Introducción: ¿Quién no conoce la historia del rey David? Aquel muchacho que venció con una honda y cinco piedras al gigante Goliat. Hay historias en libros, cuentos, hasta películas se han producido de esa historia bíblica. Creo que nunca terminaremos de aprender todo lo que Dios quiere y puede enseñarnos de cada historia bíblica. Entre algunas lecciones que podemos aprender: 1. Cada situación vivida en tu niñez, es Dios preparándote para lo que se viene. 2. Aunque algunos te menosprecien por ser jóven, inexperto, impulsivo, para Dios nada de eso es un impedimento para usar tu vida. 3. En ocasiones nos enfrentamos a gigantes, problemas tan grandes que parece que todo se acabo. 4. No hay problema tan grande que no puedas vencer. 5. Para enfrentar a tus gigantes, debes echar mano de lo que tienes y sabes usar, no de las cosas que otros usan. 6. Debes estar bien preparado, David escogió cinco piedras, no solo se llevó una. 7. La motivación correcta, te lleva a hacer cosas que nadie más las haría. 8. Siempre va a haber gente que te criticará por algo: a) Si no eres muy jóven, ya eres muy viejo. b) Eres muy serio, o entonces eres demasiado alegre. c) Cuando haces algo, alguien puede hacerlo mejor. Sin embargo, hay una lección que nunca la hemos tomado en cuenta, y me gustaría centrarme en ella ahora.
I.- CORRIÓ DAVID Y SE PUSO SOBRE EL FILISTEO.- (1 Sam. 17: 51 a)
A. Hay algunos dichos que son interesantes: 1. El partido no caba, hasta que acaba. 2. No cantes victoria, antes de tiempo. B. Corrió David y se puso sobre el filisteo, ¿Por qué? 1. Seguramente porque quería fanfarronear un poco de su victoria. 2. Lo más probable es que quería verificar que el muerto estaba bien muerto. 3. La unica manera de saberlo, era postrandose sobre el muerto y moverlo, pisarlo para ver si aún se movía. C. He escuchado tantas veces, frases como: 1. Ya la tengo en el bolsillo. 2. Ya he aprobado, no necesito la nota. 3. Ya es mía, es mi esposa, está segura. D. Entonces la gente se conforma y deja de hacer cosas, ya no se mueven más, ya no se esfuerzan, no corren para ver si realmente está en sus manos. E. ¿Cuántas veces has perdido algo, que creías que ya lo tenías bien seguro? F. Pues bien, aquí viene el primer consejo: 1. Nunca creas que por que el gigante cayó, ya está muerto. 2. Corre y párate sobre él, para verificar que realmente está bien muerto. 3. Nunca creas que ya tienes algo asegurado. 4. En ocasiones un golpe al gigante, no es suficiente. G. Me ha sucedido especialmente cuando doy consejería, las personas creen que con dos charlas, se sienten un poco mejor y ya creen que todo el problema está solucionado.
I.- TOMANDO LA ESPADA DE ÉL, LA SACÓ DE SU VAINA Y ….- (1 Sam. 17:
51 b) A. En principio, vemos a David tomando una piedra lisa, con su honda arrojó la piedra y mató al gigante. (1 Sam. 17: 50) B. Sin embargo, en el verso 51, parece que el gigante no estaba bien muerto. C. Una piedra no es suficiente para dejar bien muerto a un gigante. D. Entonces la Palabra dice que David tomo el arma del gigante y con su propia espada, lo liquidó. 1. Muchas veces nuestras armas, nos sirven hasta cierto punto, nos ayudan en cierta medida. 2. Pero en ocasiones, necesitaremos utilizar las armas de nuestro propio enemigo, para dar fin con algo. 3. Saúl le ofreció a David su espada, escudo, lanza, pero él las rechazó, quizás pensó que no las necesitaba. 4. Sin embargo, después se dio cuenta que le eran útiles. E. En ocasiones rechazamos consejos, opiniones, ayuda en diferentes áreas de la vida, pensamos que no nos van a servir, pero llegado el momento nos damos cuenta que realmente habían sido útiles. 1. Hay jóvenes que piensan que mientras están solteros, no necesitan aprender sobre matrimonio, “Cuando esté casado aprenderé”, dicen algunos. 2. Hay matrimonio que creen que no necesitan consejería, ayuda en su relación, “Cuando tengamos problemas de verdad, ahí buscaremos ayuda”, dicen algunos. 3. Hay gente que dice que no necesita de Dios ahora, “Cuando esté enfermo o al borde de la muerte, lo buscaré”, dicen otros. F. Ahora viene el consejo: 1. Piensa bien si las armas que tienes, son suficientes para dar muerte a tu gigante. 2. Si solo tienes piedras, necesitas preparte también en el uso de una espada para dar fin con el gigante. 3. ¿Qué mejor que la espada del Espíritu? 4. Prepárate, adiéstrate, alístate, ejercítate en el uso de las armas adecuadas para cada vez que tengas que enfrentar a un gigante. (Sal. 144: 1) a) El matrimonio es un gigante. b) La vida profesional es un gigante. c) La vida cristiana, es un gigante. d) El ministerio es un gigante. e) Ser papás es un gigante.
III.- …LO ACABÓ DE MATAR, Y LE CORTÓ CON ELLA LA CABEZA.- (1 Sam.
17: 51c) A. He escuchado muchas veces, frases como: 1. Nuestro matrimonio estaba bien, no sé que pasó, no sé en qué momento llegamos al punto de querer divorciarnos. 2. Me estaba yendo bien, mis notas estaban bien, no sé que sucedió que terminé aplazado. 3. Era un buen hijo, respetuoso, obediente, estudioso, no sé en qué momento se me desvió y terminó en drogas, pandillas, alcohol, malas amistades, etc. 4. Era un buen esposo, buen padre, no sé qué ocurrió que cambió de un momento a otro y ahora se fue con otra/o, y nos abandonó. 5. Era un buen creyente, devoto, metido en las cosas del Señor, ahora no quiere saber nada del evangelio. B. ¿Qué sucedió? Muchos se preguntan. C. La respuesta es sencilla, creyeron que ya estaba todo bien. (1 Co. 10: 12) D. Si David se hubiera retirado después de ver caer a Goliat, probablemente éste se hubiera levantado y matado a David. E. En ocasiones creemos que ya el gigante está muerto. 1. Creemos que el vicio ya está vencido. 2. Creemos que el problema ya está resuelto. 3. Creemos que la amargura ya está eliminada. F. David no creyó ni por un instante que el gigante estaba muerto, por eso corrió, tomó su propia espada y le cortó la cabeza. G. Una piedra puede matar un gigante, pero cortarle la cabeza es seguro que lo deja bien muerto, que no se levantará jamás. CONCLUSIÓN: Córtale la cabeza a tu gigante.- A. ¿Estás enfrentando un gigante? 1. Quizás tu gigante es un pecado que no podías vencer, y ahora lo ves que cayó. 2. Quizás tu gigante es un matrimonio que tenía muchos problemas, pero ahora parece que las cosas mejoraron. 3. Quizás tu gigante es un hijo que estaba causando problemas, y ahora lo ves que está mejor. 4. Quizás tu gigante es una mala administración de tu economía, estabas en necesidad económica y ahora tu situación ha mejorado. B. ¿Quién es tu gigante? C. Si lo viste caer, no te vayas cantando victoria. D. Corre a tu gigante y CÓRTALE LA CABEZA.