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Thomas Hobbes
Palabras Claves: Estado, poder, presidencialismo, libertad, soberanía, gobierno,
muerte.
1. Introducción
Con esta génesis del estado que plantea Hobbes, se determina por qué vivir con
gobierno, gobernantes, y por ende, con leyes a pesar de que aparentemente nos
impiden hacer lo que deseamos. Como el hombre es un lobo para el hombre, si
éste no se encuentra protegido bajo el poder de dicho estado contractual, estará
en medio de ese estado natural de guerra de todos contra todos en el que se ve,
peligrosamente en la posibilidad de perder su motor más preciado: su movimiento,
su vida. Por ende el miedo a morir es la palanca que mueve al hombre a
civilizarse.
A partir del “egoísmo inteligente” y de la razón, que según Hobbes “no es más que
una herramienta para que el individuo se las ingenie para conseguir y poseer lo
que quiera”1, se da el motor de la adaptación del hombre a la sociedad. Así, “la
sociedad es una construcción artificial que se mantiene unida a través de la
combinación que se da entre los intereses personales racionales, violencia,
intimidación y engaño”2 y esto se fundamenta en que “es racional que cada
individuo actué de la forma que sea para satisfacer sus deseos al máximo”3.
Por ejemplo: “se supone que los hombres son amables entre sí solo para poder
recibir a su vez amabilidad”4. Y así se reitera que la propia naturaleza nos otorga
una razón que nos provee de ciertas "leyes naturales" que son como "un
precepto, o regla general, que la razón descubre, y que prohíbe a un hombre
hacer aquello que destruya su vida"5.
La vida humana es una constante lucha por satisfacer el deseo; este provee los
fines de la acción humana, y la razón indica los medios para conseguir estos fines.
Hobbes denomina estos medios como <<poder>>, siendo así la vida “un deseo
perpetuo y sin descanso de poder tras poder, que solo cesa con la muerte”6
Pero es racional esperar que un individuo vulnere a otros cuando esto sea en su
propio beneficio, y más aun cuando tiene la soberanía sobre los demás; como
cuando el soberano (haciendo alusión a una especie de “razón de estado” puede
atentar contra la integridad o el bienestar de uno o más “ciudadanos” según a su
concepción (del soberano) sea necesario, esto debido a que:
Todos los hombres renuncian al derecho natural que tienen de defenderse y confían
esa tarea a un solo hombre o a una asamblea de hombres, entonces todo el mundo
estará protegido contra el que […] se aprovecha de la cooperación social sin cumplir
De este modo Hobbes entiende que “los pactos sin espadas no son más que
palabras, pero después de establecer el contrato social el poder colectivo de todos
se convierte en la espada que impone dicho contrato”9. Se establece la sociedad
civil y los hombres racionalmente establecen acuerdos benéficos para todos. Se
poseen propiedades (sólo dentro de dicho estado social, no fuera de este):
7
HOBBES, Thomas citado en: CAMPBELL, Tom (1988), p. 97
8
CAMPBELL, Tom (1988), p. 99
9
CAMPBELL, Tom (1988), p. 100
hacerse a la vida cómoda y segura, escapando a los males del estado de naturaleza
donde no existen10 ningún tipo de artes, letras ni sociedad; y lo que es peor de todo,
Las relaciones sociales son, por lo tanto, externas al individuo más bien que parte de
unos consensos morales compartidos. Ni siquiera la familia se sostiene por medio del
afecto natural, sino que se mantiene unida por el poder superior del padre cuyo
relativo dominio que tiene sobre la mujer y el absoluto dominio sobre los hijos se basa
en la fuerza. Aquí, a menos que el soberano intervenga con su poder superior, la
Debe de indicarse que el soberano definido por Hobbes tiene la obligación no solo
de ser el receptáculo del poder del Estado, sino que haciendo uso de las
facultades que le confieren este poder, debe determinar lo que está bien o mal
dentro de dicho Estado. Debe crear normas sociales e imponerlas de una forma
“autoritaria”; facultades que no pueden ser coaccionadas ni siquiera por las
consideraciones religiosas, al contrario usando como medios a dichas
consideraciones, debe de conseguir la conformidad con sus mandatos:
Hobbes tiene claro que la religión es un medio de control social, que implica, si no
engaño, algo parecido a la falsa conciencia de Marx: <<la religión es el miedo que se
tiene hacia un poder invisible, inventado por la mente, o imaginado por aquellos
10
CAMPBELL, Tom (1988), p. 100
11
HOBBES, Thomas citado en: CAMPBELL, Tom (1988), p. 100
12
CAMPBELL, Tom (1988), p. 100
13
CAMPBELL, Tom (1988), p. 100
cuentos que se permiten públicamente; aquello que no está permitido en
superstición>>. Es un crimen enseñar una religión no ortodoxa, no porque sea falsa,
sino porque socava la credibilidad de los gobernantes que pretenden ser más que
humanos para poder mantener su autoridad jugando con el miedo irracional que los
Pero pregúntese entonces los términos “mandato” (referido a las funciones del jefe
de Estado), y “mandatario” (para referirse al presidente de la república), términos
usados por diversos autores, y que según Collazos Rivera, se deben considerar
(al menos dentro del caso colombiano) jurídicamente imprecisos. Esto debido a
que dichos términos son utilizados bajo el parámetro del contrato civil de mandato,
el cual permite jurídicamente que el pueblo destituya al mandatario por
incumplimiento de sus funciones. Pero dentro de regímenes presidenciales, no se
le puede denominar mandatario al presidente.
14
CAMPBELL, Tom (1988), p. 101
15
SARTORI, Giovanni (2004), p. 168)
Ello por cuanto, así como no existe facultad alguna del Congreso de la Republica para
acabar con el periodo presidencial de la persona que detenta este supremo poder,
tampoco existe regla o principio constitucional alguno, por lo menos así acontece en la
Constitución Política de Colombia de 1991, que permita que el pueblo, titular de la
soberanía, de por terminado o interrumpa el periodo presidencial del candidato que
16
COLLAZOS, Juan Camilo (2007), p. 4
17
NARANJO, Vladimiro (2003) p.309
18
COLLAZOS, Juan Camilo (2007), p. 6
control y no colaborar armónicamente con ellos, el equilibrio y la armonía de dichas
7. A modo de conclusión
Hobbes defendía entonces un absolutismo monárquico solo si éste iba en pro del
interés individual, la paz y el orden, y a pesar de que su teoría termino como
fundamento para dar fuerza política a la soberanía autoritaria, sus intereses
estaban fundamentados en construir un Estado funcional y benéfico para todo
individuo, y así mantener una “armonía” en el desarrollo de la vida humana en el
que “los soberanos no pueden contribuir más a la felicidad de los ciudadanos, que
protegiéndolos de la guerra exterior y de la civil para que puedan disfrutar de la
riqueza creada con el trabajo”20; pero contrario a esto, en Colombia el sistema que
teóricamente al ser “democrático” debe de radicar la soberanía en el poder del
pueblo, no está velando por ninguno de esos puntos (paz y orden) y mucho menos
permitiendo la soberanía de los “votantes”.
Un sistema que aunque se alzó como una democracia estructurada bajo una
constitución del pueblo para el pueblo, terminó por convertirse en la perversión de
lo que finalizó siendo un absolutismo monárquico, pero en el más negativo de sus
sentidos, ya que en él, la constitución es una simple ilusión para enmascarar la
arremetida de un régimen que busca perpetuarse en el poder. Régimen que en
reiteradas ocasiones ha demostrado política, económica y socialmente que no
está a favor del pueblo, ni del Estado, ni del país o la nación, y que
enmascarándose en "encrucijadas del alma" busca realmente poner a todo un
país a trabajar en beneficio del Ejecutivo y de los intereses que se esconden en lo
que esté representa; concluyendo así finalmente que ningún tipo de interés
individual debe estar por encima del colectivo. Esto queda determinado en el
interés fundamental de la estructura del Estado hobbessiano, y es esto lo que en
un régimen presidencialista termina por ser licencioso para el desarrollo de la vida
humana dentro de un Estado normativo, llevando a este hacia la muerte.
19
COLLAZOS, Juan Camilo (2007), p. 20
20
HOBBES, Thomas (1999), p. 114
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
CAMPBELL, Tom.
(2004) “Thomas Hobbes: el individualismo instrumental” en Siete teorías de la sociedad. Madrid:
Cátedra.
HOBBES, Thomas.
(1994) El leviatán. México: Fondo de Cultura Económica.
(1999) Tratado sobre el ciudadano. (Ed. J. Rodríguez Eco). Madrid: Trota.
NARANJO, Vladimiro.
(2003) Teoría constitucional e instituciones políticas. Bogotá: Edit. Temis.
SARTORI, Giovanni.
(2004) Ingeniería constitucional comparada. México, Fondo de cultura económica.