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cemento luminiscente

INTRODUCCION:

Una de las necesidades de mayor prioridad para las personas es el poder


movilizarse dentro y fuera de su comunidad, y para ello necesitan tener
pavimentos con señalización he iluminación, y la necesidad de con nuevas
alternativas sin costo por mantenimiento y con bajo impacto ambiental, en las que
el cemento sirva como adhesivo o cemento capaz de ofrecer otras funciones como
la generación de luminiscencia, ya que en lugares del Perú aún no cuentan con
carreteras y cuentan con falta de energía eléctrica, el uso del cemento
luminiscente sería de gran aporte ya que según su creador José Carlos Rubio
Ávalos investigador de la Sección de Innovación Tecnológica en Materiales de
la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Michoacana de San Nicolás de
Hidalgo (UMSNH) Mexico, La durabilidad del cemento emisor de luz se estima
mayor a los 100 años por su naturaleza inorgánica, y es fácilmente reciclable por
sus componentes materiales.

ANTECEDENTES

El cemento comercial técnicamente se conoce como cemento Portland, está


constituido básicamente por un gel de silicato de calcio hidratado, cristales de cal y
agujas de sulfoaluminatos cálcicos dispersas como redes. Lo anterior genera que
los cuerpos o solidos elaborados con este tipo de cemento sean opacos o que la
luz no pueda ser transmitida al interior de la pasta de cemento.

Por otro lado, existen en el comercio plásticos fosforescentes, los encontramos en


relojes, señalamientos viales y de seguridad, juguetes, artículos de decoración,
etcétera. La fosforescencia o fotoluminiscencia es un fenómeno físico que algunos
materiales tienen y que básicamente sigue las etapas siguientes: El material
absorbe la energía o luz (solar o artificial); de dicho espectro de luz solo nos
interesa la luz ultravioleta, esta provoca en los pequeños cristales que se
embeben en los plásticos que sus electrones tengan un cambio en su nivel
energético; posteriormente, una vez retirada la fuente de energía (luz), los
electrones vuelven a su estado de menor energía, en ese salto se libera la energía
acumulada o absorbida en forma de fotones o luz que, dependiendo de la
composición química de esos cristales, puede ser azul, amarilla, verde, naranja,
etcétera.

Lamentablemente, la misma fuente de energía (rayos ultravioleta) que produce la


fosforescencia o fotoluminiscencia, también destruye y daña los plásticos
rompiendo o promoviendo la ruptura de las cadenas de polímeros que constituyen
esos plásticos. Obviamente se han usado por años los polímeros orgánicos o
plásticos sintéticos debido a que para que exista este fenómeno de fosforescencia
se requiere que la luz sea transmitida al interior del sólido y llegue a los cristales y,
posteriormente, la luz producida por los cristales sea emitida al exterior, y por ello
las resinas transparentes o semitransparentes son las utilizadas comercialmente y
su durabilidad está limitada a la exposición o radiación solar y la composición de
las mismas.

Por lo tanto, si uno piensa en inventar un cemento fosforescente o cemento emisor


de luz, tiene que enfrentar los retos de hacer un cambio en la microestructura del
cemento mismo, para que permita el paso de la luz a su interior y, posteriormente,
la luz generada en el interior del cemento salga al exterior. El reto mayor es que
no se deben utilizar polímeros sintéticos o resinas orgánicas porque debemos
crear nuevos materiales y nuevos productos sin afectar el medio ambiente y, por
otro lado, debe resistir la radiación ultravioleta sin deteriorarse. La solución fue
encontrada en la química inorgánica: producir un cemento con propiedades
ópticas diferentes permitiendo la transmisión y reflexión de la luz.

cargándose con luz artificial.AIC: ¿Específicamente cómo se obtiene el cemento emisor de


luz?

JCRA: Se obtiene por un proceso de policondensación, es como fundir azúcar y


obtener un caramelo, pero de materias primas como sílice (arena de río), desechos
industriales (industria acerera, por ejemplo), álcalis (hidróxidos de sodio o potasio) y
agua. El proceso se realiza a temperatura ambiente y no requiere hornos o altos
consumos de energía y, por lo tanto, la contaminación por su elaboración es baja
comparada con el cemento Portland tradicional y los plásticos sintéticos.

El mayor logro como científicos mexicanos fue nuestra aportación al mundo de que
los cementos geopoliméricos, en los que se basa la tecnología, pueden ser utilizados
como materiales funcionales y no solo como adhesivos. Actualmente contamos con
otros productos patentados que amplían la información, pero no se han realizado
publicaciones correspondientes por nuestro interés de proteger los resultados de
investigación como lo hemos venido realizando hasta el día de hoy.

La originalidad de la investigación e innovación a nivel internacional dio lugar a que el


Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) otorgara la patente de invención a
la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, la cual está disponible para su
transferencia y comercialización para las empresas del sector interesadas.

AIC: ¿Para qué sirve un cemento con estas características?

JCRA: Las aplicaciones son muy amplias, dentro de las que más destacan están el
mercado arquitectónico: fachadas, piscinas, baños, cocinas, estacionamientos,
etcétera; en la seguridad vial y señalamientos; en el sector de generación de energía,
como plataformas petroleras; y en cualquier lugar que se desee iluminar o marcar
espacios que no tengan acceso a instalaciones eléctricas, dado que no requiere un
sistema de distribución eléctrica y se recarga solo con la luz. La durabilidad del
cemento emisor de luz se estima mayor a los 100 años por su naturaleza inorgánica, y
es fácilmente reciclable por sus componentes materiales.

Cementos emisores de luz. La emisión de


luz puede llegar a las 12 horas (toda la noche) una vez cargados por un periodo similar (durante el día). AIC: ¿Cuál es
el proceso por el que el cemento emite la luz?

JCRA: Primero cargándose con luz natural o artificial y posteriormente, en la


oscuridad, emitiendo esa luz. La emisión de luz puede llegar a las 12 horas (toda la
noche) cargado el cemento previamente por un periodo similar (durante el día).

AIC: ¿Quiénes serán los principales beneficiarios de esta nueva tecnología en


materiales?
JCRA: El cemento emisor de luz puede ser útil para cualquier sector que desee
utilizarlo para generar espacios iluminados con energía totalmente sustentable y sin
costos de mantenimiento o generación una vez que sea instalado.

AIC: ¿Qué institución financió el proyecto y quiénes participaron en él?

JCRA: La investigación fue realizada con financiamiento de la UMSNH a través de la


Coordinación de la Investigación Científica, con una inversión aproximada de 50 mil
pesos. El equipo de trabajo fue coordinado por su servidor, en colaboración con la
doctora Elia Mercedes Alonso Guzmán, el maestro Wilfrido Martínez Molina y el
doctor Fernando Velasco Ávalos.

El problema de la escasa visibilidad nocturna en las carreteras podría


estar a punto de solucionarse, ya que sin necesidad de energía eléctrica
el doctor en ciencias José Carlos Rubio, de la Universidad Michoacana
de San Nicolás de Hidalgo (México) ha creado un cemento emisor de luz
que tiene una duración de vida de cien años.
José Carlos Rubio. inició el proyecto hace nueve años, tras darse
cuenta de que «no existía nada igual a nivel mundial y entonces empecé
a trabajar en ello. El problema es que el cemento es un cuerpo
opaco que no permite el paso de la luz al interior».
El investigador explica a AlphaGalileo que el cemento tradicional es un
polvo que al adicionarle agua se disuelve como una pastilla
efervescente. «En ese momento se empieza a formar un ‘gel’,
parecido al que se usa para el cabello, pero mucho más sólido y
resistente; también se crean hojuelas o cristales que son subproductos
no deseados en el cemento endurecido».
Por esto, el investigador se enfocó en modificar la
microestructura del cemento a fin de que no tuviera cristales y fuera
totalmente gel, logrando que absorbiera la energía solar y luego la
regresara al medio ambiente en forma de luz.
El doctor en ciencias detalló que en 2015 la producción de cemento a
nivel mundial fue de cuatro billones de toneladas, área donde el nuevo
material tiene un mercado ampliamente comercial.
Por la mañana el edificio, carretera, camino o plataforma petrolera que
cuente con el nuevo cemento puede absorber la energía solar y emitirla
durante la noche hasta durante doce horas.
Afirma el científico que «aunque el día esté nublado, con los pocos
rayos que llegan es suficiente para recargarse, incluso puede usarse en
espacios con poca luz como un baño».
Según José Carlos Rubio, la mayoría de los materiales fluorescentes
están hechos de plástico y duran en promedio tres años porque se
deterioran con los rayos ultravioleta; sin embargo, el cemento creado
por la universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo es
resistente al Sol y tiene un tiempo de vida aproximado de cien años.
Además, es ecológico porque se hace de arena, tierra o arcilla lo cual
forma el gel, y durante su fabricación sólo se libera vapor de agua.
Actualmente existe en color azul y verde, y la intensidad de
luminiscencia puede regularse para evitar deslumbrar a los ciclistas o
automovilistas.
El proyecto mexicano ha inspirado a otras naciones para seguir la línea
de investigación. «A partir de esta patente se han derivado otras a nivel
mundial. En Reino Unido recibimos el reconocimiento por el fondo
Newton que brinda la Academia Real de Ingeniería de Londres, la cual
elige a nivel mundial casos de éxito de transferencia tecnológica y de
emprendimiento».
Actualmente, la investigación se encuentra en la etapa de
transferencia y comercialización y se busca su aplicación en yeso y
otros productos para la construcción.

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