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Delia Bianchi
El cometido de este trabajo es aportar a las reflexiones de los roles y las tareas que les competen
a los equipos interdisciplinarios de salud que desarrollan sus acciones en el marco de las
instituciones del primer nivel de atención.
Denominamos como comunitaria a la salud, porque implica una posición y enfoque especifico
con metodologías de intervención solidarias con esta posición.
El énfasis estará dado en las estrategias que nos ayuden a pensar acciones en el ámbito de la
salud. Para esta labor, nos interesa partir desde el entendido que el ‘trabajo en salud se basa,
todo el tiempo, sobre relaciones interpersonales’.
La eficiencia de las estrategias se debe a como se han conectado los que comparten (integrantes
de equipo) la zona de problemas de intervención. Podríamos decir que el concepto conector o
frontera entre la salud y la enfermedad se centra en la capacidad de los equipos de contrarrestar
los riesgos de desafiliación a los que están sometidas las personas que demandan ser atendidas.
Para realizar la primera ubicación del tema, parece interesante recurrir a las ideas sobre campo
y/o núcleo de competencias y responsabilidades que propone Gaston Campos.
Las cualidades de estos aprendizajes (sus objetivos) deberían ser las de complementariedad y
cooperación, tanto en la construcción de los problemas de intervención, como en el correlato de
las estrategias planificadas, que cada uno de los integrantes ha ensayado en su proceso
formativo y de ejercicio profesional.
La elaboración de un marco conceptual común, no necesariamente acabado, sino justamente en
términos de interrelación entre núcleo y campo, provee sustento y contención cotidiana,
institucional, generando experiencia compartida.
Desenvolver procesos de trabajo en la salud comunitaria requiere destrezas que pongan en juego
pensamiento y acción ecológicos (Morín: 1990).
El entorno como un lugar, o el ambiente en el que las personas pueden interactuar cara a cara
fácilmente; y el contexto como descriptor de las condiciones interrelacionadas donde las
personas viven sus vidas cotidianas.
Para el diseño de estrategias en salud comunitaria, es preciso entender que, los sujetos con
distintos padecimientos psíquicos tendrán diferentes posibilidades de desarrollar su vida con
mayor o menor grado de discapacidad, de acuerdo a las formas en que sean atendidos en el
ámbito de sus entornos y contextos.
Trabajar sobre estos aspectos debería ser una prioridad, en tanto significa grados intensos de
producción de salud en términos de seguridad y confianza en la percepción de apoyos, asi como
autonomía en la toma de decisiones sobre posibilidades y proyectos.
Esta idea de cambio (transición ecológica) es saludable, y como tal necesita ser sostenido por
las distintas instituciones que reciben, permiten u obturan esos cambios.
Cuando la intersectorialidad no es puesta en practica, y no se logra implementar estrategias para
acompañar esos cambios, se vivencia frustración (vulnerabilidad, descolocamiento, sufrimiento)
por parte de los sujetos y equipo de salud.
Repensar el primer nivel de atención es tomarse muy en serio que allí donde ‘la gente vive y
trabaja’, y no trabaja, es un lugar privilegiado para tomar la cotidianeidad como una trama
valiosa en la cual es significativo potenciar relaciones de apoyo, cuidado, sostén, disfrute,
acompañamiento y aprendizaje.
Es allí en donde se puede trabajar confrontando los déficits de integración (Castel, 2010),
operando en los comportamientos relacionales, en los cuales se evidencian ‘los procesos de
desestabilización (…)’.
La tarea de reconceptualizacion del primer nivel precisa incluir las preguntas por los elementos
que definen actualmente al trabajador de la salud comunitaria y por los componentes del sistema
de salud (Saforcada: 1999) en la coyuntura de la reforma en cuanto a potenciar procesos
transformativos con respecto a las practicas de atención a la salud en accesibilidad e
integralidad.
Reconceptualizar el primer nivel de atención, implica trabajar con las paradojas y tensiones
entre lo mental y lo integral; entre lo clínico y lo comunitario. Requiere del diseño y desarrollo
de programas de intervención comunitaria, con indicadores específicos de evaluación,
incorporando la herramienta de la epidemiologia.
Interdisciplinariedad y Valores
Luis Carrizo
Introducción
En la actualidad nos enfrentamos con una paradoja decisiva para el presente y el futuro. Por una
parte, asistimos a una enorme revolución en el campo del conocimiento y la tecnología,
mientras que a la misma vez se verifican brechas crecientes y casi insalvables en la distribución
de la riqueza y la gestión del conocimiento, provocando miseria y exclusión a miles de millones
de personas. Hoy ya no es posible mantener los mitos que ilusionaron el paisaje del desarrollo
humano en décadas pasadas.
Junto con la revolución del conocimiento y la tecnología, se ha venido instalando una segunda
revolución asociada: la del uso que se hace del conocimiento y la tecnología. Y, hace ya tiempo
insistiendo por nacer, hay una tercera revolución en este circuito: la del conocimiento del
conocimiento. Quizá como nunca antes se impone un imperativo ético y estratégico en este
campo: interrogarse acerca de que hacer con lo que sabemos, acerca de las implicaciones de lo
que hacemos, acerca de que hacemos para conocer. Estos tres ordenes de interrogación
atraviesan los actuales debates en la filosofía de la ciencia, denuncian cegueras y también
alientan oportunidades. Se trata de desafíos pendientes, que requieren debates y acciones
urgentes.
La complejidad del mundo real hace dar cuenta de la necesidad de otros modos de conocer.
Desde distintos ámbitos, se postula la necesidad de una visión mas integrada que la tradicional
en el tratamiento de realidades complejas. Esto se expresa con la necesidad de una
aproximación interdisciplinaria al conocimiento de nuevos fenómenos.
El análisis de las tendencias que promueven una mayor integración de los conocimientos, puede
ser abordado desde distintas miradas. Como ser la de una perspectiva histórica, que remite a las
distintas etapas evolutivas que ha sufrido la nocion de interdisciplinariedad, sus modalidades y
las razones axiológicas que están en la base de los distintos hitos que han marcado esta
evolución; o también la de una propuesta teorica, que intenta distinguir y articular las nociones
de disciplinariedad, interdisciplinariedad, y transdisciplinariedad, con sus consecuencias en la
educación, investigación, e intervención; y por ultimo como valores que se potencian y
desarrollan en este tipo de experiencias.
Aquí se expondrá una aproximación histórica, desde un punto de vista axiológico, del panorama
de las tendencias mas importantes en la evolución de la interdisciplinariedad en las ultimas
décadas.
Según Yves Lenoir y Abdelkrim Hasni, existen tres lógicas, que se pueden identificar en los
distintos abordajes que sobre interdisciplinariedad pueblan los ámbitos educativos,
condicionadas por los contextos culturales de sus representaciones.
Por ultimo, la lógica subjetiva –de tipo fenomenológico- enfatiza el papel del actor, la
subjetividad y la intersubjetividad y al fortalecimiento de valores como la humildad y la
coherencia, entre otros.
Luego de describir esta tipología de los modos interdisciplinarios, estos autores proponen una
integración de sus lógicas, una lectura no excluyente sino complementaria.
En los últimos años, se advierte una creciente asociación entre dos términos que se integran
profundamente: interdisciplinariedad y complejidad. Esta vinculación es causa y efecto de la
emergencia de la noción de transdiscipinariedad como un nuevo registro paradigmático y una
forma mas pertinente de organización y producción del conocimiento. Las implicaciones de esta
mutua relación conmueven la naturaleza del conocimiento, la estructura de las instituciones
educativas, las modalidades de la resolución de problemas, el dialogo entre ciencias naturales,
tecnológicas y sociales.
De acuerdo con esto, Caetano, Curado y Jacquinet han descrito el denominado ‘binomio
complejidad-transdisciplinariedad’ que refiere:
- Por un lado, a las realidades investigadas, complejo de fenómenos irreductible a una
sola dimensión y cuyos significados dependen fuertemente del contexto.
- Por otro, al esfuerzo intelectual para comprenderlas, a través de la elaboración de
modelos que tomen en cuenta el contexto asi como las interretroacciones entre sus
elementos constituyentes.
Asociadas a las profundas transformaciones sociales de las ultimas décadas, desde el punto de
vista de la evolución histórica del sentido, los discursos sobre transdisciplinariedad han
evolucionado de manera significativa. De acuerdo con Julie T. Klein, es posible diferenciar tres
momentos en esta concepción:
- Primer momento (1970): dialogo entre distintos saberes y estructuras sistémicas del
conocimiento, mas asociado al campo de la interdisciplinariedad.
- Segundo momento (1987): entre, a través y mas allas de las disciplinas. Investigaciones
transdisciplinarias de tipo orientado/aplicado, donde se involucren actores de fuera de la
academia.
- Tercer momento (1990-2000): investigación orientada, mas alla de lo disciplinario,
practica, participativa y procesal, campos donde los desarrollos social, técnico y
económico interactúan con componentes de valores y cultura.
De esta evolución surgen tres cuestiones importantes. En primer lugar, la necesidad de
abordajes que trasciendan los campos de saber clásicos, para poder dar cuenta de mejor manera
de la complejidad de los fenómenos observados. En segundo lugar, la necesidad de ampliar la
convocatoria de actores en la mesa de dialogo del conocimiento, integrando los conocimientos
científicos sistematizados con los saberes de la comunidad y de las distintas partes interesadas, a
través de lo cual se promueva el dialogo entre el campo científico y el campo social de manera
inclusiva. En tercer lugar, la reflexión ética sobre los modos y destinos del conocimiento. La
ciencia no esta extenta de responsabilidades éticas y normativas, la enorme capacidad de
construcción y destrucción que potencialmente concentran la ciencia y la tecnología, las hacen
consecuentemente mas necesitadas de parámetros éticos, que orienten su acción.
Para avanzar en estas interrogantes, resulta útil la referencia a tres operaciones lógicas:
distinción, conjunción, implicación, que el pensamiento complejo propone como alternativa a
las modalidades de reducción y disyunción.
Interesa señalar aquí algunos nudos y desafíos en el camino de promover la formación de una
‘actitud’ transdisciplinaria.
La actitud transdisciplinaria según Basarab Nicolescu, presupone
- Pensamiento y experiencia interior, y ciencia y conciencia, y efectividad y afectividad.
La transdisciplinariedad puede ser concebida como la ciencia y el arte del
descubrimiento de las pasarelas (a la vez entre los diferentes campos del conocimiento y
entre los diferentes seres que componen una colectividad).
Para ello, la educación y la formación profesional deben promover la construcción de un
espíritu científico critico, abierto y riguroso. En este sentido, se deben tomar en consideración
algunos desafíos, a saber:
- Tomar en cuenta las trampas, cegueras y errores del conocimiento. El autoengaño es un
riesgo siempre presente.
- La inconmensurabilidad del conocimiento puede ser un estimulo, aunque
frecuentemente se vive como una paralisis. Es necesario afrontar la incertidumbre,
teniendo conciencia de los limites del conocer asi como de su carácter provisorio y
relativo.
- Tener conciencia de que explicar no es comprender. Explicar requiere de todos los
medios objetivos a la mano, pero es insuficiente para comprender el ser subjetivo, el
otro como sujeto, con sus penas y esperanzas. A través de la empatía es posible luchar
contra la discriminación, el odio y la exclusión.
- Elucidar los mecanismos de poder que están relacionados al saber. Es necesario bucear
en la trama institucional multiple que condiciona la construccion del conocimiento y
habilitar transformaciones creativas y autónomas.
Desde esta perspectiva, la relación con el otro se plantea en términos de integración autos-oikos.
La relación autoecologica, según señala Morin, es a la vez de oposición/distinción y de
implicación/integración, de alteridad y de unidad. Auto/oikos no pueden ser pensados ni
tratados separadamente uno de otro.
Sin embargo, como sucede en cualquier grupo social, en la practica el trabajo asociativo puede
atravesar momentos de conflicto y divergencias que están en la esencia de esta dialogica de la
unidad en la diversidad. Es importante considerar, en esta perspectiva, ciertos factores que
contribuyen a administrar estas tensiones. Madeleine Hirsh propone:
- Que el proyecto sea conducido de un modo participativo.
- Sea guiado por una visión común.
- Que la organización del proyecto sea preferentemente horizontal y flexible.
- Desarrollar competencias sociales que favorezcan el desarrollo del proyecto
(sensibilidad para gestionar las diferencias entre lenguajes, valores, visiones y lógicas;
intuición para advertir las diferentes variables en juego en cada momento, etc.)
Para el éxito en el desarrollo de un trabajo interdisciplinario, la integración del equipo y
fundamentalmente las cualidades de su responsable son asuntos particularmente sensibles.
Según Craig Johnson, la función de coordinador juego un papel esencial en el desarrollo,
implementación y obtención de los objetivos de un equipo interdisciplinario.
Para Julie Klein, varias son las cualidades principales que debe mostrar quien este encargado de
realizar esta función.
- Respetabilidad personal y profesional
- Experiencia previa a nivel interdisciplinario, asociada a competencias disciplinarias y
tecnologías apropiadas para los objetivos del equipo o proyecto.
- Sensibilidad hacia diferentes paradigmas y epistemologías disciplinarias.
- Disposicion para la resolución de problemas.
- Habilidades para convocar a los miembros y asegurar la realización de la agenda
(administración de relaciones internas y externas).
- Habilidades para conducir dinámicas de grupo (cooperación, comunicación, conflictos,
tareas, etc.)
- Energia y paciencia.
b) La ética de la comprensión
Como señala Edgar Morin, ‘la conjunción de las incomprensiones, la intelectual y la humana, la
individual y la colectiva, constituye obstáculos mayores para el mejoramiento de las relaciones
entre los individuos, grupos, pueblos, naciones’.
Sin embargo, se trata de un desafío muy intenso, que tiene que ver con los valores de
reflexividad y autocritica. Eric Cassell nos advierte acerca de las dificultades para llevar
adelante un exitoso proceso interdisciplinario, ya que por su propia naturaleza exige interrogar
paradigmas e identidades sólidamente construidos. ‘Pedir a alguien que este preparado para
poner su estructura conceptual en cuestión es pedirle que este preparado para abandonar una
parte de el mismo’.
c) La reflexividad y la autocritica
Lo que se propone es que la transdisciplinariedad no es una abstracción idealista, sino que hace
carne en el sujeto que la construye como reflexión y la actualiza como practica.
Se trata, en fin, de indagar las condiciones en las que el sujeto en la interdisciplinariedad piensa
su saber y su quehacer. ¿Cuáles son las condiciones de su practica? ¿Cuáles las condiciones
para pensarse a si mismo, siendo a la vez sujeto-conceptuador y objeto-conceptualizado?
Objetivar esta tarea es hacerla subjetiva de manera compleja y no de manera idealista. Es
prevenir el imperio de mitologías y dogmas cientificistas, territorios de saberque se pretenden
incuestionables.
Desde la perspectiva de educación en valores, la conciencia de estos condicionamientos y la
formación para su análisis constituyen una riqueza inestimable, que es posible aprovechar en la
experiencia interdisciplinaria.
d) La solidaridad y la corresponsabilidad
Hay autores que sugieren diseñar estrategias de participación aun mas alla del equipo técnico y
subrayan la importancia de la responsabilidad compartida en la interdisciplinariedad. De
Wachter señala que la participación de los pacientes en las decisiones medicas ha sido de gran
impacto positivo, teniendo como resultado la definición de ayudas adecuadas y terapias
eficientes. Trabajando en una causa común, tanto el equipo técnico como el paciente asumen
una actitud de común responsabilidad en la ruta de la decisión.
De Wachter enfatiza que gran parte del resultado, si no todo, depende del proceso previo de
elaboración de la decisión y señala que de esta forma, ‘ningun orden es dada desde el exterior,
sino que una decisión es alcanzada desde el interior’.
La solidaridad con el compañero de equipo, con el objetivo y con el destinatario, asi como la
corresponsabilidad en estos niveles constituyen valores que hay que construir desde una
perspectiva del conocimiento y la acción que vaya mas alla de una visión reducidad de los
resultados.
f) La democracia cognitiva
Michael Gibbons plantea que una mayor participación de la sociedad significa no solamente
mejores soluciones sociales, o respuestas mejor adaptadas, o soluciones que brinden
tranquilidad a una comunidad, sino que también significa mejores soluciones técnicas.
Tambien aquí es importante elucidar el poder que conlleva el saber, el poder que detenta la
posición como agente técnico y, a partir de ello, decidir como usarlo.
En el vinculo entre saber y poder, la pregunta rectora es para que conocer. Desde un punto de
vista clásico, ubicado en la torre de marfil de la asepsia y la neutralidad, la ciencia ha estado
divorciada del componente político de la tarea, asi como también alejada del objetivo social y
humanista de su misión.
En esta afiliación, el Saber esta mas orientado –como sugiere Bruno Latour- a mantener el
control sobre ‘la turba indisciplinada’ que a contribuir al avance del conocimiento compartido y
pertinente. Una nueva humildad y un nuevo compromiso ético se hacen necesarios.
g) La cultura Ciudadana
Alicia Stolkiner
‘La interdisciplina nace, para ser exactos, de la incontrolable indisciplina de los problemas que
se nos presentan actualmente. De la dificultad de encasillarlos. Los problemas no se presentan
como objetos, sino como demandas complejas y difusas que dan lugar a practicas sociales
inervadas de contradicciones e imbricadas con cuerpos conceptuales diversos’ (Stolkiner, 1987).
Para esa época, definia la salud mental como un campo de practicas sociales y señalaba la
necesidad de comprender la historicidad de la configuración del mismo, que no era reducible al
de la psiquiatría y su nacimiento político, analizado por Foucault (Stolkiner, 1988).
Las políticas en salud vigentes no implican necesariamente un viraje radical con respecto a las
anteriores en cuanto a sus postulados básicos (Comes, 2005), pero incluyen una mayor
direccionalidad del estado y el retorno del discurso de la Atencion Primaria de la Salud.
‘En el debate actual sobre lo interdisciplinario, se superponen con una cierta yuxtaposición dos
tipos de practicas: la de la investigación interdisciplinaria y la de la configuración de equipos
interdisciplinarios asistenciales. En el caso de la investigación el énfasis es la producción de
conocimientos. En el caso de los equipos asistenciales el énfasis esta en la acción.
(…) se deduce que los espacios de la practica interdisciplinaria en salud mental son el ámbito
académico e investigativo, y el de las diversas acciones, programas e instituciones de salud.
En estos últimos es cada vez mas frecuente que algunos de sus miembros no sean profesionales
o no representen una disciplina científica sino otro tipo de saber (saberes no-disciplinarios). Tal
es el caso de la dimensión estética y simbolica que puede aportar un miembro que proviene del
campo del arte y no de la ciencia, o la acumulación de saberes que aporta un educador popular o
un operador con niños que están en la calle.
La primera tarea de construcción de inter-saberes que desafían estos equipos es, obviamente, la
formulación del programa a desarrollar y de sus objetivos. La base de la misma es la definición
del problema y de sus actores. El marco referencial común implica, entonces, acuerdos básicos
ideológicos: cual es el tipo de relación que se intenta construir entre equipo asistencial y
‘beneficiarios’ del mismo, por ejemplo.
Los márgenes de autonomía del equipo en sus definiciones, dependerán del marco institucional
y de los planes en los que se inscribe, además de las complicadas tramas burocráticas en las que
suelen encontrarse atrapados.
Al estar demasiado cerca de las demandas y necesidades sociales, y demasiado lejos de los
ámbitos destinados a la reflexión; la temporalidad de estos equipos suele carecer de dispositivos
específicos en los cuales conceptualizar rigurosamente sus practicas. Estos dispositivos son los
espacios necesarios para pasar de la sustentación pragmática o intuitiva a la explicitación de los
distintos saberes en interjuego, resulta indispensable que los constituyan e institucionalicen.
Uno de los pasos para sistematizar los conocimientos producidos en las practicas es incorporar
herramientas de investigación.
Buena parte del propósito de la investigación en sistemas y servicios de salud es realizar un
enlace entre los investigadores acaemicos y los actores del sector salud, fructífero para ambas
partes (Almeida, 2000).
Eduardo Viera
Trabajo en equipo:
‘Fomentar la capacidad de trabajar en equipo supone abrir espacios para el dialogo, que
posibiliten el flujo de los significados individuales para crear un pensamiento en conjunto.
Supone también, aprender a percibir y recoger los patrones de interaccion personal que, muchas
veces, obstaculizan el aprendizaje grupal. Por ello, es imprescindible que toda nueva agrupación
humana cree espacios de formación, sensibilización y dialogo para desarrollar una nueva cultura
de trabajo en equipo’’.
Equipo de Trabajo Trabajo de Equipo
Observaciones:
Si bien en la literatura general se habla indistintamente de trabajo de equipo y de trabajo en
equipo, consideramos que podría plantearse una diferencia importante entre las dos maneras de
establecer la designación; no siempre que trabajo en equipo estoy haciendo trabajo de equipo. A
modo de ejemplo, pensamos en un equipo de futbol y consideramos que a veces algún jugador
resalta su trabajo en el equipo pero el equipo como tal no efectuo un trabajo conjunto,
articulado, co-gestionado, de alguna manera hubieron diversos trabajos, con mas o menos
destaque, dentro del equipo de trabajo, en este caso equipo de futbol.
Efectuamos esta discriminación, porque algunas veces en ‘la cancha’ multi o interdisciplinaria
se observan pertinentes trabajos singulares, disciplinarios, dentro del contexto del equipo, pero
no siempre podemos decir que esos trabajos sean efecto de la articulación coherente de los
diversos saberes y practicas de las distintas disciplinas.
- Suplementariedad – Cuando trabajamos con otros podemos suplir acciones y por tanto,
en realidad realizar tareas no productivas, sino tareas redundantes. (Ej: uno que barre y
el otro barre detrás por el mismo lugar del anterior).
Si hay algo que caracteriza a los equipos de trabajo es que no son un producto terminado
(excepto cuando finaliza su propósito o se deshace el equipo). Los equipos de trabajo son el
resultado de una compleja interaccion entre personas que coexisten en el mismo lugar y en el
mismo tiempo.
Cada persona se integra al equipo desde sus propios conocimientos y experiencias y debe
articularlos con los conocimientos y experiencias de otros. A la vez, se integra a un modelo
organizacional con una cultura determinada, valores y normas que rigen las relaciones y que en
muchas oportunidades se contraponen con las individuales.
En este sentido cada uno aporta lo propio, aprende de los otros y aprende con los otros. Este
aprendizaje tiene un progreso en su Calidad cuando quein aprende puede también aprender
como aprende.
Revisar los propios procesos de aprendizaje con una mirada critica aporta nuevos conocimientos
pero requiere el esfuerzo de admitir que no hay ‘una verdad unica’. A la vez, es uno de los
pocos instrumentos disponibles para intentar modificar las conductas.
Características de un Equipo efectivo de trabajo
- Hay bastante discusión, en la que participan todos, con momentos de mayor o menor
pertinencia acordes a situaciones grupales de contexto. Si la discusión se aleja del tema,
alguien vuelve a encauzarla de nuevo.
- La tarea u objetivo del grupo es bien comprendida y aceptada por los miembros. Se
discute libremente el objetivo hasta que se formule de tal manera que los miembros del
grupo puedan comprometerse con ese objetivo.
- Los miembros se escuchan. Se atienden todas las ideas. Las personas no temen verse
censuradas por expresar sus puntos de vista, incluso si parecen bastante extremos.
- Hay desacuerdo. Pero el grupo se siente como con el y no muestra señales de tener que
evitar el conflicto o de mantener las cosas en un plato de ‘dulzura y suavidad’. No se
reprimen los desacuerdos ni se pasan por alto por una acción prematura del grupo.
- La mayoría de las decisiones se toman por consenso o negociación para enriquecer los
productos grupales.
- Las personas se sienten libres para expresar sus sentimientos y sus ideas, tanto acerca de
los problemas como acerca de la operación del grupo.
- El jefe del grupo no lo domina ni, por otro lado, el grupo muestra sumisión. De hecho,
conforme uno observa la actividad es claro que el liderazgo se turna de tiempo en
tiempo, dependiendo de las circunstancias.