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ELEMENTOS DE LAS PERSONAS JURIDICAS:

Los elementos esenciales que integran una persona jurídica, o sea,


aquellos sin los cuales no puede existir, son los siguientes: las
personas, las normas que la rigen, el acto jurídico que le da
Nacimiento, el reconocimiento del Estado en las personas jurídicas
privadas, y el registro de su existencia.
Las personas físicas, son un elemento imprescindible para que exista
una persona jurídica, pues son los que ejercerán los derechos del ente
ideal, que por ser tal, no posee capacidad de hecho.
Los fundadores deben expresar la voluntad de darle nacimiento, a
través de un acta constitutiva, donde se exponen sus fines, se
determinan los recursos que conformarán su patrimonio y se
sancionan sus estatutos.
Se necesita además, la existencia de un patrimonio, aunque sea
mínimo, para concretar sus fines, y hacer frente a sus obligaciones. En
las fundaciones, el patrimonio es el elemento más importante, pues de
él depende el cumplimiento de los fines, que deben ser lícitos,
determinados y posibles; y en las asociaciones se combina con la
actividad de sus miembros.

Se necesita también la norma jurídica que las reconozca como tales, y


regule su creación, su existencia y su fin.

Por último se requiere el reconocimiento de la personería jurídica por


parte del Estado; y su inscripción, para que surta efectos frente a
terceros.

Según El Interprete:
Desde este punto de vista se interpreta de tres formas:
a) Auténtica: que es la que hace el propio legislador, en forma simultánea o posteriormente a la
creación de la ley; es simultánea la que hace en la propia ley, ya sea en la exposición de motivos o
en el propio cuerpo legal;

b) Doctrinaria: es la que hacen los juspenalistas, los doctos, los expertos, los especialistas en
derecho penal, en sus trabajos científicos, o dictámenes científicos o técnicos que emiten, tiene la
particularidad de que no obliga a nadie a acatarla, pero es importante porque los penalistas que
conocen y manejan la dogmática jurídica mantienen entrelazada la doctrina con la ley;

c) Judicial o Usual: es la que hace diariamente el juez al aplicar la ley a un caso completo. Esta
interpretación corresponde con exclusividad a los órganos jurisdiccionales y la ejercitan
constantemente al juzgar cada caso por cuanto que resulta ser obligatoria por lo menos para las
partes.

ARTÍCULO 10. Interpretación de la Ley. (Reformado por Decreto 75-90 y 59- 2005 del Congreso de
la República).Las normas se interpretarán conforme a su texto, según el sentido propio de sus
palabras, a su contexto y de acuerdo con las disposiciones constitucionales. Cuando una ley es
clara, no se desatenderá su tenor literal con el pretexto de consultar su espíritu.

El conjunto de una ley servirá para ilustrar el contenido de cada una de sus partes, pero los pasajes
de la misma se podrán aclarar atendiendo al orden siguiente:

a) A la finalidad y al espíritu de la misma;

b) A la historia fidedigna de su institución;

c) A las disposiciones de otras leyes sobre casos o situaciones análogas;

d) Al modo que parezca más conforme a la equidad y a los principios generales del derecho.

CLASES DE INTERPRETACIÓN DE LA LEY.

La interpretación de la ley puede hacerla culquiera persona, bastará para ello con saber leer y
escribir; pero nadie puede garantizar que ésta sea la interpretación correcta. Por otra parte no
toda interpretación es obligatoria. La que hace el abogado en el ejercicio de su profesión o el
jurisconsulto al evaluar las consultas que se le hacen. En cambio la que hace el legislador mediante
una ley secundaria que establece como debe interpretarse una norma es obligatoria para todo
mundo.

C LASIFIACIÓN:

Doctrina o libre: es la que hacen los autores de Derechos al comentar y estudiar las normas
jurídicas.

Interpretación auténtica: como la judicial tiene valor oficial.

La doctrina no tiene mas valor que el de una opinión del autor, sin embargo puede ser utilizado por
el legislador al formular la norma o por los jueces al realizar su labor interpretadora, es útil como
referencia o fuente de consulta para quien interpreta (juez o legislador)

Judicial o jurisdiccional: es la realizada por el juez y tribunal al adecuar la norma al caso concreto.
Se trata de una interpretación obligatoria por las causas y los causahabientes y sus asesores.
Elementos que confirman esta interpretación:

1. Gramatical o literal: al estudiar el artículo 10 que las normas se interpretarán conforme a


su texto, según el sentido propio de sus palabras, y el artículo 11 que las palabras de la ley
se entenderán de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española, en la acepción
correspondiente, salvo que no apareciera definida en tal diccionario, en cuyo caso se le
dará su acepción usual en el país, lugar o región de que se trate.

2. La historia fidedigna de su institución: cuando el legislador se refiere a este procedimiento


de interpretación (histórico), está haciendo alusión al origen de la institución en cuestión,
el cual puede ser descubierto en los cuerpos legales procedentes (constituciones, códigos
anteriores que regularon) en las exposiciones de motivos, discusiones parlamentarias. Etc.

3. Elementos lógico: la finalidad y el espíritu de la ley; debemos considerar que el juez, al


momento de interpretar la norma, debe buscar cual es la finalidad perseguida por la
misma; qué se pretende mediante su aplicación y tener claro qué es lo que se entiende
por espíritu de la ley, en virtud de diferentes corrientes doctrinarias que lo tratan de
explicar. Lo imporante es buscar las valoreaciones contendidas en el texto legal para lograr
una decisión justa y adecuada al momento en que la ley debe ser aplicada. A todo esto la
doctrina clásica llama (ratio legis), que es fundamento mismo de la ley, su propósito, su
razón legal. Se completa con (ocasio legis) circunstancias particulares que determinan la
dictación de la ley.

EL DERECHO COMO VIDA HUMANA OBJETIVADA:

Resumiré ahora en breves palabras lo que he conseguido establecer hasta ahora en la pesquisa
que vengo realizando para la localización del Derecho en el Universo. Hemos visto que el Derecho
no es ni naturaleza corpórea, ni psiquismo; que tampoco es pura idea de valor. (Puras ideas de
valor lo serán los valores que deban orientar al Derecho, pero no el Derecho real, positivo,
histórico.) Y por contra, hemos descubierto claramente que el Derecho pertenece a esa peculiar
realidad que llamo «vida humana objetivada».

El Derecho es una forma objetivada de vida humana. Está constituido por un conjunto de ideas
-mejor diríamos de significaciones-, que constituyen reglas para la conducta humana. Esas
significaciones fueron gestadas por unas mentes humanas, y aun vividas originariamente por unos
hombres -por los que han creado una norma jurídica-. Ahora bien, esas significaciones que fueron
construidas, fabricadas, por unos hombres, una vez que han sido producidas, esto es, una vez que
se han objetivado en preceptos legislativos o en costumbres jurídicas, han adquirido una
consistencia propia y autónoma, pareja a la de los objetos ideales. Con los objetos ideales puros
-como los matemáticos, los lógicos, los valores, etc.- tienen de común las significaciones que
integran las normas jurídicas, la dimensión de que son seres intemporales e
inespaciales, [39] entes espectrales, ideas idénticas a sí mismas (es decir, capaz la misma idea de
ser pensada por múltiples sujetos y en diversos momentos, sin que la idea en cuestión se confunda
con los actos mentales múltiples de pensarla). Todo pensamiento cristalizado, objetivado, tomado
aparte del acto mental en que se fabricó, participa de la dimensión del ser ideal: es inespacial, es
intemporal, es idéntico a sí mismo, es decir, constituye una entidad autónoma, aparte, objetiva.
Ahora bien, el contenido de una disposición legislativa, o de un reglamento, aun teniendo de
común con el ser ideal esa especial consistencia de idealidad, de espectralidad, de objetividad, se
diferencia de los objetos ideales matemáticos y de los valores puros, en lo siguiente: un principio
matemático, un valor puro, tienen una consistencia y una validez propias, por entero
independientes y ajenas al hecho eventual de que una cabeza humana las haya pensado o no; y
así, recordemos lo que tantas veces se ha dicho de que los radios de la circunferencia eran ya
iguales antes de que ningún geómetra hubiese pensado en ello. Pero, en cambio, un articulo del
Código civil no era, no existía antes de que el legislador lo fabricase. Una idea matemática no ha
sido construida, fabricada, por el matemático, quien lo único que hace es descubrir algo, que ya
era antes, con entera independencia de él. En cambio, un reglamento nace con el acto del
legislador que lo emite, y gracias a él; si bien después de fabricado, después de nacido, cobra un
ser propio, independiente de los actos que lo han gestado; adquiere un ser objetivo ideal de
pensamiento cristalizado, de idea. Las significaciones que integran los preceptos jurídico-positivos
no tienen una entidad ideal absoluta, no tienen una validez eterna y necesaria -en la medida en
que no sean purísima, rigorosa y exclusiva expresión de unos valores, y en la medida en que
contengan otros ingredientes circunstanciales-. Esas significaciones (en suma, esas normas
concretas) han sido elaboradas, confeccionadas, en unos actos vitales y por éstos, en una conducta
humana -bien en la mente y voluntad del legislador, o bien en la comunidad productora de
costumbres jurídicas-. Además, esas normas jurídicas, en cuanto se cumplen, en cuanto se realizan
efectivamente, constituyen la configuración de una sociedad, la forma o estructura de unas
existencias humanas.

Pero esas significaciones que integran el Derecho positivo de un pueblo en una época, aparte de
su origen histórico (es decir, de su fabricación en un determinado momento), y también aparte de
su realización en unos hechos humanos efectivos (es decir, de [40] su cumplimiento y aplicación en
una sociedad concreta), pueden ser concebidas abstractamente como puras significaciones, como
ideas, que tienen, a fuer de tales, un ser parejo al de los objetos ideales, un ser incorpóreo y
apsíquico, inespacial e intemporal -si bien, como hemos visto, carezcan de una validez absoluta y
eterna-. Es decir, esas significaciones jurídicas -las normas positivas- tienen un ser análogo al ser
ideal, en tanto que consisten en un ser espectral, distinto de los actos psíquicos en que son
pensadas o realizadas. De igual modo que el número 5 es el mismo en los múltiples y distintos
actos de pensamiento en que sea pensado, así también un artículo del Código civil tiene un ser
propio, independizado de los actos psíquicos de quienes lo elaboraron, y aparte también de los
procesos mentales y de conducta de quienes después lo conocen, lo cumplen y lo aplican: el
artículo del Código, como complejo de significaciones -contenido en todos esos actos- es el mismo
es un único objeto y es independiente de los actos en que nos le representemos o le realicemos. Y,
desde luego, lo mismo podemos decir de las significaciones que se dan en las demás obras de la
vida humana: arte, ciencia, técnica, etc. Todas esas significaciones culturales históricas tienen de
común con las ideas puras el poseer la dimensión de lo ideal; pero, en cambio, pueden no tener la
consistencia de validez pura y necesaria que caracteriza a los principios matemáticos o a los
principios lógicos; pues mientras que éstos eran ya lo que son -es decir eran ya válidos- antes de
que ninguna mente se los representase, eran ya lo que son independientemente de todo humano
hacer, en cambio, las significaciones que componen el Derecho positivo (o la obra de arte, o el
esquema técnico, o el método científico, etc.), y en la forma en que lo componen, tienen un origen
histórico, concreto en el tiempo y concreto en cuanto a las circunstancias que condicionaron su
nacimiento. Mas una vez que ya han nacido, que han sido ya confeccionadas, adquieren esas
significaciones una consistencia autónoma, un ser objetivado, susceptible de ser pensado y
realizado por cualquier sujeto.

DEFINICIÓN DE DERECHO:

Conjunto de normas de carácter general que se dictan para dirigir a la sociedad a fin de solventar
cualquier conflicto de relevancia jurídica que se origine; estas normas son impuestas de manera
obligatoria y su incumplimiento puede acarrear una sanción.

El derecho es normativo, ya que esta constituido por normas obligatorias de conducta ciudadana.
Es bilateral porque necesita de la interactividad de dos o mas personas. Es coercitivo, porque en
caso de incumplimiento, es aplicable la fuerza para obtener la ejecución de la conducta prescrita.
Es general, ya que se aplica a todas las personas. Es evolutivo porque se adapta al desarrollo de la
vida social.

Hablamos de integración de la ley y no del derecho, por que éste es mucho más amplio que la ley.
La ley es sólo una fuente formal, una de las formas de expresión que puede tomar el derecho. El
derecho es el género y la ley la especie.

La ley es la fuente principal y constituye derecho preestablecido, el cual debe utilizar el juez para
resolver los casos que se le presentan. La ley es una fuente abstracta, general y debe estar
destinada a resolver conflictos de ordinaria frecuencia; por lo tanto, la ley puede adolecer de
vacíos o lagunas legales cuando se trata de casos extraordinarios, no imaginados por el legislador,
rodeados de circunstancias especiales o de poca ocurrencia.

A pesar que la ley tenga vacíos, los jueces se encuentran obligados a fallar en virtud del principio
de inexcusabilidad. El conflicto, para garantizar la paz social, debe ser resuelto y la falta de ley no
debe ser un obstáculo. Con este fin recurren a otras fuentes del ordenamiento, llenando estos
vacíos. Esto es lo que se denomina integración de la ley. Para ello se recurre a otras fuentes
formales como la costumbre, los principios generales del derecho y la equidad.

El derecho pre-establecido es una construcción humana y por lo tanto imperfecta. Siempre existe
la posibilidad de vacíos, injusticias, descordinaciones, etc.

1. INTERPRETACIÓN E INTEGRACIÓN

La interpretación supone la existencia de una norma jurídica; en cambio, la integración necesita la


falta de ley que resuelva el asunto sometido a la decisión del juez, o una ley con vacíos o lagunas.
La interpretación supone una situación regulada por el derecho preexistente; en cambio, la
integración supone que el juez se enfrenta al conflicto en ausencia de una norma preexistente que
lo regule.

2. INTEGRACIÓN Y PRINCIPIO DE INEXCUSABILIDAD JUDICIAL

La integración es el método para resolver las lagunas o vacíos de la ley. De esta manera el juez
puede resolver cualquier conflicto que se le presente, exista o no derecho preexistente. El principio
de inexcusabilidad impone al juez el deber de fallar aún a falta de ley que resuelva la contienda.
Este deber se fundamenta en la necesidad de salvaguardar la paz social, si los conflictos no se
resuelven habría inseguridad y el consecuente aumento de la autotutela. Para cumplir con el
principio de inexcusabilidad el juez cuenta con fuentes muy amplias como la equidad y los
principios generales del derecho.

3. MÉTODOS DE INTEGRACIÓN DE LA LEY

Para complementar vacíos legales, el juez cuenta con varios métodos y fuentes subsidiarias como
la equidad, los principios generales y la analogía jurídica. Veremos algunos aspectos de estas
instituciones:

a) Equidad: El juez siempre puede acudir a la equidad en caso de un vacío legal. Así lo señala el Art.
170 Nro. 5 del CPC, al señalar los requisitos de las sentencias. La equidad es la fuente más amplia,
el juez siempre puede encontrar solución a cualquier caso basándose en la equidad.

No deben confundirse los casos en que la equidad es fuente subsidiaria con aquellos en que la
equidad pasa a ser una fuente principal. En estos casos la equidad es aplicable directamente, con
prescindencia de la ley. Tal es el caso de los árbitros arbitradores o cuando la ley obliga al juez que
falle en conciencia, como jurado, etc.
b) Principios generales del derecho: En este caso, el juez recurre, en caso de un vacío legal, a los
principios básicos del ordenamiento jurídico. A falta de una solución particular el juez aplicará las
ideas más generales del ordenamiento. Por ejemplo, el enriquecimiento sin causa.

c) Analogía jurídica: la analogía implica aplicar la solución legal contemplada en casos


determinados a otro caso similar, pero no regulado. En otras palabras, consiste en aplicar la ley que
contempla la regulación de un caso determinado, a otra situación no prevista, pero semejante a la
anterior.

Para explicar la analogía necesitamos dos casos similares: uno de ellos previsto por la ley y el otro
no. Como existe una misma razón de justicia para aplicar la solución del caso regulado al no-
regulado, se integran los vacíos legales por esta vía.

4. INTEGRACIÓN Y DERECHO PENAL

El derecho penal no puede ser integrado ya que rige los principios de legalidad y tipicidad penal:
no hay más delitos que los descritos expresamente por la ley. En consecuencia, las conductas que
involucren atentados graves contra el orden social y que sean moralmente aberrantes no pueden
ser castigadas criminalmente por ser “parecidas” a otras conductas tipificadas como delito. Todas
estas conductas son atípicas y no se sancionan penalmente.

Como la pena es la sanción jurídica más grave, la idea es que se aplique en la forma más restrictiva
posible. Ésta es una salvaguardia de los individuos contra el poder del estado. Los regímenes
totalitarios contemplan figuras delictivas muy abiertas y generales y permiten la analogía.

Normalmente la analogía tampoco se permite en derecho público.

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