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ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL DERECHO AMBIENTAL

Históricamente se han encontrado normas que regulan aspectos ambientales


que imponían castigos ejemplares a los infractores, a continuación se realiza una
síntesis con datos antiguos sobre el tema:

1. Código Hitita:

Contiene reglas de protección contra la contaminación de las aguas, imponiendo a


los infractores multas que consistían en entrega de valores en plata.

2. Código de Hammurabi, 1700 a.C.:

En este Código se da especial importancia a la protección de la naturaleza en


general.

3. Platón:

Con el fin de regular el agua y evitar la erosión de las laderas recomendaba la


necesidad de reforestar las colinas de Ática (Grecia).

4. Babilonia:

A través de un Derecho Forestal específico se protegen los árboles.

Parte de las tierras públicas se reservan para uso general.

5. China:

Se establecieron parque para la exhibición de animales y los bosques sirvieron de


protección y resguardo a los venerables ancianos y dignatarios.

6. Mahoma:

Se establecía en su doctrina “…a todo aquel que planta o siembra alguna cosa y
del fruto de sus árboles o siembras comieran los hombres, las aves y las fieras,
todo esto se le reputará como si efectivamente hubiese dado limosnas”

7. India:

Existen áreas naturales especialmente reservadas para la protección de aves y


otros animales”

8. Ley XII Tablas, 490 a.C.:


Existe una disposición en la cual se prohibía sepultar o cremar a los muertos en la
ciudad; en otra disposición se señalaba que los cuerpos de los muertos no podían
incinerarse, ni se podía instalar crematorio en un radio de sesenta pies del
sitio poblado, y además se requería del previo permiso del propietario del terreno.

9. Pueblo Mudéjar:

Se destaca por el respeto a la naturaleza y por las leyes que la rigen, se puede ver
en los tratados de legislación musulmana, puesto que se afanan por hacer buenos
cultivos, perfeccionar las técnicas, depurar las prácticas de riego, construir
acueductos y fuentes y por diseñar jardines y huertos.

10. Griegos y Romanos:

Justiniano abogó por el principio de que las orillas del mar pertenecían al pueblo.

La res communes omnium son las cosas que por derecho natural pertenecen a
todos los hombres: aire, agua, mar, y según la norma justinianea, las riberas del
mar.

En la época posclásica se prohíbe que las construcciones propias oscurezcan la


casa del vecino: “quod usque adeo temperadum est, ut non in totum Aedes
obscurentur, sed modificum lumen, quod habitantibus sufficit, habeant” D7, 1, 30.
También se prohíbe que las construcciones quiten el aire al vecino, cuando a éste
le es necesario para la limpieza del grano en las faenas agrícolas.

11. Digesto VI:

Existe la posibilidad que sea el primer cuerpo de normas en donde se menciona el


término “contaminación” en el sentido que se le conoce en la actualidad.

“Fit iniura contra bonos mores…si quis…aguas spurcaverit, fistulas, lacus quidve
aliud ad iniuriam publicam contaminaverit: in quos graviter animadverti solet”
“Ofende las buenas costumbres quien echara estiércol a alguien, o le manchara
con cieno o lodo, o ensuciara las aguas y contaminara las cañerìas y depósitos u
otra cosa en perjuicio público”.

En el Digesto, Ulpiano: “Aristo Cerellio Vital respondit, non putare se extaberna


casearia fumum in superiora aedificia iure inmitti posse...” “respondió Aristón a
Cerelio Vital que él no creía que hubiese derecho a echar humo de una fábrica de
quesos a los edificios superiores, a no ser que existiera tal servidumbre. Tampoco
es lícito echar agua, ni otra cualquier cosa, de un fundo superior a los inferiores,
porque solamente le es lícito a uno hacer alguna cosa en su propiedad en tanto no
se entrometa en lo ajeno y la del humo, como la del agua, es una intromisión y por
consiguiente, que puede demandar el dueño del fundo superior al del inferior,
alegando que éste no tiene derecho para hacer tal cosa (D.8.5.8.5)”.
12. Fuero Juzgo VII:

Destacan diecisiete normas referidas a los bosques; se establecieron penas


combinadas tales como cincuenta a ciento cincuenta azotes, reparación del daño
causado a los montes, pago del valor de aquello que quemó o pena de muerte.

13. Fuero de Sepúlveda, 1076:

Se reguló sobre las basuras, bestias sarnosas y la corta de árboles.

14. Fuero Cuenca, 1189:

Se disponía que la persona que ensuciaba la calle, debía pagar el importe que
correspondía a cinco sueldos y además limpiar la calle; también se hace
referencia a la sistemática limpieza de las fuentes.

15. Fuero de Madrid, 1202:

Se señalaba los lugares en donde debían arrojarse las basuras (estiércol),


prohibía lavar trapos en las alcantarillas y se establecía que los perros debían
llevar bozal.

16. Fuero Soria:

Se recogen costumbres agrícolas ancestrales.

El capítulo XXVI hace referencia al riego y las aguas.

Se especificaba que si el agua de los molinos fuese necesaria para los campos,
se debía entregar tres días a la semana desde el primer día de mayo hasta el
quince de agosto y el resto del tiempo dos días a la semana.

Mandaba, además, que las huertas se debían regar primero y luego los molinos,
cáñamos, prados y los restantes frutos.

17. Partidas de Alfonso X, XIII:

En la partida 3ª, Título XXVIII, Ley III, se eleva a la categoría de valores


universales y patrimonio común de la humanidad a las aguas de lluvia, el aire, el
mar y su ribera.

“Quales son las cosas que comunalmente pertnecen a todas las criaturas – Las
cosas que comunalmente pertenecen a todas las criaturas que biuen en este
mundo, son estas: ayre, e las aguas de la lluvia, e el mar, e su ibera. Ca cualquier
criatura que biua, puede usar de cada una destas cosas, segúnquel fuere
menester. E porende todo ome se puede aprovechar de la mar, e de su ribera,
pescando, o navegando, e faziendo y todas las cosas que entendie4re que a su
pro son”

18. Fuero Real XIII:

Establece severas penas para quienes quemaren mieses, cereales u otras cosas.

Contiene una disposición cuya inobservancia conlleva resultados extremadamente


graves para penalizar al infractor.

El Título V, Ley XI, acerca de las penas para quien quemare cereales u otras
cosas: “Todo home que à sabiendas quemàre mieses agenas ò pan en eras, ò
casas, ò monte, quemen à él por ello, è peche todo el daño que ende viniere……”

19. Ordenanzas de Loja, 1503:

Se realiza una especial regulación y atención al agua.

20. Nueva Recopilación, 1548:

Establecía una serie de normas sobre la protección de las masas forestales, evita
el menor daño posible y reduce cualquier tipo de perjuicio en montes y pinares.

21. Ordenanzas de Granada, 1552:

Establecían importantes disposiciones relativas al cuidado de la ciudad, limpieza


de las aguas y daños potenciales al medio.

22. Ordenanzas de Murcia, 1695:

Prohibía cortar pinos, ramas y acebuches. Establecía que no era posible arrojar
inmundicias a los ríos.

23. Fuero Viejo de Castilla, 1771:


Se establecían principios sobre la reforestación obligatoria y responsabilidades por
daño.

Se suele pensar que el derecho ambiental es de creación reciente. Es esta


una evaluación apresurada. La conciencia ambiental en la relación entre los
estados comenzó a gestarse a fines del 1800. La idea de conservar algunos
recursos naturales de valor internacional nace junto con el surgimiento de la
ecología como ciencia.
LOS SOMBREROS VICTORIANOS Y EL NACIMIENTO DEL DERECHO
AMBIENTAL INTERNACIONAL
Aunque parezca mentira uno de los primeros acuerdos de contenido ambiental
tiene que ver con los sombreros adornados con múltiples plumas que impuso la
reina Victoria. Es que las cosas de la naturaleza están entrelazadas. También, las
modas y costumbres de todas las épocas. El novísimo principio de la
interdependencia ambiental parece que era conocido en otros tiempos. En
especial por los agricultores y la gente de campo.

Como ejemplo de ello, rastreando los Orígenes del derecho ambiental, se ha


encontrado la demanda formulada, en 1868, al Ministerio de Relaciones Exteriores
del Imperio Austro-Húngaro por un grupo de agricultores preocupados por la
depredación de las aves insectívoras llevada a cabo por la industria del plumaje,
muy desarrollada a raíz de la moda victoriana que imponía plumas por doquier.
Solicitaban al Emperador Francisco José la suscripción de un tratado internacional
para proteger a las aves beneficiosas de la agricultura. Pocos años después, en
1872, el Consejo Federal Suizo planteó la creación de una comisión internacional
para la redacción de un acuerdo de protección de aves. Todas estas inquietudes
tuvieron favorable acogida en 1884 cuando se reúne la comunidad ornitológica
internacional en un congreso que se convoca en Viena. Con estos antecedentes
se prepararon las bases para que en 1902 se pudiera firmar en París, uno de los
primeros instrumentos internacionales referido a la conservación: el Acuerdo
Internacional para la Protección de las Aves Útiles para la Agricultura que
establece normas de conservación de fauna, prohibición de captura de
determinadas especies, y obligaciones tendientes al cuidado de nidos y huevos.
Los móviles que llevaron a la firma de este convenio fueron económicos. Pero,
qué nacimiento especial! Entre participación ciudadana, sombreros, plumas y
damiselas para proteger recursos naturales renovables que ya estaban en peligro
de extinción.
En años posteriores, se firman los primeros instrumentos bilaterales y
regionales. Los temas iniciales estaban relacionados con la salud humana, la
utilización de sustancias contaminantes en las guerras; las condiciones
ambientales de los trabajadores; la navegación y explotación de algunos ríos, y la
creación de parques y áreas de reserva de flora y fauna. El desarrollo de esta
materia en lo que va del siglo ha impulsado la firma de más de 4000 acuerdos
bilaterales y numerosos y variados acuerdos y tratados de alcance universal. El
análisis de estos documentos nos muestra un proceso caracterizado por
permanentes cambios y evoluciones en la concepción de la relación sociedad-
naturaleza.
Tal ha sido la transformación del derecho internacional en esta materia que hoy
resulta imposible enumerar y explicar el contenido y trascendencia de los
acuerdos y convenciones que integran el derecho ambiental internacional actual.
Con el doble objeto de explicar la construcción de este derecho y de esbozar un
panorama de los instrumentos multilaterales más importantes, desde una óptica
estrictamente didáctica, se dividirán en varios períodos, para incluir en cada uno
de ellos los documentos más representativos de cada época.
1. PRIMERA ETAPA: DESDE LOS PRIMEROS INSTRUMENTOS
INTERNACIONALES HASTA EL FIN DE LA SEGUNDA GUERRA.
La idea base de los primeros acuerdos fue la conservación. Las
preocupaciones primordiales eran de índole económica. La ecología vino después.
En esta etapa se suscribieron acuerdos y tratados regionales referidos a
problemas concretos. Se los puede agrupar de la siguiente manera:

a. Acuerdos que crean sistemas regionales para preservar fauna y flora en su


estado natural. Promueven la creación de áreas naturales.
1) Convención Africana para la Preservación de Animales, Aves y Peces
de la Vida Silvestre. Firmada en Londres el 19 de mayo de 1900 y ratificada por
Alemania, España, Francia, Italia, Portugal y el Reino Unido.
Objetivos: preservación de la oferta comercial de trofeos de caza, marfil y pieles
para el mercado internacional. Aparece la noción de protección de especies en
función de su rareza. Contempla la posibilidad de crear reservas naturales de
protección de fauna. Incluye el concepto de especie dañina. Insta a que las partes
pongan en marcha programas de destrucción de huevos de cocodrilo y víboras
venenosas.
2) Acuerdo para la Protección de las Aves Útiles para la Agricultura.
Firmado en París el 19 de marzo de 1902 por Austria, Bélgica, Checoslovaquia,
Francia, Alemania, Hungría, Holanda, Suiza, España, Polonia y Portugal.

Objetivos: Prohibición de caza o captura de aves útiles para la agricultura


enumeradas en un anexo. Crea obligaciones respecto del cuidado de nidos y
huevos y restricciones al comercio de aves y sus productos.

3) Convención sobre la Conservación de la Fauna y la Flora en su Estado


Natural. Firmada en Londres en 1933 por Bélgica, Egipto, India, Italia, Reino
Unido, Sudan y Portugal entre otros.
Objetivos: Desarrollo de las áreas protegidas como método eficiente de
protección de la fauna silvestre. Enumera en un anexo las especies especialmente
protegidas. Actualmente en vigor, aunque no tiene aplicación práctica porque fue
rubricado por estados europeos que poseían colonias en territorio africano.
4) Convención para la Preservación de la Flora, de la Fauna y de las
Bellezas Escénicas Naturales de los Países de América. Firmada en Washington
el 12 de octubre de 1940 por la mayoría de los estados americanos.

Objetivos: Proteger y conservar en su medio natural, ejemplares de todas las


especies y géneros de su flora y su fauna indígena. Y, proteger y conservar los
paisajes de incomparable belleza, las formaciones geológicas extraordinarias y los
objetos naturales de interés estético y valor histórico. En esta etapa y sobre este
tema se firmaron varios acuerdos bilaterales. Se destacan los siguientes.
a) Tratado sobre especies migratorias firmado entre Estados Unidos y el
Reino Unido, en representación de Canadá, el 16 de agosto de 1916
b) Tratado para proteger aves migratorias de interés para el caza, firmado
entre Dinamarca y Suecia el 9 de octubre de 1931.
c) Tratado referido a especies migratorias firmado entre Estados Unidos y
México el 7 de febrero de 1936.

b. Tratados destinados a proteger determinadas especies.


En este período sólo he encontrado el referido a la protección de la ballena.
Sus datos son los siguientes:

1) Primer Tratado Ballenero Internacional. Firmado en Ginebra el 24 de


septiembre de 1931. Entró en vigor el 16 de enero de 1935.
Objetivo: Protección de la ballena de barba. Este tratado fue reemplazado
posteriormente por acuerdos más completos hasta la suscripción de la
Convención Internacional para la Regulación de la Caza de las Ballenas del año
1946.

c. Acuerdos que regulan cuencas hídricas:

1) Convención para Regular la Navegación del Río Rin. Firmada en


Mannheim en el año 1868 por el Reino Unido, Suiza, Holanda, Alemania, Francia
y Bélgica.

Objetivo: Regular la navegación del Río Rin. Ha sido modificada en el año 1963
y 1969. Consta de varios protocolos adicionales.
2) Tratado para la Reglamentación de la Pesca de Salmónidos en la Cuenca
del Rin. Firmado en Berlín en el año 1885 por Alemania, Luxemburgo, Holanda y
Suiza.

d. Acuerdos que regulan el empleo de sustancias contaminantes en tiempo de


guerra.

1) Protocolo para la prohibición del empleo en la guerra de gases asfixiantes,


tóxicos o similares y armas bacteriológicas. Firmado en Ginebra el 17 de junio del
año 1925.
En relación con este tema ver la convención sobre la prohibición de utilizar
técnicas que modifiquen el ambiente con fines militares y otros fines hostiles.
Firmada en la sede de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1976.

e. Acuerdos que regulan las condiciones ambientales en los lugares de


trabajo.
1) Convenio relativo al empleo de la cerusa en la pintura. Adoptado en Ginebra,
en el marco de la OIT, en el año 1921.

f. Acuerdos de alcance universal referidos a la lucha contra las epizootias.

1) Convenios para crear una oficina internacional de epizootias firmada en París el


25 de enero de 1924.
2) Convención internacional para la lucha contra las enfermedades contagiosas de
los animales firmada en Ginebra el 20 de febrero de 1935 por Yugoslavia, la
U.R.S.S., Turquía, Rumania, Polonia, Bélgica, Bulgaria e Irak entre otros.

2. SEGUNDA ETAPA: DESDE 1945 HASTA LA CONFERENCIA DE LAS


NACIONES UNIDAS SOBRE EL MEDIO HUMANO (Estocolmo 1972)
Esta etapa se inicia con la constitución de las grandes organizaciones
internacionales de carácter universal y la creación de sistemas regionales y sub-
regionales de rango internacional y concluye dos hechos que constituyen hitos
muy importantes para la evolución de esta materia: a) la firma de la primera
convención global moderna para la conservación integral de la naturaleza (la
Convención Ramsar), y b) la reunión de Estocolmo.
Los instrumentos internacionales que se gestan en esta época, en un
comienzo, están destinados a proteger determinados recursos naturales o ciertas
regiones del planeta afectadas por situaciones ambientales críticas.
Posteriormente, al afianzarse la doctrina y el pensamiento ambiental, se observa
que las acciones internacionales tratan de armonizar economía con protección de
especies o ecosistemas.

Los acuerdos se orientan a las soluciones globalizadoras. Ellos son el principal


instrumento de las políticas ambientales internacionales orientadas a los grandes
acuerdos universales donde se plasman principios vinculados con el
ecodesarrollo, la economía sustentable y la solidaridad ambiental entre los países.
En este período los documentos internacionales pueden ordenarse de la
siguiente manera:

a. Convenios internacionales constitutivos de organismos internacionales


universales, regionales y subregionales. A título informativo se mencionaran
los más importantes:

1) Organización para la Aviación Civil Internacional (OACI).


En 1944 se firma, en Chicago, la convención que crea la OACI, organización
que incide indirectamente en temas ambientales.

2) Carta de las Naciones Unidas. Firmadas en la ciudad de San Francisco


(Estados Unidos de América), el 26 de junio de 1945.

3) Acta constitutiva de la FAO.


En 1945, se firma en Quebec el acta constitutiva de la Organización de las
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación

4) Constitución de la Organización de las Naciones Unidas para la


educación, la ciencia y la cultura (UNESCO).

Firmada en Londres el 16 de noviembre de 1945. Indirectamente vinculada con


la temática ambiental.
5) Organizaciones internacionales regionales.
Luego de la segunda guerra mundial los estados desarrollaron políticas de
integración regional. En respuesta a esta tendencia de cooperación se crean los
siguientes sistemas regionales: la Organización de los Estados Americanos, la
Organización de los Estados Centroamericanos, la Liga de los Estados Árabes y la
Comunidad Económica Europea. Estas organizaciones incidirán, a partir de la
década de los setenta, en la adopción de medidas y acciones destinadas a la
protección integral del ambiente de sus países.

La Organización de los Estados Americanos surge en la novena Conferencia


Internacional Americana reunida en Bogotá el 30 de abril de 1948. La Carta de la
Organización de los Estados Americanos fue enmendada por el Protocolo de
Buenos Aires de 1967 y el Protocolo de Cartagena de Indias (Colombia) del 5 de
diciembre de 1985.
Esta organización, indirectamente vinculada con la temática, ha favorecido la
creación de mecanismos de protección ambiental para su región.

b. Tratados y otros acuerdos internacionales destinados a proteger o regular


la explotación recursos naturales y ecosistemas vitales ubicados en
determinadas regiones del planeta.

En este período comienzan a protegerse regiones afectadas por la explotación


de alguno de sus recursos naturales. Con este objetivo se firman acuerdos que
crean sistemas para ordenar la pesca en el océano Pacífico; en el Atlántico; en el
Mar del Norte, y en el Mediterráneo. Se organizan Comités Internacionales para
regular cuencas hídricas. Por ejemplo el del río Danubio. Su navegación fue
reglamentada por una convención firmada en Belgrado en 1948. Y, se instaura el
sistema que permitirá definir la situación del continente Antártico.

Son de interés para América Latina en general los siguientes instrumentos


internacionales:
1) El Tratado antártico. Firmado en Washington, D.C. el 1ro. de diciembre
de 1959.
Suscrito por los gobiernos de Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Francia,
Nueva Zelandia, Noruega, la Unión del África del Sur, la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas, el Reino Unido de Gran Bretaña y los Estados Unidos de
América.
Desde su firma, el sistema del Tratado Antártico, fue evolucionando en cuanto
al número de países que lo integran y al alcance de sus objetivos.
Entre los objetivos iniciales del tratado figuran las medidas relacionadas "con el
uso de la Antártida para fines exclusivamente pacíficos" y "la protección y
conservación de los recursos vivos".
2) Respecto de los recursos minerales de la región en la Cuarta Reunión de
las Partes se adoptó la "Convención para la Reglamentación de las Actividades
sobre Recursos Minerales Antártico", que se anexaría a la convención. Se abrió a
la firma en Wellington el 25 de noviembre de 1988, pero no entró en vigor al no
alcanzar el número de estados ratificantes (negativa Francesa y Australiana). Se
menciona, a título ilustrativo, por los principios que había creado en materia de
responsabilidad.
3) Con referencia a la temática ambiental propiamente dicha, el 3 de octubre
de 1991, se firmó en Madrid el Protocolo sobre Protección del Medio Ambiente.
El tratado que crea la Comisión permanente para la explotación y la
conservación de los recursos marinos del Pacífico Sur. Firmado en Santiago de
Chile en el año 1952. Esta convención fue modificada en 1954 y se firmó un
protocolo accesorio en 1955.
4) El Convenio internacional para la conservación de los recursos vivos del
Atlántico Sub-oriental. Tiene entre sus objetivos formular recomendaciones
reglamentando el tamaño de las redes de pesca; las artes y aparejos de pesca; la
talla de los pescados que toda embarcación puede tener a bordo, y el
establecimiento de zonas abiertas y cerradas de explotación
5) El Tratado de la Cuenca del Plata. Firmado en Brasilia el 23 de abril de
1969 entre los gobiernos de Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay
Por el presente tratado se institucionaliza el sistema de la Cuenca del Plata
que tiene por principal objetivo proveer el desarrollo armónico y la integración
física de la cuenca (ver respecto a los objetivos de contenido ambiental el art. 1er.
tratado).

c. Tratados y otros acuerdos internacionales universales y regionales


destinados a proteger determinadas especies.
1) Convención para la Reglamentación de la Caza de la ballena. Firmada en
Washington, D.C., el 2 de diciembre de 1946 por Argentina, Australia, Brasil,
Canadá, Chile, Colombia, Dinamarca, Francia, Islandia, India, Japón, Corea,
México entre otros estados.

2) Convención para la conservación de focas antárticas.

Esta convención fue firmada en Londres por los Estados que participaron en
la Conferencia sobre Conservación de Focas Antárticas celebrada entre el 3 y el
11 de febrero de 1972
La convención se aplica al mar ubicado al sur de los 60 de latitud sur respecto
de las especies siguiente: elefante marino Mironga leonina, leopardo marino
Hydrurga leptonyx, foca de Weddell, foca de Ross y lobo de dos pelos
Aretocephalus.
Cuenta con la colaboración del Comité Científico para la Investigación
Antártica del Consejo Internacional de Uniones Científicas (SCAR).

3) Convenio para la Conservación de la Vicuña. (Acuerdo regional).


El mismo fue signado en La Paz el 16 de agosto de 1969 por los siguientes
países: Argentina, Chile, Bolivia, Perú y Ecuador.

d. Acuerdos y convenios que promueven la constitución de áreas protegidas.


Como una evolución de la etapa anterior en este período se firman
convenciones regionales y universales referidas a la organización dentro de los
países de sistemas de áreas protegidas y parques naturales. Por su importancia
mencionaremos las siguientes:

1) Convención Africana para la conservación de la Naturaleza y sus Recursos


Naturales. (Se la conoce como Convención Africana).
Se firmó en Argel el 15 de septiembre de 1968, en reemplazo de la
Convención de Londres de 1933 mencionada anteriormente. Fue suscrita en el
marco de la Organización de Unidad Africana.
Entre sus objetivos se destacan: la conservación de especies, la creación
de áreas protegidas y la conservación, uso y desarrollo del suelo, el agua, la flora
y la fauna. Define tres categorías de áreas protegidas -parques naturales, reservas
intangibles y reservas especiales-, introduce el concepto de manejo óptimo
sostenido para los recursos faunísticos.

En esta convención ya están presentes principios que abarcan la realidad


ambiental, enfoques y criterios vinculados al desarrollo sostenido que luego
caracterizarán al derecho ambiental internacional.

2) Convención relativa a los humedales de importancia internacional


especialmente como hábitat de aves acuáticas. (Convención Ramsar).
Firmada en Ramsar, Irán, el 2 de febrero de 1971 crea un sistema
internacional de cooperación en materia de áreas naturales que funcionen como
hábitat de aves acuáticas.

e. La protección del mar.


Sobre esta materia se firmaron varios acuerdos y tratados tendientes a regular
la pesca, prevenir y combatir contaminaciones, pactar la explotación de los
recursos del mar, y determinar la plataforma continental.
Dentro de los más importantes se encuentran:

1) Convención de Londres para prevenir la contaminación del mar por


hidrocarburos.

Firmada en el año 1954. Enmendada en los años 1962, 1969, y 1971.


2) Convención referida a la regulación de la pesca y la conservación de los
recursos biológicos de alta mar. Firmada en Ginebra en 1958.

3) Convención sobre la responsabilidad civil por los daños causados por la


contaminación por hidrocarburos.

Firmada en Bruselas en el año 1969. La acompaña un Protocolo del año 1976.


4) Convención sobre la intervención en alta mar en caso de accidentes que
entrañen una contaminación por hidrocarburos.
Firmado en Bruselas 1969. En el año 1973 se firmó un protocolo que amplía los
alcances de la convención a los casos de accidentes que ocasionen
contaminaciones por otras sustancias.

f. Las sustancias radioactivas.


En esta etapa también se suscriben acuerdos referidos al manejo de la
energía nuclear, la protección de los trabajadores contra las radiaciones
ionizantes, la responsabilidad civil en materia de accidentes nucleares y la
prohibición de utilizar armas nucleares en determinadas regiones.
Por su importancia es necesario mencionar específicamente los siguientes
documentos:

1) Tratado de prohibición de pruebas con armas nucleares en la atmósfera,


en el espacio ultraterrestre y bajo el agua.
Firmado por los Estados Unidos de América, el Reino Unido de la Gran
Bretaña y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas como "Partes Ordinarias"
en Moscú el 5 de agosto de 1963. Entró en vigor el 10 de octubre del mismo año
2) Tratado para la proscripción de las armas nucleares en la América
Latina. (Se lo conoce como tratado de Tlatelolco). Fue firmado en Tlatelolco,
México, el 14 de febrero de 1967. Entró en vigor el 22 de abril de 1968.
En esta etapa, también, se crea el Organismo Internacional de Energía
Atómica (OIEA) que tiene sede en Viena. El tema de la política internacional
referida a la energía atómica merece, por su importancia, un capítulo aparte. Aquí
me he limitado a mencionar algunos acuerdos.

g. Regulación de las actividades en el espacio ultraterrestre:

En respuesta a los adelantos científicos y técnicos que permitieron a la


humanidad o a parte de ella explorar el espacio ultraterrestre se firmaron varios
acuerdos para regular esta nueva actividad de los estados. En especial, en temas
referidos a la responsabilidad por daños a terceros en la superficie. Ellos son:
1) Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los estados
en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros
cuerpos celestes. Firmado el 27 de enero de 1967, en Londres, Moscú y
Washington
2) Acuerdo sobre el salvamento y la devolución de astronautas y la restitución
de objetos lanzados al espacio ultraterrestre.
Hecho en tres ejemplares, en las ciudades de Londres, Moscú y
Washington el 22 de abril de 1968.

3) Convenio sobre la responsabilidad por daños causados por objetos


espaciales.
Firmado el 29 de marzo de 1972, en Washington y Moscú, y el 5 de abril,
del mismo año, en Londres.
h. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano,
ESTOCOLCOMO 1972.

LOS ANTECEDENTES: Hacia fines de la década de los 60 la interdisciplina


ambiental se afianzó en el pensamiento universal. Las amas de casa, los líderes
religiosos y los políticos comenzaron a entender que era necesario concebir un
cambio en las relaciones con los elementos de la Tierra. Se comenzó a entender
que se podía armonizar conservación con desarrollo. A su vez algunas catástrofes
ambientales de carácter universal fueron alertando sobre la necesidad de crear
sistemas internacionales que permitieran generar soluciones para cuestiones que
excedían los límites de los Estados.
Los antecedentes inmediatos de la Conferencia sobre el Medio Humano se
encuentran en dos reuniones científico-políticas celebradas en 1968: la de la
Biosfera convocada en París y la de Aspectos Ecológicos para el Desarrollo
Internacional reunida en Washington. Al año siguiente la Asamblea General de las
Naciones Unidas convocó a la Conferencia sobre el Medio Humano que debía
realizarse en Estocolmo en junio de 1972.

En 1970 comenzaron los preparativos. Se nombra a Maurice Strong Secretario


General. Y se elaboran una serie de documentos previos. Entre ellos el Informe
Founex. Preparado en Suiza entre el 4 y el 12 de junio de 1971 y las conclusiones
del Seminario de México.
Se celebraron dos sesiones preparatorias: la primera, en Nueva York del 10 al
20 de marzo de 1971 y la segunda en Ginebra del 8 al 19 de febrero de 1971.

LA CONFERENCIA: Estocolmo, 5 al 16 de junio de 1972


La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano.
Establece la necesidad de un criterio y principios comunes que ofrezcan a los
pueblos del mundo inspiración y guía para preservar y mejorar el medio ambiente
humano.
Proclama que:
1) El hombre es a la vez obra y artífice del medio que lo rodea, el cual le da el
sustento material y le brinda la oportunidad de desarrollarse intelectual, moral,
social y espiritualmente.

En la larga y tortuosa evolución de la raza humana en este planeta se ha


llegado a una etapa en que, gracias a la rápida aceleración de la ciencia y la
tecnología, el hombre ha adquirido el poder de transformar, de innumerables
maneras y en una escala sin precedentes, cuanto lo rodea.
Los dos aspectos del medio ambiente humano, el natural y el artificial, son
esenciales para el bienestar del hombre y para el goce de los derechos humanos
fundamentales, incluso el derecho a la vida misma.
2) La Protección y mejoramiento del medio ambiente humano es una cuestión
fundamental que afecta al bienestar de los pueblos y al desarrollo económico del
mundo entero, un deseo urgente de los pueblos de todo el mundo y un deber de
todos los gobiernos.
3) El hombre debe hacer constante recapitulación de su experiencia y continuar
descubriendo, inventando, creando y progresando.
Hoy en día, la capacidad del hombre de transformar lo que lo rodea, utilizada
con discernimiento, puede llevar a todos los pueblos los beneficios del desarrollo y
ofrecerles la oportunidad de ennoblecer su existencia.

Aplicado erróneamente o imprudentemente, el mismo poder puede causar


daños incalculables al ser humano y a su medio.
A nuestro alrededor vemos multiplicarse las pruebas del daño causado por el
hombre en muchas regiones de la Tierra: niveles peligrosos de contaminación del
agua, el aire, la tierra y los seres vivos; grandes trastornos del equilibrio ecológico
de la biosfera; destrucción y agotamiento de recursos insustituibles y graves
deficiencias, nocivas para la salud física, mental y social del hombre, en el medio
por él creado, especialmente en aquel en que vive y trabaja.
4) En los países en desarrollo, la mayoría de los problemas ambientales están
motivados por el subdesarrollo.

Millones de personas siguen viviendo muy por debajo de los niveles mínimos
necesarios para una existencia humana decorosa, privadas de alimentación y
vestido, de vivienda y educación, de sanidad e higiene adecuadas.

Por ello, los países en desarrollo deben dirigir sus esfuerzos hacia el desarrollo,
teniendo presente sus prioridades y la necesidad de salvaguardar y mejorar el
medio.

Con el mismo fin, los países industrializados deben esforzarse por reducir la
distancia que los separa de los países en desarrollo.
En los países industrializados, los problemas ambientales están generalmente
relacionados con la industrialización y el desarrollo tecnológico.
5) El crecimiento natural de la población plantea continuamente problemas
relativos a la preservación del medio, y se deben adoptar normas y medidas
apropiadas, según proceda, para hacer frente a esos problemas.

De todas las cosas del mundo, los seres humanos son lo más valioso. Ellos
son quienes promueven el progreso social, crean riqueza social, desarrollan la
ciencia y la tecnología y, con su duro trabajo, transforman continuamente el medio
ambiente humano.

Con el progreso social y los adelantos de la producción, la ciencia y la


tecnología, la capacidad del hombre para mejorar el medio se acrecienta cada día
que pasa.
6) Hemos llegado a un momento de la historia en que debemos orientar nuestros
actos en todo el mundo atendiendo con mayor solicitud a las consecuencias que
puedan tener para el medio.
Por ignorancia o indiferencia, podemos causar daños inmensos e irreparables
al medio terráqueo del que dependen nuestra vida y nuestro bienestar.
Por el contrario, con un conocimiento más profundo y una acción más
prudente, podemos conseguir para nosotros y para nuestra posteridad unas
condiciones de vida mejores en un medio más en consonancia con las
necesidades y aspiraciones de vida del hombre.

Las perspectivas de elevar la calidad del medio, de crear una vida satisfactoria
son grandes. Lo que se necesita es entusiasmo, pero, a la vez, serenidad de
ánimo trabajo afanoso, pero sistemático.

Para llega a la plenitud de su libertad dentro de la naturaleza, el hombre debe


aplicar sus conocimientos a forjar, en armonía con ellas un medio mejor.

La defensa y el mejoramiento del medio ambiente humano para las


generaciones presentes y futuras se han convertido en meta imperiosa de la
humanidad, y ha de perseguirse al mismo tiempo que las metas fundamentales ya
establecidas de la paz y el desarrollo económico y social en todo el mundo, y de
conformidad con ellas.
7) Para llegar a esa meta será menester que ciudadanos y comunidades,
empresas e instituciones, en todos los planos, acepten las responsabilidades que
les incumben y que todos ellos participen equitativamente en la labor común.

Hombres de toda condición u organizaciones de diferente índole plasmarán,


con la aportación de sus propios valores o la suma de sus actividades, el medio
ambiente del futuro.
Corresponderá a las administraciones locales y nacionales, dentro de sus
respectivas jurisdicciones, la mayor parte de gran escala sobre el medio.

También se requiere la cooperación internacional con objeto de llegar a


recursos que ayuden a los países en desarrollo a cumplir su cometido en esta
esfera.

Y hay un número cada vez mayor de problemas relativos al medio que, por ser
de alcance regional o mundial o por repercutir en el ámbito internacional común,
requerirán una amplia colaboración entre las naciones y la adopción de medidas
para las organizaciones internacionales en interés de todos.

La Conferencia encarece a los gobiernos y a los pueblos que aúnen sus


esfuerzos para preservar y mejorar el medio ambiente en beneficio del hombre y
de su posteridad.

PRINCIPIOS:

Expresa la convicción común de que:


Principio 1 El hombre tiene el derecho fundamental a la libertad, la igualdad y el
disfrute de condiciones de vida adecuadas en un medio de calidad tal que le
permita llevar una vida digna y gozar de bienestar, y tiene la solemne obligación
de proteger y mejorar el medio para las generaciones presentes y futuras. A este
respecto, las políticas que promueven o perpetúan el apartheid, la segregación
racial, la discriminación, la opresión colonial y otras formas de opresión y de
dominación extranjera quedan condenadas y deben eliminarse
Principio 2 Los recursos naturales de la tierra, incluidos, el aire, el agua, la tierra,
la flora y la fauna y especialmente muestras representativas de los ecosistemas
naturales, deben preservarse en beneficio de las generaciones presentes y futuras
mediante una cuidadosa planificación u ordenación, según convenga.
Principio 3 Debe mantenerse y, siempre que sea posible, restaurarse o
mejorarse la capacidad de la tierra para producir recursos vitales renovables.
Principio 4 El hombre tiene la responsabilidad especial de preservar y
administrar juiciosamente el patrimonio de la flora y la fauna silvestre y su hábitat,
que se encuentren actualmente en grave peligro por una combinación de factores
adversos.
En consecuencia, al planificar el desarrollo económico debe atribuirse
importancia a la conservación de la naturaleza, incluidas la flora y fauna silvestre
Principio 5 Los recursos no renovables de la Tierra deben emplearse de forma
que se evite el peligro de su futuro agotamiento y se asegure que toda la
humanidad comparta los beneficios de tal empleo.
Principio 6 Debe ponerse fin a la descarga de sustancias tóxicas o de otras
materias y a la liberación de calor, en cantidades o concentraciones tales que el
medio no pueda neutralizarlas, para que no se causen daños graves irreparables a
los ecosistemas. Debe apoyarse la justa lucha de los pueblos de todos lo países
contra la contaminación
Principio 7 Los Estados deberán tomar todas las medidas posibles para impedir
la contaminación de los mares por sustancias que puedan poner en peligro la
salud del hombre, dañar los recursos vivos y la vida marina, menoscabar las
posibilidades de esparcimiento o entorpecer otras utilizaciones legítimas del mar.
Principio 8 El desarrollo económico y social es indispensable par asegurar al
hombre un ambiente de vida y trabajo favorable y crear en la Tierra las
condiciones necesarias para mejorar la calidad de la vida.
Principio 9 Las deficiencias del medio originadas por las condiciones del
subdesarrollo y los desastres naturales plantean graves problemas, y la mejor
manera de subsanarlas es el desarrollo acelerado mediante la transferencia de
cantidades considerables de asistencia financiera y tecnológica que complemente
los esfuerzos interno de los países en desarrollo y la ayuda oportuna que pueda
requerirse.
Principio 10 Para los países en desarrollo, la estabilidad de los precios y la
obtención de ingresos adecuados de los productos básicos y las materias primas
son elementos esenciales para la ordenación del medio, ya que han de tenerse en
cuenta tanto los factores económicos como los procesos ecológicos.
Principio 11 Las políticas ambientales de todos los Estados deberían estar
encaminadas a aumentar el potencial de crecimiento actual o futuro de los países
en desarrollo y no deberían coartar ese potencial no obstaculizar el logro de
mejores condiciones de vida para todos.
Los Estados y las organizaciones internacionales deberían tomar las
disposiciones pertinentes con miras de llegar a un acuerdo para hacer frente a las
consecuencias económicas que pudieran resultar, en los planos nacional e
internacional, de la aplicación de medidas ambientales.
Principio 12 Deberían destinarse recursos a la conservación y mejoramiento del
medio, teniendo en cuenta las circunstancias y las necesidades especiales de los
países en desarrollo y cualesquiera gastos que pueda originar a estos países la
inclusión de medidas de conservación del medio en sus planes de desarrollo, así
como la necesidad de prestarles, cuando lo soliciten, más asistencia técnica y
financiera internacional con ese fin.
Principio 13 A fin de lograr una más racional ordenación de los recursos y mejorar
así las condiciones ambientales, los Estados deberían adoptar un enfoque
integrado y coordinado de la planificación de su desarrollo, de modo que quede
asegurada la compatibilidad del desarrollo con la necesidad de proteger y mejorar
el medio ambiente humano en beneficio de su población.
Principio 14 La planificación racional constituye un instrumento indispensable
para conciliar las diferencias que puedan surgir entre las exigencias del desarrollo
y la necesidad de proteger y mejorar el medio.
Principio 15 Debe aplicarse la planificación a los asentamientos humanos y a la
urbanización con miras a evitar repercusiones perjudiciales sobre el medio y a
obtener los máximos beneficios sociales, económicos y ambientales para todos.
A este respecto deben abandonarse los proyectos destinados a la dominación
colonialista y racista
Principio 16 En las regiones en que existe el riesgo de que la tasa de crecimiento
demográfico o las concentraciones excesivas de población perjudiquen al medio o
al desarrollo, o en que la baja densidad de población pueda impedir el
mejoramiento del medio ambiente humano y obstaculizar el desarrollo, debería
aplicarse políticas demográficas que respetasen los derechos humanos
fundamentales y contasen con la aprobación de los gobiernos interesados.
Principio 17 Debe confiarse a las instituciones nacionales competentes la tarea
de planificar, administrar o controlar la utilización de los recursos ambientales de
los Estados con el fin de mejorar la calidad del medio.
Principio 18 Como parte de su contribución al desarrollo económico y social, se
debe utilizar la ciencia y la tecnología para descubrir, evitar y combatir los riesgos
que amenazan al medio, para solucionar los problemas ambientales y por el bien
común de la humanidad.
Principio 19 Es indispensable una labor de educación en cuestiones ambientales,
dirigida tanto a las generaciones jóvenes como a los adultos y que presente la
debida atención al sector de población menos privilegiado, para ensanchar las
bases de una opinión pública bien informada y de una conducta de los individuos,
de las empresas y de las colectividades inspirada en el sentido de su
responsabilidad en cuanto a la protección y mejoramiento del medio en toda su
dimensión humana. Es también esencial que los medios de comunicación de
masas eviten contribuir al deterioro del medio ambiente humano y difundan, por el
contrario, información de carácter educativo sobre la necesidad de protegerlo y
mejorarlo, a fin de que el hombre pueda desarrollarse en todos los aspectos.
Principio 20 Se deben fomentar en todos los países en desarrollo, la
investigación y el desarrollo científicos referentes a los problemas ambientales,
tanto nacionales como multinacionales. A este respecto, el libre intercambio de
información científica actualizada y de experiencias sobre la transferencia de ser
objeto de apoyo y asistencia, a fin de facilitar la solución de los problemas
ambientales; las tecnologías ambientales deben ponerse a disposición de los
países en desarrollo en condiciones que favorezcan su amplia difusión sin que
constituyan una carga económica excesiva para esos países.
Principio 21 De conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y con los
principios del derecho internacional, los Estados tienen el derecho soberano de
explotar sus propios recursos en aplicación de su propia política ambiental y la
obligación de asegurar que las actividades que se lleven a cabo dentro de su
jurisdicción o bajo su control no perjudiquen al medio de otros Estados o de zonas
situadas fuera de toda jurisdicción nacional.
Principio 22 Los Estados deben cooperar para continuar desarrollando el
derecho internacional en lo que se refiere a la responsabilidad y a la
indemnización a las víctimas de la contaminación y otros daños ambientales que
las actividades realizadas dentro de la jurisdicción o bajo el control de tales
Estados causen en zonas situadas fuera de su jurisdicción.
Principio 23 Toda persona, de conformidad con la legislación nacional, tendrá, la
oportunidad de participar, individual o colectivamente, en el proceso de
preparación de las decisiones que conciernen directamente a su medio ambiente
y, cuando éste haya sido objeto de daño o deterioro, podrá ejercer los recursos
necesarios para obtener una indemnización.
Principio 24 Incumbe a toda persona actuar de conformidad con lo dispuesto en
la presente Carta. Toda persona, actuando individual o colectivamente, o en el
marco de su participación en la vida política, procurará que se alcancen y se
observen los objetivos y las disposiciones de la presente Carta.
En el preámbulo del documento se observa una base ética. En él se afirma
que "la defensa y el mejoramiento del medio humano para las generaciones
presentes y futuras se ha convertido en meta imperiosa de la humanidad...".
En esta reunión nace un vocablo: ECODESARROLLO. "Entendido como aquel
estilo que posibilita disponer de los recursos para la satisfacción de las
necesidades de la población en función de elevar su calidad de vida mediante la
utilización integral de los ecosistemas a largo plazo".

La Conferencia preparó un plan de acción para el medio humano con 109


recomendaciones.

Designó al 5 de junio "Día Mundial del Medio Ambiente" e instó para que en
ese día los gobiernos y las organizaciones del Sistema de las Naciones Unidas
emprendan actividades que reafirmen su preocupación por la protección y el
mejoramiento del medio ambiente con miras a hacer más profunda la conciencia
de los pueblos hacia el entorno humano.
La Declaración de Estocolmo no es vinculante, pero ha tenido el mérito de
haber comprometido éticamente a los países que la firmaron. Fundamentalmente
está dirigida a los responsables políticos del mundo y ha unido calidad ambiental
con desarrollo económico.

LAS CONSECUENCIAS DE ESTOCOLMO:


El desarrollo legal después de Estocolmo puede ser caracterizado durante
su primer período por la redacción y adopción de instrumentos internacionales que
regulan amplios sectores del medio ambiente: los océanos, las aguas
continentales, el suelo y la vida silvestre. Esto también corresponde al desarrollo
de legislación nacional en la mayoría de los países: la regulación de problemas
concretos continuó estando ampliamente dentro del marco sectorial.

Sin embargo, muchas actividades y productos humanos pueden tener un


impacto a través del medio ambiente o pasan de un sector a otro. Por ello en la
segunda etapa, cuyo comienzo coincide aproximadamente con el comienzo de los
años ochentas, emergió un nuevo campo de legislación transversal, el cual incluía
productos y desechos tóxicos o peligrosos, radiactividad, desechos nucleares y
actividades peligrosas. Una tercera etapa inició con la respuesta a problemas
ambientales globales. En esta categoría se impusieron temas como el
agotamiento de la capa de ozono, el calentamiento global y la protección de la
diversidad biológica. Sin embargo, el enfoque global subrayó la necesidad de la
cooperación planetaria en donde el papel de los países en desarrollo y sus
necesidades debía tomarse seriamente en cuenta. Esta evolución llevó a la
Conferencia de Río de Janeiro sobre Medio Ambiente y Desarrollo, realizada en
1992.

Hay que resaltar que la sobre posición de distintas capas de legislaciones


ambientales internacionales no afecta la validez de enfoques en instrumentos
internacionales anteriores. Los tratados internacionales con carácter sectorial
coexisten con instrumentos que tienen un alcance transsectorial. Los tratados
globales ambientales y otros textos no se traslapan con normativas sectoriales o
transsectoriales. Al mismo tiempo, los tratados con un alcance mundial y las
convenciones regionales coexisten y más frecuentemente se complementan entre
sí. En paralelo a esta evolución, de adición a los tratados multilaterales que
expresan en interés común de todo el planeta, de regiones o sub-regiones, el
derecho ambiental internacional también desarrolló normas y principios que
gobiernan las relaciones transfronterizas, las cuales principalmente involucran a
dos estados, generalmente vecinos. Estas normas y principios, generalmente
resultan del derecho internacional consuetudinario, cuya fundación fue construida
por las decisiones judiciales discutidas anteriormente y por las instituciones
internacionales.

3. TERCERA ETAPA: ACUERDOS Y TRATADOS FIRMADOS A PARTIR DE


1972
Inmediatamente después de Estocolmo la Asamblea General de las
Naciones Unidas aprueba, en su vigésimo séptimo período de sesiones (19 de
septiembre de 1972), una serie de resoluciones sobre el medio ambiente referidas
a los siguientes temas:
* Cooperación entre los Estados en el campo del medio ambiente.

* Responsabilidad ambiental de los Estados.


* Creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(PNUMA).
* Creación de la Secretaría del Medio Ambiente dentro del sistema de Naciones
Unidas. Se decide ubicar su sede en Nairobi, Kenia.
* Disposiciones institucionales y financieras para la cooperación internacional en
relativo al medio ambiente.

Luego de Estocolmo, en el ámbito particular de los países se crean


organizaciones gubernamentales y no gubernamentales (ONG) destinadas a tratar
la cuestión. Comienza a modificarse el derecho interno de los Estados y a
principios vinculados con las políticas ambientales. Por ejemplo, en la española de
1978 (art. 45) en la peruana de 1979 (art. 118) en la chilena de 1980 (art. 23), y en
la de la República Popular China de 1978 (arts. 7, 8 y 9), entre otras.

En esta fase se consolidan las Organizaciones no Gubernamentales


Internacionales. Por su importancia se citaran las siguientes: la UICN (Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza y de los Recursos Naturales)
(1948 - Fontainebleau), la WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) y
Greenpeace. Estas instituciones, en principio, se mantienen independientes de los
gobiernos de los Estados y de los partidos políticos, pero han tenido una
importante influencia en la construcción del derecho ambiental internacional.
Hay que destacar, dentro de esta evolución, que a diez años de la reunión de
Estocolmo, por resolución del 28 de octubre de 1982, la Asamblea General de las
Naciones Unidas ratificó los principios de la Declaración de Estocolmo por
intermedio de la Carta Mundial de la Naturaleza. Se trata de un documento de
tinte romántico y poco práctico que tiene el mérito de reflejar las preocupaciones
ambientales de ese momento.
La Carta Mundial de la Naturaleza declara que es necesario mantener los
sistemas de soporte a la vida y los procesos ecológicos esenciales, necesarios
para la subsistencia así como la diversidad de los organismos vivos. Como una
consecuencia, el principio de la Carta declara que la naturaleza deberá ser
respetada y sus procesos esenciales no serán dañados, la viabilidad genética de
la tierra no será puesta en riesgo y los niveles de población de todas las formas de
vida, domesticadas o silvestres, serán suficientes para su sobrevivencia.
La Carta prevé aplicaciones completas de estos conceptos, concretamente, por
medio de la integración de la conservación de la naturaleza en los planes sociales
y económicos y su ejecución, tomando en consideración la capacidad de largo
plazo de los sistemas naturales de asegurar la subsistencia y los asentamientos
de poblaciones humanas. Se recomiendan normas de aplicación, y los tres
últimos principios reafirman en detalle el concepto proclamado en el preámbulo:
cada estado, cada organización gubernamental y no gubernamental y cada
individuo deberían trabajar por la conservación de la naturaleza de acuerdo con la
Carta. Un aspecto particularmente subrayado es el derecho de todas las personas
a participar en la elaboración de decisiones de interés directo para su entorno y a
tener acceso a medios de reparación cuando su medio ambiente ha sufrido daños
o degradación.
A pesar que la Carta Mundial de la Naturaleza no es legalmente vinculante, ella
indica los conceptos prevalecientes y la dirección del derecho ambiental
internacional. Además, muchos de sus principios han sido incorporados en
convenciones internacionales y en leyes nacionales

Además de la Carta Mundial de la Naturaleza, durante estas décadas los


demás instrumentos internacionales se fueron adaptando a las ideas
globalizadoras e integradoras gestadas, en general, por la interdisciplina ambiental
y, en particular, por las teorías ecodesarrollistas. Aquí se produce una rápida
modificación en la estructura de esta especialidad del derecho. Se ha optado por
clasificarlos de la siguiente manera:

a. Documentos y estrategias forjados por Organizaciones No


Gubernamentales o por encargo de Organismos Internacionales. (No forman
parte del derecho internacional, pero contribuyen a su evolución).
Entre las más importantes se mencionan las siguientes:

1) Estrategia Mundial para la Conservación elaborada por UICN (Unión


Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales) con
la asesoría y el apoyo financiero del PNUMA (Programa de las Naciones Unidas
para el medio Ambiente) y el WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) en el año
1980.
La finalidad de la Estrategia Mundial de la Conservación es la de alcanzar
los tres objetivos principales de la conservación de los recursos vivos. A saber: a)
mantener los procesos ecológicos esenciales y los sistemas vitales b) preservar la
diversidad genética, y c) asegurar el aprovechamiento sostenido de las especies y
de los ecosistemas.
2) El Reporte Brundtland (Nuestro Futuro Común).
Informe elaborado por la Comisión sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo creada
por las Naciones Unidas en 1983. Consta de casi 400 páginas. Fue declarado
bienvenido por este Organismo Internacional y se convirtió en uno de los
documentos básicos para convocar a la gran asamblea de Río de Janeiro de
1992.

3) Perspectivas ambientales para el año 2000 y más allá.

Informe preparado por el PNUMA en el año 1987 como un aporte para la


Conferencia de Río de Janeiro de 1992. Fue aprobado por la Asamblea General
de las Naciones Unidas.
4) Nuestra Propia Agenda. Elaborada como seguimiento del informe de la
Comisión sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Nuestro Futuro Común) por el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y por el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), con la colaboración de la Comisión Económica
para la América Latina y el Caribe (Cepal) y el Programa de las Naciones Unidas
para el Medio Ambiente (PNUMA).
El informe se refiere a las estrategias a implementar en el marco regional para
llegar a un desarrollo sustentable.

Analiza el patrimonio ambiental de la región y sus modalidades de crecimiento.


Toca temas referidos a la miseria, la calidad de vida y el aprovechamiento
sustentable de los recursos naturales.

5) Estrategia mundial de la conservación de la naturaleza para la última


década del siglo XX.

Entre los últimos documentos que se presentaron para ser discutidos por la
Asamblea de Río de Janeiro de 1992, al final de esta etapa, se menciona que el
nuevo documento preparado por el mismo grupo de organizaciones que había
elaborado la "Estrategia mundial de la Conservación", lleva el siguiente subtítulo:
Cuidar la Tierra. Estrategia para el futuro de la vida.
Tiene el respaldo de más de sesenta Estados. Propone ciento treinta medidas
concretas para lograr un desarrollo durable. El informe reconoce la insuficiencia de
las estrategias basadas únicamente en la conservación.

b. Tratados y acuerdos que crean organismos regionales de interés para


América Latina.

1) Convenio constitutivo de la Organización Latinoamericana de Energía


(OLADE)
.

Firmado en Lima el 2 de noviembre de 1973 por 22 presidentes


latinoamericanos. Crea un organismo de cooperación, coordinación y asesoría que
tiene como propósito fundamental la integración, protección, conservación,
racional aprovechamiento, comercialización y defensa de los recursos energéticos
de la región.
2) Convenio de Panamá Constitutivo del Sistema Económico
Latinoamericano. (SELA).
3) Convención sobre el Instituto Interamericano de Cooperación para la
Agricultura.
4) Convenio Constitutivo de la Organización Latinoamericana de Desarrollo
pesquero (OLDEPESCA).

5) Convenio que crea la Organización Atunera del Pacífico Oriental. Firmado


en Lima el 21 de julio de 1989.

c. Tratados y convenios que impulsan la creación de áreas protegidas en


territorio de los Estados.
1) Convención sobre la Conservación de la vida silvestre y el Medio Natural
de Europa, (Convención Europea).

Se firma como resultado de la Segunda Conferencia Ministerial Europea el 19


de septiembre de 1979, en Berna Suiza.
Entre sus objetivos se destacan la cooperación en el campo de la
conservación de la vida silvestre, la protección de las especies amenazadas y
vulnerables y recomendaciones para las migratorias.
Respecto de las áreas naturales protegidas recomienda a los Estados Parte la
sanción de medidas legislativas y la creación de acciones administrativas muy
precisas con el objeto de conservar las especies enumeradas en los apéndices.
Requiere que en las políticas de planeamiento y desarrollo se integren las
necesidades de las áreas protegidas. Crea un mecanismo de información.
2) Acuerdo del ASEAN para la Conservación de la Naturaleza y sus
Recursos Naturales. (Convención Asiática).

Firmado en Kuala Lampur, el de julio de 1985, por los miembros de la


Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN). Para la redacción de este
acuerdo se contó con el asesoramiento de la UICN y se trató de poner en práctica
las recomendaciones de la Estrategia Mundial de la Conservación mencionada
con anterioridad.

3) Protocolo Relativo a las Áreas y la Flora y Fauna Silvestres Especialmente


Protegidas del Convenio para la Protección y el Desarrollo del Medio Marino en la
Región del Gran Caribe.
Este Protocolo fue firmado en Kingston, Jamaica el 18 de enero de 1990. Se ha
ubicado junto a los documentos referidos a áreas protegidas porque establece
interesantes directivas referidas a su manejo racional. A saber: establecimiento de
áreas protegidas para conservar, manejar y restaurar adopción de medidas de
protección; criterios a seguir cuando se debe planificar y manejar áreas; creación
de programas de cooperación; creación de un registro para la Región del Gran
Caribe, y establecimiento de zonas de amortiguación.

4) Convenio para la Conservación de la Biodiversidad y Protección de Áreas


Silvestres Prioritarias en América Central.
Fue rubricado por los presidentes de las Repúblicas de Costa Rica, El
Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá, regionales de integración
económica y de cooperación en materia de medio ambiente, aplicables a la zona
del istmo, teniendo en cuenta la íntima interdependencia de sus países.

Insta a los Estados Partes a cooperar con la Comisión Centroamericana de


Ambiente y Desarrollo; a poner en marcha dentro de sus territorios estrategias de
conservación y desarrollo, y a crear áreas protegidas fronterizas, terrestres y
costeras, en especial en 11 zonas que el mismo convenio enumera. Recomienda
que se pongan en marcha Planes de Sistemas de Áreas Silvestres Protegidas.
Aconseja la creación de un Consejo Centroamericano de Áreas Protegidas
que tenga la asesoría de la Comisión Mundial de Áreas Protegidas.

d. Convenios y acuerdos que tienen como principal objetivo la protección de


especies de flora y fauna silvestres.

1) Convención sobre el Comercio Internacional de especies amenazadas de


fauna y flora silvestres. Firmada en Washington, D.C., el 3 de marzo de 1973.

Crea un sistema internacional destinado a regular el comercio, entre los


estados, de especies amenazadas de fauna y flora silvestres. Instituye un sistema
de certificados otorgados por el estado exportador de especies que es requerido
por los estados importadores. Se la conoce como Convención CITES.
2) Convención para la Conservación de Especies Migratorias. Firmada en
Bonn, Alemania, el 23 de 1979.

3) Convenios regionales.
Convenio para la Consevación y Manejo de la Vicuña. Firmado en Lima el 20
de diciembre de 1979. Por los gobiernos de las Repúblicas de Bolivia, Chile,
Ecuador y Perú.
4) Convención sobre la Conservación de los Recursos Vivos Marinos
Antárticos.
Firmada en Camberra el 11 de septiembre de 1980. Se aplica a los
recursos vivos marinos antárticos de la zona situada al sur de los 60° de latitud sur
y los que habitan en la zona comprendida en la Convergencia Antártica.

Las Partes Contratantes sean o no, parten el tratado Antártico; acordaron que
no realizarán en la zona del tratado actividades que puedan perjudicar a los
recursos vivos. Convinieron que la palabra conservación incluye la utilización
racional.

e. La Protección del patrimonio cultural.

Quienes estudiamos la temática ambiental sabemos que no se puede separar el


patrimonio natural del patrimonio cultural. Siguiendo este criterio se han firmado
una serie de convenciones que tiene por objeto la protección conjunta de estos
dos patrimonios. Se mencionarán las más importantes.
1) Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural
de la UNESCO.

La Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la


Educación, la Ciencia y la Cultura, en su 17° reunión celebrada en París en los
meses de octubre y noviembre de 1972, elaboró esta convención destinada a
proteger patrimonios que son de interés de la humanidad
La presente convención considera "patrimonio natural" a los "monumentos
naturales constituidos por formaciones físicas y biológicas o por grupos de estas
que tengan un valor excepcional desde el punto de vista estético o científico"...
"zonas que constituyan el hábitat de especies animales y vegetales amenazadas,
que tengan un valor universal excepcional..." Art. 2 párrafos 1,2 y 3

2) Convención sobre defensa del patrimonio arqueológico, histórico y artístico


de las naciones americanas.
Convención firmada en Santiago de Chile el 16 de junio de 1976 en el Sexto
Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de la Organización de los
Estados Americanos.
f. Tratados y otros acuerdos internacionales destinados a proteger o regular la
explotación de recursos naturales y ecosistemas vitales ubicados en determinadas
regiones del planeta del planeta (terrestres o marinas).
En esta fase y para nuestra región, se destacan una serie de convenios
destinados a proteger el océano Pacífico, el mar Caribe y crear sistema de
cuencas. En general estos convenios adoptan el criterio de conservación con
manejo racional. En el período anterior los instrumentos internacionales protegían
una región casi siempre a un solo recurso natural. En esta etapa se ha observado
que los convenios adoptan principios integradores cuando se trata de proteger
regiones determinadas o recursos que se explotan en ciertos espacios (por
ejemplo atunes en Pacífico). Dentro de los más importantes se mencionan a los
siguientes:

1) Tratado de cooperación para el desarrollo de la Cuenta Amazónica.


Firmado en Brasilia el 8 de julio de 1978 por las Repúblicas de Bolivia, Brasil,
Colombia, Ecuador, Guayana, Perú, Surinam y Venezuela.
2) Convenio para la Protección del Medio Marino y el Área Costera del
Pacífico Sudeste. Firmado en Lima el 12 de noviembre de 1981. El convenio
determina su ámbito de aplicación siguiendo el siguiente criterio: el área marítima,
la zona costera del Pacífico Sudeste dentro de la zona de soberanía y jurisdicción
hasta las 200 millas y más allá de dicha zona, el alta mar, hasta donde la
contaminación de ésta pueda afectar a aquélla.

3) Convenio para la Protección y el Desarrollo del Medio Marino de la Región


del Gran Caribe. Firmado en Cartagena de Indias, Colombia, el 24 de marzo de
1983.

4) Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio


Ambiente. Firmado en Madrid el 3 de octubre de 1991. Lo he mencionado
anteriormente al explicar la creación del Sistema Antártico.
g. La protección del mar.
Anteriormente se mencionó que existían múltiples instrumentos sobre esta
temática, siendo uno de los más importantes, la Convención de las Naciones
Unidas sobre Derecho del Mar. (Montego Bay, Jamaica - 10 de diciembre de
1982.
Ahora bien, también en esta etapa se firmaron acuerdos y tratados universales y
regionales referidos a la contaminación del mar por hidrocarburos y otras
sustancias. Se mencionaran los más importantes:

1) Convenciones Universales:
Convenio sobre la Prevención de la Contaminación del Mar por Vertimiento de
Desechos y otras Materias.

Abierto a la firma el 29 de diciembre de 1972 en Londres, México, Moscú y


Washington. Ratificado por

2) Convenciones Regionales:
Acuerdo sobre la Cooperación sub.-regional para Combatir la Contaminación
del Pacífico Sudeste por Hidrocarburos y otras Sustancias Nocivas en Caso de
Emergencia.

Firmado en la ciudad de Lima, el 12 de noviembre de 1981. Designa como


depositaria de los instrumentos a la Comisión Permanente del Pacífico Sur.

Para la misma región, posteriormente, se firmaron protocolos referidos a los


siguientes temas: cooperación para combatir la contaminación por hidrocarburos y
otras sustancias nocivas (Quito, 1983) la contaminación proveniente de fuentes
terrestres (Quito, 1989), y la contaminación radiactiva (Paipa, Colombia - 1989).

Protocolo Concerniente a la Cooperación en el Combate de los Derrames de


Petróleo en la Región del Gran Caribe. Firmado en Cartagena de Indias,
Colombia, el 24 de marzo de 1983, por las Partes Contratantes en el Convenio de
Protección y Desarrollo de la Región del Gran Caribe.
Establece entre las partes la obligación de cooperación y la del intercambio de
información.

h. Grandes acuerdos regionales.


En esta etapa los instrumentos internacionales reflejan las nuevas
tendencias que postulan el tratamiento y el manejo integral de las cuestiones
ambientales de toda una región centroamericana. Ellos son:

1) Convenio Centroamericano para la Protección del medio Ambiente.


Firmado en San José de Costa Rica el 1 de diciembre de 1989. Por medio del
presente Convenio, los Estados Contratantes establecen un régimen regional de
cooperación para la utilización óptima y racional de los recursos naturales del
área, el control de la contaminación, y el restablecimiento del equilibrio ecológico.
Crea la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo.

2) Convenio para la conservación de la biodiversidad y protección de áreas


silvestres prioritarias de América Central.
i. Los grandes acuerdos globales.
En los últimos años se firman varios acuerdos de carácter universal destinado
a regular problemas ambientales transfronterizos y globales.
Aquí aparece el criterio de establecer obligaciones diferenciadas para
determinados Estados. Ellos son:
1) La Convención sobre la Protección de la Capa de Ozono. Firmada en Viena en
1985 y complementada por los protocolos de Montreal, Londres y Copenhague.

2) La Convención de Basilea sobre el Control de los Movimientos


Transfronterizos de Desechos Peligrosos y su Eliminación. Por esta convención,
se establece un sistema internacional para controlar el destino de aquellos
desechos que no son depositados en el país de producción.

4. CUARTA ETAPA: LA CONFERENCIA DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE


EL MEDIO AMBIENTE Y EL DESARROLLO. (La Conferencia de Río de
Janeiro 1992)

Los orígenes de la Conferencia se pueden encontrar en el Informe Brundtland.


La Asamblea General de la ONU por medio de la cual se acogía el
Informe2 aceptó convocar a una conferencia mundial sobre ambiente y desarrollo
en 1992. Para lograrlo se creó un comité preparatorio abierto a todos los estados
miembros de la ONU y los Estados miembros de las instituciones especializadas,
lo cual incluía prácticamente a todos los estados del mundo, que también incluía a
todos los observadores acreditados. El comité preparatorio se reunió durante tres
sesiones entre 1990 y 1992 pero las mayores negociaciones se dieron fuera de las
reuniones oficiales.

La Conferencia fue convocada para Río de Janeiro del 3 al 14 de junio,


exactamente veinte años después de la Conferencia de Estocolmo. 172 Estados
se hicieron presentes (todos miembros de la ONU, salvo seis), representados por
cerca de 10,000 participantes, incluyendo 116 jefes de estado o de
gobierno. Solamente Japón envió 300 delegados. 1400 organizaciones no
gubernamentales fueron acreditadas así como 9,000 periodistas.

La Declaración, un texto corto consistente de 27 principios, tiene un carácter


reiterativo. Reafirma la Declaración de Estocolmo de 1972 sobre la cual trata de
construirse, sin embargo su enfoque y filosofía son diferentes. El concepto central
es el desarrollo sostenible, que significa la integración de medio ambiente y
desarrollo. El principio 4 es importante en este sentido: declara que para lograr el
desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente debe constituir una parte
integral de proceso de desarrollo y no puede considerarse aislado de éste.
La Declaración se caracteriza por su enfoque antropocéntrico que es muy
diferente de la Declaración de Estocolmo de la Carta Mundial para la
Naturaleza. El principio 1 proclama que los seres humanos están en el centro de
las preocupaciones por el desarrollo sostenible y que tienen derecho a una vida
sana y productiva en armonía con la naturaleza.

La Declaración incluye varios principios de indubitable carácter legal. Esta


refuerza los principios existentes, formulándolos en un contexto mayor y proclama
nuevos. En la primera categoría podemos mencionar el principio 2, que trata de
los efectos transfronterizos de actividades humanas, es similar al principio 21 de la
Declaración de Estocolmo, aunque agrega la palabra “desarrollo”. El principio 10
trata de la participación pública, el principio 13 de desarrollo de norma de
responsabilidad y los principios 18 y 19 de la notificación sobre emergencias y
proyectos que pueden afectar el medio ambiente.

La formulación de principios emergentes incluye el principio precautorio (No.


15), la internalización de los costos ambientales, el así llamado principio
“contaminador pagador”, (No. 16) y la generalización de la evaluación de impacto
ambiental (No. 17).

Otros dos grupos de principios pueden verse más bien como lineamientos
políticos, a pesar que la línea entre política y derecho no está claro. De forma muy
esquemática, se puede hacer una distinción entre tres grupos de estipulaciones
políticas. El primero expresa preocupación por el desarrollo: el principio 3 dirigido
a la erradicación de la pobreza, el principio 6 relacionado con el fortalecimiento de
la creación de capacidad endógena para el desarrollo sostenible por medio del
mejoramiento del entendimiento científico. Todas estas estipulaciones usan el
verbo “deberá” mientras en otros grupos de principios generalmente sustituye el
término por “debería”.

Un segundo grupo de principios aborda el orden económico mundial. El


principio 7 proclama la responsabilidad común pero diferenciada, incluyendo la
responsabilidad especial de los países desarrollados en la consecución del
desarrollo sostenible “tomando en cuenta las presiones que sus sociedades
ejercen sobre el medio ambiente global”. El principio 8 agrega que los Estados
deberían de reducir y eliminar los patrones no sostenibles de producción y
consumo y de promover políticas demográficas. Obviamente, la primera parte del
principio trata principalmente de los estados industrializados, mientras que la
referencia a los problemas demográficos trata de situaciones en los países en
desarrollo. Los temas económicos están tratados en el principio 12 el cual aboga
por un “sistema económico abierto y solidario”, el consenso internacional y
condena las medidas comerciales discriminatorias o restricciones disfrazadas al
comercio internacional así como acciones unilaterales. Finalmente, el principio 14
apunta a desincentivar o prevenir la reubicación y transferencia a otros estados de
actividades y substancias que causan grave deterioro ambiental o que son
dañinas para la salud humana.
Un último grupo de principios trata de la participación del público. El principio
10 de la Declaración de Río reconoce a los individuos al derecho a la información,
a la participación y la apelación en temas ambientales. Los principios 20 al 22
enfatizan la importancia de la participación de grupos tales como mujeres, jóvenes
y pueblos indígenas, sin embargo los términos usados muestran que estas
estipulaciones son más directrices que normas legales.

DECLARACION DE RIO DE JANEIRO 1992

Principio 1 Los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones


relacionadas con el desarrollo sostenible. Tienen derecho a una vida saludable y
productiva en armonía con la naturaleza.
Principio 2 De conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y los
principios del derecho internacional, los Estados tienen el derecho soberano de
aprovechar sus propios recursos según sus propias políticas ambientales y de
desarrollo, y la responsabilidad de velar por que las actividades realizadas dentro
de su jurisdicción o bajo su control no causen daños al medio ambiente de otros
Estados o de zonas que estén fuera de los límites de la jurisdicción nacional.
Principio 3 El derecho al desarrollo debe ejercerse en forma tal que responda
equitativamente a las necesidades de desarrollo y ambientales de las
generaciones presentes y futuras.
Principio 4 A fin de alcanzar el desarrollo sostenible, la protección del medio
ambiente deber constituir parte integrante del proceso de desarrollo y no podrá
considerarse en forma aislada.
Principio 5 Todos los Estados y todas las personas deberán cooperar en la
tarea esencial de erradicar la pobreza como requisito indispensable del desarrollo
sostenible, a fin de reducir las disparidades en los niveles de vida y responder
mejor a las necesidades de la mayoría de los pueblos del mundo.
Principio 6 Se deberá dar especial prioridad a la situación y las necesidades
especiales de los países en desarrollo, en particular los países menos adelantados
y los m s vulnerables desde el punto de vista ambiental. En las medidas
internacionales que se adopten con respecto al medio ambiente y al desarrollo
también se deberían tener en cuenta los intereses y las necesidades de todos los
países.
Principio 7 Los Estados deberán cooperar con espíritu de solidaridad mundial
para conservar, proteger y restablecer la salud y la integridad del ecosistema de
la Tierra. En vista de que han contribuido en distinta medida a la degradación del
medio ambiente mundial, los Estados tienen responsabilidades comunes pero
diferenciadas. Los países desarrollados reconocen la responsabilidad que les
cabe en la búsqueda internacional del desarrollo sostenible, en vista de las
presiones que sus sociedades ejercen en el medio ambiente mundial y de las
tecnologías y los recursos financieros de que disponen.
Principio 8 Para alcanzar el desarrollo sostenible y una mejor calidad de vida
para todas las personas, los Estados deberían reducir y eliminar las modalidades
de producción y consumo insostenibles y fomentar políticas demográficas
apropiadas.
Principio 9 Los Estados deberían cooperar en el fortalecimiento de su propia
capacidad de lograr el desarrollo sostenible, aumentando el saber científico
mediante el intercambio de conocimientos científicos y tecnológicos, e
intensificando el desarrollo, la adaptación, la difusión y la transferencia de
tecnologías, entre éstas, tecnologías nuevas e innovadoras.
Principio 10 El mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la
participación de todos los ciudadanos interesados, en el nivel que corresponda. En
el plano nacional, toda persona deber tener acceso adecuado a la información
sobre el medio ambiente de que dispongan las autoridades públicas, incluida la
información sobre los materiales y las actividades que encierran peligro en sus
comunidades, así como la oportunidad de participar en los procesos de adopción
de decisiones. Los Estados deben facilitar y fomentar la sensibilización y la
participación de la población poniendo la información a disposición de todos.
Deber proporcionarse acceso efectivo a los procedimientos judiciales y
administrativos, entre éstos el resarcimiento de daños y los recursos pertinentes.
Principio 11 Los Estados deberían promulgar leyes eficaces sobre el medio
ambiente. Las normas, los objetivos de ordenación y las prioridades ambientales
deberían reflejar el contexto ambiental y de desarrollo al que se aplican. Las
normas aplicadas por algunos países pueden resultar inadecuadas y representar
un costo social y económico injustificado para otros países, en particular los
países en desarrollo.
Principio 12 Los Estados deberían cooperar en la promoción de un sistema
económico internacional favorable y abierto que llevara al crecimiento económico y
el desarrollo sostenible de todos los países, a fin de abordar en mejor forma los
problemas de la degradación ambiental. Las medidas de política comercial con
fines ambientales no deberían constituir un medio de discriminación arbitraria o
injustificable ni una restricción velada del comercio internacional. Se debería
evitar tomar medidas unilaterales para solucionar los problemas ambientales que
se producen fuera de la jurisdicción del país importador. Las medidas destinadas a
tratar los problemas ambientales transfronterizos o mundiales deberían, en la
medida de lo posible, basarse en un consenso internacional.

Principio 13 Los Estados deberán desarrollar la legislación nacional relativa a


la responsabilidad y la indemnización respecto de las víctimas de la contaminación
y otros daños ambientales. Los Estados deberán cooperar asimismo de manera
expedita y más decidida en la elaboración de nuevas leyes internacionales sobre
responsabilidad e indemnización por los efectos adversos de los daños
ambientales causados por las actividades realizadas dentro de su jurisdicción, o
bajo su control, en zonas situadas fuera de su jurisdicción.
Principio 14 Los Estados deberían cooperar efectivamente para desalentar o
evitar la reubicación y la transferencia a otros Estados de cualesquiera actividades
y sustancias que causen degradación ambiental grave o se consideren nocivas
para la salud humana.
Principio 15 Con el fin de proteger el medio ambiente, los Estados deberán
aplicar ampliamente el criterio de precaución conforme a sus capacidades.
Cuando haya peligro de daño grave o irreversible, la falta de certeza científica
absoluta no deber utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas
eficaces en función de los costos para impedir la degradación del medio ambiente.
Principio 16 Las autoridades nacionales deberían procurar fomentar la
internalización de los costos ambientales y el uso de instrumentos económicos,
teniendo en cuenta el criterio de que el que contamina debe, en principio, cargar
con los costos de la contaminación, teniendo debidamente en cuenta el interés
público y sin distorsionar el comercio ni las inversiones internacionales.
Principio 17 Deber emprenderse una evaluación del impacto ambiental, en
calidad de instrumento nacional, respecto de cualquier actividad propuesta que
probablemente haya de producir un impacto negativo considerable en el medio
ambiente y que esté sujeta a la decisión de una autoridad nacional competente.
Principio 18 Los Estados deber n notificar inmediatamente a otros Estados de
los desastres naturales u otras situaciones de emergencia que puedan producir
efectos nocivos súbitos en el medio ambiente de esos Estados. La comunidad
internacional deber hacer todo lo posible por ayudar a los Estados que resulten
afectados.
Principio 19 Los Estados deberán proporcionar la información pertinente, y
notificar previamente y en forma oportuna, a los Estados que posiblemente
resulten afectados por actividades que puedan tener considerables efectos
ambientales transfronterizos adversos, y deberán celebrar consultas con esos
Estados en una fecha temprana y de buena fe.
Principio 20 Las mujeres desempeñan un papel fundamental en la ordenación
del medio ambiente y en el desarrollo.
Es, por tanto, imprescindible contar con su plena participación para lograr el
desarrollo sostenible.
Principio 21 Debería movilizarse la creatividad, los ideales y el valor de los
jóvenes del mundo para forjar una alianza mundial orientada a lograr el desarrollo
sostenible y asegurar un mejor futuro para todos.
Principio 22 Las poblaciones indígenas y sus comunidades, así como otras
comunidades locales, desempeñan un papel fundamental en la ordenación del
medio ambiente y en el desarrollo debido a sus conocimientos y prácticas
tradicionales. Los Estados deberían reconocer y apoyar debidamente su identidad,
cultura e intereses y hacer posible su participación efectiva en el logro del
desarrollo sostenible.
Principio 23 Deben protegerse el medio ambiente y los recursos naturales de
los pueblos sometidos a opresión, dominación y ocupación.
Principio 24 La guerra es, por definición, enemiga del desarrollo sostenible. En
consecuencia, los Estados deberán respetar las disposiciones de derecho
internacional que protegen al medio ambiente en épocas de conflicto armado, y
cooperar en su ulterior desarrollo, según sea necesario.
Principio 25 La paz, el desarrollo y la protección del medio ambiente son
interdependientes e inseparables.
Principio 26 Los Estados deberán resolver pacíficamente todas sus
controversias sobre el medio ambiente por medios que corresponda con arreglo a
la Carta de las Naciones Unidas.
Principio 27 Los Estados y las personas deberán cooperar de buena fe y con
espíritu de solidaridad en la aplicación de los principios consagrados en esta
Declaración y en el ulterior desarrollo del derecho internacional en la esfera del
desarrollo sostenible.
El segundo documento general adoptado en la Conferencia de Río es la
Agenda 21, un programa de acción consistente de 40 capítulos con 115 tópicos
específicos contenidos en 800 páginas.

Hay cuatro partes principales:

Las dimensiones socio-económicas (habitats, salud, demografía, consumo y


patrones de producción, etc.).
Conservación y manejo de recursos (atmósfera, bosque, agua, desechos,
productos químicos, etc.).
Fortalecimiento del papel de las organizaciones no-gubernamentales y otros
grupos sociales tales como sindicatos, mujeres, juventud;
Medidas de Ejecución (financiamiento, instituciones, etc.).

Desde el punto de vista legal, los capítulos que se refieren a diferentes


sectores tales como la atmósfera (capítulo 9), diversidad biológica (capítulo15), los
océanos (capítulo 17) y los recursos de agua dulce (capítulo 18), así como la
discusión de problemas específicos tales como biotecnología (capítulo 15),
químicos tóxicos (capítulo 19) y desechos (capítulos 20-22) son de particular
interés.

Adicionalmente, hay dos capítulos dedicados a arreglos institucionales


internacionales (capítulo 38) y a instrumentos legales y mecanismos
internacionales (capítulo 39).

El capítulo sobre instrumentos legales internacionales tiene implicaciones para


el derecho internacional en general. Este insiste en aspectos particulares de
proceso de elaboración de los tratados tales como el ulterior desarrollo del
derecho internacional sobre el desarrollo sostenible y la participación y
contribución a ello de todos los países, en la relación entre los instrumentos
nacionales existentes y los acuerdos relevantes sociales y económicos; el
mejoramiento en la eficacia del derecho ambiental internacional y la integración de
las políticas ambientales y de desarrollo; el montaje de estándares ambientales, y
procedimientos y mecanismos para promover y revisar la aplicación de los
tratados, en particular el establecimiento de un sistema de informes eficiente y
práctico.

La Agenda 21 le presta atención especial a la legislación nacional. Hace


frecuentes referencias a las leyes nacionales, medidas, planes, programas,
estándares. El Capítulo 8 “Integrando el Ambiente y el Desarrollo en los procesos
de Tomas de Decisiones”, aboga por el uso de instrumentos legales y económicos
para la planificación y la administración buscando la incorporación de criterios de
eficiencia en las decisiones. Ella reconoce la importancia de las leyes y
reglamentos hechos para las condiciones específicas de los países para
transformar las políticas ambientales y de desarrollo en acciones, agregando que
no solamente se deberán usar métodos de “mando y control” sino que también un
marco normativo para la planificación económica y los instrumentos de
mercado. Estos métodos también pueden ser útiles para el cumplimiento de
obligaciones que se originan en los tratados internacionales.

En suma, los documentos de Río, igual que los documentos aprobados en el


contexto regional, antes y después, juntan la protección ambiental y el desarrollo
económico en el concepto de desarrollo sostenible. Todos los componentes de la
sociedad se llaman a participar en el logro de este objetivo.

LAS CONSECUENCIAS DE LA CONFERENCIA


DE RÍO.

Aunque algunos han impugnado la importancia de los instrumentos originados


en la Conferencia de Río, no se puede negar que textos como los dos Convenios
abiertos a la suscripción y la Declaración son verdaderos hitos en la corta historia
del derecho ambiental internacional. Varios principios de la misma Declaración,
tales como la participación de los individuos, la evaluación previa de los efectos
ambientales, el principio precautorio, la notificación de las emergencias, la
información previa de proyectos con efectos potenciales en el ambiente de otros
estados y las posteriores consultas, se pueden encontrar en numerosos textos
recientes, tanto vinculantes como no vinculantes en todos los sectores del medio
ambiente así como en los enfoques transectoriales. Ellos confirman normas
consuetudinarias emergentes.

Otro punto importante es que en la actualidad ninguna convención de


importancia que trate sobre la cooperación multilateral omite de afirmar que la
protección ambiental sea uno de sus objetivos. En la Carta de Marrakesh de 1994
creadora de la Organización Mundial de Comercio así como los tratados que crean
zonas regionales de libre comercio, mencionan el medio ambiente como un campo
específico para la concertación y la cooperación, ya sea en su preámbulo o en sus
disposiciones normativas, o en ambos:

En el Tratado de Windhoek de 1992 que establece la Comunidad de África del


Sur para el desarrollo;
En el Tratado de Kampala de 1993 que crea el mercado común en África del Sur
y del Este;
En el Tratado de 1993 sobre la Zona de Libre Comercio en América del Norte;
En el Protocolo de Tegucigalpa a la Carta de la Organización de los Estados
Centroamericanos de 1992 que crea el Sistema de la Integración
Centroamericana;
El Convenio sobre Maderas Tropicales de 1994;
La Carta Europea de la Naturaleza.

Todos estipulan respeto por el medio ambiente.


De forma tal que podemos afirmar que hay un creciente reconocimiento del
carácter global y multidimensional de los problemas ambientales y sus potenciales
soluciones. La mayor parte de los estados hoy aceptan que se requiere de
esfuerzos globales para resolver muchos aspectos del deterioro ambiental, tales
como la contaminación de los océanos, el agotamiento de la capa de ozono, el
efecto de invernadero y las amenazas a la biodiversidad. Estos problemas
ambientales requieren una mejor cooperación entre los países industrializados y
los países en desarrollo. El Tratado de París de 1994 sobre la Desertificación es
uno de los resultados más importantes de este desarrollo.

Otro desarrollo importante es aquel que la preocupación por los ecosistemas se


ha ampliado debido a los enfoques integrados para salvaguardar el medio
ambiente del planeta. El propósito de proteger la flora y fauna silvestres ahora
está incorporado en el objetivo más amplio de conservar la diversidad
biológica. La visión ampliada incluye esfuerzos para revertir la tendencia hacia
una agricultura de monocultivo y de crianza, como también combate el abuso con
plaguicidas y fertilizantes.

Un enfoque integrado también surge en los nuevos instrumentos sobre los


aspectos ambientales de amplias áreas:

Antártida (Protocolo de Madrid de 1991


Los Alpes (Convención de Salzburgo de 1991 y los Protocolos de Chambéry de
1994;
La Región Ártica (Declaración de 1996)

También hay un creciente reconocimiento del papel crucial de las fuerzas y


actores económicos en la protección ambiental. Las empresas se han hecho más
sensibles a la presión del público, a los requerimientos de seguros y
frecuentemente desarrollan conciencia ambiental. Paralelo a esta evolución, los
estados y las organizaciones intergubernamentales han utilizado más y más
incentivos económicos innovadores en la protección ambiental, tales como eco
sellos, estandarización, auditorias ambientales, uso de las mejores tecnologías
disponibles y prácticas ambientales.

Lo último pero no lo menos importante, los representantes de la opinión pública


han surgido como nuevos actores en los procesos de creación de normas
internacionales, durante la preparación y la negociación de tratados como el de la
protección de la capa de ozono.

Ellos han contribuido a la elaboración de un régimen legal para el medio


ambiente legal por medio de la participación en las reuniones como observadores,
trayendo y enviando información e incluso participando en la redacción de
importantes acuerdos internacionales, apoyando a las delegaciones oficiales de
los Estados y en ocasiones, siendo incluidos en ellas.
La integración del medio ambiente y del desarrollo en el nuevo concepto del
“desarrollo sostenible”, tal como es reconocido por la Declaración de Río y la
Agenda 21, no afectó la continuidad y validez completa del derecho ambiental
internacional en la era post-CNUMAD, tal y como es subrayado por el Consejo de
Gobierno del PNUMA cuya decisión 18/9 disponía el “posterior desarrollo del
derecho ambiental internacional dirigido al desarrollo sostenible”.

La multiplicación de instrumentos del derecho ambiental internacional y de los


actores plantea el problema de cumplimiento con los compromisos internacionales
ambientales. Las viejas y las nuevas técnicas han sido probadas para asegurar el
cumplimiento de las obligaciones en este campo. Esto probablemente sea el
problema más importante en el presente que tiene que enfrentar el derecho
ambiental internacional.

5. QUINTA ETAPA LA CUMBRE MUNDIAL SOBRE EL DESARROLLO


SOSTENIDO (JOHANNESBURGO 2002.

La Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible que tuvo lugar en


Johannesburgo en 2002, fue cenit y la culminación de una serie de conferencias
mundiales que dio comienzo en el año 2000 con la Cumbre del Milenio de la ONU.
En Johannesburgo se logró acordar una serie de objetivos parciales para seguir
llevando a la práctica el modelo de desarrollo sostenible. Al finalizar la cumbre
fueron aprobados un plan de acción y una declaración política de los jefes de
estado y de gobierno.

La declaración política fortaleció sobre todo el sistema de Naciones Unidas y la


idea de multilateralismo. El documento más importante de la cumbre, el plan de
acción, contiene una serie de nuevos plazos y exige la elaboración de diversos
programas de implementación.

Tras el acto inaugural, comenzaron las negociaciones de los principales grupos


de países participantes: los jefes de las delegaciones de la UE, el grupo de los
países en vías de desarrollo, denominado G77, y el grupo de EEUU, Japón,
Australia, Rusia y Canadá.

Los dos temas de posición fueron la exigencia de que en Johannesburgo se


alcanzasen compromisos concretos de actuación por un lado, y la preferencia de
que la cumbre cristalizase en una declaración de buenas intenciones, por el otro.

El G77 era el más interesado en la definición de acciones concretas que


permitieran contribuir a la reducción de las diferencias entre ricos y pobres.

La posible relación entre el calentamiento global y las inundaciones


catastróficas sufridas en numerosos puntos del planeta fue analizada por un grupo
de expertos que aprovecharon para declarar que sería muy positiva la ratificación
del Protocolo de Kyoto sobre reducción de emisiones de gases que están
provocando el calentamiento global.

Transcurridas tres décadas desde la Conferencia de Estocolmo, está claro que


los problemas del ambiente son los problemas del desarrollo desigual para las
sociedades humanas y nocivas para los sistemas naturales. Corresponde al
mundo desarrollado una responsabilidad mayor.

Será imposible alcanzar un estilo de desarrollo ambiental y socialmente


sostenible sin que todos los países estén dispuestos a cambiar su patrón actual de
crecimiento y de utilización del plano natural.

La Cumbre de Johannesburgo concluyó con un solemne compromiso, que sólo


será verificado por las generaciones futuras: “desde el continente africano,
cuna de la humanidad, solemnemente prometemos a los pueblos del mundo
y a las generaciones que heredarán esta tierra, que tenemos la
determinación de asegurar que nuestra colectiva de un desarrollo
sostenible, sea alcanzada”.

Cumbre de la Tierra de Johannesburgo

La Cumbre de la Tierra celebrada en 2002 del 26 de agosto al 4 de septiembre


de 2002 en Johannesburgo (África del Sur). Cumbre Mundial del desarrollo
sostenible organizada por la ONU, con la asistencia de más de un centenar de
Jefes de Estado y de alrededor de 60 000 personas, incluidos los delegados, los
representantes de ONG, los periodistas y las empresas. Este encuentro pretendía
ofrecer un discurso ecologista como parte de la labor de concienciación sobre la
importancia del desarrollo sostenible, para que todas las personas puedan
satisfacer sus necesidades presentes y futuras, sin dañar el medio ambiente. Se
constituyó como un instrumento de coordinación entre distintos actores de la
sociedad internacional con el propósito de incentivar a la población internacional, y
que la protección ambiental fuese compatible con el crecimiento económico, y el
desarrollo social, mediante la suma de los esfuerzos y de las capacidades de las
partes involucradas.

Objetivos
Esta tercera edición sirvió para hacer un balance de la anterior Cumbre de la
Tierra, celebrada en Río de Janeiro en 1992. Centrada en el Desarrollo Sostenible,
su objetivo era la adopción de un plan de acción de 153 artículos divididos en 615
puntos sobre diversos temas: la pobreza y la miseria, el consumo, los recursos
naturales y su gestión, globalización, el cumplimiento de los Derechos humanos,
etc Como consta en el Informe de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo
Sostenible, Johannesburgo [(Sudáfrica)], 26 de agosto a 4 de septiembre
de 2002, se instó a los países desarrollados a alcanzar los niveles
intencionalmente convenidos de asistencia oficial al desarrollo, apoyar la creación
de alianzas regionales fuertes para promover la cooperación internacional, afirmar
que el sector privado también tiene el deber de contribuir al desarrollo sostenible, y
por último llamar a crear instituciones internacionales y multilaterales más
eficientes, democráticas y responsables.
Público al que iba dirigida
El público al que iba dirigida esta Cumbre fueron los gobiernos, la sociedad civil y
las grandes empresas, para alentarlas a que presenten iniciativas para establecer
acuerdos de colaboración mediante los cuales se aborden problemas específicos
y se logren resultados mensurables que mejoren las condiciones de vida de la
gente en todo el mundo. Esta Cumbre incluyó además, las voces, experiencias y
puntos de vista de representantes de distintos grupos de la sociedad, tales como:
Funcionarios de Gobierno y Jefes de Estado, Organizaciones no
gubernamentales, Empresas e industrias, Poblaciones indígenas, Trabajadores y
sindicatos, Comunidades científica y tecnológica, Campesinos, Autoridades
locales, Agencias y programas de la ONU, y por último, niños y jóvenes. Ellos
representan los Grupos Principales identificados en el Programa 21.

Temas de estudio
Algunos temas de especial interés fueron debatidos en esta cumbre.
El acceso al agua y el estrés hídrico
Si bien el consumo mundial continúa creciendo, especialmente con la aparición
de nuevos países industrializados (NPI), como la India y China, los recursos de
agua presentan factores sociales, económicos y políticos importantes y críticos,
fuentes de potenciales conflictos.
Así, la Cumbre de la Tierra en 2002 fue el escenario de discusión y orientación
sobre la gestión de estos recursos, las necesidades de consumo, y la falta de
acceso al agua. Uno de los objetivos es reducir para el año 2015 la población que
no dispone de saneamiento adecuado para las aguas residuales.
El dossier de la energía
La energía es otra cuestión delicada discutida en esta edición. Los países del
Norte, incluido los Estados Unidos de América, son acusados regularmente de ser
culpables de un excesivo consumo de energía, y los NPI luchan para satisfacer su
demanda. Las reservas de combustibles fósiles estarán en riesgo de agotamiento
en las próximas décadas, y el petróleo será prohibitivo para los países del Sur.
A pesar de este contexto de tensiones económicas internacionales, las energías
renovables y sus usos siguen estando fuera del alcance de muchos países
emergentes.
La producción agrícola
La productividad agrícola a través de la agricultura intensiva suscita algunos
revuelos en la comunidad científica y entre los consumidores. Además de
la regresión y degradación del suelo, este método de producción aumenta, por
el uso de fertilizante y pesticidas, una contaminación de los productos finales y de
las aguas subterráneas. Otros sistemas de producción agrícola han conocido una
moda pasajera, tal como la agricultura biológica, pero sigue fuera del alcance de
los países del Sur que luchan para alimentarse a sí mismos.
Biodiversidad de las especies animales
Bajo el efecto de la presión demográfica, numerosas reservas ecológicas han visto
disminuir su extensión y ven su existencia amenazada por las necesidades
económicas de los países. Así numerosas especies de plantas y animales
desaparecen bajo la influencia de la deforestación o de la destrucción de su medio
ambiente.
Salud
Mientras que los laboratorios están buscando nuevos ingredientes activos en
las especies del Sur, muchos de ellos siguen careciendo de acceso a las
farmacopeas de los países desarrollados, privándoles de la atención a
poblaciones enteras enfrentadas a menudo a los flagelos del SIDA y la malaria.
Una cuestión simbólica
La Cumbre de la Tierra presenta una importante cuestión simbólica. Es la prueba
del Desarrollo de una cultura mundialpor el respeto a la ecología.
Su objetivo es demostrar la capacidad colectiva frente a los
problemas planetarios y oponerse al poder unilateral de la principal potencia, el
de Estados Unidos. Afirma la necesidad de un crecimiento en conformidad con
el medio ambiente, con el objetivo de la salud, la educación y la justicia.
El desafío político de la Cumbre es también importante, ya que demuestran que la
guerra contra el terrorismo no es el único problema mundial al día de hoy.

Polémica
Inercia de las grandes potencias
El gobierno de Estados Unidos no deseaba participar en la Cumbre. La Unión
Europea dijo en la apertura de la Cumbre de la Tierra que no renegociaría los
acuerdos recientemente alcanzados en Monterrey (México) y en Doha (Qatar).
Estos acuerdos versaban sobre los importes de la ayuda oficial al desarrollo
(AOD) y la liberación del comercio internacional. Sostuvo que la Cumbre de la
Tierra no era lugar para las negociaciones sobre el desmantelamiento progresivo
de las subvenciones a los países desarrollados.
Dos cuestiones clave bloquearon la aprobación de un Plan de Acción:
▪ La solicitud del Norte al Sur para que se respetaran los derechos humanos y luchar
contra la corrupción;
▪ El establecimiento de nuevos objetivos para la reducción de la pobreza. Los objetivos
fueron, por ejemplo, reducir a la mitad, en 2015, la población del mundo carente
de saneamiento de (aguas residuales) y de elevar al 15% en 2010 la proporción
de las energías renovables (por ejemplo energía eólica, solar).
Algunos artículos fueron difíciles de negociar. Así, los Estados Unidos se
opusieron a la mención del principio de precaución en el texto y la referencia, ni
siquiera indirecta, del Protocolo sobre Seguridad de la Biotecnología, que trata de
los organismos genéticamente modificados (OGM). También se negó la adopción
de metas sobre la energía o el agua contaminada.

Logros
Sin embargo, y a pesar de los problemas planteados, la amplia participación y
colaboración fueron claves para el buen desarrollo de la Cumbre y en
consecuencia, para el éxito del desarrollo sostenible. Ya que todos los sectores de
la sociedad tienen un papel que desempeñar en la construcción de un futuro en el
que los recursos naturales se protejan, y la prosperidad y la salud estén al alcance
de todos los ciudadanos del mundo. Para algunos, el gran éxito de la Cumbre de
la Tierra de Johannesburgo fue el énfasis que se logró poner en temas de
desarrollo social tales como la erradicación de la pobreza, el acceso al agua y a
los servicios de saneamiento, y la salud. Así, se acordó reducir a la mitad, para el
año 2015, la proporción de personas cuyo ingreso sea inferior a 1 dólar diario, la
de personas que padezcan hambre y la de personas que no tengan acceso al
agua potable. Se acordó también fortalecer la contribución del desarrollo industrial
a la erradicación de la pobreza, de manera compatible con la protección del medio
ambiente. Sólo mediante esfuerzos vigorosos y coordinados podremos asumir
este impostergable reto del que depende la viabilidad del ecosistema mundial,
tanto natural como social 1.

Liberalismo humanitario
Los países del Norte pretendieron la implicación de las empresas privadas en la
creación de asociaciones entre los gobiernos y las empresas. Las Naciones
Unidas había publicado una lista de asociaciones, con las empresas que hubiesen
recibido la aprobación como respetuosas con el medio ambiente. Las asociaciones
son conocidas como Type II agreements.
Algunos, incluidos los representantes de organizaciones no
gubernamentales protestaron a continuación contra la actitud de los Estados
Unidos y la Unión Europea, que defendían, en su opinión, los intereses de las
multinacionales. Muchos vieron este enfoque, promovido por Washington, como
una forma para que el Estado abandonase sus responsabilidades.

Los costos de la Cumbre


La Cumbres de Johannesburgo costo 33 millones de euros a Sudáfrica y 47
millones a las Naciones Unidas, 80 millones de euros en total.
Esto podría representar:
▪ El 67% del gasto sanitario Malí;
▪ La conexión al agua potable de 80 000 personas en una ciudad como La Paz (Bolivia)
o Manila (Filipinas );
▪ El precio de compra de casi 2 Rafales (sin armas) o de 4 F-16 (sin armas);
▪ El coste de la adquisición de 11 tanques americanos M1 Abrams. Catherine Kamping,
ha señalado durante la clausura que mientras que un tercio de la población
mundial gana menos de un dólar al día, nosotros hemos estado durante diez días
en este paraíso de riqueza para lograr unos resultados decepcionantes.1

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