arte, amor por la misica. 156 Amistad beneficiosa, solucién a un problema o conflicto, buena suerte. Desinterés, espontaneidad, lealtad, filantropia, camara- derfa, franqueza. Posicién invertida Introspeccién, repliegue en si mismo, ensimismamiento. Vanidad, protagonismo, jactancia, presuncién. Inmodestia, narcisismo, voluptuosidad. Abuso de la hospitalidad. DIEZ DE COPAS El dibujo presenta dos planos, arriba y abajo. En el centro de la imagen, abajo, un hombre y una mujer se agarran de la cintura con uno de los brazos y levantan el otro mostrando un vasto terreno sobre el que se alza una casa. Un nifio y una nifia danzan al lado de los dos personajes agarrados de la mano. Arriba, en lo alto, aparecen diez copas enmarcadas en algo que les confiere un brillo especial. Posicién normal Buena reputacién, éxito, honores, fama. Nombramiento, premio, galardén, distincién. Vida saludable con los que le rodean, satisfacciones fami- liares, alegria de vivir, goce de lo cotidiano. Vacaciones, descanso, turismo, excursién, viaje de re- creo, diversién. 157 Posicién invertida Amor acabado, enfriamiento amoroso, saciedad, conclu- sién. Alcoholismo 0 drogadiccién. Ocaso, marchitamiento de felicidades pasadas, decaden- cia, olvido. Relaciones oscuras, inmersién en la delincuencia y en su ambiente, convivencia en chabolas 0 suburbios. SOTA DE COPAS Una figura aparece en el centro de la imagen observando una copa de la que surge un pez. El personaje Ileva un traje corto, vistoso, con amplias mangas que le Ilegan hasta el codo. Unas polainas cubren sus piernas hasta la rodilla. En la cabeza lleva un sombrero con un tocado que desciende hasta sus hombros. La figura apoya un brazo en su cintura y separa las dos piernas en actitud graciosa. Posicién normal Romance, capacidad de amar, exaltacién de los senti- mientos. Proyecciones que se emprenderén con ganas y facilidad. Superacién de las dificultades, optimismo y buena suerte. Ternura, fidelidad, sujecin a sus afectos, amabilidad, ro- manticismo, 158 Posicién invertida Indolencia. Egofsmo. Objetualizacién de sus energfas para conseguir lo que le interesa. Envidia. Codicia. Adulacién, abandono de la propia estima, servilismo. Desinterés, pereza, inconstancia y descuido de la higiene. CABALLERO DE COPAS Un caballo aparece de perfil en la imagen doblando su cerviz hacia tierra. Sobre el caballo y manejando con una mano las riendas aparece una figura que levanta en la otra mano una copa. El caballo alza una de sus patas en actitud de avance, mientras la figura se yergue majestuosamente en la ldmina. Posicién normal La belleza que rodea las cosas atraer4 mds que cualquier otra cosa, lo mds importante es la estética y se crearé un am- biente de sensibilidad, gusto y refinamiento. Sociabilidad, sensibilidad a las influencias externas, apro- vechamiento en beneficio propio, actividad sentimental, pa- siones intensas. Posicion invertida Agresividad, obstinacién, traicién. Facilidad para crear historias amorosas, mediocridad, de- vaneos sentimentales, jactancia ante los demés de los propios defectos, falta de seriedad. Extravagancia, excentricidad, complejo de incomprensién. 159 REINA DE COPAS En el centro de la imagen aparece la figura de una mujer que viste una ttinica liviana que le cifie el cuerpo. Sostiene en sus manos una copa de la que surgen dos brazos que se elevan en lo alto. Un trono ofrece su asiento a la grécil figura de la mujer. Contrastando con ella, se levanta un gran trono que sostiene a dos amorcillos en su ctispide. En los brazos del trono apa- rece otra figura de nifio desnudo. Posicién normal Tranquilidad, maternidad, espiritu maternal, califez, enso- flamiento, amabilidad, ternura, bondad. Humanitarismo, proteccién, personalidad muy treceptiva, altruismo. Amor conyugal y placeres del hogar. Capacidad de grandes sacrificios, comprensién, amor y afectuosidad. Posicién invertida Abuso de confianza, desinterés, desilusién, inestabilidad. Distorsién de lo que se percibe, mala recepcién, talta de entendimiento. Cambio de opiniones y amistades. Desamor y falta de proteccién. Maternidad autoritaria. 160 REY DE COPAS La figura de un anciano o persona ya entrada en afios se sienta sobre un trono de extraiio aspecto. El dibujo del respaldo del trono se abre hacia los lados y de sus lados surgen dos brazos donde reposan los del anciano. El personaje viste un traje holgado y largo, adelanta uno de sus pies sobre el pedestal y una capa rodea sus hombros y se descuelga por los brazos del trono. En una mano sostie- ne un cetro, y en la otra una copa. Posicién normal Abandona las cosas con rapidez asi como tiene una gran facilidad para interesarse por otras. Falta de constancia. Sensible a las influencias externas, se deja dominar por las pasiones y atracciones. Romanticismo, imaginacién, sensibilidad y apasionamien- to, rapidez en contestar a los estimulos externos. Amistades sinceras y apasionadas, aunque frecuentadas con irregularidad. Posicién invertida Vanidad, superficialidad, utilizacién de las amistades, des- lealtad e infidelidad. Volubilidad, caprichos, normas de conducta de gran va- riabilidad. 162 AS DE ESPADAS Una mano surge de la izquierda de la lamina desde una nube. La mano sostiene una espada, a la que rodea en su punta una corona, y en la corona se hallan insertas ramas, al parecer, de olivo. Unos efluvios se desprenden alrededor de la espada, y en la parte inferior de la lamina se extienden campos y montafias. Posicién normal Actividad ordenadora, conquista. Conocimiento, mente, método, razén, Iégica, pensamiento. Interpretacién, criterio, ideologfa, comunicacién, organi- zacion, evaluacién. Autoridad, actividad, actuacién politica. Discurso, facilidad para la oratoria, orden, conferencia, exposicién de ideas. Posicién invertida Descuido de consecuencias imprevistas. Azoramiento, vergiienza, incomodidad, temor de las oca- siones imprevistas, ansiedad. Embarazo, Injusticia, desorganizacién, amenaza, violencia. 163 DOS DE ESPADAS Una mujer permanece sentada en un banco de piedra si- tuado en un patio. A lo lejos se extiende la superficie del mar. La mujer cruza sus brazos, que sostienen dos espadas, asi que las espadas se cruzan también en la lamina, apuntando a un vértice del dibujo cada una de ellas. La mujer Ileva los ojos vendados, y en lo alto aparece la imagen de la luna. Posicién normal Descanso, Tranquilidad. Encuentro amistoso, fin de una rivalidad, derramamiento de ternura. Concordia, fuerza equilibrada, rebasamiento de proble- mas y obstdculos. Simpatia, concordia, distensién, alegria, optimismo, pa- cifismo. Posicién invertida Abuso de confianza, mentira, alejamiento, engafio, trai- cidn. Trampas, falsas amistades, infidelidad, disimulo. Inseguridad, autoengafio, cardcter débil, inconstancia. TRES DE ESPADAS La lémina del tres de espadas presenta un corazén atra- vesado por tres espadas, una de ellas recta y las otras dos cruzadas. En la parte superior de la imagen aparecen unas nubes, 164 y de las nubes surgen unos rayos que descienden hacia aba- jo, detras de la figura del corazén. Posicién normal Pena, ldgrimas, tristeza, pesar, dolor, infortunio. Conflictos y luchas. Persecucién de una meta a través de dificultades y cit- cunstancias penosas, accién y resistencia. Honestidad, integridad, recuperacién después de grandes infortunios. Posicién invertida Separacién. Alejamiento. Mala suerte. Melancolfa, posible muerte de cényuge, afioranza, sole- dad obligada. Querellas, enemistades, fanatismo, desorden afectivo, en- frentamiento con los amigos, disputas. Criticas despiadadas. Fallo, pérdida, error. CUATRO DE ESPADAS Una figura reposa en la parte inferior de la lémina, en posicién yacente y de perfil en el dibujo, sobre una ldépida de mérmol. Tiene juntas las manos. Al lado de la I4pida hay una espada, y otras tres espadas aparecen sobre la figura, pendien- do de la pared, a la derecha de la imagen. A la izquierda, en la parte superior, se divisa una vidriera que dibuja dos perso- najes, uno sentado y otro arrodillado frente a él. 165 Posicién normal Reposo, retiro para ordenar las ideas, abandono, convale- cencia de una enfermedad, retirada temporal. Descanso forzado. Exilio. Investigacién, reflexidn. Metodismo, pensamiento analitico, légica, perfeccionismo. Posicién invertida Rencor y mutismo. Malentendido que no buscaré la acla- raci6n. Ocultamiento, enemigo poderoso y dogmitico, crueldad, cobardia, indolencia mental, severidad. Errores de juicio. CINCO DE ESPADAS Un personaje que aparece en primer plano en la l4mina va recogiendo unas espadas que yacen tiradas en el suelo. Lle- va dos en la mano izquierda, con la derecha recoge otra y las dos restantes permanecen en el campo. La figura contempla a otro personaje que se aleja del campo, con el 4nimo inclinado y con los ropajes hechos jiro- nes. Més all4, otra figura abandona el campo apoyando la ca- beza en una mano, Posici6n normal Derrota, pérdida, afliccién, fracaso. Deshonor, trampa, infamia, degradacién. 166 Falsedad, ansia de destruccién, perfidia. Venganza, empleo de medios oscuros para su consecu- cién, magia negra, rebelién, Posicién invertida Luto por una persona querida, afliccién que no encuentra consuelo, duelo, desgracia. Confusién, nerviosismo, irritabilidad, desolacién. Mania persecutoria, suspicacias, paranoia. SEIS DE ESPADAS De espaldas a la imagen, un remero que se halla de pie en una barca intenta alejarla de la orilla para emprender su camino por un rfo. En el centro de la barca aparecen dos figuras. Una mujer envuelta en un manto, de espaldas, y de espaldas también un nifio. Delante de ellos, en la barca, se yerguen seis espadas. Los personajes no dejan ver ninguno sus rasgos. Posicién normal Autoridad, desequilibrio entre dos fuerzas opuestas. Camino, paseo, viaje, capacidad para emprender el ca- mino. No aparecen dificultades aparentes en el transcurrir de la vida. Buenas noticias, mensajes. Popularidad, sociabilidad, magnetismo, fama, celebridad, sentido del poder, magnanimidad. 167 Posicién invertida Dispersién de ideas que no logran ordenarse, distraccién. Divagaciones, falta de concentracién, imposibilidad de juicio, Excentricidad, extravagancia. Egoismo, alienacién, intolerancia, SIETE DE ESPADAS Un personaje se mueve en la lamina avanzando en sus pa- sos con sumo cuidado. Vuelve la cabeza como para asegurarse de que nadie se da cuenta de sus pasos. Mientras tanto, avan- za llevando en sus manos cinco espadas, dos en el brazo de- recho y tres en el izquierdo, Otras dos espadas permanecen clavadas en el suelo, de donde parece que han sido arranca- das las que traslada el personaje. Posicién normal Vacilacién, btisqueda del consejo que le propicie una solu- cién, incertidumbre, esfuerzo incontinuado. Esperanzas fracasadas, catdstrofe imprevista, planes ines- tables. Astucia y audacia imaginativas, utopias. Humanitarismo, generosidad y hospitalidad, ensofiacién e idealismo. Amor por la vida sin ataduras y al aire libre. Posicién invertida Angustia, histeria, alteracién del sistema nervioso, de- presién, nerviosismo. 168

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