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Sanidad interior

La intención primordial de Satanás es herir a cada persona que nace en este mundo. Este
propósito se hace evidente a medida que vemos que estas heridas le dan a él lugar para hacer
su trabajo destructor en la vida del individuo. Estas heridas pueden causar en un individuo
problemas emocionales, psicológicos que ningún profesional de la salud mental puede sanar.
Las Escrituras nos indican que estas heridas ponen a la persona en cautiverio, pero el trabajo de
Cristo es.....
”Sanar a los quebrantados de corazón” (Isaías 61-1-3).

Jesucristo, que es el mismo, ayer hoy y por los siglos, vino a destruir las obras del enemigo.
Los niños inocentes, que son el blanco del enemigo, llevan consigo heridas a lo largo de sus
vidas, que nunca les permiten tener la libertad para ser lo que Dios quiere que sean. Los
temores, la inseguridad, la amargura y el rechazo son evidencia de esta obra del enemigo. Su
opresión se mantiene viva hasta el momento en que sus obras son relevadas y destruidas.
El Cuerpo de Cristo sufre por las heridas producidas por Satanás. Las personas heridas tienen
dificultad para formar parte del cuerpo de Cristo, las heridas lo mantienen dividido: la falta de
amor, el miedo y la desconfianza las separan de los demás.
El propósito primordial de la sanidad interior es que el Cuerpo de Cristo sea sano.
A medida que el Cuerpo se va uniendo, la plenitud de Cristo va a surgir a través de cada
miembro. Este estudio trata sobre las heridas y la manera de encontrar sanidad interior y la
liberación del pasado.

¿QUÉ ES LA SANIDAD INTERIOR?

Es el proceso de la renovación del alma de una persona, de su mente, de su corazón, que le


trae paz interior, lo libera del pasado y de los recuerdos dolorosos, le trae paz interior y le
permite restaurar su vida presente de acuerdo a la voluntad y planes de Dios para su vida.
La sanidad interior abarca la curación de las emociones y sentimientos dañinos que traen
depresión, ansiedad, angustia y falta de paz, debido a recuerdos dolorosos no sanados que
distorsionan también los pensamientos
A diferencia de la liberación demoníaca, en la sanidad interior la participación activa, decisión y
perseverancia de la persona son indispensables y se requiere de un tiempo indefinido donde
trabaja el Espíritu Santo, guiando, redarguyendo y revelando la verdad que hace libre (Juan
8:32).
Este es un proceso paulatino de "quitar las espinas" y sembrar, en los pensamientos la palabra
de Dios y en el corazón el amor perfecto de Dios.
La Palabra para la mente enferma y el amor para el corazón herido.
Todas las personas necesitamos sanidad interior porque todos estamos heridos. La mayoría de
veces debido a los frutos de los recuerdos dolorosos del pasado no resuelto.

PROPÓSITOS DE LA SANIDAD INTERIOR

En este capítulo expondré las razones por las cuales creo que el ministerio de sanidad interior
tiene validez, legitimidad, y es necesario para el cuerpo de Cristo hoy.

Necesaria antes de la liberación


La sanidad interior es el primer paso para iniciar la liberación para quitar los derechos legales del
enemigo.

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Un derecho legal es el permiso que se le da al enemigo para vivir dentro de la persona (como la
falta de perdón)
No podemos echar a los invitados fuera de la casa.
Si una persona no ha sido ministrada en sanidad interior, no puede ser ministrada en liberación.

A. -Embellecimiento de la novia
Efesios 5:27
A fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa que no tuviese mancha ni arruga ni
cosa semejante.
El Espíritu Santo está preparando a la novia (iglesia) para el novio (Cristo) ¿Qué clase de novia
crees que merece el novio? ¿Crees que necesita una novia herida, amargada, inmadura,
luchando, y teniendo conflictos entre sí?
El necesita una novia sana, sin heridas, con sus miembros unidos, ésta es la base de la sanidad
interior.
Es la obra del Espíritu Santo, embelleciendo a la novia, preparándola para el regreso del Señor.
Al pensar en manchas y arrugas lo asociamos con algo sucio, como el pecado, o con heridas.
Pondré un ejemplo: tienes en la mano una manzana y de pronto se te cae. Externamente se
sigue viendo bien, pero internamente está magullada. Se pone en una caja, pero al tercer o
cuarto día se le forma un punto y luego una mancha, después se pudre, también pudrirá a las
demás manzanas en la caja. Así es como funciona la amargura después de la herida.
Dios está tratando con nuestras heridas, con nuestros golpes, ya que éstos nos pudren,
contaminan nuestro espíritu y contamina a los que están cerca de nosotros
Como la obra del Espíritu Santo es de embellecimiento, El está sanando las heridas, manchas y
arrugas que hay en el cuerpo de Cristo:
A todas las mujeres les gustaría tener una solución mágica para eliminar las arrugas y manchas
que aparecen en su cuerpo. El Señor quiere una novia sin edad, y esto puede suceder cuando
ella esté libre del pasado.
La obra de Cristo es un proceso de renacimiento, a tal grado que no debe haber arrugas o
señales de vejez en su cuerpo, las arrugas o señales de vejez en su cuerpo. Las arrugas
significan relaciones truncadas o rotas, amargura, odio y rechazo. Estas son las arrugas que nos
atan al pasado.
De esta manera el Espíritu Santo está haciendo nuevas las cosas, nos tenemos que liberar de
nuestro pasado:

Isaías 54:4 olvídate de la vergüenza de tu juventud


2 Corintios 7:1 limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu

La amargura, odio, rechazo y heridas pueden contaminar el espíritu. Dios nos quiere libres de
esta contaminación, para llegar a ser una iglesia madura.

Efesios 4:13 hasta que todos lleguemos….a un varón perfecto, a la medida de la estatura
de la plenitud de Cristo

El Espíritu Santo nos llevará a ese punto de madurez y a la medida de la estatura de la plenitud
de Cristo. Esta madurez viene a través de relaciones estables.
La meta de un cristiano es caminar con el Señor, llegar a ser un varón perfecto, a la medida de la
estatura de la plenitud de Cristo. La llenura de Cristo sólo puede ser recibida por un cristiano con
madurez.
La inmadurez lo hace a uno vulnerable al engaño y al dominio del hombre. El crecimiento viene
a través de decir la verdad con amor

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El Señor no sólo quiere embellecer a su iglesia, también busca su unificación.

B.- Unificación del cuerpo de Cristo


Efesios 4:16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por las coyunturas
que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su
crecimiento para ir edificándose en amor.

¿Cómo está unido el cuerpo? Está unido entre sí por todas las coyunturas según la actividad
propia de cada miembro. La unidad del cuerpo sucede cuando cada miembro se une entre sí.
El enemigo nos quiere separar para que no podamos amarnos, ni relacionarnos
Muchos han experimentado temor cuando se han unido a alguien lleno de amor. Otros han
experimentado inseguridad, han querido correr y esconderse, al no saber cómo aceptar el amor.
Dios está ligando miembro con miembro, en fin, está uniéndonos a través de la restauración
Nos está embelleciendo, y también nos está uniendo al cuerpo: “Bien concertado y unido entre
sí por las coyunturas”
Tenemos que aprender a dar y recibir amor relacionándonos. A través de lo que nos habla esta
parte del libro de Efesios podemos ver los problemas de las relaciones.
El enemigo trabaja buscando separarnos, y en gran parte lo ha logrado, inyectando en nuestro
espíritu desintegración y separación. Así no podemos amar ni relacionarnos.
Los muros del rechazo y temor deben caer. Los miembros de la iglesia deben relacionarse entre
sí, el cuerpo debe ser unido por cada miembro, para recibir la llenura de la cabeza que es Cristo.
El amor debe fluir de un miembro a otro, como un agente de unificación.

Este es el propósito de la sanidad interior:


A.-embellecimiento de la novia y
B.-unificación de la iglesia.

¿PORQUE ALGUNA PERSONAS NO SON RESTAURADA AUNQUE ESTAN EN CRISTO


JESUS?
La llave de la sanidad interior es el perdón y el olvido.
Filipenses 3:13 Olvidando ciertamente lo que queda atrás...

Lo que hace la sanidad interior es separarte del pasado, sanando relaciones rotas, desatando
amarguras, rechazos, y heridas del pasado.
Las personas que no son restauradas completamente aún estando en Cristo Jesús, son porque
no se atreven a reconocer su propia responsabilidad por el temor y sentimientos de culpa.
Prefieren achacar todo problema culpando a otros, no perdonando a nadie y cierran la puerta
del corazón.

SANIDAD PARA EL ESPÍRITU, ALMA Y CUERPO

1ª. Tesalonicenses 5:23


Y el mismo dios de paz os santifique por completo, y todo vuestro ser, espíritu, alma y
cuerpo, sean guardados irreprensibles para la venida del señor Jesucristo.

En griego la palabra que quiere decir alma es PSYKHE, la cual da origen a nuestra palabra
psiquis o psicología. Al leer el versículo tal como está en el original, encontramos:
EL MISMO DIOS DE PAZ OS SANTIFIQUE POR COMPLETO Y TODO VUESTRO SER,
ESPÍRITU, PSIQUIS Y CUERPO, SEAN GUARDADOS IRREPRENSIBLES PARA LA VENIDA
DEL SEÑOR.

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Podemos entonces representar estas tres partes del ser humano:
1.-EL ESPÍRITU
2.- EL ALMA
3.- EL CUERPO

SANIDAD ESPIRITUAL
Oímos decir con mucha frecuencia en nuestra iglesia que Cristo vino para sanarnos
espiritualmente y perdonar nuestros pecados. Esta es la base de nuestra sanidad. , cuando nos
entregamos al Señor Jesucristo, El entra en nuestra vida, nos limpia de nuestros pecados, nos
hace sus hijos y nos da su salvación.
La palabra SOSO en griego quiere decir indiscriminadamente, salvar y sanar. No existe en tal
sentido dos palabras diferentes. Cristo no vino solamente para salvarnos, sino también para
sanarnos. Cuando El salva espiritualmente, sana también nuestro espíritu. Ambos elementos son
parte de un proceso único y completo.

SANIDAD FÍSICA
La Biblia también nos habla acerca de la sanidad física. Santiago nos dice que si alguien está
enfermo, debe llamar a los ancianos de la iglesia, quienes le ungirán con aceite, orarán por él y
Dios le sanará. De dicha sanidad física oímos hablar con mucha frecuencia.
Constantemente las iglesias realizan grandes campañas donde se ora por sanidad física.
Aunque esta área es de indispensable importancia para la vida de los creyentes, no la
ampliamos en este trabajo, ya que no constituye su propósito central.

SANIDAD PSICOLÓGICA
La estructura psicológica es una parte importante de nuestra naturaleza humana. Sin embargo,
casi nunca se habla en nuestras iglesias acerca de la sanidad que esta área requiere. Casi
nunca se menciona que Cristo también vino para sanar nuestra psiquis.
Dicha sanidad casi siempre la dejamos en manos de los psicólogos, la mayoría de los cuales no
conocen a Cristo. Es una lástima la carencia de una adecuada enseñanza en esa área, ya que el
Señor vino para sanar nuestra psiquis tanto como nuestro espíritu y cuerpo.
En Santiago 5:14-16 no solamente se habla de los enfermos que han de ser sanados y los
pecados que serán perdonados, también se nos dice que debemos confesar nuestras ofensas
los unos a los otros, y orar los unos por los otros para que sean sanados.

SANIDAD INTEGRAL
Como consecuencia de lo anterior tenemos:
SANIDAD del cuerpo, al llamar a los ancianos, y estos ungirlos con aceite. Cristo llevó nuestras
enfermedades en la cruz.
SANIDAD del espíritu, al confesar nuestros pecados, Cristo llevó nuestros pecados en la cruz.
SANIDAD de la psiquis, al confesar nuestras faltas. Cristo llevó nuestros dolores en la cruz.
Un aspecto muy importante es el hecho de que cada uno de los procesos de sanidad se lleva a
cabo por medio de la oración. Esta ha de ser el instrumento determinante en el desarrollo de
este ministerio.

EL ESPÍRITU

El espíritu puede dividirse en las áreas de: la conciencia, la intuición y la adoración.

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LA CONCIENCIA

Es el órgano que discierne, distingue de lo bueno y lo malo, no lo hace por medio de la influencia
del conocimiento almacenado en la mente, sino con un espontáneo juicio directo.
La conciencia nos dice si algo es bueno o correcto o malo o incorrecto. A muy temprana edad
enseñamos a la conciencia de un niño lo que debe o no debe hacer. También según lo que los
niños ven y experimentan con sus padres, sabrán qué cosas deben o no deben hacer. Por ello
es de vital importancia que la conciencia sea enseñada según las reglas que Dios nos ha dado
en la Biblia.
Debemos permanecer abiertos a la acción de Dios y su Palabra para que El deba enseñarnos
cómo debemos vivir...
Al entregarnos al Señor Jesús, nuestra conciencia queda bajo las influencias del Espíritu Santo,
quien nos enseña la diferencia entre lo bueno y lo malo, poco a poco empezamos a darnos
cuenta de lo que debemos o no debemos hacer y nuestra manera de vivir cambia.
Sin embargo, en ciertas personas este cambio nunca se lleva a cabo de una manera definitiva y
es como si en ellas nunca se desarrollara ese sentido de saber cómo es verdaderamente la vida
cristiana, mientras que en otras la condenación nunca termina.
Al enseñarles lo que la Biblia dice, parecerían conocer todo lo correcto pero este conocimiento
no produce ningún cambio verdadero en su vida, es como si hubiera algo que obstaculizara la
comprensión de lo que Dios les dice o les guía a hacer.

LA INTUICIÓN

Es el órgano sensitivo del espíritu humano, es tan diametralmente diferente del sentido físico y
del sentido anímico que se le llama intuición
La intuición conlleva una sensibilidad directa independiente de cualquier influencia exterior. Ese
conocimiento que nos llega sin ninguna ayuda del pensamiento, emoción o la voluntad es
intuitivo. “sabemos” por medio de nuestra intuición, y nuestra mente nos ayuda a “comprender”.
Las revelaciones de Dios y todos los movimientos del Espíritu Santo son perceptibles para el
creyente a través de la intuición. En consecuencia un creyente debe de tener en cuenta estos
dos elementos: la voz de la conciencia y la enseñanza de la intuición.

LA COMUNIÓN

Es la adoración a Dios. Los órganos del alma son incompetentes para adorar a Dios. No
podemos percibir a Dios con nuestros pensamientos, sentimientos o intenciones, porque
únicamente le podemos conocer directamente en nuestro espíritu. Nuestra adoración a Dios y
las comunicaciones de Dios con nosotros se llevan a cabo directamente en el espíritu. Tienen
lugar en el “hombre interior”, no en el alma o en el hombre exterior
Así como el espíritu se divide en diferentes partes, así también la psiquis tiene varias partes, las
cuales estudiaremos en el próximo capítulo.

EL ALMA, LA MENTE, LA VOLUNTAD Y LAS EMOCIONES

La palabra hebrea alma (nepesh) y la palabra griega (psyche) ocurren más de 700 veces en la
Biblia.
Un ejemplo está en Génesis 2:7 “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la
tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser (alma) viviente”
El alma es el asiento de nuestros pensamientos y sentimientos.

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En el alma encontramos tres partes: la mente, la voluntad y las emociones, las vamos a ver una
por una:
LA MENTE

Antes de que recibiéramos a Cristo, la mente era el centro de nuestra atención, ahora en Cristo,
debe estar en sujeción, y es aquí donde está el conflicto. La mente siempre ha reinado y
dominado, y no quiere sujetarse. Es necesario tratar con las fortalezas en nuestra mente, para
no vivir derrotados, atacados, oprimidos por el enemigo, pues si permitimos que esas ataduras
permanezcan nos debilitarán y nos inducirán a cometer errores.

LA VOLUNTAD

Dice Watchman Nee, en su libro El Hombre Espiritual:” Nuestra mente nos dice lo que
pensamos, nuestra voluntad comunica lo que queremos y nuestras emociones expresan como
nos sentimos”
En otras palabras, la voluntad es el instrumento para tomar decisiones: Dios creó al hombre, con
la capacidad para tomarlas libremente. En el huerto del Edén el hombre no debía de comer del
fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, pero aún así Dios le dio voluntad para decidir
hacerlo ó no. Podemos decir que la voluntad hacía al hombre verdadero, porque de ella él podía
escoger y tomar decisiones, eso al mismo tiempo nos muestra cuál era el nivel de su carácter.
La voluntad puede ser afectada si el creyente experimenta lo siguiente:
1.- La persona nunca termina lo que empieza
2.- Incapacidad para tomar decisiones
3.- Doble ánimo
4.- Pasividad
La mente debe estar sujeta a la voluntad:”derribando argumentos y toda altivez que se levanta
contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo. 2ª.
Corintios 10:5

LAS EMOCIONES

Todos hemos recibido heridas en el alma que nos causan problemas emocionales: rechazo, falta
de amor, temor, abandono, inseguridad, abuso, sentimientos de culpa, etc.
Al igual que las heridas físicas, éstas tienden a infectarse y necesitan ser desinfectadas y
sanadas.
El único que puede sanar estas heridas es Dios. Los profesionales de la salud son instrumentos
de Dios y apoyo para el paciente, pero ellos, por más capaces que sean, no poseen, en sí
mismos, el poder para sanar. Por esto acudimos a Dios para obtener la restauración. El
expresar los resentimientos y tratar con ellos directamente hasta poder llegar al punto de
extender un perdón genuino a aquellos que nos han dañado, es parte importante de la
desintoxicación del alma

HERIDAS EMOCIONALES

Todo lo que causa dolor físico o mental puede ser llamado un trauma o herida; Vamos a limitar
este argumento a algunas de las experiencias más comunes de la vida que causan sufrimiento
emocional, al infringir un golpe al Yo de la persona.
Esto puede suceder en cualquier nivel de la vida, desde el estado prenatal, infancia, adultez,
hasta la senectud.

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Aunque es en la niñez cuando somos más vulnerables y menos capaces de defendernos y los
demonios no vacilan en aprovecharse de los momentos de debilidad.
La forma más rápida de entender que puertas se han abierto a los demonios, es investigar los
traumas vividos durante la niñez. Los demonios no vacilan en aprovechar los momentos de
debilidad en la vida del ser humano y es en la infancia cuando somos más vulnerables y menos
capaces de defendernos.
El 98% de las heridas en el área emocional son producidas básicamente por tres espíritus
inmundos: rechazo, amargura y falta de perdón.
Se originan casi siempre por cosas que nos han hecho o dicho en el pasado, y a medida que
pasa el tiempo nos producen daños y síntomas para los cuales no se tiene una cura completa a
menos que se recurra a una solución espiritual.
Es a través de estas heridas que Satanás encuentra un asidero para acosar a su víctima. Estas
heridas nos atan al pasado y a la persona que nos hirió, se infectan con otros espíritus malignos
y se van acrecentando. Los demonios se unen entre sí para formar una cadena de opresión en la
persona, a mayor cantidad de demonios, mayor el grado de esclavitud.
Por esta razón los cristianos debemos estar informados conociendo nuestro propio armamento,
debemos saber cómo emplearlo, conocer las tácticas del enemigo para combatirlo y derrotarlo.

EL RECHAZO

Una necesidad básica del ser humano es ser amado. Cuando nos sentimos amados y
aceptados, desarrollamos de manera espontánea, confianza en nosotros mismos y podemos
aceptar y amar a los demás.
Así como la salud física depende de una buena alimentación y hábitos higiénicos, la salud
emocional depende fundamentalmente de una aceptación afectiva genuina. Todos necesitamos
amor que es indispensable para edificar una vida del Yo saludable y sana.
Por el contrario, si una persona es rechazada, se le desaprueba y se le niega el amor,
desarrollará problemas emocionales como adulto, y fracasará al establecer relaciones
interpersonales duraderas.
Si un niño está convencido de su poco valor, el niño pondrá poco valor en lo que dice o en lo que
hace. Si está programado para la incompetencia, será torpe.
El rechazo causa que el individuo no pueda recibir amor, seguridad, aceptación, identidad,
reconocimiento y confianza en sí mismos y pueda aceptar y amar a los demás.
Si una persona es rechazada, se le desaprueba y se le niega el amor, desarrollará problemas
emocionales. Como adulto y fracasara al establecer relaciones interpersonales duraderas. Para
una persona con estos antecedentes es casi imposible que se sienta amada por Dios, aceptada
por Él y de valor para su reino y servicio.

CAUSAS Y RAÍCES DEL RECHAZO

Afortunadamente, la mayoría de los hijos son deseados y aceptados, sin embargo, el rechazo es
un espíritu maligno que con frecuencia obtiene entrada prenatal.
Existen bastantes evidencias de que un bebé pueda ser rechazado mientras esté en el vientre de
su madre por razones como las siguientes:
a) No haber sido deseado antes del nacimiento: El hecho de haber producido un matrimonio
prematuro convierte al bebé en un intruso, es decir, objeto de rechazo.
b) Ilegitimidad: Si la situación de la madre soltera es difícil, la del niño es peor pues ella ve en
su hijo el reflejo de su culpa, frustración y rencor

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c) Por defectos físicos o mentales: Para algunos padres es un golpe tan fuerte a su dignidad
que no pueden aceptarlo, por ende, este problema suscita en ellos sentimientos
inconscientes de culpabilidad lo que los lleva a ser fríos y rechazantes con el niño.
d) Por adopción: Los niños adoptados inconscientemente temen que si fueron rechazos una
vez, sus padres pueden dejarlos nuevamente
e) Por muerte de algunos de los padres: La muerte y la ausencia prolongada de alguno de
los padres, tienen los mismos efectos en un niño, ya que lo hacen demasiado vulnerable y
con una propensión a reaccionar de manera anormal ante cualquier alejamiento o pérdida de
una persona amada
f) Por temores de la madre: La madre embarazada suele tener dudas como: ¿será mi bebé
normal? ¿Vendrá con deformidades? Estos temores suelen hacerle pensar que su
embarazo tal vez haya sido un error, lo que origina rechazo en el niño
g) Por intento de aborto: Aunque éste no se haya logrado, el rechazo se registra en la
conciencia del bebé
h) Por su sexo: Cuando los padres no están satisfechos con el sexo d su hijo orillan a
éstos a adoptar conductas del sexo contrario para lograr su aceptación
i) Maltrato físico: Los niños que son maltratados y golpeados por sus progenitores, son
niños agresivos y que se convierten en adultos con ira reprimida, enojo, odio y amargura
j) Maltrato sexual: Quienes han sufrido este tipo de abuso, por lo general las reprimen en su
inconsciente y las esconden por temor a las represalias del ofensor. Los niños (a) que han
sido abusados en su infancia crecen con temor, desconfianza y odio hacia el sexo opuesto,
suelen tener problemas de adaptación y problemas sexuales
k) Maltrato verbal: Las palabras negativas tienen el poder de destruir (Proverbios 12:18)
l) Rechazo de los maestros: el fracaso escolar constituye una de las heridas de rechazo más
importantes en la niñez
m) Rechazo en la adolescencia: si un joven es rechazado desarrollará excesiva dependencia
de sus iguales al buscar aceptación y un significado para vivir
n) Rechazo en el matrimonio: el divorcio y la separación causan heridas de rechazo tanto en
la pareja como en los hijos.
Cada rechazo adicional intensifica las heridas de rechazos previos

REACCIONES PSICOLÓGICAS AL RECHAZO

Una vez que la herida del rechazo se introduce en la vida de la persona, comienzan a producirse
respuestas o conductas casi siempre negativas surgiendo de manera paralela los siguientes
problemas:
1.- Temor al rechazo: cuando alguien ha sido lastimado, procura prevenir heridas futuras, lo que
lo convierte en una persona desconfiada, sospechosa, impositiva, inestable, lo que hace que
para los demás sea muy difícil relacionarse con ella y la rechace.
2.- Raíz de amargura
HEBREOS 12:15
Nos dice que la amargura contamina a todos los que viven con una persona amargada., también
puede causar al individuo enfermedades psicosomáticas como hipertensión, cáncer, artritis,
colitis
3. Rencor es un tumor maligno que crece, destruye y mata, destruye la vida, relaciones
familiares.
4.- Odio, no pueden amar ni recibir amor, ni permiten que los demás sean amados.
5.- Depresión.- la persona rechazada tiene temor de volver a ser lastimada, sospechan,
desconfían de todo, tienen miedo de todo, no se aceptan, creen que no valen nada, son sus
peores enemigos, inseguras, dominantes, quieren ser diferentes a otras personas aceptadas.

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6.- Rebeldía.- muchos adolescentes que usan drogas, alcohol, tienen raíz de rechazo, hay
rebeldes hacia las autoridades, a la iglesia y son reclutadores de rebeldes.
7.- Escapismo.- se escapan de su dolor por medio de gula, drogas, alcohol, trabajo, durmiendo,
enfermedades mentales.

CONSECUENCIAS DEL RECHAZO

Bajo concepto sobre sí mismo – desvalorización – Sensación de incapacidad.


Sentir odio, desprecio por sí mismo, por su cuerpo, por lo que es.
Desconfianza generalizada: si los papás lo rechazan, los demás también lo harán.
Celos – Dudas – Culpa - Timidez – Introversión – Tolerancia extrema con tal de sentirse
aceptado. No sabe cómo decir “no”.
Extrema dependencia de otros, por ej. del novio/a. Posesivo de los demás.
Extrema sensibilidad para captar palabras o actitudes como agresiones hacia él.
Sensación de ser indigno de recibir, de lograr cosas.
A veces extroversión, intento de ser centro de cualquier manera à ser importante
Estados depresivos más o menos graves.
Fantasías y/o deseos de muerte y/o de suicidio
Dificultad para expresar sentimientos. A veces aislamiento emocional.
La seguridad interna del rechazo hace que actúe de tal manera que provoca esa reacción, lo que
a su vez le confirma que no es aceptado.
Fracaso en lograr metas. Ej. son eternos estudiantes.
Rebeldía y/o delincuencia.
Dificultades en la identidad sexual à fantasías, vivencias o relaciones homosexuales
Problemas escolares. Problemas de aprendizaje.
Promiscuidad sexual.
Pueden ser aduladores o realizar críticas crueles que hieren a los demás. Rápido en condenar a
otros.
Rencorosos, con gran dificultad para perdonar.
Dificultad para compartir, para ayudar o pedir ayuda. Les cuesta dar pero también recibir.
Obstinación: defienden una postura “a muerte”.
Perfeccionistas: detallistas, legalistas à puede unirse a hipocresía
Irresponsabilidad.
A nivel espiritual: no puede confiar plenamente en Dios. Le cuesta entender Su Gracia. De
alguna manera debe ganar Su favor.
Profundas vivencias de soledad, desamparo, desprotección.

ORIGEN DE LAS ENFERMEDADES

A la hora de ministrar sanidad, debemos diferenciar las causas y los orígenes de las
enfermedades, distinguiendo cuando éstas proceden del pecado, del castigo, de la violación de
las leyes, ó al desgaste producido por la edad y la dureza de la vida, etc. Partiendo de esta
clasificación, estableceremos que las enfermedades tienen diferentes orígenes o causas:

ENFERMEDADES DE ORIGEN FÍSICO

Son todas aquellas que son producto de problemas orgánicos, y que se han podido comprobar
de forma clínica.

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ENFERMEDADES DE ORIGEN EMOCIONAL

Son producto de problemas de conducta relacionada con el carácter, el temperamento y las


relaciones personales.

ENFERMEDADES DE ORIGEN MENTAL

Son causadas por trastornos mentales y son de causas fisiológicas o genéticas. Pueden haber
seguido a un problema emocional de fondo que desencadena en un trastorno clínico mental

ENFERMEDADES DE ORIGEN ESPIRITUAL

Son aquellas que nacen por la separación del hombre y Dios. Producen dureza de corazón e
insensibilidad par ser guiados por el Espíritu Santo
Siendo así, el que padece una enfermedad bronquial acude en primera instancia, al especialista
en enfermedades en vías respiratorias (un neumólogo), el que está sufriendo una neurosis,
consulta a un psicólogo, el que atraviesa por problemas de conciencia por algún pecado
cometido, va al ministro religioso.
Esto no significa dividir al hombre, ni excluye un tratamiento multidisciplinario. Lo ideal sería una
cooperación de las distintas especialidades, cosa que no es común en algunos países, porque
es muy difícil conocer el origen de los problemas. En algunos casos, aunque los malestares sean
físicos, el origen puede ser psíquico o espiritual.
Justamente porque el ser humano es una unidad, su fe (área espiritual) puede sufrir un colapso
por causa de una enfermedad orgánica (área física), y puede desembocar en desórdenes físicos
o depresión (área psicológica).
Todas las partes de su ser integral están profundamente relacionadas.

EL PERDON

"- Efesios 4:31-32.Quítese de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y
toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a
otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

¿QUÉ ES EL PERDÓN?

Viene de la palabra aphiemi y significa despedir o apartar. Este es el significado fundamental del
perdón a través de las escrituras; es decir, separar el pecado del pecador.
La base fundamental del perdón se encuentra en el sacrificio de Cristo en la cruz. Todo el
perdón, tanto divino como humano tiene como base este sacrificio.
Is. 43:25. Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mi mismo, y no me acordaré
de tus pecados
Mt. 26:28. Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para
remisión de los pecados.
Lo que Dios hizo con nuestros pecados fue quitarlos de sobre nuestra persona y depositarlos en
la persona de Cristo, donde fueron redimidos; el castigo y la justicia se cumplieron en la persona
de Jesús y el pecador queda libre del pecado y de la culpa, por tanto, también del castigo.
Debemos notar que Dios cumple su justicia una sola vez, por eso es que él olvida el pecado y no
inculpa más al pecador.
Es de notar que el perdón y el pecado están íntimamente relacionados, si no hay pecado no hay
motivo para el perdón y viceversa. No es ligero el pecado, esto implica también que el acto del

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perdón no es algo sin importancia, como muchos a veces lo tratamos, el perdón es un acto
inspirado por Dios y cada creyente debe tomar el acto del perdón tan serio como Dios lo toma
hasta la fecha, tanto si está del lado ofensor o del lado del ofendido.

TIPOS DE PERDÓN

Existen dos tipos de perdón, el Divino y el humano. El segundo tiene como modelo el perdón
divino, mas está pervertido por causa de la caída del hombre y de su mismo pecado.
¿En qué se distinguen el uno del otro?
En que el perdón humano pasa por alto la ofensa y por eso es tan difícil a veces otorgarlo, en la
práctica esto ocurre cuando la ofensa pasa desapercibida o cuando existen circunstancias
adicionales de unión entre el ofensor y el ofendido. Dios no comete un acto de injusticia al
perdonarnos puesto que el separar el pecado de nosotros es para tener total libertad para
castigar el pecado, puesto que el ama al pecador pero odia al pecado.
Si tratase el pecado sin esta separación él tendría que tratar con el pecador también, cosa que
ocurrirá en el infierno para aquellos que no acepten el perdón de Dios a través de Cristo Jesús.
Jesús es la propiciación por el pecado porque él es el depositario de la culpa y esto nos libra de
la misma. Al haber justicia por el pecado no hay más delito ni culpa, la ofensa ha sido satisfecha,
el perdón se otorga puesto que no hay culpa a perseguir.
Para que ocurra el perdón se necesitan tres partes: El ofendido, el ofensor y el depositario del
pecado. Muchas veces pensamos que solo dos son necesarios. Esto es lo que distingue el
perdón humano del perdón divino. El hombre pasa por alto el pecado. Dios lo castiga, redime y
olvida en su hijo Jesús.

¿QUÉ SE NECESITA PARA PERDONAR?

Veamos un texto que nos enseña lo que se necesita para perdonar:


Mateo 18:21-35.Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi
hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun
hasta setenta veces siete. Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso
hacer cuentas con sus siervos. Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le
debía diez mil talentos. A este, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e
hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda. Entonces aquel siervo, postrado, le
suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. El señor de aquel
siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda.
Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo
de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. Entonces su consiervo, postrándose a
sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. Más él no quiso,
sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda. Viendo sus consiervos lo que pasaba,
se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado. Entonces
llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste.
¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?
Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que debía.
Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su
hermano sus ofensas.
Aquí en este pasaje hay dos palabras claves que encierran el secreto de ser libres de heridas y
amargura.
Primero.- El amó liberó al siervo. Este vocablo en el texto original significa “soltar”, “descargar a
alguien de algo”. Tiene la connotación de liberar a un prisionero de sus cadenas. El amo en la
parábola “liberó” al siervo de su deuda.

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Segundo: el amó le “perdonó la deuda”. Una cosa es conformarse o resignarse uno mismo a
perder semejante suma de dinero, pero otra es tener la actitud correcta hacia la persona
causante de la pérdida. El amo no guardó resentimiento hacia su siervo. No solamente lo liberó
de la deuda, tampoco guardó nada en su contra.
Así, tenemos aquí dos pasos para despojarnos de heridas y amargura. Primero, perdona a todo
lo que la persona te deba. Segundo, suelta a la persona de toda obligación hacia ti.

¿POR QUÉ ES NECESARIO PERDONAR?

Porque toda falta de perdón produce siempre un alejamiento. Y porque al quedar una ofensa o
pecado pendiente siempre produce amargura de quien la sufre. El que guarda una raíz de
amargura en su corazón está pecando directamente contra Dios y no puede tener una vida de
éxito y provecho en el Señor

¿QUÉ PASA CUANDO NO SE PERDONA?

Veamos algunos textos antes de contestar esta pregunta.


Mateo 6:12-15. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros
deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder,
y la gloria, por todos los siglos. Amén. Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os
perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; más si no perdonáis a los hombres sus
ofensas, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas.
Marcos 11:25-26. Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que
también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Porque si
vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras
ofensas.
Lucas 6:37-38. No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados;
perdonad y seréis perdonados. Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y
rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a
medir.
Efesios 4:31-32. Quítese de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda
malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como
Dios también os perdonó a vosotros en Cristo
Principalmente se tiene un pecado pendiente contra Dios. Cuando nosotros vamos a Dios para
pedir perdón de nuestras ofensas y no hemos perdonado, él desea que confesemos primero la
violación al segundo pecado más grande que cometemos contra él: No amar a nuestro prójimo
como a nosotros mismos. Se está solicitando el perdón para sí mismos, pero no estamos
dispuestos a concederlo a otros.
Dios desea que practiquemos el carácter que está formando en nosotros, cuando no
perdonamos, lo que está sucediendo en nuestro interior es que decimos que somos superiores a
Dios y que la ofensa cometida es mayor a las que ofenden a Dios y que esto no puede ser
perdonado, ¡Cuando nosotros estamos ofendiendo a Dios con esta actitud! Y poniéndonos en
una posición más difícil que la de aquel que nos ofendió. ¿Cómo Dios nos puede perdonar un
pecado cuando no hemos confesado otro? Creo que la respuesta es fácil. Y como se vio
anteriormente el fracaso personal está a la puerta, hay una división entre Dios y nosotros.
Esto no se puede dejar para después. Se pierde la visión espiritual y las divisiones en la Iglesia
no se dejan esperar. La obra de Dios se realiza en la carne y no por el poder del Espíritu Santo.
La Iglesia se ve gravemente afectada cuando sus miembros no practican el perdón entre ellos.
Los perdidos son los principalmente afectados cuando un creyente no perdona porque no
predicara el evangelio de Dios cuando él mismo no lo vive.

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¿POR QUÉ NO PERDONAMOS?

Por causa directa de pecado. Veremos algunas razones a continuación:


1. Por orgullo. ¿Por qué me he de humillar perdonándolo?
2. Para castigar al ofensor.
3. Porque esperamos un mal en el ofensor para restituir la ofensa.
4. Porque queremos un castigo de acuerdo a nuestra justicia.
5. Es su problema, no el mío.
En todas las razones anteriores hay un pecado personal de por medio. Debemos preguntar a
Dios: ¿Que pecado mío me impide perdonar a esta persona?

Hechos 3:19. Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros
pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio.

¿QUÉ DEBEMOS TENER EN CUENTA PARA PERDONAR?

1. Que nosotros también hemos sido perdonados.


Efesios 4:31-32. Quítese de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda
malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como
Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
2. Que Cristo ya perdonó ese pecado
Colosenses 2:13. Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la circuncisión de vuestra
carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados.
3. Que el pecado es contra Dios y de rebote contra nosotros. Salmo 51:4
Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos; para que seas
reconocido justo en tu palabra.

¿CÓMO DEBEMOS PERDONAR?

Efesios 4:31-32.
Quítese de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed
benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os
perdonó a vosotros en Cristo
Al tener la convicción de que perdonar es separar el pecado del pecador nos lleva a perdonar
como Cristo nos perdonó. No viendo la ofensa cometida a nuestra persona, sino el problema del
pecador con Dios, porque a eso se reduce el pecado, a un problema con Dios.
Cuando esto ocurre en mi corazón, mi interés no está centrado en mi, en lo que me ofendieron,
sino en el otro, en que si actúa de esta manera, es porque algo pasa en su relación con el
Salvador, es grave que un hijo de Dios no ande en comunión con su Señor, entonces me
interesa tu persona, tu relación divina, te voy a ayudar para que la recuperes.
No te voy a reclamar tu mala acción, sino que tu conducta muestra que tienes un problema de
comunión o de visión en la vida espiritual, ya no te reclamo, ni te juzgo, sino que juntos
buscamos la solución a tu problema, lo mío es después, porque cuando regreses a la comunión
con Dios comprenderás entonces cómo me has afectado.
Sin embargo se presentan ciertas preguntas acerca de la práctica del perdón, veámoslas:

¿Quién da el primer paso?


¿Debo a esperar al arrepentimiento del otro? En esto Cristo nos da el ejemplo:
Lc 23:34 Y Jesús decía: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.

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Veamos la actitud de Esteban en Hch 7:60 Y puesto de rodillas clamó a gran voz: Señor, no
les tomes en cuenta este pecado.
Y la de Pablo en 2Ti 4:16 En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos
me desampararon; no les sea tomado en cuenta.
Cada uno de ellos dio el primer paso para el otorgamiento del perdón, y esto nos lleva a ver lo
que yo llamo: el acto del perdón y el acto práctico del perdón.

El acto del perdón


Jn 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para
que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna,
El perdón de Dios ya está dado, él ofreció perdonar a los hombres, los hombres no pueden decir
que Dios no les quiere perdonar, eso está claramente expresado a todo lo largo de la Biblia. Dios
dispuso en su corazón perdonar a los pecadores y lo anunció claramente para que lo supieran.

Tenemos un ejemplo de la universalidad del perdón en


2P 2:1 Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros
falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al
Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina.

El acto práctico del perdón


Hechos 3:19. Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros
pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio.
El perdón es nuestro y gozamos de él cuando ocurre el arrepentimiento y la confesión, pero esto
es una respuesta del pecador y no del ofendido, esto es importante notarlo, el pecador no gozará
de los beneficios del perdón hasta el arrepentimiento, pero ese es problema del pecador.
Nosotros otorgamos el perdón a nuestros deudores y debemos darles a conocer este hecho, si
ellos no responden al perdón, tienen un problema más con Dios, pero nosotros hemos actuado
de acuerdo al carácter de Dios. Cuando les decimos que hay disposición al perdón y buscamos
la restauración de la comunión y no les acusamos y dejamos claro que no estamos reclamando,
es más fácil enfrentar el conflicto por las dos partes. Dios producirá en él el deseo de restaurar al
ofendido, pero esto solo ocurre cuando el ofensor ya está en comunión con Dios nuevamente, y
todo será para la gloria de Dios y no para satisfacer a otro pecador ofendido.

DIEZ PASOS PARA PERDONAR

1.- Apunte en una hoja de papel los nombres de las personas que le han ofendido. Explique por
escrito los males específicos que ha sufrido (rechazo, falta de amor, injusticia, abuso sexual,
traición, etc.)
2.- Enfrente el dolor y el odio. Apunte lo que siente en contra de estas personas y sus ofensas.
Recuerde: No es pecado reconocer la realidad de sus emociones.
3.- Reconozca la importancia de la cruz. Es la cruz de Cristo que hace que el perdón sea legal y
moralmente correcto. Jesús tomó sobre Sí mismo todos los pecados del mundo- incluyendo los
suyos y las personas que le han ofendido a usted- y murió de “una vez y para siempre” (Hebreos
10:10) La justicia está en la cruz.
4.- Decida perdonar. Perdonar es un acto de la voluntad, una decisión consciente de dejar libre a
la otra persona y librarse usted del pasado.
5.- Lleve su lista Dios y ore de la siguiente manera:” Perdono a (nombre de la persona) por (lista
de ofensas)
6.- Destruya la lista.- Usted ahora está libre, no diga lo que ha hecho a los que le habían
ofendido. El perdón es asunto entre usted y Dios, ¡nada más!

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7.- No espere en que su decisión de perdonar resulte en cambios grandes en las otras personas.
Mas bien, ore por ellas (Mateo 5:44) para que ellas también encuentren la libertad de perdona
(Gálatas 5:1)
8.- Intente comprender a las personas que usted ha perdonado, ellas también son víctimas.
9.- Espere resultados positivos en usted al perdonar. Con el tiempo, usted podrá pensar en las
personas que lo ofendieron sin sentir dolor, enojo o resentimiento.
10.- Agradezca a Dios las lecciones que usted ha aprendido y por la madurez que ha alcanzado
como resultado de las ofensas y decisión de perdonar a los que le hayan ofendido (Romanos
8:28-29)

CONCLUSIÓN

El otorgar y el pedir perdón es un acto que debe ser motivado directamente por Dios en nuestro
corazón, lo que no es así es del diablo y motivo de pecado
Aquel que pide perdón sin la conciencia de la ofensa a Dios y al hermano peca por no amar a
Dios primeramente y no amar a su prójimo como a sí mismo, y no puede estar bien en su vida
cristiana.
Aquel que no perdona de acuerdo al carácter de Dios y no se compromete con la vida del
ofensor, no está siguiendo el ejemplo de Cristo y no está teniendo el sentir que tuvo Cristo
Jesús.
Fil 2:4-7 no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de otros.
Haya pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en
forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa ha que aferrarse, sino que se
despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres.

APOYO Y RED DE ORACIÓN

La oración es el fundamento espiritual de este ministerio. Aquellos que estén consagrados a la


oración intercesora necesitan interceder por todos aquellos que están involucrados, pacientes,
consejeros, líderes, etc. Un Ministerio de Sanidad Interna puede ser realmente un campo de
batalla de la guerra espiritual, y la oración es crucial para obtener la victoria.

PROCESO PARA SER MINISTRADO EN SANIDAD INTRIOR

RECOMENDACIONES GENERALES:
1.- Perdona a aquellos que te han herido, nómbralos ante Dios y perdona a cada uno por cada
herida que te hayan causado. Sé específico, deja que el Espíritu Santo te revele la herida:

Examíname oh Dios... y ve si hay en mí, camino de dolor. Salmo 139:23-24


A medida que el Espíritu Santo te recuerde estas heridas, sigue el principio escritural:
Lucas 6:37
Perdonad y seréis perdonados
A medida de que tú liberes mediante el perdón a aquellos que te han herido, Dios te liberará a ti
del dolor de las heridas.
Nuevamente, se específico y concede tiempo a Dios para obrar en estas áreas de tu alma.

2.- En segundo lugar, entrega todas las heridas a Jesús, El cargó con los rechazos hacia ti para
que tú pudieras ser libre.
Isaías 54:6

15
Porque como a mujer abandonado y triste de espíritu te llamó el Señor, y como a la
esposa de la juventud que es repudiada.
Jeremías 30:17
Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice el Señor porque desechada te
llamaron diciendo... de la que nadie se acuerda
Entrega todas tus heridas a Jesús, y El te sanará

3.- En tercer lugar, acepta el amor de Dios por ti, sabiendo que has sido aceptado en el Amado,
(Efesios 1:6)
El te ama tal cual eres, no necesitas ganarte Su amor, no necesitas ser suficientemente bueno
para obtenerlo. Tú has sido aceptado, no hay rechazo ante el Padre, puedes ir a Él, recibir Su
amor y amarle. El te redimió para tener comunión contigo. Ábrete y cuéntale los secretos de tu
corazón sabiendo que El cuida de ti

4.- En cuarto lugar, perdona y acéptate a ti mismo. No creas más todas las mentiras de Satanás
como hasta ahora. Eres una nueva criatura en Cristo, ahora que eres obra de Dios y El puede
hacer de ti la persona que Él desea que seas. Deja a Dios trabajar en ti. Deja de devaluarte y
despreciarte por todas las imperfecciones y errores. No toques lo que es propiedad de Él y
permítele moldearte a la imagen de Su Hijo. Deja ya de luchar y concede tiempo a Dios. El traerá
gloria en lugar de cenizas.
Dios te revestirá con Su justicia y tú puedes decir:
Isaías 61:10
En gran manera me gozaré en el Señor, mi alma se alegrará en mi Dios, porque me vistió
con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y
como a novia adornada con sus joyas

En capítulos anteriores, hablé de gente que siendo niños Satanás pudo herirlos profundamente.
Hay sanidad para ellos y hay sanidad para ti. Dios generalmente no anula los recuerdos, pero sí
puede quitar el dolor. Satanás toma ventaja de nuestra memoria para atormentarnos, oprimirnos
y llenarnos de temor. El encuentra un punto desde el cual trabajar a través de nuestra memoria.
Dios puede sanar tu memoria y romper las cuerdas del opresor en tu vida.

a.- Primeramente invita a Jesús a retroceder contigo hacia el momento en que tuvo lugar el
incidente.

Hebreos 13:8
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por todos los siglos.
El es capaz de trascender en todo tiempo. No es difícil para El retroceder en tu memoria y
deshacer la obra que el enemigo hizo en un momento determinado.

b.- En segundo lugar, deja que la presencia del Señor llene el lugar. Contémplale ahí junto a ti,
deja que El te consuele, recibe Su amor y cuidado en esa situación. Deja que la presencia del
Señor te traiga alivio inmediato. ¿Has observado alguna vez a un niño cuando se golpea? Antes
de que llegue su madre, él grita y llora como si se estuviera muriendo. Tan pronto como ella lo
levanta entre sus brazos, todo el temor y el dolor parecen desvanecerse. Como ves, el
sufrimiento no deja heridas si uno ha tenido el consuelo de alguien que le ama.
Es el sufrimiento sin consuelo alguno el que deja la marca en nuestra alma.

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c.- En tercer lugar, recibe el amor de Dios en esa experiencia. El amor es más fuerte que el
dolor. Al recibir uno el amor de Dios, el dolor se disipa tal como sucede con el niño que deja de
llorar cuando su madre lo levanta. Deja que el Señor te cargue en sus brazos y te consuele.

d.- En cuarto lugar, no pienses en dolores del pasado. Pensar en ellos da a Satanás oportunidad
de abrir viejas heridas. El sentimiento de amargura puede volver. Uno debe evitar
conscientemente pensar en el pasado.
Isaías 43:18
No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a la memoria las cosas antiguas.

GUÍA DE ORACION PARA MINISTRAR SANIDAD INTERIOR

“Señor, confieso que no he amado correctamente, sino que estoy resentido con algunas
personas y tengo falta de perdón den mi corazón. Me arrepiento de esto y te pido que me
perdones. Clamo a ti, Señor, para que me ayudes a perdonarlos completamente. Ahora perdono
a: (nómbralos a todos- tanto vivos como muertos) y te pido Señor, que les perdones también.
También me perdono a mí mismo (enumera todas las cosas por las cuales no te has perdonado)
y me acepto como un hijo precioso de Jesús.
En el nombre de Jesús, Amén”

Ahora pide a Dios que abra tus ojos espirituales para ver a Cristo a tu lado, con los brazos
abiertos, listo para recibir todo lo que te ha dolido o traumatizado. Esto no quiere decir verlo
físicamente sino, captar interiormente lo que tú estás pidiendo.
Cuando hayas terminado de perdonar a todas las personas y a ti, pide al Señor que te traiga a la
memoria, si hay algo más que no puedas recordar. Si no hay nada más, en tu nombre yo pongo
este dolor en tu Cruz para que tú lo lleves.
Gracias Jesús y bendíceme para recibir tu sanidad, tu perdón, tu amor y tu compasión.
También me perdono a mí mismo (enumera todas las cosas por las cuales no te has perdonado)
y me acepto como un hijo precioso de Jesús. En el nombre de Jesús, Amén.

COMO RENOVAR SU MENTE EN LO QUE RESPECTA A SU PASADO

Hemos discutido a fondo el tema de la gracia de Dios y nuestra falta de capacidad para ganamos
su favor y su amor. Lo que hacemos no incrementa el amor de Dios por nosotros, pero nuestras
elecciones. Hacen una diferencia en nuestras vidas aquí en la tierra. Existen ciertas disciplinas
que podemos incorporar, las cuales nos ayudarán a recibir el poder de la gracia de Dios en
nuestras vidas.

Echemos una mirada a una época más temprana de mi vida. Hacía apenas dos meses que era
cristiano y no estaba seguro de lo que quería hacer conmigo mismo. Por consiguiente, decidí
tomar algunas clases en la universidad. Me anoté en una clase para estudiar acerca de las
distintas religiones del mundo, imaginando que íbamos a pasar la mayor parte del tiempo
estudiando acerca del cristianismo. Me equivoqué. Pronto descubrí que el profesor estaba
enamorado de las religiones orientales.

Durante una de las clases en particular, el instructor decidió que nos íbamos a sentar en un
círculo para practicar el arte de la meditación oriental. Me sentí muy incómodo cuando todos
comenzamos a repetir al unísono un «hum» con la boca cerrada. Después de algún tiempo, el
instructor preguntó si alguien sentía algo. Yo tenía ganas de decirle: «Sí, yo siento algo. Siento

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que todo esto es una pérdida de tiempo.» Ese fue mi primer contacto con el arte de la
meditación.

Por consiguiente, cuando vi la palabra meditación en la Biblia, me acordé de inmediato de


aquella experiencia en mi clase de religión. Por cierto que no tenía ningún deseo de sentarme en
el piso a expresarle algo con la boca cerrada al Señor. Poco a poco comencé a entender la
diferencia entre la meditación oriental y aquella de la Palabra de Dios. Tanto con las religiones
orientales como con el movimiento de la Nueva Era, la meditación es el arte de vaciar la mente
de todo otro pensamiento y perspectivas. (No estoy muy seguro de cuánto arte se necesita para
hacer eso. Puedo acordarme de muchísimas veces en mi vida en que me he sentido con la
cabeza vacía.) Como sea, una vez que la persona ha vaciado su mente de todo
pensamiento, esa persona se abre a recibir guía espiritual de sus videntes (demonios).

Descubrí que la meditación bíblica es exactamente lo opuesto a aquello que mi instructor había
practicado. En realidad, la palabra meditación significa «hablar entre dientes, refunfuñar».
También significa «cavilar” considerar, pensar». Comencé a ver que la forma en que debía
meditar en la Palabra de Dios era leyéndola en voz alta: Cuando lo hago, le obligo a mi mente a
pensar acerca de lo que estoy diciendo. La meditación bíblica no es el acto de vaciar
mi mente, sino más bien de llenarla con la Palabra de Dios.

A) LA MEDITACION DE LA PALABRA DE DIOS RENUEVA NUESTRAS MENTES

En Romanos 12.2· leemos: «No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios,
agradable y perfecta.» Este versículo indica que el resultado de renovar nuestras mentes es que
experimentamos la transformación de nuestras vidas. Únicamente por medio de la meditación
de la Palabra de Dios podemos experimentar la renovación de nuestras mentes.

Aun así, muchos cristianos tienen ideas equivocadas acerca de la meditación, las que
entorpecen la eficacia de las Escrituras en sus vidas. Por ejemplo, el acto de sólo leer la Biblia, a
pesar de su importancia, no da como resultado necesariamente la renovación de nuestras
mentes. Otra idea equivocada muy común es que el «confesar» la Palabra de Dios equivale
automáticamente a meditar en ella. La confesión de la Palabra de Dios nos ayuda en la
meditación. Pero conozco personas que citan las Escrituras todo el tiempo, y sin embargo sus
vidas reflejan muy poco la naturaleza y el poder de Dios.

Cuando miramos de cerca lo que dicen las Escrituras acerca de la meditación de la Palabra de
Dios, comenzamos a descubrir cómo es que se logra.

“Sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como
árbol plantado junto a comentes de agua, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y
todo /o que hace, prosperarán” SALMO 1:2-3

Observe lo que dicen estos versículos acerca del hombre o de la mujer que medita en la
Palabra de Dios. El salmista dice que la vida de esa persona será como un árbol cuyas raíces
calan muy profundo; se conectan con un río tan lleno de vida" que el árbol de su existencia
producirá siempre fruto, y nunca se secará. Todo lo que se proponga por delante prosperará.
¿Cómo se logra esto? Meditando en la Palabra de Dios, día y noche.

El libro de Josué también habla de meditar día y noche:

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«Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás· en él,
para que guardes y hagas conforme a todo /o que en él está escrito ¡Porque entonces harás
prosperar tu camino, y todo te saldrá bien! »Josué 1.8

Al principio esto parece imposible. Es como lo que dice en 1 Tesalonicenses 5.17: «Orad sin
cesar.» Estos son versículos intimidantes, en especial si usted es una mamá con niños
pequeños, o una mamá y esposa que trabaja fuera de casa. Usted se puede sentir tentada a
alzar desesperada los brazos para decir: «Si para renovar mi mente tengo que meditar en la
Palabra día y noche, y orar sin cesar, ¡me rindo antes de comenzar...!»

Antes de desesperar del todo, permítame hacerle la siguiente pregunta: ¿Ha estado usted
alguna vez preocupado/a todo el tiempo por algo? ¿Ha estado alguna vez ansioso día y noche?
Estoy seguro de que todos podemos decir con honestidad que sabemos lo que es estar
preocupados sin cesar. Bueno, aquí están las buenas noticias. La misma parte de su alma que
se preocupa es la que ora y medita. En otras palabras, dado .que usted tiene la capacidad de
preocuparse sin cesar, también tiene la capacidad de orar y meditar día y noche.

La meditación no es memorización. No es pensar en cada palabra específica de la Biblia. La


meditación es, sobre todo, el reconocer la imagen que nos describen las Escrituras. Ruede ser
un pasaje que nos brinda una Imagen de paz. O una imagen de sanidad para un cuerpo que está
enfermo. Puede ser una imagen de provisión. La meditación es llevar esa imagen de vida con
nosotros en nuestro interior. Me entusiasma pensar que nuestras almas fueron creadas por Dios
con la capacidad de llevar una imagen de victoria con nosotros día y noche. Ciertamente
sabemos lo que es estar abrumados por el temor día y noche. De la misma manera, nuestro
corazón y nuestra mente pueden estar saturados con la vida de la Palabra de Dios sin
cesar. Aun cuando estamos durmiendo, el alma puede empaparse de la Palabra de Dios que da
vida.

B) EL PRINCIPIO DE VER Y HACER

Cuando meditamos en la Palabra de Dios, atacamos y derribamos las fortalezas de nuestros


pensamientos. Esto es importante dado que nuestros pensamientos son los que determinan
nuestras acciones. Su cuerpo o su vida van en la misma dirección que sus pensamientos.

Dios le dijo a Josué que debía meditar en su Palabra día y noche «para que guardes y hagas
conforme a todo lo que en ella está escrito.» El principio es que nosotros hacemos lo que vemos
en nuestra mente.

La mente tiene dos funciones básicas: la memoria y la imaginación. Fuimos creados por Dios
para llevar a cabo lo que primero hemos percibido en nuestras mentes. Cada acción está
precedida por una imagen de pensamiento. Por ejemplo, el adulterio no es algo que lo toma a un
hombre o una mujer por sorpresa. Los pensamientos y fantasías de adulterio han estado en
nuestra mente mucho antes de que el hecho se produzca. El hombre a veces comienza a pensar
acerca del adulterio por medio de la pornografía. Luego comienza a verse a sí mismo haciendo
las mismas cosas que observa en los videos.

Cuando meditamos en la Palabra de Dios, permitimos que la Palabra nos pinte una imagen de
fuerza, pureza y victoria. El proceso de intercambiar estas imágenes es el proceso de
«renovación» de nuestras mentes. En realidad, nosotros no vemos con nuestros ojos sino con

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nuestras mentes. Nuestras vidas se elevarán o caerán según la imagen que llevamos con
nosotros en nuestro interior. .

Cuando Josué meditaba en las promesas de Dios, comenzó a imaginarse a sí mismo realizando
y experimentando aquellas promesas, Y por consiguiente las convirtió en una realidad por medio
de sus acciones.

C) COMO DESTRUIR FORTALEZAS Y DERRIBAR ARGUMENTOS

Cuando entendemos la definición de fortaleza, entonces este principio de ver y luego actuar
cobra aun más sentido. La mayoría de las personas piensan que una fortaleza es una fuerza
demoníaca externa que los ataca. Pero las fortalezas vienen por lo general de adentro nuestro;
no de afuera. En 2 Corintios leemos:
«Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la
destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el
conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia de
Cristo" 2CORINTIOS 10.4, 5

La verdadera definición de una fortaleza es «argumentos y razonamientos, diabólicamente


inspirados, que alguien utiliza para fortificar sus opiniones en contra de su oponente». Las
fortalezas existen entre nuestras orejas. Son el resultado del proceso de razonamiento que
Satanás nos ha convencido que aceptemos. Las fortalezas son opiniones y percepciones acerca
de algo que sentimos con mucha fuerza. Aun cuando esos pensamientos nos parecen
correctos, pueden ser incorrectos, malsanos y destructivos.

"UNA FORTALEZA ES UN SISTEMA DE PENSAMIENTO FORTALECIDO POR LAS


EMOCIONES

Para entender aun más el efecto que las fortalezas tienen en nuestras vidas, debemos darle una
mirada a la palabra altivez. Esta palabra en griego es hupsoma. Algunas de las palabras
involucradas en su definición son «barrera, muralla o techo». En otras palabras Satanás intenta
llevamos a aceptar un proceso de razonamiento, actitudes y opiniones que le ponen un techo a
nuestra vida espiritual.

Por lo tanto, una fortaleza puede ser cualquier «sistema de pensamiento Destructivo, inseguridad
y miedo"

En otros casos, una fortaleza puede ser una intensa lucha con drogas, alcohol, violencia,
depresión, ansia de poder o cualquier otro pensamiento que trae adicción, lo cual preocupa a
nuestras mentes al punto de convertirse en una obsesión.

Aun cuando estas percepciones pueden ser destructivas, nos continuamos aferrando a ellas. El
poder exponer esos pensamientos como incorrectos requiere una obra sobrenatural del Espíritu
Santo a través de la Palabra de Dios, ya que se han convertido en parte de nuestra vida y de
nuestro comportamiento. En realidad, únicamente la Palabra de Dios, junto con la obra del
Espíritu Santo, tiene el poder de revelar esas mentiras tan bien disfrazadas.

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EL PODER DE LA PALABRA DE DIOS

La segunda epístola de Pablo a los Corintios 10:4 dice:


«Las armas de nuestra milicia no son camales, sino poderosas en Dios para la destrucción de
fortalezas.» ¿Cuáles son las armas que nos ha dado Dios? Son varias, incluyendo la Palabra de
Dios, la sangre de Jesús, el nombre de Jesús y la intercesión de los fieles. Cuando mezclamos la
fe con estos elementos, comenzamos a experimentar el poder de su gracia. Cuando mezclamos
la fe con estos elementos, comenzamos a experimentar el poder de su gracia.

El arma en la que me gustaría concentrarme es la Palabra de Dios. Usted entenderá el por qué
cuando, veamos cómo derribamos los argumentos. La Palabra de Dios es lo único que puede
usar el Espíritu Santo para destruir los razonamientos destructivos. Es más que palabras escritas
sobre un papel en blanco. Es algo sobrenatural.

«El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado
son espíritu y son vida,» -JUAN 6.63
«Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instruir en justicia" -2 TIMOTEO 3.16
La Escritura es la norma o regla por la cual podemos juzgar si lo que creemos es correcto, sin
que importe cómo nos sentimos acerca de ello. Su palabra nunca cambia; es siempre la misma.
Nuestras opiniones pueden cambiar y nosotros podemos tratar con diferentes percepciones de la
vida, pero la Palabra de Dios vive para siempre.
Cuando tomamos la Biblia, debemos recordar que es el libro que contiene a Dios en su
interior. No son solo palabras escritas en una hoja de papel en blanco. En realidad, es más que
un libro que nos habla acerca de Dios; es una obra sobrenatural. No se puede separar a Dios de
su Palabra. Los mismos atributos de Dios se aplican a su Palabra.

Dado que sabemos que Dios es fiel, también, sabemos que su Palabra lo es. Si Dios es verdad
absoluta y le es imposible mentir, entonces sabemos que las Escrituras son ciertas y podemos
confiar en ellas. Deje de percibir a la Biblia como si no fuera más que un libro acerca de Dios,
Comience a mirarlas como la expresión del corazón del Padre. Las Escrituras son un testamento
vivo de la voluntad de Dios para su vida.

La mayoría de los cristianos las ven simplemente como un manual para la vida. Aun cuando esto
es parcialmente cierto, si esa es la única revelación que tiene usted de la Biblia, entonces el
tiempo que pase con ella será árido y sin vida. En Juan 1.'1 captamos un poco de lo que es la
verdadera naturaleza de las Escrituras:
'
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”.

El versículo 14 de Juan nos dice:

“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habito entre nosotros…”

Permítame compartirle otros pasajes bíblicos que demuestran de manera espectacular la


naturaleza de la Palabra.
«Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y
Verdadero, y. con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su
cabeza muchas diademas; y tenga un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo.

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Estaba vestido con una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS.» -
APOCALIPSIS 19.11-13

¿Se da cuenta? La Palabra es como su Autor: ¡Eterna... poderosa... victoriosa... viva! La


Palabra es el aliento de Dios. Es Dios que nos habla hoy. Habla acerca de ganar, de victoria, de
gozo y entrega. ¡Su Palabra habla de prosperidad, sanidad y victoria sobre el pecado!
¡La Palabra de Dios tiene la capacidad sobrenatural de cambiar su vida de adentro hacia
afuera! Pídale al Espíritu Santo que le sople ahora mismo la verdad de su Palabra dentro de
su corazón. Reciba su poder y su vida.

La Palabra de Dios tiene el poder de ayudamos a discernir la fuente de... nuestra fe y


nos permite discernir si lo que estamos pensando proviene de Dios.

“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz y más cortarte que toda espada de dos filos, y
penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los
pensamientos y las intenciones del corazón.» -HEBREOS 4.12

Cuando exponemos constantemente nuestros pensamientos y emociones a la Palabra de


Dios, es la luz de su Palabra la que expone los verdaderos motivos 'detrás de nuestras
emociones y posteriores decisiones. Cuando exponemos de continuo nuestras mentes
a la Palabra de Dios, veremos nuestros pensamientos e imaginaciones tal cual son.

La Biblia es la fuente principal por la cual podemos examinar nuestras emociones, para ver si
nuestros sentimientos están alineados con la verdad. Hebreos 5.14 nos dice: «Pero el alimento
sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos
ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.» Cuando continuamos poniendo en
práctica la Palabra de Dios, Comenzamos a «hacer restallar el látigo» de su Palabra sobre
nuestras emociones, entretelándolas para que disciernan entre el bien y el mal, permitiendo
así que nuestra voluntad responda a verdad.

¿Que nos formó? El Salmo 103:3 dice: El sana todas tus dolencias es decir las físicas y las del
alma. De igual manera el salmo 32:3 dice: "Mientras calle se envejecieron mis huesos en mi
gemir todo el día" Estos versículos son claves para entender los efectos que dejan en uno el no
superar una crisis emocional, moral o espiritual.

LAS CRISIS INTERNAS PRODUCEN A VECES EN UNO EL EFECTO MENCIONADO EN EL


SALMO 102:
"Consumirse como humo, secándose como la hierba y hasta que se peguen los huesos a
la carne". Nuestras Iglesias están llenas de personas que padecen mas males psíquicos que
físicos; El peor problema para enfrentamos es lo poco que se usa la Biblia para sanar y restaurar
y lo mucho que se usa para herir, rebajar y condenar. Muchos que dan el paso inicial para ser
salvos, aprenden a diezmar, ofrendar y a servir, de diversas maneras, pero muchas veces no
están sanados para servir. A veces usamos muchas formas para ocultar la enfermedad que
llevamos por dentro. El legalismo religioso es la forma más atropellante. La limpieza interior de
Jesús no le permitió arrojar piedras a la adúltera, negarle la salvación a Zaqueo, o permitir la
devoción de una ramera a sus pies.

No es por la enfermedad física que miembros de una comunidad cristiana crean problemas a los
líderes. Dotan y Coré no tenían lepra física, pero tenían corroído el corazón y le hicieron la vida
imposible a Moisés. Los Fariseos y escribas le hicieron la vida imposible a Jesús sin tener

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leucemia, lo mismo Himeneo y Alejandro a Pablo. ¿Por qué quiere Diotrefes el primer lugar en la
Iglesia e impedir que Juan entre a la misma donde había sido Pastor? Diotrefes estaba
arrepentido y sanado pero no sanado del corazón.

La sanidad del corazón es el complemento del cristiano realizado. Nos evita criticar y nos ayuda
a estimular, menos envidias y chismes, más consejos y ayudas, más unión y menos división.

Sana tú corazón para que puedas dar fruto. El fruto de el amor, y así puedas dar amor a tu
esposa, a tu esposo, a tus hijos, a tus padres, a tus familiares y a tus semejantes, cumpliendo
con la Palabra de Dios según Juan 13:34 la cual manda que nos amemos unos a otros.

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