Вы находитесь на странице: 1из 2

PARA TRATAR LOS TRANSTORNOS DE LA PERSONALIDAD:

En muchas ocasiones las personas pueden sufrir un problema de ansiedad como por ejemplo
agorafobia (miedo intenso a espacios cerrados o multitudes) para estos casos existen para estos
casos existen técnicas cognitivas y conductuales de probada eficacia que solucionarían el
problema eficazmente. En el caso de que detrás de esta agorafobia exista un trastorno de la
personalidad estas técnicas psicológicas que abordan únicamente la agorafobia no serían
suficientes ya que la persona volvería a padecer la agorafobia al cabo de un cierto tiempo.
Lo mismo ocurre con las depresiones: cuando las depresiones son recidivantes (se repiten en el
tiempo) suelen tener un trastorno de la personalidad de fondo en un alto porcentaje de los casos,
por ello las técnicas comunes para el tratamiento de la depresión, así como los fármacos
antidepresivos solamente alivian la depresión temporalmente y la persona se ve condenada
a sufrir episodios depresivos repetitivos a lo largo de su vida.
Por ejemplo un paciente que presenta síntomas depresivos tales como el cansancio, la falta de
interés en las actividades cotidianas, de disfrute, falta o exceso de apetito, problemas de sueño
entre otros, podría beneficiarse de una terapia con técnicas comunes para el tratamiento de la
depresión que aliviaría sus síntomas, así como con un uso de psicofármacos tales como los
ansiolíticos y antidepresivos. Si la persona además de tener estos síntomas depresivos tiene
un alto nivel de perfeccionismo, un sentido muy estricto de la justicia, tiende a ver las cosas
dicotómicamente (en blanco y en negro) y le importa mucho lo que los demás piensen de él
(deseabilidad social), entonces estaríamos hablando de un trastorno obsesivo de la
personalidad de base, que intermitentemente ocasiona episodios depresivos a lo largo de
toda la vida del paciente. En este caso para erradicar definitivamente los síntomas depresivos se
debería tratar el trastorno de personalidad de fondo con técnicas especializadas para el tratamiento
de este trastorno de la personalidad. Si esto no se hace el paciente volverá a experimentar estos
síntomas depresivos y en el caso de que tome psicofármacos podría desarrollar una dependencia
de los mismos, especialmente de los ansiolíticos….

 LOS TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD SE CARACTERIZAN EN GENERAL COMO


TRASTORNOS DE LAS RELACIONES INTERPERSONALES.
Las personas que padecen un trastorno de la personalidad al no poder ser flexibles y adaptarse a
las circunstancias de su entorno tiende a adaptar el entorno a ellos, es decir, tratar de influir
masivamente en la conducta de los demás.
Así, por ejemplo una persona con un trastorno histriónico de la personalidad puede exagerar un
dolor de cabeza para recibir atención de los demás. Las demás personas responden a corto plazo
a esta demanda para obtener atención pero a largo plazo tienden a rechazar a la persona porque
se sienten "hartas"

 LAS PERSONAS QUE PADECEN UN TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD POSEEN


UNA SERIE DE CONVICCIONES (ESQUEMAS COGNITIVOS) DISFUNCIONALES.
La forma que tiene una persona de interpretar la realidad condiciona su manera de sentirse
y de comportarse.
Por ejemplo, si a una persona con un trastorno narcisista de la personalidad se le critica y
se le dice que ha hecho algo mal, entonces se activarán en él esquemas cognitivos
disfuncionales tales como "no soy válido" o "no hago nada bien" o "como puede decirme
esto a mí", que producirán en él una reacción desproporcionada de ira, comportándose de
forma agresiva. Los esquemas cognitivos disfuncionales o erróneos se activan de forma
automática no siendo consciente de ello la persona.
 LA COMPLEJIDAD DE ESTOS TRASTORNOS REQUIERE UNOS CONOCIMIENTOS
ESPECIALIZADOS QUE SOLAMENTE UN PSICÓLOGO EXPERTO POSEE.
Los tratamientos tanto psicológicos como farmacológicos que solo actúan sobre los
síntomas son completamente superficiales dejando el verdadero problema sin resolver
ya que no van a la raíz de estos síntomas.
Por ejemplo, el uso de tranquilizantes (ansiolíticos) hace que una persona se relaje
mientras los toma. Pero de ninguna manera ese tratamiento farmacológico va a la raíz de
sus comportamientos y pensamientos disfuncionales, verdadero origen de su problema.
Por ello cuando deje de tratarse farmacológicamente volverá a sufrir los síntomas
que padecía al principio. Además los tratamientos con tranquilizantes se caracterizan por
tener efectos secundarios y en poco tiempo crean adicción y tolerancia. Con estos
tratamientos sencillos lo que conseguimos al final es que los pacientes a la larga tengan
dos problemas: un trastorno de la personalidad más una dependencia farmacológica
innecesaria.

Вам также может понравиться